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"Año del Bicentenario del Perú: 200 años de Independencia”

UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DEL PERÚ

TAREA ACADEMICA 3

Análisis de una jurisprudencia

Docente
Bruceli Benito Ala Gordillo

Trabajo que forma parte del curso de Derecho Internacional Privado

Cruz Lozano, Marylin Gemma


U20221231
1. INTRODUCCION

Por razones de seguridad jurídica y conveniencia recíproca, casi todos los estados reconocen

validez a las sentencias y laudos arbitrales proferidos en el extranjero y permiten su ejecución

como si hubiesen sido dictadas por sus propios jueces, si bien difieren en cuanto a sus

requisitos que exigen para ello. Hugo Alsina expresa: “dentro de la comunidad jurídica en

que viven los pueblos modernos, no es posible desconocer, que, así como las leyes traspasan

las fronteras y los jueces se ven a menudo precisados a aplicar las de otros países, de no

acordarse a la sentencia efectos extraterritoriales, desaparecería la seguridad de los derechos,

pues bastaría para eludirlos substraerse a la jurisdicción del juez que la pronunció
a) DEFINICION EXEQUÁTUR:

Es el conjunto de reglas conforme al cual el ordenamiento jurídico de un Estado verifica si

una sentencia judicial emanada de un país extranjero reúne o no los requisitos que permiten

su homologación en tal Estado. La materia del exequátur corresponde tanto al derecho

procesal como al derecho internacional privado.

b) NATURALEZA:

Se basa en ser una figura autónoma considerada como equivalente jurisdiccional.

• Francesco Carnelutti considera que el exequátur de una sentencia extranjera, más que un

acto de ejecución, es una figura autónoma, que califica como “equivalente jurisdiccional”.

• Chiovenda el reconocimiento de la sentencia extranjera está vinculado a la extensión

territorial, y que el juicio del exequátur no es sino un modo de alcanzar el fin de la relación

procesal inter partes.

• Exequátur no tiene por objeto revisar el objetivo de la relación sustancial controvertida,

sino la sentencia extranjera como tal o sea aspectos externos y formales.

2. EL EXEQUÁTUR EN EL PERÚ:

❖ El nuevo Código procesal civil peruano establece que el reconocimiento de resoluciones

judiciales y laudos expedidos en el extranjero se interpone ante la sala civil de turno de la

Corte Superior en cuya competencia territorial tiene su domicilio la persona contra quien

se pretende hacer valer la sentencia o el laudo, presumiéndose la reciprocidad en la

aceptación y ejecutamiento. No se requiere en este proceso judicial, también conocido

como exequátur, la actuación de exhortos y cartas rogativas dirigidas por jueces

extranjeros, siendo suficiente que los documentos estén legalizados y, de ser el caso,
traducidos al idioma respectivo. La vía procedimental que corresponde es la del proceso

no contencioso a tenor de lo dispuesto por el numeral 749, inciso 11 del Código procesal

civil. Al finalizar el proceso, la sala civil pertinente dispone la entrega de copias

certificadas al solicitante, quedándose el expediente original en el archivo del juzgado.

3. EL EXEQUÁTUR Y EL RECONOCIMIENTO DE DIVORCIO

❖ Los requisitos para obtener el reconocimiento de una sentencia extranjera de divorcio, y

en general cualquier sentencia extranjera de naturaleza civil, se encuentran establecidos

en el Código Civil y Código Procesal Civil peruanos. Conforme a estos textos normativos,

el procedimiento a seguirse tiene carácter judicial y requiere del cumplimiento de

requisitos formales.  Al proceso judicial se le denomina indistintamente como:

"Reconocimiento u Homologación de Sentencia Extranjera", "Ejecución de Sentencia

Expedida en el Extranjero", "Declaración de Reconocimiento Judicial de Sentencia

Expedida en el Extranjero" o "Proceso de Exequátur".

Requisitos Generales Proceso de Exequátur El artículo 2104º del Código Civil peruano

vigente establece que las sentencias extranjeras para ser reconocidas por los tribunales

peruanos deben cumplir con la siguiente exigencia en especifico respecto al caso:

❖ Que no resuelvan sobre asuntos de competencia peruana exclusiva


4. SITUACIÓN JURÍDICA INTERNACIONAL PRIVADA

La problemática en el presente caso es el Reconocimiento y ejecución de sentencias

extranjeras en materia familiar lo que se puede evidenciar en el presente caso vendría a

ser la falta de conformidad de la ciudadana peruana con respecto al divorcio que tuvo

acontecimiento en el país de Japón ya que argumenta que no se hizo uso correcto de la

ley, se la discrimino por su nacionalidad, se actuó en contra del orden publico del Perú y

se la excluyo de diferentes derechos.

