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Trastornos del estado

de ánimo: Teorías
psicológicas 10
Jesús Sanz • Carmelo Vázquez

Sumario
I. Introducción
II. Teorías psicodinámicas de los trastornos depresivos
III. Teorías conductuales de los trastornos depresivos
IV. Teorías cognitivas de los trastornos depresivos
A. Teorías del procesamiento de información
B. Teorías cognitivo-sociales
C. Teorías conductuales-cognitivas
V. Teorías interpersonales de los trastornos depresivos
VI. Teorías psicológicas de los trastornos bipolares
VII. Conclusiones
VIII. Resumen de aspectos fundamentales
IX. Términos clave
X. Lecturas recomendadas
XI. Referencias bibliográficas
272 Manual de psicopatología, vol. II

I. INTRODUCCIÓN la comprensión general de todos los trastornos depresivos y


de los elementos en común que comparten. Esta última es-
En el Capítulo anterior hemos descrito lo que se entiende trategia ha sido sin duda la más popular entre las aproxima-
por trastornos del estado de ánimo y hemos examinado las ciones psicológicas.
características y síntomas de los cuadros que se agrupan bajo Un tercer aspecto en el cual se diferencian las distintas
esta categoría. En este Capítulo presentaremos algunas de teorías de los trastornos del estado de ánimo es en el para-
las más importantes teorías psicológicas que se han propues- digma o enfoque teórico general en el cual asientan sus ex-
to para explicar dichos trastornos. Esta revisión no pretende plicaciones. En los años sesenta del siglo pasado, la teoría e
ser exhaustiva ni en la enumeración ni en la presentación de investigación sobre los aspectos psicológicos de los trastor-
las teorías y, por tanto, además de los trabajos originales se nos del estado de ánimo era escasa. El campo de dichos tras-
ofrecen referencias —en español cuando es posible—, a las tornos estaba en manos de la psiquiatría, donde imperaban
que remitimos al lector interesado en una exposición más modelos biológicos o enfoques psicodinámicos, o ambos.
detallada de los distintos tipos de modelos. Nuestro objeti- Cuando los desarrollos en la clasificación diagnóstica por un
vo esencial al escribir este capítulo es presentar las ideas bá- lado y en el tratamiento psicofarmacológico por otro contri-
sicas de las principales teorías psicológicas, para concluir buyeron a la identificación y tratamiento de un grupo extre-
con una visión breve y general de qué ideas, de los modelos madamente amplio de personas con trastornos del estado de
presentados, consideramos que son más importantes para ánimo y, especialmente, con trastornos depresivos (inician-
cualquier intento de explicación de los trastornos del estado do lo que se ha denominado la «era de la depresión»), la
de ánimo. psicología estaba asistiendo a la aplicación cada vez más de-
Aunque se han propuesto muchas teorías psicológicas cidida y creciente de las teorías del aprendizaje a formas más
para explicar los trastornos del estado de ánimo, la mayoría complejas de disfunción psicológica. De ahí que, a finales
se han centrado en la explicación de los trastornos depresi- de los sesenta, los pocos psicólogos que estudiaban la depre-
vos, a los que frecuentemente se alude con el término gené- sión ofrecieran modelos conductuales (por ejemplo, Ferster,
rico de depresión, mientras que, por el contrario, apenas Lazarus, Lewinsohn). Sin embargo, en los setenta, el núme-
existen teorías sobre los trastornos bipolares, aquellos tras- ro de psicólogos interesados en la depresión aumentó espec-
tornos caracterizados por la presencia de episodios tanto de- tacularmente debido a la aparición de las teorías cognitivas
presivos como maníacos o hipomaníacos, episodios estos de Beck y Seligman, aparición que reflejaba el resurgimiento
últimos que genéricamente se agrupan bajo el término de general de la cognición en la psicología, la denominada «re-
manía. volución cognitiva». La mayoría de los psicólogos que du-
Las teorías psicológicas propuestas difieren en muchos rante esos años empezaron a adoptar aproximaciones cogni-
aspectos. Una distinción importante radica precisamente en tivas a la depresión se habían formado en los principios
los mismos conceptos de depresión y manía que se manejan. conductuales y en la aplicación de tales principios a los tras-
En parte, la variedad de teorías refleja la diversidad y com- tornos fóbicos, trastornos sobre los cuales se había iniciado
plejidad con que se presentan los trastornos del estado de y desarrollado la terapia de conducta. No obstante, la diso-
ánimo. Así, por ejemplo, diferentes teóricos enfatizan dis- ciación creciente entre psicología básica y terapia de con-
tintas dimensiones de la experiencia depresiva como crucia- ducta que se dio durante los años sesenta y setenta propició
les en la explicación de los trastornos depresivos, mientras que cuando se abordaron los trastornos depresivos, mucho
que ignoran otras. A este respecto, es importante tener en más complejos que los trastornos fóbicos y que precisaban el
cuenta que lo que conocemos sobre los trastornos del estado uso de variables cognitivas, se utilizasen constructos con es-
de ánimo ha cambiado con el tiempo, de manera que teorías casa fundamentación teórica (por ejemplo, creencias irra-
más antiguas pueden haber surgido de una base de conoci- cionales, distorsiones cognitivas), alejados del significado
miento distinta de la que se dispone hoy en día. Así, las de- que tenían en la psicología experimental y, en concreto, en
finiciones y características de lo que se entiende por depre- la psicología del procesamiento de información, y justifica-
sión o por manía son fundamentales para evaluar la utilidad dos más por la experiencia clínica que por su base teórica.
de cualquier perspectiva teórica. En parte como reacción a esta disociación entre psicología
La heterogeneidad y complejidad sintomática de los básica y clínica, durante los años ochenta buena parte de la
trastornos del estado de ánimo sugieren además distintas es- investigación psicológica en depresión se centró en tratar de
trategias posibles para desarrollar un modelo teórico de tales asentar los constructos cognitivos «clínicos» sobre la base
trastornos, lo cual constituye un segundo aspecto en el cual metodológica y teórica de la psicología del procesamiento
difieren las diversas teorías psicológicas de los trastornos del de información. El final de los años ochenta y los años no-
estado de ánimo. Una estrategia es circunscribirse a un tipo venta se caracterizaron por la aparición de teorías que trata-
particular de trastorno del estado de ánimo; esta estrategia ban de integrar conceptos seleccionados de las teorías cogni-
ha sido quizá la más fructífera en las aproximaciones psi- tivas y conductuales. Así, había un renovado interés en
quiátricas y biomédicas. Otra estrategia es ignorar hasta conceptos conductuales como el funcionamiento social de
cierto punto la heterogeneidad con que se presenta, por las personas deprimidas, sus habilidades para afrontar y re-
ejemplo, la depresión y proceder con un análisis general de solver situaciones estresantes o la propia naturaleza de di-
la conducta humana que se pueda aplicar fructíferamente a chas situaciones estresantes, elementos que las aproximacio-
Capítulo 10 Trastornos del estado de ánimo: Teorías psicológicas 273

