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EL DESALOJO, de Florencio Sánchez

"El desalojo" es una de las obras de teatro breves del gran dramaturgo uruguayo Florencio Sánchez (1875-1910). Florencio,
como el monumento en nuestro Parque Rodó lo muestra, fue un hombre preocupado por la injusticia social, que utilizó el
teatro como herramienta para denunciar la pobreza y la explotación de los trabajadores.
Su gran triunfo en los teatros de Buenos Aires lo llevó a establecerse allí y ambientar sus obras en esta ciudad, que estaba
recibiendo miles de inmigrantes alrededor de 1900.
Esta compleja realidad social es vista en "El desalojo"a través de la dramática historia de una mujer desvalida, Indalecia,
quien está a punto de ser expulsada de una pieza en un conventillo.
No paga la renta, no tiene trabajo, tiene muchos hijos, es pobre... y en la primera escena nada se sabe de su marido.

Estructura

El desalojo es un sainete que solo consta de ocho escenas, pero como toda obra dramática plantea un conflicto. Este ya se
deduce desde el título que es claramente emblemático: alguien va a perder su hogar por la fuerza.
La pérdida de la vivienda es también la pérdida de la unión familiar, pues tras el desalojo vendrá inexorablemente el envío
de los niños de Indalecia al asilo.
Las primeras escenas presentan a los personajes, a su protagonista Indalecia, su ayudante Jenaro y sus varios antagonistas,
que pueden ser personajes del conventillo (la encargada, las vecinas), de la familia (el viejo padre inválido).
Al final de la obra aparecerán representantes de toda la sociedad ( el comisario y el periodista). Pero antes debe producirse el
nudo, donde se llega a la máxima tensión, llegando los personajes a insultarse y pegarse, lo cual sucede en las breves escenas
seis y siete. En las dos últimas escenas, llega el desenlace: nuevos personajes aparecen representando el orden social pero no
la justicia.
El final es ciertamente trágico, pero sin embargo el sainete pese a su denuncia de la desgracia nunca deja de ser una obra de
gran rapidez, con chistes, porrazos, bromas pesadas y personajes grotescos.

Espacio

Toda la acción dramática transcurre en lo que la escenografía deberá representar como un conventillo.
Se trata de una casa de inquilinato donde a comienzos del siglo XX se hacinaban familias que habían llegado a Buenos Aires
o a Montevideo en busca de trabajo y de una vida mejor. En "El Desalojo" se ven claramente los inmigrantes italianos (la
Encargada, Jenaro), y los que vienen del interior del país (Indalecia, el padre).
En medio del espacio hay un objeto simbólico muy relevante: es el mueble de Indalecia, (quizás la única posesión que tiene y
donde guardaba la comida o la ropa para sus hijos) que está en mitad del patio porque Indalecia ha sido desalojada pero no se
termina de ir de la habitación.
Ese mueble es maldecido, pateado e invocado varias veces para demostrar que su dueña es un estorbo en esa sociedad. Una
mujer pobre y sola, a cargo de niños, no invoca piedad sino desprecio para muchos.
Sin embargo, la escena III, que es muy íntima, se desarrolla en la habitación de Indalecia, donde esta está cuidando de su
pequeña hija. Hasta allí llega Jenaro que llega con ayuda material (comida) y moral para Indalecia (consuelo pero también la
verdad de la situación de su marido).
Es entonces cuando el personaje de Indalecia comienza a completarse: se trata de una mujer que está a punto de quedar viuda
porque su esposo ha tenido, como albañil, un terrible accidente de trabajo.

Acotaciones

Este texto teatral no solo está constituido por diálogos sino también por unos textos muy cortos, entre paréntesis y en
cursiva, donde el dramaturgo da indicaciones para la acción en la puesta en escena.
Hay numerosas acotaciones referidas a las emociones, tales como llantos, risas y gritos.
Desde el comienzo, las referencias a los objetos con fuerte carga simbólica son constantes. Además del mueble, en la escena
tres se menciona la cuna, la costura de Indalecia, el mendrugo, la naranja y el bollo, el salame, etc.
El vestuario está implícito: si Jenaro saca alimentos de sus bolsillos, es porque seguramente lleva un overol de obrero, si el
padre de Indalecia es presentado como un soldado, es seguro que lleva un viejo uniforme, el comisario también debe ir
uniformado y el periodista que trae el dinero recaudado por su diario para Indalecia por su forma de hablar debe llevar un
elegante traje y corbata.

Lenguaje- Recursos lingüísticos

En el teatro la voz de los personajes es fundamental para construir su identidad. Indalecia con sus habituales silencios parece
solo descargarse por momentos para explicar su desdichada situación. Ella no quiere "conchabarse", es decir, trabajar como
sirvienta con cama, porque no puede dejar a sus hijos. Es una mujer del campo, pobre, hija de un hombre alcohólico y
violento.
El inválido es el principal antagonista de Indalecia, porque se suma a todas las voces que pretenden poner los niños en un
asilo, pero sobre todo porque arrastra una historia de maltrato y de incomprensión hacia su hija. Habla una jerga entre
lunfarda y gauchesca.
Los italianos hablan una lengua mixta , el "cocoliche", que es una mezcla insólita entre italiano y español que utilizaban los
inmigrantes para hacerse entender. En el Río de la Plata miles de personas hablaron así durante algunas décadas dada la
cantidad de barcos repletos de italianos que llegaban a los puertos.
El periodista habla un lenguaje culto, pero su educación no le sirve para ofrecer una verdadera ayuda a Indalecia (trabajo), en
lugar de traerle limosnas (la suscripción, la colecta).

Fuente: http://blogdeliteraturaparaestudiantes.blogspot.com/2018/09/

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