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·i !La clínica y lo real


A partir dei trabajo desarrollado en
·1 la Delegación-México D.F. en
estrecha colaboración con las
instancias de la Nueva Escuela.
Lacaniana (NEL) y de la Asociación
Graciela Brodsky, Ana Viganó, Marcela Alma za,
1
Mundial de Psicoanálisis (AMP), en
'1 · junio 2014 de común acuerdo entre
\ Paul� del Cioppo, ��lvana di Rienzo, Elain� Co los Presidentes de la AMP (Miquel
Bassols), de la FAPOL (Mauricio
,! 1 Vivi�na Berger, Rc?'.sana Fautsch, Gabriel �oel,
Tarrab) y de la NEL (Alicia Arenas),
la Delegación NEL-México D.F. pasa

r�
a ser Sede NEL-México D.F.,
contando con Graciela Brodsky

1 . l li
íl" I
11' como Delegada dei Consejo AMP.
para México.

IJ li't·,
La Delegación había sido creada a

1
partir dei Grupo Asociado a la NEL,

·r�- �� ·-.. �=-�·-·;
· ·
:����;.,:�'-
ALEP (Asociación Lacaniana de
Estudios Psicoanalíticos) que se
había conformado en el ano 2006,
con el objetivo de construir en
México un lazo de trabajo con el
Campo Freudiano, para difundir y.
desarrollar el psicoanálisis de
Orientación Lacaniana.
Este libro es la tercera publicación
de la NEL-Mx DF que plasma erÍ
papel el trabajo que se viene.
!levando adelante en la ciudad desde
hace largos e intensos anos. Los dos

111 19!:�m�. · · N E 1!'1éxico-Df


Nueva Escuela L caniana
libros que le anteceden," Lectura dei
caso en la práctica de orientación
lacaniana y t,Cómo se forman los

'
analistas? (ambos de Grama
ediciones) salieron a la luz en los
tiempos de la Delegación; en este
caso, La clínica y lo real, si bien se
edita en tiempos de la Sede, tràsun­
ta como el libro de la transición
entre una estructura y otra en el
proceso de construcción de la
Escuela en el país.
Indice

© Grama ediciones, 2015.


Aires.
Av. Maipú 3511, 1º A (1636) Olivos. Pcia. de Buenos
Tel.: 5293-2275 • grama@gramaediciones.com.a r
http: / / www.gramaediciones.com.ar

© Nel-México DF, 2015.


Prólogo, Viviana Berger ....................................................... 7

Seminario
La clínica y lo real................................................................ 9
Brodsky, Graciela Graciela Brodsky
r ; compila­
La clínica y lo real / Graciela Brodsky ; Viviana Berge
ada. - Olivo s: Gram a Ediciones,
do por Viviana Berger. - la ed. adapt
2015.
De semblantes y real en la adolescencia ·························· 61
120 p.; 21 x 14 cm. Ana Viganó

ISBN 978-987-1982-56-1 Una apuesta por el síntoma ............................................... 67


Marcela Almanza
1. Clínica Psicoanalítica. 1. Berger, Viviana, comp. II. Título.
CDD 150.195
Lo real como obstáculo ······················································· 73
Paula del Cioppo

Desafíos de la clínica actual ··············································· 77


Esta edición se terminó de imprimir en el mes de agosto de 2015, Silvana Di Rienzo
en Gráfica Aler S.R.L., San Martín, Buenos Aires, Argentina.
La angustia que despierta. El objeto a -a la altura
Hecho el depósito que determina la ley 11.723. del Seminario 10 de Lacan-................................................. 81
este libro
Queda prohibida la reproducción total o parcial de . Cossw
Elame /
sin per­
por medios gráficos, fotostáticos, electrónico u otros
miso del editor. ��v;::� �';;;;línica.............................................................. 87
Impreso en Argentina
Un lugar para lo real: del trauma al fantasma ······ ······ ···· 93
Rosana Fautsch Fernández

5
Pequena nota al pie sobre literatura & psicoanálisi·s ·· · ·· 99
Gabriel Roei
Genética y lenguaje en el sigla xx1................ PRÓLOGO
......... ············ 103
Paloma Arlet Roa Rajas

iLas bacterias tienen sexo?· ··········· ··················


···· ···· ··········· 109
Fernando Eseverri
u

Despertar ................................... : ..............······


······················ 115
Diana Montes Caballero
u

L a clínica y lo real es la tercera publicación de la NEL-Mx


DF que plas a en papel el trabajo que se viene llevando
adelante en la ciudad desde hace largos e intensos aftas. Los
dos libras que le anteceden, Lectura del caso en la práctica de
orientación lacaniana y l,Cómo se forman los analistas? salieran a
la luz en los tiempos de la Delegación; en este caso, La clínica y
lo real, si bien se edita en tiempos de la Sede, trasunta como el
libra de la transición entre una estructura y otra en el praceso
de construcción de la Escuela en el país.
Por un lado, el seminario de Graciela Bradsky -preciso,
didáctico, con el vuelo magistral que distingue a la ponente­
impartido durante su primera visita a la ciudad en febrera
2014 inaugurando el lazo directo de México con su actual­
mente Delegada. Luego, los trabajos de miembras y asociados
en los que además de leerse las huellas de los efectos de en­
seftanza de aquel seminario primera de Graciela, resultan de
los efectos que trajo la constitución de la sede en la formación /q
y en la implicación de cada uno con la causa de la Escuela......-' (1.0
La lectura bibliográfica minuciosa, el afá!T'ênla ormula­
ción de preguntas, la articulación a la clínica, el esfuerzo de
la escritura; cada quién con su estilo y en su momento de la
formación. Así se oyen las voces de estas autores muchos y
variados que han declarado su deseo por el psicoanálisis y
decidieran conformar y sostener la estructura de esta Escuela
y de este libra. Sin duda cada �ez, habrá más autores que se
animen, y más deseos decididos que se sumen.
6
LQué imagen elegir para representar lo real? Fernando
Eseverri se vio inspirado por una anécdota que Graciela nos
compartiera sobre su vida analítica, y que sin duda transmitió
a todos una imagen inolvidable que captura algo dei impacto La clínica y lo real1
dei encuentro con lo real: el convidado de piedra en las esce­
nas finales de Don Juan, jpum! jpum! sobre la mesa, los golpes Graciela Brodsky
dei Commendatore. La encarnación de un completo sinsentido
alrededor dei cual gira todo. Y, Lei sujeto? ... jDesconcertado!
Este tercer libra es fruto de muchas cosas: por supuesto,
dei trabajo minucioso dei Comité Editorial, dei esfuerzo de los
autores, de las actividades de formación, de la consolidación
de las transferencias de trabajo. Claramente, es el producto

G
dei deseo por una Escuela en México, que fue escuchado por racias a la NEL-México por invitarme, darme la ocasión
los diversos Comités Ejecutivos de la NEL que acompafiaron de conocerlos y de tener en un ambiente un poco más
y acompafian su gestación, y que crece y se desarrolla con la íntimo que el de la conferencia de ayer, la posibilidad de una
atención permanente y el soporte fiel tanto de las instancias interlocución y de algo que no tiene el estilo de una conferen­
de la FAPOL como de la AMP. cia, sino de un seminario. En un seminario uno tira semillas,
Nuestro reconocimiento y gratitud a todos y cada uno. de ahí la palabra seminario, y hay que ver qué es lo que brota
-preferiblemente no brotes- pues en ese margen nos move­
Viviana Berger mos.
Directora Sede NEL-Mx DF EI título que propuse retoma esa pequena presentación
que escribí a pedido de los organizadores dei congreso de
abril: "la clínica y lo real". 2 Propuse desarrollarlo porque fi­
nalmente el artículo, que ustedes conocen por internet, es un
condensado de muchas cosas que podrían abrirse y abrirse
largamente; así que me pareció que era la oportunidad de ha­
cerlo. Si tuviéramos toda una tarde para trabajar, o un día en­
tero, podría ampliado. "La clínica y lo real"; un título de esta
clase tiene la comodidad de introducir ese "y" que permite
una organización muy fácil para el que tiene que hablar. Uno
toma primero la clínica, después lo real y después hace la inter-

1 Seminario dictado en la NEL-México DF el sábado 21 de febrero de


2014.
2 Brodsky, G., La clínica y lo real [en línea]. Página del IX Congreso de
la Asociación Mundial de Psicoanálisis. Disponible en: http: / / www.
congresamp2014.com/ es/ template.php?file= Textos/ La-clinica-y -lo­
real_Graciela-Brodsky.html
8
9
sección entre la clínica y lo real marcada en el lenguaje por la a Lacan le pedían que entrevistara a un paciente los mismos
cópula y. Así que no voy a tratar de ser original, voy a hacerlo jefes del servido; cuando el paciente era un paciente raro que
exactamente así. Voy a tomar primero la clínica, voy a tomar no sabían cómo diagnosticarlo y traía problemas para el ser­
después lo real, después voy a tomar la clínica y lo real, y espero vido, le pedían ayuda a Lacan y Lacan hacía una presentación
poder desembocar en la paradoja de ese título. Un título que clínica habitual.
habría que reformular pero que no se podrá reformular hasta La presentación clínica se hacía cada 15 días, los miércoles.
no hacer el recorrido completo. Entonces, los jóvenes -como ustedes- que participaban de la
presentación de enfermos, se reunían el miércoles siguiente
en el bar que quedaba al lado del hospital y discutía� lo qu:
I. La clínica
había pasado: qué opinión tenían, qué había� aprend�do, �ue
no se entendía, por qué se hacía lo que se hacia... en fin, as1 se
Primero la clínica. Hablar de la clínica trae inmediatamen­
creó de la manera más informal una práctica semanal. Dentro
te de la mano la necesidad de hacer algunas precisiones. La
de esos jóvenes -que tenían 30 anos aproxim_adamente- �s�a­
frase que se recorta en ese artículo que circula por internet "la
ba entre otros, J.-A. Miller. Ellos crean el Circulo de Chmca
clínica es lo real en tanto es lo imposible de soportar" (Lacan,
Psicoanalítica. Se autobautizan y consiguen que la Universi­
1977), fue pronunciada por Lacan en el afio 77 en un discurso
dad de París los adopte como un Departamento de psicoaná-
de ocasión, en la Apertura de la Sección Clínica. En el transcurso
lisis. Entonces pasan de la reunión en el bar a ocupar un lugar rr �-
de la sección clínica Lacan hace un discurso de apertura, des­
dentro de lo que es el sistema universitario de París 8.
pués hay una conversación y en medio de esa conversación
Lacan tenía por un lado a la Escuela y, por el otro, ª e�te
Marcel Czermak, que estaba en ese momento ahí, le pregunta .
grupo de jóvenes que no habían llegado a los 30 y que rewin­
cómo define la clínica. Es ahí que Lacan lanza esta frase: "la
dicaban la dimensión clínica de su ensefianza. Mientra✓cÍue la
clínic es lo real, en tanto imposible de soportar". 3
Escuela era un lugar donde no se hablaba regularmente de la
l Cuál es el contexto? La sección clínica, que en ese
clínica y donde la ensefianza de Lacan era un obj�to de �stu­
momento Lacan inaugura, es una experiencia que da forma
dio, ese grupo de jóvenes impulsa esta apuesta a Cielo ab1erto
a algo que se venía haciendo de manera informal desde
bajo la bandera de la clínica p�
hacía muchos anos atrás. Lacan realizaba desde siempre una
Entonces Lacan -tironeado por un lado por su Escuela y,
práctica de presentación de enfermos, práctica que hereda,
por otro, por este grupo de jóvenes- adopta contr� la op�n�ón
en tanto psiquiatra, de sus grandes maestros y en especial de ,.
�favorable de los Jerarcas de la Escuela, la Secc1�;1 Ch�1�a,
quien considera su único maestro en psiquiatría, es decir de
y crea dentro del Departamento de París 8 la Secc10� Chmca
Clérambault. La práctica de la presentación de enfermos es
de París. Ésta funciona hasta el día de hoy, ha crec1do y se
una práctica que seguimos haciendo dentro del Campo freu­
ha multiplicado; hay una sección clínica en Bélgica, hay sec­
diano. Se le da a un paciente la oportunidad de hablar de sí
ciones clínicas en Barcelona, en Madrid, en Buenos Aires. El
mismo, de lo que piensa de su padecimiento y de ser entre­
vistado por un psicoanalista que trata en esa entrevista de ob­ 1cdeBA, que dirijo, es el nombre argentino -el nombre ?�:tefio
tener algo de lo más singular de ese paciente. Normalmente en realidad- de la sección clínica que hereda la trad1c1on de
la Sección Clínica de París exactamente con el mismo dispo­
sitivo: presentación de enfermos, discusión de casos clínicos,
3 Lacan, J., "Apertura de la Sección Clínica" (1977), Ornicar (3), Editorial
conferencias y estudios de teoría psicoanalítica.
Petrel, Barcelona, 1981.

