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CIVILIZACIONES ANTIGUAS

Las civilizaciones más antiguas surgieron a orillas de los grandes ríos. En los primeros tiempos de la historia los
hombres habían buscado aquellos lugares que tenían mayores ventajas para desarrollarse. Fue así como los
espacios ideales para el asiento de las poblaciones fueron lugares que aun conservan aspectos geográficos
importantes para el continuo desarrollo de las civilizaciones.

SUMERIOS
La civilización sumeria está considerada como la primera y más antigua civilización del mundo. Aunque la
procedencia de sus habitantes, los sumerios, es incierta, existen numerosas hipótesis sobre sus orígenes, siendo
la más aceptada actualmente la que argumenta que no habría ocurrido ninguna ruptura cultural con el período de
Uruk, lo que descartaría factores externos, como podían ser invasiones o migraciones desde otros territorios
lejanos.

EGIPCIOS
El Antiguo Egipto fue una civilización que surgió al agruparse los asentamientos situados en las riberas del
cauce medio y bajo del río Nilo. Tuvo tres épocas de esplendor en los periodos denominados por los
historiadores Imperio Antiguo, Imperio Medio e Imperio Nuevo. Alcanzaba desde el delta del Nilo, en el norte,
hasta la isla Elefantina (la actual Asuán, junto a la primera catarata del Nilo, en el sur), llegando a tener
influencia desde el Éufrates hasta Gebel Barkal, en la cuarta catarata del Nilo, en épocas de máxima expansión.
GRIEGOS
En la antigüedad, los griegos se organizaban políticamente en ciudades estados y allí se originó el concepto de
democracia. Se han establecido colonias y comunidades griegas a lo largo de la historia en muchos rincones del
Mediterráneo, a pesar de que la nación se ha centrado siempre alrededor del mar Egeo, donde se habla la lengua
griega desde la Antigua Grecia.2 En el siglo IV a. C. la expansión territorial más importante de los griegos llevó
el helenismo hasta Asia Central e India y, después de la caída del Imperio romano y Bizancio hizo perdurar la
cultura griega en el mar Mediterráneo oriental hasta 1453.

IMPERIO CHINO
La historia de China, una de las civilizaciones más antiguas del mundo con continuidad hasta la actualidad,
tiene sus orígenes en la cuenca del río Amarillo, donde surgieron las primeras dinastías Xia, Shang y Zhou. La
existencia de documentos escritos hace cerca de 3500 años ha permitido el desarrollo en China de una tradición
historiográfica muy precisa, que ofrece una narración continua desde las primeras dinastías hasta la edad
contemporánea. La cultura china, según el mito, se inaugura con los tres emperadores originarios: Fuxi,
Shennong y finalmente el Emperador Amarillo Huang, este último considerado como el verdadero creador de la
cultura. Sin embargo, no existen registros históricos que demuestren la existencia real de estas personalidades,
las que de acuerdo con la transmisión oral de generación en generación, habrían vivido hace unos 5000 a 6000
años.

 
EL IMPERIO ROMANO
El Imperio romano fue el tercer periodo de civilización romana en la Antigüedad clásica, posterior a la
República romana y caracterizado por una forma de gobierno autocrática. El nacimiento del Imperio viene
precedido por la expansión de su capital, Roma, que extendió su control en torno al mar Mediterráneo. Bajo la
etapa imperial los dominios de Roma siguieron aumentando hasta llegar a su máxima extensión durante el
reinado de Trajano, momento en que abarcaba desde el océano Atlántico al oeste hasta las orillas del mar
Caspio, el mar Rojo y el golfo Pérsico al este, y desde el desierto del Sahara al sur hasta las tierras boscosas a
orillas de los ríos Rin y Danubio y la frontera con Caledonia al norte. Su superficie máxima estimada sería de
unos 6,5 millones de km².

Las primeras ciudades de la Historia


1. Çatalhöyük, Turquía (7500 a.C.)

Çatalhöyük es una ciudad que se encuentra en lo que hoy es Turquía y se cree que fue establecida en
torno al 7500 a.C. Fue hallada a finales de los 1950 y restaurada en 1960, siendo una auténtica maravilla
antropológica debido a lo bien conservada que está.

