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en el paciente crónico
Cuidados de enfermería
en el paciente crónico
Actas de la Jornada de Enfermería
realizada por la
Fundación Alberto J. Roemmers
el día 8 de Septiembre de 2015
en el Teatro Gran Rex de Buenos Aires
Editores
Dr. Manuel Luis Martí
Lic. Silvina Estrada de Ellis
Buenos Aires
2015
Libro de edición argentina de distribución gratuita.
Es propiedad.
Derechos reservados.
© por la Fundación Alberto J. Roemmers.
Buenos Aires, Argentina.
Queda hecho el depósito que marca la ley 11.723.
Impreso en Argentina por Ediciones Médicas del Sur SRL
ediciones@prensamedica.com.ar - www.prensamedica.com.ar
Printed in Argentina.
Índice
Prólogo
Lic. Silvina Estrada de Ellis 13
7
8 Índice
Presidente
Dr. Rodolfo F. Hess
Vice-Presidente
Dr. Manuel L. Martí
Secretario
Dr. Julio A. Bellomo
Vocales
Sr. Eduardo Macchiavello
Sr. Alberto Roemmers
Sr. Alejandro Guillermo Roemmers
Sr. Alfredo Pablo Roemmers
Dr. Miguel de Tezanos Pinto
Fiscalizadores
Dr. Eduardo L. Billinghurst
Dr. Carlos Montero
Jornada de Enfermería
CUIDADOS DE ENFERMERÍA
EN EL PACIENTE CRÓNICO
Coordinadora
LIC. SILVINA ESTRADA DE ELLIS
Jefa del Departamento de Enfermería
FUNDALEU Buenos Aires
RELATORES INVITADOS
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16 Cuidados de enfermería en el paciente crónico
* Survey of chronic pain in Europe: prevalence, impact on daily life, and treatment.
Breivik H, Collett B, Ventafridda V, Cohen R, Gallacher D. Eur J Pain. 2006 May;10(4):287-
333. Epub 2005 Aug 10.
21
22 Cuidados de enfermería en el paciente crónico
Definiciones
Clasificación
Evaluación
CARACTERÍSTICAS
¿Cómo es el dolor? ¿Cuándo comenzó? ¿Es periódico, rítmico? ¿Es
continuo, persistente? ¿Es superficial o profundo? ¿Es localizado o difu-
so? ¿Se acompaña de sensaciones anormales como hormigueo, quema-
zón o pinchazos? ¿Se irradia hacia alguna zona del cuerpo? Estas pre-
guntas nos orientan al mecanismo de producción y a la causa del dolor.
FUNCIÓN COGNITIVA
La alteración de las funciones cognitivas (nivel de conciencia,
orientación, memoria, lenguaje) influyen en la expresión del dolor. Con
instrumentos validados se debe previamente determinar la preserva-
ción de las funciones cognitivas para comprender cómo afectan lo que
el paciente está expresando. Algunas de los instrumentos son el Mini
Mental Test de Folstein (MMT), el Método de diagnóstico de confusión
30 Cuidados de enfermería en el paciente crónico
Tratamiento
Objetivos específicos:
Fomentar adherencia al tratamiento mediante la educación al
paciente y familia sobre los fármacos, dosis, correcto uso de los
rescates, efectos esperados y adversos, pautas de alarma.
Lectura crítica de las indicaciones médicas. Detectar errores,
sugerir cambios en la vía de administración, proponer adyuvantes.
Monitoreo del tratamiento. Seguimiento del uso de rescates y
cambios de dosis, respuesta obtenida, efectos adversos.
Manejo de dificultades y efectos adversos. Detección tempra-
na y corrección rápida.
Tratamiento no farmacológico
Incluye todas las intervenciones ambientales y terapias com-
plementarias. Adecuación del ambiente, uso de tonos de voz sua-
ves, aromaterapia, técnicas de calor y frío, masajes, Reiki, estimu-
lación transcutánea de nervios (TENS). Estas intervenciones se
proponen como complemento y marco del tratamiento farmaco-
lógico, sin que lo puedan sustituir, y de acuerdo a la aceptación y
gustos del paciente.