10 11
En esa apertura Lacan dice qué es la clínica psicoanalítica. el goce, eso me parece palabras mayores. Tratar, moldear ... en
Se lo pregunta a sí mismo, da la respuesta: "la clínica psicoa­ fin, tocar el goce por media de la palabra, lo cual plantea un
nalítica tiene una base, es lo que se dice en un psicoanálisis" problema que creo que merece ser considerado como el pro­
(Lacan, 1977).4 Hay que tener oídos finos con Lacan, porque blema de Lacan desde el primer Seminario hasta el último...
Lacan no utiliza las palabras porque sí; cuando utiliza una y sigue siendo el problema para cada uno de nosotros en la
palabra hay que pensar que obedece a algún cálculo. Lacan medida en que practicamos el psicoanálisis../ ),J.,, ,; .,
no dice que la clínica es lo que se dice en un psicoanálisis, dice lDe qué manera la palabra toca el óêe? Lacan inventa
que la clínica tiene una base, que la clínica psicoanalítica se apoya muchas respuestas y con esta brújul-a uno puede leer desde el
en lo que se dice en un psicoanálisis, pero no dice que la clínica Seminario 1 hasta el Seminario 24 y preguntarse: len el Semina­
psicoanalítica es lo que pasa en un psicoanálisis. Es decir que rio 1 cómo responde Lacan a este problema?, len el Seminario
él hace una distinción muy precisa en ese momento. Primero 4 cómo lo responde?, len el Seminario 17 cómo lo responde?...
está lo que se dice en un psicoanálisis y después hay una clíni­ Para tocar el goce con la palabra, hay que suponer que tienen
ca que se elabora en base a eso, lo cual permite que se haga de algo en común. Y entonces, efectivamente, hay toda una épo­
entrada una distinción necesaria entre la experiencia analítica ca en la que Lacan define al goce y la pulsión articulados por
y la clínica psicoanalítica. Finalmente la clínica psicoanalítica media de significantes y en tanto tal, dentro del registro del
es una elucubración de saber que se apoya sobre lo que es la lenguaje.
experiencia del análisis. Si uno piensa que entre la palabra y el goce no hay nada
Una práctica, como la práctica del análisis, implica la ac­ en común, que son dos registros, entonces el psicoanálisis se
ción de llevar a cabo algo. Es un ejercicio. En el Seminario 11 convierte en una magia. Si se piensa que lo real responde a
Lacan dice que el psicoanálisis es una práctica, no dice el psicoa­ las palabras, estamos efectivamente en el terreno de la magia.
nálisis es una clínica. El psicoanálisis es una práctica, y lo dice Lacan no tiene mucho gusto por ser catalogado dentro de
con los términos de moda en ese momento, es una "praxis [...] la magia, aún cuando no es raro que a los psicoanalistas se � s
para tratar lo real por media de lo simbólico" (Lacan, 1964)5• emparenten con los charlatanes, con los hechiceros, con los
Es la definición, creo que Lacan no la abandonará nunca, de chamanes, debido, precisamente, a la idea de que con la pa­
qué es la práctica analítica, es decir lo que efectivamente se labra intervienen sobre lo real del cuerpo. Y si no, como no es
hace cada vez que se recibe un paciente. Es el intento de tratar evidente que con la palabra se toque lo real del cuerpo, surgen
lo real mediante lo simbólico. O podríamos decido· de otra ma­ las prácticas estilo [Wilhelm] Reich, por ejemplo, que es: jen­
nera -que no lo formula así Lacan en el Seminario 11 porque tonces, toquemos el cuerpo!; o las prácticas que introducen el
no es el momento de su reflexión-, podríamos decir, mirán­ masaje, la reflexología, Flores de Bach..., en fin, todo tipo de
dolo desde el último Lacan: la. práctica del psicoanálisis es el prácticas que implican que entre la palabra y el cuerpo hay un
problema de tratar el goce mediante la palabra, porque es el media .-que puede ser un media químico como la pastilla, que
único recurso que tenemos, el recurso de la interpretación. puede ser un media más espiritual. Puede ser motivo de risa,
Tratamos el goce, queremos tocar el goce ... No diría cambiar pero es un problema radical; si no resolvemos ese problema,
nosotros mismos no estamos seguros de no ser hechiceros y
4 Ibíd.
entonces buscamos en el cerebro el sustrato material de nues­
5 Lacan, J., "La Excomunión", El Seminario, Libra 11, Los cuatro concepto tra práctica. Así que la definición de la práctica como tratar
s
fundamentales del psicoanálisis, Paidós, Bs. As., 2003, p. 14. lo real por media de la palabra, tratar el goce por media de

12 13
la palabra, tratar lo real por me io de lo simbólico, abre un silencio también forma parte de la lingüística. El problema de
terreno en el cual hay que ham mrse; uno no va con tranqui­ la interpretación deviene el problema crucial del psicoanáli­
lidad por ahí, y no se puede decir que tengamos siempre las sis; tanto más cuanto más se profundiza la idea de que entre
mejores respuestas. � fV
À.
� lo simbólico y lo real no hay conexión alguna y entonces es la
Hace falta una conexión. Y si ustedes -aunque sólo sea de interpretación la que tiene que producir ese lazo.
oído- han incursio nado por la última ensefianza de Lacan y
Todo esta es para dejar bien en claro que la clínica no es la
su famoso nudo borromeo ... No pierdan tiempo tratando de práctica. LQué es? La clínica es una elucubrac�ón de sab�; que
ver cómo está construido el nudo, si gira en sentido levógi-, .
-Se basa en una práctica. La clínica no es la mvestigac1on, la
ro o de trógiro . . . En fin, se puede hacer todo eso y todo lo clínica no se hace en el laboratorio, ni se hace en el escritorio ,
"- que ustedes quieran si les gusta tej
er. Lacan estaba encantado. ni se hace en la biblioteca... Lacan dice que es una clínica que
, (;�
Llamaba a cualquier hora del día y de la noche a quien sea, " se hace en el pie de la cama -como lo hacían en otra época los
espe cialmente a [Pierre] Soury, que e ra un matemático que
médicos clínicos quiene s a partir de una serie de síntomas, de
asistía a su Seminario; lo llamaba a las cuatro de la mafiana síndromes y de signos que recopilaban, trataban de decidir a
para preguntarle si podía concebirse un nudo borromeo de qué categoría semiológica correspondía ese conjunto-. Estaba
seis. Y llamaba a [François] Cheng, que era un poeta chino la clínica médica y estaban el rash, la picazón y los temblores 1
que también participaba en su Seminario; le preguntaba cómo de este sujeto singular y se trataba de colocar esos síntomas,
se junta lo que se nombra y lo que no tiene nombre, y Cheng esos signos, e n función de la clínica, de la semiología exis­
le dijo en una ocasión: "Mire tengo un hijo recién nacido, le tente. Podría considerarse que la clínica psicoanalítica es algo
pido por favor que no me llame después de las acho de la no- equ ivalente: u stedes reciben un paciente que le tiene asco al
che". Esta lo cuenta Cheng y lo pueden leer en los homenajes sexo, le duele la cabeza y tiene sensaciones raras en el cuerpo;
que se hicieron después de la muerte de Lacan y que están eso corresponde a la histeria. To man el caso y lo colocan den­
publicados en un número especial de la revista L'Ane. tro de la histeria como podrían colocar un caso dentro de la
Efectivamente, esta idea de cómo enlazar lo que no se jun­ infección por estreptococo si fueran médicos clínicos. Primero
ta y cómo unir lo que tiene y lo que no tiene nombre, esta idea está la suma del sabe r psiquiátrico que define la histeria, lue­
de la conexión, es el problema que Lacan intenta resolver con go ustedes ven un caso particular y lo colocan dentro de la
e l nudo borromeo . El nudo borromeo no es otra cosa que el categoría histeria. Es el problema que se encuentra en los con­
intento de enlazar registros que están separados, el registro troles; la gente que viene a controlar tiene una gran preocu?a­
rêfe lo simbólico y el registro de lo real, por ejemplo, por media ción por saber si es una histeria, una obsesión, una neuros1s o
de un tercer término -lo imaginaria en este caso- que los une. una psico sis; es decir, por saber en qué categoría se coloca el
Pero más allá del detalle constructivo de la cosa, se trata de caso . Pero hay que agregar que no es tan fácil porque la de­
responder al problema del psicoanálisis: LCÓmo tocar lo real finición· de la clínica psicoanalítica que desde el comienzo da
por media de lo simbólico? Es decir, Lcuál es el campo ope­ Lacan es que es una elucubración de saber que se construye a
rativo de la interpretación, que es lo único que tenemos para partir de signos que son obtenidos bajo transferencia.
tocar lo real del síntoma, lo real del cuerpo, lo real del goce? _ ,,
No se piensa normalmente que a un paciente los globulos
Ya vamos a llegar eso. blancos le suban o le bajen en función del médico; podría ser,
Lo único que tenemos es la interpretación y la interpreta­ pero en ese caso estaríamos pensando en que es una enferme­
ción es un hecho de palabras aún cuando sea de silencio. El dad psico somática, no pensaríamos que es verdaderamente

14 ( 15
una infección. La clínica médica avanza cada vez más tratan­ Ustedes pueden conocer a alguien que tenga todas las
do de eliminar al máximo la subjetividad de aquél que recoge fobias del mundo, todos los rituales del mundo, como en la
los signos, de modo tal que la persona -el médico como su­ película "Mejor ... imposible"6; el tipo que no puede caminar
jeto- sea lo más parecido a un scanner, lo más parecido a al­ sin pegar saltos, que no puede pisar la juntura entre una bal­
guien cuya subjetividad, cuyo ser, no entra en juego. La medi­ dosa y otra ... en fin, todo eso. Uno lo mira y dice: " j Pero qué
cina avanza en esa dirección, es el cambio de paradigma que obsesivo de libra!", pero eso no es un síntoma analítico, es un
pasa del magister dixit, que era la autoridad médica a la cual síntoma de manual. Para que sea un síntoma analítico él de­
uno se refería, a la medicina basada en la evidencia. Éste es bería pensar que ese síntoma quiere decir algo y es esa suposi­
un cambio de paradigma fundamental dentro de la práctica ción de significación lo que lo convierte en síntoma analítico.
médica. Los médicos casi no escuchan, casi no miran, y se li­ Esa suposición de significación tiene que ser al mismo tiem­
mitan a indicar una serie pruebas que son más confiables que po una suposición de significación desconocida. lLavarse las
el famoso ojo clínico del experto. Dentro de poco se podrán manos veinte veces por día significa algo para usted? Si sig­
poner todos los síntomas -"me duele la cabeza", "tengo ta­ nifica, por ejemplo, que vivimos en un mundo tremendamen­
quicardia", "veo doble" ...- en una máquina y saldrá: "hágase te contaminado -que hay virus por todos lados-, j bien!, ese
un fondo de ojo, esto y esto". En fin, exagero, pero es el ideal, sefí.or le da una significación a su ritual, a su ritual insensato.
falla un poco pero es el ideal. En cambio, la clínica psicoanalí­ Pero esa significación es una significación que forma parte
tica se construye en función de la transferencia. del discurso común, es una significación que él atrapa-eriel
No hay histeria si no en tanto el síntoma se dirige a Otro diario, en la televisión, a partir de las recomendaciones sobre
a quien se le supone un saber; es decir, el síntoma histérico cómo vivir más y mejor con las que nos llenan la cabeza todos
mismo es un síntoma inexistente por fuera de la transferencia. los días. Entonces se puede decir "me pasa esto por esto", y
Para que lo llamemos desde el psicoanálisis un síntoma histé­ esto tiene una significación, pero es una significación banal, es
rico no basta con que sea el asco, tiene que ser el asco puesto una significación común, no es un síntoma analítico. Un sín­
en relación a otro significante que encarna el analista. toma analítico supone que ese síntoma tiene una significación
desconocida. Significa algo, no pienso que no significa nada;
primero tiene significación, segundo, no tengo la menor idea
de qué significa y es recién en este "no tengo la menor idea de
qué significa" que se produce el punto donde el síntoma se
dirige al Otro, el síntoma hace entrar al Otro en la escena. El
Que la clínica psicoanalítica es una clínica bajo transferen­ síntoma saca al sujeto de sí mismo para remitirlo al Otro de
cia quiere decir que el síntoma, el que quieran -la duda, "no quien se espera una respuesta.
puedo dejar de lavarme las manos", "tengo miedo de tomar Ahora podemos completar la primera definición de la clí­
el avión", en fin, el que ustedes quieran ... "sólo me consigo nica indicando que la clínica psicoanalítica es un saber que
Don Juanes" ... lo que ustedes consideren que es su síntoma-, se elucubra bajo transferencia. Este síntoma es entonces un
no solamente lo tienen como quien tiene fiebre, sino que a ese significante, lo que en su momento Lacan llamó 'el signifi-
síntoma ustedes le agregan la suposición de significación. Le
agregan la idea de que ese síntoma quiere decir algo. Por fue­
ra de eso, no hay síntoma analítico. 6 As Good as It Gets (Mejor . .. imposible), Dir. James L. Brooks, Grade
Films, Estados Unidos, 1997.
16 17
cante de la transferencia'. l Qué es el significante de la trans­ cias a la interpretación que vendrá de (Sq), se vaya elaborando

ferencia? Sig�ificante de transferencia puede ser cualquier una cadena de significaciones desconocidas para el sujeto s: el
c?sa: un sueno que despierta{ es un lapsus que se repite, un inconsciente (SI , S2 . . . . . . Sn). Eso hace que el síntoma en psicoa­
s�nt��a ��e no se va. Lo que cuenta es que le supongo una nálisis sea algo muy específico qu e depende enteramente de
sigrnficac10n -por eso es un significante- y que sobre esa sig­ aqu él a quien se le dirige.
nificación dirijo una pregunta al campo del Otro. A veces se piensa que los psicoanalistas somos un poco
militan tes; sí, lo somos, por suerte. Porque si la estructura del
s ___ sq síntoma es ésta, nada dice qu e los psicoanalistas no desapa­
S (S I, S2 ...... sn ) rezcan; hace falta menos que un meteorito para extinguirlos.
Si este lugar (Sq) deja de estar ocupado por el analista, si este
Algoritmo de la transferencia (Lacan, 1967)
lu gar (Sq) pasa a estar ocupado exclusivamente por un mé­
Es decir, el s�nt�11:1"ª analítico abre el campo del Otro. Aquí dico que receta el estabilizador del humor, el ansiolítico, el
hay Otro, o�ro sigrnficante que podría ser el hechicero, podría antipsicótico, la píldora, o por el psicólogo que realiza un en­
se� e! que de las,, _ flores de Bach, podría ser el cura, podría ser el trenamiento con un sim ulador para eliminar la fobia al avión,
m�dico, el :11- edico clínico... Esa pregunta "me pasa esto, iqu é si la respu esta que tenemos es ésa, efectivamente el síntoma
qm ere decu esto que me pasa?", ahora está a merced de la como psicoanalítico desaparece.
respuesta que le dé el Otro. Y entonces se ve que la respuesta El síntoma psicoanalítico depende de que aquel a qu ien se
puede ser la de cualquiera, la letra q es la primera letra de la le dirige dé una respuesta que abra el inconsciente. Si se da
p�labra quelconque en francés. El cura va a dar una respuesta una resp u esta al modo de Pavlov, seremos todos perros de

diferente a la del clínico; las T CC [Terapia Cognitivo-Conduc­ Pavlov y salivaremos cada vez que atisbemos un objeto que
t�al]_ :ªn a dar otras respuestas que las del psicoanalista. Este despierte nuestro deseo. Es decir que tiene que haber psicoa­
s gn ��can_t� (S�, como todo significante, no tendrá ninguna nalistas; si no hay psicoanalistas, el síntoma como lo concibió

sigrnficacion smo es a partir de la respu esta que dé el Otro Freud se extingue. Lo que le da al síntoma su valor psicoanalí­
(S9). Y esa respuesta será una respuesta psicoanalítica en fun­ tico es la suposición de un saber en reserva que el dispositivo
ción de que este Otro dé una respuesta psicoanalítica. analítico transformará, al menos en parte, en un saber mani­
O ,, sea que el estatuto psicoanalítico del síntoma, el estatuto fiesto para el sujeto.
del smtoma para el psicoanálisis, no tiene nada que ver con Entonces el analista forma parte del síntoma, y la clínica
su presentación, con lo que llamamos la envoltura formal del psicoanalítica es una clínica que se elabora a partir de los datos
síntom�. Depe_ nde exclusivamente del tipo de respuesta que el qu e se recogen de la experiencia analítica, teniendo en cuenta
Otro de al emgma que para mí mismo representa ese síntoma que esa experien cia tiene como protagonistas al analista y a la
o ese suefio que se repite, o ese lapsus que se repite o ... en fin: interpretación que éste da. Qu iero decir que si la práctica del
ese f nómeno que me hace pensar que hay en mí algo más que psicoanálisis decae, si la práctica del psicoanálisis desaparece
!º �
mis�o, algo más que mi conciencia: eso que Freud llamó el porque ·se prohibe -como su cedió en algunos lugares y como
inconsciente. Lo cual permite decir que la clínica psicoanalítica puede suceder- la clínica psicoanalítica tam_Eién desaparece, ,..
j .>
es una cl�nica que se elabora a partir de este esquema que La­ porque la clínica psicoanalítica se basa--ert1.a práctica del psi­
can llamo en su momento el algoritmo de la transferencia. coanálisis. Si no se practica más el psicoanálisis, la clín ica que
Efectivamente, no se sabrá qué significa (S) hasta que gra- se elabora a partir de esa práctica desaparece.