nes cognitivas habían en cierta medida ignorado, pero que conceptualizaciones sobre el fenómeno depresivo para cons-
las teorías de esos últimos años se plantean como productos tituir lo que sería el núcleo del modelo psicodinámico de la
de las transacciones continuas entre dichas personas y el am- depresión. En ese trabajo Freud diferenció las reacciones de-
biente mediatizados o moderados por variables cognitivas. presivas normales («melancolía»1) de aquellas reacciones de-
Durante los últimos años del siglo pasado y los primeros de presivas debidas a la pérdida de un ser querido («duelo»).
este siglo, la mayoría de la investigación se ha volcado en el Ambas serían respuestas a la pérdida de algo o alguien a
refinamiento de las teorías que trataban de integrar concep- quien se ha amado, y ambas incluirían los siguientes sínto-
tos cognitivos y conductuales, aunque se puede observar un mas: tristeza acompañada de dolor profundo, falta de inte-
cambio en el foco de interés de las teorías desde el análisis rés por el mundo externo, pérdida de la capacidad de amar
exclusivo de las diferencias individuales en el origen de la e inhibición de la actividad. Sin embargo, a diferencia del
depresión hasta el análisis complementario de las diferencias duelo, la melancolía se caracterizaría además por una dismi-
individuales en el curso de la depresión, en especial, en las nución extraordinaria de la autoestima, dando lugar a exce-
recaídas y recurrencias. sivos autorreproches y a expectativas irracionales de castigo
inminente, y también se caracterizaría por la vaga noción
que tiene el melancólico de la naturaleza de su pérdida,
II. TEORÍAS PSICODINÁMICAS DE LOS TRASTORNOS siendo incapaz de reconocer la causa de su tristeza.
DEPRESIVOS En cuanto a la etiología, Freud comparte en lo esencial
la propuesta de Abraham, aunque en su intento por com-
Las primeras formulaciones psicológicas sobre los trastornos prender la pérdida de la autoestima que se da en la melanco-
depresivos provinieron del psicoanálisis. Ya en 1893, Freud lía enfatiza la regresión de la libido y la identificación narci-
había propuesto algunas hipótesis sobre la melancolía, pero sista del yo con el objeto. Así, para minimizar el impacto de
fue su discípulo Karl Abraham (1911, 1924) el primero en la pérdida del objeto amado, el niño —según Freud— inte-
articular una teoría psicodinámica de la depresión. Al elabo- rioriza una representación de ese objeto, lo introyecta.
rar esta teoría, Abraham se vio influido por la teoría freudia- Como consecuencia, la ira dirigida hacia el objeto perdido
na del desarrollo psicosexual y por su propia experiencia es ahora dirigida hacia una parte del propio yo del niño,
clínica, en la que apreció, primero, que existía una fuerte predisponiéndole a futuros episodios depresivos caracteriza-
relación entre depresión y obsesión (fundamentada, según dos sobre todo por constantes autorreproches. A pesar de
Abraham, en la profunda ambivalencia amor-odio que se da que la mayor parte de los psicoanalistas posteriores (Rado,
en ambos trastornos); segundo, que el comienzo de una de- Fenichel, Bibring, Klein, etc.) asumieron esta primera for-
presión frecuentemente estaba asociado al sufrimiento de mulación freudiana de la ira interiorizada como el esquema
un desengaño amoroso; y tercero, que muchos depresivos interpretativo básico de la depresión, lo cierto es que Freud
recurrían a la ingesta de líquidos o alimentos para evitar o en sus últimos escritos interpretaba la depresión sencilla-
superar la depresión. mente como la existencia de un superyó excesivamente exi-
Abraham concibió la depresión como una exacerbación gente, es decir, de un excesivo sentido del deber y la obliga-
constitucional y heredada del erotismo oral, es decir, como una ción que crea una gran cantidad de sentimientos de culpa
tendencia exagerada a experimentar placer por medio de la (Bemporad, 1985).
gratificación oral, lo que conducía a una intensificación de Los autores psicodinámicos posteriores han reflejado en
las necesidades y, por tanto, de las frustraciones asociadas sus concepciones de la depresión la evolución de la teoría psi-
con los actos de chupar, beber, comer, besar, etc. Cuando la coanalítica en general. El impacto del modelo estructural del
persona depresiva experimenta repetidas frustraciones rela- psicoanálisis (ello/yo/superyó) y de la psicología del yo lleva-
cionadas con los objetos de sus deseos libidinales —típica- ron en un primer momento a ampliar el concepto de oralidad
mente los padres— en la fase preedípica (antes de la resolu- en la depresión y, posteriormente, a centrar los modelos del
ción de sus deseos edípicos hacia uno de los padres y de su trastorno en el papel de la autoestima y los determinantes de
rivalidad con el otro), se produce una asociación permanen- ésta (Bibring, Gero, Jacobson, Rado). Puesto que la fase oral
te de los sentimientos libidinales con deseos destructivos implica la satisfacción pasiva de las necesidades (el bebé tiene
hostiles. Cuando en su vida posterior se repiten tales frus- a otras personas que lo alimentan, bañan, acunan, etc.), una
traciones o desengaños amorosos, la persona depresiva vuel- fijación a nivel oral facilitaría la dependencia emocional. Se
ve su cólera hacia el objeto amado y, puesto que hay una postuló, pues, que debido a algún trauma infantil, las perso-
especial fijación en el nivel oral, el depresivo busca destruir nas depresivas tenían una fijación oral y, por tanto, una au-
el objeto incorporándolo, interiorizándolo, con lo que la có- toestima excesivamente dependiente de los demás. La teoría
lera se dirige en última instancia hacia el yo. En este sentido, de las relaciones objetales señaló cómo esa autoestima o «es-
Abraham concibió la pérdida de apetito que frecuentemente tado ideal de bienestar» venía determinado no tanto por un
forma parte del síndrome depresivo como una defensa del trauma o una serie de traumas o fracasos, sino por la cualidad
paciente contra sus deseos hostiles de incorporar el objeto de las relaciones madre-hijo en los primeros años de vida (por
de amor.
En su clásico trabajo de 1917 (Duelo y melancolía), Sig- 1
El término «melancolía» se empleaba del modo ambiguo que ya indicamos en el
mund Freud unió las hipótesis de Abraham a sus propias Capítulo anterior.
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ejemplo, Bowlby, Gero, Greenberg, Kernberg, Melanie Klein, cultades metodológicas, sino también a problemas mucho
Sandler). La tradición neofreudiana y la influencia de las más serios de irrefutabilidad y, por tanto, de imposibilidad
