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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA

UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DELOS LLANOS


OCCIDENTALES EZEQUIEL ZAMORA

“UNELLEZ”

TINAQUILLO- EDO. COJEDES

Ensayo: El derecho y la moral.

Prof.: Bachiller:

Abog. Juan León Yenny González


C.I: 22.599.084

Año: 1

Carrera: Derecho

Sub-proyecto: Introducción al derecho

Sección: 2

Abril, 2021
En el siguiente material, se encontrara temas relacionados con los diversos tipos de normas
dirigidas a la conducta para la acción humana: valores morales, el derecho como norma y
regla social, para la convivencia colectiva, los mandatos de pura índole jurídica, se señalara
cómo cada uno de estos tipos de normación tiene esencia y carácter propio; cómo cada uno
de estos tipos de regulación de la conducta apunta a unos valores correspondientes. Indagar
la diferencia fundamental entre derecho y moral, entre derecho y reglas del trato social,
consistirá en tratar de explicar cuál es el característico sentido propio de cada uno de esos
tipos de normas.
El objetivo principal es explicar la convivencia humana en sociedad desde un punto de vista
jurídico y moral, y observar si estos términos pueden trabajar en conjunto o no, pero ante
todo debemos expresar lo que es la convivencia humana, esta se define como el proceso
que implica demostrar respeto por el otro, consideración de las diferencias, compromiso,
tolerancia y reconocimiento mutuo. Ya que la convivencia es saber vivir en compañía de
otros, en su significado más amplio es la coexistencia pacífica y armoniosa de grupos
humanos en un mismo espacio.

El ser humano es un individuo social, ninguna persona vive totalmente bloqueada del resto,


ya que la interacción con otros individuos es necesaria para el bienestar y la salud. Sin
embargo, la convivencia no es fácil, debido que puede interferir de forma negativa por
ciertas diferencias sociales, culturales o económicas, ejemplo de ello es que en ciertos
países, los inmigrantes se ven obligados a compartir arriendo, y la convivencia entre
personas de diferentes nacionalidades puede ser tan enriquecedora como complicada,
debido a que el racismo se encuentra entre los peores componentes de una vida en común,
por otro lado, convivir con una persona cuya nacionalidad tenga vínculos negativos, puede
convertirse en el mejor camino para entender que generalizar es desperdiciar tiempo y
energías, y que un pasaporte no dice mucho acerca de un individuo.

Por ello, La convivencia social es un fenómeno que se da cuando varias personas de


características distintas son capaces de coexistir de manera armoniosa en un mismo espacio
durante un periodo determinado de tiempo, esto generalmente implica la aparición de
actitudes como el respeto y la aceptación mutua, aunque no siempre tiene por qué ser así.

De esta forma, surgen los métodos para que esta coexistencia pueda mantenerse a largo
plazo como lo es la aplicación de los valores éticos y morales, las normas morales, y el
derecho, este último se usa como el término jurídico para conciliar esta paz, basándose en
aspectos legales, ya que el derecho según La Real Academia Española la define como el
«conjunto de normas, principios, costumbres y concepciones jurisprudenciales y de la
comunidad jurídica, de los que se derivan las normas de organización de la sociedad y de
los poderes públicos, así como los derechos de los individuos y sus relaciones con
aquellos», mientras que Hans Kelsen (1881-1973) la define de la siguiente forma “El
derecho es una ordenación normativa del comportamiento humano, lo que significa: un
sistema de normas que regulan el comportamiento humano”, en pocas palabras, se puede
decir que el derecho es un conjunto o sistema de normas jurídicas, que se dictan para
organizar a los individuos y regirse sobre toda la sociedad, esta se imponen de forma
obligatoria a los destinatarios y cuyo incumplimiento debe acarrear una sanción coactiva
por parte del estado. Mientras que por otro lado, podemos definir los valores humanos
como el conjunto de virtudes que determinan el comportamiento de una persona, los
valores conforman las bases para alcanzar el bienestar personal y general de todos quienes
nos rodean, por lo que se consideran importantes por varias razones, debido a que en los
valores está en reconocer los principios que rigen nuestros comportamientos y sentimientos,
y que nos motivan a ser cada día mejores personas, también sirven de guía para tomar las
decisiones correctas ante los diversos acontecimientos de la vida, y nos permiten
responsabilizarnos de nuestros actos. Los valores según Rokeach (1973) lo define como
“Valores instrumentales o relacionados con modos de conducta: valores morales.” Por esto
y Además de las leyes jurídicas que gobiernan a los seres humanos, también no
encontramos con las leyes morales que gobiernan al hombre en su conducta libre. Santo
Tomás de Aquino definió la ley de la siguiente manera "Es una ordenación de la razón,
promulgada para el común por quien tiene el cuidado de la comunidad", mientas que por
otro lado Evandro Agazzi asevera que:

