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neurología neonatal

Malformaciones del sistema nervioso central:


correlación neuroquirúrgica
Juan C. Jiménez-León, Yaline M. Betancourt-Fursow, Cristina S. Jiménez-Betancourt

Resumen. Las malformaciones congénitas del sistema nervioso central se relacionan con alteraciones en la formación del Hospital General de Castellón;
Castellón, España (C.S. Jiménez-
tubo neural, en las que se incluyen la mayoría de las entidades de tratamiento neuroquirúrgico, disrafismos y craneosi- Betancourt). Instituto Neurológico;
nostosis, alteraciones de la proliferación neuronal, microcefalias y megalencefalias, anomalías de la migración neuronal, Instituto Docente de Urología
lisencefalia, paquigiria, esquisencefalia, agenesia del cuerpo calloso, heterotopías y displasias corticales, malformaciones (Y.M. Betancourt-Fursow). Escuela
de Medicina; Universidad de
raquimedulares y disrafias medulares. En el presente trabajo se clasifican las diferentes malformaciones del sistema ner- Carabobo (J.C. Jiménez-León).
vioso central susceptibles de corregirse mediante cirugía en el menor tiempo posible y se exponen los mecanismos de Valencia, Venezuela.

génesis de estas lesiones cada vez mejor estudiadas desde las áreas neurogenética y neuroembriológica. Esto involucra la Correspondencia:
posible conexión de áreas de conocimiento novedosas, como los mecanismos de alteración de la inducción dorsal (cierre Dr. Juan Carlos Jiménez León.
Centro Policlínico Valencia.
del tubo neural) y ventral (telencefalización) con los mecanismos actuales de corrección, y también las anomalías de la Avda. Carabobo. Torre C. Piso 1.
proliferación y diferenciación celular de la migración neuronal y, finalmente, el complejo de malformaciones que afectan Cons. 112. Urb. La Viña. Valencia
2001, Venezuela.
la fosa posterior y las posibilidades actuales de corrección de éstas.
Palabras clave. Craneosinostosis. Disrafismos craneales. Disrafismos espinales. Hidrocefalia congénita. Malformación de E-mail:
neurojcj@gmail.com
Chiari. Malformación de Dandy-Walker. Malformaciones congénitas del sistema nervioso central.
Declaración de intereses:
Los autores manifiestan la
inexistencia de conflictos de
interés en relación con este artículo.

Introducción la espinal. Este proceso resulta de la interacción de Aceptado tras revisión externa:
04.06.13.
genes que definen los territorios de los diferentes ti-
Las anomalías congénitas del sistema nervioso cen- pos de células germinales, que se distribuyen por un Cómo citar este artículo:
Jiménez-León JC, Betancourt-
tral (SNC) constituyen una importante causa de mi- patrón guiado por los genes denominados Sonic Fursow YM, Jiménez-Betancourt CS.
nusvalía infantil, con una incidencia que varía entre hedgehog, que actúan co­mo moléculas señalizadoras Malformaciones del sistema nervioso
0,8 y 1,3 cada 100 nacidos vivos. Se asocian a una de las áreas neurales del embrión [1]. central: correlación neuroquirúrgica.
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amplia variedad de síndromes genéticos y anomalías Las células más dorsales del tubo neural (cresta S37-45.
cromosómicas. Para comprender mejor las anoma- neural) forman, mediante la proliferación y migra-
© 2013 Revista de Neurología
lías del SNC, recordaremos brevemente cómo es el ción, la mayor parte del sistema nervioso periférico.
desarrollo normal de dicho sistema. En el desarrollo Muchas células proliferan dentro del tubo neural y
normal del embrión, en la fase germinativa entre la se adelgazan y desplazan a través de las paredes, mo-
primera y segunda semana postovulatoria, se inicia viéndose para ocupar posiciones clave en el neuro-
el período embrionario, desde la segunda semana desarrollo; por ejemplo, el desarrollo del córtex del
hasta el fin del segundo mes. En él, las tres capas ge- cerebro anterior (prosencéfalo), donde la zona de la
neran cambios extraordinarios (ectodermo, meso- matriz germinal, tejido adyacente a la luz del tubo
dermo y endodermo). El mesodermo subyacente se neural (el futuro sistema ventricular), contiene célu-
denomina ‘inductor’ y envía señales al ectodermo, las madre neurales, que son las precursoras de las
que es el tejido inducido, instruyéndolo a desarrollar neuronas y de los dos tipos de células gliales, los oli-
el tejido neural, la formación de la cresta y el tubo godendrocitos y los astrocitos, que migran a través
neural. Al plegarse el ectodermo neural a lo largo del de células gliales radiadas a ocupar sus lugares en las
embrión, en la fase de neurulación primaria, se cie- diferentes seis capas de la corteza cerebral [2].
rran el neuroporo anterior (días 24-26) y después el Aunque cada célula del SNC está específicamente
neuroporo posterior (días 26-28). La fase de regio- programada y ubicada en su lugar, se inician el creci-
nalización y especificación del SNC ocurre a lo largo miento axonal y las sinapsis, así como la creación de
del tubo neural en sentido rostrocaudal y dorsoven- las redes neuronales y gliales. El mecanismo que con-
tral. En la porción rostral se forma el cerebro ante- trola estas conexiones es complejo y no se entiende
rior, medio y posterior, y en la parte caudal, la médu- por completo. Algunas células fallan en sus conexio-