aproximaciones cognitivas han facilitado la inclusión de de- de la propia comprobación empírica. Por ejemplo, respecto
terminantes socioculturales y de factores cognitivos (por a la hipótesis de la ira interiorizada, se podrían examinar los
ejemplo, Arieti, Blatt, Bemporad, Bowlby). Finalmente, el sueños de los pacientes depresivos en cuanto a la presencia o
impacto de los modelos biológicos ha supuesto la recupera- ausencia de contenido manifiesto relacionado con la hostili-
ción de la vieja idea de Freud de que algunas formas de me- dad (algunos estudios en esta línea pueden verse en Beck,
lancolía son somáticas e incluso que en las formas psicógenas 1967), pero sea cual fuera el resultado de esta investigación,
algunas características son también de naturaleza somática los datos siempre confirmarían la teoría. Efectivamente, su-
(por ejemplo, las oscilaciones diurnas del estado de ánimo). poniendo que se encontrara que los sueños de las personas
En líneas generales, las teorías psicoanalíticas más re- deprimidas no presentan contenidos hostiles y, por tanto, se
cientes afirman que las personas depresivas serían aquellas refutara inicialmente la hipótesis, cualquier teórico psicoa-
que, desde pequeñas y debido a la pérdida de un «objeto» nalista podría argumentar que este hallazgo en realidad con-
amado por separación, muerte o rechazo, se han vuelto muy firmaría la hipótesis, ya que demostraría la operación de cier-
sensibles a la sensación de abandono o pérdida, sea real o tos mecanismos de defensa que, incluso en sueños, impiden
imaginaria. Estos objetos amados son personas significativas que el contenido verdadero de los sueños —la hostilidad—
en la vida de los niños, usualmente los padres, y más fre- aparezca. Así, muchas de las hipótesis de las teorías psicoana-
cuentemente la madre. Esas pérdidas tempranas han hecho líticas clásicas son inherentemente irrefutables y, por consi-
que su autoestima, su autovaloración, dependa excesiva- guiente, no se pueden comprobar empíricamente.
mente de la aprobación y el afecto de los demás, de tal modo Para acabar, señalar que, como se verá más adelante, la
que se ven incapaces de superar la frustración cuando por reciente formulación psicoanalítica de la depresión en tér-
cualquier circunstancia son rechazados, criticados o aban- minos de diátesis-estrés es una característica que comparti-
donados. Así, las pérdidas en la infancia sirven como un fac- rán muchas otras teorías psicológicas. Es más, los puntos en
tor de vulnerabilidad, de diátesis, que más tarde, en la edad común que guardan las recientes teorías psicodinámicas de
adulta, conducen a la depresión si el individuo experimenta la depresión con otro tipo de teorías de base conceptual dis-
una nueva pérdida, sea real o simbólica (por ejemplo, una tinta son numerosos, especialmente en relación con las teo-
persona depresiva puede interpretar una crítica de su pareja rías de corte cognitivo, haciendo más factible ahora la con-
como una total falta de amor). Sin embargo, esta apretada vergencia de las diferentes teorías psicológicas de la
síntesis no hace justicia a las peculiaridades y complejidades depresión. Por ejemplo, diferentes teóricos psicodinámicos,
de los distintos acercamientos psicodinámicos (véase para tales como Blatt (1974), Bowlby (1980), y Arieti y Bempo-
una revisión el excelente libro de Mendelson, 1974). rad (1980), han postulado la existencia de al menos dos ti-
Es importante indicar que, al igual que con buena parte pos diferentes de depresión. Los individuos que experimen-
de los conceptos y teorías psicoanalíticas, resulta muy difícil tan el primer tipo de depresión, conocida como anaclítica,
someter a comprobación empírica algunas de sus hipótesis dominada por el otro o dependiente, están fundamentalmente
sobre la depresión, especialmente las que tienen que ver con preocupados por las relaciones interpersonales, mostrando
las teorías clásicas. Este es el caso, por ejemplo, de los meca- una excesiva dependencia de ellas, y manifiestan una sinto-
nismos psicológicos que, en este último tipo de teorías psi- matología caracterizada por los sentimientos de soledad, in-
coanalíticas, supuestamente originaron la vulnerabilidad a defensión, abandono, pérdida y falta de amor. Las personas
la depresión como resultado de pérdidas tempranas del ob- que experimentan el segundo tipo de depresión, denomina-
jeto amado, a saber, la asociación inconsciente de deseos li- da introyectiva, dominada por las metas o autocrítica, están
bidinales y destructivos y la posterior interiorización de es- principalmente preocupadas por cuestiones de logro, auto-
tos últimos como consecuencia de la introyección del objeto definición, autovalía, se autocritican excesivamente y mani-
amado. La comprobación empírica de tales mecanismos fiestan una gran cantidad de sentimientos de culpa, de fra-
presenta grandes dificultades metodológicas ya que, además caso e inutilidad. Como se verá más adelante, ambos tipos
de ser inconscientes, tienen lugar durante la infancia, aun- de depresión también han sido postulados en las teorías
que bien es cierto que no a edades muy tempranas. Efectiva- cognitivas, especialmente en la de Beck (1983). Aunque
mente, los procesos de introyección de representaciones ob- existen discrepancias entre los propios teóricos psicoanalíti-
jetales requieren la presencia de estructuras intrapsíquicas cos —y entre éstos y los cognitivos— en cuanto a los facto-
relativamente bien desarrolladas y, consecuentemente, los res y procesos etiológicos concretos, al menos todos ellos
teóricos psicodinámicos más tradicionales piensan que la coinciden a nivel descriptivo en diferenciar esos dos tipos de
depresión no es un fenómeno que aparezca en niños peque- depresión. Es más, todos ellos asumen que tales diferencias
ños (lo cual, por otro lado, ha sido repetidamente desmen- están basadas en los distintos tipos de experiencias vitales
tido por los estudios de forma que a partir de 1970 la acep- que, bien como causas próximas o como causas distantes
tación de la depresión infantil como concepto científico es (más remotas en el tiempo), han conducido a los individuos
casi unánime; García-Vera y Sanz, 2005). a su estado depresivo; en el primer caso, conflictos en las
La demostración de algunas hipótesis de las teorías psico- relaciones interpersonales, en el segundo, sucesos que han
dinámicas clásicas de la depresión se enfrenta no sólo a difi- amenazado su autoestima.
Capítulo 10 Trastornos del estado de ánimo: Teorías psicológicas 275

