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Realizar el calentamiento y la preparación del aparato fonador, es decir, del conjunto de órganos
involucrados en generar y ampliar el sonido que se produce al hablar es importante, pues evita
enfermedades o afecciones físicas que dañen nuestro cuerpo. Los siguientes ejercicios sirven para
calentar y preparar la voz:
• Jugar a imitar sonidos: podemos emitir sonidos motores de autos o motos (Brrr), y usar la
lengua para explorar sonidos de animales (como serpientes, monos, perros o gatos) o también
sonidos de la naturaleza (como el fuego, el viento en la montaña, entre otros).
• Jugar a elevar y bajar las tonalidades: pronunciamos la palabra “r-i-i-i-i-o” por un tiempo
prolongado. Vamos aumentando poco a poco el tono hasta que suene muy agudo, luego lo
bajamos hasta llegar a un sonido grave. Prueba también alterar los tonos pronunciando las
vocales abiertas (a-e-o).
• Ejercicios de respiración: estos son los más importantes, pues nos ayudan a tomar conciencia
de nuestro cuerpo, y también a disponernos física y mentalmente para trabajar con nuestra voz.
Para realizarlos, podemos hacer lo siguiente:
Los ejercicios de vocalización y dicción tienen como finalidad que una persona llegue a realizar
una buena articulación de las palabras usando un buen tono y volumen de voz. Esto es importante,
pues permite que lo que digamos se entienda claramente por quienes nos escuchan.
Para ejercitar la vocalización, se pueden practicar distintos ejercicios que permiten mejorarla, entre
ellos, los trabalenguas. Veamos algunos ejemplos:
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1.er y 2.° grado | Secundaria
Recurso 2 Arte y Cultura
Carlos compró un carro caro. Tan caro le costó el carro que nunca sacó al carro, porque
le costó muy caro.
Ese Lolo es un lelo, le dijo Lola a don Lalo. Pero don Lalo le dijo a la Lola: no, Lola, ese
Lolo no es lelo; es una lila. ¿Es una lila, don Lalo, ese Lolo, en vez de ser lelo? Sí, Lola, es
una lila y no un lelo, le dijo don Lalo a la Lola.
Para mejorar la claridad al pronunciar las palabras, lee los trabalenguas susurrando y luego,
alzando la voz.
Además, puedes realizar ejercicios de relajación de músculos del rostro, lo cual te permitirá mejorar
la articulación de tus palabras. Para ello, puedes practicar lo siguiente:
• Abre tu boca muy grande, formando una “a” y luego pasa, lentamente, a la “o”, y viceversa.
Sentirás cómo se estiran los músculos de tu rostro.
• Aprovecha para extender tus cejas, abrir tus ojos, fruncir el ceño y relajarlo.
De igual manera, estos ejercicios pueden ayudar a mejorar la dicción, es decir, a usar adecuadamente
las palabras al hablar para expresarnos correctamente. Para ello, leer constantemente distintos
textos (ya sea en silencio o en voz alta) nos permitirá aprender a usar diversas palabras y a construir
mejor nuestras expresiones. Esto también nos servirá para mejorar la articulación y pronunciación
de las palabras.
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Al hablar, es importante ordenar nuestras expresiones para que nos comprendan mejor.
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1.er y 2.° grado | Secundaria
Recurso 2 Arte y Cultura
Intencionalidad
Fuentes bibliográficas:
El contenido del presente documento tiene fines exclusivamente pedagógicos y forma parte de la estrategia de educación a distancia
gratuita que imparte el Ministerio de Educación.