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nes y van hacia la apoptosis, que es el resultado del neural, se produce la anencefalia, condición letal,
fallo en obtener los factores de supervivencia produ- afortunadamente infrecuente por el rápido diag-
cidos por las células diana pluripotenciales [2]. nóstico prenatal. Existe degeneración de las células
neurales, ausencia de tejido mesodérmico dorsal y
ausencia del hueso craneal, y sólo están presentes
Alteraciones en la formación del tubo restos distales del SNC, como el tallo y la médula
neural: anomalías de la inducción dorsal espinal, asociados a raquisquisis cervical y exence-
falia (herniación del tejido cerebral). Algunos neo-
Cuando se produce un defecto en el cierre del tubo natos pueden tener automatismos de succión, re-
neural (craneal o caudal), se origina un disrafismo flejo de Moro y crisis que remedan los espasmos
(comunicación persistente entre el neuroectoder- infantiles. Su sobrevida es de días o semanas [3].
mo posterior y el ectodermo cutáneo). El tubo neu- La atelencefalia consiste en un defecto en el que
ral se fusiona entre el día 18 y 26 tras la ovulación. existe el hueso craneal, pero no se desarrollan las
Alteraciones en la formación del tubo neural pue- estructuras por encima del diencéfalo; por tanto,
den provocar anencefalia, encefaloceles y espina no existe corteza cerebral. En el grupo de los ence-
bífida abierta y oculta. En relación con la etiología faloceles, en los que existe un defecto mesenqui-
de ests malformaciones, se habla de un origen mul- mal con herniación de estructuras cerebrales y sus
tifactorial. Se trata del grupo de malformaciones cubiertas a través de él, están descritos el cráneo
más frecuentes del SNC y su prevalencia varía entre bífido, el encefalomeningocele –donde sólo hay
las diferentes poblaciones, con cifras entre 0,8 y 1 protrusión de las meninges a través de un defecto,
cada 1.000 nacidos vivos. Entre los factores asocia- generalmente de la línea media–, los encefaloceles
dos comunes a estas lesiones, tanto genéticos como anteriores (etmoidales, esfenoidales, nasoetmoida-
medioambientales, se incluyen el déficit de folatos, les y frontonasales) –que se asocian a hiperteloris-
madres adolescentes, bajo nivel socioeconómico, mo–, anomalías ópticas, alteraciones endocrinas y
ingesta de ácido valproico o exposición a radiacio- asociación a fístulas de líquido cefalorraquídeo.
nes y antagonistas del folato, como el trimetoprim, Este grupo de entidades son susceptibles de co-
la carbamacepina, la fenitoína y el fenobarbital [3]. rrección quirúrgica mediante abordaje del defecto
El riesgo de recurrencia para gestantes que tuvie- y duroplastia para prevenir la aparición de menin-
ron un hijo con defecto del cierre del tubo neural es gitis recurrente; actualmente, podemos abordarla
del 1,5-5%, y puede llegar hasta un 10% en las anen- por vía transesfenoidal o combinando técnicas cra-
cefalias [3,4]. En el Reino Unido, la anencefalia y la neales y esfenoidales en colaboración con los en-
espina bífida tienen igual prevalencia, y juntas cons- doscopistas de otorrinolaringología. Finalmente,
tituyen el 95% de todos los defectos de cierre del los encefaloceles posteriores, con contenido occi-
tubo neural [1]. Actualmente, muchos países, en pital o cerebeloso, pueden asociarse a malforma-
sus programas de prevención, incluyen la ingesta ción de Arnold-Chiari y a anomalías de la unión
de polivitamínicos que contengan ácido fólico para occipitocervical, susceptibles de corrección neuro-
reducir la incidencia de estos defectos. Una ingesta quirúrgica [5].
mínima de 400 µg/día antes de la concepción y du-
rante las primeras 12 semanas del embarazo pre- Disrafismos medulares
viene muchos de los defectos de cierre del tubo
neural [4]. Se originan por un cierre defectuoso del neuroporo
El diagnóstico prenatal de los defectos de cierre posterior y comprenden una amplia variedad de
del tubo neural puede realizarse midiendo los nive- malformaciones, desde las más benignas, como la
les de α-fetoproteína en el suero materno y en el lí- espina bífida oculta sin lesión neurológica, hasta las
quido amniótico mediante amniocentesis las pri- más complejas, como el mielomeningocele. En la
meras 18 semanas del embarazo. Un nivel alto de espina bífida oculta hay un defecto en el cierre del
α-fetoproteína impone realizar ultrasonido de alta arco posterior, generalmente de L5, asintomático la
resolución, que puede detectar estos defectos pre- mayoría de las veces. Se detecta por alguna explo-
cozmente antes de las 20 semanas y permitir así el ración radiológica en la que se observa la falta de
control de la patología [1,3]. cierre. La espina bífida tiene dos variantes: el me-
ningocele, donde sólo hay meninges en el saco dis-
Disrafismos craneales ráfico; y el mielomeningocele, donde hay médula
espinal, raíces y meninges, generalmente en ubica-
Cuando existe fallo global del cierre cefálico del tubo ción dorsolumbar, lumbar o lumbosacra. Esta ubi-