Asimismo, todos estos autores coinciden en señalar fuente de reforzamiento ha desaparecido. Las conductas de ir
ciertos patrones de pensamiento e interpretación de los al cine o ir a tomar un café siguen en el repertorio conductual
acontecimientos, ciertas «estructuras cognitivo-afectivas», del individuo, pero la ausencia de la pareja ha reducido su
que influyen en el desarrollo de la personalidad y son ins- frecuencia a cero; para Ferster, la pareja estaría funcionando
trumentales en causar y mantener la depresión (para una como un estímulo discriminativo cuya presencia o ausencia
revisión más extensa de las similitudes y diferencias entre indica a la persona la presencia o ausencia de refuerzo y, por
estas teorías psicoanalíticas y la teoría cognitiva de Beck, tanto, aumenta o reduce la frecuencia de la conducta.
véase Blatt y Maroudas, 1992). b) Programas de refuerzo de gran coste, que requieren
grandes cambios de conducta para producir consecuencias
en el medio. Por ejemplo, las personas que estudian una
III. TEORÍAS CONDUCTUALES DE LOS TRASTORNOS oposición deben dedicar muchas horas diarias de esfuerzo,
DEPRESIVOS durante largos períodos de tiempo, y sin ninguna indicación
de éxito o refuerzo antes del día del examen. En tales condi-
Los enfoques conductuales de los trastornos depresivos ciones, es posible ver un estado de abulia en el cual el opo-
comparten una misma base teórica en las teorías del apren- sitor es incapaz de ponerse a estudiar para el segundo exa-
dizaje, en especial en el condicionamiento operante. Con men una vez que ha finalizado el primero.
ligeras matizaciones, las teorías conductuales enfatizan la c) Imposibilidad de desarrollar repertorios conductua-
idea original de Skinner (1953) de que la principal caracte- les debido al surgimiento de espirales patológicas en las que
rística de la depresión es una reducción generalizada en la una baja tasa de refuerzos positivos provoca una reducción
frecuencia de las conductas. de conductas, lo que supone a su vez una mala adaptación
Charles Ferster (1965, 1973) fue uno de los primeros al medio y, por ende, un menor número de refuerzos positi-
psicólogos que estudió el fenómeno depresivo dentro de un vos que a su vez produciría una nueva reducción conduc-
marco clínico/experimental, y todos los enfoques conduc- tual. Por ejemplo, es frecuente la aparición de estados de-
tuales parten invariablemente de sus trabajos. Según Ferster, presivos asociados a falta de refuerzo social entre los
la principal característica de la depresión es la reducida fre- estudiantes que se encuentran en países extranjeros. Estos
cuencia de conductas reforzadas positivamente que sirven estudiantes tienen que hacer frente, para poder establecer
para controlar el medio (por ejemplo, reducción drástica de relaciones personales, al choque cultural producto de un
los contactos sociales o de la actividad profesional), mien- idioma y una cultura diferentes. Si los primeros contactos
tras que, por el contrario, se produce un exceso de conduc- con los estudiantes del otro país no son muy positivos, el
tas de evitación o escape ante estímulos aversivos (por ejem- individuo puede optar por evitar tales contactos. Esta con-
plo, a muchos pacientes depresivos les cuesta mucho ducta de evitación aumenta la probabilidad de que en pos-
levantarse por las mañanas para enfrentarse a sus tareas coti- teriores encuentros sociales el individuo reciba menos re-
dianas, y suelen permanecer en la cama casi todo el día). fuerzos sociales, ya que sus compañeros extranjeros pueden,
Todo proceso que explique estos cambios en la frecuencia por ejemplo, sentirse molestos por su retraimiento, pero
conductual podrían constituir una causa contribuyente dis- además entorpece el desarrollo por parte del individuo de
tante de la depresión. En concreto, Ferster señala los si- las habilidades necesarias para comunicarse con sus nuevos
guientes cuatro procesos que, aislados o en combinación, compañeros; a su vez, todo esto llevaría a la persona a evitar
podrían explicar la patología depresiva: en mayor medida cualquier interacción social.
d) Repertorios de observación limitados que llevarían a
a) Cambios inesperados, súbitos y rápidos en el medio los depresivos a distorsionar la realidad y a conductas que
que supongan pérdidas de fuentes de refuerzos o de estímulos son reforzadas en pocas ocasiones. Siguiendo con el ejemplo
discriminativos importantes para el individuo. Por ejemplo, del estudiante en el extranjero, parece obvio que el proceso
la ruptura de un noviazgo provoca muchas veces la aparición de adaptación a sus nuevos compañeros pasa por observar
de un estado depresivo. Primero, porque la pareja supone una correctamente y aprender las convenciones sociales del país,
fuente importante y central de reforzamiento, pero además para así no emitir conductas que en este nuevo ambiente no
porque alrededor de la pareja suele estar organizada buena obtienen refuerzos positivos (por ejemplo, la impuntualidad
parte de la vida de la otra persona, de forma que muchas de en las citas con los amigos es castigada socialmente de forma
sus conductas están asociadas o encadenadas a esa fuente de mucho más severa en Estados Unidos que en España; por el
reforzamiento. Desde la perspectiva conductual, esta asocia- contrario, ese mismo sentido del tiempo y de la puntualidad
ción explicaría por qué en la depresión, tras la pérdida de una típico de los Estados Unidos provoca que, para los españo-
única fuente de reforzamiento (por ejemplo, la pareja), se les, los estadounidenses parece que «siempre están con pri-
produce una generalización de efectos a conductas y domi- sa», y tal cosa los haga parecer bruscos).
nios no relacionados con esa fuente (por ejemplo, pérdida de
apetito, de interés en el sexo, aislamiento social). En este Por otro lado, Ferster (1973) opinaba que muchas de las
ejemplo, si la persona deprimida ya no va al cine o no sale a conductas depresivas permitían al individuo evitar los es-
tomar un café, actividades que antes le resultaban placente- tímulos aversivos o las situaciones desagradables en que po-
ras, es porque antes solía ir con su pareja y, tras la ruptura, esa dría esperar una nueva reducción de refuerzos positivos, de
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tal manera que tales conductas se mantienen por reforza- IV. TEORÍAS COGNITIVAS DE LOS TRASTORNOS
miento negativo (por ejemplo, este proceso parece operar en DEPRESIVOS
el mantenimiento de la conducta de permanecer en la cama
que se comentó antes). De manera general, las teorías cognitivas de los trastornos
Siguiendo la línea marcada por Ferster, Peter Lewinsohn depresivos comparten el mismo supuesto básico: ciertos
ha desarrollado sin duda el programa de investigación más procesos cognitivos juegan un papel fundamental en el ini-
completo dentro del enfoque conductual para elaborar una cio, el curso o la remisión de la depresión. Siguiendo a In-
teoría coherente de la depresión que poder aplicar a la prác- gram y Wisnicki (1991), se pueden delimitar tres clases de
tica clínica (Lewinsohn, 1974, 1976). Para Lewinsohn, la teorías cognitivas de la depresión que responden, principal-
depresión es una respuesta a la pérdida o falta de refuerzos mente, a los antecedentes conceptuales de las cuales deri-
positivos contingente a la conducta. Un reforzamiento insufi- van, pero que reflejan también diferentes supuestos cogniti-
ciente en los principales dominios vitales de una persona vos, el uso de fuentes diferentes de datos y un interés por
conduciría a un estado de ánimo deprimido y a una reduc- unidades cognitivas de análisis distintas. Estos tres tipos de
ción en el número de conductas, lo cual según Lewinsohn teorías son: las teorías del procesamiento de información,
son los fenómenos primarios de la depresión. Otros sínto- las teorías cognitivo-sociales y las teorías conductuales-cog-
mas de la depresión, tales como la baja autoestima y la de- nitivas.
sesperanza, serían la consecuencia lógica de la reducción en
el nivel de actividad. Por tanto, la pérdida o falta de refuer-
zos positivos contingente a la conducta constituiría para A. TEORÍAS DEL PROCESAMIENTO DE INFORMACIÓN
Lewinsohn la causa suficiente de la depresión que, a su vez,
podría deberse a la ocurrencia de los siguientes factores ais- Estas teorías se inspiran en el paradigma del procesamiento
lados o en combinación: a) un ambiente que no proporcio- de información y utilizan constructos teóricos derivados de
na el reforzamiento suficiente; b) falta de habilidades socia- la psicología experimental cognitiva como elementos cen-
les para obtener reforzamiento de un ambiente dado, y c) trales en su conceptuación de la depresión. Todas estas teo-
incapacidad de disfrutar de los reforzadores disponibles de- rías se adscriben a la metáfora del hombre como sistema de
bido a que el inidividuo presenta altos niveles de ansiedad procesamiento de la información: en un entorno continua-
social que, al interferir con la puesta en marcha de sus habi- mente cambiante que demanda capacidades adaptativas, el
lidades sociales, le impiden acceder a los refuerzos sociales. individuo construye activamente la realidad mediante la se-
Finalmente, Lewinsohn señalaba ciertos factores mante- lección, codificación, almacenamiento y recuperación de la
nedores de la depresión a corto y a largo plazo. A corto pla- información presente en el medio. La información sobre sí
zo, la conducta depresiva se mantendría al provocar refuerzo mismo y sobre el mundo experimenta transformaciones
social positivo por parte de las personas de su entorno en cognitivas y afecta a las respuestas tanto emocionales como
forma de simpatía, atención, apoyo y afecto. Pero a largo conductuales de la propia persona, produciéndose una in-
plazo, la conducta depresiva llegaría a ser aversiva para esas terdependencia entre cognición, emoción y conducta.
otras personas, las cuales empezarían a evitar al individuo La teoría más conocida de esta categoría es la propuesta
deprimido. El reforzamiento se vería así reducido y se esta- por Aaron Beck. Partiendo de su experiencia clínica, Beck
blecería una espiral patológica que exacerbaría o manten- ha ido desarrollando una teoría que acoge completamente
dría en el tiempo la sintomatología depresiva. los supuestos teóricos y la metodología del paradigma del
A diferencia de sus predecesores, Charles Costello (1972) procesamiento de información (Beck y Clark, 1988). Tér-
apuntaba que el rasgo más característico de las personas de- minos como «esquemas», «activación», «pensamientos auto-
primidas es la pérdida de interés general por el medio que les máticos» o «sesgos atencionales», son comunes a los dos ám-
rodea (por ejemplo, pérdida de apetito, del deseo sexual o del bitos aunque haya cierta distancia entre el significado clínico
interés en sus aficiones favoritas). Esta característica se explica y el significado estrictamente experimental.
por una pérdida general de la efectividad de los reforzadores que
constituye, pues, la causa suficiente y necesaria de la depre-
sión. Según Costello, los siguientes dos factores, aislados o en 1. Teoría de Beck
combinación, serían los principales responsables de esa pérdi-
da general de efectividad de los reforzadores: a) cambios en- La premisa básica de la teoría cognitiva de Beck es que en
dógenos bioquímicos y neurofisiológicos, y b) la pérdida de los trastornos depresivos existe una distorsión o sesgo sistemá-
uno o varios de los estímulos condicionados o estímulos dis- tico en el procesamiento de la información. Tras un suceso
criminativos de una cadena conductual, bajo el supuesto de vital que suponga una pérdida o un fracaso, es bastante fre-
que la efectividad de los reforzadores de una cadena conduc- cuente la aparición de sentimientos de tristeza y abatimien-
tual está supeditada a la realización completa de dicha cadena to. Sin embargo, en las personas depresivas aparece un sesgo
conductual. Sin embargo, cualquier otro factor que conduzca o distorsión en el procesamiento de los sucesos que impli-
a la pérdida de efectividad de los reforzadores podría contri- can una pérdida o privación. Los individuos depresivos va-
buir a la aparición de un episodio depresivo (por ejemplo, las loran excesivamente esos sucesos negativos, los consideran
situaciones especificadas por Ferster o Lewinsohn). globales, frecuentes e irreversibles, mostrando lo que se co-
Capítulo 10 Trastornos del estado de ánimo: Teorías psicológicas 277

