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Sánchez R. Celso
Entrenador Deportivo
Licenciado en Ciencias de la Actividad Física
Facultad de Ciencias Médicas
Universidad de Santiago de Chile
RESUMEN
El lanzamiento de la jabalina es una de las pruebas de las cuales consta el repertorio atlético
moderno. El lanzador sorprende por la forma en que utiliza su cuerpo como catapulta,
deformándolo y luego reordenándolo con el objetivo de proyectar el implemento lo más lejos que
sus características individuales le permitan.
Este estudio devela el orden de aparición de los eslabones musculares que se suceden en el tiempo
durante las fases finales del lanzamiento de la jabalina. Hace un profundo análisis anatómico y su
inmediata aplicación a la pertinencia de la estructura describiendo su función específica y su
relación respecto a las demás estructuras circundantes y al resto del cuerpo.
INTRODUCCION
El lanzamiento de la jabalina es una de las pruebas de las cuales consta el repertorio atlético
moderno. Se caracteriza por darle al artefacto (una jabalina de 600 ú 800 gramos según sea de
damas o varones, respectivamente) una aceleración lineal, y no rotatoria, como en los lanzamientos
tradicionales de disco y martillo.
Carrera de aceleración
o Cíclica
o Acíclica
Fotograma 1
Según un análisis biomecánico realizado por Campos, Brizuela y Ramón (2000) , los factores que
más influyen en el rendimiento del lanzamiento de la jabalina son:
Los 5 primeros factores están íntimamente determinados por la posición en la cual se encuentran los
segmentos corporales y la secuencia de movimientos que sigue cada uno de ellos, los cuales a su
vez, están relacionados directamente con el dominio que el atleta tiene de su cuerpo. Este control
corporal proviene de características coordinativas del sistema nervioso central tanto genéticas como
adquiridas. El último factor proviene de la talla del lanzador, el cual no es modificable por las
acciones motoras.
Según los mismos investigadores citados anteriormente, las fases que inciden mayormente en el
rendimiento del lanzamiento son:
• Doble apoyo
• Arco de tensión
• Descarga.
Por todo lo anterior el objetivo de este trabajo es dar a conocer la secuencia de movimientos que se
producen desde de la fase de bloqueo hasta que el lanzador pierde contacto con el implemento,
describir cuáles son los componentes musculares protagonistas y descifrar el patrón con el cual se
encadenan.
Como consideración inicial cabe destacar que todas las descripciones que aquí se hagan se hacen a
partir de un lanzador que utilice su mano derecha para tomar y proyectar la jabalina.
Las últimas fases del lanzamiento son cruciales, sin embargo también son las más críticas en cuanto
a la tensión que soporta y a la deformación que experimenta el cuerpo del deportista. Así, en la fase
de bloqueo, lanzadores de élite llegan a desacelerar su cuerpo de alrededor de 8 m/s a 0 m/s en 0,1
segundos (Tidow, G., 1994), (Rius Sant, 2005). Esta desaceleración es causada por la brusca
extensión (o semiextensión, dependiendo del estilo del lanzador) de la rodilla izquierda la cual, por
medio de una potente contracción isométrica llevada a cabo por los músculos periarticulares,
soporta esta tensión sin cambiar esta posición. La articulación coxo femoral izquierda es la
responsable de soportar esta misma fuerza de comprensión además de una rotación en torno a la
cabeza del fémur la cual hace de pivote para que el lado derecho del cuerpo se adelante en la fase de
arco de tensión.
Durante la fase de arco de tensión, y mirado desde una visión lateral, se pueden hacer interesantes
acotaciones. Una de ellas se produce cuando se marcan puntos anatómicos de referencia (Imagen 1).
En este caso, si trazamos una línea que pase por estos puntos podremos observar una línea curva
dibujada por el cuerpo del lanzador. Identificamos claramente acciones plasmadas según el plano
sagital y en torno al eje transversal: extensión global de la columna vertebral en sus porciones
lumbar, torácica y cervical, además de extensión a nivel de la coxofemoral derecha y flexión de
rodilla derecha. Podemos decir entonces que el cuerpo se encuentra en una posición de catapulta o
de arco. Este arco cuenta con un apoyo, representado por el miembro inferior izquierdo en
extensión y cuya “empuñadura” se ubica a nivel de la art. coxofemoral izquierda (punto de pivote)
(Imagen 2).
