Las operaciones constituyen una excitante área de la dirección de la empresa que
tiene un profundo efecto sobre la productividad, tanto en las organizaciones industriales como en las de servicios. En efecto, pocas actividades tienen tanto impacto sobre la calidad de nuestras vidas; incluso las personas que no trabajan en el área de las Operaciones en una empresa es más que probable que tengan relaciones con profesionales de dicha área. Con independencia de que el producto final sea un bien o un servicio, las actividades de producción que tienen lugar en una organización son lo que denominamos Operaciones y son necesarias para procesos tan distintos como una transferencia a una cuenta corriente, un trasplante de hígado, la ocupación de un asiento vacío en un avión o la educación de un estudiante.
Una propuesta de valor eficaz en un proyecto de emprendimiento aumentará las
posibilidades de supervivencia de la nueva empresa. Esta importancia reside en que la propuesta de valor es el eje que debe sujetar todo el modelo de negocio, desarrollando las diferentes actividades y planificaciones alrededor de la misma. Esta justificación se consolida a través de la deducción de seis variables teóricas que toda propuesta de valor debería tener establecidas correctamente. Las existencias son todo aquel conjunto de materiales que una empresa tiene depositados en sus almacenes ya que los necesita en sus instalaciones para disponer de ellos y así poder fabricar y suministrar los productos a comercializar a los usuarios de los mismos. También, suele utilizarse el término de inventarios, aunque este indica con mayor precisión la acción de inventariar o valorar el coste del inmovilizado almacenado en la empresa. Es decir que se denominan existencias o inventarios a la variedad de materiales que se utilizan en la empresa y que se guardan en sus almacenes a la espera de ser utilizados, vendidos o consumidos, permitiendo a los usuarios desarrollar su trabajo sin que se vean afectados por la falta de continuidad en la fabricación o por la demora en la entrega por parte del proveedor. La gestión de la calidad se traduce en una búsqueda permanente de la mejora con el objetivo de situarnos en una posición ventajosa, adquiriendo un posicionamiento estratégico en nuestro sector. Hoy en día buscamos productos certificados por sellos de calidad. Esperamos que lo que pagamos por ello vaya en proporción a su durabilidad, a su usabilidad e incluso a la satisfacción que nos proporcione lo que hemos comprado. A veces asumimos que la calidad es cara. Pero ¿no es más caro comprar algo que luego no me sirva o me satisfaga menos de lo esperado? Muchas veces culpamos a los sistemas de calidad de generar más trabajo, más trámites y más problemas en el funcionamiento de una empresa. Pero un sistema bien gestionado, en continuo funcionamiento y revisión evita multitud de fallos a la empresa y posibles reclamaciones de clientes. Constancia del curso
Lean Seis Sigma: La guía definitiva sobre Lean Seis Sigma, Lean Enterprise y Lean Manufacturing, con herramientas para incrementar la eficiencia y la satisfacción del cliente