La sensación y la percepción son procesos psicológicos básicos que están relacionados
con otros como la atención, la motivación, la cognición, la memoria y el aprendizaje, que ya hemos abordado en clases anteriores. La sensación implica captar información; es la experiencia básica de la estimulación proveniente de los sentidos; detectar algo a través de los sentidos (vista, oído, gusto, olfato y tacto) y los receptores de sensación internos (movimiento, equilibrio, malestar, dolor) sin que aun haya sido elaborado o tenga un significado. En términos generales puede definirse como: “una reacción consciente ante un estímulo, el cual actúa sobre un órgano sensible y provoca una reacción de uno o varios de los sentidos”. Los sentidos desempeñan cuatro papeles: 1. Detección: El elemento de detección en cada sentido es conocido como receptor, el cual es una célula o grupo de células que en particular son sensibles a un tipo específico de energía o a más de una forma de energía. 2. Transducción y transmisión: Los receptores convierten energía de una forma a otra. Los receptores de los sentidos convierten la energía que ingresa en señales electroquímicas que el sistema nervioso usa para la comunicación. 3. Transmisión: Si esta energía tiene la suficiente intensidad, desencadena impulsos nerviosos que transmiten la información codificada acerca de las diferentes características del estímulo. Los impulsos viajan por fibras nerviosas específicas hacia regiones particulares del cerebro. 4. Procesamiento de información: Tanto el cerebro como los receptores procesan la información sensorial: en organismos de relativa simplicidad, como las ranas, los receptores se encargan de una gran parte del trabajo.
Alteraciones en la percepción: Alucinaciones e Ilusiones
Por su parte, la percepción es definida como un proceso constructivo por el que organizamos las sensaciones y captamos conjuntos o formas (Gestalt) dotadas de sentido. Al percibir, ponemos en marcha una cantidad de procesos mentales: a) Selección: el individuo percibe parte de los estímulos que recibe de acuerdo con sus características personales, es decir, que interviene, aunque sea la forma inconsciente, seleccionando los mensajes que le llegan. Generalmente los individuos perciben de forma distorsionada los mensajes, captando solo los aspectos agradables o los que respondan a sus necesidades e intereses. b) Organización: Los estímulos seleccionados se organizan y se clasifican en la mente del individuo configurando su mensaje. c) Interpretación: esta fase proporciona significación a los estímulos organizados. La interpretación depende de los factores internos de la persona, de su experiencia e interacción con el medio. Cuando la percepción es distorsionada, puede ser asociada a la presencia de algún trastorno, los cuales pueden deberse a causas diversas como lo son: a) infecciones, tumores o otro tipo de lesiones orgánicas cerebrales, b) intoxicaciones por alcohol, drogas u otras sustancias, c) causas emocionales o psíquicas. Los principales trastornos de la percepción son: · Ilusiones o falsas percepciones de un estímulo externo real, es decir se trata de una interpretación errónea de una experiencia sensorial externa normal. · Alucinaciones, que son falsas percepciones con ausencia de un estímulo externo, en otras palabras, es la percepción de un objeto externo sin que dicho objeto exista.