18 19
psiquiatría. Freud las toma de la psiquiatría, ésa es una cate­ H ay una clasificación de la que podría haber hablado ayer
gorización, una forma de clasificar. Pero el mismo Freud no pero no hablé: una clínica del amor -hubiera sido un bue_n títu­
estaba tan pendiente de esa clasificación, prefería otras clasifi­ lo ... p ara la próxima-. Una clínica del amor �ue per°:Ite po­
caciones. Por ejemplo -y no me muevo del terreno de las cla­ ner en tensión al amor cortés y a la erotomama, por eJemplo.
sificaciones- para Freud la diferencia entre neurosis, perver­ Interrogarse por cómo se juega el amor en hombres y ��jere�
sión y psicosis dependía del mecanismo, no de la aparienci a no tiene nada que ver con la neurosis, ni con la pervers1on, m
del síntoma. No se dedicaba al envoltorio formal del síntoma, con la psicosis, pero da toda una clínica.
clasificaba con otras categorías que eran: represión, denega­ H ay una clínica del acto que se desprende de los Serr;�na­
ción y forclusión. LEs un caso de represión o es un caso de rios 14 y 15 de Lacan -La lógica del fantasma y El acto analztzco­
forclusión? Siguen siendo categorías, pero no es la categorfa que es otra clasificación, otra clíni� a, otra man:r� de �g�upar
elemental de neurosis, perversión y psicosis, es una categori­ .
los datos que se obtienen de la pract1ca. Esa chmca d1stmgue
zación que clasifica en función del mecanismo y no en función inhibición, acting-out y p asaje al acto; tres categorías comple­
de la apariencia; no es la forma del síntoma sino el mecanismo tamente diferentes de neurosis, perversión y psicosis.
de formación del síntoma. H ay una clínica de la sexuación donde entr�1: los �olteros
En Freud hay otras categorías. Hay una que me encanta: _
y las místicas. l Cómo poder poner en una clas1ficac1?n � los
"Algunos tipos de carácter elucidados por el psicoanálisis" solteros y las místicas? Muy fácil: guíense por el Semznarw 20
(Freud, 1916)10 • Me encanta porque utiliza la palabra tipos, es �\
..,
y las fórmulas de la sexuación y van a poder hacer toda una
decir, que estamos dentro de la tipología, y hace una clasifica- !" � clínica basada en dichas fórmulas.
ción que no tiene nada que ver con la forma del síntoma ni con .� V Hay una clínica del final de análisis. Tomen el problema
el mecanismo del síntoma. Es una clasificación donde entran / � �� del final de análisis, armen con eso una clínica, agrupen los
las excepciones, los que fracasan al triunfar y los que delin- j fenómenos del final de análisis y van a tener una clínica de las
quen por sentimiento de culpabilidad. lCuál es la brújulcfãe� JS:>, interrupciones -de los análisis interrumpidos-, �na clínica de_
esa clasificación? lndudablemente el superyó. Es una clasifica- ' ,,
los re-análisis -de los análisis reiniciados-... en fin. Una chm­
ción producto de la segunda tópica, de la pulsión de muerte y ca del pase; tomen como eje el pase ... es lo que tratan de hac�r
del masoquismo primordial. Pero si uno quiere pensar en CUéil los carteles del p ase: elaborar una clínica sobre el pase a partir
es la clasificación mayor en Freud, ésta es inhibición, síntoma y de los datos que se obtienen de la experiencia misma del ?ª�e.
angustia. Esa es la gr an clasificación freudiana, no es neurosis,
y hay. l.ll1a clínica borromea que tiene nombres muy d1stn�- /
perversión psicosis, es inhibición, síntoma y angustia. tos: una clínicà de1 frébol, o una clínica del trisquel,ô 4 :l a eh­
Del lado de Lacan podemos extender las clasificaciones, nica del anudamiento de tres, o una clínica de la sutura, de la
por ejemplo, hay una clínica del deseo. Clasificamos de acuer­ falla del anudamiento de tres..., en fin. Es una clínica donde
do a la modalidad del deseo: deseo insatisfecho, deseo impo­ la referencia a neurosis, perversión y psicosis no juega . Es una
sible, deseo prevenido. Es una clasificación que no toma en clínica de estiramientos. Y Lacan hace entrar en esa clínica a
cuenta la forma de presentación del síntoma. Toma en cuenta Joyce y a Schreber, y hace entrar también a Dora. L aca� trata
el estilo del deseo como defensa. de colocar esos casos dentro de esa clínica. H ay una clímca del
nudo olímpico, en fin...
,, .
10 Freud, S., "Algunos tipos de carácter dilucidados por el trabajo psi­ H ay una clínica de la psicosis que primero era una chmca
coanalítico" (1916), Obras completas, t. 14, Amorrortu, Bs. As., 2003. de la esquizofrenia y la paranoia. Después L acan hace entrar

22 23
allí a la debilidad mental y a los fenómenos de la mentalidad; todas estas cosas fui a mirar el "Índice ..." de los Escritos.11 En
las psicosis como clínica del Otro. Las enfermedades del Otro realidad no se trata de lo que normalmente llamamos índice,
y las enfermedades de la mentalidad son dos formas de la psi­ sino un intento de ordenar los Escritos según ciertas catego­
cosis que inventa Miller después de algunas presentaciones rías. Allí, dentro del capítulo clínica psiquiátrica encuentran
de enfermos de Lacan. Dentro de la psicosis encontramos no agrupadas por Miller "neurosis", "perversión" y "psicosis".
Z Y un poco más abajo van a encontrar clínica freudiana y, Lqué
sólo la paranoia, la esquizofrenia, sino las enfermedades de la
mentalidad y las enfermedades del Otro, que las incluyen y hay en clínica freudiana? "Dora", "El hombre de las ratas", "El
) �1-frs-desbordan, así como las psicosis ordinarias. hombre de los lobos", "El presidente Schreber", "Juanito",
Lo más desorbitante de todo esto es pensar que puede "Irma", "Signorelli", "El sueno d� la bella carnicera" ... jen el
/
haber una clínica de lo singular. Si conseguimos armar una ano '66! En el ano 1966, en este "Indice...", Miller separa ta-
clínica de lo singular habremos dado un paso enorme. Por­ � jantemente lo que es la clínica psiquiátrica, de donde provie­
que la clínica de las enfermedades de la mentalidad agrupa nen las categorías de neurosis, psicosis y perversión de lo que
todos aquellos casos que corresponden a esa definición. For­ es clínica freudiana, que es una clínica de nombres propios.
mo la clase de los que padecen enfermedades de la mentali­ Dora, Juanito, Irma ... no se puede hacer la clase de las
dad como formo la clase de los que fracasan al triunfar, como 'Irmas' o la clase de los 'Juanitos'; Juanito es Juanito. Es lo
formo la clase de los que se reanalizan, como formo la clase que retomo en el texto que ustedes conocen cuando digo:
de las paranoias, como formo la clase de las denegaciones, "LConocen a Ernst Lanzer?" 12• No se sabe muy bien cómo se
como formo la clase del deseo prevenido... son todas dases. llamaba, pero lo interesante es que se llame como se llame es
Se entiende que en una clase entran algunos; pero una clínica el 'hombre de las ratas'. Hasta que uno no dice 'el hombre de
de lo singular sería la clínica de una clase donde entra uno las ratas', que se llame Ernst Lanzer o de cualquier otra mane­
solo. No sé cuántos son ustedes aquí ... jhabría setenta clínicas ra nos da exactamente lo mismo. Para nosotros es 'el hombre
diferentes! Una clínica de lo singular ... eso ya es una objeción de las ratas'; eso es la clínica freudiana, es decir, el nombre de
mayor. singularidades, del tipo que no tiene en común nada con otros.
Aristóteles deja lo singular por fuera de su lógica; la suya En el Seminario 16 Lacan juega con esto cuando habla pre­
es la lógica de los universales y la lógica de los particula­ cisamente de la lógica de dases tal como la conocemos a partir
res. No se anima a hablar de la lógica de los singulares por­ de Aristóteles y el famoso:
que para Aristóteles el objetivo es la ciencia -no el psico­
análisis, claro-. Aristóteles está interesado en la ciencia; un Todos los hombres son mortales.
caso concreto le sirve a condición de que sea un caso que Sócrates es hombre.
desmienta o confirme una clase. Pero un caso que no pue­ . ·. Sócrates es inmortal.
da compararse con nada, para la ciencia no sirve de nada. Es
efectivamente el unicornio azul. Puedo hablar de él todo lo ... Y dice: "wero a quién se le ocurre para dar el ejemplo
que quiera -flatus voeis decían los medievales, es decir, hablar de la universal afirmativa tomar a Sócrates?". Sócrates tiene
-- porque el aire es gratis- pero no tiene ninguna utilidad para
la ciencia. Un tratado sobre el unicornio azul no es ciencia, es 11 Miller, J.-A., "Índice razonado" (1966), en: Lacan, J., Escritos 2, Siglo
poesía. XXI, México, 1996.
Quiero contarles algo que encontré. Cuando pensaba en 12 Brodsky, G., La clínica y lo real [en línea], op. cit.

24 25
en común con todos los hombres ser mortal, sí, ipero qué vamente, la clínica es la manera de agrupar para hacerlo in­
tiene eso que ver con Sócrates? iAcaso Sócrates es alguien a teligible, para entenderlo. Si no, no podríamos entendemos;
quien conocemos porque es mortal? Justamente a Sócrates lo para saber que compartimos un lenguaje se requiere de estas
que lo hace Sócrates es lo que lo hace radicalmente distinto a clasificaciones.
cualquier otro mortal. Intento mostrarles que las clasificadones pueden ser múl­
Es decir que el problema de la clínica psicoanalítica -que tiples y que reducir la clasificación a neurosis, perversión o
es un problema de agrupamiento en dases- choca con esta psicosis, es una reducción más que insignificante comparada
paradoja que es la paradoja de lo singular, de lo que no admi­ con todas las otras clínicas que podríamos construir. La clí-
te ser puesto en dases. Lo que Dora tiene de interesante no es nica del acto, la clínica del deseo, la clínica del amor, la cl ínzca
. de \.. ,� �
lo que la hace compartir la clase de las histéricas, sino lo que la sexuación, etc. Hay muchas maneras de agrupar los fenó­
la hace radicalmente diferente a cualquier otra histérica y que menos, pero que no dejan de ser agrupaciones que borran lo
es, para empezar, ese nombre: Dora, jadorable Dora! incomparable.
. V'
El problema del singular es el problema de la paradop de "h
PREGUNTA DEL PÚBLICO: Tengo una pregunta concisa que tie­
la clasificación. Es decir que cuando uno <lesemboca en 1 o sm- . {\ .11.'J /
ne que ver con lo singular en su relación con las dases y las gular-en el nombre propio-la clínica empieza a tambalearse. (
1

