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ESCUELA DE DERECHO
NÚCLEO BARINAS
TEMA N° 1
DEFINICIÓN: Es aquel acto o negocio jurídico, que deriva en un contrato bilateral sinalagmático
perfecto Civil o Mercantil, por medio del cual una persona (s) natural o jurídica (s) denominada
VENDEDOR (a) se obliga a transferir y garantizar la propiedad de derechos o cosas determinada a
otra (s) llamada comprador (a), la cual se obliga a pagar un precio cierto y determinado en dinero. Y
es una de las figuras jurídicas más importantes, además de ser un medio primordial para adquirir la
propiedad u otro derecho vendido.
El Artículo 1.474 del Código Civil Venezolano Vigente establece: “La venta es un contrato por el
cual el vendedor se obliga a transferir la propiedad de una cosa y el comprador a pagar el precio”
En este sentido, la venta es un contrato por el cual una parte (vendedor) se obliga a transferir la
propiedad de una o varias cosas muebles o inmuebles a otra (comprador), la que a su vez se obliga a
pagar a la primera su precio en dinero. Por este contrato se transfiere el dominio de un bien, del
vendedor al comprador. Es uno de los contratos de mayor importancia dentro de la circulación de
los bienes.
Del análisis de la norma in comento, se puede, sin lugar a dudas llegar concluir que:
1. para que exista la venta como contrato, debe existir dos sujetos de Derecho: el comprador y el
vendedor.
Ello implico una serie de ventajas: La realización del trueque suponía la coincidencia entre dos
personas, cada una de las cuales debe procurarse precisamente el bien que la otra persona desea
enajenar y el hecho de que tales bienes sean más o menos de igual valor en el criterio de los
permutantes. La venta descompone el trueque en dos operaciones y ello implica una simplificación,
pues, el dinero logra la equivalencia y coincidencia.
La venta es netamente un contrato ya que es una convención entre dos o más personas, para
constituir, reglar, transmitir, modificar o extinguir entre ellas un vínculo jurídico. De allí que, la
naturaleza jurídica de la venta es que siempre deriva de un contrato.
Compraventa civil, cuando se realiza entre particulares regido por el Código Civil.
Contrato de naturaleza mercantil; este tipo de contrato es el utilizado por las empresas en sus
transacciones comerciales con los particulares y consisten en la transición de la propiedad de un
bien o servicio a cambio del pago de un precio como forma normal de explotación del negocio.
Ejemplo: Puede tratarse de objetos comprados para revenderlos. También es mercantil la compra
venta de inmuebles adquiridos para reventa, o arrendamiento con la finalidad de instalar en el un
establecimiento comercial, todo objeto de obtener beneficios económicos.
Compraventa Mercantil, consiste en las que existe fines de lucro y es ejecutados por comerciantes.
Por lo general se corresponden con operaciones de corto plazo de procedimiento. Se reputa
mercantil la compraventa de cosas muebles para revenderlas, bien en la misma forma que se
compraron, o bien en otra diferente, con ánimo de lucrarse en la reventa. (Art. 133 al 149 CCo)
A los fines de dar mayor inteligencia a éste material de apoyo, incorporo el criterio Jurisprudencial
establecido por la Sala de Casación Civil del Tribunal Supremo de Justicia en Sentencia N°
RC-000460, de fecha 27/10/2010, dictada en el expediente N° 10-131, que nos enseña lo
siguiente:
“(…) El contrato de venta es definido por el artículo 1.474 del Código Civil, como la convención
por el cual el vendedor se obliga a transferir la propiedad de una cosa y el comprador a pagar el
precio.
Por tratarse este de un contrato, debe contener ciertos elementos o condiciones para la existencia del
mismo, los cuales se encuentran establecidos en el artículo 1.141 del Código Civil y son: a)
Consentimiento de las partes, que lo constituye el acuerdo entre éstas el cual se perfecciona cuando
manifiestan su voluntad de contratar. b) Objeto se refiere a la cosa cuya propiedad se transfiere y c)
Causa Lícita.
Ahora bien, la promesa bilateral de compra-venta, ha sido definida por esta Sala como un contrato
sui generis mediante el cual dos o más personas, naturales o jurídicas, constituyen obligaciones
recíprocas a través de las cuales se obligan unos a vender y otros a comprar un determinado bien.
En las cláusulas de estos contratos se identifican las personas que intervienen ¿naturales o
jurídicas-; el bien o bienes objetos de dicho contrato; la duración del mismo; el precio del o los
bienes; la cantidad de dinero que en calidad de arras o como garantía de cumplimiento de las
estipulaciones contenidas en ese contrato entrega el opcionado o comprador al opcionante o
vendedor y, la penalización que se impone para aquella parte que no cumpla con lo establecido en el
contrato; es decir, la comúnmente denominada ¿Cláusula Penal¿ la cual constituye ¿se repite- una
penalización de índole pecuniaria, generalmente, determinada por las arras o un monto inferior a
éstas. (Sent. S.C.C., ponencia del Magistrado Carlos Oberto Vélez de fecha 18-12-2006, caso
Inversiones PP001 C.A.).(...)”
IMPORTANCIA DE LA VENTA
La venta es el más importante de todos los contratos desde un triple punto de vista:
1. Por su frecuencia, ya que, si no todas las personas venden, al menos, todas compran
2. Por la variedad de las formas que puede adoptar; y
3. Por la abundancia de sus normas legales, que no son solo las normas civiles y mercantiles
codificadas, sino también las leyes especiales. Por ejemplo: las de la Ley de Venta con Reserva de
Dominio, Ley de Propiedad horizontal, Ley de Venta de parcelas, etc.).
El código civil define que es un contrato, artículo 1133: “El contrato es una
convención entre dos o más personas para constituir, reglar, transmitir,
modificar o extinguir entre ellos un vínculo jurídico.”
Así mismo, cuando en la referida norma sustantiva se habla de un contrato
bilateral tendríamos que ubicar a la venta dentro de lo que es un contrato
porque una parte le transfiere a otra pagando el precio un bien mueble o
inmueble y dispone el artículo 1474 eiusdem: “La venta es un contrato por el
cual el vendedor se obliga a transferir la propiedad de una cosa y el
comprador a pagar el precio.”
Entonces es un contrato la venta porque se configuran los requisitos de
validez de todo contrato como lo dispone el artículo 1.141 eiusdem. “Las
condiciones requeridas para la existencia del contrato son: 1.
Consentimiento de las partes; 2. Objeto que pueda ser materia de contrato;
y 3. Causa lícita.”
Ahora bien;
FORMACIÓN O PERFECCIONAMIENTO DEL CONTRATO .
(“Entre presentes”; “Entre ausentes”. LA OFERTA).
Según doctrina: ¿Cómo surge, nace o se perfecciona el contrato? La posición
dominante . Conforme a nuestra legislación vigente, se presenta una primera
fase o estadio, conformada por: Las CHARLAS PRELIMINARES, constituye
la etapa destinada a la discusión de los términos o condiciones del eventual o
futuro contrato, en ésta, no hay obligaciones aún válidas o exigibles. De
forma que se afirma: La oferta no crea “obligación de contratar”; pero, por
excepción, podría generar un hecho ilícito civil aunque las partes no lleguen a
la celebración de contrato alguno. En consecuencia, si de la conducta de
quienes intervienen hubo dolo o cualquier clase de culpa, supone que se
produce la responsabilidad civil extracontractual derivada del hecho ilícito
civil. La segunda etapa se objetiva mediante la OFERTA, que patentiza el
Acto Jurídico Unilateral, por medio del cual el oferente envía su propuesta al
destinatario, léase, “manifiesta los términos a contratar”. Para que la oferta se
convierta en un contrato, la doctrina sostiene que se requiere de la aceptación
del destinatario y que éste, exprese o comunique dicha aceptación al oferente.
Mientras que en la “promesa de contratar”, el oferente sí quedará
comprometido u obligado. Perfeccionada la oferta, el efecto jurídico es el
surgimiento o creación del contrato, es lo que se conoce bajo el nombre del
“carácter vinculante u obligatorio de la oferta”. Y es que, en toda oferta, “se
recompensa la prestación, servicio o hecho”.
CLASES DE OFERTA
Oferta Imperfecta . P.ej., “se busca socio abonado”; la oferta es incompleta e
indeterminada. Oferta Perfecta o Plena . La prestación y sus caracteres son
completos; por tanto, sí compromete. Oferta Sin Plazo o “Entre Presentes” . El
destinatario deberá aceptarla de manera inmediata. El oferente podrá
revocarla antes de que el destinatario la acepte, es el texto del Art.1.137
ord.4º. Oferta Con Plazo . El oferente está obligado a respetar el plazo de la
oferta; no podrá revocarla mientras esté vigente el plazo; si lo hace, dicha
revocatoria no produce efectos jurídicos válidos, por lo que se perfecciona y
surge el contrato. El principio rector a respetar es que ocurrida la aceptación
del destinatario, el contrato “nace”, Art.1.137 ord 5º del Código Civil.
Asimismo, podrá hacerlo el destinatario, esto es, revocar la aceptación
siempre que no ha llegado aún al conocimiento del oferente. Si el destinatario
acepta la oferta fuera del lapso, no obliga al oferente.