Sus habitantes accedían a sus casas por los tejados, utilizando escaleras que iban de un nivel a otro, y cultivaban
todo tipo de alimentos, incluidas tres variedades de trigo, frutas y nueces cuyo excedente almacenaban en sus
casas.

2. Uruk, Irak (5000 a.C.)

La ciudad mesopotámica de Uruk está ubicada junto al Éufrates, hoy en día Irak. Se cree que su fundación es
cercana al 5000 a.C., siendo su etapa de esplendor entre 4000 a.C. y 3.200 a.C. período en el que alcanzó
una población de 65.000 habitantes. Esta ciudad fue tan importante que dio nombre a un período de la historia
mesopotámica (período de Uruk).

3. Argos, Grecia (5000 a.C.)

Se cree que Argos es el asentamiento urbano más antiguo del continente europeo. Se ubica en la península
del Peloponeso cerca de Turquía y puede que lleve habitada desde hará más de 9.000 años. Hoy en día, pese a
su grandioso pasado, es una ciudad poco importante en Grecia, bastante pequeña y sin mucha importancia
económica aunque sus asentamientos arqueológicos le dan cierto valor turístico.
4. Byblos, Líbano (5000 a.C.)

Byblos tiene una antigüedad de unos 7.000 años, siendo probablemente la ciudad más antigua que todavía
sigue siendo habitada. Esta ciudad es una parada obligatoria para comprender los orígenes de la cultura
fenicia, motivo por el cual sus asentamientos arqueológicos son Patrimonio de la Humanidad.

5. Atenas, Grecia (4000 a.C.)

Atenas es una muy antigua ciudad europea cuyos orígenes se remontan al 4000 a.C. En su historia hay muchos
episodios de resurgimientos, caídas y períodos de esplendor al frente de otras ciudades griegas y, también, como
capital cultural, política y económica de Grecia gracias a su posición central en la región.

Esta ciudad en concreto es considerada por muchos el origen de lo que con el paso del tiempo sería la
civilización occidental.

6. Alepo, Siria (4000 a.C.)

Alepo fue fundada cerca del 4000 a.C. y ha sido controlada por varias civilizaciones como los sasánidas, árabes,
varios estados cristianos, mongoles, romanos… Es probablemente la ciudad más antigua de Siria de las que
todavía siguen teniendo habitantes, aunque la Guerra Civil de ese país la está dejando prácticamente en
ruinas.

7. Ur, Irak (3800 a.C.)

Ur es otra importante ciudad de Mesopotamia, que se cree que fue fundada en el 3800 a.C. y se encuentra cerca
de la desembocadura del río Éufrates. En su momento más álgido llegó a poseer unos 200.000 habitantes,
quienes podían visitar uno de los templos más importantes de la cultura mesopotámica, el zigurat de Ur.

8. Luxor, Egipto (3200 a.C.)

Luxor, anteriormente llamada Tebas en tiempos del Antiguo Egipto, fue una de las más importantes ciudades
de África y capital de los egipcios en el Imperio Antiguo. Su ubicación a orillas del Nilo la convirtió en una
próspera y rica urbe que, hoy en día, conserva muchos vestigios de la antigua patria de Cleopatra y fue conocida
como la Ciudad de las Cien Puertas y la Ciudad de los Palacios.

 Quizás te interese: "Edad del Bronce: características y fases de esta etapa histórica"

9. Ray, Irán (3000 a.C.)

Ray se sitúa en el actual Irán y fue fundada en el 3000 a.C. Fue una de las ciudades más relevantes del imperio
parto y en la actualidad ha quedado prácticamente fagocitada por la moderna Teherán, capital de Irán.

10. Jericó, Palestina (3000 a.C.)

Jericó lleva siendo habitada desde el 9000 a.C., aunque su fundación como ciudad es del 3000 a.C. Esta ciudad
cuenta con las fortificaciones militares más antiguas, anteriores incluso a su propia fundación (6000 a.C.).
Jericó ha sido muy importante en la mitología bíblica, siendo este el lugar en el que se dice que regresaron
los judíos tras ser liberados de ser esclavos en Egipto y conducidos por Moisés.
11. Beirut, Líbano (3000 a.C.)