Las personas humanas son capaces de comprometerse a sí mismas a


defender y servir valores, principios, ideales, normas, con una devoción tan
completa, o de un modo tan absoluto, que pueden estar dispuestas a pagar
cualquier precio (incluso el sacrificio de su propia vida) con tal de no actuar
contra ellos, y esto porque sienten que respetarlas es su deber radical y
fundamental. Por este hecho preciso, estas personas adscriben a esas
entidades una dignidad y un derecho absolutos que obligan de modo
absoluto a su conciencia moral. 

Por ello, se puede decir que a pesar que el derecho y la moral atacan un mismo punto, el
cual es el condicionar el comportamiento de una persona para convivir en sociedad, lo
logran de manera distinta, Kelsen lo describe de la siguiente manera “Las normas jurídicas
pueden tener cualquier clase de contenido. La validez de una norma jurídica no puede ser
discutida sobre la base de que su contenido es incompatible con algún valor moral o
político. La norma fundamental de un orden jurídico es la regla suprema postulada. El
derecho es siempre derecho positivo, y su positividad reside en el hecho de que es creado y
anulado por actos de seres humanos”, mientas que por otro lado, La obligación moral es la
imposición que genera la razón sobre la voluntad, delante de una situación. Por ello, está
lejos de ser una imposición originada en la autoridad, o en la sociedad, esta se desarrolla
cuando una persona capta una razón con su inteligencia, y esta propone la voluntad para la
realización de tal razón, presionando suavemente, sin suprimir el libre albedrío; se trata, de
una exigencia propia de la conciencia, basada en un valor objetivo, pero surgida en lo más
íntimo y elevado de cada persona: su propia razón. Por lo tanto la obligación moral es
autónoma y no incompatible con el libre albedrío.

Por esto se ha dicho y discutido en varias ocasiones la relación que guardan los dos campos
normativos por excelencia, y más en estos tiempos donde los encuentros de los temas éticos
y el derecho aparecen diariamente y por doquier, como: la eutanasia, aborto, objeción de
conciencia, pena de muerte, derechos de las generaciones futuras, entre otros.

Aunque en épocas antiguas no había una clara distinción entre normas jurídicas y normas
morales. En la vida social de aquel entonces, según Jorge del Vechio dice que, "una
costumbre indistinta, compuesta de normas que tenían una fuerza obligatoria mal definida
en su naturaleza moral o jurídica” de esta manera, el Derecho y la Moral no se
diferenciaban sino que se mezclaban, confundidos en una misma cosa, aparecen englobados
en conjunto La Moral y el Derecho.

Pero en tiempos actuales, entre el derecho y la moral, no hay caminos de unión debido a
que el derecho se encuentra en un campo normativo muy diferente del orden de la moral, y
que en todo caso, cada uno de ellos poseen objeto de estudio y su campo de acción muy
bien definido y delimitado. En pocas palabras, se podría decir que lo que es derecho no es
moral e inversamente, lo que concierne a la moral no le concierne al derecho. Kant es una
buena referencia, él distinguió tres cosas. Primeramente, que el deber moral se cumple por
deber y no por inclinación. La buena voluntad lo es en sí misma y no por las cosas que ella
busca, o por los fines que se propone. En Segundo lugar se tiene que los imperativos, como
formulaciones de los mandatos de la voluntad, son hipotéticos o categóricos. Los primeros
hacen referencia a un fin externo a la voluntad y los segundos se representan la acción
como objetivamente necesaria, se podría decir, que su fin es la voluntad misma, y en tercer
lugar, que hay un orden de la heteronomía y un orden de la autonomía. Esta separación se
remonta a Kant, que dice que “la obligación moral, se caracteriza por el motivo de la
acción, que es la norma misma, mientras que en la obligación jurídica el motivo de la
acción es un cálculo, un temor, una conveniencia adaptativa, es decir, algo externo a la
norma.”, realizando una veracidad de esto se encuentra (Barroso, M, 1991), quien describe
la relación de la moral y el derecho de la siguiente forma:

