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Neuralizaciòn

Bibliografía
Snell Richard. Neuroanatomía Funcional. 7ª Edición rev. Wolters
Kluwer
Dr. Juan Luis Cobas Pérez
MSc. Medicina Tradicional China
La neuralización es la formación de la placa
neural y del tubo neural
• Durante la 3ra a la 4ta semana ( 22 a 23 días) en la región de la 4ta a
6ta somita.
• En esta fase los 2/3 craneales de la placa y el tubo neural forman el
cerebro.
• Mientras que el 1/3 posterior caudales forman la médula espinal
El sistema nervioso central (SNC) aparece
al inicio de la tercera semana como una
placa de ectodermo engrosado en forma
de zapatilla: la placa neural (en realidad una gran
placoda; situada en la región medio-dorsal delante del ganglio
primitivo. Sus bordes laterales pronto se elevan
para constituir los pliegues neurales.
La fusión de los pliegues neurales y del tubo
neural se inician en el 5to somita evolucionan en
dirección rostral y caudal hasta que solamente
quedan 2 aberturas en sus dos extremos que son
los neuroporos anterior y posterior. La luz del tubo
se convierte en el canal neural que comunica
libremente con la cavidad amniótica, el anterior se
cierra a los 25 días, mientras que el posterior lo
realiza a los 27 días.
Figura 17-3 A, Vista dorsal de un embrión de
aproximadamente 23 días donde se muestra
la fusión de los pliegues neurales, que forman
el tubo neural
Figura 17-3 B, Vista lateral
de un embrión de
aproximadamente 24 días; se
muestra la prominencia del
prosencéfalo y el cierre del
neuroporo rostral.
Figura 17-3 C, Sección sagital
esquemática del embrión, con
demostración de la
comunicación transitoria del
canal neural con la cavidad
amniótica (flechas).
Figura 17-3 D,
Vista lateral de un
embrión de
aproximadamente
27 días. Se puede
observar que los
neuroporos
mostrados en B
están cerrados.
Figura 17-4 A,
Vista lateral
esquemática de un
embrión de
aproximadamente
28 días con
demostración de
las tres vesículas
encefálicas
primarias: el
prosencéfalo, el
mesencéfalo y el
rombencéfalo. Hay
dos curvaturas que
delimitan las
divisiones
primarias del
encéfalo.
Figura 17-4 B,
Sección transversal
del embrión con
demostración del tubo
neural que se
transforma más
adelante en la médula
espinal de esta región.
También se muestran
los ganglios espinales
derivados de la cresta
neural.
C, Vista lateral esquemática
del sistema nervioso central
(SNC) de un embrión de 6
semanas con demostración
de las vesículas encefálicas
secundarias y de la
curvatura pontina, que
aparecen a medida que el
encéfalo crece con rapidez.
El extremo cefálico del tubo neural muestra tres
dilataciones, las vesículas cerebrales primarias, 1)
el prosencéfalo o cerebro anterior, 2) el mesencéfalo
o cerebro medio y 3) el rombencéfalo o cerebro
posterior (Fig. 18.4). Al mismo tiempo en el
Romboencèfalo produce dos pliegues: 1) el pliegue
cervical en la unión del Romboencèfalo con la medula
espinal y 2) el pliegue cefálico en la región del cerebro
medio (Fig. 18.4).
Las paredes del tubo neural
forman el cerebro y la médula
espinal
El canal neural da origen a las cavidades al
sistema ventricular cerebral y al canal central de
la médula espinal(9 -10 semanas).
Los astrocitos pueden servir como macrófagos, al fagocitar terminaciones axónicas sinápticas degeneradas.