Beirut, actual capital del Líbano, tiene más de 5.000 años. Fue conquistada por los romanos quienes
construyeron unos importantes baños y otros monumentos, aunque a día de hoy apenas quedan unas cuantas
ruinas. Fue también parte de la civilización cananea y, después, habitaron en ella tanto musulmanes como
cristianos.

12. Jerusalén, Israel (3000 a.C.)

Jerusalén es una ciudad peculiar, puesto que su fundación exacta se mezcla con la mitología y los restos
arqueológicos. Seguramente fue fundada cerca del 3000 a.C. pero acabó siendo destruida por los babilónicos
y poco queda de la primera Jerusalén a parte del templo de Salomón.

El hecho de que hayan sido varios credos los que la han considerado una ciudad santa no ha ayudado, puesto
que las guerras de religión han hecho del lugar un territorio tenso e inestable. No obstante, su riqueza
arqueológica y arquitectónica demuestra la gran riqueza cultural producto de la influencia de diferentes pueblos.

13. Mohenjo Daro, Pakistán (2600 a.C.)

Mohenjo Daro formó parte de la civilización del Valle del Indo y, además de ser la ciudad más grande de la
región fue un importante centro urbano de la antigüedad. Es conocida por haber tenido una muy sofisticada
ingeniería y planificación urbana que sorprenden pues superan las de muchas de las ciudades fundadas en
tiempos recientes.

14. Babilonia, Irak (2300 a.C.)

No se puede hablar de ciudades antiguas sin mencionar a posiblemente la más famosa de todas:
Babilonia. Fundada en 2300 a.C. logró su independencia tras el período de renacimiento sumerio y se convirtió
en la capital de un gran imperio.

Durante el reinado de Nabucodonosor II esta ciudad se convirtió en una belleza urbana con sus Jardines
Colgates, una de las maravillas del mundo antiguo.

15. Erbil, Irak (2300 a.C.)

Si bien se han encontrado restos que sugieren que la región lleva habitada desde el 5000 a.C, el consenso ha
establecido que su fundación es del 2300 a.C. Erbil o Arbela es una de las principales ciudades del Kurdistán,
habitada por mongoles, árabes, babilonios y muchas más gentes de la región. Su ciudadela ya ha cumplido los
8.000 años y es considerada la capital cultural de los iraquíes kurdos.

16. Kirkuk, Irak (2200 a.C.)

Kirkuk se sitúa en donde antes se encontraba una muy antigua ciudad, Arrapha. Ha sido el lugar de residencia
de sumerios, babilonios, asirios, árabes y kurdos. Se sitúa entre el Irak árabe y el kurdo y se atribuye su
fundación al 2200 a.C.

17. Kutaisi, Georgia (2000 a.C.)

El Cáucaso vio surgir algunas de las primeras civilizaciones debido a su cercanía con el Creciente Fértil. Kutaisi
es considerada la primera capital del primitivo Reino de Georgia o de Colchis. Cuenta la leyenda que fue
este el lugar en el que fue a parar Jasón y sus Argonautas.
18. Damasco, Siria (2000 a.C.)

Si bien Damasco no es la ciudad más antigua del mundo, sí que es de las más antiguas que todavía están
habitadas. Aunque su fundación data del 2000 a.C. de la mano de los arameos, los registros arqueológicos
apuntan a que hubo habitantes en torno al 9000 a.C. Hoy en día es la capital de Siria y muestra un importante
legado cultural proveniente de arameos, romanos, griegos, árabes y mongoles.

19. Jaffa, Israel (2000 a.C.)

Jaffa se sitúa en la próspera urbe israelí de Tel Aviv. Se cree que los primeros seres humanos llegaron al lugar
hará unos 5.000 años, y Jaffa se constituiría como ciudad propiamente dicha en torno al 2000 a.C. Esta ciudad
fue griega, romana, bizantina, otomana, musulmana y, ahora, israelí.