Oferta Directa o Expresa . Opera cuando una parte promete a la otra, cumplir
una prestación. Oferta Indirecta . Es la que se presume o deriva de una
actividad concreta del oferente. Invitaciones a ofrecer . P.ej., “brindar” los
servicios de abogado por la prensa; no obliga a nadie. Oferta a destinatario o
persona determinada . Se perfecciona en atención al principio general: Para
que la oferta se transforme en un contrato, nuestro legislador exige que la
aceptación del destinatario se produzca de manera real y efectiva, y que éste
la “informe o remita” al oferente. Oferta hacia persona indeterminada, es la
denominada “Oferta Pública” u “Oferta al público” . Ejemplo de esta, es el
aviso en prensa. Se perfecciona el contrato acatando el principio general.
Oferta de cumplimiento ordinario . Primero el destinatario acepta y luego,
cumple la prestación. Oferta con Ejecución Previa . Por la naturaleza del acto
o bien, por solicitarlo así el oferente; en primer orden se cumple la prestación
por el destinatario, por lo que el contrato se perfecciona en la fecha y lugar en
que se dio inicio a la ejecución de la prestación ofertada, artículo 1.138 CC.
Ergo, no podrá ser revocada una vez la prestación haya sido satisfecha, ello,
“salvo justa causa”. No obstante, si el oferente la revoca, deberá indemnizar
al destinatario que antes de conocer la revocatoria, ha comenzado a dar
cumplimiento a la prestación o al “hecho ofertado”. Apuntamos que la
indemnización no podrá ser mayor al monto de la recompensa. Esta acción de
indemnización, prescribe a los seis meses contados desde la publicidad de la
revocación. Autores patrios afirman que el contrato nace o se perfecciona,
esto es, produce plenos efectos jurídicos válidos vinculantes u oponibles entre
quienes intervienen, cuando el destinatario ACEPTA la oferta y se lo informa
o notifica al oferente. Por último, la aceptación de la oferta requiere que sea
libre, pura y simple. Significa que debe ser aceptada en bloque, ya que si el
destinatario la modifica, se entiende que se trata de una nueva oferta. La
aceptación puede ser tácita, lo que implica que la conducta del destinatario
haga suponer la aceptación.
OFERTA MERCANTIL, Código de Comercio .
La “oferta verbal” debe ser aceptada de inmediato de lo contrario se reputa
que libera al oferente Art.110 CÓDIGO DE COMERCIO. Asimismo el Art.111
ejusdem., regula la “oferta por escrito entre personas que viven en una misma
plaza”. Ésta oferta rige sólo por veinticuatro horas, transcurridas las mismas,
caduca la oferta. Por último, la “oferta entre personas de distintas plazas”,
para subrayar que obliga sólo durante el término expreso o tácito, el cual se
deducirá conforme a la “naturaleza del negocio o uso comercial”.
Perfeccionamiento del Contrato : Entre Ausentes o,
personas UBICADAS en lugares diferentes .
Se pregunta la doctrina patria:
¿En qué momento y lugar se perfecciona el contrato?
¿Desde cuándo son exigibles las obligaciones del contrato?
FASES DEL PERFECCIONAMIENTO DEL CONTRATO ENTRE
AUSENTES:
1°).- Cuando el destinatario acepta y envía su aceptación al domicilio del
oferente.
2°).- Cuando la aceptación llega al domicilio del oferente, y éste la conoce o
se informa de ella.
El texto del Art.1.137 del Código Civil, acoge el numeral DOS: La
Concurrencia de Voluntades . De forma que, la OFERTA SE
PERFECCIONA, esto es, hay contrato, cuando el oferente conoce la
aceptación del destinatario. La Ley presume ( juris tantum ) que el
oferente conoció la aceptación, si ésta llegó a su domicilio. Para
desvirtuar la presunción (párrafo 6to), el oferente deberá probar que
sin su culpa le fue imposible conocer dicha aceptación, es la “causa
extraña”.
Mientras que el Código Civil, en el Art.1.138, al regular la
OFERTA CON EJECUCIÓN PREVIA, apoya la tesis de la
Coexistencia de Voluntades. Esta oferta se perfecciona al darse el
numeral UNO . Significa que si el destinatario cumple su prestación
antes de aceptar, el efecto es que el contrato se forma en el
momento y lugar que el cumplimiento se inicia. Se prohíbe la
revocación de la oferta después de haberse cumplido la prestación o
el hecho de la oferta.
Principio . Constituye un hecho ilícito, revocar la oferta una vez ya
conocida la aceptación. O si el oferente la revoca antes de que venza
el plazo.
Principio . La oferta implica un Acto Jurídico Unilateral, esto es,
constituye una Manifestación Unilateral de Voluntad. Por tanto,
crea efectos jurídicos válidos para quien la emite y para el
destinatario que la acepta.
¿Puede quedar obligado quien recibe una propuesta aunque no diga nada (por palabra escrita
u oral), ni haga nada (por hechos que acrediten concluyentemente una voluntad
determinada)?
En otras palabras, al dejar de cumplirse tan sólo uno de los requisitos establecidos por el Código
Civil, reiteramos, el Consentimiento, Objeto o Causa, el efecto será que “ese contrato” nunca se
perfeccionó, no nació; lo que ocasiona la Nulidad Absoluta del mismo, es nulo de toda nulidad, es
nulo de nulidad absoluta. Nunca produjo efectos jurídicos válidos oponibles entre las partes, ni ante
los terceros. Es lo que la doctrina patria coincide en denominar, efectos Ex - Tunc, y se traduce así:
El contrato es nulo, no sólo desde la fecha de la Sentencia que declara la nulidad en adelante, sino
desde la fecha de la celebración del mismo, por tanto, los efectos de la Sentencia se retrotraen, la
sentencia tiene efectos retroactivos. Reiteramos, la nulidad absoluta produce plenos efectos
retroactivos desde la fecha de la sentencia hasta el pasado, desde el día de la fecha del nacimiento
del contrato nulo. Significa que, en aplicación del principio obligacional de la “ficción jurídica”, ese
contrato declarado nulo, de nulidad absoluta, para el Derecho nunca existió; aún cuando en “el
terreno de la vida real” sí haya sido suscrito por las partes contratantes. Debemos insistir, que la
falta del cumplimiento o verificación de un requisito de existencia, impide que nazca el contrato,
esto es, que se perfeccione, lo que lo hace inexistente, por mandato del Art.1.141 CC.
EL CONSENTIMIENTO:
Primer elemento Esencial para la Existencia del Contrato.
En puridad de derecho, el “asentimiento”, deviene de asentir, consiste en admitir o aceptar como
cierto, lo que otro ha propuesto. Es la manifestación de voluntad deliberada, consciente y libre,
sin coacción, violencia o apremio, sobre un acto externo, propio o ajeno, que otorga un sujeto
de derecho. Cuando esa manifestación de voluntad o asentimiento, se suma, adhiere o encuentra
con otra u otras manifestaciones de voluntad, se afirma que se ha producido el consensus. Por tanto,
el consentimiento manifestado por las partes del contrato, lo que no siempre queda restringido a dos
otorgantes (cabe la pluralidad de partes contratantes); aunado al objeto y la causa, produce el
contrato. En consecuencia, el vocablo “consentimiento”, implica un acto bilateral de voluntades o
asentimientos; exige la concurrencia de dos o más voluntades. De manera que, el consentimiento es
la conformidad de las voluntades o asentimientos de cada parte interviniente en el contrato. A todo
evento el consentimiento obliga o vincula a los sujetos.
Obviamente, el consentimiento otorgado por las partes previsto en el Art.1.141 Código Civil,
representa un elemento esencial para la existencia de todo contrato y es una formalidad esencial
para que se perfeccione no sólo el “contrato consensual”, sino que, constituye una condición sine
qua non de todo contrato, sea real, solemne o formal (solemnitatem actus). Con la salvedad que en
estos dos últimos contratos, para que se perfeccionen o nazcan, se requiere además del
consentimiento de las partes, la verificación o cumplimiento del requisito de la entrega material de
la cosa objeto del contrato. Así opera en los contratos reales y solemnes (formalidad del registro en
la venta inmobiliaria o, la autenticación en Notaría Pública en los casos que ordena la Ley, por
ejemplo en la donación).
Análisis de la manifestación de voluntad expresa o directa; la que que se contrapone a la
manifestación tácita de voluntad o aquella que se deduce de una conducta. Además, es de
determinar la “voluntad real o interna”, a diferencia de la “voluntad declarada”. Conforme a la ley,
podría presentarse divergencia entre ambas voluntades. En efecto, puede suceder que la voluntad
declarada sea distinta a la voluntad interna; por ejemplo, deseaba comprar “A” y, compró “B”.
Surge la pregunta: ¿A cuál de las dos voluntades debe dársele validez jurídica? Según el Sistema
Volitivo (voluntariedad del acto): priva la voluntad real.
COSA VENDIDA: Son todas las cosas (bienes muebles e inmuebles, objetos o derechos) que se
encuentran dentro del tráfico comercial licito, valoradas o susceptibles de valoración patrimonial.
Incluyendo las futuras, Artículo 1156 C.C.: Las cosas futuras pueden ser objeto de los contratos,
salvo disposición especial en contrario.
Sin embargo, no se puede renunciar una sucesión aún no abierta, ni celebrar ninguna estipulación
sobre esta sucesión, ni aun con el consentimiento de aquél de cuya sucesión se trate.
