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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Defensa


Universidad Nacional Experimental Politécnica de la
Fuerza Armada Nacional Bolivariana
Nueva Esparta – Municipio Marcano
VIII Semestre de Administración y Gestión Municipal

Modernización policial y
gestión pública

Profesora: Petra Marcano Realizado por:

Asignatura: Seguridad ciudadana Dana. Guerra

C.I.: 28.166.493
INTRODUCCION

La seguridad ciudadana es un elemento necesario para el funcionamiento


de la sociedad y uno de los principales criterios para la seguridad la calidad de
vida. Con la colaboración de la ciudadanía y de otras organizaciones de bien
público, es posible asegurar la convivencia pacífica y el cese de la violencia.

Es Indispensable la participación ciudadana conjuntamente con el Estado


para consolidar la seguridad ciudadana, que permita avanzar basándose en
valores morales y éticos, tales como: honestidad, responsabilidad, cooperación,
equidad, corresponsabilidad, igualdad de género, entre otros.

Por ello, el presente papel de trabajo tiene como objetivo documentar y


analizar las funciones que posee la policía nacional en conjunto con diversos
organismos para lograr el déficit delincuencial y sucesos lamentables que ponen
en una cuerda floja la seguridad y convivencia ciudadana en el país.
Modernización policial y gestión pública

La ciudadanía tiene derecho a participar de la mano con el Estado en la


ejecución de las políticas públicas que permitan mejorar su calidad de vida. Para
ello, se propone la creación de consejos comunales como una instancia de
participación e integración entre las organizaciones que deben hacer vida activa
dentro de la comunidad, y así lograr, entre otras cosas relevantes, la seguridad
social.
Ahora bien, desde amplios sectores del gobierno nacional se está
apostando con firmeza a la transformación del modelo policial venezolano. Se
avanza en la transformación asumiendo con criterio científico la profesionalización
y adecuación del sistema de policía a estándares de actuación y de
reconfiguración institucional, y así contar con una policía moderna, con capacidad
de respuesta técnico-científica, profesionalizada y que recupere el reconocimiento
social sobre la base de una ética manifestada en sus prácticas.

A partir de 1999, la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela


(CRBV) parece redefinir las relaciones entre el individuo y el Estado en materia de
seguridad, en el seno de un modelo constitucional propio de un Estado
democrático y social de Derecho y de Justicia “que propugna como valores
superiores de su ordenamiento jurídico y de su actuación, la vida, la libertad, la
justicia, la igualdad, la solidaridad, la democracia, la responsabilidad social y, en
general, la preeminencia de los derechos humanos, la ética y el pluralismo
político” (Artículo 2, CRBV).

Dicho esto, en la seguridad ciudadana se ven involucradas distintas


instancias públicas y privadas, organizaciones gubernamentales y no
gubernamentales, y sobre todo la sociedad civil como parte importante para la
solución de los asuntos públicos. Sin embargo, son las actividades del Estado las
que ponen a prueba la coherencia política e institucional de todo el sistema, por
cuanto el desarrollo de la política de seguridad requiere de la intervención de
organismos, y en su debida articulación, el Estado tiene una gran responsabilidad.
Específicamente a los organismos del Poder Público Nacional (Asamblea
Nacional, Ministerio del Interior y Justicia, Ministerio Público y Tribunales de la
República entre otros) les corresponde desempeñar un papel fundamental en el
desarrollo de la política nacional de seguridad.

La política de seguridad ciudadana se presenta entonces como producto de


un proceso que se desarrolla en un tiempo y marco especifico, en donde a través
de esquemas de interpretación y de juicios de valor, se va definiendo tanto la
naturaleza de los problemas planteados como las orientaciones de la acción en
materia de seguridad. En esta tarea, la Asamblea Nacional desempeña un papel
fundamental en cuanto a la protección de los valores que deben ser protegidos por
el Estado venezolano, principalmente de los derechos humanos como principios
informadores de todo el ordenamiento jurídico.

VINCULACION

Los cambios del Estado venezolano a partir de 1999 generan nuevos retos
e invitan a replantear conceptos tradicionales como democracia, seguridad y
ciudadanía. En este estudio se propone una aproximación al análisis de la política
pública nacional de seguridad ciudadana. Para cumplir con el objetivo, se hace
especial referencia al desarrollo de la producción jurídico penal como parte
importante de la política de seguridad.