20. Plovdiv, Bulgaria (2000 a.C.)

Se cree que la ciudad búlgara de Plovdiv fue fundada en 2000 a.C., pero con primeros habitantes cerca del 6000
a.C. Fue fundada por los tracios, una tribu indoeuropea que habitaba lo que hoy es Bulgaria y países
cercanos, aunque con el paso del tiempo la ciudad sería tomada por los griegos y los romanos. Una clara
muestra de que fue romanizada la tenemos en su turístico teatro romano, muy bien conservado.

QUIEN FUE HERODOTO


Heródoto de Halicarnaso fue un historiador y geógrafo de la antigua Grecia, que vivió entre 484 y 425
a.C. Actualmente es considerado como el padre de la disciplina histórica en Occidente. Incluso, algunos
consideran, que también de la antropología.

Fue el primer historiador que dejó registro razonado y estructurado de acontecimientos y acciones
humanas. Para ello, empleó gran variedad de fuentes históricas orales y escritas. Como vemos, Heródoto fue un
adelantado a su tiempo. Profundicemos en su historia.

Los acontecimientos registrados por Heródoto estaban centrados en las Guerras Médicas (492-478 a.C.).
Conflicto protagonizado por el Imperio Persa y por Grecia, aunque, en ocasiones, se desviara del tema principal.

Estos acontecimientos son plasmados en forma de prosa y no en verso. Así pues, aunque Homero, narrador
de la Ilíada y la Odisea, tiene una clara influencia en Heródoto, este se aleja de su forma de escribir. Sin
embargo, permanecen ciertas características como la narración en tercera persona, el uso de un lenguaje formal
y elevado, y la conmemoración de acontecimientos y personajes para que no caigan en el olvido.

IDENTIDAD INDIVIDUAL Y COLECTIVA


LAS INDIVIDUALIDADES COLECTIVAS se pueden clasificar según la intensidad de la interacción que amalgama a los
individuos. En orden de interacción creciente se pueden citar, por ejemplo, la manada, la sociedad de insectos y el
mismísimo organismo pluricelular. El individuo vivo mínimo es la célula, y durante miles de millones de años solo existió
vida en forma de células sueltas. Pero cualquier organismo pluricelular es una individualidad formada por un número
astronómico de células. El cuerpo humano, por ejemplo, es una individualidad de 37 billones de células y contiene unos
100 billones de microorganismos, casi todos ellos bacterias. Es decir, un ser humano es una individualidad formada por
más individuos que estrellas tiene una galaxia, aunque, eso sí, en íntima interacción mutua.

La evolución natural muestra, pues, una fuerte tendencia que va de lo individual a lo colectivo. Curiosamente, en la


evolución tecnológica asoma la tendencia opuesta, la que va de lo colectivo a lo individual. El reloj, por ejemplo, pasó
de no existir a existir para uso colectivo (en lo alto de la torre de una iglesia y en el centro del pueblo o del barrio…).
Luego el tamaño del colectivo se ha ido reduciendo, y así aparece luego el reloj doméstico de uso familiar y, finalmente,
el reloj individual de pulsera. Para consultar la hora primero había que dar un paseo, luego solo unos pasos y ahora
apenas un gesto

IDENTIFICACIÓN DE LOS RASGOS CULTURALES QUE FAVORECEN


EL DESARROLLO PERSONAL Y COMUNITARIO
Aquí puedes encontrar todos los recursos alineados con el saber declarativo (contenido declarativo) 1.3.4.
Identificación de los rasgos culturales que favorecen el desarrollo personal y comunitario.

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columna seleccionando las cabezas de flecha en el encabezado respectivo.

Los factores culturales facilitan no sólo conocer los rasgos distintivos que hacen diferentes a grupos humanos y
asentamientos poblacionales dentro de un mismo espacio geográfico y social, sino además, comprender, a
través de ellos, cómo se ha producido el desarrollo histórico, sus tendencias más significativas, ello posibilita
explicar los nexos que se establecen entre las actuaciones de individuos y grupos y las dinámicas sociales. Los
factores culturales no son dimensiones, ni elementos, son condiciones determinantes en tanto reportan
esencialidades de los comportamientos humanos. Aspectos como la religiosidad, costumbres y tradiciones
aportan un conjunto de significados que no se pueden soslayar en los estudios de las comunidades.
Un estudio más profundo de los mismos, conducen a vislumbrar cuáles son los factores dinámicos y cuáles los
factores estáticos, tomando como criterios la estabilidad, permanencia en el tiempo y ruptura. Así, el lenguaje y
las costumbres se enmarcan dentro del primer grupo; las comunicaciones y las tecnologías, en el segundo.