Después de la muerte de las neuronas por enfermedad, los astrocitos proliferan y rellenan los espacios previamente
ocupados por las neuronas, proceso denominado gliosis de reemplazo. Es posible que los astrocitos puedan servir
como conducto para el paso de metabolitos o de materias primas desde los capilares sanguíneos a las neuronas a
través de los pies perivasculares. El hecho de que los astrocitos se encuentren unidos por las uniones intercelulares
comunicantes posibilitaría que los iones pasaran desde una célula a otra sin entrar en el espacio extracelular. Los
astrocitos pueden producir sustancias que tienen una influencia trófica sobre las neuronas vecinas. La investigación
reciente ha sugerido que los astrocitos segregan citocinas que regulan la actividad de las células inmunitarias al
entrar en el sistema nervioso en la enfermedad. Asimimo, los astrocitos desempeñan un papel importante en la
estructura de la barrera hematoencefálica. Aquí, las prolongaciones astrocitarias terminan como pies expandidos en
la membrana basal de los vasos sanguíneos (v. pág. 462). Por último, se ha identificado una estirpe especial de
astrocitos que se encuentran localizados en la zona subventricular de los ventrículos laterales y en la zona
subgranular del giro dentado del hipocampo, que hacen la función de células madre adultas del cerebro. Sin
embargo, la neurogenia está muy limitada, de ahí que también lo estén los procesos regenerativos cerebrales.
OLIGODENDROCITOS
Los oligodendrocitos tienen unos cuerpos celulares pequeños y pocas prolongaciones
delicadas; no hay filamentos en su citoplasma. Los oligodendrocitos se encuentran con
frecuencia en filas a lo largo de las fibras nerviosas mielínicas y rodean los cuerpos
celulares nerviosos (fig. 2-29). Las microfotografías electrónicas muestran las
prolongaciones de un único oligodendrocito que se unen a las vainas de mielina de varias fibras
nerviosas (fig. 2-30). Sin embargo, sólo una prolongación se une a la mielina entre dos nódulos
de Ranvier adyacentes.
Funciones de los oligodendrocitos
Los oligodendrocitos son responsables de la formación de la vaina de mielina de las
fibras nerviosas en el sistema nervioso central, mientras que la mielina de los nervios
periféricos se forma a partir de las células de Schwann. Esta formación y el
mantenimiento de la mielina alrededor de muchos de los axones del sistema nervioso
central proporciona a los axones una cubierta de aislamiento y aumenta de forma
considerable la velocidad de la conducción nerviosa a lo largo de estos axones (v. pág.
86).
Dado que los oligodendrocitos tienen varias prolongaciones, a diferencia de las células
de Schwann, pueden formar varios segmentos internodales de mielina en los mismos o
diferentes axones. Un oligodendrocito puede formar hasta 60 segmentos internodales.
También debe observarse que, a diferencia de las células de Schwann en el sistema
nervioso periférico, los oligodendrocitos y sus axones asociados no están rodeados por
una membrana basal. La mielinización comienza aproximadamente en la semana 16 de
la vida intrauterina y continúa después del nacimiento hasta que, prácticamente, todas
las fibras nerviosas mayores ya están mielinizadas cuando el niño deambula.
Los oligodendrocitos rodean también a los cuerpos de las células nerviosas
(oligodendrocitos satélites), y tienen probablemente una función similar a la de las
células satélites o capsulares de los ganglios sensitivos periféricos. Además, influyen en
el medio bioquímico de las neuronas.
MICROGLÍA
Las células microgliales no se relacionan embriológicamente con las otras células
neurogliales, y derivan de macrófagos externos del sistema nervioso. Son las células
neurogliales más pequeñas, y se encuentran esparcidas por todo el sistema nervioso
central (fig. 2-31). De sus cuerpos celulares pequeños se originan prolongaciones
ondulantes ramificadas de las que se separan numerosas proyecciones espiculares.
Se asemejan estrechamente a los macrófagos del tejido conectivo. Migran al sistema
nervioso durante la vida fetal. Las células microgliales aumentan en número en
presencia
de tejido nervioso dañado por traumatismo o lesión isquémica y en presencia de
enfermedades como la enfermedad de Alzheimer, la enfermedad de Parkinson, la
esclerosis múl tiple y el sida. Muchas de estas células nuevas son monocitos que han
migrado desde la sangre.
¡¡¡¡¡MUCHAS GRACIAS , VUELVAN PRONTO !!!!!!

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