Debe ser objeto lícito, posible, determinado y que pertenezca al vendedor y que pueda ser materia
de contrato, como se señala en el Código Civil.
El Objeto es un elemento esencial para la existencia del contrato, esto es, representa “la o las
obligaciones” que produce todo contrato. Nuestro Código Civil (Arts.1.155 y 1.156), regula los
requisitos que deberá cumplir el “objeto del contrato u, objeto de la obligación”. Y es que, al
referirnos al objeto del contrato, equivale a señalar el objeto de la obligación; a todo evento, son las
obligaciones generadas por el negocio jurídico, o bien, las operaciones jurídicas a realizar.
En otras palabras, el objeto del contrato es siempre la “obligación”; el objeto de la obligación que
nace del contrato, léase, las prestaciones que el contrato produce para cada una de las partes. Hablar
del objeto del contrato, equivale a referirnos al objeto de la obligación, afirmación que se hace
como consecuencia del examen efectuado en el texto del Código Civil, al expresar éste:
“Clasificación del Objeto del Contrato u Obligación”: Lo que recae en las prestaciones de Dar,
Hacer y No hacer. Son prestaciones que transmiten un derecho al acreedor, real o personal, e
incluso un derecho mixto, como por ejemplo, el caso de una patente de invención o “marca”.
Caracteres, naturaleza jurídica, atributos o condiciones del objeto u obligación
A). El objeto debe existir de forma necesaria. El objeto debe estar en el comercio (res in
comercium). Así, el Art.1.156 Código Civil., incluso reseña que es válido que las cosas futuras
pueden ser objeto de los contratos. Además, es importante resaltar que el contrato puede pactarse
con la condición de que la “cosa llegue a existir”, por no ser más que “una venta sujeta a
condición”, Art.1.197 Eiusdem. También es válido, conforme a derecho, establecer que el contrato
recaiga sobre “derechos futuros”; o sobre derechos aún no nacidos, o bien, sobre “derechos
eventuales”, Art.1.156 Ibídem. La doctrina refrenda lo anterior con ejemplos, “dar una fianza por
una futura deuda”. Sin embargo, hay casos expresos donde la Ley prohíbe lo anotado, y es el
Art.1.893 del Código de marras: “No puede constituirse hipoteca sobre bienes futuros”. O, la
prohibición legal de celebrar donaciones sobre bienes futuros, Art.1.433 CCV; y, es ilegal o
antijurídica, “la venta global de los derechos de Autor sobre sus próximas o futuras obras”, de la
Ley sobre Derecho de Autor. E incluso, son ilegítimos también, los “pactos sobre una sucesión aún
no abierta”.
B). El objeto debe ser determinado o determinable, y pertenecer a quien transmita esa respectiva
obligación. Ello, acorde con el principio obligacional: Nadie puede ceder lo que no le pertenece. Se
concreta: Determinable en el decurso de la prestación, que se pueda individualizar, identificar y
cuantificar plenamente.
C).- El objeto debe ser posible y lícito, y además, debe representar un interés para el acreedor. El
objeto del contrato puede recaer sobre un “bien futuro”, es válido que la prestación consista sobre
un objeto futuro, ejemplo, caso de la venta de una cosecha, del ganado, Art.1.156 eiusdem. La
doctrina señala como hipótesis de contrato con objeto ilícito, aquél donde se establece que el
comprador se obliga a no vender el bien adquirido. Este tipo de convenciones, enseña, son de
“objeto imposible”; al igual aquellas donde se pacta la venta de un bien destruido en un todo. Más
aún, la Ley reseña los contratos cuyo objeto son de manifiesta “imposibilidad jurídica de
cumplimiento”, la venta de un bien del dominio público, de uso público, por ser inalienable e
imprescriptible, no sujeto a negociación posible. No hay excepciones en la norma.
D).- El objeto debe ser susceptible de conseguirse en la realidad. Por ejemplo, Caminar desde la
ciudad de Caracas hasta Puerto La Cruz, y llegar al destino, en “veinte minutos”, ello no es posible.
También hay “Imposibilidad jurídica”, si el objeto de la prestación recae sobre las cosas extra
comercium, o si el hecho ya ha sido cumplido. Asimismo, el objeto debe contener un interés real o
efectivo para el acreedor, para ello basta el interés para una sola de las partes. En Venezuela, sin
embargo, el objeto del contrato no requiere ser susceptible de apreciación dineraria. La
determinación de la cosa puede hacerse al celebrarse el contrato; pues, si la cosa no está
determinada, el contrato no existe. Es válido que para la determinación del bien, se pacte que lo
haga un tercero, o el juez, Art.1.479 CCV, por ejemplo, respecto al precio de la venta, pero nunca
puede quedar reservado a uno de los contratantes; Si la prestación es un servicio, no se exige que las
partes pacten su valor o contraprestación. Los tribunales pueden fijarlo, según el precio del mercado
en contratos similares. El objeto de la obligación puede consistir en la transmisión del derecho real
(la propiedad), o en cualesquiera de los derechos reales limitados o menores.
Objeto Lícito es el permitido por la Ley, aquél que no viola las normas del Orden Público
No pueden renunciarse, relajarse, ni alterarse en forma alguna, por convenios entre particulares las
normas de orden público, la moral y las buenas costumbres. Ejemplo de estas normas son, aquellas
que establecen regulación sobre los alquileres; las de incapacidad, las de carácter fiscal; y aún las de
Derecho de Familia, Sucesiones y Lopnna. Ahora bien, ¿Cómo conocer o precisar si una norma es o
no, de orden público o violatoria? En general, se afirma que lo son: todas las normas de carácter
IMPERATIVAS o PROHIBITIVAS.
Ahora bien, las partes de un contrato pueden válidamente obligarse en los términos, condiciones y
modalidades que ellas mismas convengan en el contrato, lo cual constituye el principio de la
autonomía de la voluntad que reconoce a las partes la posibilidad de reglamentar por sí mismas el
contenido y las particularidades de las obligaciones que se imponen.
Por lo que los contratantes, siempre y cuando estén dentro del marco de la legalidad, pueden
convenir de acuerdo a sus voluntades, y derogar las convenciones por sí mismas, así como
modificar la estructura del contrato, lo cual obedece a lo establecido en el artículo 1159 del Código
Civil.
Además de los comunes de todo contrato, consentimiento, objeto y causa, puede requerirse de la
protocolización de documentos en caso de bienes inmuebles, además de todo esto tiene un elemento
especialísimo como el precio.
Otros autores consideran a otro elemento como validez para la venta como lo es la legitimación
poder del vendedor para disponer de la cosa
El consentimiento de acuerdo al Art. 1142 del Código Civil Venezolano Vigente exige que sea
prestado por personas capaces y sin vicios, sin error, dolo o violencia.
DE VALIDEZ:
LA CAPACIDAD, en donde el principio general dice que toda persona capaz de disponer de sus
bienes puede vender y toda persona capaz de obligarse puede comprar; y EL
CONSENTIMIENTO, que se refiere a que haya un acuerdo de las partes que recaiga sobre el precio
y la cosa, sin que exista error, violencia o dolo.
Están contenidos en el artículo 1142 del Código Civil, constituyen elementos esenciales para la
VALIDEZ del contrato: La Capacidad de las partes y, asimismo, que no ocurra la presencia de
vicios en el consentimiento otorgado por cada una de ellas.
Esto es, la Ley exige LA CAPACIDAD, en donde el principio general dice que toda persona capaz
de disponer de sus bienes puede vender y toda persona capaz de obligarse puede comprar.
Una vez que el contrato EXISTE, se procede a examinar si el mismo tiene VALIDEZ, para ello el
contrato debe contar con uno de sus elementos esenciales de “validez”, se habla del
“Consentimiento Válido manifestado de forma legítima por las partes intervinientes”, esto es,
refiere al asentimiento o acto individual de quienes suscriben u otorgan el contrato. Y es que, las
manifestaciones de voluntad de las partes contratantes, deben carecer de vicios, irregularidades o
anormalidades que ocasionen su invalidez. El consentimiento, es un elemento de “validez”. Surge la
pregunta: ¿Cuáles hechos, causas o circunstancias, invalidan el consentimiento? Nuestra doctrina es
coincidente en señalar que son: El ERROR; el Dolo y la Violencia, tal como lo preceptúa a saber el
Art.1.142 del Código Civil. El contrato puede ser ANULABLE o susceptible de ANULABILIDAD
por vicios del consentimiento.
Esta teoría no está restringida al sólo campo de los contratos, sino que ella es aplicable a todos los
negocios jurídicos, es decir a todos aquellos actos voluntarios de la persona que producen efectos
jurídicos que dependen de la manifestación de la voluntad, que este viciada por incapacidad legal de
las partes o de una cualquiera o por vicios del consentimiento, supuestos establecidos en los
artículos 1.143 al 1.154 del Código Civil, según lo establecido en Jurisprudencia de la Sala de
Casación Social del Tribunal Supremo de Justicia, en sentencia de fecha 25 de septiembre de 2003,
caso CANTV, con ponencia del Magistrado Dr. Alfonso Valbuena Cordero; igualmente, en
concordancia con lo establecido en (Sentencia N° 0086 de la Sala Político Administrativa del
Tribunal Supremo de Justicia, de fecha 13/07/2004, Caso: Movimiento Pro- Desarrollo de la
Comunidad contra C:A: Metro de Caracas, Expediente N° 2000-0406) Por favor, apreciados cuasi
abogados revisar estos criterios en la Web.