noce como la tríada cognitiva negativa: una visión negativa siderado importante y que incide directamente sobre las ac-
del yo, del mundo y del futuro. Esta tríada resulta de una titudes disfuncionales del individuo.
amplificación de los sentimientos de tristeza y abatimiento, Beck usa el formalismo de los esquemas para explicar
bien en su duración, en su frecuencia o en su intensidad, de cómo las actitudes o creencias disfuncionales están repre-
forma que interfieren extraordinariamente con la capacidad sentadas mentalmente y afectan al procesamiento de la in-
adaptativa del individuo que los sufre. formación. Según dice Beck, «los esquemas son estructuras
Ese procesamiento cognitivo distorsionado o sesgado funcionales de representaciones relativamente duraderas del
que aparece en la depresión conduce, según Beck, al resto de conocimiento y la experiencia anterior» (Beck y Clark,
los síntomas afectivos, conductuales, motivacionales y fisio- 1988, p. 382). Estas estructuras cognitivas dirigen la per-
lógicos que caracterizan al trastorno. Sin embargo, este tipo cepción, codificación, organización, almacenamiento y re-
de procesamiento, al igual que los demás síntomas, puede cuperación de la información del entorno. Los estímulos
ser el producto de muchos factores y, así, en la etiología de consistentes con los esquemas se elaboran y codifican, mien-
la depresión pueden estar implicados factores genéticos, tras que la información inconsistente se ignora y olvida.
evolutivos, hormonales, físicos y psicológicos. No obstante, Este procesamiento de «arriba-abajo» de carácter simplifica-
cualquiera que sea la etiología, este tipo de procesamiento dor sacrifica una eventual pérdida de información o una dis-
distorsionado o sesgado es una parte intrínseca del síndro- torsión de la misma en aras de un principio de «economía
me depresivo y funciona como factor de mantenimiento de cognitiva». En el caso de los esquemas disfuncionales, el re-
la depresión. Como aparece recogido en la Figura 10.1, la sultado de ese proceso simplificador es un procesamiento
teoría de Beck concibe el procesamiento distorsionado de la desadaptativamente distorsionado de la información y una
información que aparece en la depresión como un factor ulterior interpretación desadaptativamente sesgada de la
próximo (aunque no único) de desencadenamiento y man- realidad.
tenimiento de los restantes síntomas depresivos. Los esquemas responsables del procesamiento sesgado
Entre todas las posibles causas distantes que pueden pro- de la información en los individuos depresivos, los esquemas
vocar ese procesamiento distorsionado o sesgado de infor- disfuncionales depresógenos, se diferencian de los esquemas
mación (por ejemplo, ciertas enfermedades físicas, predis- de las personas normales tanto en su estructura como en el
posiciones hereditarias o traumas evolutivos), la teoría contenido de la información que almacenan. En cuanto al
cognitiva de Beck afirma que en muchos casos de depresión contenido, los esquemas disfuncionales contienen reglas,
no endógena la etiología tendría que ver con la interacción creencias tácitas y actitudes estables del individuo acerca de
de tres factores: a) la presencia de actitudes o creencias dis- sí mismo y del mundo, que son de carácter disfuncional y
funcionales sobre el significado de ciertas clases de experien- poco realistas porque establecen contingencias tan inflexi-
cias, actitudes que impregnan y condicionan la construc- bles e inapropiadas para determinar la propia autovalía que
ción de la realidad; b) una alta valoración subjetiva de la es muy fácil que los acontecimientos normales de la vida
importancia de esas experiencias que resulta de la estructura diaria obstaculicen los intentos del individuo por cumplir
de personalidad del individuo, y c) la ocurrencia de un estre- tales contingencias. En la Tabla 10.1 se pueden ver algunas
sor específico a los anteriores factores, es decir, un suceso con- de estas actitudes, creencias y reglas tomadas del instrumen-