Fundación Alberto J. Roemmers 33
Tratamiento farmacológico
Es efectivo, seguro y económico. Logra control efectivo del dolor
en más del 90% de los pacientes. El concepto de analgesia de amplio
espectro implica el uso de diferentes fármacos cuya acción diferente
pero asociada contribuye al control del dolor.
Propiedades:
Analgésicos, antipiréticos y antiinflamatorios.
Buena absorción oral, algunos son efectivos vía rectal.
Mecanismo de acción: por inhibición de las ciclooxigenasas.
• Por la boca: siempre que sea posible preferir la vía oral: es segura,
efectiva, no invasiva.
• Por el reloj: la analgesia debe prescribirse a dosis e intervalos fijos
para mantener un nivel constante de droga en el organismo y evi-
tar fluctuaciones que dejen aparecer el dolor.
• Por la escalera: usar las pautas de la escalera analgésica.
• Monitoreo: revisar el grado de alivio obtenido y estar atento a
efectos adversos.
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44 Cuidados de enfermería en el paciente crónico
¿Qué es la morfina?
Cuidados de enfermería
Diagnóstico de enfermería: Dolor
Objetivo: Aliviar el dolor o disminuir su intensidad
Preguntas generales
• ¿Dónde le duele? (localización y radiación)
• ¿Cuánto le duele? (escala 0-10)
• ¿Por qué le duele?
• ¿Qué hace que el dolor sea mejor o peor?
• ¿Cómo siente el dolor? (punzante, quemazón, etc.)
• ¿Qué suele tomar para el dolor?
• ¿Qué otros tratamientos utilizó para el dolor? ¿Fueron efec-
tivos?
Conducta del paciente frente al dolor (expresión del paciente)
Psicosocial (¿Cómo es el ánimo del paciente cuando tiene dolor?
¿Afecta su rutina diaria? ¿Cómo es su red de soporte?)
Cultural y espiritual (¿Qué significado tiene el dolor para ese
paciente?)
Bibliografía
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58 Cuidados de enfermería en el paciente crónico
que las úlceras por presión, como las de origen vasculares venosas,
arteriales y pie diabético.
Escala de BRADEN
Procedimientos
• A pacientes de alto riesgo, colocarle colchones de aire, para preve-
nir la aparición de las Úlceras por Presión. Considerar los Kg. del
paciente a la hora de seleccionar un colchón.
• En silla de rueda también colocar almohadones o colchoneta de
aire, con la finalidad de liberar presión, sobre los tejidos.,
• Elevar la cabecera a 30°, evitar permanecer en ese decúbito por
tiempo prolongado.
• Utilizar botas de lana natural para prevención ulceras por presión
en talones y maléolos. (Figura 5)
• Almohadillas para colocar en los diferentes decúbitos, con la fina-
lidad de evitar lesiones por roces.
• Mantener siempre el alineamiento corporal, es la alineación de
segmentos orgánicos que se adecua intencionalmente con fines de
comodidad, diagnósticos o terapéuticos.(Figura 6)
• Generar un plan que estimule actividad y movimientos al paciente,
(Ejercicios activos o pasivos.)
• Rotar el decúbito del paciente cada 2 horas, siguiendo la dirección
de las agujas del reloj.
• Mantener la piel limpia y seca, lavar con jabones neutros, aclarar
con agua y secar sin friccionar.
• Hidratar la piel con cremas ricas en Vitamina A.
• En los pies, si observa hiperqueratosis, colocar Vaselina sólida, ven-
darlos y, al día siguiente, lavar, quitando restos de células muertas.
Fundación Alberto J. Roemmers 63
NUTRICIÓN
• La nutrición juega un papel relevante en el abordaje de la cicatri-
zación de las heridas.
• Un buen soporte nutricional no sólo favorece la cicatrización de
las úlceras por presión sino que también puede evitar lo aparición
de éstas.
• La comunidad científica admite que una situación nutricional
deficiente, produce un retraso o imposibilidad de la cicatrización
total de las lesiones y favorece la aparición de nuevas.
• Se diagnostica desnutrición cínicamente severa si la albúmina
sérica es menor de 3,5 mg/dl, el contaje linfocitario total es
menor de 1800/mm3, o si el peso corporal ha disminuido más de
un 15 % .
• Las necesidades nutricionales de una persona con úlceras por pre-
sión están aumentadas.