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cación está directamente relacionada con el déficit


neurológico asociado. Figura 1. Esquemas sagitales y axiales del mielomeningocele. Se muestra un esquema sagital con el
borde de la piel displásica y el contenido del saco, y con la médula espinal anclada y las raíces. En el corte
La etiología de la espina bífida se corresponde
axial se esquematiza el plano de acceso quirúrgico de la lesión, donde se diseca y repara la duramadre y
con un defecto primario del cierre posterior del las capas dérmicas hasta un margen sano. (Figura de los autores).
tubo neural, presente ya en la cuarta semana tras la
concepción, que involucra factores genéticos y am-
bientales [6]. La espina bífida y la anencefalia son
las dos malformaciones más frecuentes del tubo
neural y afectan a 1-2 de cada 1.000 nacidos vivos.
Raramente se asocian alteraciones cromosómicas
en los pacientes con espina bífida. El factor terató-
geno más frecuente es el déficit de ácido fólico en
las primeras semanas de gestación, que, correlacio-
nado con malnutrición, nivel socioeconómico bajo,
diabetes o consumo de alcohol o de ácido valproico
por la madre, produce un aumento de incidencia de
malformaciones del tubo neural. El 80-90% de las
disrafias espinales quísticas corresponden a mielo-
meningoceles, que son lumbosacros en el 80% de
los casos. Existe déficit sensitivo y motor, depen-
diendo del nivel lesional, que involucra el control
esfinteriano. Los niños sobrevivientes deben ser
cuidados en unidades multidisciplinarias con ma-
nejo ortopédico, urológico, fisioterápico y psicote-
rapéutico. El 5% de este grupo corresponde a me-
ningoceles, mucho más benignos, sin tejido nervio-
so dentro del quiste meníngeo. No se asocian a hi- paración in utero, practicando una derivación ven-
drocefalia y el examen neurológico es normal [7]. triculoamniótica y una cobertura del defecto con
Cuando existen anomalías medulares asociadas o membrana amniótica que podría mejorar el pro-
médula anclada (tethered cord syndrome), puede nóstico de estos neonatos, ya que reduciría la masa
aparecer incontinencia de esfínteres, trastornos lo- disráfica y la hidrocefalia al nacer [10]. Desde el
comotores o alteración refleja [8,9]. punto de vista práctico, es una de las intervencio-
La hidrocefalia es la complicación más impor- nes que más se realizan en neonatos. La técnica de
tante de los mielomeningoceles lumbosacros. Se la reparación del saco herniado y su contenido se
presenta en un 90% de los casos y se asocia a la mal- diseca y recoloca meticulosamente. Mediante téc-
formación de Chiari II en un 70% de los casos, en nica magnificada se disecan las raíces y se cierra la
los que se produce un descenso de las tonsilas cere- duramadre y la piel redundante. Se puede realizar
belosas y de la médula oblonga debajo del foramen tercerventriculostomía endoscópica, ya que consti-
magno hasta C2. Esta distorsión de las estructuras tuye una hidrocefalia obstructiva, pero un alto por-
de la fosa posterior asociada al mielomeningocele centaje termina en shunts ventriculoperitoneales
puede causar alteración de los pares craneales bajos [11]. Un esquema personal del abordaje lo mostra-
y apneas (muchas veces confundidas con crisis epi- mos en la figura 1.
lépticas) [8]. Finalmente, algunas disrafias espinales ocultas
Los mielomeningoceles se complican frecuente- se asocian a estigmas dérmicos, como nevos, luna-
mente con meningitis, bien ascendente por infec- res vellosos, senos dermales o masas subcutáneas,
ción del quiste, bien secundaria al tratamiento de la donde, si existe déficit neurológico, se impone la
hidrocefalia. Se diagnostican frecuentemente en la realización de una RM; en ella podemos encontrar
época prenatal. Si el diagnóstico se hace tardíamen- comunicación a lipomeningoceles o senos dérmi-
te en el tercer trimestre, los pacientes precisan tra- cos que se asocian a lipomas intramedulares. Éstos
tamiento quirúrgico; si es precoz, se realiza por pueden producir meningitis recurrentes. En algu-
imágenes, ecografía o resonancia magnética (RM), nos casos, una banda ósea divide el canal medular
y con niveles de α-fetoproteína. El abordaje debe en dos mitades, la diastomatomielia, que resulta di-
ser lo más precoz posible antes de la ruptura del fícil de manejar, ya que su resolución quirúrgica es
saco meníngeo malformado. Se ha intentado su re- delicada y controvertida [1,7,9].