 En la literatura se comprende como factores aquellos aspectos o condiciones que están  presentes e influyen en
la acción de los hombres en el contexto de su actividad., como factores culturales puede entonces comprenderse
como el conjunto de condiciones o aspectos culturales presentes en el proceso de desarrollo cultural de los
individuos, grupos, colectivos, comunidades, naciones, países, que influyen positiva o negativamente en el
desarrollo cultural.

La cultura es una unidad integrada y funcional que puede ser observada y analizada como un todo o en sus
partes constitutivas. Por lo que se señalan en este espacio los factores culturales que se consideran relevantes a
tomar en cuenta en el desarrollo comunitario, para definir la visión totalizada de la cultura después de lo cual se
harán las precisiones pertinentes:

1. Identificación de la localidad o comunidad

Este aspecto se refiere a la información necesaria respecto al nombre, la fecha de fundación, toponimia y
categoría política indicando municipio, localización y límites, vías de comunicación (tipo de caminos), medios
de transporte y medios de comunicación masiva.

La extensión territorial, la altura sobre el nivel del mar, orografía, fisiografía, hidrografía, clima, flora y fauna.

Estos datos indican la ubicación, el acceso y la geografía o hábitat.

La determinación de estos elementos  permite la identificación comunitaria lo que contribuye al conocimiento


de las condiciones reales y concretas de la zona en que se va a trabajar, pero al mismo tiempo es un elemento de
importancia para los miembros de la comunidad, pues el primer elemento que hace posible la identificación de
una persona es de qué localidad es, cuál es el nombre de su localidad, ese sencillo dato va generando el sentido
de pertenecer al lugar al que se están refiriendo.

La comunidad está ligada siempre a un contexto geográfico que la comunidad humana realiza en
correspondencia con perspectivas circunstanciales de tiempo, actividades laborales, culturales, religiosas que
están ligadas al interés por mantener unidas y vigentes sus pautas culturales en otros lugares geográficos
distantes a los de origen.

Esto provoca que las pautas culturales se conjuguen con elementos de esas latitudes y en el orden cultural se
produzcan sincretismos que se vuelven nuevas pautas culturales que evolucionan

FLEXIBILIDAD Y ESTIRAMIENTO CORPORAL DEFINICIÓN Y


CARACTERÍSTICAS
Aquí puedes encontrar todos los recursos alineados con el saber declarativo (contenido declarativo) 1.4.1.
Flexibilidad y estiramiento corporal, definición y características.

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columna seleccionando las cabezas de flecha en el encabezado respectivo.
  En la literatura pueden encontrarse numerosas clasificaciones de flexibilidad (Platonov y Bulatova, 1993; Alter, 1996; Di
Cesare, 2000; Monteiro, 2000; Sánchez y cols., 2001). A continuación pasamos a recoger algunas de las más
significativas (Figura 1).

    De acuerdo con Di Cesare (2000), la flexibilidad puede ser:

 Flexibilidad general: es la movilidad de todas las articulaciones que permiten realizar diversos movimientos con
una gran amplitud;
 Flexibilidad especial: consiste en una considerable movilidad, que puede llegar hasta la máxima amplitud y
que se manifiesta en determinadas articulaciones, conforme a las exigencias del deporte practicado.

