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SECRETARIA DE EDUCACIÓN
LICENCIATURA EN ENFERMERÍA
PRESENTA
SEMESTRE GRUPO
2DO A1
DOCENTE
Constituidos por dos riñones, dos uréteres, la vejiga y la uretra. Los riñones se encargan de filtrar el
plasma sanguíneo, reabsorbe gran cantidad de agua y solutos, los solutos y agua restante
constituyen la orina, que transcurre por los uréteres y se almacena en la vejiga urinaria hasta que se
excreta a través de la uretra.
RIÑÓN
Los riñones realizan sus funciones más importantes filtrando el plasma y eliminando sustancias del
filtrado con una intensidad variable, dependiendo de las necesidades del cuerpo.
Regulación de la presión arterial: los riñones desempeñan una función dominante en la regulación a
largo plazo de la presión arterial al excretar cantidades variables de sodio y agua. Los riñones
también contribuyen a la regulación a corto plazo de la presión arterial mediante la secreción de
hormonas y factores o sustancias vasoactivos.
Regulación del equilibrio acidobásico: Los riñones contribuyen a la regulación acidobásica junto a
los pulmones y los amortiguadores del líquido corporal mediante la excreción de ácidos y la
regulación de los depósitos de amortiguadores en el líquido corporal.
Los riñones se encuentran en la pared posterior del abdomen, fuera de la cavidad peritoneal, de
color rojizo y con forma de alubia. entre la última vértebra torácica y la tercera vértebra lumbar, donde
están protegidos en forma parcial por la undécima y duodécima costilla.
Si se cortan los riñones de arriba abajo, las dos regiones principales que pueden verse son
la corteza externa y las regiones internas de la médula. La médula se divide en 8-10 masas de tejido
en forma de cono que se llaman pirámides renales. La base de cada pirámide se origina en el borde
entre la corteza y la médula y termina en la papila, que se proyecta en el espacio de la pelvis
renal, una continuación en forma de abanico de la porción superior del uréter. El borde externo de la
pelvis se divide en bolsas abiertas, llamadas cálices mayores, que se extienden hacia abajo y se
dividen en los cálices menores, que recogen la orina de los túbulos de cada papila. Las paredes de
los cálices, la pelvis y el uréter contienen elementos contráctiles que empujan la orina hacia
la vejiga, donde se almacena hasta que se vacía en la micción.
La arteria renal entra en el riñón a través del hilio y después se ramifica progresivamente hasta
formar las arterias interlobulares, las arterias arciformes, las arterias interlobulillares y las arteriolas
aferentes, que acaban en los capilares glomerulares, donde se filtran grandes cantidades de líquido
y solutos.
NEFRONA
Es la unidad funcional del riñón. Cada riñón humano contiene alrededor de 800.000 a 1.000.000
de nefronas, cada una de las cuales es capaz de formar orina. Cada nefrona contiene: 1) un penacho
de capilares glomerulares llamado glomérulo, por el que se filtran grandes cantidades de líquido
desde la sangre, y 2) un túbulo largo en el que el líquido filtrado se convierte en orina en su camino
a la pelvis del riñón.
El glomérulo contiene una red de capilares glomerulares que se ramifican y anastomosan. Los
capilares glomerulares están revestidos de células epiteliales y todo el glomérulo está cubierto por
la cápsula de Bowman.
El líquido filtrado desde los capilares glomerulares circula hacia la cápsula de Bowman y después
al túbulo proximal, que se encuentra en la corteza del riñón. Desde el túbulo proximal, el líquido fluye
hacia el asa de Henle. Cada asa consta de una rama descendente (fina) y otra ascendente (gruesa).
Al final de la rama ascendente gruesa hay un segmento corto, que tiene en su pared una placa de
células epiteliales especializadas conocida como mácula densa. Después el líquido entra en
el túbulo distal. Al túbulo distal le siguen el túbulo conector y el túbulo colector cortical, que conduce
al conducto colector cortical. Las partes iniciales de 8 a 10 conductos colectores corticales se unen
para formar un solo conducto colector mayor que discurre hacia abajo al interior de la médula y se
convierte en el conducto colector medular.
