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NÚCLEO DE ANZOATEGUI
Dirección De Reuniones
Las reuniones son una actividad muy habitual, tanto dentro como fuera de los entornos de
trabajo, por lo que ser un hábil administrador de reuniones tiene recompensas importantes.
Debemos saber que la gestión hábil de reuniones es la que produce juntas de trabajo que
generan decisiones de calidad, no las decisiones de quien conduce la reunión, sino decisiones
que realmente reflejan las opiniones del grupo.
1. PROPÓSITO
La razón que motiva la reunión es hacer anuncios, tomar decisiones o efectuar lluvias de ideas
(brainstorming). Aunque las que realmente motivan organizar una reunión son las dos últimas.
El tamaño. Con muchos asistentes será más difícil tomar decisiones y con pocos no se
conseguirán los objetivos por falta de información y de asistentes, pueden faltar personas
clave.
Competencia-cooperación. Los grupos que trabajan con una meta en común con posición
cooperante se desarrollan de forma más eficaz y sus miembros tienen niveles más altos de
satisfacción, mejor comunicación interpersonal, mayor participación y desempeño.
Actividad y proceso. Debe generarse un equilibrio entre actividad y proceso. Los participantes
asociados al tipo actividad buscan conseguir objetivos, logros y metas. Mientras que los
participantes asociados al tipo proceso buscan buena participación y satisfacción.
Habilidades. Entre los participantes figuran los que conocen el problema que se discute, los
que aportan soluciones creativas creativas e imaginativas, los controladores de recursos y
finalmente los encargados de tomar decisiones. Si existen estos tipos de participantes en la
reunión la probabilidad de llegar a una decisión de alta calidad es enorme.
3. PLANEACIÓN
Es necesario una trabajo de preparación para organizar que se hará y cuando, es decir, una
agenda para la reunión. Los participantes deben llegar a la reunión preparados, conociendo la
información esencial, sus roles y como lograr el objetivo. Algunas investigaciones sugieren
varias reglas para planear reuniones eficaces (Tropman, 1966). Entre las más importantes y de
forma muy resumida:
Regla de las mitades. Toda la información a tratar en una reunión debe estar en manos del
programador a más tardar a la mitad de intervalo de tiempo entre la última reunión y la
siguiente.
Regla de los sextos. Sobre dos tercios de la agenda deben tratar temas de la agenda actual. El
tercio restante debe subdividirse en dos de manera que la primera parte debe tratar temas de
la agenda pasada y la segunda parte a lluvia de ideas.
Regla de los informes. Sustituir la ronda de informes por temas específicos, como anuncios,
decisiones o lluvia de ideas.
Regla de los tres cuartos. La información y agenda debe enviarse a tres cuartas partes del
tiempo transcurrido entre las reuniones.
Regla de la agenda. Deben escribirse con verbos activos o resúmenes de enunciados, no con
una sola palabra.
Regla de los tercios. Las reuniones se dividen en tres partes: Periodo de inicio donde se tratan
temas menos difíciles, periodo de trabajo arduo en el que se consideran los temas más difíciles
y periodo de descompresión en el que la reunión comienza a disolverse.
Regla de integridad de la agenda. Todos los temas de la agenda deben cubrirse y los que no
están en agenda no se deberían discutir.
4. PARTICIPACIÓN
Establecer reglas básicas. Es necesario aclarar que variaciones de la agenda serán toleradas y
como se administrará el tiempo.
Establecer reglas de decisión. Permitirán a los participantes sentirse más cómodos. Entre las
reglas podemos ver la regla extensa (la de la mayoría), la regla intensiva (ganan los que
muestran más interés), la regla de la participación.
Utilizar una variedad de medios. Permite mantener el interés y la actividad de los asistentes
con métodos multimedia.
Alentar y establecer la participación. La participación entre los asistentes debe ser equitativa.
Buscar el equilibrio de participación con preguntas abiertas, alentando a contribuir con
experiencias, con contacto visual. Se trata de facilitar la discusión más que dominarla.
Resumir. Cerrar la reunión incidiendo en las decisiones tomadas, tareas asignadas y progreso
alcanzado.
5. PERSPECTIVA
Se trata de evaluar las decisiones tomadas y el proceso de las juntas de trabajo desde la
distancia con métodos como MDI. Este nos proporciona una visión rápida de los participantes
sobre las reuniones.