En este mismo orden de ideas, es oportuno delimitar, por lo menos en forma generalizada, las
características y distinciones fundamentales de los señalados vicios del consentimiento, a la luz del
ordenamiento jurídico venezolano, a efecto de facilitar en lo adelante, si fuera necesario, la
subsunción de los hechos en el derecho. A tales efectos se han analizado, además de los artículos
del Código Civil, la doctrina sobre la materia referida a ‘Violencia, Error, Dolo; entre otras la del
del Dr. José Melich Orsini y “Curso de Obligaciones” del Dr. Eloy Maduro Luyando,
respectivamente, las cuales humildemente este servidor comparte en cuanto:
ERROR:
Según lo señalado en la doctrina anteriormente señalada, ERROR, significa “tomar por verdadero lo
que es falso”; es decir, cuando la voluntad negocial (voluntad real) que aparece de la declaración no
traduce la verdadera voluntad negocial del declarante.
Hay dos clases de error: 1.-) el error-vicio del consentimiento y 2.-) el error-obstáculo. El error
vicio del consentimiento es el que actúa sobre la voluntad interna del sujeto declarante y se
constituye en una declaración diversa de la que hubiera querido, debido a la intromisión de un
motivo perturbador; este error no impide el consentimiento, sino que lo deforma, por lo que el
contrato se encuentra afectado de nulidad relativa.
Los casos del error-vicio son: a) el error de derecho (recae sobre la existencia, circunstancias,
efectos y consecuencia de una norma jurídica) y para que sea causa de nulidad del contrato debe ser
determinante y principal; este error debe ser la causa única de haber dado el asentimiento, “Se tenía
una interpretación errónea de la norma o se desconocía”. Hay casos donde no procede alegar éste
error, Art.1.404 CC: La Confesión no puede revocarse bajo el pretexto de un Error de Derecho.
Art.1.719: La transacción no es anulable por Error de Derecho; salvo que, el punto de derecho
objeto de la controversia, no haya sido discutido entre las partes. Produce la nulidad relativa; busca
el respeto a las normas de Orden Público, Art.1.147 CC. Ejemplo “Desconocía la Ordenanza, por lo
que no pude instalar el negocio” y b) el error de hecho (recae sobre una circunstancia fáctica o de
hecho), dentro del cual se encuentran el error en la sustancia (recae sobre la materia, cualidades o
composición de una cosa ( artículo 1.148 C.C.); Ejemplo: “en la creencia de comprar material de
plomo, adquirí otro”; al respecto, reseña el profesor MADURO: “Quería un INCUNABLE, y
compré un libro nuevo”. Incunable, “edición hecha desde la invención de la imprenta”. y el error en
la persona (recae sobre la identidad o cualidades de la persona con quien se ha contratado), último
caso éste en el cual para que produzca la nulidad del contrato debe ser su causa única o principal.
Los casos de error-obstáculo son los siguientes: a) error sobre la naturaleza del contrato, que
conlleva una divergencia absoluta en cuanto al significado, alcance, estructura y contenido del acto
jurídico que se realiza; b) error sobre la identidad del objeto del contrato, que conlleva una falsa
apreciación de la realidad sobre el objeto mismo del contrato; Ejemplo: Art.1.483 CC; es lícita la
venta de la cosa ajena, pero a todo evento, la venta quedará sujeta a “anulabilidad”. y c) error en la
causa, que es el que recae sobre los fines perseguidos por las partes al contratar o las razones
jurídicas que las impulsan a la celebración del contrato; ejemplo: “compré un local y no
construyeron el centro comercial”. En la legislación venezolana el error que da lugar a la nulidad
del contrato es el excusable, entendiendo por tal, cualquiera de las categorías señaladas siempre y
cuando pueda concluirse que dadas las circunstancias de cada caso, cualquier persona
razonablemente, pueda incurrir en el mismo. es la llamada “excusabilidad del error” sin excepción.
De forma que la parte que incurre en el Error, debe haberlo hecho sin exhibir una conducta culposa
(menos aún grave), debe haber actuado sin culpa; algunos sostienen que se permite la culpa leve o
levísima. Equivale a probar una actuación de buena fe. El supuesto de hecho normativo regulado en
el texto del Art.1.149 eiusdem, constituye una referencia vía jurisprudencial. En efecto, el legislador
dispone la indemnización a ser pagada por quien incurre en error con culpa, a favor de la co-
contratante que desconocía dicho error, quien sufre la anulación del contrato.
La doctrina y jurisprudencia definen la violencia como: “Coacción de tipo físico o moral que
produzca una impresión tal sobre una persona sensata, que llegue a inspirarle un justo temor de
exponer su persona o bienes a un mal notable, destinada a obtener su consentimiento a fin de que
celebre determinado contrato”; y señalan un ejemplo: “Manifiesto que mi asentimiento, se produjo
en virtud a la violencia ejercida contra mí persona”. Es el consentimiento arrancado por violencia.
Esto otorga el derecho para quien así lo sufre, de accionar mediante la nulidad relativa del contrato.
Los autores patrios preguntan ante este supuesto: ¿Existe o no consentimiento? Algunos
acostumbran responder de manera afirmativa, pero agregan que el acto estaría afectado o viciado.
Reconocen la presencia del elemento de la COACCIÓN, amenaza o violencia, que puede exhibirse
de orden físico o moral, psicológico, sobre la persona o aún sus bienes o familiares (cónyuge,
ascendientes, descendientes o empleados), para procurarse la voluntad contractual de otro otorgante.
La violencia objetivada en sus dos modalidades, la violencia física (vis absoluta), entendida como la
coacción corporal, a lo que se afirma que se traduce en la falta de consentimiento y por tanto,
genera la nulidad absoluta del contrato. Y la violencia moral o vis compulsiva. A todo evento, es el
sentenciador quien apreciará “la circunstancia concomitante del caso concreto reflejado en los
autos”, según la edad, sexo y condiciones de la víctima. Tratadistas recalcan otro supuesto de hecho
“clásico”, y es la amenaza que ejercería el hechizo o embrujo; lo que haría temer al “inculto” pero
no al profesional (apreciación in concreto), Arts.1.151 y 1152 CC.; opuesto a la apreciación in
abstracto, amenaza que impresiona al “hombre sensato”.
Conducta que intencionalmente provoca, refuerza o deja subsistir una idea errónea de otra persona,
con la conciencia de que ese error tendrá valor determinante en la emisión de su declaración de
voluntad. Error provocado mediante una acción engañosa intencional. Caracteres del “Error
Provocado o Dolo”: EL DOLO GENERA O PRODUCE LA ANULABILIDAD DEL
CONTRATO; ello, siempre que “las maquinaciones” de una de las partes, o aún las de un tercero
con conocimiento de “esa parte”, hayan sido tales, que sin ellas, la otra parte no hubiese celebrado
el contrato cuya anulabilidad se demanda. En otras palabras, se concluye que, por motivo de ese
“actuar engañoso”: Se haya celebrado el contrato.
Existe el dolus bonus, que es el uso de aquellos actos de astucia admitidos o tolerados en la vida de
los negocios para inducir a otro a contratar, que no constituye causal de nulidad de un contrato;
Ejemplos abundan: “Compre el producto ya que está en rebaja u oferta única”. Son actos NO
antijurídicos, tendentes a inducir a otro a contratar, es la mentira sin efectos negativos para su autor.
Recordemos que conforme a Derecho, también existe la “violencia legítima”; “la venta de la cosa
ajena”; y, el adagio: “la posesión equivale a título de propiedad, aplicable a los bienes muebles no
sujetos a publicidad registral”, entre otros institutos jurídicos. En efecto, para el “neófito del
derecho”, son situaciones donde pareciera que se trata de actos o negocios jurídicos ilegales, más no
los son, por el contrario, están permitidos de forma expresa por el legislador.
Y dolus malus, que es cuando el agente conoce la falsedad de la idea que provoca en el inducido a
contratar, y la reticencia dolosa constituida por el silencio de aspectos o circunstancias que el agente
omite a fin de inducir la conducta del otro en determinado sentido. Es conveniente diferenciar el
dolo del fraude, señalando que en este último se encuentra presente además la intención del agente
de procurarse para si o un tercero un beneficio o provecho a expensas de la víctima. El dolo como
vicio del consentimiento es el denominado dolo causante, principal o esencial, que es determinante
de la voluntad de contratar y aceptar condiciones distintas de las que hubiere convenido si no
hubiese sido engañado.
Subrayamos que este dolo, podría generar la acción por Responsabilidad Civil Delictual. DOLO
CAUSANTE, PRINCIPAL, ESENCIAL O DETERMINANTE PARA CONTRATAR, Art.1.154
CC.; al faltar la conducta dolosa o fraudulenta: La parte no contrata.
LA RETICENCIA DOLOSA
Actuar con reticencia significa, decir una cosa o frase sólo en parte; o, de forma incompleta,
indirecta, con mala fe o malicia, con la plena intención de que se entienda más de lo que de forma
presunta se silencia o calla. Es una de las variantes del Dolo. Constituye una conducta negativa o un
NO HACER, implica guardar silencio, es decir menos de lo que se sabe al momento de la
celebración del contrato. La parte conocía que la co-contratante estaba incurriendo en un error, y sin
embargo calló, silenció y no la advirtió del equívoco. Por ejemplo, “crees que se trata de un
renombrado autor determinado, y no obstante a ello, no te hice saber que era otro autor”. En
principio, cada parte no está obligada a informar a la otra los hechos de los cuales cada una se puede
informar o percatar por sus propios medios. Y es que, cada contratante debe antes de dar su
asentimiento para convenir, efectuar a su riesgo, las investigaciones acerca del objeto del futuro
contrato a suscribir. El Art.571 C.Co., consagra la “Reticencia Dolosa” en forma expresa.