clasificaciones. Si la clínica de alguna manera juega con las


clasificaciones, si está del lado de las estructuras de ficción y l·Cómo una clínica de 'lo singular'? iCuántas clínicas tendría "'
que haber? En el Distrito Federal habría 26 millones de clm1- .
si también es un asunto del lenguaje, entonces, ilo singular cas. iQué manual tendríamos? iQué osM-IV tendríamos que
viene por lo real? iLo singular está jugado en esa relación con hacer? Es algo inconcebible; es un conjunto con un único ele­
lo real cuando se hace esta distinción "clínica o lo real" que es mento. En lógica existe el conjunto de un único elemento, se
el último cambio realizado en el título? Uam.-a-s-ingleton, pero no se puede hacer mucho con eso ... no
tiene una gran utilidad operativa.
GRACIELA BRODSKY: Para eso vas a tener que esperar que se Miller, en Sutilezas... , dice: "el psicoanálisis no es la clíni­
termine la tarde. Si te lo digo ahora yo me quedo sin argu­ ca". i Wow! Dice: " .. .la clínica se la regalo sin problema a los
mentos para después y tengo muchas horas por delante. No osM [...] si quieren clasificación atiendan el osM [...] Clasifiquen
puedo apurarme tanto, tengo que ir por pasos, por ahora es­ síntomas, pero eso no es el psicoanálisis". No diç:e: eso no es la
toy llegando al límite de la clínica. Llego al extremo de la clí­ clínica psicoanalítica", dice: "eso no es el psicoanálisis".13 En­
nica que es el problema del caso. tonces, él va abriendo una brecha que es cada vez más difícil
Ustedes saben que caso viene de casus, que es 'lo que cae'. atravesar entre lo que es la clínica y lo que es el psicoanálisis
En verdad, me llevó no sé cuantos anos entender cuál era la -el psicoanálisis como práctica-, de ahí que lo singular intro­
grada de esto. iPara qué cada vez que Lacan habla de caso duce en el problema de la clínica una paradoja imposible de
recuerda que casus es 'lo que cae'? Lo entendí no hace tanto resolver. Obliga a salir de la clínica. Creo que con esto cierro
finalmente. Caso es lo que cae de la clase; está la clase y está el el capítulo "la clínica", y tengo que abrir, el capítulo "lo real",
caso; el caso es lo que no entra, lo que tiene una pata afuera, para después retomar algo que ya dije: no se llevan bien, no
lo que no admite ser reabsorbido. Entonces, el caso es siempre forman una buena pareja, hay ahí una incompatibilidad. El
lo que cae. "Me queda grande, me queda chico" ... El caso no
entra en la clase, es lo que cae por fuera de la clase y, efecti-
13 Ver: Miller, J.-A., Sutilezas analíticas, Paidós, Bs. As., 2012.
26 27
paso siguiente será abrir el capítulo de "lo real" para ver arti­ dos dispositivos aparentemente muy disímiles: la presenta­
culaciones posibles e imposibles. ción de enfermos y el pase...".14
1? 1 Es decir que si la clínica es una clínica de 'lo singular', lo
PREGUNTA DEL PÚBLICO: En es a cuestión de la clínica como único que obtenemos son testimonios. Es una clúúca, y na/
una elucubración de saber, b JO la condición de la transferen­ mado clínica ya es un problema en sí mismo ... Una seriación,
cia, lo que se deja caer es esto que usted menciona: ese resto podríamos decir: jhay que hacer una seriación! Pero convertir
que sería propiamente el caso. Y ese caso es lo que tendría, si eso en una clínica ya es un problema. Por supuesto que nece­
pudiéramos decido, algo compartido con otro, algo que pu­ sitamos orientarnos y pensar si es un caso de neurosis o de
diera hacer clase. Pero justamente eso que cae es lo que no va psicosis pues eso tiene consecuencias prácticas, pero si que­
a ser posib-I-e-d-e-seTãtrapado completamente por la elucubra­ remos pensar en lo real, eso no es lo que nos sirve. Hay que
ción de saber. El caso es lo que va a quedar distinguido como pensar que cuando hacemos clínica estamos en el unicornio
en la absoluta particularidad; lo que pueda decirse pero no azul -estamos en los seres de ficción-, y que, cuando alguien
por la teoría de la clínica, sino por aquel mismo que en ese ins­ viene a controlar un caso, lo interesante es lo que ese caso tie-
tante se constituye como caso, bajo transferencia. Y entonces ne de incomparable, no lo que ese caso tiene de comparable.
me quedo con la pregunta: LCÓmo esa elucubración de saber lQueremos comparado? jPero por supuesto que vamos
-cómo esa clínica- no es investigación, cuando no habría for­ a poder comparado! lQué eje quieren tomar? LEI eje
ma de que hubiera una clínica psicoanalítica si no estuviera psiquiátrico: neurosis, perversión o psicosis? jAdelante!, lo
íntimamente vinculada con esa aparición ahí de lo real, con van poder colocar de un lado o del otro. lQuieren tomar otro
esa caída de ese caso? eje? lQuieren tomar el eje del acto? Lo van a poder comparar.
Puede ser útil, puede ser interesante y puede ser instructivo,
GRACIELA BRODSKY: LPodemos prescindir de la clínica? LPo­ pero no olviden que cuando están haciendo eso, están del
demos prescindir de un ordenamiento de los fenómenos que lado de la clase -de la clasificación- y no están del lado de lo
provienen de la práctica del psicoanálisis, teniendo en cuenta que ese caso tiene de completamente incomparable.
que la práctica del psicoanálisis es una práctica bajo transfe­ Entonces uno puede orientarse en la clínica por lo que
rencia? La clínica que obtenemos es ya una clínica produc­ este caso tiene de comparable, o por lo que este caso tiene
to de la transferencia; no es una clínica en abstracto, no es de incomparable. Pero el esfuerzo en el que estamos ahora
una clínica que se pueda ver en una cámara de Gesell. Es una es tratar de pensar lo que los casos tienen de incomparables,
clínica que ya está atravesada por la doctrina que el analista porque ya hicimos el "Congreso de Clínica de las Neurosis",
tiene del síntoma y de la interpretación. En función de qué fue el congreso del afio '86. "Clínica de la psicosis", afio 88.
respuesta da, el síntoma va a tener un formato u otro, vamos "Rasgo de perversión en las estructuras clínicas" ... todo eso
a clasificado de acuerdo a un formato u otro, la clasificación ya lo trabajamos. Es decir, hemos dedicado congresos enteros
tiene eso. LPodríamos prescindir de la clínica? LPodríamos a ver, efectivamente, lo que los casos tienen de comparables.
prescindir de dar algún ordenamiento a los fenómenos? Pien­ No desconocemos que eso existe, pero ahora estamos obser­
so que no. El artículo que circula, el de "la clínica y lo real", vando otro aspecto del fenómeno. Ahora estamos dedicados a
concluye así: pensar lo que los casos tienen de incomparables. Dígame, esta
"Probablemente esto sólo se consiga con una clínica elucu­
brada a partir de testimonios. Lacan lo intentá valiéndose de
14 Brodsky, G., La clínica y lo real [en línea], op. cit.
/
-/'í. �/./ 28 29
/Jv J
histeria l en qué no se parece en nada a ninguna otra histeria? vismo, la disciplina predominante actualmente en la filosofía,
Si encuentra eso habrá encontrado, efectivamente, lo que hace no se hace el menor problema por lo real. Y las matemáticas,
que esta sea un caso en el sentido de lo que excede a la clase y que son una mera elucubración simbólica, no se hacen pro­
no lo que lo hace un tipo. Es decir, lo que la hace formar parte blema por lo real. .. jNi la física! Así que reflexionar sobre lo
de la clase es una cuestión de interés, de interés de estudio, de real verdaderamente es algo que compartimos con pocos; y
interés de reflexión..., una cosa no impide la otra. Existen las además da la idea de que es un problema que no se resuelve
dos cosas, solamente que hay que tener presente lo que uno muy fácilmente. Por eso es mejor ser muy humilde a la hora
hace en un caso y en el otro. de decir lo real y el psicoanálisis cuando esta lleva 2000 anos de
lY qué hay de esta y lo real? Si nosotros ya hubiéramos reflexión y, finalmente, de abandono. Sí, Lacan es prudente
respondido esa pregunta, ni yo estaría aquí, ni ustedes en esta.
estarían acá. Articular todo esta con lo real es un problema
mayor y para nada resuelto. A quien me diga que lo tiene
resuelto, no le creo; así se lo digo. Esa no es una cosa que se II. Lo real
resuelva fácilmente y precisamente el título del IX Congreso,
"Un real...", quiere decir que vamos a hablar de Un real. No Si ustedes estuvieron recorriéndo los artículos preparato­
de l�a!, ni de "Et real; no. Seamos humildes, porque si que­ rios para el congreso de la AMP del 2014 Un real para sigla XXI
remos Hablar de lo real vamos a ser el hazmerreír de muchos. probablemente encontraron un artículo de Leonardo Goros­
Pregúntenle a los 'Stephen Hawkins' qué es lo real y les tiza que se llama Anfibologías de lo real. 15 La expresión está to­
van a decir: "no tengo la menor idea y no me hago problemas mada del último curso que dio Jacques-Alain Miller, en el afio
por esta". A los grandes físicos contemporáneos la pregunta 2011, que conocemos como "El ser y el Uno" o "El uno solo"
por lo real no les mueve un pelo. Nadie se pregunta más por no sé qué título tendrá cuando se publique. En ese curso Mi­
lo real, es una pregunta que terminá con la física contempo­ ller hace el cometario sobre las anfibologías de lo real.
ránea. La pregunta por lo real era la pregunta de los medie­ Si se busca en el diccionario -cosa que hay que hacer todo
vales, pero a los físicos contemporáneos no les interesa nada el tiempo cuando se estudia a Lacan- anfibología remite a una
la cuestión; es una cuestión operativa, es una cuestión de los \ construcción lingüística ambígua. Cuando decimos anfibolo­
números, es una cuestión de las fórmulas ... Si es real o no es gías de lo real, queremos decir que lo real no tiene una defi-
real, es una pregunta totalmente irrelevante. La pregunta por nición unívoca, que puede tener distintas definiciones, hace a

lo real fue reemplazada por la pregunta por la consistencia. la pluralidad de sentidos que pueden darse a esta expresión:
A la filosofía le interesa cada vez menos el problema de lo lo real. Y parece que es una orientación de la que no hay que
real. Tengo la idea, y no deliro, de que debemos ser sobre la separarse, porque cuando se leen los Seminarios de Lacan sin
faz de la tierra de los pocos que todavía se preguntan por lo esta metodología, empieza a mezclarse las definición de La-
real -de los pocos. La pregunta por lo real es una pregunta can del Seminario 20 con las del Seminario 11.
que ha quedado en manos del psicoanálisis. Las matemáticas
no se preguntan por lo real, la filosofía no se pregunta por lo
15 Gorostiza, E., Anfibologías de lo Real [en línea]. Página del IX Congreso
real, salvo los estudios medievalistas. El relativismo de la filo­ de la Asociación Mundial de Psicoanálisis. Disponible en: http: / / www.
sofía -lo que es real para mí es imaginaria para otro y lo que congresamp2014.com/ es/ template. php ?file= Textos/ Anfibologias-de­
es imaginaria para otros ...- es decir, todo lo que es el relati- lo-real_Leonardo-Gorostiza.html

30 31
Son todas definiciones que Lacan hace de lo real, cosas que trarle a su paciente que no es ningún plagiaria. Es decir que
él dice, intentos de limitar el campo propio de lo real, que es toma un elemento externo a la experiencia analítica. Lacan en
completamente variable. Por eso, cuando se habla de lo real varias ocasiones retoma el caso, que considera un ejemplo de
en Lacan, hay que decir: lo real en el Seminario 11, lo real en el acting-out. Más allá de la prueba de realidad que aporta Kris,
Seminario 2, etc. Son concepciones diferentes de lo real. es como si el paciente le dijera a su analista: "me voy a apro­
Eso hace a la dificultad misma de formular lo real como piar de los sesos en vivo y en directo ya que usted no acepta
\ tal, y es lo que permite el título del Congreso: Un real, es decir fa metáfora de que me apropio dei pensamiento del Otro. iNo
que podría haber otros. Y no estaríamos equivocados. l Cuál me entiende? Ok. Se lo voy a explicar otra vez". La definición
es la definición operativa de lo real que tomamos en determi­ del acting-out implica que se trata de un mensaje, es el inten­
nado momento? No se puede hablar de lo real sin tomar esa to de repetir lo mismo valiéndose del montaje de una escena.
precaución. No pretendo ser exhaustiva, pero creo que puedo Anos más tarde, J.-A. Miller sugirió que la clave del acting-out
L--- resen arles, aunque más no sea, cinco versiones de lo real en había que buscada en este caso en el hecho de haber ignorado
la ensenanza de Lacan. Quizás haya más. la pulsión oral, es decir , que en el acting-out, un poco como en
La primera corresponde a los primeros Seminarios y a los la alucinación, lo que queda por fuera de lo simbólico, reapa-
primeros escritos de Lacan. Hay que ubicar esto más o menos, rece en lo real. Ven acá la diferencia de matiz entre el real de la
en "Función y campo de la palabra ...", en el Seminario 1. En realidad y el real que está en juego en el acting-out.
el Seminario 2 ya hay algunos límites imprecisos. La primera En este contexto lo real queda por fuera de la experiencia
idea que tiene Lacan es que lo real es lo que queda por fuera analítica, que se juega entre lo imaginaria como obstáculo y
de la experiencia analítica. Es una inanera fuerte de pensar lo lo simbólico como el camino verdadero de la realización dei
real. Porque una vez que se formula esto la experiencia analí­ sujeto. Es un periodo donde lo que puede orientamos es la
tica queda circunscripta a lo imaginaria y a lo simbólico. Y si distinción freudiana entre real -Reale,- y la realidad efectiva
ustedes quieren tener una representación de esto, es el famoso -Wirklichkeit-. Para Freud no es asunto de real en el sentido de
z,
esquema donde claramente Lacan distribuye la experiencia reale, él utiliza muy pocas veces esa palabra, utiliza en cam-
analítica en torno a cuatro términos: dos imaginarias (a----a') bio, wirklichkeit para referirse a la realidad psíquica. Lo que
que vienen a ocupar el lugar del obstáculo en la dirección de ,. para mí es realidad, independientemente de lo que es real ob­
la cura, lo que interfiere el advenimiento del sujeto en el cam­ ' jetivamente. Entonces, es a partir de esta distinción entre real
po del Otro, que son los dos términos simbólicos (S----A). Es ,,v� y realidad psíquica, que Lacan orienta su primera reflexión
un esquema de cuatro términos donde Lacan distingue del ►1 sobre lo real como lo que queda por fuera de la experiencia,
Otro simbólico; el otro imaginaria; y del sujeto, el yo. iDónde \,, mientras que en el análisis lo único que cuenta es la realidad
está lo real aquí? En ninguna parte, lo real queda por fuera de psíquica, es decir, la significación que lo real tiene para el su­
la experiencia analítica. jeto. Hay que tener en cuenta esta primera definición, a pesar
En este contexto está la crítica que Lacan hace a amoso r de que haya sido rápidamente abandonada por Lacan.
caso analizado por Ernst Kris del 'hombre de los ses� s frescos',
f1" ,. • · .) La segunda aparición, que ya está entre el Seminario 2 y los
el hombre que sufre porque se considera un plagiariorfque "' siguientes, pero que solemos usar todavía y que nos es muy
a la salida de la sesión tiene un pequeno ritual que consiste úfilc1un al día de hoy, es la idea de que lo real es lo que vuelve
en irse al restaurante de la esquina a comer un plato de sesos siempre al mismo lugar. Lacan la presenta con su apólogo de los
frescos. Kris se toma el trabajo de ir a la biblioteca para demos- planetas. Antes, dice Lacan, los planetas presagiaban, anun-

32 33
ciaban el éxito o el fracaso en la guerra. Su presencia era un El esquema fundamental de Lacan supone un significa
nte
mensaje de la divinidad a los hombres, de la misma manera en S1, y otro significante S , que forman una cadena. En
que un eclipse, un terremoto, significaban algo. Y dice Lacan 2 la cual el
/\ · primer significante adquiere sentido por su conexión con otro
ipor qué los planetas han cerrado la boca? iPor qué 1:º
h�blan \lf

}
significante. Es decir que el sentido es completamente
relativo
más? Si no le damos ya significación es porque la c1encia les al segundo significante. En la medida en que varía
el S2, la
ha tapado la boca. A partir de que la ciencia describe la órbita significación se desplaza. Es lo que decía Lacan: pu
de los planetas con cálculos matemáticos, ya los planetas no edo ha­
cer que cualquier cosa signifique cualquier cosa. Por
quieren decir nada. No son un mensaje entre la divinidad y el ejemplo,
cuando juega con el chiste, que explora en el Seminario
hombre, pasan a formar parte de la naturaleza en la medida en 6, de
que el gato hace guau y el perro hace miau. Este hecho
que recorren un circuitd que no significa nada y se repite exac­ marca
un punto decisivo en la madurac
ión infantil. Cuando el nino
tamente igual sin nosotros. Podemos suponer que desde hace puede separar el guau del perro y hacerle decir cualq
Y uier otra
mucho tiempo dan vuelta de la misma manera, y podemos cosa. De este modo se introduce una dimensión lúd
ica del
- f�aginar o con-crerto vértigo porque nos da una idea de nues­ lenguaje donde cambiando el S , se puede cambiar el
tra mortalidad, son algo totalmente independiente de toda 2 sentido.
Es el resorte mismo de la interpretación. Y lo he men
significación humana. Y Lacan propone esa idea de lo real, que cionado
otras veces pero siempre me resultá simpático y eloc
uen te,
ya tiene el matiz de: no tiene sentido, no significa nada, y se senalar que el S2 no tiene por qué ser un significante,
repite una y otra vez, por fuera de cualquier interpretación.
puede
ser el punto.
Es una prefiguración de lo real, muy puesto del lado de la Entonces escribamos una frase, que le escuché por prime
ra
naturaleza, como algo que está ahí, contra lo que nos choca­ vez a un colega que se alejó del Campo Freudiano
mos. Tengo muy presente, el recuerdo de la primera vez que hace ya
muchos anos: '\-l
fui a las cataratas del Iguazú, el sentimiento de angustia que 1\ ./
tuve. Parada frente a las cataratas, esa agua que cae, prod-�1ce -Ay amor así no podemos seguir.
1
una sen sación de abismo pensar que nadie va a cerrar el gnfo,
es algo que no tiene principio ni fin, tiene ese costadq___u_!l½_ei-l Tiene para cada uno de ustedes un sentido, una evocación,
mlich, siniestro, porque lo que está en el fondo es: yo no voy lo que ustedes quieran. Y el chiste es ver que la frase toma otro
a estar en el cuadro y el agua va a seguir cayendo indepen­ un senti do si u stedes ponen el p un to en otro lugar.
dientemente de mi mirada. Es decir, no forma parte ni de mi
simbólico, ni de mi imaginaria. -Ay amor así no podemos.
Lo que vuelve siempre al mismo lugar, fórmula que Lacan
ti�ne--tan têmpranamente para referirse a lo real, es también la Como ven, no es lo mismo que lo que decía un momento
definición de la repetición. Nosotros tenemos la idea de que antes. Ustedes van jugando con un elemento mínimo del len­
la experiencia analítica es una experiencia de lenguaje, que guaje que es el punto, y con cambiarlo cambia el sentido. Es
por lo tanto tiene que ser acorde a las leyes del lenguaje. A un­ lo que Lacan aprovecha para pensar el cor te de la sesión. iEn
que no lo tengamos presente, siempre hablamos sujetos a las qué momento pongo el punto? Y de acuerdo con esto, cambia
leyes del lenguaje aunque nadie nos las haya ensenado. Para el sentido que la sesión como unidad semántiea adquiere. Se­
romper estas leyes hay que hacer poesía, hay que triturar el guimos.
lenguaje, si no, se habla siguiendo ciertas leyes.