Weinberg señala que; «en el reconocimiento, el juez acepta un derecho consagrado por la

sentencia, como, por ejemplo, la existencia de un divorcio; en la ejecución, el titular del

derecho consagrado por la sentencia extranjera exige el concurso de la fuerza pública

local por intermedio del juez para obtener la satisfacción material, como por ejemplo, la

ejecución de bienes promovida por un acreedor». La diferencia entre ambos términos

surge precisamente del carácter de las sentencias o decisiones, de aquellos que no

necesitan ejecución por ser declarativas o constitutivas.

Un sector de la doctrina considera innecesario el procedimiento de exequatur, en el caso

de las sentencias declarativas y constitutivas porque el reconocimiento debería operar ipso

jure, mientras que otros sostienen que se requiere del exequatur si existe oposición de los

particulares o funcionarios para la ejecución de la sentencia en mención.

El Código Civil, trata la materia de Derecho Internacional Privado, la cual antes se

encontraba dispersa en la Constitución de 1933 y en la de 1979, en el título preliminar del

Código Civil de 1936 y en el Código de Procedimientos Civiles, en leyes especiales y en

decretos leyes. Al respecto, al clarificarse los casos de jurisdicción peruana exclusiva así
como los de negativa, admitiéndose que para ciertos asuntos la jurisdicción peruana

positiva es facultativa, se reconoce expresamente que en estos asuntos son competentes

los jueces peruanos como los extranjeros, por tanto las sentencias o fallos extranjeros

resultantes deben ser reconocibles en el Perú y es precisamente el Título IV sobre

reconocimiento y ejecución de sentencias y fallos arbitrales extranjeros, el que establece

las condiciones y formas que deben observarse para otorgar eficacia a dichos mandatos

judiciales.

El sector predominante de la legislación considera necesaria para la extraterritorialización

de las ejecutorias la existencia de reciprocidad. Este sistema contiene otra limitación

referida a la posible ofensa al orden público internacional de cada país donde se intente,

con lo que se reduce el ámbito de ejecutividad de la sentencia extranjera.

Esta limitación de orden público, no corresponde solamente al sistema de la reciprocidad,

sino que constituye una limitación de carácter general y de aplicación a todos los sistemas.

En este sistema, al no existir tratados entre los países, es a través de la reciprocidad

existente entre los mismos que se puede reconocer y ejecutar fallos; por ello, en nuestro

país la reciprocidad se presume y sólo quien la niegue deberá probarlo. No se reconocen

las sentencias dictadas en otro país, como es el caso de países árabes y musulmanes. En

estos países no se reconoce a la sentencia extranjera y como consecuencia, la decisión

existente en ella no será reconocida y tampoco podrá ser ejecutada

5. CRITERIO PARA DETERMINAR LA COMPETENCIA JURISDICCIONAL

c) Requisitos de procedencia
El artículo 2104° establece los requisitos de procedencia para el reconocimiento y

ejecución de sentencias extranjeras, puntualizando ocho requerimientos: l. Que no

resuelvan asuntos de competencia peruana exclusiva. 2. Que el tribunal extranjero haya

sido competente para conocer el asunto de acuerdo a sus normas de Derecho Internacional

Privado y a los principios generales de competencia procesal internacional. 3. Que se haya

citado al demandado conforme a la ley del lugar del proceso; que se le haya concedido

plazo razonable para comparecer; y que se le hayan otorgado garantías procesales para

defenderse. 4. Que la sentencia tenga autoridad de cosa juzgada en el concepto de las

leyes del lugar del proceso. 5. Que no exista en el Perú juicio pendiente entre las mismas

partes y sobre el mismo objeto, iniciado con anterioridad a la interposición de la demanda

que originó la sentencia. 6. Que no sea incompatible con otra sentencia que reúna los

requisitos de reconocimiento y ejecución exigidos en este título y que haya sido dictada

anteriormente. 7. Que no sea contraria al orden público ni a las buenas costumbres. 8.

Que se pruebe la reciprocidad.

En cuanto al agravio denunciado en el apartado

e): según señala el artículo 2058 inciso 1 del Código Civil, los tribunales peruanos tienen

competencia para conocer de los juicios originados por el ejercicio de acciones de

contenido patrimonial, aún en contra de personas domiciliadas en país extranjero, cuando

se ventilen acciones relativas a derechos reales sobre bienes situados en la república.

Tratándose de predios dicha competencia es exclusiva.


6. OPINIÓN PERSONAL SOBRE LA RESOLUCIÓN DE LA CASACIÓN Nº 224-2016

LIMA

Primeramente, destacar que como se pudo apreciar a lo largo del trabajo realizado no

procede el reconocimiento de la sentencia de divorcio en el extremo que se pronuncia por

los bienes sociales ubicados en el territorio peruano. Si bien es cierto es fundado el recurso

de casación aunque ambas partes se sometieron voluntariamente a la jurisdicción

extranjera, para decidir sobre su divorcio y la división de sus bienes inmuebles, la decisión

adoptada sobre este último punto ha sido emitida por un órgano incompetente, los

Tribunales Peruanos tiene competencia para conocer las acciones relativas a derechos

reales sobre bienes situados en la República (predios) dicha competencia es exclusiva,

