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POSIBILIDADES EXPRESIVAS DE LA EDUCACIÓN MUSICAL

EN LA EDAD TEMPRANA

MSc. Lucía Estela Morúa Lorenzo

Educar al hombre, al pueblo, a apreciar lo bello, obliga a educar el gusto


estético y presupone al mismo tiempo educarlo musicalmente y disfrutar de la
música.

A través de la educación musical, proceso educativo de la música, se pone al


individuo en contacto con lo mejor creado por la humanidad en el patrimonio
universal y nacional en esta manifestación artística, desarrollando
conocimientos, habilidades, hábitos y capacidades que le permitirán tener un
juicio musical de la realidad a partir de la vivencia y del análisis del fenómeno
sonoro, lo que coadyuvará no sólo a un mejor disfrute y valoración de la
música, sino a convertirlo en un ciudadano poseedor de una cultura general
integral. (Sánchez, P.)

Se caracteriza la infancia como una etapa que es ante todo tiempo de


observación, de aprehensión de la realidad circundante e integración de
experiencias.

Los niños y niñas desde las edades tempranas se ponen en contacto con el
mundo que les rodea apoyados fundamentalmente en las sensaciones y en la
percepción, que constituyen la base inmediata del pensamiento, a través de la
práctica.

Los primeros años de vida resultan decisivos para la formación posterior del
individuo creándose las bases de todo el avance psíquico, físico y social. Si
partimos del criterio de que la enseñanza conduce al desarrollo y que este se
produce en la actividad y comunicación que tiene lugar entre el niño y el adulto
u otros niños que lo rodean, resulta evidente el papel que juegan los otros en
este proceso.

La educación estética y sus funciones sociales y pedagógicas tienen una


connotación muy particular en nuestros días, por el alto nivel educacional y
cultural que ha ido alcanzado nuestro pueblo lo que demuestra que esta

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educación estética en los niños no puede restringirse al dibujo y al canto sino
que trasciende esa frontera y enseña al hombre a percibir y entender
correctamente lo bello, a amar y a valorar sus manifestaciones en la naturaleza
y en las obras de arte y su misión fundamental reside en propiciar el ansia de
luchar por lo hermoso en la misma vida y combatir lo feo en la realidad.

Una de las vías para educar estéticamente a través de la educación artística y


de sus diversas manifestaciones es la música pues por su alto poder expresivo
y motivacional para los pequeños, resulta fundamental no sólo para el
desarrollo de su proceso de musicalización, sino para educarlos estética,
artística y culturalmente.

El componente de la Educación Musical que pone en contacto con todos los


sonidos en su relación como hecho sonoro, concreto y material y con la música
en general, es la percepción o educación auditiva.

La audición no puede considerarse solamente un acto involuntario. Todos los


individuos sanos al nacer están aptos para escuchar, pero para que la audición
asuma un carácter más complejo, ya sea en la atención auditiva, la
apreciación, la discriminación, etcétera, es necesario el aprendizaje.

Las posibilidades de expresión de este componente son infinitas y su sustento


fisiológico está dado en la facultad analítica del oído, determinada por la
extraordinaria complejidad de su estructura, sobre todo en la parte denominada
caracol que presenta alrededor de 24000 fibras de la membrana basilar, las
cuales están acordadas de modo semejante al de los instrumentos de cuerda,
siguiendo un orden musical exacto, actuando como resonadores que
transmiten las vibraciones de la membrana del tímpano al oído interno. La
longitud de estas fibras es variable; las más cortas responden a las vibraciones
producidas por los tonos más altos y las más largas, a las que resultan de los
tonos más bajos. Se ha calculado que el oído humano es capaz de distinguir
más de 10000 tonalidades distintas.

Este componente está presente en los restantes que conforman la Educación


Musical: educación rítmica y vocal, expresión corporal, creación- improvisación
y lecto- escritura, pues cada uno de ellos requiere para su tratamiento de la
apreciación auditiva, previa y atenta del fenómeno sonoro, para luego proceder,

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partiendo de lo escuchado, al aprendizaje y consolidación. En cada uno de
ellos desempeña su papel como punto de partida: para el aprendizaje de
canciones y juegos vocales, para interiorizar ritmos y manifestar una respuesta
física a través de la expresión corporal, etc.