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Figura 10.1. Teoría cognitiva de la depresión de Beck.


278 Manual de psicopatología, vol. II

Tabla 10.1 Muestra de ítems de la escala de actitudes disfuncionales bién viene determinado por diferencias individuales en la
(Weissman, 1979; adaptación española de M. Gurpegui, estructura de personalidad. En la teoría cognitiva, los rasgos
J. Ring y C. Vázquez)
de personalidad se entienden como esquemas cognitivos de
LOGRO un orden jerárquico superior a los otros esquemas. La teoría
cognitiva propone dos dimensiones de personalidad como
4. Si no hago siempre las cosas bien, la gente no me respetará. factores de vulnerabilidad a la depresión, sociotropía y auto-
3. La gente probablemente me considerará menos si cometo algún
fallo.
nomía. Los esquemas sociotrópicos incluyen actitudes y
9. Si no hago las cosas tan bien como los demás, eso significa que creencias que implican una consideración muy elevada de
soy una persona inferior. las relaciones interpersonales y una alta dependencia social a
11. Si no puedo hacer bien una cosa, es mejor no hacerla. la hora de juzgar la propia valía (véase la Tabla 10.1). Los
21. Para ser una persona valiosa debo destacar de verdad por lo
esquemas autónomos incluyen actitudes que priman la in-
menos en un aspecto importante.
22. Las personas a quienes se les ocurren buenas ideas valen más que dependencia, la libertad de acción, la vida privada y la auto-
aquellas a quienes no se les ocurren. determinación (véase la Tabla 10.1). En consecuencia, ha-
bría sucesos estresantes específicos para cada tipo de
DEPENDENCIA/NECESIDAD DE APROBACIÓN
esquema. Por ejemplo, las situaciones relevantes a la acepta-
7. No puedo ser feliz a no ser que me admire la mayor parte de la bilidad social y a la atracción personal (por ejemplo, rechazo
gente que conozco. social, separación matrimonial, etc.) activarían de forma es-
19. Mi valor como persona depende en gran medida de lo que los pecífica los esquemas depresógenos de tipo sociotrópico,
demás opinen de mí.
28. Si uno no tiene otras personas en las que confiar, está destinado a
mientras que situaciones que restringen la autonomía o el
estar triste. logro de objetivos (por ejemplo, no alcanzar una promoción
32. Si desagradas a los demás no puedes ser feliz. laboral) serían apropiados para activar los esquemas de-
38. Es muy importante lo que otras personas piensan sobre mí. presógenos que forman parte de los esquemas autónomos.
39. Estar aislado de los demás termina por llevar a la infelicidad. Como ya se apuntó, esta distinción es similar a la propuesta
Nota. Los ítems aparecen agrupados según el factor que definieron en un análisis por las más recientes teorías psicoanalíticas entre depresio-
factorial de la escala (Sanz y Vázquez, 1993). Estos dos factores se corresponden con los nes anaclíticas o dependientes y depresiones dominadas por
rasgos de personalidad de autonomía (Factor de logro) y sociotropía (Factor de
dependencia/Necesidad de aprobación) propuestos como elementos de vulnerabilidad las metas o autocríticas.
a la depresión en la teoría de Beck. Una vez activados, los esquemas depresógenos orientan
y canalizan el procesamiento de la información actuando
como filtros a través de los cuales se percibe, interpreta, sin-
to más frecuentemente utilizado para su identificación y tetiza y recuerda la realidad. La actuación de tales esquemas
medición, la Escala de Actitudes Disfuncionales (véase Sanz y queda reflejada en ciertos errores sistemáticos en la forma de
Vázquez, 1993). A menudo, estas actitudes y creencias están procesar la información (Beck, Rush, Shaw y Emery, 1983):
conectadas con recuerdos relevantes a su desarrollo y forma- inferencias arbitrarias, abstracción selectiva, sobregenerali-
ción, recuerdos que tienen que ver con experiencias tempra- zación, maximización y minimización, personalización, y
nas de la infancia. En cuanto a la estructura, los esquemas pensamiento dicotómico y absolutista (véase la Tabla 10.2).
disfuncionales en la depresión tienden a ser más rígidos, im- Aunque todas estas operaciones cognitivas son evidentes en
permeables y concretos que los esquemas adaptativos y flexi- cierto grado en todas las personas, en la depresión ocurren
bles de los individuos normales. en mayor grado y son congruentes con el contenido disfun-
La activación de los esquemas depresógenos sería, pues, cional de los esquemas depresógenos. Así, se atiende selecti-
responsable del procesamiento distorsionado de la informa- vamente y se magnifica la información negativa, mientras
ción que aparece en los trastornos depresivos. Para que tal que se ignora o minimiza la información positiva; los erro-
activación tenga lugar es necesaria la aparición de un suceso res y fallos se personalizan y sus efectos negativos se exage-
estresante (por ejemplo, un fracaso laboral) similar a aque- ran y sobregeneralizan.
llos sucesos que proporcionaron la base para la formación A la postre, tales operaciones cognitivas conducen en la
durante el proceso de socialización de los esquemas, es decir, depresión al tipo de cogniciones que forman la tríada cogni-
para la formación de las reglas y actitudes almacenadas en tiva negativa (véase la Figura 10.1). A diferencia de los es-
ellos (por ejemplo, un fracaso académico en los primeros quemas o «actitudes disfuncionales», estas cogniciones o
años de preescolar). La teoría de Beck hipotetiza, pues, que productos cognitivos tienen correlatos directamente obser-
los esquemas depresógenos son la diátesis cognitiva (o factor vables: se expresan en forma de a) pensamientos o imágenes
de vulnerabilidad cognitivo) para la depresión. Antes de su voluntarias, y b) pensamientos automáticos. Estos últimos son
activación por experiencias específicas, la teoría propone ideas o imágenes estereotipadas de aparición repetitiva e
que tales esquemas permanecen latentes, de modo que no inintencionada, que no son fácilmente controlables y pare-
influyen de manera directa en el estado de ánimo del indivi- cen plausibles al individuo en el momento de su ocurrencia.
duo o en sus procesos cognitivos, ni tampoco necesariamen- Ambos tipos de pensamientos comprenden el diálogo inter-
te se encuentran fácilmente accesibles a la conciencia. no del individuo, de manera que son relativamente accesi-
Por otro lado, Beck (1983, 1987) sugiere que el tipo de bles a la conciencia, y son dañinos psicológicamente, puesto
estresor que puede activar un esquema depresógeno tam- que interfieren tanto con las actividades que la persona rea-
Capítulo 10 Trastornos del estado de ánimo: Teorías psicológicas 279

Tabla 10.2 Errores cognitivos en la depresión según la teoría de Beck

DEFINICIÓN EJEMPLOS
ERROR COGNITIVO
(BECK Y COLS., 1983) (BECK, 1967, PP. 234-235; 1976, P. 93)

1. Inferencias arbitrarias Proceso de llegar a una conclusión sin evidencia Un paciente que iba en ascensor tuvo el
que la apoye o con evidencia contraria a la siguiente pensamiento: «El ascensorista piensa
conclusión. que soy un don nadie». Cuando fue preguntado
por el incidente, el paciente reconoció que no
había base real para pensar eso.

2. Abstracción selectiva Valoración de una experiencia centrándose en El jefe de un paciente estaba comentando
un detalle específico fuera de su contexto e positivamente con él su trabajo y, en un
ignorando otros elementos más relevantes de momento de la conversación, le pidió que no
la situación. hiciera copia de las cartas que recibía. Entonces
el paciente pensó: «No está contento con mi
trabajo».

3. Generalización excesiva Proceso de extraer una conclusión o elaborar La mujer de un paciente depresivo estaba
una regla general a partir de uno o varios enfadada porque los niños tardaban en vestirse.
hechos aislados y aplicarla tanto a situaciones El paciente pensó: «Debo ser un mal padre,
relacionadas con el hecho en cuestión como no porque si no mis hijos tendrían más disciplina».
relacionadas.

4. Magnificación y minimización Errores cometidos al evaluar la magnitud o la Un paciente, después de que su casa sufriera
significación de un acontecimiento los destrozos de una tormenta, valoró los daños
incrementando o disminuyendo su inicialmente en varios miles de dólares. El costo
significación. de la reparación fue, sin embargo, de unos
cincuenta dólares.

5. Personalización Tendencia y facilidad para atribuirse sucesos Un médico residente de hospital se deprimió al
externos sin base firme para realizar esta leer el aviso de que todos los pacientes a cargo
conexión. de un residente deberían ser posteriormente
examinados por un médico de plantilla. Su
pensamiento cuando leyó el aviso fue: «El jefe
no se fía de mi trabajo».

