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Por consiguiente, las empresas se enfrentan a una mayor competencia y presión del mercado,
orientándose hacia la descentralización y a una mayor flexibilidad, por lo que requieren de
ciertas estrategias que puedan permitir a sus directores y colocadores laborar y operar, no
sólo dentro, sino fuera de los espacios interorganizacionales. Por lo tanto, el teletrabajo no es
de carácter técnico, sino que se vuelve organizativo y social, como, por ejemplo, manejar la
gestión del empleado a distancia, revelar la información sobre los resultados del trabajo, la
regulación, los impuestos, los seguros, las compensaciones y beneficios, así como las
relaciones laborales.
Además, cabe destacar que actualmente el teletrabajo se entiende al menos en dos sentidos:
1) como un modo de organización, en lo que se denomina desarrollo exógeno de la
organización.
2) como un sector de actividad, en el que la empresa se provee de equipo informático para
atender a distancia a sus clientes, dentro de las tendencias a la externalización de las tareas
que, siendo esenciales para la vida de la empresa, no forman parte de su función básica.
Se considera que el teletrabajo está desarrollándose en todo el mundo que el motor del
cambio que está de alguna forma influyendo en su desarrollo puede observarse en los
siguientes factores: cambios en la mano de obra, avances tecnológicos, presiones económicas
y de la competencia, condiciones del tráfico y problemas de medio ambiente, por lo que se
estima que va a cambiar costumbres y estilos de vida, lo que modificará entre otros aspectos,
la estructura de la organización y las relaciones laborales. [CITATION Man04 \l 3082 ]
También se considera que el teletrabajo resulta ideal para el personal que requiere de realizar
todas o parte de sus actividades laborales fuera de su empresa, como, por ejemplo:
periodistas, contadores, analistas de sistemas, diseñadores, vendedores, publicistas,
visitadores médicos, etcétera, ya que con la tecnología adecuada “la oficina va con ellos” y
pueden enviar noticias, estados financieros, programas informáticos, pedidos, reportes e
informes de su computadora a la organización.
A medida que se han ido realizando estudios en torno al teletrabajo, se han trazado algunas
líneas de investigación, mediante las cuales se pretende dar respuesta a los diversos
problemas de la organización, de este modo se considera que el teletrabajo puede estudiarse:
1) como respuesta a los problemas de la empresa u organización.
2) como respuesta a los problemas de personal.
3) como repuesta a problemas de congestión del tráfico y/o desempleo en ciertos grupos
sociales.
Cabe destacar que también se han realizado estudios que abordan la problemática del
teletrabajo desde el punto de vista del derecho laboral. Estos estudios han centrado su interés
en la falta de regulación de esta forma de trabajo que se ha abierto camino en las dos últimas
décadas del siglo pasado y en las problemáticas que se han suscitado en la relación
contractual entre los teletrabajadores y sus empleadores.
En síntesis, de todo lo mencionado anteriormente, puede destacarse que por un lado, existen
diferentes definiciones respecto al teletrabajo, así como la identificación de diversas
modalidades, sin que exista un consenso en la consideración de los tipos de teletrabajo, ya
que a medida que se han experimentado nuevas formas, éstas se han incluido como
modalidades y la existencia de diferentes modalidades del teletrabajo, también ha dificultado
su delimitación teórica; por otro lado, se le concibe e impulsa, primordialmente desde una
perspectiva funcionalista, como un instrumento con numerosas ventajas, como por ejemplo:
mejorar la competitividad de las empresas y de los trabajadores, sobre todo en lo que se
refiere a mejoras en la productividad y reducción de costos, mejora de la motivación,
adquisición de conocimientos, flexibilidad y descentralización de la organización, ampliación
del servicio al cliente y mayor capacidad de reacción frente a problemas físicos; pero
prácticamente evitando mencionar las repercusiones laborales, psicológicas y sociológicas
que su práctica pudiera implicar y que hace necesaria la modificación, entre otras, del marco
jurídico laboral.
Hay que reconocer que el teletrabajo no puede aplicarse a todas las organizaciones, ni a todas
las actividades, además se requiere que se disponga en toda la organización o parte de ella,
del uso intensivo de la tecnología de información y comunicación, a la cual no todas tienen
acceso, también se requiere de cambios en el marco jurídico laboral, cambios en las formas
de organizar el trabajo, lo cual también requiere de nuevas aptitudes, lo que a su vez genera
cambios en las actitudes y valores en los diversos actores de las organizaciones.
Alisten, C. (Mayo de 1997). Teletarbajo una Ópcion Laboral del Futuro . Obtenido de
https://www.cddc.vt.edu/digitalfordism/fordism_materials/altisen.htm