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Trastornos de la regionalización: sividad variable y autosómica recesiva [14]. Es im-


anomalías de la inducción ventral portante determinar la circunferencia cefálica baja
en el período neonatal e investigar si existe asocia-
El desarrollo anormal de la porción anterior del ción con craneosinostosis, hecho que podría reque-
tubo neural (prosencéfalo mediobasal) y sus estruc- rir cirugía precozmente. Cuando existe una causa
turas asociadas (causadas por disturbios en la in- genética de la microcefalia, se pueden asociar ano-
ducción ventral, donde se implican las tres capas malías significativas, como liberación piramidal, es-
germinales) afectan la telencefalización (división y pasticidad y dificultades graves del aprendizaje. És-
expansión lateral de la vesícula cerebral primaria), y tas forman parte de más de 450 síndromes de la base
se asocian defectos de la línea media craneofacial. de datos dismorfológicos de Oxford [1]. Entre las
Esta anomalía se relaciona con cromosomopatías causas no genéticas de microcefalia, se incluye la ra-
(trisomías 13 y 18) y factores ambientales [2,3]. diación ionizante en el primer trimestre del emba-
La forma más grave de esta malformación es la razo, infecciones intrauterinas, tóxicos y fármacos, y
holoprosencefalia, en la que existe un fallo del pro- eventos hipoxicoisquémicos perinatales. Esto últi-
sencéfalo al dividirse en los dos hemisferios cere- mo se expresa con una circunferencia cefálica nor-
brales. Existe desorganización de la corteza cerebral mal al nacer, pero con una curva decreciente.
y hay un menor número de neuronas, que están En la microcefalia radial, existen cerebros peque-
desorientadas y no adoptan una laminación nor- ños que conservan su estructura cortical radial en co-
mal. Está asociada a las trisomías 13-15 y 18 [12]. lumnas, pero con reducción de elementos neurona-
Estos trastornos se asocian a alteraciones morfo- les y gliales, y cursa con retraso mental y epilepsia.
lógicas de la línea media facial, desde las formas más En la macrocefalia-megalencefalia, existe un ex-
leves, como la aplasia olfatoria, hasta las más graves, ceso de proliferación celular, a veces de tipo pseu-
como la ciclopía (anoftalmia asociada a agenesia na- dotumoral o hamartomatoso. La clínica se relacio-
sal), en la que se desarrolla un solo ojo en la línea na con la etiología del proceso. Muchas veces, la
media en la zona medionasal no formada o se forma macrocefalia es familiar, y hay asociación con retra-
un esbozo de nariz en forma de probóscide. La ce- so del aprendizaje, anomalías neurológicas y con-
bocefalia es otra anomalía facial, caracterizada por vulsiones.
una nariz pequeña con un solo orificio nasal situada La hemimegalencefalia es el agrandamiento uni-
debajo de unos ojos subdesarrollados y muy juntos. lateral de un hemisferio cerebral o cerebeloso. Es
La anomalía facial menos grave es el labio leporino una alteración compleja que incluye trastornos tan-
o agenesia premaxilar, que tiene diferentes grados to de la proliferación como de la migración. El pa-
de dismorfía [3,12]. trón de las circunvoluciones del hemisferio afecto es
El diagnóstico prenatal es posible mediante eco- anormal y se observan áreas de paquigiria o polimi-
grafía fetal, buscando el hipotelorismo y la estruc- crogiria. El neocórtex pierde su organización lami-
tura facial, y mediante RM, que se asocia a retraso nar, se observan células gigantes multinucleadas y
psicomotor variable, tetraplejía espástica y convul- son frecuentes las heterotopías neuronales y gliales.
siones [12,13]. Cursa con retraso mental variable, hemiparesia y
epilepsia, muchas veces precoz y de difícil control
[3]. Puede presentarse de forma aislada o en el con-
Trastornos en el desarrollo cortical: anomalías texto de síndromes neurocutáneos, asociada a erro-
en la proliferación y diferenciación celular res innatos del metabolismo, como anomalías de la
cadena respiratoria [4], o como una encefalopatía fo-
Una vez cerrado el tubo neural, se producen altera- cal progresiva, y requerir una hemisferectomía para
ciones en la proliferación celular anteriores a la mi- el control de la epilepsia, como en la enfermedad de
gración neuronal y la corticogénesis. Existe una es- Rasmussen, con relativo buen pronóstico [15].
trecha relación entre las alteraciones de la migra-
ción neuronal y las de la proliferación celular, y aquí
vamos a describir la microcefalia, la macrocefalia y Anomalías de la migración neuronal
la hemimegalencefalia.
En la microcefalia hay una variante, que es la mi- Las neuronas, al migrar, pueden fallar o no llegar al
crocefalia vera, en la que existe desproporción cra- sitio originalmente fijado por el patrón genético
neofacial y una importante pérdida de neuronas en programado dentro de la corteza cerebral. Estas
las capas II y III del neocórtex. Se han descrito pa- anomalías pueden ser focales o difusas. Cuando las
trones de herencia autosómica dominante de expre- neuronas no alcanzan la zona periventricular, se