6. Pensamiento absolutista y dicotómico Tendencia a clasificar todas las experiencias en Un jugador de baloncesto pensaba «soy un
una o dos categorías opuestas (blanco o negro), fracasado» y se deprimía si encestaba menos de
seleccionando las categorías del extremo 8 puntos en un partido; si encestaba 8 o más
negativo para describirse a sí mismo. puntos pensaba «soy realmente un gran
jugador» y se sentía muy alegre.

liza en ese momento como, evidentemente, con su estado de ro»— no parecen ser independientes, ya que los dos últimos
ánimo. se refieren más bien a aspectos concretos del yo. Efectiva-
Puesto que estos pensamientos son productos cognitivos mente, la visión negativa del futuro se refiere en realidad a
de los esquemas activados, en la depresión giran en torno a una visión negativa del futuro del yo, del futuro de la perso-
los temas de pérdida, fallo, rechazo, incompetencia y deses- na depresiva, no del futuro de otras personas o de la huma-
peranza (por ejemplo, «soy un idiota», «mi vida es una por- nidad en general. De igual manera, cuando Beck se refiere a
quería»), configurando la tríada cognitiva negativa, la que una visión negativa del mundo no alude a una visión del
Beck considera como parte intrínseca de la depresión y mundo en general, sino que es un concepto relacional que
como factor causal próximo que mantiene el trastorno. Esta tiene como pivote el propio individuo deprimido.
tríada implica una visión negativa de sí mismo como alguien La cadena de acontecimientos que desencadena la de-
inútil, indeseable, sin valor y culpable de todas las circuns- presión en la teoría de Beck adopta pues la forma del mode-
tancias negativas que le rodean. También implica una visión lo de diátesis-estrés que queda recogido en la Figura 10.1.
negativa del mundo por la que el individuo percibe las de- Evidentemente, el modelo no es estático ni se centra en
mandas de su medio como excesivas o llenas de obstáculos experiencias pasadas. Como puede observarse en la Figu-
insuperables, y considera, por tanto, que el mundo está des- ra 10.1, se plantea una transacción continua con el medio:
provisto de interés, gratificaciones o alegrías. Finalmente, la continuamente se recoge información del mismo para so-
tríada implica una visión negativa del futuro marcada por la meter a prueba la construcción de la realidad que hace la
convicción de que ningún aspecto negativo que el individuo persona a través de los esquemas activos en ese momento.
percibe o experimenta en el presente podrá modificarse en el En este sentido, se pueden ver en la depresión la aparición
futuro a no ser para aumentar las dificultades o el sufrimien- de círculos viciosos o espirales cognitivas depresivas: las dis-
to; su resultado es la desesperanza. Ahora bien, estos tres torsiones negativas o errores en el procesamiento de la infor-
elementos de la tríada cognitiva —«yo», «mundo» y «futu- mación que los individuos depresivos cometen, por ejem-
280 Manual de psicopatología, vol. II

plo, al personalizar sus fracasos y errores, y al exagerar y primirse por estar deprimido» es algo que puede mantener o
sobregeneralizar sus efectos, mantienen a su vez la validez de empeorar la depresión.
las creencias negativas del depresivo acerca de sí mismo, el Tales interpretaciones y, por tanto, el establecimiento de
mundo y el futuro. un círculo vicioso depresógeno dependen de complejas inte-
racciones entre factores ambientales, biológicos y psicológi-
cos. Por ejemplo, algunas situaciones son tan estresantes que
2. Hipótesis de la activación diferencial de Teasdale la mayoría de la gente las interpretaría como incontrolables
o altamente aversivas, siendo el grado de apoyo social que
John Teasdale (1983, 1988) ha desarrollado una teoría de la experimentan el que influiría más decisivamente en su inter-
depresión, conocida como la «hipótesis de la activación di- pretación final. Asimismo, factores biológicos pueden ser
ferencial», a partir de la teoría de la depresión de Beck y del importantes a la hora de determinar la intensidad de la acti-
modelo de redes asociativas propuesto por Bower (1981) vación inicial del nodo depresivo y, por ende, la intensidad
para explicar las relaciones entre emoción y cognición. Bre- de la activación de los nodos cognitivos negativos con aquél
vemente, este último modelo postula que cada emoción en asociados. Sin embargo, Teasdale subraya la importancia de
particular está representada en la memoria por una unidad los factores psicológicos.
o nodo específico, al cual están conectados un conjunto de Así, Teasdale afirma que esas interpretaciones depresóge-
rasgos asociados a esa emoción, tales como su experiencia nas están a su vez en función de diferencias individuales en
subjetiva, su patrón característico de respuestas autonómi- cuanto a los nodos cognitivos negativos que existen en la
cas, los términos verbales que la describen y cogniciones que memoria, o diferencias en disponibilidad (por ejemplo, como
contienen tanto descripciones de los sucesos que evocan esa resultado del tipo de experiencias de aprendizaje vividas), y
emoción como pensamientos, creencias y recuerdos que han en función de diferencias individuales en cuanto a la facili-
sido almacenados en la memoria como resultado de expe- dad con que tales nodos se pueden activar, o diferencias en
riencias tempranas de aprendizaje que han asociado el nodo accesibilidad (por ejemplo, como resultado de haber experi-
de esa emoción con dichas cogniciones. En el caso del nodo mentado tales experiencias repetidamente). Pero además,
de la tristeza o depresión, estas últimas cogniciones serían Teasdale hace una distinción muy importante, pues señala
negativas. Cuando un nodo en particular es activado, se ex- que tales interpretaciones dependen también, primero, de
perimenta la emoción correspondiente y la activación se diferencias individuales en cuanto al patrón de procesos cog-
propaga a través de las conexiones del nodo para evocar nitivos que el individuo exhibe en un estado de ánimo nor-
otras manifestaciones de la emoción (Bower, 1981). mal y, segundo, de diferencias individuales en cuanto al pa-
La teoría de Teasdale es un modelo de vulnerabilidad-es- trón de procesos cognitivos activado cuando la persona
trés en el que se asume que el tipo de acontecimientos que a experimenta un estado de ánimo deprimido. Por ejemplo, si
la postre provoca una depresión clínica en algunos indivi- en un estado de ánimo normal es muy probable que el indi-
duos es capaz de producir al menos un estado de ánimo de- viduo piense de sí mismo que es un inútil o es muy probable
primido transitorio o leve en la mayoría de las personas. Si- que recuerde un acontecimiento en el cual se mostrara como
guiendo el modelo de Bower (1981), Teasdale asume que el una persona inútil, es decir, si tales nodos o constructos cog-
inicio de los síntomas depresivos resulta de la activación del nitivos de tipo autorreferente negativo existen o están dispo-
nodo de la depresión tras la ocurrencia de un suceso estresan- nibles en la memoria de esa persona (disponibilidad) y ade-
te. Esta activación se propaga a los nodos o constructos cog- más son fáciles de activar o acceder (accesibilidad), es mucho
nitivos asociados. Si esta actividad cognitiva reactiva a su vez más probable que interprete cualquier nuevo acontecimien-
el nodo depresivo a través de un mecanismo de tipo cíclico to en términos negativos. Sin embargo, para Teasdale la clave
(mediante bucles cognitivos) y se establece un círculo vicioso de la depresión son los constructos cognitivos activados una vez
entre el nodo depresivo y los nodos cognitivos, entonces el que el individuo está deprimido. Sobre este último patrón de
estado de depresión inicial se intensificará o mantendrá en el procesos cognitivos se centra fundamentalmente la hipótesis
tiempo. Por tanto, la fuente original de la depresión no im- de la activación diferencial, dando sentido a su nombre.
porta mucho, sino que el factor crítico que determina si un Teasdale sugiere que, una vez deprimido, la activación
estado de ánimo deprimido inicial se intensifica hasta con- de nodos cognitivos relacionados con evaluaciones globales
vertirse en una depresión clínica o, por el contrario, perma- negativas de uno mismo o la activación de nodos cognitivos
nece como un estado leve y transitorio que pronto desapare- que conduzcan a interpretar la experiencia como muy aversiva
cerá, es el establecimiento de ese círculo vicioso basado en una e incontrolable (por ejemplo, el estilo atribucional depresó-
relación recíprocamente reforzante entre estado de ánimo geno que se explicará más adelante dentro de la teoría de la
deprimido y procesamiento cognitivo negativo. desesperanza), determinan, a través de los mecanismos me-
Según Teasdale, la probabilidad de que este ciclo se esta- diadores expuestos (propagación de activación, bucles cog-
blezca depende de si los nodos o constructos cognitivos ac- nitivos, etc.), que el estado de depresión se empeore, lo cual
tivados tras la activación inicial del nodo depresivo suponen a su vez intensifica la activación de esos nodos cognitivos
la interpretación de los acontecimientos que le ocurren al negativos, estableciéndose, pues, un círculo vicioso que hace
individuo como sucesos altamente aversivos e incontrola- que el estado inicial de depresión se agrave y persista duran-
bles. No es de extrañar, pues, que Teasdale afirme que «de- te más tiempo, dando lugar a una depresión clínica.
Capítulo 10 Trastornos del estado de ánimo: Teorías psicológicas 281

