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Una de las fases que quizás demanda una mayor cantidad de tiempo y recursos humanos,
técnicos y financieros, es sin lugar a dudas el estudio técnico. Este proceso busca determinar,
entre otras cosas, la viabilidad técnica de la elaboración del producto, las inversiones necesarias
para realizar dicha producción tanto en tecnología, infraestructura como en personal y materiales.
Además, vincula al análisis algunas variables tan importantes como la localización y el tamaño
óptimo del proyecto.
El estudio técnico se puede resumir en tres capítulos fundamentales. El primero es el que tiene
que ver con el análisis de ingeniería que todo proyecto productivo implica hacer. En este aparte,
se identifica la función óptima de producción, basada ésta, en la demanda esperada, la
disponibilidad y costo de los factores productivos y la disponibilidad de recursos financieros.
El segundo capítulo refiere el problema del tamaño del proyecto. El concepto de tamaño
que se maneja a nivel de proyectos, podría definirse como una variable bastante compleja
dado que compone una serie de factores que lo definen.
El tercer capítulo habla de la decisión de localización del proyecto. Para asumir posiciones
respecto a donde localizar la operación, es necesario antes, analizar profundamente los factores
determinantes que pueden afectar de manera importante la rentabilidad del proyecto. La
ubicación de lo consumidores, de las zonas de abastecimiento, la disponibilidad de medios de
transporte la infraestructura y la disponibilidad de servicios de apoyo, entre los más importantes,
importantes son parte fundamental de este análisis.
Por su naturaleza, la localización constituye una decisión de largo plazo, por cuanto equivocarse
resulta generalmente muy costoso, dado que implica esfuerzos económicos significativos si se
quiere modificar dicha decisión.
La ingeniería del proyecto
La ingeniería del proyecto hace referencia a algunos aspectos particulares del
proyecto; la infraestructura y planta física, la tecnología, las obras físicas (Adecuaciones),
la mano de obra y algunos otros costos inherentes al proyecto. Pero antes de desarrollar
cada uno de estos aspectos, es necesario mencionar que todos ellos se encuentran en
función del nivel de producción del proyecto y, este a su vez, también está en función de
los resultados obtenidos en la estimación de la demanda potencial del producto o servicio,
realizada en el estudio del mercado. Así por ejemplo, si en el estudio de mercado se
calculó que durante el primer año de operacipon del proyecto, se espera vender 10,000
unidades de producto, la planta de producción y el proceso productivo en general, debe
estar estructurado de tal manera que permita atender esa demanda.
El proceso de producción
Cuando se habla de proceso productivo se piensa en una serie de insumos que son
transformados a través de una tecnología específica (Máquinas, equipos, mano de
obra) en productos finales. Esta acepción se enmarca muy bien en procesos
industriales, pero también puede ser aplicada a servicios, dado que estos a pesar que
no realizan una transformación física de materiales, si requieren el uso del intelecto
para estructurar “productos” que satisfacen necesidades específicas de un mercado, a
partir del conocimiento.
Pero ¿cómo definir el proceso productivo óptimo? Esto depende en realidad del tipo de
industria, del bien o servicio que se ofrezca, de la demanda esperada entre otros
aspectos. En términos generales el nivel óptimo de producción es aquel que satisface
una restricción de manera eficiente. Por ejemplo, determinar el número de unidades
que se deben producir para minimizar el costo de producción o maximizar los ingresos,
son algunas situaciones que pueden definir la optimización en la producción.
Con el fin de hacer un análisis un poco más estructurado del proceso productivo es
necesario clasificarlo de acuerdo con unas categorías generalmente aceptadas. La
primera de ellas es referente al tipo de flujo productivo y se clasifica como a
continuación se menciona:
• Por proyecto. En este caso se requiere una mayor especificidad en los factores de
producción. De hecho como su nombre lo indica, en muchas ocasiones se
requiere de equipos de trabajo, tecnología y materiales diferenciados por cada
uno de los proyectos. Ejemplos de este tipo de producción son los proyectos de
infraestructura, dado que a pesar que una compañía constructora puede tener
varios proyectos (Construcción de un edificio y de una carretera, por ejemplo),
debe estructurar por separado el proyecto y destinar recursos específicos a cada
uno de ellos.
Así por ejemplo, si se decide comprar los inmuebles, estos configuran una inversión, pero
si se decide arrendar, constituirá un costo para todos aquellos inmuebles que participan
en la producción del bien o servicio y un gasto operacional, para aquellos inmuebles que
facilitan las funciones de las áreas de apoyo.
Materias primas
Este apartado consiste en determinar el costo de las materias primas de un determinado
nivel de producción. Tal como se mencionó anteriormente, al determinar la demanda
factible para el primer año de operación, implícitamente se estaba determinando también
los aspectos inherentes a la producción. Es necesario que en el presupuesto de
materiales, se especifique la cantidad, el costo unitario y el total, con el fin de facilitar su
registro a la hora de construir los estados financieros. Igualmente se debería tener en
cuenta, los descuentos por volumen que se podrían conseguir, dado que si la producción
aumenta cada año, como es lo deseable, se podría esperar que se consigan precios más
favorables en el mercado de proveedores.
En conclusión, la dinámica que describe esta interrelación se puede entender así; el nivel
de producción depende de la demanda estimada para el proyecto, a su vez el nivel de
producción requiere de equipos e infraestructura para materializarse y con ello se
configura el nivel de inversión inicial. El volumen de inversiones configura el tamaño del
proyecto, el cual a su vez depende de la estrategia comercial que se implemente.
Por ejemplo, dos proyectos que pretendan producir un mismo bien y vender 10.000
unidades de él, en teoría podrían tener un nivel de inversiones similar, pero uno de
los proyectos decide localizar su operación en varias zonas del país, mientras que el
otro decide centralizar su operación en una sola ciudad. Obedeciendo a su estrategia
comercial, el segundo proyecto podría tener un nivel de inversión menor que el
primero, pero podría comprometer parte de su crecimiento en el largo plazo.
Las decisiones de tamaño y localización dependen de muchas variables y el
estructurador del proyecto debe estar en capacidad de tomar decisiones tendientes a
mejorar la rentabilidad de la inversión, basado en información relevante y adecuada