RESULTADOS

Tanto en su planteamiento como en sus resultados, la política nacional de


seguridad debe ser valorada en cuanto a su eficiencia en la prevención de la
criminalidad y la violencia. De acuerdo a los estudios, resultados y (especialmente)
la realidad actual, la mayoría de los dispositivos, planes o mecanismos
implementados por la policía nacional y demás entes vinculados, no han
demostrado tener una completa efectividad y eficiencia.

Venezuela ha quedado clasificada como el país más peligroso en el mundo


por diversos medios de comunicación e infinidades de estudios realizados dentro y
fuera del país. Entre ellos, una encuesta llamada “Gallup” realizada por el canal
CNN en español a venezolanos. Dicha encuesta usa un índice basado en las
percepciones de los ciudadanos sobre seguridad, confianza en la policía local,
sentimientos de seguridad personal y prevalencia de asaltos o robos.

Entre los resultados, la encuesta reveló que casi el 25% de los venezolanos
han sido asaltados, una de las cifras de asalto más altas del mundo. Según la
encuesta, Solo el 17% de los venezolanos se sienten seguros andando a casa de
noche.

Es de vital importancia destacar que una propuesta en materia de seguridad


puede ser funcional y eficaz, sino solo cumple con un plan preventivo, con trabajo
de inteligencia y reactivo sino que también incluye educación e inserción social,
puesto que es bastante común, presenciar el crecimiento de muchos jóvenes con
modelos de criminalidad como ejemplo a seguir. El hecho de que todos los
organismos vinculados con esta tarea, constituyan todas sus capacidades y
posibilidades en un plan bien articulado, lograra que Venezuela sea cada vez más
un lugar donde predomine la convivencia y seguridad.
INDICE

La complejidad social, las demandas de seguridad ciudadana y el modelo


de Estado venezolano imponen un gran reto: el desarrollo de un nuevo modelo de
seguridad basado en el paradigma de la protección de los derechos humanos. Es
necesario replantear las acciones y conducirla por los caminos de una cultura
política garante de los derechos y libertades, que sea reflejo de los principios
consagrados en el texto constitucional.

El Estado está llamado a proteger la seguridad de los ciudadanos, a través


de un marco jurídico que respete los principios de idoneidad, necesidad,
proporcionalidad, oportunidad, así como también los principios de articulación
autónoma de los conflictos y de las necesidades reales, y de la preservación de
las garantías formales. En fin, la protección de la seguridad ciudadana pasa por la
configuración de un derecho penal que desarrolle principios y garantías.

VIOLENCIA SOCIAL

Es un conjunto de conductas por parte de las personas o de la sociedad


hacia uno o varios individuos que producen daños psíquicos o físicos. Por lo
general estas conductas se evidencian mediante amenazas, ofensas e incluso por
medio de la fuerza física y su fin es obtener una acción que la víctima no realizaría
de forma voluntaria.
Este tipo de comportamientos no son propios de la era actual; por el
contrario, ha existido desde hace muchos años, solo que de distintas formas y con
diferentes magnitudes, y en algunos casos han ido escalando y se han ido
transformando en un escenario más grave.

VIOLENCIA DELINCUENCIAL

Se trata del robo, estafa, narcotráfico, es decir, conductas que asumen


medios ilegítimos para alcanzar bienes materiales. Es toda forma de conducta
individual u organizada que rompe las reglas sociales.
En general, se suelen calificar como delitos violentos el homicidio, la
violación, la tentativa de violación, el robo con "violencia" o intimidación y el
secuestro.
CONCLUSIONES

A raíz de todo lo documentado se puede concluir que la importancia que


representa el problema de la seguridad ciudadana y su impacto sobre las
personas, la familia, la comunidad, la sociedad y las posibilidades de desarrollo
nacional, en este caso: Venezuela; son necesarios en el análisis del rol del
Estado, actor principal en esta materia, de las políticas de seguridad, de su
instrumentación u omisión, en una Venezuela en la que, además, los planes
formulados por los gobiernos han fracasado sistemáticamente.

El sistema de seguridad ciudadana en Venezuela, conformado por los


sistemas policiales, el sistema de justicia y las organizaciones con funciones
preventivas, debe seguir explorando lagunas de conocimiento que son vitales en
el propósito de generar estrategias, políticas públicas y programas que solventen
los problemas definidos.

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