64 Cuidados de enfermería en el paciente crónico
Cura de la herida
Las directrices para el tratamiento local de la herida tienen como
objetivo la preparación del lecho de la herida y la creación de un
ambiente óptimo para que la herida cicatrice. Estas directrices se resu-
men en:
• Limpieza de la herida
• Desbridamiento
• Tratamiento de las flictenas
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En el estadio II
Se debe lavar la zona circundante y la lesión con solución fisioló-
gica, secar absorbiendo la solución con un apósito estéril, secar los
bordes y colocar un apósito hidrocoloide extra fino. Se recomienda
dejar colocado durante 7 días, vigilar si el apósito se observa saturado,
retirar antes.
68 Cuidados de enfermería en el paciente crónico
Figura 10- Una vez limpia la úlcera, se coloca el apósito adhiriendo bien los
bordes con ambas manos y se retira el protector, se rota el apósito cuando se
observa en la imagen a su derecha, saturado, puede durar hasta 7 días.
Estadio III
Colocar solución fisiología en una jeringa e irrigar por presión, para
que arrastre tejido desvitalizado, detritus y bacterias. Proceder como
en la Figura 10.
Estadio IV
Se realiza la valoración y tratamiento con equipo interdisciplinario.
Primero hacer campo de los bordes con solución de Iodopovidona.
Si hay signos de infección local, hay que intensificar la limpieza, el
desbridamiento y hacer un cultivo.
Los signos de infección local son la inflamación (eritema de los
bordes, edema y calor), el dolor, el mal olor y el exudado purulento.
Una vez que se realiza la debridación, si la úlcera está infectada,
con fibrina, y restos de tejido desvitalizado lavar con solución de
Iodopovidona al 10%, colocar malla de plata y alginato de calcio en su
interior, cubrir con apósito estéril y curar cada 24hs.
Si el tejido se observa rojo, brillante (como se observa Figura 11), si
es profunda colocar Alginato de Calcio y cubrir con apósito transpa-
rente, curar cada 5 días, se recomienda también apósito hidrocoloide,
rotar cuando está saturado. (Figura 10)
Elección de un apósito
Ambiente húmedo
Apósito Hidrocoloide
Ventajas y Beneficios
No es citotóxica y permite una aplicación sin dolor (ardor) sobre la
piel dañada, porque no contiene alcohol. Además puede interactuar
con heridas sin interferir en la reparación cutánea, traduciéndose en
que no interviene con el proceso de cicatrización.
Se puede usar en múltiples indicaciones clínicas.
Esta película protectora no afecta la adhesión de otros productos.
No se sale con exudado y líquidos. No requiere ser removida para la
siguiente aplicación.
Alginato
El apósito de alginato de calcio, estéril, suave y no adhesivo, de alta
integridad, controla la humedad y provee un ambiente óptimo para la
cicatrización. Posee leve efecto hemostático, controla el exudado
abundante o moderado de heridas infectadas o sin infección. Se pre-
senta en mecha o cuerda, para el relleno de heridas o escaras con
cavidades.
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Apósito transparente
Características y Beneficios
Película estéril que proporciona una barrera impermeable a líqui-
dos, bacterias y virus, previene la contaminación externa del sitio o de
las heridas. Es permeable al intercambio de gases de la piel con el exte-
rior, lo que permite la entrada de oxígeno y la salida del vapor húmedo
y dióxido de carbono, para mantener el funcionamiento normal de la
piel debajo del apósito
Su característica transparente, permite monitorear el área afecta-
da, sin necesidad de remover el apósito, lo que minimiza costos de
insumos y tiempos de enfermería.
El apósito permite mantener un ambiente húmedo en las heridas
que facilita el desbridamiento autolítico y disminuye el dolor asociado
con la deshidratación del lecho de la herida, optimizando la reepiteli-
zación.
Es flexible y se adapta a los contornos corporales y a los movimien-
tos del paciente, lo que brinda mayor comodidad.
Está recomendado para el manejo de las heridas quirúrgicas y
crónicas en aplicaciones como: cuidado o manejo de ulceras por presión
en estadio I o II, heridas, quemaduras, abrasiones superficiales, desga-
rros cutáneos y ampollas, desbridamiento de tejido necrótico o desvi-
talizado (favorece autolisis)
Se puede utilizar como apósito secundario sobre gasas, alginato e
hidrogeles, protege de la piel en riesgo. Prevención de UPP (úlceras por
presión)
Fundación Alberto J. Roemmers 75
Aplicación
Abra el paquete y retire el apósito estéril
Desprenda el recubrimiento del apósito (liner), que expone la
superficie adhesiva.