Tanto la Moral como el Derecho son normas de conducta humana; pero la Moral
valora la conducta en sí misma, plenariamente, en la significación integral y última
que tiene para la vida del sujeto; en cambio el derecho valora la conducta desde un
punto de vista relativo, en cuanto al alcance que tenga para los demás. El campo de
imperio de la Moral es el de la conciencia, es decir, el de la intimidad del sujeto; el
área sobre la cual pretende actuar el Derecho es el de convivencia social.

Vecchio en su tesis sostiene que la conducta humana se encuentra regulada por dos órdenes
normativos: la moral por medio de normas exigentes - unilaterales, y el derecho a través de
sus normas imperativo-atributivas bilaterales, el jurista italiano, se topa con frecuencia con
preceptos que no se encuentran muy bien definidos, debido a que en algunas ocasiones se
parecen a la moral y en otras al derecho. Estos preceptos cuando poseen una formulación
unilateral que establece deberes sin conceder potestades, lo absorbe la moral, mientras que
cuando su formulación se realiza mediante una bilateralidad atributiva, nos encontramos en
el ámbito de la norma jurídica, para este autor, los convencionalismos sociales no forman
una condición especial de normas diferentes de las morales o las jurídicas, sino que estas
corresponden a la moral, en cuanto no permitan a nadie a exigir su cumplimiento.

Actualmente en la Sociedad, existen una serie de normas reguladoras de la conducta


humana que no son morales ni jurídicas, se trata de normas que forman una clase especial, a
la cual se le conoce como "Reglas del Trato Social", también son conocidas como
"Convencionalismos o Usos sociales", Ejemplos de este tipo de normas son la galantería, la
caballerosidad, la cortesía, la urbanidad, el decoro, la decencia, el compañerismo, tiene
semejanza con el derecho y la moral debido a que son ordenamientos normativos de
carácter social.

De modo, que podemos establecer comparaciones entre las normas morales y jurídicas
lográndose por medio de las siguientes notas diferenciales, encontrándose lo siguiente:

La Unilateralidad y bilateralidad, establece que las normas jurídicas son bilaterales en tanto
imponen un deber y sucesivamente permiten a otro sujeto a exigir el cumplimiento de esa
obligación, mientras que las normas morales son unilaterales solo imponen deberes sin
otorgar potestades, y las normas de trato social son unilaterales porque no se autorizan para
exigir su cumplimiento, por ello los convencionalismos sociales concuerdan con la moral
pero difieren del derecho.

Por otro lado, se tiene Autonomía y la heteronomía, donde las normas jurídicas son
heterónomas (dependiente) puesto que su origen se encuentra en la voluntad o decisión de
un sujeto distinto de la persona obligada, independientemente de la conformidad de éste,
mientras Las normas morales son autónomas (independiente) debido a que la voluntad del
obligado es concluyente para su acatamiento, y las normas de trato social son heterónomas
ya que son exigencias se originan en el grupo social al que la persona pertenece, por ello
los convencionalismos sociales coinciden con el derecho pero difieren de la moral.

Seguidamente, se tiene Interioridad y exterioridad, donde las normas jurídicas exigen a la


persona obligada a que ajuste su conducta a lo requerido por el bien común, es decir a su
manifestación exterior, independientemente de cuál ha sido la voluntad del mismo, es decir
de lo que la persona quiera, mientras que las normas morales exigen que la conducta del
sujeto, principalmente se encuentre en el interior y esté de acuerdo con ella, es dentro de
ellos mismos, y las normas de trato social sólo exigen un cumplimiento externo, y por esto
los convencionalismos sociales también concuerdan con el derecho pero difieren de la
moral.