    Sánchez y cols. (2001), describen tres tipos de flexibilidad:

 Flexibilidad anatómica: es la capacidad de distensión de músculos y ligamentos, las posibilidades estructurales


de garantizar la amplitud de un determinado movimiento a partir del grado de libertad que posea cada
articulación de forma natural;
 Flexibilidad activa: es la amplitud máxima de una articulación o de movimiento que puede alcanzar una
persona sin ayuda externa, lo cual sucede únicamente a través de la contracción y distensión voluntaria de los
músculos del cuerpo.
 Flexibilidad pasiva: es la amplitud máxima de una articulación o de un movimiento a través de la acción de
fuerzas externas, es decir, mediante la ayuda de un compañero, un aparato, el propio peso corporal etc.
 Martínez-López (2003) afirma que hay otra serie de tests para evaluar la flexibilidad, cuyos resultados obtenidos
suelen expresarse en centímetros. Moras (1992) cita: el giro (rotación) de hombros con bastón; el spagat
frontal (o de través - Figura 4) o lateral; el puente (o Test de Flop); o la abducción de las extremidades
inferiores, sin embargo no se han mostrado del todo fiables. El propio Moras (1992) ha corroborado que el test
flexométrico, en el cual se emplea el flexómetro, presenta mayor validez, permitiendo obtener el ángulo real de
apertura a partir de la distancia de separación de las extremidades, independientemente de las características
morfológicas del sujeto. Estos resultados se expresan en grados, cuando, de forma generalizada, los tests de
medición de flexibilidad lo hacen en centímetros.


     Encontramos otros tests o pruebas para evaluar la flexibilidad como por ejemplo: flexión del tronco adelante
desde posición de pié (Figura 5); extensión de tronco hacia atrás; hiperextensión de espalda en plinto; extensión
de brazos y manos con pica; flexión profunda del cuerpo; flexibilidad de columna sobre plinto; cuadriceps o Test
de Ely; la banda iliotibial o Test de Ober; abductores de la cadera; flexibilidad de hombro; extensión en paso de
valla; apertura de piernas desde tumbado; flexión de tobillo; flexión lateral del tronco; flexión lateral de tronco
con brazos arriba; elevación de cadera hacia delante; torsión de tronco, y muchos otros que no son citados en
este trabajo.


     Los hallazgos muestran, según la literatura estudiada, que los tests que registran la flexibilidad en una escala
lineal, en realidad, no miden lo que en teoría se proponen medir, no presentan coeficientes de fiabilidad ni
resultados de validez, sufren influencia de las medidas antropométricas y del biotipo de cada persona, y se ven
influidos por la acción de la musculatura próxima a la articulación/musculatura responsable del movimiento
articular evaluado. Además, aún siendo posible su utilización, no reconocidos o avalados por ningún organismo o
autor. Sin embargo, por su sencillez, por el poco tiempo requerido en su aplicación, así como por su bajo coste,
algunos de ellos son empleados en determinados contextos, principalmente en contextos escolares.
     Hoeger y Hopkins (1992), Minkler y Patterson (1994), Hui y Yen (2000), entre otros, señalan que un protocolo
muy utilizado para evaluar la flexibilidad, cuyo resultado se obtiene en centímetros, es el test Sentar y
Alcanzar (Sit and Reach Test) (Wells y Dillon, 1952). Esta prueba (Figura 6) se utiliza comúnmente para
evaluar la flexibilidad de la zona lumbar, aunque su calidad como herramienta de evaluación suscita controversia,
ya que a pesar de estar diseñada para determinar el grado de flexibilidad de esta región corporal, intervienen
también otras zonas que afectan a los resultados obtenidos. En los estudios realizados por Jackson y Baker
(1986) en personas con edades comprendidas entre 13 y 15 años, se observó una correlación entre esta prueba
y las musculaturas implicadas (con los isquiotibiales, con toda la espalda, con la parte superior de la espalda y
con la zona lumbar). En otro estudio realizado por el Instituto Bonaerense en 1995, en el que se evaluó una
muestra de más de 65.000 alumnos de diferentes edades, se observó que existía una gran dispersión con
respecto a los resultados en cada grupo de edad. Además, los diferentes estudios encontrados en la literatura
muestran resultados contradictorios en los parámetros de fiabilidad y validez. (Jackson y Langford, 1989; Hoeger
y Hopkins, 1992; Hui y cols., 1999).