34 35
..\­
✓'
�lvr e
f
del cual_gira la asociación libre, y qué cosa hay q-6.e atravesar
-Ay amor así no. para sahr de este circuito, que de otra f orma s · nterminable.
-Ay amor así. Lo que vuelve siempre al mismo lugar es �nombr e de la
-Ay amor. r epetición, de lo que resiste al desplazamie o del significan­
-iAy! te, de lo que tiene inercia. Es la mayor objeción a la asociación
libre � s una versión de lo real que acompafi.a a la exper iencia
Es fácil, ustedes cambian el punto, que funciona c mo S2, y �
ana_h!ica, no es solamente algo del Seminario 2, es algo que se
le hacen decir a la oración lo que quieran. Eso es el p raíso de
verifica cada vez que el psicoanálisis se pone en práctica. Hay
lo simbólico. Si todo fuera eso, el análisis sería soplar y hacer
algo q ue no cesa, y cuando en e l Seminario 20 Lacan intenta
botellas. A lguien dice algo, ustedes cambian la puntuación o
dar a los términos fr eudianos una escritura en términos de
le ponen un significante suplementaria y cambia el sentido.
lógica modal, lo q ue vuelve siempre al mismo lugar va a estar
Ustedes interpretan y el síntoma, que es plástico a la interpre­
formulado en términos de lo que no cesa de escribirse : una
tación porque es una metáfor a, los acompafi.a y va cam�iando
vez � otr a vez y una vez más. Cuando lo que vuelve siempre
de sentido. La idea de que lo real es lo que vuelve siempre
al mismo lugar es lo que no cesa de escribirse tenemos un
al mismo lugar va contra esto. Es lo q ue muestra en la expe­
aspecto de lo real que lo convier te en necesario. Es una cara
riencia analítica que aunque pongan el punto donde quieran,
de lo real.
aunque digan lo que q uieran, hay algo que va
� volver sie1;1-­ Hago hincapié en esto porque cuando toman esta defini­
pre igual. No es sensible a las leyes del l�nguaJ e, �o es plas­
ción de lo real como lo que vuelve siempr e al mismo lugar, lo
tico, no se transforma, tiene siempre el mismo sentido, como
que no cesa de escr ibirse, lo necesario, lqué de la experiencia
el astro q ue tiene siempre la misma órbita. D ej en a alguien
analítica respo nde a esto? La respuesta es el síntoma. N o todo
hablar lo suficiente, no los primeros seis meses, los primeros
el síntoma, porq ue hay un aspecto del síntoma que es per- \6\
seis anos, y v an a ver q ue dice siempre lo mismo.
meable al significante, que se desplaza, per o hay otro aspecto · < /
Y esta es la idea de Lacan en el Seminario 7, en el que habla
de la asociación libre. lQué es la asociación libre? N os da la qu� es cada v�z lo ��smo, con otra vestimenta si quieren, pero 1 �
_
a� fin es lo mismo. El mismo perro con diferente bozal", se \
idea de que es S 1, S , S1, S . Una sumator ia, como una r ecta al
1 1
infinito. Pero L acan va a decir que toda recta p rolongada al
dice en A rgentina. L/
Cuando tenemos esta perspectiva de lo real, lo real como
infinito, es en reali dad, una curva. La asociación libre es girar
lo que se r epite, como lo necesario, como lo que no cesa, tene­
en redondo, es como la ór bita celeste. Par ece q ue es siemp re
mo que pr guntarnos cuál es e l concepto psicoanalítico q ue
algo dif erente p ero en realidad son, como en la mú� ica : aria­ � �
: meJ or conviene a esto, a algo que es como una piedra que
ciones sobre un mismo tema. Son las vueltas del significante
queda ahí, pase lo que pase.
para mantener una distancia que no debe ser franqueada res­
Del otro lado está la definición de lo r eal como lo imposi-
pecto de un punto imp osible de soportar. Sólo hay que darle
ble. iAh! Acabamos de decir que era lo necesario, ahora deci- '
el tiempo suficiente par a ver que el análisis gira en redondo.
Por lo tanto, si no hay una puer ta de entrada y otra de mos que es 1 ·mposible ipongámonos de acuerdo! N o vamos )
a pa nemos de acuerdo porq ue es un concepto anfibológico.
salida , un camino que sigue una línea recta, la pregunta es
Lo tomo por el la�o de lo que vuelve siempre al mismo lugar,
doble: len torno a qué damos vuelta?, y lcómo salimos? En la
nos da lo necesano; lo tomo por el lado de lo imposible, me
ensefi.anza de L acan uste des v an a encontrar distintas versio­
da otra cosa.
nes del nomb re que hay que dar a ese punto central alrededor

36 37
Lo imposible es una manera de pensar lo real que retoma ramos que es la escoria de lo simbólico. Si no tuviéramos lo
la decepción de Freud cuan�o percibe que la rememoración simbólico, de este real no tendríamos la menor idea. No es
J no es nunca completa, que pbr mucho que se interprete no el real del planeta, es un real que sólo se nos presenta por el
iJ todo lo reprimido vuelve siempre a la conciencia. Y entonces aparato simbólico, cuando lo simbólico nos hace desembocar
Freud se ve obligado a decir fIUe hay un núcleo de nuestro en un câllejón sin salida. � Al�
\ ser sobre el que la interpretac,ón fracasa en su propósito de Por ejemplo, la producción del acero. Para producir el ace­
__ Jlenarlas-hrgunas mnémicas y sobre el que solamente puede ro están los grandes hornos de la industria metalúrgica; ahí
hacerse una construcción. En alguna ocasión Freud lo llama el hierro y otras materias primas son vertidas en un aparato
'el ombligo del sueno'. Es un toJe a la experiencia, donde por simbólico -la máquina, un aparato cultural que no está en la
f\ decirlo de alguna manera, nos topamos con un agujero, hace­ naturaleza- y obtienen un producto que no estaba en la natu-
mos la experiencia de que no todo es recuperable, que hacer • r r-áleza: e a ero. Pero al mismo tiempo que obtienen el acero,

consciente lo inconsciente fue una ilusión. Lacan se orienta obtienen un resíduo que la máquina no procesa y que se lla­
ã
sobre esta para decir que finalmente lo imposible surge como nt la e -caria. Con eso se construyen pavimentos, se le recicla
un impasse de la formalización. Es una experiencia que no es \,
pues el capitalismo encontrá qué hacer con esa escoria. Es el
sólo propia del psicoanálisis, es una experiencia también de .) � ma el desecho, pero el desecho no está en la naturale­
otras disciplinas, de la matemática, por ejemplo. Está lo que se za, es producto de las grandes ciudades, de la máquina sim­
resuelve, y hay problemas que no tienen solución, que desem- bólica. La máquina significante tritura lo real y esa trituración
-� bocan en algo que no es verdadero ni falso, que es un impasse. de lo real deja un resto que es imposible de ser capturado por
y}Y_ Lacan dice: "es el punto en el cual lo simbólico desemboca en lo simbólico. Lo real surge entonc s aquí como lo imposible
"---l:tftCâflejón sin salida". Y es eso que falta en lo simbólico lo de ser capturado por lo simbólico. --
que nos permite representamos lo real. Ahora tenemos la idea Es como si hubiera dos tiempos de lo real. Ha habido un
de que en lo simbólico hay operaciones imposibles. , tiempo uno, pero no sanamos más con ese tiempo. Hubo una
Muy temprano Lacan va en esta dirección, solamente que ' época en que se sonaba con ese tiempo ... "Vamos a ir a una
no la e plota lo suficiente hasta bastante después. Cuando selva virgen donde nunca antes pasó el hombre", teníamos la
hace las famosas tiradas de la moneda al azar, par-ímpar, Se­ idea de que ahí íbamos a encontrar lo real en su tiempo uno,
minaria 2, se anota par-ímpar, par-ímpar... vayan agrupándo­ (;; pero como a½_)r� todo eso está subido a oo le earth, no hay
g g
las de determinada manera, apliquen una operación simbóli- nada que no esté afrãpado. Supongamos entonces que hay
ca sobre esta que es puro azar y van a ver que hay operaciones un real, que es el real del tiempo uno, u_n real mítico -un real
posibles y operaciones imposibles. Después de un alfa no que los exploradores del sigla xvrn podían sonar con visitar
puede venir un delta, y eso Ldónde estaba? Esta no es el pla­ "
porque nunca antes había pasado por ahí la civilización-. Te­
neta que gira en un circuito infinito, esta es un producto de r,
nemos ese real y tenemos lo simbólico que opera sobre ese
lo simbólico. Antes no existía este imposible, antes todo er_a/ Y) · real; un simbólico que traza la línea, que divide la parcela, que
posible, podía caer cara o podía caer cecainfinita cantidad de la ��ra;-�ü�-nãceel riego donde antes había el desierto, en
veces, no había una ley que lo regulara. Pero cuando lo simbó­ -fín.. Lo s1mbohco opera sobre lo real y de esa operación queda
lico se i:nmiscuye, empiezan a aparecer imposibilidades. un resto que no fue atrapado por lo simbólico. Es como cuan-
Lo imposible es un modo de lo real producido de lo sim­ do se mete dentro de la licuadora un durazno con el carozo
bólico. Es un real que depende de lo simbólico, como si dijé- para licuarlo, la máquina se traba pues hay algo que impide

38 39
da que el objeto a no es lo real"-. El objeto a es en todo caso
su accionar. Ese hueso traba el engranaje e impide que la cosa
un resto de lo simbólico que nos permite representamos de
circule. Es lo imposible respecto de lo simbólico, pero tiene
que haber lo simbólico para que ese real surja. alguna manera lo real. El problema es que lo real es cada vez
La escritura de este real tiene su momento culminante en más asunto de representación y no de demostración. Cuando
la escritura de los 4 discursos. En el discurso del amo ustedes no puedo seguir demostrando, supongo que ahí hay un real.
tienen claramente la cadena significante (S1 � S2 ) -lo que de­ Llegado al límite supongo que esta es imposible, no es que

-1}
bería funcionar-, el efecto de la cadena significante que es el lo demuestre como tal. Lacan trata de hacer entender en este ._J
sujeto ($), y lo que Lacan llama 'el producto del discurso': la Seminario a sus alumnos una versión de lo real que es acorde
letra a. con lo imposible, no con lo necesario: lo imposible es la relación
sexual, es lo que no está escrito en lo simbólico.
No hay relación sexual es lo imposible de lo simbólico; pueden
escribir significantes hasta el fin de los tiempos pero no van
a lograr escribir el lazo entre un hombre y una mujer. Lo real
Esta es la manera de pensar lo real como producto de un para el psicoanálisis en esta perspectiva de lo imposible es
discurso, como producto de lo simbólico. Tienen tres térmi­ la no relación sexual. Es un real que no tiene la forma de lo
nos simbólicos y esta: a. Esta es lo que le hace tomar a Lacan necesario -lo que hay, y hay y hay, y se repite una vez, y una
vez y una vez-; aquí lo que se repite es: ni una vez, ni una
el ejemplo de la plusvalía para evocar ese plus que aparece.
el que va producien- vez, ni una vez, nunca, no ... Es una manera de la repetición
/ En el análisis se habla y es ese hablar tomada por otro lado pues se repite lo que no hay. Por eso las
_. do a. Podemos pensar que ese núcleo y a está allí -es la versión
del Seminario 7- o que son las vueltas dichas de la asociación dos fórmulas tienen el 'no cesa': el no cesa de escribirse-una vez
libre las que lo van produciendo, las que van delimitando ese más, y una vez más, y una vez más- y el no cesa de no escribirse
núcleo central. Ahí es donde entra la topología: el doble cir­ -tampoco, tampoco, tampoco-. Son dos formas del 'no cesa'
cuito del toro va delineando con su propia vuelta el círculo bajo la forma de lo necesario y bajo la forma de lo imposible.
interior. Es decir, la vuelta de la demanda circunscribe con su Estas dos formas siguen siendo las maneras como se nos
propia vuelta ese vacío interior. Todo esta responde a la idea presenta lo real en la experiencia analítica llevada a su extre­
de lo real como imposible de lo simbólico, y para ello es deci­ mo. Es decir, cuando la luna de miel entre el significante y el
sivo entender que lo imposible va de la mano de la potencia significado se acaba, cuando se encuentra la repetición de lo
de lo simbólico. Lo imposible es el límite a la potencia de lo que vuelve al mismo lugar y la repetición de la falla de lo que
v
simbólico·' es el punto donde lo simbólico se encuentra con lo �\i no se escribe nunca. El final de análisis se juega acá, en el des- ó
que traba el mecanismo. t? tino de estos dos lúnites: límite de lo que no cesa de escribirse
En el Seminario 20 Lacan trata de formulado de una mane- y límite de lo que no cesa de no escribirse. Son dos 'no cesa' y \'�
_ J,,.(
ra que resulte entendible para su auditoria. Insisto, hay que cada uno tiene que encontrar una solución.
tener presente que todo esta va de la mano del _9.bjeto a co�o Hay todavía otra versión de lo real sobre la que no había­
producto de lo simbólico. -Miller se ha agotaêÍO durante anos · mos reparado hasta hace poco tiempo. No habíamos reparado
tratando de convencemos de que el objeto a no es lo real hasta en esa versión que da Lacan de lo real: lo real es sin ley. En ese
que en un momento dijo: "no lo voy a intentar más, es una punto estamos. Lo real sin ley desborda tanto la idea de lo real
batalla perdida pues no hay manera de que la gente entien- como lo necesario como la idea de lo real como lo imposible.