Coloque la porción transparente del apósito de forma que quede
centrada sobre la herida o sitio de inserción, sin ejercer ningún tipo de
estiramiento a la película.
Haga presión uniformemente sobre los bordes del apósito.
Por ser un adhesivo sensible a la presión, requiere la adaptación del
mismo con las manos reforzando todas sus áreas, sin lastimar la zona
afectada.
76 Cuidados de enfermería en el paciente crónico
Precauciones y advertencias
No se recomienda para aplicaciones sobre heridas o puntos de
inserción infectados, ni para reemplazar suturas u otros métodos de
cierre primario de heridas.
Verifique al momento de aplicar el apósito que la piel alrededor de
la herida este limpia y seca de manera que la parte transparente se pue-
da adherir bien sobre la piel sana y no estire el apósito para su aplicación.
Fundación Alberto J. Roemmers 77
Azúcar y miel
El azúcar granulada (sacarosa) y la miel han sido usadas desde
antes de la era Cristiana para la cicatrización de las heridas en seres
humano, el mecanismo de acción de ambas sustancias fue conocido
recién, en el siglo pasado.14
78 Cuidados de enfermería en el paciente crónico
Bibliografía
1. European pressure Ulcers Advisory Panel: Directrices sobre la
prevención de úlceras por presión del Grupo Europeo de Úlceras por
presión. Gerokomos. 1999. 10(1):30-33.
2. García Fernández, FP, Pancorbo Hidalgo PL; Laguna Parras JM:
Guía para el cuidado del paciente con úlceras por presión o con riesgo
de desarrollarlas.
3. Rodríguez M. et al. Cuidados de Enfermería al paciente con upp.
Guía de prevención y tratamiento. Cádiz: Hospital Universitario Puerta
del Mar, 2004.
4. Documentos del GNEAUPP. Grupo Nacional para el Estudio y
Asesoramiento en úlceras por presión. Revisión de febrero de 2003
5. Braden BJ, Bryant R. Innovations to prevent and treat pressure
ulcers. Geriatric Nurs 1990. 11(4):182-6. Nadal Mª J. Reportaje:
Actualidad de la prevención de UPP y úlceras vasculares. Rev ROL Enf
2.005; 28(1):5054. Rodríguez M, Et al.
6. Cuidados de Enfermería al paciente con úlceras por presión. Guía
de prevención y tratamiento. Hospital Universitario Puerta del Mar.
Cádiz. 2004.
7. National Institute for Clinical Excellence. Pressure ulcer risk
assessment and prevention. NHS. 2001. Review 2005. Osakidetza-
Servicio vasco de salud. Plan de Calidad 2003-2007.
80 Cuidados de enfermería en el paciente crónico
16. Pancorbo Hidalgo PL, García Fernández FP, López Medina IM,
Álvarez Nieto C. Risk assessment scales for pressure ulcer prevention:
a systematic review. J Adv. Nurs 2006; 54 (1): 94-110.
Hipertensión Arterial. ¿Cómo hablar de
educación y prevención?
Lic. Prof. Lilia Alejandra López
La Hipertensión Arterial (HTA) es la más común de las condiciones que
afectan la salud de las personas y las poblaciones en todo el mundo.
Representa por sí misma una enfermedad, como también un factor de
riesgo importante para otras enfermedades, tales como: Cardiopatía
Isquémica, Insuficiencia Cardíaca, Enfermedad Cerebro Vascular,
Insuficiencia Renal y contribuye significativamente a la Retinopatía,
por lo que su control reduce la morbilidad y la mortalidad por esas
afecciones.
EL estudio Framingham demostró su asociación con otras afeccio-
nes como la obesidad, encontrada en el 78% de los hombres y en un
64% de las mujeres.
Las personas que no registraban actividad física alcanzaron un
riesgo del 35% de padecer HTA. En aquellos que padecían Diabetes
Mellitus de larga duración se halló en un 66%. El incremento de la
ingestión de alcohol aumentó progresivamente las cifras de HTA.