Imagen 3 Imagen 4
ACCIONES SEGMENTARIAS
Fotograma 2
A priori, y mirando las 4 fotos, veremos que la jabalina permanece en una posición casi estática,
mientras que el cuerpo del lanzador mueve sus segmentos según una ordenada secuencia. Esta
secuencia comienza en el pie derecho trazando los siguientes movimientos desde la foto a la b:
• Flexión de ortejos.
• Flexión plantar + Aducción del pie + Inversión del pie.
• Rotación medial de la tibia (leve por estar semiextendida la rodilla).
• Rotación medial de fémur.
• Adelantamiento relativo de la hemipelvis derecha con respecto a su homónima izquierda.
Desde la foto b a la c observaremos la siguiente secuencia:
• Anteversión de pelvis.
• Inclinación lateral + rotación hacia la izquierda + extensión de columna lumbar (aumento
de la lordosis lumbar).
• Casi al mismo tiempo y en un movimiento encadenado se produce la flexión de tronco.
• Antepulsión de hombro derecho (adelantamiento del complejo clavículo-escápulo-humeral).
• Rotación medial + flexión horizontal (hacia el plano sagital medio) de húmero derecho.
• Extensión de codo
• Flexión de muñeca
• Extensión de los dedos pulgar e índice
ANÁLISIS MUSCULAR
Para comprender las acciones musculares durante la realización del gesto, primero es necesario
explicar el concepto de “Cadena Muscular”.
Según Busquet (2006) las cadenas musculares representan las estructuras dinámicas que ponen en
marcha la organización cinética del cuerpo. Esta concepción intenta comprender cómo el conjunto
de músculos, más allá de su función analítica, puede colaborar en un proyecto global con el fin de
asegurar la estática, el equilibrio y los movimientos. El resultado de un trabajo en cadena, desde la
cabeza a los pies, se convierte en una “pista indispensable”. Este autor plantea además que la
organización muscular se realiza en forma natural en líneas rectas y oblicuas (la dirección de las
fibras musculares) que encajan en circuitos de perfecta continuidad de dirección y plano.
Siguiendo esta concepción, cabe esperar que una continuidad muscular se pueda descubrir en
cualquier movimiento, siempre y cuando se estudie cuidadosamente la anatomía. Esa es ahora
nuestra tarea, determinar cuál es este circuito muscular solicitado en la técnica del lanzamiento de la
jabalina.
En primer lugar, se dijo que los primeros movimientos realizados durante el fotograma 2 fue una
flexión de ortejos asociado posteriormente a una flexión plantar, aducción e inversión del pie. Si
revisamos la anatomía podemos concluir que el músculo que más se adecúa a esta solicitación es el
m. tibial posterior con su acción de flexión plantar, aducción e inversión (Busquet, 2005). A pesar
de que este músculo se adecúa perfectamente a estas acciones, no lleva a cabo la flexión de ortejos,
debido a su inserción distal en la tuberosidad del escafoides, cuñas I, II y III y base de los
metatarsianos II, III y IV (Sobotta, 2005). Para ello debiera existir un músculo que, a partir de estos
puntos de inserción tenga acción sobre los ortejos y sobre el hallux. Aparece aquí el m. aproximador
del dedo gordo, específicamente su porción oblicua que le da el componente de estabilidad al arco
transverso del pie manteniendo la art. metatarso falángica del primer dedo en contacto con el suelo.
Este músculo además es el que precede la acción del m. tibial posterior. Interesante es analizar la
función que tiene este último músculo que, al estar insertado principalmente en la membrana
interósea, tiende con su contracción a juntar el hueso tibia con la fíbula, comprimiendo en su
extremo distal a la mortaja tibioperonea, otorgando mayor estabilidad a la articulación tibio-
peroneo-astragalina.
Ya tenemos dos eslabones de una cadena. La acción del m. tibial posterior es co-dirigida por dos
músculos que tienen el mismo orden en sus fibras: el m. flexor largo de los dedos y el m. flexor
largo del dedo gordo. Estos imprimen el componente de flexión de las articulaciones interfalángicas
y metatarso falángicas de las que carece el m. tibial posterior. Las fibras de ambos músculos están
dirigidas hacia arriba y lateral (ver imagen 5).
Imagen 5.
El gesto deportivo que aquí se describe, es violento, descarga una gran cantidad de energía en unas
pocas centésimas de segundo. Los músculos mencionados no producen la cantidad de energía
suficiente para llegar a ese objetivo. La cadena muscular superficial de la pierna y pie dan
explicación a esto. El vientre lateral del m. gastrocnemio produce el componente de flexión plantar
e inversión a una gran velocidad. Continúa esta acción desde el hallux el m. flexor corto de los
dedos, otorgando el componente de fuerza a la acción (Imagen 6).