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producen heterotopías periventriculares. Si las neu- complejo distrofina asociadas a esta malformación.
ronas, al migrar, no completan su trayecto cortical, Es una malformación cerebral compleja que asocia
se produce la lisencefalia. Si unas neuronas no fina- cinco tipos de alteraciones: lisencefalia, ventriculo-
lizan esta migración y otras la completan, se produ- megalia, anomalías de la sustancia blanca, hipopla-
cen heterotopías en banda o nodulares. Este com- sia del cerebelo y tallo cerebral, y polimicrogiria ce-
plejo proceso de migración puede alterarse por rebelosa. Se asocia con malformaciones oculares o
causas genéticas y adquiridas, dependiendo de la distrofia muscular congénita y agrupa tres síndro-
edad gestacional, y será más o menos grave. En las mes con herencia autosómica recesiva [3,19,20].
formas graves se produce lisencefalia (agiria, paqui- Existe un grupo especial de trastornos de la mi-
giria o polimicrogiria) y en las formas menores hay gración que genera heterotopías. Consiste en la dis-
laminación anormal del neocórtex o microdisgene- posición inhabitual, fuera de las capas corticales, de
sias, focales o multifocales [16,17]. elementos neuronales o gliales. Las heterotopías pe-
En el complejo agiria-paquigiria, la lisencefalia o riventriculares son grupos anormales de neuronas
agiria es una malformación importante de la corte- en la región subependimaria que pueden corres-
za cerebral caracterizada por una superficie cere- ponder a un síndrome malformativo complejo, o
bral lisa, sin surcos. La paquigiria representa una masas aisladas de heterotopías asintomáticas. Pue-
forma menos grave, con corteza engrosada y esca- den ser clínicamente silentes o asociarse a epilepsia
sez de surcos cerebrales. y trastornos del desarrollo. Las heterotopías sub-
La lisencefalia clásica (de tipo I) es un trastorno corticales se dividen en dos grupos: heterotopías
de la migración neuronal producido por alteración nodulares de la sustancia gris, que se encuentran en
en la expresión de los genes que median en la mi- asociación con otros trastornos de migración y pue-
gración. El gen de la lisencefalia (LIS-1) codifica la den causar crisis parciales, y heterotopías subcorti-
subunidad β del factor activador de plaquetas acetil- cales laminares, también conocidas como heteroto-
hidrolasa [18], y su mutación da lugar a engrosa- pías en banda o doble corteza [16].
miento del córtex cerebral, con disposición cortical Las displasias corticales son alteraciones focales
en cuatro capas anómalas, frecuentemente asociado y limitadas de la organización de la corteza cere-
a heterotopías neuronales y disgenesia del cuerpo bral, en las que se altera la disposición radial y lami-
calloso [3,19]. Hay un claro límite entre la sustancia nar de las células, con heterotopías neuronales y
gris y la sustancia blanca, y la proporción entre am- gliales. Son frecuentes las células gigantes multinu-
bas es de 4 a 1. Comprende un espectro de asocia- cleadas. Suelen descubrirse en el contexto de una
ciones sindrómicas variables: el síndrome de Miller- epilepsia parcial refractaria y son potencialmente
Dieker, que presenta lisencefalia clásica y crisis epi- quirúrgicas [21].
lépticas frecuentes, se identifica con una deleción en La polimicrogiria (microgiria) se caracteriza por
la región 17p13.3 en el 92% de los casos; además, presentar macroscópicamente un cerebro con un
existen secuencias de lisencefalia aislada y de lisen- gran número de pequeñas circunvoluciones, sepa-
cefalia ligada al cromosoma X-heterotopía subcor­ radas por amplios surcos y leve engrosamiento fo-
tical en banda (LISC-HSCB) [17-19]. Mutaciones cal de la corteza cerebral. Se presenta generalmente
en un segundo gen del cromosoma X, DCX (double- después del quinto mes de embarazo. Su etiología
cortin), causan también este tipo de lisencefalia. es multifactorial y se relaciona con infecciones vira-
La microlisencefalia es una lisencefalia con mi- les intrauterinas (citomegalovirus y virus de Epstein-
crocefalia congénita grave e hipoplasia marcada del Barr), causas genéticas e hipoxia. Las manifestacio-
cerebro y el cerebelo. nes clínicas dependen de la extensión de la lesión y
En la lisencefalia con hipoplasia cerebelosa, la li- su ubicación.
sencefalia cerebrocerebelosa no presenta microce- Existe un síndrome perisilviano bilateral (sín-
falia tan intensa como la descrita anteriormente. drome opercular anterior), que puede corroborarse
En la lisencefalia tipo II, o síndrome de Walker- mediante RM [13], en el que se visualiza la aparien-
Walburg (displasia de tipo cobblestone), se describe cia de la polimicrogiria. Estos pacientes presentan
una corteza gruesa y granular resultado de una pro- parálisis pseudobulbar con disartria, pérdida del
liferación mesenquimal. Está cubierta de meninges control voluntario facial y dificultad para alimen-
engrosadas, existe malformación cerebral y muscu- tarse por trastornos en la motilidad lingual (se ha
lar, y los recién nacidos presentan anomalías ocula- notificado ocurrencia familiar) [14]. En la polimi-
res con displasia retiniana, macroftalmia y anoma- crogiria se asocian heterotopías neuronales, ventri-
lías del segmento anterior ocular. Existen niveles culomegalia y áreas de paquigiria. Entre los diver-
elevados de creatincinasa y mutaciones dentro del sos síndromes se describe la polimicrogiria bilateral