Agenda
La agenda de trabajo o plan de reunión establece el marco laboral sobre el cual se desarrollan
las distintas estrategias del día. La agenda se distribuye generalmente a los participantes de
una reunión antes de la misma, de modo que los asistentes estén enterados de los temas que
se discutirán y puedan prepararse consecuentemente para la reunión.
El Plan de reunión puede incluir a todas las personas que representan diferentes funciones,
realizar el seguimiento de proyectos específicos, para la toma de decisiones, planificar
actividades o simplemente para las órdenes del día.
Casi siempre antes de una reunión se debe hacer una convocatoria por medio de avisos.
Es de gran importancia agendar todos los puntos a ser tratados en una reunión ya que al
organizar y planificar todos los detalles, la información llegará a todos directamente. La
persona que conduce una reunión debe iniciar diciendo cual es el propósito y objetivo de la
reunión.
Idealmente, una reunión no debería durar más de 2 horas. Para desarrollar la agenda los
puntos deben ser específicos.
CONVOCATORIA
Es un llamamiento oral o escrito para que se acuda a cierto lugar o se realice alguna cosa,
destinado a una o más personas (en este caso puede ser realizada por carta a sus domicilios,
telefónicamente, por email, con afiches en los lugares donde asiste la gente que se desea
convocar, etcétera) o al público en general, en cuyo caso la convocatoria debe ser hecha
empleando algún medio masivo de comunicación.
Cuando hablamos de hábitos nos referimos a cualquier cosa que forme parte de nuestro día a
día, cuando hablamos de la gente altamente efectiva hay que tener en cuenta tres
componentes que son fundamentales para ser parte de este grupo de personas los cuales son:
-El conocimiento
-Las habilidades
El conocimiento se refiere a lo que vamos a hacer y tener claro e porque lo vamos a hacer.
Las habilidades indican como vamos a hacerlo. El deseo es la motivación y ganas de hacerlo.
Los hábitos de la gente altamente efectiva son 7, los 3 primero son los que van a de la
dependencia a la independencia.
1. PROACTIVIDAD
Es muy importante entender que las cosas son creadas dos veces, primero la visualizamos en la
mente para luego proceder a su construcción, este hàbito de efectividad refleja el liderazgo
personal y satisfacer la necesidad de encontrar un sentido a la existencia y comenzar cada día
con un claro entendimiento de su dirección y destino deseado, este es el primero la creación
mental.
Este es el hábito que posibilita el logro de satisfacciones compartidas entre todas aquellas
personas que participan en un proceso de negociación.
Este hábito comprende el estudio de seis paradigmas de interacción humana: 1) ganar / ganar;
2) gano / pierdes; 3) pierdo / ganas; 4) pierdo / pierdes; 5) Gano; y 6) ganar / ganar o no hay
trato. Cada uno de estos paradigmas es un modelo de relaciones humanas que conlleva
determinados objetivos y logros; sin embargo, el primer modelo de los nombrados en una
realidad interdependiente es el único viable Este primer modelo representa beneficios
mutuamente satisfactorios, además de que supone aprendizaje recíproco e influencia mutua.
Algunos ejemplos ilustrativos sobre el hábito del beneficio mutuo, son los siguientes:
Piense que si trata al otro como a usted mismo le gustaría ser tratado, estaría sembrando la
semilla del ganar / ganar.
Acepte el hecho de que tanto usted como los demás pueden y deben resultar beneficiados en
una negociación.
Cultive una filosofía de vida ganar / ganar en la vida familiar, laboral y social.
Estimule la inteligencia del equipo de trabajo aportando una filosofía y conducta sustentada en
ganar / ganar.
5. Procure primero comprender y después ser comprendido.
Este es el hábito que sustenta la necesidad de comprender con empatía al otro para después
ser comprendido y poder edificar relaciones interpersonales más constructivas.
Algunos ejemplos ilustrativos sobre el hábito de la comunicación empática, son los siguientes:
Aprenda mentalmente a ponerse en los zapatos del otro para empezar a comprenderlo.
Reconozca que para comprender al otro deberá aprender a escucharlo... con la mente abierta.
Compórtese con la necesaria firmeza y seguridad frente a los demás para ser escuchado.