Destacados pedagogos musicales, como la Dra. Montessori, Edgar Willens,


Murray Schafer, Violeta Hemsy de Gainza, Dra. Paula Sánchez, entre otros,
conceden especial importancia al desarrollo de la percepción auditiva del niño a
partir de la utilización del juego y de actividades conformadas sobre la base del
empleo de objetos y materiales sonoros, sonidos del entorno, instrumentos
musicales y de obras musicales

En nuestro país, se concibe el tratamiento de la percepción auditiva, a través


de los medios de expresión:

 Percepción del entorno sonoro y su reproducción

 Percepción sonora corporal y su reproducción

 Audiciones musicales

El tratamiento mediante la utilización de sonidos del ambiente, objetos o


sonidos corporales debe estar dirigido al reconocimiento, discriminación,
comparación, identificación, reproducción, para lograr la posterior apreciación
en obras musicales sobre la base del desarrollo de contenidos técnico-
musicales como las cualidades del sonido, medios sonoros, formas y géneros
de la música cubana y universal, elementos y medios expresivos de la música,
entre otros.

Los primeros años de vida, constituyen un período sensitivo para el desarrollo


del oído musical, por ser una etapa en la que se produce un desarrollo
intensivo de los procesos sensoriales; un período idóneo para iniciar la
formación de capacidades musicales.

Por ello resulta imprescindible para el desarrollo de la musicalidad el poner en


contacto a los niños con los mejor creado por la humanidad en este arte,
constituyendo las tecnologías educativas un medio que facilita el proceso y que
lo enriquece, facilitando la dirección a las educadoras que por diversas causas
no poseen el grado de especialización requerido.

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Las audiciones musicales son actividades en la que se escucha atentamente
una obra musical, o un fragmento de ella, para lograr el desarrollo de
habilidades musicales y sobre esa base apreciar sus valores, sensibilizarse
ante la música que se escucha, comprender su mensaje que puede ser
expresado de maneras diversas, oral, rítmica, corporal, plásticamente.

La adecuada selección de la música teniendo en cuenta las características que


presentan los niños y niñas de este grupo etáreo, permite su utilización como
apoyo de diversos procesos: para dormir, alimentarse, asearse, jugar, etc.

En estos años, y dado el desarrollo de su atención y concentración, no deben


realizarse audiciones para que escuchen pasivamente, pero si se selecciona un
medio audiovisual, con imágenes reales o de dibujos animados, pueden
presentarse obras, incluso profesionales de concierto, universales o cubanas.
Las audiciones creadoras son una fuente para que el niño exprese lo que
siente al escuchar la música a través del ritmo, la expresión corporal, la
plástica, constituyendo estas actividades premisas para el posterior desarrollo
creativo.

Significativa importancia tiene el orientar a la familia para que a través de la


educación auditiva contribuya a la ecuación estética, cultural y musical de sus
niños y niñas.

Educación Rítmica

Cada individuo posee un ritmo propio al caminar, hablar, dormir, entre otros.
Entonces, ¿Por qué no educar el ritmo adecuadamente en el hombre desde
edades tempranas, si en la medida que posea mayor educación rítmica
apreciará mejor la música y tendrá una vida más plena?

El concepto de ritmo es muy amplio y se extiende a todas las artes, a la


naturaleza y a la sociedad. Por ello son múltiples las definiciones que sobre
ritmo existen.

Para Violeta Hemsy de Gaínza, destacada pedagoga musical argentina, “el


ritmo es el elemento activo de la música”.

Por ello, para el desarrollo de la educación rítmica hay que tener en cuenta que
el niño y la niña sienten el ritmo fisiológicamente, y a partir de su necesidad de

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sentirse activo, lo manifiesta, pero su desarrollo lo alcanza a partir de la
experiencia socio-histórico-cultural. De ahí que este elemento de la música esté
muy identificado con la idiosincrasia de cada pueblo y que las causas que
provocan la arritmia en individuos sanos están dadas por una escasa
musicalidad en el ámbito familiar o social.

Los medios de expresión de la educación rítmica son:

 Respuesta física al ritmo

 Ritmo en el lenguaje

 Percusión corporal

 Práctica con instrumentos de percusión

En la educación preescolar se concibe el tratamiento de la educación rítmica


vinculado a la expresión corporal, en el aspecto del programa: Desarrollo de la
capacidad rítmico-corporal.