     Posteriormente surgió el test Sentar y Alcanzar Modificado (Modified Sit and Reach Test) (Hoeger y
Hopkins, 1992). Al igual que la anterior prueba, también suscita controversia por su cuestionada idoneidad
(Minkler y Patterson, 1994; González-Millán, 1997-98; Hui y cols., 1999; Hui e Yen, 2000; Arregui-Eraña y
Martinez De Haro, 2001; Ioushin, 2001). Antes del inicio del test es necesario realizar una medición de partida.
En este sentido, el ejecutante mantiene la posición standard inicial de la prueba tradicional, sólo que el
ejecutante debe estar sentado en el suelo con las piernas extendidas, la planta de los pies encostadas en el cajón
y apoyando su espalda y su cabeza sobre una pared, sus brazos deberán estar extendidos para delante donde
deberá llevar las manos al frente, una superpuesta sobre la otra y la punta de los dedos en contacto con la cinta
métrica. El evaluador deberá, en ese momento, marcar ese punto como el punto cero o de inicio (medición de
partida). Tras esta posición, el ejecutante inicia el test deslizando las manos sobre el cajón debiendo lograr
alcanzar la máxima distancia con sus manos. Deberá realizar tres intentos, tomando como válido el mejor de los
tres (Figura 7).


     Como señalábamos en párrafos anteriores, otro test para evaluar la flexibilidad es el Flexitest (Araújo, 1987;
2001; 2002; 2003; Araújo y Araújo, 2000; 2004), originalmente elaborado y descrito por Pavel y Araujo (1980). A
través de esta prueba se pretende registrar la flexibilidad pasiva máxima de 20 movimientos articulares
corporales, que se convierten en 36, si consideramos las articulaciones bilateralmente. Todos los movimientos
deben ser ejecutados y evaluados en una determinada secuencia. La evaluación se realiza comparando el
movimiento realizado por la persona en cada articulación con respecto a mapas de análisis o dibujos previamente
establecidos (Figura 8). En cada mapa aparece un mismo movimiento representado con diferentes grados de
amplitud. Cada nivel de amplitud tiene un valor, el cual es asignando en función de la amplitud alcanzada por el
sujeto. Las articulaciones implicadas en el test son: tobillo, rodilla, cadera, tronco, muñeca, codo y hombro. Se
realizan ocho movimientos en los miembros inferiores, tres en el tronco y nueve en los miembros superiores. La
numeración de estos movimientos se hace en sentido distal-proximal. Cada un de ellos se mide respecto a una
escala creciente y discontinua de 0 a 4 (números enteros), representando un total de 5 valores posibles.
EJERCICIOS DE MOVILIDAD DE LA COLUMNA VERTEBRAL
Nuestra entrenadora personal, Nerea Salinas, nos va a enseñar unos ejercicios específicos para la columna
vertebral y la espalda. Para ello, necesitaremos una silla y unas botellas de agua.

Ejercicio 1:
Comenzamos con la movilidad de la columna vertebral. Suavemente, nos vamos hacia los costados.No
movemos los hombros porque únicamente estamos trabajando la zona lumbar. De forma muy controlada, el
abdomen adentro que ayuda a tener una postura correcta y ayuda a evitar problemas de lumbalgia.

Ejercicio 2:
Vamos hacia delante, expulsamos el aire e inspiramos hacia arriba. Movilizamos la columna y dejamos los
hombros relajados, que vengan hacia delante y arriba, de forma controlada, fluida, que sea agradable.

Para tonificar los músculos de la espalda utilizamos unas botellas de agua de intensidades diferentes.

Ejercicio 3:
Nos colocamos cerca de la silla con la pierna hacia atrás y mantenemos el abdomen adentro.Inspiranos y al
espirar levantamos con suavidad el brazo hacia fuera mirando hacia abajo y así trabajando los músculos de la
espalda. Y después, hacia atrás. Estos ejercicios tonifican los músculos que hay entre las escápulas, los
omóplatos.

Los siguientes ejercicios los vamos a hacer en el suelo:

Ejercicio 4:
Suavemente, nos tumbamos en el suelo boca abajo dejando las manos en los costados. Inspiramos y
espiramos.Para mantener la alineación correcta de la columna, mirar todo el rato al suelo.
Ejercicio 5:
Concluímos los ejercicios con unos estiramientos agradables que nos van a ayudar, nnos sentamos hacia atrás
y desenroscamos.

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