Para declarar que hubo “Reticencia Dolosa” es necesario la prueba de los elementos siguientes: 1.-
Que la víctima no haya conocido o podido conocer, el hecho silenciado por el reticente 2.- Que el
reticente, conocía el hecho silenciado y sabía del error en que incurría la contraparte. 3.- Que ese
error haya sido la “causa determinante” de otorgar el asentimiento.
1.- El dolo representa un vicio del consentimiento, y produce la ANULABILIDAD del contrato.
2.- El dolo genera Responsabilidad Civil para su autor, esto es, obliga al agente a reparar daños. La
víctima demandará la Nulidad Contractual, más la indemnización por los daños sufridos a raíz de la
nulidad. Además, tiene la acción de Responsabilidad Civil Delictual, Art.1.185 C.C. La víctima
también tiene acción por Responsabilidad Contractual o Delictual contra el tercero, que en
conocimiento con la otra parte actuó en el dolo; si fueron varios terceros, Art.1195 CC. Si el dolo
emanó de un tercero, SIN CONOCIMIENTO DE NINGUNA DE LAS PARTES, la víctima puede
demandar por Responsabilidad Delictual en contra del tercero, Art.1.185 CC. Ante el caso de que:
AMBAS PARTES INCURRIERON EN DOLO, NO PROCEDERÁ ACCIÓN ALGUNA. El dolo
no sólo es un vicio del consentimiento, es además, un delito civil o hecho ilícito, por tanto, genera
Responsabilidad Civil Delictual, Art.1.185 CC.
1.- El Dolo es también denominado “error provocado” o “error inducido”, y se emplea para referir
que se incurre en error por causa de un factor externo a la víctima. De manera que, se afirma, el
Error es “Espontáneo”, cuando no hubo influencia o manos de terceros. Mentir, es inducir al error,
por lo tanto, la mentira equivale a dolo. Por último, el “error” es definido como el equívoco, juicio
falso, desacierto, yerro, errata, falsedad o mentira.
2.- El agente o autor del dolo deberá indemnizar los daños (Art.1.185 CC.) causados por la Nulidad
Contractual, vista la demanda por nulidad e indemnización que accionará la víctima. Mientras que
en relación al Error, es la parte que incurrió en el error, quien indemnizará a la co-contratante, por
los daños y perjuicios que le genera la Nulidad Contractual, Art.1.149 CC. Quien yerra pedirá la
nulidad, pero indemnizará a la otra parte que sufre la respectiva nulidad. 3.- Demostrar la ocurrencia
del dolo o error provocado, es “menos difícil”. En efecto, probar el “error espontáneo” es
complicado, es de orden subjetivo. No hay dolo, si la conducta sólo fue culposa (imprudencia o
negligencia). Por tanto, de existir “culpa”, ella produce “error” en la otra parte y procederá la
demanda de nulidad por error, pero se descarta el accionar por acto doloso. 4.- El error y el dolo,
son de carácter excluyentes y no concurrentes. El error es espontáneo; el dolo es provocado. No es
posible que un mismo hecho, sea al mismo tiempo, error y dolo.
COSAS QUE NO PUEDEN SER VENDIDAS. (Art. 1483 C.C. Concatenado con el Art.
1155C.C):
Venta de Cosas Ajenas: Cuando se vende una cosa o bien que en realidad no le pertenece al
vendedor.
Ejemplo: Venta de inmueble a 2 personas, en donde el último que haya protocolizado es el que tiene
la razón procesal. Venta de vehículo robado.
Artículo 1483 C.C.: La cosa ajena: La venta de la cosa ajena es anulable, y puede dar lugar al
resarcimiento de daños y perjuicios si ignoraba el comprador que la cosa era de otra persona.
La nulidad establecida por este artículo no podrá alegarse nunca por el vendedor.
Artículo 1155 C.C.: El objeto del contrato debe ser posible lícito, determinado o determinable.
Venta de los Derechos sobre Sucesión aún no abierta: Cuando se venden derecho sobre la
sucesión (herencia) donde no haya muerto el sucesor, no se pueden vender los bienes o las cosas
que forman parte de ella, sin haberse aperturado la misma.
Ejemplo: Te pago con la casa que voy a heredar de mi madre, al morirse ella.
“La venta de la cosa ajena es anulable y puede dar lugar al resarcimiento de daños y perjuicios, si
ignoraba el comprador que la cosa era de otra persona.
La nulidad establecida por este artículo no podrá alegarse nunca por el vendedor.”
“… Ahora bien, siendo que la inadmisibilidad de una acción incoada es materia de orden público
procesal e interesa a todos, la Sala considera importante dar pronunciamiento acerca de la
declaratoria de inadmisibilidad de la acción de nulidad de contrato de venta de la cosa ajena, por
carecer la demandante de cualidad activa para intentarla.
Así pues, respecto a la cualidad de un tercero para demandar la nulidad de venta de la cosa ajena, la
Sala Constitucional de este Supremo Tribunal, en sentencia N° 782 de fecha 18 de junio de
2015, caso de Moralba González, expediente N° 15-405, señaló lo siguiente:
“…En tal sentido, observa la Sala que el artículo 1483 del Código Civil, señala lo siguiente:
“La venta de la cosa ajena es anulable, y puede dar lugar al resarcimiento de daños y perjuicios, si
ignoraba el comprador que la cosa era de otra persona.
La Nulidad establecida por este artículo no podrá alegarse nunca por el vendedor”.
Al respecto, esta Sala Constitucional en sentencia N° 956 del 1 de junio de 2001 (caso: Frank
Valero González y otro); señaló que:
“(…) A juicio de esta Sala es un requisito de la acción, que quien la ejerce tenga interés procesal,
entendido éste como la necesidad del accionante de acudir a la vía judicial para que se declare un
derecho o se le reconozca una situación de hecho a su favor.
Quien demanda a una compañía aseguradora, por ejemplo, para que le indemnice el bien
amparado por una póliza de robo, pierde el interés procesal, si recupera el bien. Ya no necesita ni
de indemnización (si ello no lo demandó), ni de fallo que ordene la entrega del objeto
asegurado…”.
…Omissis…
Siendo ello así, se puede afirmar que la legitimación activa para proponer una demanda
reposa en todo persona que posea un interés legítimo actual y directo que se vea reflejado al
verse afectado en la esfera jurídica de sus derechos; de allí que la capacidad sea la regla y la
incapacidad la excepción.
Por lo que resulta indubitable para esta Sala Constitucional que la ciudadana Moralba González de
Tellechea, en su condición de adjudicataria del inmueble objeto de litigio, sí poseía legitimación
para proponer la demanda por nulidad de venta de cosa ajena, como en efecto lo hizo, dado el
interés que posee en que se le reconozca su derecho de propiedad sobre el inmueble que adquirió en
remate judicial y luego fue vendido a terceras personas….”. (Cursivas del fallo, resaltado de la
Sala).
De acuerdo con la anterior jurisprudencia, se tiene que la legitimación activa para proponer la
demanda de nulidad de venta de cosa ajena, la posee toda persona que tenga un interés legítimo
actual que le afecte la esfera jurídica de sus derechos; de allí que la capacidad sea la regla y la
incapacidad la excepción.
Así pues, la ad quem en su fallo incurrió en el error de declarar la falta de cualidad activa de la
demandante para intentar la acción de nulidad de contrato de venta de la cosa ajena, pues, de
acuerdo a la jurisprudencia antes citada, la parte actora si estaba legitimada para ejercer la referida
acción de nulidad al tener un interés jurídico actual que le afectó la esfera jurídica de sus derechos.
¿Quiénes pueden invocar la anulabilidad o nulidad relativa por venta de cosa ajena?
De acuerdo a la jurisprudencia antes citada, toda persona que tenga legitimación activa para ejercer
la referida acción de nulidad, al tener un interés jurídico actual que le afecte la esfera jurídica de
sus derechos e intereses patrimoniales.
Ejemplo: Venta de una casa, que cuesta 500.000 bs, pero se realiza con opción a compra, en donde
se ha entregado al vendedor 100.000bs. El máximo de tiempo de la opción a compra es de 4 meses.
Pero si al momento de hacerse la tradición la cosa ha perecido en su totalidad, la venta será
inexistente.
Se libera de la obligación de vender, si ha perecido la cosa por caso fortuito o fuerza mayor o una
vez que hayan transcurrido los 4 meses de opción a compra. Es por ello que todas estas condiciones
deben quedar por escrito en las clausulas contractuales como medio probatorio.
Artículo 1485 C.C.: Si en el momento de la venta la cosa vendida ha perecido en totalidad, la venta
es inexistente.
Si sólo ha perecido parte de la cosa, el comprador puede elegir entre desistir del contrato o pedir la
parte existente determinándose su precio por expertos.