El siguiente eslabón de esta cadena muscular lo representa el m. poplíteo, el cual continúa la misma
dirección de las fibras que los músculos anteriormente citados y produce un movimiento de rotación
medial de la tibia con respecto al fémur. Es un músculo profundo, monoartiocular cuya función de
“ligamento activo” es crucial entregando información propioceptiva.
Aquí la cadena muscular se bifurca en dos dando como resultado una cadena medial y otra lateral:
Cadena medial:
La posición de arco de tensión ofrece una gran base de sustentación en sentido anteroposterior, pero
una pobre superficie de lado a lado. Cabe destacar además el rol de estabilizador de la posición de
los fémures que juegan los mm. aductores mayores de ambos lados los cuales impiden que se abra
la base de sustentación del lanzador por medio de la contracción isométrica que se opone a la
abducción.
Cadena lateral:
Compuesta por los músculos tensor de la fascia lata, glúteo medio y glúteo menor. Esta cadena tiene
por objetivo otorgarle fuerza y velocidad al movimiento debido a la disposición de sus
componentes. El primero de ellos es la continuación anatómica del m. poplíteo, el tensor de la
fascia lata. Se llega a él desde el retináculo ligamentoso lateral de la patela y el tracto iliotibial. El
m. tensor de la fascia lata produce una ligera rotación medial, si embargo son el glúteo medio y
menor, que siguen en la ubicación espacial los que potencian esta acción. Gracias a que la cadera se
encuentra en extensión y rotación lateral el glúteo medio puede agregar mayor cantidad de fibras
hacia la rotación medial. Mirados desde lateral, observaremos que la disposición de las fibras de los
3 músculos mencionados se encuentra dispuesta hacia arriba, delante y lateral (Imagen 7 y 8).
Imagen 7. Imagen 8. Glúteo Medio y Glúteo Menor y la dirección de sus fibras
Tensor de la
Fascia Lata
y la dirección
de sus fibras.
Cadenas en el tronco
Las acciones musculares provenientes del miembro inferior confluyen en las siguientes estructuras
anatómicas: pubis, espina iliaca anterosuperior, espina iliaca anteroinferior, isquion. Las tres
primeras estructuras se unen a partir del ligamento inguinal el cual actúa como una estación de
relevo para la continuación de las cadenas musculares. Aquí encontramos, al igual que en el
miembro inferior, dos caminos, una Cadena Cruzada Posterior y otra Cadena Recta Anterior.
Está dada por la continuación del m. glúteo mayor derecho hacia el lado izquierdo con el m. oblicuo
interno, cuadrado lumbar (fibras oblicuas costotransversas), iliocostal lumbar, mm. intercostales
internos y el m. serrato posteroinferior para actuar sobre la columna vertebral lumbar y la caja
torácica; y con el m. dorsal ancho para actuar sobre la extremidad superior izquierda. Por la
disposición de sus fibras hacia arriba y lateral, estos componentes musculares provocarán:
Si revisamos los textos clásicos de fisiología articular estos tres movimientos unidos están presentes
en las vértebras debido a (Kapandji, 1997):
Aquí volvemos a encontrar una disposición de dos cadenas: una profunda, que otorga el
componente de dirección y otra superficial, que proporciona la fuerza de contracción.
El circuito profundo de la Cadena Cruzada Posterior (a partir del m. glúteo mayor derecho hacia
posterior y lado izquierdo) está conformado por:
• Iliocostal lumbar
• Oblicuo Interno
• Serrato Posteroinferior
• Cuadrado Lumbar
• Dorsal ancho
Se hace manifiesta observando la continuación de los músculos tensor de la fascia lata, recto
femoral, glúteo medio y glúteo menor a través de la cresta ilíaca y el ligamento inguinal por medio
del m. oblicuo externo derecho, los mm. intercostales externos, el m. serrato anterior, el m. pectoral
menor, el m. subescapular y el m. pectoral mayor (el más fuerte). Todos ellos presentan fibras en
dirección (desde proximal a distal) hacia arriba y lateral con algún pequeño componente hacia
delante. Su acción conjunta provocará rotación e inclinación del lado derecho del tronco hacia
delante y a la izquierda y tracción hacia delante del complejo clavículo-escápulo-humeral
(antepulsión de hombro) sumado a la rotación medial de húmero asegurada por el m. pectoral
mayor.
