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S.J.L.

DE FAMILIA

[_______], profesión u oficio [_______], cédula nacional de identidad


[_______], domicilio [_______], a US., con respeto digo:

Que vengo en interponer demanda de alimentos mayores en contra de


[_______], profesión u oficio [_______], domicilio [_______], cédula
nacional de identidad [_______], en consideración a los antecedentes de
hecho y derecho que a continuación expongo:

HECHOS

1. Consta del certificado de matrimonio que acompaño en otrosí, que me


encuentro casada con el demandado, desde [_______]. Este matrimonio se
inscribió [_______]. En dicho acto los contrayentes pactaron [_______].

2. Cabe señalar que de nuestro matrimonio nacieron [_______].

3. Que mi situación económica es bastante desmejorada, ya que me


encuentro en un estado de necesidad producto de imposibilidad de
desarrollar trabajos de forma permanente, toda vez que me encuentro
[_______].

4. De esta manera todos los gastos propios de la vida en común como lo


son a modo de ejemplo el dividendo, las contribuciones, gastos comunes,
alimentos, luz y agua se iban costeando por ambas partes.

5. Desde el punto de vista de mi situación laboral, cabe agregar que


[_______].

6. Ahora bien, como S.S. podrá apreciar me encuentro en una situación de


desamparo económico, toda vez que los compromisos adoptados en pro de
la familia y al hecho de que por sí misma no los puede solventar, me veo en
la necesidad de solicitar la ayuda económica de mi cónyuge.

7. Es por esto que vengo a solicitar a US. la determinación de una pensión


de alimentos que me permita mantener el nivel de vida que junto al
demandado manteníamos. Es por ello que vengo en solicitar una pensión de
alimentos mayores por la suma de [_______], que corresponde al
[_______] de los gastos de mantención, que [_______] disponía
habitualmente.

DERECHO

1. Artículo 131 del Código Civil señala que “los cónyuges están obligados a
guardarse fue y a socorrerse y ayudarse mutuamente en todas las
circunstancias de la vida…”.

2. Por su parte, el artículo 134 del mismo cuerpo legal establece que “el
marido debe proveer a las necesidades de la familia en común atendiendo a
sus facultades económicas y al régimen de bienes que entre ellos medie…”.

3. A su turno el artículo 321 del Código Civil señala que se deben alimentos
a los cónyuges.

POR TANTO, en conformidad a lo expuesto y dispuesto en los artículos


131, 134, 321, ley No 14.908, ley No 19.968 y demás normas legales
pertinentes.

SOLICITO A S.S.: Se sirva tener presentada demanda de pensión de


alimentos mayores en contra de [_______], ya individualizado, en su calidad
de cónyuge y condenarlo al pago de una pensión de alimentos por la suma
de [_______], o lo que US. se sirva de derecho fijar, con costas.

PRIMER OTROSÍ: Como prueba de lo expuesto en lo principal de esta


presentación acompaño, con citación, los documentos siguientes.

a) Certificado de matrimonio de las partes.

b) Certificado de mediación frustrada.

c) Cuentas de gastos de la demandante.

SEGUNDO OTROSÍ: Ruego a US., en relación a lo señalado en el artícu lo


4o de la ley N° 14.908, en conformidad a lo expuesto en lo principal de esta
presentación y a los documentos acompañados en el primer otrosí, decretar
alimentos provisorios a favor de [_______], por la suma de [_______],
obligando al demandado a depositarla en la cuenta que US. ordene abrir
para estos efectos.

TERCER OTROSÍ: Sírvase su S.S. tener presente que designo abogados


patrocinantes y confiero poder a don(a)[_______], abogado, y a don
[_______], todos ellos domiciliados para estos efectos en calle [_______],
quienes podrán actuar conjunta e indistintamente en estos autos y firman
junto a mí en señal de aceptación.

Normativa relacionada
 Ley N° 14.908 sobre Abandono de Familia y Pago de Pensiones
Alimenticias.
 Artículos 321 a 337 del Código Civil.
 Ley N° 19.968 que crea los Tribunales de Familia.

Jurisprudencia relacionada
Alimentos. Concepto de alimentos y de derecho de alimentos.
Rubros que comprende el derecho de alimentos. Consideración de
las reales necesidades del alimentario en la regulación de los
alimentos. Proporcionalidad de los alimentos. Improcedencia de
imponer la totalidad de la obligación alimenticia a un progenitor.
Corte Suprema, 22/01/2014, Rol N° 6112-2013.