Venta de Cosas Ilícitas: Cuando se venden cosas o bienes que no tienen permiso por la ley
de circular en el comercio, es decir, son ilegales, ilícitos, fuera de comercio.
Ejemplo: Comercializar la venta de la luna, las estrellas, bienes del dominio público. (Los cuales se
desafectan es a favor o para ser comercializados por el Estado).
Venta de Cosas Indeterminadas o que no se puedan Determinar: Debe existir una base que
sustente la venta, es decir, debe existir la cosa o parte de ella, que pueda asegurar el cumplimiento
de la obligación.
Ejemplo: Venta de Casa que posiblemente se construya en Barquisimeto, esto no se puede hacer,
pues ni siquiera el terreno existe.
Los bienes no susceptibles de tráfico comercial, bien sea por su naturaleza (cosas inapropiables
como por ej. Las cosas comunes), o bien sea por su destino (bienes del dominio público, etc.)
Los bienes de tráfico restringido: Ej.: Ley de Armas y Explosivos y Ley de Materiales
estratégicos.
INCAPACIDADES PARA COMPRAR O VENDER. (Arts. 1.481 y 1.482 C.C.V.)
1. Entre marido y mujer: esta es una prohibición expresa del C.C.V.; cualquier venta entre marido y
mujer es nula. Esto en virtud de que el bien pertenece a la comunidad conyugal, salvo que existan
capitulaciones matrimoniales. (Ver Art. 1.481 C.C.V.)
2. Entre el padre y la madre: no pueden comprar, ni directamente ni por medio de otras personas,
los bienes de los hijos que se encuentra bajo su potestad, sólo podrán vender con autorización del
Juez de Protección, al cual deben demostrar previamente la finalidad de la venta del bien, es una
prohibición para comprar, ya que pueden vender previa autorización judicial.
3. Los tutores, protutores y curadores: tienen prohibición sobre los bienes de las personas sometidas
a tutela, protutela o curatela, esto debido a que en la tutela, protutela y curatela, sólo se tiene la
simple administración de los bienes más no la disposición en tanto que el pupilo alcance la
mayoridad, el entredicho supere la interdicción o el Tribunal revoque el mandato para ser tutor,
protutor o curador.
4. Los mandatarios, administradores o gerentes: los bienes que están bajo su mandato o
administración, dichos bienes no pueden ser adquiridos por los apoderados o administradores, pero
podrán vender si el mandato contempla esa facultad, no pudiendo ser el dinero obtenido de la venta
para lucro del apoderado sino que debe entregárselo al mandatario quien puede solicitar la rendición
de cuentas del mandato.
5. Empleados públicos: estos no pueden disponer de los bienes públicos sometidos a su custodia o
administración, en virtud de ser éstos bienes del Estado.
6. Los Magistrados, Jueces, Fiscales, etc.: no pueden comprar los bienes ofrecidos en remate
judicial.
7. Los abogados y procuradores: tienen prohibición para celebrar con sus clientes ningún pacto ni
contrato de venta, permuta, etcsobre cosas comprendidas en las causas a que prestan su ministerio.
(Pacto de Cuota Litis).
Dentro de las limitaciones para la venta se tienen las procedimientos conservatorios preventivos,
que tienen como finalidad, ante una situación jurídica litigiosa que debe dirimirse, dictar éstas
medidas para evitar el traslado del dominio de la cosa en tanto no se resuelva la situación de
conflicto. Entre estas se tiene:
EL PRECIO
En la venta es un elemento esencial especialísimo para la existencia de la venta, sino existe el precio
en la venta no existe el contrato como tal.
El precio debe tener por objeto el pago de una suma de dinero, es decir, un capital pagadero en
forma pura y simple (contrato) o a término (cuotas) o un pago total diferido, pero también el precio
puede consistir en una renta, ejemplo: el pago de una venta vitalicia.
El precio objeto de la prestación del comprador debe presentar los caracteres siguientes:
1.- Debe ser fijado en dinero.
2.- Es preciso que sea determinado o por lo menos determinable.
3.-Serio, es decir, sincero.
4.-A veces, se exige que no sea parte demasiado sensiblemente del justo precio.
CARACTERÍSTICAS DE LA VENTA
El contrato de compra-venta se caracteriza por ser:
1. Consensual: Porque el dominio se transfiere por solo consentimiento de las partes (Artículo1.474
del Código Civil Venezolano Vigente).
2. Nominado o Típico: Puesto que se encuentra reglamentado en la ley.
3.-Bilateral: Porque obliga tanto al vendedor como al comprador de la cosa.
4. Sinalagmático: Porque surgen de este contrato obligaciones recíprocas para vendedor y
comprador.
5. Oneroso y Conmutativo:
Porque se presume haber reciprocidad entre la cosa y el precio, aunque eventualmente podría
pactarse una venta aleatoria.
6. Principal: Porque tiene su sustantividad y autonomía propias, no dependiendo de ningún otro
contrato.
7. Traslativa de la Propiedad: Pues al perfeccionarse la venta, el vendedor transfiere su derecho de
propiedad (uso, goce, disfrute y disposición), sobre la cosa hacia el comprador.
8. Puede ser de Ejecución Instantánea: Ya que las obligaciones que surgen del contrato de venta se
cumplen en una sola unidad de tiempo, es decir el comprador paga el precio y el vendedor entrega
la cosa.
9. De Tracto Sucesivo: Es cuando las obligaciones que surgen del contrato de venta, se cumplen en
varias y periódicas unidades de tiempo. Es decir, se puede ejecutar la obligación de entrega de la
cosa y el precio en varias partes, siempre y cuando la cosa sea susceptible de ser dividida sin perder
su esencia y destinación.
Efectos
La venta presenta dos efectos:
Efecto obligacional.
El contrato de venta, de acuerdo con las determinaciones del artículo. 1.474 CC, adjudica una
obligación principal al vendedor, cual es la transferencia del derecho de propiedad sobre la cosa
vendida. Igualmente hay una obligación del comprador de pagar el precio del derecho de propiedad
sobre la cosa. Tales obligaciones suponen un acuerdo basado en la voluntad de las partes, que se
hace manifiesto también en aquellos contratos donde la transmisión del derecho de propiedad está
sujeta a otras consideraciones, como por ejemplo en la venta con reserva de dominio.
INCAPACIDADES ESPECIFICAS:
El único supuesto de incapacidad para vender y comprar deriva de la norma de que entre marido y
mujer no puede haber venta de bienes (Artículo 1.481 del Código Civil Venezolano Vigente),
precepto cuyos antecedentes se encuentran en el antiguo Derecho Francés.
INCAPACIDADES LEGALES PARA COMPRAR
Las incapacidades para comprar comprenden los siguientes aspectos:
Incapacidades establecidas en el ordinal 1º al 5º del Art. 1482 del Código Civil Venezolano
Vigente y en el Art. 370 del mismo Código.
Supuestos: Art. 1482 del Código Civil Venezolano Vigente, no pueden comprar, ni en subasta, ni
directamente, ni por intermediario de otras personas:
1.- El padre y la madre los bienes de sus hijos sometidos a su potestad.
2.- Los tutores, protutores y curadores, los bienes los bienes de las personas sometidas a su tutela.
3.- Los mandatarios, administradores o gerentes, los bienes que estén encargados de vender o de a
ser vender.
4.- Los empleados públicos, los bienes de la Nación, etc.
INCAPACIDADES DE LA VENTA:
Entre marido y mujer no puede celebrarse el contrato de venta, puesto que los bienes adquiridos
durante el matrimonio, pertenece a la comunidad conyugal y además porque el matrimonio no es un
negocio, sino que su naturaleza jurídica consiste en la constitución de la familia, a través de la
procreación de sus hijos.
Las principales obligaciones del vendedor, según el artículo 1474 y 1486 del Código Civil Vigente
(CCV) son: La Tradición y el Saneamiento.
Nuestro Código Sustantivo Civil tiene la definición legal de la: LA TRADICIÓN en el artículo
Art. 1.487 ejusdem que establece: "la tradición se verifica poniendo la cosa vendida en posesión
del comprador".
FORMAS DE LA TRADICIÓN
1.- Tradición de Bienes Inmuebles: De conformidad con lo establecido en el artículo 1488 del
Código Civil, “El vendedor cumple con la obligación de hacer la tradición de los inmuebles con el
otorgamiento del instrumento de propiedad”.
Esta forma de la tradición, se verifica realmente cuando el vendedor otorga una escritura
susceptible de ser registrada por el comprador, si es que no otorga directamente el documento
público protocolizado; en virtud que los bienes inmuebles tienen publicidad registral de
conformidad con lo dispuesto en los artículos 1920 y 1924 del Código Sustantivo Civil, requisito
sine quanon para que la compraventa pueda surtir efectos erga ognes frente a terceros y con ello se
Concretiza la tradición.
* Si la entrega real no puede efectuarse en el momento de la venta (por existir alguna modalidad,
término o condición convenida por los contratantes)
También existen otras formas de hacer la tradición de bienes muebles corporales, entre las cuales
pueden citarse la fijación de sellos o marcas y la tradición documental, o sea, la entrega de
documentos que permiten obtener la posesión de dichos bienes.
3. Tradición de las cosas incorporales: se verifica tal como lo dispone el artículo 1490 del Código
Civil “…por la entrega de los títulos o por el uso que de ellas hace el comprador con el
consentimiento del vendedor “; en concordancia con el artículo 1549 ejusdem.