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parcial, unilateral y las esquisencefalias. Esta última do existe alargamiento asociado de los cuernos oc-
es la forma más grave. Expresa un fracaso total y cipitales ventriculares, esta malformación se deno-
segmentario en la formación de la matriz germinal mina colpocefalia [16]. La agenesia del cuerpo ca-
o de la migración de los neuroblastos contenidos en lloso aislada puede ser hereditaria, pero el locus aún
dicha zona, y se produce una fisura que va desde la no se ha mapeado y la trasmisión genética no sin-
corteza hasta la superficie ventricular. Se involucra drómica es infrecuente. Se ha asociado a las triso-
un mecanismo isquémico en el territorio de la arte- mías 13 y 18, y se ha notificado en más de 20 sín-
ria cerebral media que dificulta los mecanismos de dromes malformativos autosómicos y ligados a X.
reparación celular e interfiere con la migración La agenesia del cuerpo calloso constituye parte del
neuronal en la zona. Puede ser uni o bilateral, y aso- síndrome de alcohol fetal y se observa, además, en
ciarse a displasias corticales y ausencia del septo la acidosis láctica y en la hiperglucemia no cetósica.
pelúcido. Los bordes de la esquisencefalia presen- Cuando observamos agenesia del cuerpo calloso
tan corteza polimicrogírica [14,20]. como lesión única, puede ser asintomática, pero
generalmente hay trastornos en la integración de
las funciones de los hemisferios, y en algunos niños
Trastornos de la organización cortical hay retraso mental, epilepsia y parálisis cerebral [3,
4]. Puede diagnosticarse con ultrasonido prenatal a
Algunos pacientes presentan microdisgenesia cor- las 20 semanas de gestación. Si se diagnostica al fi-
tical, que es una anormalidad microscópica de la nal del embarazo, el pronóstico y el consejo a los
organización cortical de sus capas. Se ha descrito padres son más complejos, ya que muchos casos
en cerebros de pacientes con epilepsia, autismo, es- pueden tener curso benigno y asintomático. Deci-
quizofrenia y síndrome de alcohol fetal. Las investi- dir la interrupción del embarazo dependerá de la
gaciones en esta área para explicar la disfunción asociación a otras malformaciones en el feto [23].
cerebral son motivo de amplios estudios y discusio- La displasia septoóptica es la ausencia del septo
nes. Existen alteraciones de la organización cortical pelúcido con hipoplasia de los tractos ópticos. Se
macroscópica que pueden detectarse por neuro- describen dos subtipos: la de tipo I, sin anomalías
imágenes (tomografía axial computarizada y RM) y concomitantes; y la de tipo II, asociada a anomalías
están asociadas a encefalopatías epilépticas o a pa- de la migración neuronal [24].
cientes con epilepsia de inicio precoz y refractario,
tanto focal como generalizada. La resección de es-
tas áreas de displasia cortical es objeto importante Malformaciones de las
para la cirugía de la epilepsia [22]. estructuras de la fosa posterior
Al final de la cuarta semana de gestación, el tubo
Anomalías de las estructuras de la línea neural se divide en las tres vesículas primordiales:
media cerebral asociadas o combinadas prosencéfalo, mesencéfalo y rombencéfalo; este úl-
timo, a su vez, se subdivide en metencéfalo y mie-
Existen anomalías que representan una superposi- lencéfalo. Los hemisferios cerebelosos (neocerebe-
ción entre diferentes clases de malformaciones. Los lo) se derivan fundamentalmente del metencéfalo,
períodos teratógenos están espaciados estrecha- mientras que el vermis (paleocerebelo) se deriva del
mente y se superponen, sobre todo ante las causas mesencéfalo. Las malformaciones de las estructu-
ambientales. Cuando son síndromes determinados ras de la fosa posterior incluyen aplasia o hipoplasia
genéticamente, se afecta más de un proceso del de- de los hemisferios cerebelosos, que pueden asociar-
sarrollo. se a malformaciones del tallo cerebral. Las malfor-
La agenesia del cuerpo calloso puede ser asinto- maciones del vermis incluyen las siguientes:
mática, con una prevalencia no bien determinada,
pero puede oscilar entre 0,05-70 de 10.000 en la po- Malformación de Dandy-Walker
blación general y aumenta a 230 de 10.000 en niños
con trastornos del desarrollo. La agenesia del cuer- Hay agenesia total o parcial vermiana, dilatación
po calloso puede ser completa o parcial; cuando es del IV ventrículo y alargamiento de las estructuras
completa, hay ausencia del cíngulo. Debe distin- de la fosa posterior. Aquí se produce una atresia de
guirse la agenesia del cuerpo calloso verdadera de los forámenes de Luschka y Magendie, con persis-
la asociada a malformaciones más complejas del tencia de la estructura membranosa anterior, que
prosencéfalo, como en la holoprosencefalia. Cuan- obstruye el IV ventrículo, aislándolo. Existe una di-