Así mismo lo hizo el tabaquismo. En la Gota, la hiperuricemia se
presentó entre un 25% a 50% de las personas hipertensas no tra-
tadas.
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86 Cuidados de enfermería en el paciente crónico
Valoración de enfermería
Tratamiento:
¿Qué sabe? ¿Qué conoce? ¿Qué quiere saber? ¿Cuáles son sus gus-
to, necesidades, poder adquisitivo? ¿Con quién vive? ¿Quien cocina?
Personas con las que tiene mayor afinidad.
Educar es cuidar
PARA RECORDAR:…
El primer sonido (Korotkoff) se considera la PA sistólica y la PA
diastólica la desaparición del mismo .
Se deben efectuar dos lecturas separadas por 2 minutos. Si la dife-
rencia de las mismas difiere en 5 mm Hg debe efectuarse una tercera
medición y promediar las mismas. Verificar en el brazo contralateral y
tomar en cuenta la lectura más elevada.
Entendiendo a la hipertensión arterial como factor de riesgo, algu-
nos de los objetivos que nos podemos plantear como enfermeros serían:
• Crisis hipertensiva
• Enfermedad arterial
• Enfermedad cerebral
• Falla renal
• Aneurisma , disección aórtica
• Insuficiencia cardíaca
• Enfermedad vascular periférica
Bibliografía
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100 Cuidados de enfermería en el paciente crónico
Principios de la Bioseguridad
Precauciones Estándar
Han sido diseñadas como ya se señalara, para reducir el riesgo de
transmisión de patógenos presentes en la sangre y fluidos corporales.
Consideran infectante la sangre y los fluidos corporales de todos los
pacientes, en forma independiente a su diagnóstico y enfermedad de
base. Reducen el riesgo de adquisición de microorganismos desde fuen-
tes conocidas o desconocidas. La aplicación de las Precauciones
Estándar constituye la primera estrategia para prevenir la transmisión
de agentes infecciosos tanto a los pacientes como al personal. Por tal
motivo su uso brinda protección bidireccional. Una de las estrategias
destinadas a aumentar la adherencia del personal a la práctica perma-
108 Cuidados de enfermería en el paciente crónico
Camisolín o batas
El objetivo de su uso es prevenir la contaminación de las ropas y la
exposición de brazos y áreas expuestas del cuerpo del personal de salud
ya sea con sangre, fluidos corporales y todo material potencialmente
infeccioso.
Cuando se aplican las Precauciones Estándar, el camisolín solo es
utilizado cuando existe un riesgo potencial de contacto con sangre o
fluidos corporales.
Fundación Alberto J. Roemmers 111
Barbijos quirúrgicos
En las áreas donde se brindan cuidados a pacientes, los barbijos
quirúrgicos están indicados como elemento de bioseguridad en la
idea de proteger al personal de salud de la exposición a secreciones
respiratorias, aerosoles, salpicaduras de sangre o fluidos corporales
de los pacientes. Deben usarse en combinación con protección ocular,
de modo que nariz, boca y ojos queden totalmente protegidos. Las
membranas mucosas de la boca, nariz y ojos son puertas susceptibles
para el ingreso de agentes infecciosos así como otras superficies de
la piel si hay lesiones o su integridad está comprometida (acné, der-
matitis, etc.). Por esa razón, el uso de EPP para proteger esas áreas
corporales es un componente imprescindible en las Precauciones
Estándar. Ha sido demostrado el efecto protector de los barbijos qui-
rúrgicos frente a potenciales exposiciones que sufre el personal de
salud. El barbijo debe quedar bien ajustado, cubrir perfectamente la
nariz y la boca y no permitir la formación de ángulos en los costados
de la cara, ya que a través de ese espacio puede ingresar entre un 10
y un 20 % de microorganismos. Los barbijos quirúrgicos no deben
confundirse con los respiradores (por ejemplo N 95) que se indican
para prevenir la inhalación de pequeñas partículas que pueden con-
tener agentes infecciosos que se transmiten a través del aire (Ej.
Mycobacterium tuberculosis).