De la norma parcialmente transcrita se evidencian dos maneras de realizar esta forma de tradición:
1.- Por la Entrega de los Títulos: Con la entrega de los Instrumentos o documentos que
comprueban los derechos cedidos, es decir, las escrituras señaladas en norma que justifiquen tu
acreencia o autorización legal para recibirlas de las personas quienes las tengan en su poder.
2.- Cuando los derechos o créditos cedidos no constan en títulos escritos, la Notificación legal hace
las veces de la tradición.
REGLAS DE LA TRADICIÓN:
a.- GASTOS DE LA TRADICIÓN. El art. 1491 CCV establece lo siguiente: “Los gastos de la
tradición son de cuenta del vendedor, salvo los de escritura y demás accesorios de la venta que son
del cargo del comprador. También son de cargo de éste los gastos de transporte, si no hay
convención en contrario”. De la interpretación de la norma transcrita señalamos lo siguiente:
En lo referente a los inmuebles el vendedor debe cancelar los impuesto Nacionales, Estadales y
Municipales correspondientes (al SENIAT y Samat) conforme las previsiones de la Leyes
Tributarias. Salvo el caso de Vivienda Principal. Y todas las solvencias requeridas para obtener o
actualizar la Ficha Catastral y la Notificación de la venta al Seniat.
Si el inmueble es de una persona jurídica deberá presentarse Acta de Asamblea que autoriza la
venta. En conclusión cualquier otro trámite o documentación necesaria para la protocolización de
la venta.
Art 1494 CCV => La cosa debe entregarse en el estado en que se halle en el momento de la
venta.
* la obligación de entregar comprende accesorios y todo necesario uso (Art 1495 CCV)
* Garantía de cabida (Art 1496 CCV). Caducidad: 1 año (Art 1500 CCV)
Los artículos 1494, 1495, 1496, 1497 y 1498 CCV que tutelan los Modos de la Tradición y otras
obligaciones del vendedor en concordancia con los artículos 1290 y 1294 ejusdem.
DERECHO DE RETENCIÓN:
Es la facultad que concede la Ley al vendedor de retener la cosa vendida, hasta que el comprador
cumpla con el pago de lo debido; de conformidad con lo previsto en el:
Artículo 1.493 C.C.: “El vendedor que no ha acordado plazo para el pago, no está obligado a
entregar la cosa si el comprador no paga el precio.
Tampoco está obligado a hacer la entrega, aun cuando haya acordado plazo para el pago del
precio, si después de la venta el comprador se hace insolvente o cae en estado de quiebra de suerte
que el vendedor se encuentre en peligro inminente de perder el precio, a menos que se de caución
de pagar en el plazo convenido”.
De la interpretación del artículo citado en concordancia con el articulo 1215 ejusdem, tenemos en
las condiciones que el vendedor puede ejercer el Derecho de Retención:
b) El vendedor pierde el beneficio del término que se le haya concedido para la tradición en los
casos de caducidad. (Único aparte del art. 1493 y art 1215 CCV)
c) Tampoco está obligado a la entrega aun cuando se haya fijado plazo para el pago, si este plazo ha
vencido, sin que el comprador haya cumplido su obligación, siempre que se reúnan las condiciones
exigidas por el Derecho común para oponer la Excepción de contrato no cumplido (art. 1168 CCV).
Ahora bien, entramos a comentar otra de las obligaciones que el legislador impone al vendedor: EL
SANEAMIENTO, cuya definición: Es la obligación que tiene el vendedor de responder o garantizar
al comprador la posesión pacífica y útil de la cosa vendida, tal como lo preceptúan los artículos
1486 y 1503 del Código Civil y se clasifican en:
Ejemplo: El vendedor sin ser el dueño legítimo de la cosa o teniéndola bajo un crédito hipotecario,
la vendió cobrando el precio…. Frank le vendió una casa quinta a Petra con un título supletorio
debidamente registrado; sin embargo, Gerardo es el dueño primario de dicho inmueble según
documento debidamente protocolizado con anterioridad al que tiene Frank, por lo tanto, al enterarse
Gerardo que el inmueble de su propiedad fue comprado por Petra le interpone la acción de
Reinvindicación contra Petra para recuperar el inmueble; en consecuencia, Petra en este juicio en el
momento de la contestación de la demanda cita en saneamiento por evicción a Frank para que
enfrente el juicio y en caso de perderlo le devuelva el precio pagado por Petra y le indemnice por
los daños y perjuicios ocasionados con esa negociación, si tenía conocimiento que el inmueble era
de Gerardo.
El saneamiento que debe el vendedor por una posible evicción, no es otra cosa que encarar él,
directamente, el juicio que se ha planteado contra los derechos de propiedad que supuestamente
tenía sobre la cosa antes vendida, tal como lo señala el art. 1504 CCV; Es una obligación natural del
contrato de venta y tanto la doctrina como por inferencia de la ley la clasifican en:
Evicción total: es cuando el tercero ha logrado reinvindicar o ejecutar la hipoteca sobre la totalidad
de la cosa vendida o ha obtenido la nulidad, anulación o resolución del titulo del vendedor.
Evicción parcial: es cuando el tercero ha logrado reinvindicar parte divisa o indivisa de la cosa
vendida o ha ejecutado la hipoteca sobre parte de dicha cosa.
Evicción Menor: es cuando el tercero hace valer derechos reales en cosa ajena (uso, habitación,
usufructo, servidumbres, ect) sobre la cosa vendida
En este tipo de Saneamiento existen restricciones a las clausulas convencionales tal como lo señalan
los artículos 1505, 1506 y 1507 CCV
En este sentido, la Sala de Casación Civil del Tribunal Supremo de Justicia, en Sentencia dictada el
25 de Febrero de 2004, con Ponencia del Magistrado Franklin Arrieche, Expediente Nº 01-588, dejó
sentado lo siguiente:
“…El artículo 1.504 del Código Civil establece que “aunque en el contrato de venta no se haya
estipulado el saneamiento, el vendedor responderá al comprador de la evicción que le prive del todo
o parte de la cosa vendida, y de las cargas con que se pretenda gravarla, que no hayan sido
declaradas en el contrato”.
“...C) Condiciones para que la evicción haga nacer la responsabilidad:...el comprador tiene que
probar: 1) que se ha impedido entrar en posesión o que se le ha privado de ella; 2) que tal efecto
derivó del ejercicio de un derecho real por parte de un tercero; 3) que dicho derecho correspondía al
tercero; y 4) que ese derecho del tercero lo facultaba para producir aquel efecto. La manera más
evidente de comprobar todos esos extremos es producir una sentencia pasada por autoridad de cosa
juzgada entre el comprador y el tercero; pero no es la única forma posible...” (Contratos y
Garantías, Universidad Católica Andrés Bello, Manuales de Derecho, 7° Edición, Caracas, 1989,
pág. 213. Destacado de la Sala).
De la Sentencia antes parcialmente trascrita se infiere palmariamente que: para que exista
Saneamiento por Evicción deben haber recaudos o elementos que evidencien que haya ocurrido la
privación total o parcial del derecho sobre las bienhechurías compradas y conforme a la norma
transcrita para que se considere consumada la evicción deben concurrir el tercero de los elementos
señalados, es decir, que la privación se haya establecido mediante una sentencia firme.
La concurrencia de tal requisitos tiene como propósito demostrar, que el vendedor es responsable
por la perturbación de derecho causada al comprador, pues la exigencia de una sentencia definitiva
que establezca que un tercero tiene un derecho preferente o uno mejor que el que ostenta el
adquiriente del bien, implica que ya ha ocurrido la privación total o parcial del derecho sobre la
cosa vendida, por una causa anterior a la celebración del negocio jurídico.
1. Aumento del precio de la cosa para la época de la evicción (Art 1510 CCV)
2. Obligación del vendedor de reembolsar las mejoras útiles (Art 1511 CCV)
3. Reembolso por parte del vendedor de mala fe de todos gastos hechos por el comprador (Art
1512 CCV)
EFECTOS DE LA EVICCION:
1.- El vendedor debe restituir el precio pagado por el comprador (Art 1508, núm. 1 CCV)
2.- El vendedor debe restituir al propietario que ha reivindicado la cosa, los frutos de ella (Art 1508
CCV)
4.- Los daños y perjuicios, así como los gastos y costas del contrato.
ACCIONES DEL COMPRADOR PRODUCTO DE LA EVICCION:
El comprador puede citar al obligado por la evicción. Esta cita es la llamada cita de saneamiento.
La cita de saneamiento permite al comprador oponer al vendedor la sentencia que se dicte entre el
comprador y el tercero reclamante de evicción.
No se produce sustitución procesal, es decir, el vendedor no pasa a ocupar la posición del
comprador.
El comprador evita, con la cita por saneamiento al vendedor, que el vendedor se apoye en el Art
1517 CCV que hace cesar su obligación cuando no recibe la notificación de la demanda según el
C.P.C y prueba que si tenía medios para defenderse, y ser absuelto.
Efectuando la cita de saneamiento el comprador evita los juicios que tendría que instaurar contra el
vendedor al terminar el juicio con quien pretenda la evicción.
Pretensión: Demandando el saneamiento por evicción del vendedor: Puede ser ejercida por un lapso
de diez (10) años como una acción personal, contando dicho lapso desde una sentencia de evicción
con autoridad de cosa juzgada.