Nuestro folclor cuenta con numerosos juegos rítmico-corporales que se


transmiten de generación en generación como “Azótate la mocita”, “Las
torticas”, “El pollito”. Estos juegos no sólo favorecen el desarrollo rítmico-
corporal de los pequeños, sino además coadyuvan a la coordinación motora y
tienen un gran valor comunicativo y afectivo.

Las necesidades de explorar del niño resultan evidentes cuando lo ponemos en


contacto con objetos sonoros, siendo manifiesta la atención que le prestan y el
disfrute que experimentan al percibir el sonido que producen.

Desde esta etapa debe brindársele al niño música que responda a diversos
géneros musicales, propiciando se expresen corporalmente o la acompañen
con algún objeto sonoro o instrumento de percusión.

En el segundo ciclo de la educación preescolar, se introduce el pulso a través


del método reproductivo. La educadora ofrecerá modelos palmeando el pulso
en canciones, rimas, música instrumental o vocal instrumental e incitará al niño
a que la acompañe. Es importante no imponer la tarea, sino favorecer el
proceso de interiorización mediante diversos ejercicios empleando la percusión
corporal con distintas partes del cuerpo, desplazamientos en el espacio, hasta
lograr la reproducción.

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Importante resulta aplicar el procedimiento del ritmo del lenguaje, empleando
rimas, poesías, jitanjáforas. Estas actividades no sólo propiciarán la educación
rítmica, sino además al desarrollo del lenguaje de los pequeños.

Los juegos de ronda, que abundan en nuestro folclor, son muy importantes
para que el niño se desplace con exactitud rítmica y a la vez se apropie de
nuestras tradiciones, conformando su identidad.

Expresión corporal

Infinitas posibilidades posee la expresión corporal para el desarrollo de la


expresividad y para musicalizar a partir de la expresión libre, creativa, propia de
cada individuo o del grupo.

En la expresión corporal se reelabora lo cotidiano pero expresando el mundo


interno del individuo (emociones, sentimientos, vivencias, etc) y justamente en
esta expresividad la actividad diaria, cotidiana, se torna actividad artística.

Patricia Stokoe, argentina, la define como Expresión corporal- danza:

“… Actividad artística, entendiendo como artísticas todas las actividades


que tienden hacia el desarrollo de los sentidos, la percepción, la imagen
artística, la capacidad creativa y el impulso a la comunicación que el sur
humano trae como proyecto al nacer(…)”

En el 1er. año de vida es necesario estimular al bebé para que movilice y


desplace su cuerpo, favoreciendo con ello a su desarrollo psicomotor.

Hay que recordar la estrecha relación existente entre ritmo y movimiento. Por
ello, para compulsar la expresión del niño a través del movimiento deben
emplearse rimas, cantos, objetos sonoros, juegos rítmico-corporales, música
con un destaque rítmico.

En el 2do y 3er A/V deben realizarse actividades que favorezcan la descarga


de energía, la exploración del espacio y sus direcciones y la expresividad en
función de esta forma de comunicación no verbal.

Para ello existen múltiples fuentes, que se encuentran en el cuerpo del propio
niño y en fuentes externas en la naturaleza, en los objetos, en los juegos, en la
música y en el folclor.

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Es conveniente en estas edades motivar la expresión corporal de los niños y
niñas con imágenes figurativas verbales, como por ejemplo:

 Vamos a caminar como… un payaso, una muñeca, un robot, una


cojita…

 Vamos a correr como un: caballo, un tren, una moto

 Vamos a saltar como: pelotas, ranas, conejos

Desde que el niño nace se introduce en un mundo sonoro y corporal que le


permite la comunicación con el adulto, a la vez que enriquece sus vivencias.
Por ello desde los primeros años de vida aparecen en los programas de
Educación Musical, contenidos dirigidos a estos aspectos, introduciéndose los
gestos desde el 2do ciclo de la Educación Preescolar.

El gesto marca un momento histórico social, una costumbre, una personalidad.

Gran poder expresivo tienen los gestos.

El gesto nos pertenece desde el momento mismo en que nacemos, donde se


manifiestan toda una serie de movimientos masivos involuntarios, además de
los reflejos incondicionados.

En la realización de los gestos se destaca la utilización de las manos y del


rostro.

En este período etáreo el gesto cumple una función comunicativa dada las
limitaciones del lenguaje. Pueden hacer innecesario el lenguaje verbal o
acentuarlo, aunque debe reforzarse la imagen con la palabra y de este modo
contribuir al desarrollo del lenguaje.