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Neurología neonatal

latación quística del IV ventrículo, que comunica peduncular profunda produce el signo del molar en
con una megacisterna magna o hidrocefalia evolu- el corte axial de la RM.
tiva de tipo obstructivo. Se asocia a otras anomalías
en un 68%, y en un 25% existen malformaciones no Malformación de Chiari
neurológicas asociadas, como defectos de la línea
media facial y cardiopatías congénitas. Se trata de La primera descripción de esta malformación la
un evento no familiar [25]. Existen variantes de la hizo John Cleland en 1883, pero fue Hans von Chia-
malformación de Dandy-Walker que incluyen age- ri en 1891 quien describió una serie pacientes con
nesia vermiana incompleta, con ausencia de quiste una malformación de la fosa posterior, donde hay
grande en el IV ventrículo, que puede solaparse descenso de las tonsilas cerebelosas a través del fo-
como un quiste aracnoideo de la fosa posterior o ramen magno, y las clasificó en cuatro tipos según
una megacisterna magna; en algunos casos se aso- su gravedad. Puede describirse como una anomalía
cia a errores innatos del metabolismo. en la posición del cerebelo, aislada o asociada a
Puede existir atresia completa de las foraminas otras estructuras del neuroeje [25]. Se asocia a si-
del IV ventrículo, que es una situación diferente a la ringomielia en un 25-75% de casos. La forma más
malformación de Dandy-Walker, aunque es infre- frecuente en el niño es la de tipo II, que se asocia a
cuente. Se desarrolla una hidrocefalia rápidamente mielomeningocele [26]. Experimentalmente, se han
progresiva, y existe una membrana fibrótica y una reproducido modelos de la malformación al gene-
reacción gliótica que bloquean los forámenes de la rar hipoplasia de la fosa posterior, lo que conlleva la
fosa posterior. Los pacientes deben derivarse lo más obstrucción del sistema de drenaje de la fosa y la
rápidamente posible o intentar una tercerventricu- aparición del descenso de las tonsilas y la hidromie-
lostomía endoscópica [11,25]. lia [27]. Estos trabajos fueron cruciales para plan-
tear la corrección quirúrgica a través de una am-
Aplasias e hipoplasias cerebelosas pliación de la fosa posterior con plastia de la dura-
madre occipital.
Pueden ser relativamente frecuentes. A veces son
un hallazgo en un estudio de RM. Suelen ser unila- Malformación de Chiari de tipo I
terales y pueden asociarse a otras anomalías del Es más frecuente en el adulto entre la tercera y
SNC, como ectopia de los núcleos del tallo cerebral, cuarta décadas de la vida. Consiste en un descenso
agenesia del cuerpo calloso, hidrocefalia y holopro- de las amígdalas cerebelosas a través del agujero
sencefalia. Pueden cursar de forma asintomática o occipital, con ocasional descenso del bulbo raquí-
conllevar ataxia, retraso mental y variantes de una deo. Este descenso puede ser asintomático. Se con-
parálisis cerebral atáxica [25]. Pueden asociarse a sidera que un descenso de hasta 5 mm por debajo
alteraciones de la organización de la corteza cere- de la línea del agujero magno es normal. Cuando el
belosa, que es un hallazgo relativamente frecuente descenso es mayor, produce, generalmente, siringo-
en una RM, y no suelen tener trascendencia, a no mielia, y allí se asocian los síntomas mixtos de la
ser que estén asociadas a otra patología [13,25]. lesión de la unión craneocervical y los generados
por la siringomielia en sí. Los pacientes presentan
Síndrome de Joubert alteraciones de la sensibilidad termoalgésica en los
miembros, con disociación siringomiélica (falta de
Es un trastorno autosómico recesivo, más frecuente sensibilidad al calor, con quemaduras frecuentes,
en varones, caracterizado por ausencia o hipoplasia ataxia, dolor nucal intenso y asociación a hidroce-
de la porción posteroinferior del vermis. Puede ha- falia). La corrección quirúrgica se realiza mediante
ber hipotonía neonatal o hiperpnea episódica en el craniectomía de la fosa posterior, resección del arco
período neonatal, que alternen con pausas de ap- posterior del atlas y duroplastia. Eso conlleva una
nea, movimientos oculares anómalos, ataxia, retra- nueva circulación del líquido cefalorraquídeo y una
so mental de grado variable, anomalías oculares fosa posterior más grande, que acomoda mejor los
(displasia retiniana y coloboma coroidoretiniano), elementos que estaban estrechos dentro de una fosa
asimetría facial, dismorfía facial y quistes renales posterior hipoplásica, que genera la malformación
[3,14]. También puede haber polidactilia en algunos y la mala circulación del líquido cefalorraquídeo y
casos, nefronoptisis y fibrosis hepática. La RM es produce la hidrosiringomielia [25].
diagnóstica, ya que la imagen formada por la hipo-
plasia del vermis, pedúnculos cerebrales elevados y Malformación de Chiari de tipo II
adelgazamiento mesencefálico con una fosa inter- Se denominada también malformación de Arnold-

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J.C. Jiménez-León, et al

Malformación de Chiari de tipo III


Figura 2. Resonancia magnética sagital de paciente con malformación Es la combinación de un encefalocele occipitocer-
de Chiari; en las tres imágenes superiores se observa la malformación
vical con una fosa posterior pequeña, lo que condi-
preoperatoria con las tonsilas descendidas debajo del foramen magno
en C2 y con cavidad siringomiélica desde C2 hasta el nivel dorsal bajo. ciona un desplazamiento completo de los elemen-
En las tres imágenes inferiores, correspondientes al postoperatorio seis tos del tallo cerebral y, ocasionalmente, del cerebe-
meses después de la cirugía, las tonsilas están desplazadas y la cavidad lo. Se asocia con otras anomalías cerebrales, como
siringomiélica se ha reabsorbido.
displasia tentorial, agenesia parcial o total del cuer-
po calloso y agenesia del septo pelúcido. Es la forma
menos frecuente, pero más grave, de la malforma-
ción, muchas veces incompatible con la vida [25].