Nuestro ordenamiento civil de Derecho Internacional Privado establece que sólo los

Tribunales peruanos tienen competencia para conocer de los juicios originados por el

ejercicio de las acciones de contenido patrimonial, aún contra personas domiciliadas en

el país extranjero , cuando se ventilen acciones relativas a derechos reales sobre bienes

situados en la República , siendo dicha competencia exclusiva cuando se trata de predios

, a tenor de lo normado en el artículo dos mil cincuentiocho inciso primero del Código

Civil; de otro lado , a tenor de lo dispuesto en el artículo mil sesenta del mismo Código,

la elección de un tribunal extranjero o la prórroga de jurisdicción en su favor para conocer

de los juicios originados por el ejercicio de acciones de contenido patrimonial ,serán

reconocidas , siempre que no versen sobre asuntos de jurisdicción peruana exclusiva, ni

constituyan abuso de derecho, ni sean contrarias al orden público del Perú .En

consecuencia, si bien es cierto que tanto la actora como el emplazado se sometieron en su


oportunidad a la competencia del Juez Japon, para efectos de que dicha Corte decida no

sólo sobre el divorcio de los cónyuges sino también sobre la división de sus bienes

inmuebles, la decisión adoptada sobre este último punto ha sido emitida por un órgano

incompetente y, por tanto, si bien es válida formalmente, carece de eficacia material en el

territorio peruano; así también lo estima María del Carmen Tovar Gil al comentar los

alcances del artículo dos mil cincuentiocho del Código Civil, señalando: “Existen una

serie de supuestos en los que el legislador peruano ha considerado que sólo pueden ser

válidamente resueltos ante su fuero. En estos casos, aún cuando otros Estados consideran

a sus tribunales como competentes para avocarse al litigio, la resolución que emitan no

será posible de ejecutar en el territorio

Que, acorde a lo preceptuado por el artículo 2058 inciso 1 del Código Civil, los tribunales

peruanos tienen competencia para conocer de los juicios originados por el ejercicio de

acciones de contenido patrimonial aun contra personas domiciliadas en país extranjero;

cuando se ventilen acciones relativas a derechos reales sobre bienes situados en la

República. Tratándose de predios dicha competencia es exclusiva; asimismo, el segundo

párrafo del artículo 2082 del acotado Código, establece que la ley del domicilio conyugal

es aplicable a los efectos civiles del divorcio y de la separación, excepto los relativos a

los bienes de los cónyuges, que siguen la ley del régimen patrimonial del matrimonio; así

como las relaciones de los cónyuges respecto a los bienes, las cuales de conformidad a lo

establecido por el artículo 2078 del Código Civil, se rigen por la ley del primer domicilio

conyugal. El cambio de domicilio no altera la ley competente para regir las relaciones de

los cónyuges en cuanto a los bienes adquiridos antes o después del cambio.
Y finalmente resaltar que esta casación nos permite determinar una claridad absoluta con

respecto a la competencia de los tribunales peruanos con respecto a los bienes del régimen

patrimonial los cuales se encuentran dentro de su competencia exclusiva por encontrarse

dentro de su territorio, la presente casación permite al derecho internacional privado crear

jurisprudencia y facilitar el procedimiento de casos similares que aduzcan de la misma

falta de competencia con respecto al patrimonio.

7. CONCLUSION

❖ La competencia judicial internacional indirecta o reconocimiento de sentencias extranjeras

es un instituto del Derecho Procesal Civil Internacional de relevancia académica y de

creciente e importante incidencia en la realidad global, con efectos en la práctica judicial,

tal como lo evidencia el estudio estadístico realizado en la Corte Superior de Justicia de

Lima, la de mayor carga procesal en el área de familia a nivel nacional.

❖ En los casos de divorcio, se ha establecido el carácter facultativo de la competencia judicial

internacional de nacionales - extranjeros, domiciliados y no domiciliados, consideramos

pertinente destacar la necesidad de diferenciar con respecto a la competencia exclusiva del

estado peruano con respecto a los puntos señalados en el artículo 2104º del Código Civil

peruano.
8. BIBLIOGRAFIA

ALVARADO VELLOSO, Adolfo y A. ZORZOLI, Oscar. El debido proceso. Buenos


Aires: Edit., 2006

ANUARIO ESPAÑOL DE DERECHO INTERNACIONAL PRIVADO. Tomo XIII.


Editorial Iprolex. Madrid. 2013.

A. VARELA, Casimiro. Valoración de la prueba. Segunda edición. Buenos Aires:


EDITORIAL Astrea, 1998

ARENAS GARCIA, Rafael. Crisis matrimoniales internacionales. Nulidad


matrimonial, separación y divorcio en el nuevo Derecho internacional privado
español Universidad de Santiago de Compostela, 2004.

BANDRES SANCHEZ-CRUZAT, José Manuel. El derecho fundamental al proceso


debido y el tribunal constitucional.Pamplona: Aranzadi 1992

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