Las nefronas que tienen glomérulos localizados en la corteza externa se denominan nefronas
corticales; tienen asas de Henle cortas que penetran solo una distancia corta en la médula, las
nefronas que tienen glomérulos que se disponen en la profundidad de la corteza renal cerca de la
médula y se denominan nefronas yuxtamedulares. Estas nefronas tienen asas de Henle grandes que
discurren hasta la médula.
Para producir orina, las nefronas y los túbulos colectores desarrollan tres procesos básicos:
1 Filtración glomerular. El agua y la mayor parte de los solutos del plasma atraviesan la pared de los
capilares, donde se filtran e ingresan en la cápsula de Bowman.
2 Reabsorción tubular. El agua y los solutos regresan a la sangre mientras ésta fluye a través de los
capilares peritubulares y los vasos rectos
3 Secreción tubular. las células tubulares secretan otras sustancias, como desechos, fármacos y
compuestos iónicos presentes en concentraciones excesivas, hacia el líquido filtrado.
FILTRACIÓN GLOMERULAR
Las células endoteliales glomerulares son bastante permeables porque tienen grandes
fenestraciones (poros) que miden entre 0,07 y 0,1 μm de diámetro. Todos los solutos del plasma
pueden salir de los capilares glomerulares, a acepción de las células sanguíneas y las plaquetas y
algunas proteínas.
La tasa de filtración glomerular es la cantidad que se forma en todos los corpúsculos de ambos
riñones por minuto. En adultos es de 125 ml/min. La fracción del flujo plasmático renal que se filtra
(la fracción de filtración) es de media de 0,2, lo que significa que alrededor del 20% del plasma que
fluye a través del riñón se filtra a través de los capilares glomerulares. La TFG se relaciona
directamente con las presiones que determinan la presión de filtración neta; cualquier cambio en la
presión de filtración neta afecta la TFG.
La autorregulación renal de la tasa de filtración glomerular, comprende dos mecanismos: el
mecanismo miogénico y la retroalimentación tubuloglomerular:
En condiciones normales, alrededor del 99% del agua filtrada se reabsorbe. Las células epiteliales a
lo largo del túbulo renal y del túbulo colector llevan a cabo la reabsorción, pero las células del túbulo
contorneado proximal realizan la mayor contribución. El túbulo contorneado proximal reabsorbe
alrededor del 65% del filtrado glomerular, mientras que también elimina algunas sustancias de la
sangre y las secreta en el túbulo para su eliminación en la orina.
REABSORCIÓN EN EL TÚBULO PROXIMAL.
Alrededor del 65% de la carga filtrada de sodio y agua y algo menos del cloruro filtrado se reabsorbe
normalmente en el túbulo proximal antes de que el filtrado alcance el asa de Henle. Las células
epiteliales tubulares proximales tienen un metabolismo alto y un gran número de mitocondrias para
apoyar los potentes procesos de transporte activo. El sodio adicional se transporta desde la luz
tubular hacia la célula por mecanismos de contratransporte, que reabsorben el sodio mientras
secretan otras sustancias a la luz tubular, en especial iones hidrógeno. En la primera mitad del túbulo
proximal, el sodio se reabsorbe mediante cotransporte junto a la glucosa, los aminoácidos y otros
solutos. Sin embargo, en la segunda mitad del túbulo proximal, poca glucosa y algunos aminoácidos
quedan por reabsorber. El sodio se reabsorbe ahora sobre todo con iones cloruro.
La parte descendente del segmento fino es muy permeable al agua y moderadamente a la mayoría
de los solutos, incluidos la urea y el sodio. La función de este segmento de la nefrona es permitir la
difusión simple de las sustancias a través de sus paredes. Alrededor del 20% del agua filtrada se
reabsorbe en el asa de Henle.
