Está en la página 1de 2

Nombre: Jianny Jasmin Beltre Mateo Prof.

: Josefina Quezada

Matricula: 100273385 Sección: 08

Métodos diagnósticos más utilizados en materia de trauma


Se define como politraumatizado a todo paciente con más de una lesión traumática,
alguna de las cuales comporta, aunque solo sea potencialmente, un riesgo vital para el
accidentado. Los traumatismos constituyen la causa más frecuente de muerte en el
grupo de 1 a 45 años.

Los estudios de diagnóstico por imágenes y las pruebas de laboratorio complementan


la evaluación clínica. Los enfermos con traumatismos penetrantes suelen tener
lesiones focales que pueden impedir realizar los estudios radiológicos en las regiones
con una afectación evidente. Los traumatismos romos, sobre todo cuando está
implicada una desaceleración importante (p. ej., caídas graves, accidentes de tráfico),
pueden afectar cualquier parte del cuerpo y se deben realizar todos los estudios por la
de imagen que se necesiten. Anteriormente, las radiografías o TC del cuello, el tórax y
la pelvis se realizaban de forma rutinaria en la mayoría de los pacientes con
traumatismo cerrado. Sin embargo, la mayoría de los centros de trauma solo están
indicando los estudios por imágenes que se indican por el mecanismo de la lesión y los
hallazgos en el examen.

Los estudios de diagnóstico por imágenes de la columna cervical pueden retrasarse en


pacientes que no están intoxicados, no tienen hallazgos neurológicos focales, no
tienen sensibilidad en la línea media de la columna cervical o lesiones con distracción
(p. ej., fractura de fémur), y están despiertos y alertas. Todos los demás deben tener
imágenes cervicales, preferiblemente mediante TC.

La radiografía de tórax puede identificar una rotura de las vías respiratorias, una lesión
pulmonar, un hemotórax y un neumotórax; también puede sugerir desgarros de la
aorta torácica (p. ej., un ensanchamiento mediastínico). Sin embargo, la TC de tórax es
más sensible para la mayoría de las lesiones intratorácicas y a menudo se prefiere. Los
estudios de diagnóstico por imágenes del tórax ahora se realizan con frecuencia en la
cabecera del paciente mediante ecografía E-FAST (evaluación focalizada extendida con
ecografía en traumatismos), especialmente si los pacientes son inestables. Se puede
identificar neumotórax, hemotórax y hemopericardio.

La TC de tórax, abdomen, pelvis, columna vertebral, cabeza, y especialmente


combinaciones de estos estudios se utilizan con frecuencia para pacientes que
requieren estudios por imágenes después de un traumatismo contuso grave y
múltiple.

Es fundamental identificar las lesiones intraabdominales. Históricamente, se utilizó


lavado peritoneal diagnóstico (DPL) para evaluar la sangre intraperitoneal. En el lavado
peritoneal diagnóstico, se inserta un catéter de diálisis peritoneal a través de la pared
abdominal y en la cavidad peritoneal. Si se aspiran > 10 mL de sangre, está indicada la
laparotomía inmediata. Si no se aspira sangre, se infunde 1 L de solución fisiológica al
0,9% a través del catéter y se drena; análisis del líquido se utiliza para guiar el manejo.
Sin embargo, en todas las áreas excepto en las de bajos recursos, el DPL ha sido
reemplazado en gran medida por la ecografía (examen E-FAST), en especial en
pacientes inestables; es sensible a grandes volúmenes de sangre intraperitoneal y, por
lo tanto, a la necesidad de una laparotomía inmediata. Si los pacientes están estables,
la TC es el estudio de preferencia; es muy precisa y lpermite obtener imágenes de las
estructuras retro peritoneales y de los huesos, además muestra el volumen y a veces el
origen de la hemorragia.

Si se sospecha de una fractura pelviana, se realiza TC de la pelvis; la cual resulta más


sensible que la radiografía simple.

La TC de cráneo se realiza en general en pacientes con alteraciones del estado mental


o anomalías neurológicas focales y en las personas con pérdida de la consciencia.
Algunas evidencias sugieren que la TC no es necesaria en los pacientes con pérdida
breve de la consciencia (es decir, < 5 s), amnesia transitoria o desorientación pero que
están alertas con un Glasgow de 15 durante el examen. Las imágenes se obtienen de
modo más liberal en los pacientes con dolor de cabeza persistente, vómitos, amnesia,
convulsiones, edad > 60 años, e intoxicación por drogas o alcohol y en pacientes que
toman fármacos anticoagulantes o antiplaquetarios. Se han desarrollado reglas de
decisión clínica para ayudar a determinar qué pacientes deben someterse a una TC
craneal. Estas reglas de decisión deben usarse para guiar, pero no para reemplazar, el
juicio clínico.

También podría gustarte