Fundación Alberto J. Roemmers 113
Protección respiratoria
El objetivo del uso de respiradores es alcanzar una adecuada
protección respiratoria frente a agentes infecciosos que se transmi-
ten por la vía aérea. En el CDC, en el año 2004, se estableció la nece-
sidad y frecuencia con la cual debe realizarse el test de ajuste de este
tipo de EPP. La protección respiratoria requiere del uso de respirado-
res N 95 o con un grado aún mayor de filtración para poder prevenir
la inhalación de partículas infecciosas. Algunos aspectos pertinentes
al uso de respiradores son objeto de continuo debate. En algunos
hospitales, los respiradores utilizados para brindar cuidados a pacien-
tes con tuberculosis son reusados por el mismo personal de salud.
Esta práctica es aceptable si el respirador no está dañado o sucio, si
Fundación Alberto J. Roemmers 115
RECORDAR!!!
• Durante el procedimiento
– Respetar las técnicas escritas
– Ubicar el descartador de cortopunzantes lo más cerca posible
del lugar donde se realizará el procedimiento
– Trabajar “pensando” y prestando “atención”
Personal Expuesto Fuente AgHBs (+) Fuente AgHBs (-) Fuente desconocida
Personal Expuesto Fuente AgHBs (+) Fuente AgHBs (-) Fuente desconocida
Vacuna Esquema
Bibliografía consultada
129
130 Cuidados de enfermería en el paciente crónico
Referencias bibliográficas.
135
136 Cuidados de enfermería en el paciente crónico
ACV hemorrágico:
Es la más frecuente se relaciona con HTA.
Producida por la rotura vascular con o sin comunicación con los
espacios subaracnoideos o el sistema ventricular. Su localización más
frecuente es a nivel de los ganglios basales aunque también puede
presentarse a nivel globular y tronco encefálico.
El ACV puede amenaza la vida con complicaciones como la obs-
trucción de la vía aérea y el fracaso respiratorio, problemas de
deglución con el riesgo de aspiración, deshidratación y la desnutri-
ción, complicaciones como el tromboembolismo venoso, e infeccio-
nes.
Fundación Alberto J. Roemmers 137
ESCALAS DE DÉ FICIT
La American Heart Association-Stroke Outcome Classification
(AHA-SOC) sistematiza los déficit neurológicos en seis dominios o
áreas: motora, sensitiva, comunicación, visual, cognitiva y emocional.
Para medir las afectaciones o déficit neurológicos se emplean las
denominadas escalas neurológicas.
Las más utilizadas en nuestro medio son: escala americana (National
Institutes of Health Stroke Scale - NIHSS), escala escandinava
(Scandinavian Neurological Stroke Scale - SSS) y escala canadiense
(Canadian Neurological Scale - CNS). La primera de éstas (NIHSS) sería
preferible al definir mejor la gravedad del cuadro y por poseer mayor
valor predictivo.
FASE AGUDA
Prevención, diagnóstico y tratamiento precoz de complicaciones,
ya sea que ellas se produzcan por déficit propios del AVC o como con-
secuencia del síndrome de inmovilización provocado por éste. Estas
complicaciones son: TVP-TEP, neumonía, úlceras por presión, dolor (en
cualquiera de sus formas), contracturas articulares, atrofia muscular,
ortostatismo, trastornos del vaciado vesical e infección urinaria, cons-
tipación e impactación fecal, etc.
Las acciones en esta etapa son:
FASE SUBAGUDA
En esta etapa existen un mínimo de condiciones necesarias para
ingresar a un programa de rehabilitación funcional activa:
• Estado neurológico estabilizado.
• Capacidad cognitiva que permita seguir instrucciones.
Fundación Alberto J. Roemmers 143
CONCLUSIONES
La rehabilitación en el ACV es un proceso que con un enfoque
integral e interdisciplinario busca disminuir la incidencia de complica-
ciones prevenibles, evitar un aumento del déficit neurológico, disminuir
los tiempos de hospitalización, apoyar e integrar al paciente y a su
familia en el proceso de tratamiento y optimizar los resultados funcio-
nales y la reintegración social.
Las acciones de rehabilitación deben iniciarse en etapas precoces,
en el marco de un plan basado en objetivos realistas y con la participa-
ción de un equipo multidisciplinario.