Malformación de Chiari de tipo IV


Consiste en una hipoplasia cerebelosa grave asocia-
da a hipoplasia de las estructuras del tallo cerebral.
También puede asociarse a mielomeningocele, pero
se considera independiente de las otras tres formas
de la malformación [25].

Las malformaciones de la fosa posterior, que inclu-


yen defectos del mesencéfalo, rombencéfalo y mie-
lencéfalo, se diagnostican ahora mejor gracias al so-
porte de su base genética y a la calidad de las imáge-
nes. Faltaría mencionar, entre las entidades menos
frecuentes, la lisencefalia relacionada con malfor-
maciones del mesencéfalo y rombencéfalo, el síndro­
me oculocerebrocutáneo, la rombencefalosinapsis,
el síndrome de Chudley-McCullough, la hipoplasia
pontocerebelosa de tipos 1 al 6 y las distroglicano-
patías, entre las que encontramos el síndrome de
Walker-Walburg, la enfermedad músculo-ojo-cere-
bro y la distrofia muscular de Fukuyama [29].

Conclusiones
Las malformaciones del SNC son un complejo gru-
Chiari y es la más frecuente en niños. Consiste en po de entidades que se estudian y diagnostican cada
un desplazamiento axial descendente de las estruc- vez más. Los avances en su diagnóstico genético
turas de la fosa posterior, vermis, amígdalas, bulbo aportan una mejor comprensión de los mecanismos
raquídeo, protuberancia y IV ventrículo por debajo intrínsecos que modulan el proceso de neuroem-
del agujero magno. La asociación con mielomenin- briogénesis; para ello, la clasificación y los trabajos
gocele lumbar e hidrocefalia es la norma. Las mani- propuestos por Sarnat [19,30] aportan una vía de
festaciones clínicas en el neonato son variables, con fusión diagnosticoterapéutica, al darle soporte ge-
deterioro neurológico troncoencefálico, estridor nético a la morfogénesis neural, aunque la clave de
respiratorio y apnea, disfagia, opistotonos y tetra- esto es la prevención de la malformación, el adecua-
paresis. En edades mayores predominan la ataxia, do control preconcepcional y prenatal, su manejo
nistagmos y afección de pares craneales bajos. La estricto en el primer mes de concepción y la detec-
corrección quirúrgica se impone en este tipo de ca- ción temprana de las malformaciones más comple-
sos con un trabajo más complejo, que implica shunt jas, con un adecuado asesoramiento familiar y gené-
ventriculoperitoneal (no son buenos candidatos tico. Una vez que estemos manejando una malfor-
para neuroendoscopia ventricular), corrección del mación, las oportunidades de corrección neuroqui-
mielomeningocele y corrección de la fosa posterior rúrgica son cada vez mayores, desde la intervención
con duroplastia [28]. Los resultados quirúrgicos in utero de la hidrocefalia y el mielomeningocele
son satisfactorios (Fig. 2). hasta la corrección de disrafismos o epilepsias re-

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Neurología neonatal

fractarias por displasia, o la práctica de hemisferec- in developing countries. Medicina (Bs Aires) 2007; 67: 665-73.
tomía en entidades como la hemimegalencefalia o la 12. Alonso-Béjar P, Alfaro-Giner A. Malformaciones congénitas
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Central nervous system malformations: neurosurgery correlates

Summary. Congenital malformations of the central nervous system are related to alterations in neural tube formation,
including most of the neurosurgical management entities, dysraphism and craniosynostosis; alterations of neuronal
proliferation; megalencefaly and microcephaly; abnormal neuronal migration, lissencephaly, pachygyria, schizencephaly,
agenesis of the corpus callosum, heterotopia and cortical dysplasia, spinal malformations and spinal dysraphism. We
expose the classification of different central nervous system malformations that can be corrected by surgery in the
shortest possible time and involving genesis mechanisms of these injuries getting better studied from neurogenic and
neuroembryological fields, this involves connecting innovative knowledge areas where alteration mechanisms in dorsal
induction (neural tube) and ventral induction (telencephalization) with the current way of correction, as well as the
anomalies of cell proliferation and differentiation of neuronal migration and finally the complex malformations affecting
the posterior fossa and current possibilities of correcting them.
Key words. Chiari malformation. Congenital hydrocephalus. Congenital malformations of the central nervous system.
Cranial dysraphism. Craniosynostosis. Dandy-Walker malformation. Spinal dysraphism.

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