Caduca la obligación de sanear por causa de evicción por prescripción decenal? (Art 1979 CCV) La
misma sólo es efectiva durante los diez (10) años posteriores a la venta.
CONCEPTO: es la obligación del vendedor de responder por los vicios o defectos ocultos que
disminuyan el goce provechoso de la cosa (Art 1518 CCV)
ESENCIA: Cuando un vicio oculto amenaza el uso provechoso de la cosa, por razones ligadas a la
existencia misma de la cosa y que únicamente pudieran remediarse con reparaciones mayores, o
tumba y reconstrucción de la cosa, lo cual haría inexistente el objeto de la venta; también procederá
el saneamiento que debe el vendedor.
Respecto el saneamiento por vicios ocultos, ha dicho la doctrina patria que: “…Es el que deriva de
la obligación de transmitir la propiedad o derecho. Sin embargo, la ley lo regula como si fuera una
obligación autónoma de asegurar la posesión útil de la cosa, o sea, de garantizar al comprador una
posesión que le permita utilizar la cosa en la forma que podía esperar legítimamente…”. (Emilio
Calvo Baca. Código Civil Venezolano, Comentado y Concordado. Ediciones Libra, Caracas, 2004,
Pág. 925).
Para esta Catedra, es menester indicar que, un vicio oculto en una compraventa de cualquier objeto
entre particulares es un defecto grave que no estaba a la vista y no era posible conocerlo por el
comprador en el momento de la compra, y que una vez sobrevenido la hace impropia para su uso o
disminuye tanto su utilidad que el comprador no la habría comprado o habría pagado menos por
ella.
Cuando se hace una compraventa de cualquier objeto entre particulares no estamos actuando como
consumidores, sino como personas particulares, lo que conlleva una gran diferencia en el
tratamiento de los vicios ocultos, en este caso, se aplica la normativa general del Código Civil sobre
compraventa, concretamente lo que se conoce como “saneamiento por vicios ocultos o acción
redhibitoria”.
Al hilo de este razonamiento, el artículo 1.521 del Código Civil establece: “En los casos de los
artículos 1.518 y 1.520, el comprador puede escoger entre devolver la cosa haciéndose restituir el
precio, o retenerla haciéndose restituir la parte del precio que se determine por expertos”.
De esta manera tenemos entonces que, el vendedor está obligado al saneamiento de la cosa vendida
por los vicios o defectos ocultos que la hagan impropia o disminuyan el uso a la que está destinada,
de tal suerte que, si el comprador los hubiera conocido no lo habría comprado o hubiese ofrecido
menos valor -ex artículo 1.518 del Código Civil-; siendo el vendedor en todo caso, responsable por
los vicios ocultos aunque no los conociera, salvo que no se haya obligado a tal saneamiento, tal
como lo dispone el artículo 1.520 ejusdem.
Ahora bien, en relación con la obligación de entrega, el artículo 1.494 del Código Civil, establece
que: “…La cosa debe entregarse en el estado en que se halle en el momento de la venta. Desde el
día de la venta todos los frutos pertenecen al comprador…”.
Ello significa, que conforme a esta última norma, el vendedor queda obligado a entregar la cosa, no
obstante, conforme al artículo 1.518 eiusdem, el vendedor está obligado al saneamiento de la cosa
vendida si luego de realizada la tradición se revelan determinados vicios o defectos ocultos que la
hagan impropia para el uso al cual se haya destinado, o que disminuya el uso de ella de tal manera
que si el comprador los hubiera conocido, no la habría comprado o hubiere ofrecido un precio
menor por ella, es decir, que el vendedor responde ante el comprador por dichos vicios o defectos
en virtud de esa obligación diferente de saneamiento que le impone la ley.
Ahora bien, si en la cosa vendida se manifiesta algún vicio oculto luego de realizada la entrega por
parte del vendedor, en tal caso, el comprador con fundamento en lo previsto en el artículo 1.521 del
Código Civil, podrá escoger entre intentar la acción redhibitoria mediante la cual podrá el
comprador devolver la cosa haciéndose restituir el precio, o interponer la acción quanti minoris,
mediante la cual podrá retener la cosa haciéndose restituir la parte del precio que se determine por
expertos, cuyas acciones deben ser interpuestas dentro de los plazos establecidos en el artículo
1.525 eiusdem, contados a partir “…desde el día de la tradición…”, si se trata de inmuebles o “…a
contar desde la entrega…”, si se trata de animales o de otras cosas muebles, es decir, que el plazo
para intentar la acción se inicia desde el día en que el vendedor realiza la entrega de la cosa vendida.
CATEGORIAS:
*Vicios ocultos que amenazan la existencia de la cosa, sin que puedan obviarse las reparaciones
mayores
REQUISITOS:
* Que el vicio o defecto oculto de la cosa vendida la hagan impropia para el uso al cual estaba
destinada
* Que el vicio o defecto oculto disminuya su uso, y, de ser conocido por el comprador éste se
hubiere abstenido de comprarla, o pudiere haber ofrecido un menor precio (Art 1518 CCV)
* Que el vicio o defecto sea oculto. El vendedor no está obligado al saneamiento de vicios que
pudieren ser aparentes; y, por lo tanto conocidos por el comprador (Art 1519 CCV)
* Que el vendedor ignore el vicio o defecto de la cosa (Art 1520 CCV)
EFECTOS:
b) Quedarse con la cosa obteniendo una disminución del precio pagado, mediante la restitución de
una cierta cantidad estimativamente representativa de esa disminución (Art 1521 CCV)
c) Cuando el vendedor procedió de mala fe, puesto que conocía los vicios o defectos de la cosa, y
no los mencionó al comprador, procede la restitución del precio y el resarcimiento de daños y
perjuicios (Art 1522 CCV)
d) El vendedor de buena fe, sólo debe restituir el precio pagado y reembolsar los gastos que haya
tenido el comprador (Art 1523 CCV)
e) En caso de perecimiento de la cosa por sus defectos, la pérdida es de cargo del vendedor quien
está obligado a restituir el precio y hacer las demás indemnizaciones a que hubiere lugar (Art 1524
CCV)
f) En caso de pérdida de la cosa por un caso fortuito, la misma corre por cuenta del comprador
(Art 1524 CCV)
DETALLES:
*El comprador puede ejercer uno u otra acción mientras no exista la sentencia de cosa juzgada.
*Cuando no se pueda restituir la cosa, por haber enajenado la cosa u otra causa, el comprador debe
escoger la acción estimatoria, es decir, recibir un precio estimado.
*El comprador que ha gravado la cosa antes de conocer el vicio o defecto, debe liberar el gravamen
de cosa para después ejercer la acción redhibitoria.
COSAS INMUEBLES: el lapso es de un (1) año desde la tradición (Art 1525 CCV).
Algunos autores sostienen que procede el lapso de 10 años derivado de la responsabilidad del
constructor (Art 1637 CCV)
*La pretensión redhibitoria sólo procede por los vicios determinados por la ley o por los usos
locales
*Se ejerce dentro de los tres (3) meses siguientes a la entrega de la cosa.
* EL PAGO DEL PRECIO: Art 1527 CCV la obligación fundamental del comprador comprende el
pago del precio, sin embargo, esta obligación de pagar el precio, conlleva otras, tales como:
* Pagar en el sitio convenido contractualmente (Art 1528 CCV – Art 1295 CCV)
1.- Usar el procedimiento de la oferta real – depósito, para exigir que el comprador cumpla
Si se trata de muebles, el vendedor puede hacer uso de la normativa contenida en el Art 1531 CCV
retirar la cosa y pagar el precio
2.-Que el comprador fuere perturbado, o tuviere fundado temor de serlo, por una acción, sea
hipotecaria o reivindicatoria
3.- Que no se haya estipulado la posibilidad de que el comprador renuncie al derecho de suspender
el pago (OJO: las contingencias deben estar ligadas a la perturbación (Art 1530 CCV))
* EL PAGO DEL PRECIO: Art 1527 CCV la obligación fundamental del comprador comprende el
pago del precio, sin embargo, esta obligación de pagar el precio, conlleva otras, tales como:
* Pagar en el sitio convenido contractualmente (Art 1528 CCV – Art 1295 CCV)
1.- Usar el procedimiento de la oferta real – depósito, para exigir que el comprador cumpla
Supuestos de procedencia:
2.-Que el comprador fuere perturbado, o tuviere fundado temor de serlo, por una acción, sea
hipotecaria o reivindicatoria
3.- Que no se haya estipulado la posibilidad de que el comprador renuncie al derecho de suspender
el pago (OJO: las contingencias deben estar ligadas a la perturbación (Art 1530 CCV))
Las obligacione
•El comprador también se hará cargo de los gastos que se ocasionen con posterioridad a la entrega
del bien, como sería por ejemplo los gastos de transporte del bien (salvo que se pacte que dichos
gastos serán soportados por el vendedor).
• Recibir la cosa comprada. Si el comprador se negase a la recepción del mismo, el vendedor tendría
derecho a anular dicha compraventa. Si ocurriese que en el momento de hacerse efectiva la venta de
la cosa, ésta se hubiese perdido totalmente, el contrato se suspenderá, pero si se hubiese perdido
parte de la cosa, el comprador puede optar entre que se anule el contrato o que éste no se anule y se
adquiera la parte que quede del bien, pagando por él proporcionalmente a la parte que se transfiere
del mismo.