Dorys Humphey, destacada coreógrafa de Estados Unidos, al clasificar los


gestos parte de cuatro categorías: gestos sociales, gestos funcionales o de
trabajo, gestos emocionales y gestos rituales.

En el nivel de enseñanza se trabajan los gestos sociales, funcionales o de


trabajo y los gestos emocionales

En su teoría parte de la tesis de que para trabajar el gesto ha de tenerse en


cuenta la motivación consciente, que cada movimiento que se sugiera debe

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estar justificado, no hacer movimientos esteriotipados, mecánicos, falta de
estética, sino partir de una razón, un propósito.

En la educación preescolar la educadora debe motivar creadoramente una


razón para trabajar conscientemente los gestos apoyada en que los niños de
estas edades imitan cuanto le rodea.

El conocimiento de los gestos es de vital importancia para los docentes de la


educación preescolar, tanto para su desempeño profesional y por ser
comunicadores por excelencia.

El empleo de gestos garantizará el establecimiento de un clima favorable en


todas y cada una de las actividades que se realicen en la institución y resulta
un recurso motivacional excelente para la dirección del proceso educativo. Por
ello su uso no es privativo de la Educación Musical.

Su tratamiento dirigido a la educación preescolar está vinculado a juegos


tradicionales, canciones infantiles, cuentos y dramatizaciones, danzas y
coreografías sencillas y al desarrollo de la capacidad rítmico- corporal.

Nuestras raíces bailadoras se advierten a los pocos meses de nacido el niño.


La música cubana, tan rica rítmicamente, es una fuente motivacional intensa
que halla como respuesta el movimiento corporal. Escucharla y sentir la
necesidad de mover nuestro cuerpo, forma parte de nuestra idiosincrasia. No
educarla convenientemente es un crimen.

Ambos componentes, educación rítmica y expresión corporal son una vía para
el desarrollo de la creatividad desde edades tempranas.

Educación vocal

El canto constituye una vía muy provechosa para lograr la musicalización de


los niños de edad temprana y un medio muy eficaz para transmitir valores,
sentimientos, educando su sensibilidad. Además favorece al desarrollo de la
fantasía e imaginación y contribuye a la formación de una adecuada
concepción del mundo.

El canto está vinculado –al igual que otras actividades humanas- a los
procesos psíquicos básicos, tales como sensaciones, percepciones,

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emociones, y su desarrollo se sienta sobre bases biológicas y socio-histórica-
culturales.

En edad temprana, por lo antes expuesto, no puede circunscribirse el canto al


momento de la actividad musical, sino que debe estar presente en todas las
actividades que se realizan, pues resulta un vehículo idóneo para lograr el
clima favorable y cumplir con el postulado vigotskiano que plantea la unidad de
lo afectivo y lo cognitivo.

Deben cantarse al niño (a) canciones infantiles, tradicionales y


contemporáneas, que alegren la vida del niño y lo eduquen mediante su texto.

Las temáticas son disímiles y por ello favorecen a que el niño adquiera
nociones elementales del mundo que le rodea. Aunque no puede cantar, pues
aun no tiene dominio de la lengua materna, sí aprecia la belleza de la melodía y
el ritmo de la canción y entiende su mensaje. Poco a poco irá entonando
sílabas, palabras y frases de las canciones.

De acuerdo a su selección resultan muy atractivas para ellos las canciones que
tienen voces onomatopéyicas y que se acompañan con acciones, como “Lunes
antes de almorzar”, “Los pollos de mi cazuela”. “Carpintero”, etc.

Infinitas posibilidades brindan las canciones, para el tratamiento integrado con


otros componentes de la Educación Musical, por ello, la educadora debe incitar
la acompañen rítmicamente, corporalmente y entonen frases que posibilitarán
la aplicación de las cualidades del sonido: cantarlas fuerte/suave; con voz
aguda/ grave, etc.

Teniendo en cuenta el valor educativo del canto y las posibilidades que brinda
para la educación estética, artística y musical de los niños, es necesario
transmitir a las familias e incluso a las gestantes, un repertorio amplio,
tradicional y contemporáneo, diverso pero selecto, atendiendo a la formación
estética, artística y cultural de los pequeños. Asimismo debe prevenirse acerca
del peligro que representa canten los niños canciones de adultos, no sólo por
contener mensajes inadecuados, sino por presentar en la línea melódica
intervalos bruscos o registros no acordes a las posibilidades vocales de ellos
pudiéndose afectar su aparato vocal que está en pleno desarrollo y formación.