40 41
1,-

1.-L

Lo real como necesario y lo real como imposible son dos caras que no hay que tratar de hacer compatibles porque no siem­
de la misma moneda -lo que 'no cesa tle' y lo que 'no cesa de pre lo son-. Queda ahora por problematizar de qué manera

--
no'-. El síntoma, como lo que no cesa'de inscribirse, viene al J y bajo qué formas la práctica del psicoanálisis nos permite
lugar de la relación sexual que no cesa de no escribirse. Lo � entrever algo de lo real.
necesario y lo imposible se emparentan con la ley, mientras 'r �
que lo real sin ley no es ni imposible ni necesario, es azaroso.
""" Lacan introduce otra categoría de lo real en la cual no III. Lo real en la experiencia analítica
habíamos pensado y hace falta verdaderamente orientarse
< �lõreã es azaroso. lQué es eso? lQué idea tenía Lacan iCómo se presenta lo real en la experiencia analítica? No
cuando hizo esta afirmación? Antes teníamos bien delimita­ cómo encontramos lo real en los Seminarios o en los escri­
dos los terrenos, con lo real sin ley, no. Por ello cuando se tos de Lacan, lo que implica un estudio de sus textos, de sus
escribe un trabajo hay que tener cuidado de no mezclar lo referencias. No es eso, sino la pregunta es de qué manera la
real que vuelve siempre al mismo lugar con lo real sin ley, o a I/', experiencia analítica hace que surja algo de lo real. La prime­
éste con lo real como imposible porque uno y otro muestran ra pregunta que habría que hacerse es iacaso la experiencia
aspectos bien distintos de lo real. Son caras de lo real, presen­ analítica permite que surja algo de lo real? No es seguro. Y
taciones de lo real que no se compadecen bien las unas con las de hecho no hay ninguna referencia de Lacan en la cual uno
otras, son incluso versiones contradictorias. Lo real sin ley es pueda sostenerse para afirmarlo.
contradictorio, es contradictorio de lo real como imposible y de Lacan dice, por ejemplo, que un análisis está orientado por
lo real como necesario. lo real. O que un análisis debe dirigirse a lo real, pero nun­
Esta es para plantearles el amplio campo de lo real porque ca dice que un análisis sea la experiencia de lo real. Como si
estamos en el terreno de "la clínica y lo real", y ahora tene­ pudiéramos tener efectivamente una experiencia de lo real.
mos que hacer el casamiento entre estas dos términos. l Cómo Tenemos la experiencia de los límites de lo simbólico, y a par­
hacemos para que la clínica tenga algún tipo de relación con tir de ese límite tenemos una intuición de lo real, pero pensar
lo real? Uno puede hacer fórmulas, dibujos, pero de lo que que estamos en lo real, eso es un poco arriesgado, no me atre-
se trata es de responder a la pregunta por la manera como la vería a formularlo de esa manera. ,,-a z,uJ {O d
práctica del psicoanálisis nos confronta con algo de esta, ide iDe qué manera en la experiencia analítica uno tiene la
qué manera la práctica del psicoanálisis nos confronta a los idea de tocar algo de lo real? iPor qué pensamos que es el
analistas con lo real?, ide qué manera la práctica del psicoa­ territor· n-e cual indamos con lo real? En su momento,
nálisis nos confronta a los analizantes con lo real? \J
h:ace ya muchos afias, tratamos de localizar eso distinguiendo
Me doy cuenta de que todavía no mencioné lo real como lo cómo se presenta lo real por el lado del analizante, y cómo se
imposible de soportar. Hablé de real como lo que queda por presenta del lado del analista. Y hay un curso de Miller, La ex­
fuera de la práctica psicoanalítica, como lo que vuelve siem­ periencia de lo real .. . 16, que trabaja muy bien la manera en que a
pre al mismo lugar, como lo imposible, como lo necesario, los contemporáneos de Freud se les impone en la práctica del
como lo real sin ley. Pero ya tienen los textos de referencia y psicoanálisis el límite de lo simbólico, y los nombres que en
volveremos sobre esta.
Así que tenemos la clínica -que no es la práctica- y lo real
-que en su definición misma es un mundo de contradicciones 16 Ver: Miller, J.-A., La experiencia de lo real en la cura psicoanalítica, Pai­
dós, Bs. As., 2008.

42 43
r
/ l

la teoría se ha dado a eso. Por ejemplo, todo lo que se teoriza sobre eso viene el trabajo de lo simbólico y lo imaginari6 para
como el carácter. Saben que dentro del psicoanálisis posfreu­ intentar cubrirlo, absorberlo. /
diano la escuela del análisis del carácter tiene una enorme di­ Tenemos una tendencia, que habría que desterrar ( quizá
fusión. Y Miller formulá, de una manera muy interesante, que sea tan imposible como quitarle al objeto a su carácter de real)
hablar del carácter fue la manera de teorizar lo que no cam- a equiparar lo real y el goce. iQué nos lleva a equiparar tan fá­
' bia, lo que vuelve siempre al mismo lugar a pesar de todos cilmente lo real y el goce? Podemos decir, para empezar, que
V efectivamente el goce es uno de los nombres de lo real. No es
los cambios que efectivamente hay en el curso de un análisis.
Pero esa constatación de que hay un núcleo duro, una piedra lo real, pero hay maneras de hablar de lo real. Porque nece­
resistente fue tematizado por los posfreudianos como carácter sariamente para hablar de lo real hay que nombrarlo, darle
para oponerlo a la plasticidad del síntoma. El síntoma es lo palabras, y el sólo hech de nombrarlo le quita su estatuto
<\
que cambia, el carácter es lo que permanece igual a pesar de de real. Entonces no hay �do de hablar de lo real, por eso
0S"tlesplazamientos en un análisis. Lacan en algún momento va a decir: hay que imaginar lo real.
Hay una experiencia de lo real que hizo que el mismo AI final de su ensenanza. , · �()
Freud cuando tuvo que pasar de la primera a la segunda tó­ Solamente podemos imaginar lo real, porque una vez que
pica, cuando tuvo que pensar que hay una compulsión a la hablamos de lo real, ya está inserto en lo simbólico, es algo
repetición, que hay un masoquismo primordial, que hay una de lo que se habla. Lo real implica otra dimensión. Cuando
reacción terapéutica negativa. Son todas maneras por las que hablamos del goce, hablamos de un aspecto de lo real, una
Freud intenta teorizar el límite al poder de la palabra que en­ manera como nos representamos lo real dentro del psicoaná­
cuentra en la práctica del psicoanálisis. Los límites de lo sim­ lisis. Si nos sentáramos a la mesa con algún físico o con algún
bólico. matemático y les dijéramos que lo real es el goce, nos mirarían
En ese curso, Miller trataba de pensar cómo experimenta como si estuviéramos locos. iQué es lo que hace que el goce
el paciente lo real. Y en ese contexto ponía en primer plano tenga para nosotros ese estatuto? Creo que si el goce tiene
la angustia, que, como ustedes saben, para Lacan es lo que � algo, tiene un punto, una manera de tocar lo real, es precisa­
no engana. i,Pero qué quiere decir esto? Hay que preguntarse ., mente por su dimensión de lo que no cesa.
qué es lo que engana para saber en qué se distingue la angus­ J Fíjense en la utilidad que tiene distinguir las distintas for­
tia. Para Lacan lo que engana es el inconsciente, lo que enganá mas de lo real, porque si nosotros definiéramos lo real como
es lo simbólico, no hay certeza a ese nivel. Mientr que a la lo imposible, que es legítimo, no podríamos nunca decir que
angustia, Lacan la considera una senal, utiliza el mismo tér­ el goce es lo real, porque estaríamos diciendo que el goce es
mino de Freud. Para Lacan la angustia es la senal del fracaso lo imposible, cuando la experiencia de todo análisis muestra
de lo simbólico, y que cuando hay emergencia de la angustia, algo completamente diferente.
ésta es la senal de que lo simbólico falla en su trabajo para Estas distinciones que nos vimos llevados a hacer, no son
atrapar lo real. Y entonces, a pesar de todo el aparataje imagi­ • I simplemente distinciones enciclopédicas, son distinciones
nario, del artefacto simbólico, algo de lo real emerge y la sefial operatorias en la experiencia analítica, donde nos topamos
subjetiva es la angustia. con lo que no cesa de escribirse, pero también con lo que no
Digo esto para que ustedes perciban de qué manera Lacan cesa de no escribirse.
ha sido siempre muy sutil en pensar que tenemos una senal El goce lo único que quiere es repetirse, no tiene otra sus­
de lo real. No estamos en lo real sino en el despunte de real y tancia que la que siguiendo a Miller llamamos la iteración,

44 45
que forma parte de la palabra reiteración. Es que el goce sólo aprendemos algo de lo real porque viene de contrabando en
pide repetirse. Pero no repetirse al modo del significante, es lo simbólico o en lo imaginaria. Lacan lo dice de una manera
repetirse al modelo de otra marca, y otra vez, y más, y más. preciosa en La tercera, que es la tercera conferencia que da en
Esa iteración de lo mismo, de lo que no cambia, es lo que em­ Roma, es de 1974. Y él dice: "de lo real no tenemos la menor , 1,1/
parenta al goce con lo real. v
idea. Lo más real que conocemos, lo que más se aproxima a 1/
Pero también hay un goce en lo imaginaria y hay un goce lo real de lo que conocemos en nuestro ámbito es el síntoma".
de lo simbólico. La asociación libre ... lqué es?, lcuál es la sus- ..., No da otra definición de lo real sino bajo estas dos aspectos,
tancia de la asociación libre? Que nadie piense que la sustan­ por un lado de lo real no tienen la menor idea, segundo, la
cia de la asociación libre es querer saber. Nadie quiere sabe_!'. intuición que pueden tener de lo real es el síntoma. LEn qué
nada, por definición. Nos habita la pasión de la ignorancia. ' medida el síntoma permite aproximar algo de lo real? Preci­
Nadie habla para saber. Es como cuando las mujeres nos cita­ samente porque el síntoma es lo que no cesa, y lo que no cesa
mos con una amiga, nos juntamos para tomar un café y char­ del síntoma está determinado por el oce ue uno obtie e del

lar. Es un pacto de cortesía, ahora te toca hablar a ti y ahora síntoma mismo.
que termines voy yo. Pero sólo escuchamos para tener el de­ lQuieren a go real en la experiencia analítica?: el síntoma.
recho de hablar. Lo único que uno busca es la satisfacción del LPor qué el síntoma? Porque es lo que no cesa de escribirse,
bla bla bla. Y la asociación libre qué es sino la satisfacción de y no cesa de escribirse porque les trae una satisfacción. En
hablar. Es lo que hace que un análisis sea interminable, nadie ese punto Lacan es bastante freudiano, cuando piensa la
habla para saber, nadie habla para entender. Pero es un goce satisfacción del síntoma.Es sólo para decides que la presencia
totalmente articulado a lo simbólico. de lo real en la experiencia analítica sólo se produce de la
Cuando Lacan dibuja sus famosos nudos, sus famosos mano de lo simbólico, o de la mano de lo imaginaria, que
\/ redondeles concibe que un redondel es lo real, con todas las nunca tienen lo real puro. Lacan no lo concibe nunca, no lo
definiciones, ambiguas, contradictorias que le hemos dado. defiende nunca. lQué es lo que el nudo borromeo le permite?
Y que hay un redondel de lo simbólico, con todo el peso que Le permite decir que en el análisis uno puede estir r un poco,
tiene como formalización, la lingüística, en fin. Y que hay un sto ue los nudos son algo que se puede estirar, estirar un
ü
redondel de lo imaginaria que no es el reino de la imagina­ poco lo real. Es ecir, ac icar lo imaginaria para extender un
ción, ni siquiera el de la imagen, sino el del cuerpo, que son poco más lo real. O estirar un poco más lo real para acotarÍo J f \.�/
dos terrenos que hay que diferenciar. simbólico, pero jamás volveríamos a tener los tres registros JJ'
Pero jamás Lacan presenta las cosas así. El problemo/de desanudados.
Lacan es cómo se articulan: real, simbólico, imaginaria, des- En cuanto a la forma como Lacan piensa lo real en la ex­
0. de el inicio de su ensefí.anza. Entonces los anuda...,.Pero hay periencia analítica, tenemos por un lado el despuntar de la
una parte de lo real que no tiene ninguna articulación con lo angustia. Lacan coloca a la angustia exactamente entre lo sim­
- ------------
simbólico ni con lo imaginaria, de eso no tenemos la menor
:aea. Eso es completamente a1eno, lo único que podemos
bólico y lo real; y tenemos una presencia índice de lo real, en
el síntoma. Y es solamente en relación a la satisfacción que
, imaginar de lo real, o formular de lo real, es la porción que proporciona el síntoma que podemos hacer una articulación
� / cabalga sobre lo imaginaria o sobre lo simbólico. En la expe- entre el goce y lo real. Porque podríamos decir exactamente
�, riencia analítica, lo real sólo se presenta en esta intersección, lo contrario, lqué quiero decir con esta? Precisamente que la
nunca es lo real como tal. Es decir que en el psicoanálisis sólo experiencia analítica es la experiencia del goce que no hay. Y