También, se tiene la coercibilidad y la incoercibilidad, donde las normas jurídicas son


coercibles, de forma que son cumplidas coactivamente, es decir de manera obligatoria,
mientras que las normas morales son incoercibles, no puede darse un cumplimiento
obligatorio de ellas, los convencionalismos sociales son incoercibles, su incumplimiento no
da lugar a un cumplimiento forzado. En este aspecto los convencionalismos sociales
coinciden con la moral pero difieren del derecho.

Y por último, sus tipos de sanciones, tanto las normas jurídicas, como las morales y las de
trato social, están acompañadas de sanciones, en consecuencia del incumplimiento de una
norma moral provocara en la persona una serie de emociones negativas como el
remordimiento y sumado a esto el reproche social, mientras que las consecuencias por
incumplir una norma jurídica conlleva a sanciones institucionalizadas, Los
convencionalismos sociales también acarean sanciones que en varios casos tienden a ser
graves, como la exclusión del grupo o la marginación, pero tampoco se trata de sanciones
como las registra las normas jurídicas. Francisco Javier Anzoátegui contrasta las sanciones
del derecho con las de los convencionalismos sociales de la siguiente forma “Existe una
presión, que puede ser más o menos difusa, en el seno del grupo social en favor de su
cumplimiento, y en el caso de que se produzca el incumplimiento, se genera una reacción
en contrario. Por lo tanto, hay que reconocer que aunque en este caso existan diferencias
con las sanciones jurídicas, que se caracterizan por ser sanciones organizadas e
institucionalizadas, las reglas de trato social también son normas reforzadas por sanciones
que pueden consistir en el desprecio, en la creación de mala imagen pública, en la
marginación dentro del grupo o incluso la exclusión del mismo. La no institucionalización
de las sanciones propias de las reglas del trato social no es sinónimo necesario de falta de
gravedad o importancia. En muchas ocasiones pueden ser sentidas como más fuertes por
parte del individuo, al que le puede importar más el reproche del que es objeto por parte del
grupo en el que se integra que una determinada sanción administrativa”.

De esta forma, las relaciones entre la Moral y el Derecho componen una de las situaciones
más importantes y complicadas de la Filosofía del Derecho, sobre todo cuando afecta al
concepto del Derecho y su aplicación, a las relaciones entre la legalidad y la justicia. La
Moral y el Derecho hacen referencia a una parte relevante del comportamiento humano y se
representa con los mismos términos, como el deber, la obligación, a culpa, la
responsabilidad, entonces se puede decir que el contenido del Derecho tiene una
dependencia de la moral social actual, de la misma forma que la moral social intenta
describir con la asistencia forzosa del Derecho para de esta manera lograr la eficacia social.
Como Kelsen (1982), lo sostiene diciendo que "la moral, como el derecho, es positiva, y
para una ética científica solo entra en consideración una moral positiva, así como solo es
relevante, para una doctrina jurídica científica, un derecho positivo".

Encontrándose en el positivismo jurídico primordial, el cual considera referentes todos los


valores morales y de justicia, el ordenamiento jurídico constantemente traduce valores y
pensamientos morales actuales o aceptados socialmente con carácter dominante.

De esta forma, el Derecho y la Moral se hallan profundamente relacionados, pero son


órdenes normativos distintos no similares, y debido a esto es necesario precisar estas
diferencias y relaciones, ya establecidas y nombradas anteriormente.
En conclusión, en la historia se registran distintos tipos de normas que se encargan de
dirigir la conducta humana como lo es la moral, derecho, reglas del trato social, donde cada
uno de estos tipos de reglas funciona en sentidos diferentes; ya que cada una de estas
normativas tiene esencialmente una característica individual intencionalidad, estos
reguladores de conducta apunta a unos valores correspondientes. Indagando la diferencia
esencial entre el derecho y la moral, nos revelo que el derecho se inspira primordialmente
en el aspecto externo, y cuando toma en cuenta lo interno, lo realiza exclusivamente cuando
las intenciones han logrado manifestarse, es decir, el derecho lo hace "de fuera hacia
adentro", solo tomando en consideración los resultados a los motivos, mientras que la moral
mira lo que se piensa y lo que se hace. Por lo que no hay dominio de las acciones humanas
que no esté sometido a la especulación moral, es decir la moral valora las acciones "de
dentro hacia afuera", considera la intención que conllevo a los resultados obtenidos.

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