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NUEVOS RETOS PARA LA AUDITORIA INTERNA

La Auditoría Interna es una actividad independiente y objetiva de aseguramiento y consulta, concebida para agregar valor y mejorar las
operaciones de una organización. Ayuda a una organización a cumplir sus objetivos aportando un enfoque sistemático y disciplinado para
evaluar y mejorar la eficacia de los procesos de gestión de riesgos, control y gobierno”.

la Auditoría Interna debe desarrollar estrategias de actuación enfocadas a la identificación y evaluación de riesgos prioritarios, así como a
la valoración de los controles clave que los mitigan.

La Auditoría Interna tendrá que convertirse en una función disruptiva para


la organización, a fin de generar el valor que necesita al:

• Enfocarse en los riesgos prioritarios que en general se encuentran alojados en los


procesos relevantes.

• Comprender los riesgos emergentes e incrementales de los nuevos modelos de


negocio.

• Enfatizar la medición cuantitativa y homogénea de las debilidades identificadas en


materia de Control y Gobierno Interno.

• Desarrollar nuevos perfiles con capacidades que se adapten a los requerimientos del
nuevo entorno.

• Promover la revisión continua a través de la construcción de indicadores que


consideren los niveles de tolerancia para los diferentes riesgos prioritarios.

• Utilizar herramientas analíticas que tiendan incrementar el alcance y frecuencia de las


pruebas que ejecuta.

• Reorientar sus esfuerzos hacia las materias de mayor valor añadido, eliminando las
de menor aporte.

• Entender el apetito, así como la tolerancia al riesgo de la administración y con base


en dichos parámetros generar sus observaciones y recomendaciones.
Los controles internos son el fundamento en el que el negocio se sostiene, sin controles internos fuertes pero flexibles los
negocios no serán ágiles para enfrentar un futuro incierto.

También es previsible que los nuevos modelos de negocio y tecnologías emergentes cambiarán completamente los procesos
de control en cada área de la organización (finanzas, cadena de suministro, TI, ventas/ atención al cliente) ante ese
escenario.
El auditor tendrá que centrar su atención en las relaciones de negocio con clientes y proveedores, además de identificar y
evaluar los riesgos de fraude, robo de activos, corrupción y otros actos ilegales, como podrían ser: soborno, violación de
leyes, encubrimiento de ilícitos o complicidad.

¿CUÁLES SON ESOS FACTORES QUE PERMITIRÁN QUE UNA AUDITORÍA INTERNA
GENERE VALOR?

Los factores de éxito implican la comprensión de los cambios del negocio de forma anticipada.
Mantenerse un paso adelante de la evolución organizacional es la mejor forma de no
comprometer los controles.
El auditor logrará ser preventivo al estar involucrado en transformaciones y automatizaciones
relevantes en la entidad, y al participar en lo que se conoce como el “manejo del cambio”

¿QUÉ SE DEBE EVITAR DURANTE UNA AUDITORÍA INTERNA?

Uno de los principales errores que cometen los auditores es la “adaptación reactiva”, cuando se
da por hecho que los nuevos modelos de negocio no tienen un impacto significativo en sus
actividades, este enfoque puede generar la desconexión con la estrategia de la organización.
Otra falla común de una auditoría de este tipo es actuar como policía y levantar múltiples
observaciones, aún en ocasiones irrelevantes, además de dedicar recursos en exceso para
atender excepciones menores y de bajo riesgo.

En conclusión, una Auditoria Interna requiere de personas valientes


que piensen hacia adelante al asumir y ejecutar las revisiones
encomendadas; en este sentido, los Auditores tendrán que contar
con capacidad de autogestión, además de entender y contribuir a
lograr la visión, misión y estrategia de la organización la capacidad
de análisis, comunicación, inteligencia emocional, iniciativa y por
supuesto, sus valores éticos.

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