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Para la adquisición de canciones debe invitarse a la familia a acercarse a las
instituciones infantiles, entiéndase círculo infantil, escuela y/o “Programa Educa
a tu hijo” para recibir orientaciones, así como ver y escuchar con sus hijos
programaciones infantiles que las ofrecen. Otra vía resulta la adquisición de
música infantil grabada para su reproducción en el hogar.

Creación-improvisación

La educación musical, como proceso educativo brinda infinitas posibilidades


para el desarrollo de la imaginación y fantasía y a partir de las operaciones
sencillas de análisis, síntesis, comparación y generalización y de su desarrollo
sensorial, premisas del pensamiento lógico, debe dirigirse el proceso educativo
de manera tal que sienta las bases para el desarrollo de la creatividad.

En la etapa de 0 a 3 años se advierten rasgos de lo que pudiera denominarse


“primeras manifestaciones creadoras” que tienen su base en el especial poder
de captación inmediato que poseen los niños y las niñas, en su insaciable
curiosidad, en su intuición y en su capacidad de enriquecer a través de la
fantasía sus escasas experiencias, lo que explica que el animismo constituya
un rasgo de la psiquis infantil.

Aunque estos procesos se producen de manera espontánea y todos los seres


humanos sanos nacen con la aptitud de hablar, pensar, escribir, dibujar, etc,
con diferentes dimensiones, es pertinente que se ponga en contacto al niño y a
la niña con objetos y fenómenos de la realidad circundante a través de la
actividad práctica, propiciando que explore, descubra y aplique diferentes vías
o alternativas y así viabilizar la acumulación de vivencias, costumbres, etc.,
teniendo en cuenta que mientras más rica sea la experiencia del niño/ a, cuánto
más aprenda, más asimile, mientras más elementos reales disponga, más se
desarrollará su imaginación y estará apto para hallar relaciones, combinar y
modificar.

Investigaciones realizadas al efecto, plantean que las manifestaciones


creadoras de los niños /as de esta etapa se advierten con mayor fuerza a
medida que se desarrolla el lenguaje, expresándose en sus cantos, cuyos
textos y melodías son improvisados, en las conversaciones que mantienen con
objetos, juguetes, animales domésticos u otros niños/ as, al ponerse en

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contacto con objetos sonoros a través de improvisaciones rítmicas o corporales
ante estímulos rítmico-musicales.

Estas manifestaciones, al parecer se adelantan a las capacidades y tienen un


carácter espontáneo.

Asumiendo el presupuesto establecido por Vigotsky sobre los tipos de


impulsos, reproductor y combinador o creador, es necesario entonces incidir
sobre ambos en la educación de niños y niñas desde la edad temprana para
potenciar el desarrollo, pues el punto de partida está impregnado de lo intuitivo,
de lo espontáneo y de lo imitativo (impulso reproductivo) para sobre esa base
reelaborar, relacionar, combinar (impulso creador o combinador)

Las formas tradicionales de educación se sustentan básicamente en el


desarrollo reproductor, por lo que se profundizará en las características que
debe asumir el proceso educativo para la formación de capacidades creadoras
o combinadoras.

Lo primero que habría que analizar es que para lograr desarrollar capacidades
y cualidades que permitan combinar, relacionar, reelaborar es necesario que el
proceso educativo sea integrado, pues sólo así se estará modelando ante el
niño/a formas de actuación independientes, auto-reguladas y creadoras.

El proceso debe estar impregnado de la flexibilidad, teniendo en cuenta la


importancia que se le concede al error para el desarrollo del pensamiento
divergente y permitir la comunicación.

Debe tener una intención estético-marxista, a partir no sólo de la valoración de


la belleza en obras de arte, sino en todas las actividades de la vida del hombre,
propiciando el desarrollo de la observación, del análisis y la síntesis, de la
atención y la concentración.

El proceso debe ser dinámico, centrando la atención no en la materia de


enseñanza, sino en el niño/ a, propiciando su participación activa.

Debe concebirse a partir de la aplicación de métodos educativos como el juego,


el ejemplo, la crítica y la auto-crítica.