46 47
/ r;Y
esta experiencia del goce que no hay, es también una manera escribirse, no podemos sostener la equivalencia entre lo real
de pensar lo real, pero esta vez lo real como lo imposible. y el goce.
Es como si y o les dijera lo siguiente: en la experiencia ana­ La experiencia analítica presentifica el goce que sobra y
lítica, lo que se pone de manifiesto es que hay un goce que no presentifica el goce que falta. Presentifica lo imposible de es­
hay. Un goce imposible, que no es que no hay coy unturalmen­ cribir junto con lo imposible de no escribir. Lo que no cesa de
te, es un goce que no hay, que no habrá, el goce que no cesa de escribirse, se separa de lo que no cesa de no escribirse. Una
no escribirse. Estoy tomando el goce por lo que no hay, no por cosa va de la mano de la otra, presentan dos caras de la misma
el goce que hay. Y ese goce es lo que Lacan llama el goce de la moneda: el goce que falta y el goce que sobra. Y de acuerdo a
relación sexual que no existe. Es la presencia de lo imposible, cómo se lo piense el énfasis recae en una dirección o en otra.
la presencia de lo real de la mano de lo imposible de la rela­ l Qué es lo que predomina, el goce que no hay, o el goce
ción sexual, lo que no cesa de no escribirse. que hay? Efectivamente ahí hay un núcleo que tiene dos caras
El goce del síntoma es ese goce que hay y que se repite y y no hay manera de jugarse a favor de uno sin que inmediata­
que no cesa de escribirse, a diferencia del goce de la relación mente se haga presente el otro. Es decir que en la experiencia
sexual que no cesa de no escribirse. Para Lacan es siempre lo analítica el goce se presenta, o como el goce que sobra, o como
que viene al lugar del goce faltante, es decir, que si se goza del el goce que falta. Hay que orientarse en una dirección y en la
síntoma es porque no se goza de la relación sexual. Es por­ otra.
que la relación sexual no cesa de no escribirse que el goce del Es el tipo de pregunta Lqué es lo real para el psicoanálisis?
síntoma no cesa de escribirse. Allí donde uno es imposible, el Uno levanta la mano y dice: "la inexistencia de la relación se­
otro es necesario. Es la imposibilidad de uno lo que determina xual". " j Ah no!, lo real para el psicoanálisis es el síntoma".
la necesidad del otro. Efectivamente es lo que no cesa de escribirse. Tienen ahí us- J
Entonces del lado de la relación sexual tienen lo imposible, tedes jugándose dos definiciones de lo real. Por el lado del j /
lo que no cesa de no escribirse y el goce que falta. Es el menos no cesa de sí, y por el lado del no cesa de no, y son dos caras
de goce que la teoría analítica ha tratado de formular en tér­ � de la misma moneda en tanto uno está en el lugar que el otro
minos de castración, para dar cuenta de que hay un menos de deja vacante.
goce. Pero Lacan se olvida del problema de la castración para Querría retomar para ustedes -quizás para que se haga
decir: hay un goce que falta. Y es en relación a ese goce que más fácil de aprender, más encarnado- lo que presenté en el
falta que hay un goce que sobra, y ese es el goce del síntoma. último ENAPOL, es la oportunidad para ampliado. Como us­
N adie querría saber nada del goce del síntoma, pero ese goce tedes se habrán dado cuenta, hace un rato que no hablo de
t\
viene al lugar del goce que falta. 1
la clínica. Efectivamente, porque una vez que planteamos la
Entonces por el lado del síntoma tenemos una posible \.....__, antinomia que hay entre la clasificación y el caso, nos incli-
equivalencia entre lo real y el goce, pero por el lado de lo im­ namos más bien a hablar del caso, y una vez planteada esta ,t
posible de la relación sexual no tenemos ninguna equivalen­ antinomia nos preguntamos cómo se presenta lo real en la ex­
cia entre lo real y el goce. Ahí lo que tenemos es falta de goce. periencia analítica, no cómo se presenta lo real en la clínica. :)'.}
Es solament�ndo 12ensamos el goce en su relación con el Porque más bien deberíamos decir que la clínica es una de- ti
síntoru.a que podemos hacer un splazamiento entre el goce fensa contra lo real, que clasificar, poner las cosas en un casi- /
y lo real, porque tomamos lo real como lo que no cesa de es­ llero, formar conjuntos, es una manera para el clínico -para el
cribirse, pero si tomamos lo real como lo que no cesa de no analista- de tomar distancia ante el hecho insoportable de que

48 49
cada caso no tiene nada que ver con los otros, y que finalmen­ real. Que lo real sea el nor te de la br újula analítica es una cosa.
te eso es un motivo de angustia. Es lo que digo en el texto que Efectivamente hay que quitarle el sentido al síntoma, porque
r
segur amente conocen: hacer clasificaciones, dibujar gráficos, en la medida en que e l síntoma pierde sentid o es cada vez

trazar esquemas, escribir ... todo eso son maner as que tiene el �ás real, porque lo real es lo ue no tiene sentido. En la me- ,/ -J \
analista de defenderse de lo real. lQué quiere decir defender­ d1da en que el síntoma se revela en su repetición vana uno
se contra lo real? Defender se contra lo que se repite siempre tiene una intuición de lo real, pero dirigir la cur a hacia lo real
igual del lado de la cur a que dirige, defender se de lo que no es como decir: "dir íjanse hacia el precipicio". Si yo sé que el

tiene sentido, porque lo real en lo simbólico es precisamente nor te está allí, porque tengo la br újula en la mano, a veces eso
lo simbólico desprovisto de sentido. me sir ve para saber que tengo que ir hacia el sur. Que el norte
Para el analista, la clínica, la clasificación, el manual, el marque en esa dirección no quiere decir que yo me tengo que
J DSM en su extremo, es una maner a de soportar lo real que poner una venda en los ojos y seguir derecho para el nor te,
trae aparejado la clínica cuando se trata de la clínica de un porque no sé qué hay en el norte, a lo mejor se acabó el mapa
caso, de lo singular. Y es eso que hace el mal casamiento entre en el norte. LPor qué pensar que en el nor te siempre está lo

la clínica y lo real. Que les proponga más bien hablar de la bueno? Hay una tendencia a imaginad o así, pero como decían
clínica o lo real -en tanto lo real es lo que objeta la clínica- es algunos: " el sur también existe" ... No hay que deslumbrarse
dêsplazarel énfasis más bien del lado de la exper iencia ana­ tanto con el nor te.
lítica y lo real. Cómo lo real se presenta en la exper iencia del Que la cura analítica esté orientada por lo real, que se ten­
psicoanálisis, no en el ordenamiento de los datas que el aná- ga la perspectiva de lo real como horizonte, no quiere decir
lisis nos entrega. que la práctica del análisis no indique muchas veces que por
Entonces este desplazamiento del énfasis tiene su razón de ahí no hay que ir. Porque lo que se obtiene f orzando la___..d
ser porque considero la clínica como una defensa contra lo fensa hacia lo real puede ser directamente el estallidifde una
real, y prefiero or ientarme por cómo se presenta lo real en la psicosis, el _pasaje al acto. Per turbar la defensa es una idea un
experiencia analítica. poco romântica del psicoanálisis. Uno imagina que está la de­
En la intervención que hice en Buenos Aires, ahor a en no- fensa y que el análisis va con los caballos triunfantes, atravie­
viembre, porque soy AE -AE quiere decir que he hecho la expe­ sa la defensa y arr iba a no sé qué paraíso. No, la mayoría de
r iencia del pase y h e sido nominada analista de la Escuela y l�s ve�es que uno per turba la defensa tiene que calcular muy
a par tir de ese momento tengo que dar cuenta ante la comu­ b1en s1 lo que va a encontrarse ese sujeto del otro lado de la
nidad de lo que ha sido la exper iencia de mi análisis, eso se defensa es algo que pueda sopor tar o no. Y que, si el control �
puede tomar desde múltiples costados-, lo que presenté en sir ve para algo, no es para saber si lo pongo en el casiller a e
esa ocasión, q ue voy a retomar hoy con ustedes para tener un la neurosis, de la perver sión, o de la psicosis; sino para poder
diálogo, es cómo imagino yo que hice la exper iencia de lo real calcular cuánto merece ser per turbada esa defensa, y cuánto
en mi análisis. Que es cómo y o p uedo decir: "miren, no tengo requiere ser preservada, porque es lo mejor que el sujeto tiene
la menor idea de qué es lo real par a cada uno de ustedes, pero para rreglárselas con lo real que es insoportable.
creo que me aproximé a lo real de la siguiente maner a. Es todo Vivir en el sinsentido. Hay que escuchar al melancólico,
lo que pienso que puedo decir". - Lde--p�l que está triste, sino al sujeto para el que
Siempre me pareció una cosa un poco loca cuando se dice nada tiene sentido. Cuando nada tiene sentido, la vida es in­
que la práctica del psicoanálisis tiene que dirigirse hacia lo sopor table, el análisis tiene que ayudar a alguien a inventarse

50 51
(\

..)

\J Q;
un sentido, por mucho que sepam0ue ese sentido es in­ le habla a los psicoanalistas. El síntoma es goce puro que se
ventado. A lo real hay que anelado en lo imaginaria y en lo agota en su propia repetición. A diferencia del acting-out que
simbólico p ara que la vida sea soportable. Si vamos a tener es un mensaj e que se le dirige a ustedes. Esta idea de
que el
solamente el sinsentido de lo real, lo único que queda a mano sínto ma no necesita de ustedes es exactamente lo
contrario
es el suicidio. al síntoma tal como lo necesita mos para la experienc
ia ana-
Es cierto, cuando uno escucha a un depresivo de verdad, el l}'
1 lítica. Si el síntoma no nos necesita lqué hacemos nosotros?
momento en que tiene la convicción de que la persiana cay ó, \J Necesitamos que el síntoma tome forma transferencial, que el
que no hay nada por delante, y que todo lo que tenía que j u-1 síntoma se dirij a a nosotros como un signifi cante de la
transfe- � I; ('
garse en la vida y a se j ugó, que no hay nada que esperar, que renda, que espere de nosotros una donación de sentid
o. Es lo >
y a está ..., no hay que atravesar esa barrera, e� me� or t_ener que escribí hoy a la mafí.ana : el algoritmo de la transferencia. f
muchas barreras y construir muchas defensas 1magmanas y El psicoanálisis, de por sí, implica la transformación del ✓

simbólicas para que alguien pueda permanecer am_arrado . a estatuto natural del síntoma. El sínto ma en su naturale
za es
la vida. Independientemente de que cuando uno qmere sahr, goce que se repite en su propia estupidez. Es solamente por
sale. No hay có mo detene do. Freud, que prometió darle al síntoma un sentido, que el sín­
LLa práctica analítica es una práctica orientada por lo real? toma es analizable; y es sobre esa promesa que se monta la
Sí, pero eso no quiere decir que hay que ir de cabeza a lo real, transferencia.
es para saber dó nde está el norte y cuán cerca uno puede
lle­ Primer movimiento : el psicoanálisis desnaturaliza el sín­
n t n d t t , el
gar antes de pegar la vuelta. E s u a cues ió e ac o es toma. Introduce en el síntoma un virus, que es el virus de la
secreto de la táctica analítica. transferencia, que desnaturaliza el síntoma y lo convierte en r'
Entonces, el Encuentro Americano se llamó "Citas con lo u n sínto m a q ue e q ui val e a un men saj e. C uand o el sínto m a n o J/\
real", lq ué q uiere decir esto? Quiere decir que en la experie
n­ tiene nada de mensaj e es simplemente la repetició n van e
J cia analítica, de pronto, uno puede en co nt rarse c o n a lg o q ue una satisfacció n que viene al lugar de una satisf acció n que no
V\ uy precisa en
'--- - huele a lo real. Lacan lo dice de una mane. ra m . hay. Convertir al síntoma en un mensaj e dirigido al Otro, a la
el "P refacio a la Edició n Inglesa de1 Semmano 11" ,
17
que es espera de una signifi cació n, es la desnaturalizació n del sínto-
el texto que cierra el tercer v ol u m en d e l os Escritos, es decir, ma que el psicoanálisis introduce en el mundo. El psicoanáli­
los Otros Escritos. LEl inconsciente es rea o 1 es fi c · ·
t1c10. ? i Ah1 sis rastoca el estatuto natural del síntoma. Y el síntoma pues­
Esa pregunta da para un seminario entero. Por,,s_u�uesto que to entonces baj o transferencia es un síntoma que adquiere una
el inconsciente tal como se construy e en el anahs1s, lleno
de significación, y otra signifi cació n ..., y eso es el análisis, hasta
sentido, es una ficción. Pero sin esa ficció n n o s e d ese mb oca
secar el sentido del sentido. El análisis vuelve al síntoma a
en el inconsciente sin-sentido LEI síntoma tiene sentido o n
êr°;
o su estatuto original, lo q ue obtenemos al final del análisi es t­
tiene sentido? Eso implica distintos momentos del síntoma. nuevamente el síntoma vaciad odo sentiao. no es
Por ej emplo, en el Seminario 10, es decir afio '62, Lacan dice lo mismo el síntoma sin sentido en el primer tiempo, que el
algo co mpletamente sorprendente para el momento en su e
n- síntoma vaciado de sentido cuando se pudo entender de qué
sefí.anza. Él dice : "el síntoma no necesita de usted es ". L aca n manera el sentido que le hemos dado al síntoma es la clave de lt\n jJ
nuestra desgracia neurótica. �
A ese estatuto final del síntoma, para distinguido del es­
17 Ver: Lacan, J., "Prefacio a la edición inglesa del Seminario 11" (1973),
en Otros Escritos, Paidós, Bs. As., 2012. tatuto inicial del síntoma, Lacan lo escribe con otra ortogra-

52 53
I
/ \.J
fía, la cual quizá conocen, el sinthome. Y entonce mientras la suscripción a la transferencia. A la transferencia no me sus­
el sínto ma e stá capturado e n la transfe re ncia, el sí�to ma y lo
cribo más -por un tiempito- po rque solamente Joyce es capaz
real no tienen nada que ver. El síntoma sólo se enga za con lo de no haberse suscripto nunca. El resto de los neuróticos -
re al en el tiempo 1 -es decir, en su estatuto de puro go ce que Joyce no lo era- se desabonan pero después extrafí.an, quieren
se repite- y en el tiempo 3. Mientras el sínto ma es plástico ver la siguiente temporada de Breaking Bad y entonces ... hay
al significante y va cambiando y va desplazándose, no tiene que vo lver a suscribirse. Quieren una temporada de más de
nada de real. inco nscie nte transfere ncial, qui tarle al i nco nscie nte e l e statuto
D e la mano de la reflexión sobre el síntoma y lo real, viene real, insensato, para darl e al inconsciente nuevamente e l esta­
la pregunta: lhay algo real en el inconsciente o el inconsciente tuto de mensaje a descifrar.
e s lo que se crea e n el tie mpo 2? Lacan pie nsa que el inco ns­
Entonces, un análisis es el tiempo 2, el tiempo en el cual e l
ciente se crea en el análisis, no es que uno tie ne un inconscien­ síntoma se desnaturalizá pues fue puesto bajo transferencia;
te que descubre en el análisis. Lo que uno hace en el análisis e sto quiere decir que lo real del sínto ma se o paca pre ci samen­
e s crear e l inco nscie nte mismo, a fue rza de darle un sentido
--te po r a onación de sentido, y [un análisis] es el ti empo que
descono cido , inconsciente, al síntoma. hace falta para que el síntoma vuelva a tener su dimensión
Y en ese texto que mencioné recién, el "Prefacio a la edi­ , insensata. El pe rio do del análisis, la experiencia analítica, es
ción inglesa del Seminario 11", Lacan deja entrever un estatu­ se tramo. De ahí que uno se pregunte: " l en ese tramo qué
to real del inconsciente, que se desvanece ni bien se le presta · � emergencias hay de lo real? " Este tramo es cómo cada uno
atención. lPor qué diablo s Lacan se interesa por Joyce en lo s hizo la experiencia de que lo imaginaria y lo simbólico no
afí.os 70? Po rque la obra de Joyce le permite a Lacan imagi­ agotan la cuestión y de que hay algo más. Es una co nstruc-
narse, suponer, cuál se ría el estatuto de un inconsciente des- ción, en verdad, en nuestro campo lo real es una construcción. l '/
pro visto de to do sentido y que no busca el sentido en el cam­ Entonces, "Citas con lo real" fue el título del ENAPOL. En es
po del Otro. Joyce es alguien que está siempre en el tiempo ocasión yo me preguntaba: " l un análi si s pro mete una cit on
1, no pasa nunca al tie mpo 2, al inconsciente transferencial, lo real?" Es una aspiración pero, al menos es mi experiencia,
Joyce simplemente disfruta de su práctica de deconstrucción e l encuentro co n lo real es algo emi nente me nte co ntinge nte .
de la lengua inglesa. A Lacan le sirve para imaginar cuál es Con esto introduzco la tercera categoría: está lo real como lo �
e l e statuto del inconscie nte po r fue ra de la transfe rencia, lo
necesario, está lo real co mo lo imposible, y está lo real sin le y
que sería el estatuto real del inconsciente, es decir un incons­ como contingente . Y deberíamos hacer incluso el esfuerzo de )
ciente sin sentido, puro e je rcicio gozoso, mientras que el in­ preguntarnos si la categoría de lo contingente corresponde
consciente bajo transfe rencia es un inconsciente que sigue la 1
bien a lo real sin le y. No es seguro que lo contingente alcancey---- "
e structura de l le nguaje. Al mismo tiempo , Jo yce le pe rmite a
quizá habría que hablar de lo aleatorio, de lo azaroso;-qué \
Lacan pensar po r primera vez cuál sería el estatuto del sujeto no �s exacta�ente lo m�smo que lo contingente , al menos e n
analizado, no del analizante, ni del que nunca se analizó que __ J I'
log1ca. Es decir, lo real sm ley abre un terreno en el cual recién �
es una situación completamente dife rente. Es decir, cuál sería e mpe zamo s a introducirno s. V I '"