La doctrina señala que los alimentos son las prestaciones a que está
obligada una persona respecto de otra de todo aquello que resulte necesario
para satisfacer las necesidades de la existencia; y define el derecho de
alimentos como aquel que la ley otorga a una persona para demandar de
otra, que cuenta con los medios para proporcionárselos, lo que necesite
para subsistir de un modo correspondiente a su posición social, que debe
cubrir a lo menos el sustento, habitación, vestidos, salud, movilización,
enseñanza básica y media, aprendizaje de alguna profesión u oficio. De lo
antedicho se desprende que el derecho de alimentos se fundamenta en el
imperativo de cubrir las necesidades de existencia que se presentan en la
persona, que por el estado de necesidad en que se encuentra, se constituye
en acreedor de quien es obligado a su satisfacción, mediante la
correspondiente contribución que se le impone. Así, el nacimiento,
subsistencia y/o extinción de la obligación alimenticia, se encuentran
determinadas por la justificación de la necesidad de reclamarla. Este
principio es recogido por los artículos 323 y 330 del Código Civil, que
disponen que los alimentos deben habilitar al alimentado para subsistir de
un modo correspondiente a su posición social, y que los alimentos no se
deben sino en la parte en que los medios de subsistencia del alimentario no
alcancen para subsistir de un modo correspondiente a su posición social.
Así, aunque la persona obligada a prestar alimentos tenga elevados medios
económicos, no se le podrá exigir el pago de una pensión alimenticia que
supere dichas necesidades. Por consiguiente, si en la regulación de los
alimentos los jueces de la instancia no consideran las reales necesidades del
alimentario de modo que lo habilite para subsistir modestamente de un
modo correspondiente a su posición social, desatendiendo lo dispuesto por
los artículos 323 y 330 del Código Civil, la decisión aparece desprovista de la
razonabilidad y proporcionalidad debida. En efecto, aun cuando hoy en día
las necesidades se extienden no sólo a lo imprescindible para vivir, es decir,
a requerimientos de alimentación, vestuario y vivienda, sino también
comprenden lo indispensable para el desarrollo espiritual y material, lo cierto
es que, en la especie, la suma fijada excede estos parámetros, sobre todo si
se considera que éste cubre directamente una serie de gastos para
satisfacer este tipo de necesidades y que equiparan su situación con la de
sus hermanos que viven con el padre. Por otra parte, tampoco puede
obviarse el deber que recae sobre la demandante, madre del alimentario
menor de edad, de contribuir también a su manutención, en proporción a
sus facultades económicas, de conformidad a lo dispuesto por el artículo 230
del Código Civil, pues al imponer la totalidad de la obligación alimenticia al
demandado, tal contribución se torna ilusoria. (Considerandos 4° y 8°).

Alimentos mayores. Capacidad económica. Corte de Apelaciones de


Concepción, 18/03/2013, Rol N° 372-2012.

Con relación a los alimentos mayores pedidos, se ha aceptado que ellos


proceden y la discusión queda centrada solo en la cuantía, para lo cual, de
la misma manera, se concuerda con lo señalado con la juez de primera
instancia cuando en la reflexión novena señala: “Que para el establecimiento
del monto definitivo a que quedará obligado el demandado se considerarán
la capacidad económica de ambas partes, estimando que si bien la
demandante en la actualidad no ha podido desarrollar alguna actividad
remunerada, no se ha acreditado que se encuentre absolutamente impedida
de realizarlo; lo dispuesto en el artículo 323 del Código Civil de tal manera
que permita a la parte subsistir modestamente de un modo correspondiente
a su posición social; y lo establecido en el artículo 7° de la ley N° 14.908
que establece como límite a dicho monto el cincuenta por ciento de las
rentas del alimentante; no siendo considerado tampoco en este punto las
obligaciones del demandado que pide que en caso de determinarse una
pensión de alimentos se determinaran aquellos necesarios y no congruos, en
atención a que dicha distinción efectuada por el Código Civil fue derogada
por la ley N° 19.585 que modificó la redacción del citado artículo 323 del
mismo Código”. (Considerando 3°).

Que alimentario se encuentre imposibilitado para ejercer labor


remunerada no es requisito para hacer efectiva obligación de
alimentos. Corte de Apelaciones de Concepción, 23/11/2011, Rol
N° 597-2011.

Para hacer efectiva la obligación de alimentos se requiere la existencia de un


título que habilite para demandarlos, facultades económicas del obligado a
proporcionarlos y sus circunstancias domésticas, y estado de necesidad del
alimentario. Así lo prescriben los artículos 321, 329 y 330 del Código Civil.
Por lo tanto, nada tiene que ver aquí que el alimentario se encuentre o no
en la imposibilidad física o de salud para ejercer una labor remunerada. En
conformidad a lo dispuesto en el artículo 321 del Código Civil, se deben
alimentos al cónyuge, quien tiene derecho a exigirlos a su marido o mujer.
(…). (Considerandos 4° y 5°).

No procede reclamar alimentos mayores si demandante se


encuentra casada y posee ingresos propios. Corte de Apelaciones
de Concepción, 11/01/2010, Rol N° 918-2009.

Conforme a lo dispuesto en el artículo 332 del Código Civil los alimentos


concedidos a los descendientes se devengarán hasta que cumplan veintiún
años, salvo que estén estudiando una profesión u oficio, caso en el cual
cesarán a los veintiocho años; que les afecte una incapacidad física o mental
que les impida subsistir por sí mismos, o que, por circunstancias calificadas,
el juez los considere indispensables para su subsistencia. En la especie, no
concurren ninguno de los presupuestos que establece la ley para conceder
alimentos a la descendiente que los reclama y, en consecuencia, la demanda
interpuesta deberá ser rechazada. En efecto, la demandante es mayor de
veintiún años de edad, no ha probado que se encuentre estudiando ni que
le afecte una incapacidad física o mental que le impida subsistir por sí
misma. Por el contrario, los antecedentes antes analizados permiten concluir
que se trata de una persona que tiene ingresos propios, además de
encontrarse casada. (Considerandos 4° y 5°).

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