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La aorta es la arteria que transporta la sangre rica en oxígeno de la cavidad inferior izquierda
del corazón (el ventrículo izquierdo) al resto del organismo. Se habla de coartación de la aorta
(o CoA) cuando una parte de la aorta es anormalmente estrecha.
La coartación aórtica es más común en personas con ciertos trastornos genéticos, como el
síndrome de Turner. Sin embargo, esta afección también puede deberse a defectos congénitos
de las válvulas aórticas.
La coartación aórtica es una de las afecciones cardíacas más comunes que están presentes al
nacer (afecciones cardíacas congénitas). Suele diagnosticarse en niños o adultos menores de
40 años.
La coartación de la aorta se puede ver con otros defectos cardíacos congénitos, como:
Síntomas
Presión arterial más elevada en los brazos que en las piernas
Pulso débil o ausente en la ingle
Piernas o pies fríos
Hemorragias nasales
Mareos
Desmayos
Calambres en las piernas al hacer ejercicio
Los síntomas típicamente no aparecen hasta alrededor de una semana después del
nacimiento. En un recién nacido, puede no detectarse una aorta estrechada hasta después que
cierre el conducto arterial en los días posteriores al nacimiento. El estrechamiento a veces
aparece junto con otros problemas tales como los defectos de los tabiques y de las válvulas del
corazón.
Pruebas y exámenes
El médico llevará a cabo un examen físico y tomará la presión en brazos y piernas.
El pulso en el área femoral (ingle) o en los pies será más débil que el pulso de la
carótida (cuello) y algunas veces puede no sentirse del todo.
La presión arterial en las piernas generalmente es más débil que en los brazos. La
presión arterial por lo general es más alta en los brazos después de la lactancia.
La coartación suele descubrirse durante el primer examen físico del neonato o durante un
examen de control del niño sano. Tomar los pulsos en un bebé es una parte importante del
examen, ya que es posible que no se presenten otros síntomas ni hallazgos hasta que el niño
crezca.
Tanto la ecografía Doppler como el cateterismo cardíaco se pueden utilizar para ver si hay
algunas diferencias en la presión arterial en áreas diferentes de la aorta.
Pronóstico
La coartación de la aorta se puede curar con cirugía y los síntomas mejoran rápidamente
después de la intervención.
Sin embargo, hay un aumento en el riesgo de muerte debido a problemas cardíacos entre las
personas que se han sometido a una reparación aórtica. Sin tratamiento, la mayoría de las
personas con esta afección muere antes de los 40 años. Por esta razón, los médicos
generalmente recomiendan que al paciente se le practique la cirugía antes de los 10 años. De
hecho, la mayoría de las veces, la cirugía para reparar la coartación aórtica se realiza durante el
primer año de vida.
Posibles complicaciones
Las complicaciones que pueden ocurrir antes, durante y poco después de la cirugía abarcan:
Aneurisma aórtico
Disección aórtica
Ruptura aórtica
Hemorragia intracerebral
Endocarditis (infección en el corazón)
Insuficiencia cardíaca
Ronquera causada por lesión al nervio de la laringe
Deterioro de la función renal
Parálisis de la mitad inferior del cuerpo (rara complicación de la cirugía para reparar la
coartación)
Desarrollo prematuro de la arteriopatía coronaria (CAD)
Hipertensión arterial severa
Accidente cerebrovascular
Tratamiento
En la mayoría de los casos se recomienda cirugía. La intervención normalmente consiste en
extirpar la sección estrechada de la aorta. Si se trata de una sección pequeña, los dos extremos
de la aorta pueden volver a conectarse tras la extirpación. De lo contrario, puede emplearse un
tubo o parche de material sintético o tejido autógeno para conectar los dos extremos.
Para dilatar el segmento estrechado sin cirugía, los médicos pueden realizar un procedimiento
de cateterización denominado «angioplastia con balón». En este procedimiento, se introduce
en el cuerpo un tubo largo y delgado denominado «catéter», generalmente en la ingle. De allí
se avanza por una arteria hasta llegar a la parte estrechada de la aorta. Una vez allí, se infla un
pequeño globo en el extremo del catéter, lo cual dilata la abertura. A continuación se retiran el
catéter y el globo desinflado.
Más recientemente, los médicos han comenzado a usar unos dispositivos de malla de alambre
denominados «stents» para servir de soporte a la aorta y mantenerla abierta. Estos stents se
implantan durante un procedimiento de angioplastia.
Prevención
No se conoce ninguna forma de prevenir este trastorno; sin embargo, el hecho de estar
consciente del riesgo puede hacer posible un diagnóstico y tratamientos tempranos.