el- e atuto del su ·ete-desabonado del inco nsciente , que no se


En su extensión, es decir, en el ti empo 2, un análisis es más
hace más la pregunta l qué quiere decir esto? Que ya no le bien una interpretación de lo real. Lo que cada uno tiene de
dirige al Otro la pregunta por el sentido de sus síntomas; un lo rea e--s-~una interpretacion. n ese momento yo aclaraba: o
desabonado del inconsciente es aquél que da po r clausurada mejor dicho, un análisis es una desinterpretación de lo real en la
54 I
55 " 1 t - ãy.i,v i�
medida en que tanto la neurosis como el fantasma -que le da Conocen los hechos, yo llego a sesión con una construcción
el libreto a la neurosis- son una interpretación de lo real. Me de mi posición subjetiva, mi analista me interpreta, yo olvido
gusta formulado así: la neurosis es el sentido que cada ?Ano le da a la palabra de su interpretación y a partir de ahí se desarrollan
Y- ) lo real. Cada uno le inventa un sentido a lo real, y ese sentido varios días de un pequeno trance en el que busco la palabra
/ es la neurosis. 1t
perdida en medio de una perplejidad creciente mientras se va
\,
Me preguntaba en ese momento qué podía decir sobre mis \) instalando en mí, cautelosamente al principio y decididamen-
encuentros con lo real en la experiencia analítica. Recordaba v te al final, la certeza de que esa palabra no la había olvidado
entonces lo que muchas veces llamé 'un almuerzo con lo real' sino..q.ue-enreiimrde de lo imposible de decir. Lo imposible de
para evocar la mesa que compartí con Lacan en Caracas en decir... ies lo real? Digamos que es uno de sus nombres. Lo
el Encuentro de 1980. Pero eso no forma parte de un análisis, imposible de decir es uno de los nombres de lo real, pero una
eso es la contingencia de un encuentro con Lacan, es una figu­ v� q�e lo real tiene un nombre, ya no es exactamente lo real.
ración imaginaria de lo real que comparé con la entrada del iLo real es el goce? Si podemos decir que lo real es el goce,
convidado de piedra en las escenas finales de Don Juan, con ya le hemos dado un nombre a lo real, con lo cual lo real ahora
la presencia muda del Commendatore que hace "pum, pum, t- e ombrable, y una vez que nombro lo real, lo hago entrar en
pum" [golpes en la mesa]. En fin, para mí ese almuerzo quedá lo simbóli�rapo lo real p r me�io d la nominación. Es el
? �
grabado como una imaginarización de lo real, es así cómo me tJ act :énominar; entonces D10s creo y d10 nombre a las cosas.
imagino lo real, es ese punto de intersección entre lo real y lo :E'.:acan se pregunta si le dio nombre a las bacterias también,
imaginario lo que trato de transmitirles. \JJtf-{1 y si las bacterias no deberían ser la encan-:1-ación de lo real en
-si tengo que responder cómo encontré lo real en el largo nuestro mundo porque Dios no las nombró. Le dio nombre a
trayecto de mi análisis, creo que lo más apropiado es decir la jirafa pero no a las bacterias. Nominar 'real' a lo real ya es
que lo encontré como lo imposible. En primer lugar, como lo una manera de atraparlo mediante un acto simbólico. iQué
imposible de decir. Para mí, que como ustedes ven tengo una quiere decir esa historia del nombre de goce? Es el velo de lo
cierta propensión a decir, que me desenvuelvo con cierto sa­ , que no puede ser nombrado. El nombre de goce es una mane­
ber-hacer en eso, encontrarme en el análisis con lo imposible
de decir, quedarme boquiabierta en el punto en que tenía que
' dole un nombre que no
\J ra de cubrir el agujero profundo que hay en lo simbólico dá -
es el nombre de pila n es el nombre
decir una palabra que no existía ni la encontraba, eso fue una de familia, no es el nombre del registro civil, pero sigue sien­
� ---------- experiencia perplejidad inolvidable. 1 pV. v do una nominación, es decir un esfuerzo in extremis de atrapar
En el análisis me topé con el hecho de que en el diccionario lo real por lo simbólico.
no están todas las palabras, de que hay al menos una palabra ---:' Entonces ilo imposible de decir es lo real? Digamos que
que nombra algo profundamente genuíno que me conc1erne, t.1
. \ .. es uno de sus nombres. Si prestamos atención a la palabra,
v y que no existe. Que la había escuchado, hab_!�si_do dicha, i r allí nos encontramos con lo real como lo imposible de decir.
y había desaparecido dejando un agujero imposible de col­ La expresión lo imposible de decir, así como la expresión lo im­
mar en el mar de los nombres propios. Que lo simbólico no posible de soportar, le agregan algo a lo real como lo imposible.
contiene todas las palabras, que hay una palabra que falta, No es simplemente el impasse en la formalización que puede
que lo simbólico está agujereado. Esa es una experiencia del encontrar el matemático haciendo fórmulas, es un imposible
límite de lo simbólico, del agujero en lo simbólico, que Lacan más próximo a la experiencia analítica, porque en ella se trata
escribió S(K). de decir; así como lo imposible de soportar implica el cuerpo

56 57
I\J
que tiene que soportar algo. A ]o real imposible como el im- �
En segundo lugar, pienso q9 hice la experiencia de
lo
\k
passe de la formalización, es debr, como lo que no cesa de no real como lo imposible de/ sopdrtar. Si yo tuviera que
darle
escribirse, lo imposible de decir agrega algo de la dimensión un nombre, un nombre fakn.iliar, a lo imposible de sopor
tar,
de la palabra, que es más acorde a la experiencia de análisis. lo llamaría trauma. Puedo/ decir que el trauma es un nomb
re
Es una forma en que podemos imaginarnos que se presenta lo de lo real en tanto impostble de soportar. No es un impa

real bajo el ropaje de lo imposible de decir. se de la formalización, aun cuando para la subjetivida
d del
Pero en ambos casos, como impasse de la formalización o matemático desembocar en lo imposible de formalizar pued
e
como lo imposible de decir, se trata de un real que es producto significar un verdadero trauma. La experiencia de Canto ri
r con \
de lo simbólico. Hablo -o escriba- y desemboco en algo que
no puede ser dicho -ni escrito-. Si no hablo, no desemboco en
el transfinito fue esa, y conocemos por sus biografías el dram
del matemático tratando que el Otro de la ciencia acept
a J
ara/ � ,,.lf;
algo que no puede ser dicho. En la medida en que el analizan­ ese número que no tiene nombre del padre. Por supuesto
te hace un esfuerzo por decir algo, desemboca en algo que no .
mate�a� hcos pensaron que estaba totalmente chiflado, que
los ,PÍ
_ los JJ,r-/
/
puede ser dicho, y ese imposible de decir abre el territorio a transfimtos no forman parte de los números. Y ese rechazo }
de
algo de lo real que emerge por ahí. Pero efectivamente, lo real la paternidad de su invento no es indiferente en el desencade­
como imposible es siempre pensado como efecto de lo simbó­ namiento de su psicosis.
lico. Es lo que hace presente el agujero en lo simbólico, traza Lo imposible de soportar tiene para mí el nombre de trau­
su límite, desnuda el estatuto de semblante que tienen todas ma. Hablé de eso en el testimonio del pase, y se trató de .una
las nominaciones. Todo acto de dar nombre es un semblante escena completamente banal. Volvemos de una fiesta, 'mis pa­
que vela lo imposible de decir; dar nombre es pensar que lo dres contentas, me toman y me·depositan arriba de un arma­
real uede ser nombrado, eso es un semblante. La nomina­ ria. No olvidé nunca esa escena ni mis gritos, las risas de ellos
ción tiende un v-elo sobre lo real, sobre lo que no hay, y falla que no entienden por qué grito, y mi grito que no entiende
de
una y otra vez, tratando de nombrar lo que no tiene nombre. qué ríen. Si la escena fue traumática es porque no conseguí
Lacan lo dice muy lindo: "está lo que se nombra y está lo que darle sentid� ni en la nine n en la adult Una escena ca-
� � �
no tiene nombre", y podemos considerar que lo que no tie­ rente de sentido de la que qu an esos cuerpo¼ue se agitan ,...
� ,
ne nombre es una de las formas como lo real se presenta en la risa insensata de ellos, y mi fa de palabras pa dar cuen�
� �
la experiencia analítica. En Subversión del sujeto Lacan dice: ta de lo que pasa. • ,'-,/
,r1f �r1t
"el nombre que falta en el mar de los nombres propios"18, el Cuando uno piensa en trauma piensa eri un terremoto, una /
nombre de cada uno falta en el mar de los nombres propios, inundación, la guerra, un secuestro, una violación ... jAh, ho!
y ese nombre cada uno va a tener que inventárselo, cuando lo los traumas de la vida de cada uno son estas tonterías. Es ese
inventa les el nombre real? No. Ese nombre ya es un velo, un momento donde uno encuentra el goce del Otro encarnado
esfuerzo con el cual uno hace entrar su nombre en el mar de en esas risas y el significante es inepto para nombrarlo, no
los nombres propios. hay cómo nombrar lo que está pasando. Y entonces a partir
Entonces mi idea es que en mi análisis hice la experiencia de ahí, de ese encuentro imposible de soportar, se construye
de lo real como lo imposible de decir. toda la neurosis que intenta fantasmáticamente arruinarle la
fiesta al Otro.
18 Ver: Lacan, J., "Subversión del sujeto y dialéctica del deseo en el in­
consciente freudiano" (1960), Escritos 2, Siglo XXI, México, 1996. En la escena del armaria soy una nina de tres anos, no sé

58 59
cómo estropearle la fiesta al Otro, lo único que hago es gritar,
y arruino la fiesta. Y una vez hecha la prueba de que gritando
se puede arruinar la fiesta del Otro, ya no queda más que re-
De semblantes y real en la adolescencia
petido hasta el final.
Si para mí lo imposible de decir se presentó como el nom-
;4.na Viganó
bre que falta en el mar de los nombres propios, como lo que
no hay, lo imposible de soportar, en cambio, lo encontré del r

1/
lado del plus, del excedente, como dice F reud: el Jrauma es
I
un excedente de sexualidad, que no uede ser pro�sa
l�ÍÕnes conscientes. Efectivamente, por un lado
por
\t
u,
!
,f/ff,IP';1 /
la palabra que falta, lo que no puede ser dicho; por otro lado, 1 )J-
esas risas y esa fiesta que encarnan lo que hay de más, ese plus
al que la neurosis trata inútilmente de ponerle panos frí?s. Lo
E n la clausura de la Jornada d/i Institut de l'Enfant1 Miller
habló de la adolescencia k di6i�têresantes líneas de tr aba-
jo. La primera -no es novedJsa, B ro es precisa- es que la ado-
)
,tP

imposible de soportar del lado del plus, del exceso, �o i11;�0- lescencia es una construcción cefra definición es controversial. /
V
sible de decir del lado del menos, del agujero de lo simbohco La multiplicidad de perspectivas no coinciden. Y decir que es
mismo. �r/\J/ fX7 una construcción conlleva siempre la convicció
\ P or último, más allá de lo real como im osible de cir n de que -tal
pareciera ser el espíritu de la época- se trataría de un artificio.
y lo real como �1:::p_osible de soportar queda lo _ r��l co o lo significante. "Esta época, la nuestra, es muy incierta en cuanto
imposífüe e negativ�zar. Lo incurable. La repehc�on va a, la a lo real" dice Miller, y agrega que incluso suele negar lo real,
nÚev7alTànza con el síntoma sin sentido que se reitera, que se reconociendo sólo los signos que en tanto tal, s
on semblantes.
JS ', itera. En resumen, en mi análisis, lo real -al menos lo que pue­ Si la originalidad de Lacan fue articular la pareja "semblante"
"'- V do imaginarme de lo real, de ese poco de real que el an�l�sis y '�", cómo se juega esta articulación en la adolescencia es ')l(
permite entrever y que se diluye ni bien se le presta �tenci?n- el desafío que lanza. dhtA u.l.
se presentó como lo im osible de decir, _c�mo lo _imposible /
Par a intentar cernir qué es la adolescencia en psicoanálisis
de soportar, como lo imposible de negativizar. Pnmero con -al menos en lo que serían "nuestras bases"2 - destaca tres
11 � lo que no hay, el agujero en lo simbólico; segundo, con lo qu_e cosas de las que los psicoanalistas nos �uparíamos:
___, hubo, el acontecimiento, el trauma, lo que llamamos aconteci­
miento de cuer po; tercero, lo que hay y con lo que debo arre­
1.- La salida de la infancia. Es evident e que desde F reud
' --....___,,,---glármelas una y otra vez, cada día, una vez más, una vez más,
/ la sexualidad no empieza en la pubertad: el nino "perverso
r
\.J
una v ez más.
G radas. M
� /1
polimorfo" es la confirmación de que ésta se juega para el ser

TRANSCRIPCIÓN A CARGO DE LA COMISIÓN EDITORIAL DE LA NEL-MÉXICO DF


DIANA MoNTES CABALLERO, FERNANDO EsEvERRI, BEATRIZ MÉNDEZ • 1 Miller, J.-A., "Interpretar al nino", en Intervención de clausura 3ra. Jor­
y ELAINE Cossío -RESPONSABLE-. nada del Institut de l'Enfant, 21 de marzo de 2015. Disponible en: www.
lacan-universite.fr
2 Luego de estas bases, Miller trabaja aspectos imperdibles de lo que
REVISIÓN A CARGO DE GRACIELA BRODSKY.
llama "lo nuevo" sobre la adolescencia, muy recomendables para quie­
nes interese el tema.
60 61

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