Desarrollador de determinadas cualidades del carácter: la independencia, la


tolerancia, la constancia, la auto-confianza, la curiosidad.

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Y por supuesto debe ser sumamente motivador, propiciando despertar la
curiosidad intelectual de los niños/ as, disfrutar el placer de descubrir, y tener
en cuenta crear un ambiente propicio mediante el establecimiento de relaciones
interpersonales adecuadas, respetando los resultados que obtienen en su
producción, lo cual puede lograr con el empleo de las denominadas tecnologías
educativas.

No puede pensarse en la creación de un clima socio-afectivo ni de una


interacción e interrelación entre los niños y de ellos con los adultos, sin la
consideración de la comunicación como un momento tan importante como la
propia actividad. Toda actividad requiere de la comunicación, sobre todo si
estamos hablando de aquellas que tienen lugar dentro de un proceso
educativo; a su vez, la comunicación se encuentra en la base de cualquier
actividad, aun cuando esta se realice individualmente, ya que trasmite todo lo
generacionalmente acumulado, lo que los demás expresan a través de sus
logros, desde los más sencillos hasta los altamente complejos; es por ello, que
el acto comunicativo se considera una característica altamente valorada en el
proceso educativo. (Siverio A M)

Además ha de tenerse en cuenta que quien dirija el proceso sea un sujeto


conocedor de las características de los niños/ as con que trabaja, para el
tratamiento diferenciado de sus potencialidades

Estas características generales del proceso educativo asumen formas


diferenciadas en las diferentes etapas o ciclos que comprende la educación
preescolar.

En la etapa de 0 a 3 años, el papel de los educadores consiste en la


organización de las observaciones, en dirigir el desarrollo de la percepción de
los niños y las niñas y en facilitar la acumulación de experiencias de todo tipo.

Por ello el personal docente debe conocer canciones, juegos rítmico-


corporales, rimas, trabalenguas, cuentos, juegos, etc. y poseer medios de
enseñanzas, en los que se incluyen los medios audiovisuales, que los
impresionen favorablemente, garantizando de este modo la motivación y el
desarrollo de diversas sensaciones a partir de los analizadores .

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Para concluir nos referiremos a lo planteado por la Dra. En Ciencias
Pedagógicas Paula Sánchez en el texto “Educación Musical y Expresión
Corporal” donde expresa que para dirigir el proceso de musicalización desde
las edades tempranas, se requiere que el educador posea profundos
conocimientos psicopedagógicos que le permitan adecuar su labor al ámbito
curricular, extracurricular y de promoción cultural a partir de un proceso
educativo desarrollador y creativo que potencie la expresión de sus niños y
niñas, de la correcta orientación a la familia y de la utilización de los
componentes de la Educación Musical de manera integrada, en todas y cada
una de las actividades que realice a través de formas amenas, atrayentes y
agradables, con un enfoque lúdico.

BIBLIOGRAFÍA

 Colectivo de autores: “Psicología General para Educadores”. Ed.


Pueblo y Educación. C. Hab.
 _________________: “Compendio de Pedagogía”.Editorial
Pueblo y Educación. C. Habana 2004
 Chaviano, M: “Tratamiento de los gestos en la educación
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 Hemsy de Gainza, V: “La iniciación musical del niño.” Ed.
Revolucionaria. 1981.
 Legaspi de Arismendi, A: “Pedagogía Preescolar”. Editorial Pueblo
y Educación. C. Habana. 1999.
 Martínez Llantada, M: “Material docente básico del curso de
Educación De la Creatividad”. C. Habana. 2003
 MINED: Programas y Orientaciones Metodológicas de Educación
Musical de 3er y 4to ciclo de La Educación Preescolar. Editorial Pueblo
y Educación. .La Habana 1998.
 Morúa, L,L: “La Educación Musical en la escuela primaria .
Propuesta de un material complementario para el tratamiento de la
educación auditiva , rítmica y vocal.” Tesis en opción al Grado de
Master. Cuba. 2000
 Rico, P y otros: “Algunas exigencias para el desarrollo y
evaluación del proceso de enseñanza-aprendizaje”. ICCP. 2004
 Sánchez, P y X. Morales: “Educación Musical y Expresión
Corporal”. Editorial Pueblo y Educación. Ciudad Habana. 2000.
 Siverio, Ana Ma: “Un proceso educativo para el desarrollo
integral de la primera infancia”. CELEP- UNICEF 2005.

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