El segmento grueso del asa de Henle, Alrededor del 25% de las cargas filtradas de sodio, cloruro y
potasio se reabsorben en el asa de Henle, sobre todo en la rama ascendente gruesa. En el asa
ascendente gruesa, el movimiento del sodio a través de la membrana luminal está mediado sobre
todo por un cotransportador de 1-sodio, 2-cloruro, 1-potasio (NKCC2). La rama ascendente gruesa
del asa de Henle es el lugar de acción de los potentes diuréticos del asa furosemida, ácido
etacrínico y bumetanida. El segmento grueso del asa ascendente de Henle es casi impermeable al
agua. Por tanto, la mayor parte del agua que llega a este segmento permanece en el túbulo.
TUBULOS DISTALES.
Alrededor del 5% de la carga filtrada de cloruro de sodio se reabsorbe en la primera parte del túbulo
distal. El cotransportador sodio-cloruro mueve el cloruro de sodio desde la luz tubular hasta el interior
de la célula, y la bomba ATPasa Na + -K + transporta el sodio fuera de la célula a través de la
membrana basolateral. Las células principales reabsorben sodio y agua de la luz y secretan iones
potasio a la luz. Las células intercaladas de tipo A reabsorben iones potasio y secretan iones
hidrógeno a la luz tubular.
reabsorben habitualmente menos del 5% del agua y del sodio filtrados, son el lugar final de
procesamiento de la orina y, por ello, desempeñan una función fundamental en la determinación de
la eliminación final en la orina de agua y de solutos. La permeabilidad al agua del conducto colector
medular está controlada por la concentración de hormona antidiurética o ADH. Con concentraciones
altas de ADH, el agua se reabsorbe ávidamente en el intersticio medular, lo que reduce el volumen
de orina y concentra la mayoría de los solutos en ella.
Después de los túbulos colectores, la orina drena en los cálices menores, que se unen y forman los
cálices mayores, que confluyen y forman la pelvis renal. La orina drena en los uréteres, luego en la
vejiga, para por último abandonar el cuerpo por la uretra. Las contracciones peristálticas de las
paredes musculares de los uréteres impulsan la orina hacia la vejiga, y también la presión
hidrostática y la gravedad. La vejiga es un órgano muscular hueco y distensible, situado en la cavidad
pelviana, por detrás de la sínfisis del pubis. La capacidad de la vejiga oscila en promedio entre 700
y 800 mL.
CONCLUSIÓN
El aparato urinario está conformado por los riñones, uréteres, la vejiga y la uretra, más que nada son
conductos y cavidades que nos ayudan en la “creación” de orina, almacenamiento y expulsión de
esta. Todo este proceso fisiológico tiene su origen y resalta en la nefrona, la unidad funcional del
riñón, donde a través de un intercambio tanto de líquidos como de sustancias, se forma la orina. Es
de resaltar la gran capacidad que tienen los riñones para realizar su función, detectando cambios de
presión, de gradientes de concentración o de volumen pueden aumentar o disminuir la formación de
orina o del filtrado glomerular. Saber lo que sucede en cada sitio de la nefrona es importante, aquí
la farmacología entra en juego con los diuréticos, y dependiendo el diurético que sea, es el lugar
donde actúa y la función que lleva a cabo, además conociendo adecuadamente la fisiología, se
entiende mejor la fisiopatología, para así poder dar un tratamiento y solucionar el problema. En
conjunto, estos órganos no sólo nos ayudan a la expulsión de líquido o desechos, nos ayuda en
mantener la homeostasis del cuerpo, principalmente de la presión arterial y evitar complicaciones
adversas.
BIBLIOGRAFÍA:
• Sistema urinario. Saladin K.S.(Ed.), (2022). Anatomía y fisiología. La unidad entre forma y
función, 9e. McGraw Hill.
• Tortora, G. J., & Derrickson, B. (2022). Principios de Anatomía y Fisiología. Editorial Médica
Panamericana, S.A. de C.V.
• Hall, J. E. (2021). Tratado de Fisiología Médica. Elsevier España, S.L.U.