La cadena recta anterior a partir de los músculos glúteos menor y mediano y tensor de la fascia lata
se continúa en la profundidad (imagen 10) por:
• Oblicuo externo
• Intercostales externos
• Serrato anterior
• Pectoral menor
• Subescapular
• Recto abdominal
• Pectoral mayor
Imagen 10. Cadena recta anterior profunda. Mm. Oblicuo externo, Serrato anterior, Pectoral menor,
Intercostales Externos y Subescapular
Imagen 12. En azul cadena profunda cruzada. En rojo cadena superficial recta.
La cadena recta anterior superficial se continúa por el brazo lanzador a través del m. deltoides en su
porción anterior y de la porción larga del bíceps (imagen 12); la profunda lo hace por los mm.
coracobraquial y porción corta del bíceps los cuales comparten inserción en la apófisis coracoides
con el m. pectoral menor. Ambas cadenas musculares a través de sus respectivos eslabones que
enlazan el tronco con el miembro superior producirán los movimientos de antepulsión de hombro,
flexión horizontal y rotación medial de húmero en torno a la art. escápulo humeral derecha.
Imagen 13. Mm. Coracobraquial, Bíceps corto (flecha amarilla), Bíceps largo (flecha blanca) y Deltoides
anterior (flecha roja).
La potente extensión del codo observada a partir del fotograma 2, foto d, queda a cargo de la
porción larga del tríceps. Este movimiento es apoyado direccionalmente por el ancóneo haciendo el
mismo papel del poplíteo en el miembro inferior. El último movimiento realizado por el lanzador ya
en la fase de descarga de la jabalina es la flexión de la muñeca asociada con la extensión de los
dedos pulgar e índice, esta queda a cargo de los músculos que hacen relevo desde la aponeurosis
bicipital y del m. braquial: los mm. flexor cubital del carpo, flexor radial del carpo y palmar largo.
En conjunto realizan la flexión de la mano dándole el penúltimo impulso al implemento. La otra
cara de este último impulso, está configurado por el relevo del tríceps: los mm. extensor largo del
pulgar, extensor corto del pulgar y extensor propio del índice. Estos 3 músculos participan una vez
que finaliza la flexión de la muñeca en un movimiento coordinado y fluido.
Imagen 14. Flexores de muñeca desde epicóndilo medial. Imagen 15. Flexión de mano asociado a
extensión de dedos.
CONCLUSIONES
9.a. Conclusión
Este estudio puede servir para realizar análisis de otras pruebas del atletismo o de modalidades
deportivas distintas sirviendo de base para el entrenamiento de la técnica buscando el aumento del
rendimiento que la máquina humana es capaz de realizar y minimizando las lesiones que se
produzcan dentro de la preparación del deportista. Teniendo muy claro las estructuras que se ponen
en funcionamiento dentro de la acción, será más fácil llegar a la explicación de la lesión.
Este trabajo es sólo el comienzo de una línea investigativa que va orientada a dilucidar ya de forma
experimental la realidad de lo que sucede con el funcionamiento muscular. Para esto se utilizarán
instrumentos tales como electromiografía, y comprobar la secuencia que siguen las cadenas
musculares en lanzadores de alto nivel competitivo y contrastarlo con su rendimiento atlético y con
la incidencia de lesiones por descoordinación en la secuencia muscular.
De este trabajo se abren variadas perspectivas de investigación, para contestar algunas dudad tales
como:
1. ¿El hecho de que el lanzador realice de la mejor forma posible los círculos de fuerza
mostrados, será determinante en que logre una mayor distancia de lanzamiento?
2. Si el lanzador es capaz de coordinar con mayor precisión sus cadenas musculares, ¿será
posible disminuir la incidencia de lesiones tales como artrosis de cadera izquierda,
epitrocleitis o bursitis de olecranon?
3. ¿Todos los lanzadores utilizan en el mismo orden las cadenas aquí descritas?
4. ¿Los segmentos medulares que contienen la 2ª neurona motora, también se activarán en
cadena según los músculos involucrados?
5. ¿Cumplirá solamente un papel de apoyo el miembro inferior izquierdo, o también ayuda al
traspaso de energía a la jabalina?
9.d. Agradecimientos
REFERENCIAS
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www.nacactfca.org/articles/shotput.pdf