144 Cuidados de enfermería en el paciente crónico
149
150 Cuidados de enfermería en el paciente crónico
SIGNOS Y SINTOMAS
Conforme la enfermedad renal progresa, aumenta la acumulación
de sustancias tóxicas sobre todo nitrogenadas como urea y creatinina
en la sangre, que provocan que la capacidad para eliminar líquidos se
vaya perdiendo, que dejen de producirse las hormonas que controlan la
presión arterial, que disminuya la producción de glóbulos rojos y la
activación de la Vitamina D. Muchos enfermos no muestran ningún
cambio hasta que la enfermedad ha avanzado a las etapas 4 o 5; sin
embargo se pueden presentar alguno o varios de los siguientes síntomas:
• Náuseas y vómitos.
• Problemas para conciliar el sueño.
• Piel reseca y picor, por el aumento de Fosforo y acumulación
del mismo en las terminaciones nerviosas de la piel.
CUIDADOS DE ENFERMERIA
Actividades de Relación
Bibliografía
159
160 Cuidados de enfermería en el paciente crónico
• Disnea
• Tos crónica
• Expectoración crónica
Figura 1 Figura 2
Figura 3 Figura 4
Fundación Alberto J. Roemmers 163
Figura 5 Figura 6
Figura 7 Figura 8
Bronquitis Crónica
La bronquitis crónica es un concepto clínico que se define como la
presencia de tos y producción de esputo durante un mínimo de tres
meses por dos años consecutivos, no necesariamente se asocia a una
limitación del flujo aéreo2.
Es una enfermedad más frecuente en varones y en fumadores. Su
síntoma más precoz es normalmente la tos frecuente y productiva
durante los meses de invierno que se exacerba con irritantes respira-
torio y el aire frío y húmedo. El broncoespasmo suele aparecer después
de los paroxismos de tos.
Los irritantes, como el tabaco, provocan inflamación bronquial con
hiperplasia del epitelio e hipertrofia de las glándulas mucosas de la
pared bronquial. También existe un aumento de secreción de moco, lo
que favorece el crecimiento bacteriano, que a su vez va a producir
mayor irritación. La tos se estimula por el moco retenido que no se
elimina de forma fácil debido a la destrucción de los cilios.
Cuando la bronquitis crónica se acompaña de limitación al flujo
aéreo (aumento de la resistencia al paso de aire), se transforma en una
bronquitis crónica obstructiva. Como consecuencia del aumento de la
resistencia al flujo se desequilibra la relación ventilación-perfusión,
produciéndose hipoxemia e hipercapnia. Los pacientes con bronquitis
166 Cuidados de enfermería en el paciente crónico
Síntomas
a) Bronquitis Crónica No Obstructiva
• Tos con expectoración al levantarse
• Esputos mucosos y transparentes
Tratamiento de la EPOC
• Administración de broncodilatadores
• Agentes β-adrenérgicos (Salbutamol, Terbutalina)
• Parasimpaticolíticos (Bromuro de Ipratropio)
• Metilxantínas (Teofilina)
• Corticoides
• Profilaxis con histaminas y prostaglandinas.
• Fisioterapia y gimnasia respiratoria
• Actividad física suave
• Entrenamiento de la musculatura respiratoria, mediante la respira-
ción con resistencia
• Tratamiento con antibióticos de las infecciones respiratorias (estar
atentos a la aparición de aumento del volumen de esputo, incre-
mento de la disnea o la tos, fiebre o aparición de ruidos respirato-
rios intensos).
172 Cuidados de enfermería en el paciente crónico
La Rehabilitación
Los pacientes en todos los estadios de la enfermedad se benefician
de los programas de entrenamiento físico y experimentan mejoras en
la tolerancia al ejercicio y en los síntomas de disnea y fatiga8,9.
Los beneficios pueden ser sostenidos incluso tras un solo programa
de rehabilitación pulmonar. La duración mínima de un programa efecti-
vo de rehabilitación es de seis semanas; en tanto más se prolongue el
programa, más efectivos serán los resultados. El beneficio tiende a men-
guar cuando concluye el programa de rehabilitación, pero si el entrena-
miento físico se continúa en la casa, el estado de salud del paciente se
mantiene por encima de los niveles previos a la rehabilitación.
Fundación Alberto J. Roemmers 177
Bibliografía:
http://www.msal.gov.ar/tabaco
Global Iniciative for Chronic Obstructive Lung Dsease, Pocket Guide to
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