Como en la teoría de Beck, ese tipo de interpretaciones piral escalonada de relaciones recíprocamente reforzantes
y autoevaluaciones negativas, que equivalen a la tríada cog- entre procesamiento cognitivo negativo y estado de ánimo
nitiva negativa de Beck, son las que moderan el papel de los deprimido; por tanto, la próxima vez solamente se requeri-
factores ambientales. Sin embargo, a diferencia de la teoría ría un estímulo estresante muy pequeño para activar la es-
de Beck que propone que tales interpretaciones y autoeva- tructura completa de constructos depresivos y, por ende, la
luaciones se producen cuando un individuo encuentra un depresión.
acontecimiento estresante que está relacionado con sus par-
ticulares esquemas cognitivos de vulnerabilidad (autonómi-
cos o sociotrópicos), la teoría de Teasdale no cree que el B. TEORÍAS COGNITIVO-SOCIALES
emparejamiento entre tipo de suceso y tipo de nodos o
constructos cognitivos sea un requisito necesario para la de- Estas teorías descansan sobre constructos desarrollados den-
presión: tro de la tradición de las teorías del aprendizaje social y de la
psicología social. De entre todas las teorías susceptibles de
La hipótesis de la activación diferencial concibe el ser clasificadas bajo esta etiqueta (por ejemplo, la teoría de la
incremento en accesibilidad de los constructos y repre-
perseveración autorregulatoria de Pyszczynski y Greenberg,
sentaciones negativas como una consecuencia del esta-
do depresivo que reactiva los constructos negativos que 1987, 1993; la teoría del autocontrol de Hyland, 1987),
han sido más frecuente y prototípicamente asociados merece especial atención la teoría de la desesperanza y sus
con experiencias previas de depresión en su totalidad. precursores, puesto que han constituido uno de los plantea-
De ahí se sigue que quedarían afectados una más amplia mientos teóricos más estimulantes y provocativos en la in-
variedad de constructos y, más importante, que estos vestigación sobre depresión. La teoría de la desesperanza ha
constructos no necesitan tener una relación particular- tenido una curiosa trayectoria. Su precursor original fue la
mente estrecha con el acontecimiento que inicialmente teoría de la indefensión aprendida de Seligman (1975), un
provocó la depresión actual. Incluso se esperaría que es- modelo cognitivo-conductual nacido de los estudios experi-
tados de ánimo depresivos originalmente resultantes de mentales sobre aprendizaje animal que, no obstante, expon-
fluctuaciones en algunos procesos biológicos endógenos
dremos en este apartado por motivos didácticos. El trasvase
estuvieran asociados con un incremento en la accesibili-
dad de una variedad de constructos y representaciones de este modelo al estudio de la conducta humana supuso su
negativas (Teasdale, 1988, p. 255). complejización incluyendo diversas variables cognitivas mo-
duladoras, lo que dio lugar a la teoría reformulada de la in-
Recientemente, Teasdale ha modificado su hipótesis in- defensión aprendida de Abramson, Seligman y Teasdale
cluyendo una reconceptualización en términos cognitivos (1978). Una versión posterior de esta última ha supuesto, a
de los conceptos de «kindling» (activación inducida propaga- su vez, la formulación de la teoría de la desesperanza de
da) y sensibilización para explicar la mayor susceptibilidad a Abramson, Metalsky y Alloy (1989).
la recurrencia de episodios depresivos de los individuos con
una historia previa de depresión (Segal, Williams, Teasdale
y Gemar, 1996). Según esta modificación, en el proceso de 1. La teoría de la indefensión aprendida
«kindling», la reactivación continua de los nodos cognitivos
negativos o estructuras negativas de la memoria produciría Martin Seligman (1975), partiendo de ortodoxos principios
interconexiones tan densas entre tales nodos que la activa- del condicionamiento clásico e instrumental, estudió los
ción de un solo nodo o elemento de la estructura es proba- efectos que, en animales, producían series de choques eléc-
ble que active el resto de nodos, es decir, la estructura nega- tricos inescapables. Ante este tipo de situaciones incontrola-
tiva en su conjunto. Esto implica, pues, que un amplio bles se descubrió que los animales llegaban a desarrollar un
rango de estímulos puede activar la red cognitiva negativa patrón de conductas y de cambios neuroquímicos semejan-
entera con sólo activar un elemento. En el proceso de sensi- tes al de los deprimidos (véase la Tabla 10.3), fenómeno al
bilización, la activación repetida de los constructos depresi- que se le dio el nombre de desamparo o indefensión aprendi-
vos durante los episodios previos de depresión produciría da (Polaino y Vázquez, 1981, 1982).
un descenso en el nivel de activación de estas estructuras. A Sin embargo, Seligman ofrece una explicación de tipo
partir de estos dos conceptos, Teasdale y su equipo puede cognitivo, pues propone que estas conductas se desarrollan
explicar el hecho de que, a medida que aumenta la experien- sólo cuando el animal no tiene esperanza de poder controlar
cia personal de episodios de depresión mayor, se requieren nunca la situación aversiva en la que se encuentra. Seligman
estresores ambientales de menor magnitud para provocar la (1975; Miller, Rosellini y Seligman, 1983) aplicó este mo-
recaída o la recurrencia de un episodio depresivo (véase Váz- delo experimental-animal al estudio de la conducta humana
quez, Hernangómez y Hervás, en prensa). En el contexto de y postuló que la pérdida percibida de control del ambiente
la reconceptualización de Teasdale, a medida que la persona o expectativa de incontrolabilidad (es decir, el aprendizaje
experimenta más episodios depresivos, habría una mayor fa- por parte del individuo de que existe una independencia
cilidad para la activación de todos los procesos cognitivos entre sus respuestas y las consecuencias ambientales) es cau-
negativos en su conjunto y habría un descenso en el umbral sa suficiente de la aparición de una reacción depresiva en
de activación de tales procesos, todo lo cual crearía una es- humanos, y que tal expectativa es fruto de cualquiera de los
282 Manual de psicopatología, vol. II

Tabla 10.3 Semejanzas entre la indefensión aprendida y la depresión (Seligman, 1975, p. 106)

INDEFENSIÓN APRENDIDA DEPRESIÓN

Síntomas Pasividad Pasividad


Dificultad en aprender que las respuestas producen Estilo cognitivo negativo
mejora Curso temporal
Desaparece con el tiempo Hostilidad introyectada
Falta de agresión Pérdida de peso, pérdida de apetito, déficit sexual y
Pérdida de peso, pérdida de apetito, déficit sexual y social
social Reducción de la norepinefrina y actividad colinérgica
Reducción de la norepinefrina y actividad colinérgica Úlceras (?) y estrés
Úlceras y estrés Sentimientos de indefensión

Causa Aprendizaje de que las respuestas y el reforzamiento son Creencia de que el responder es inútil
independientes

Tratamiento Terapia directiva: Exposición forzada a respuestas que Recuperación de la creencia de que el responder
producen reforzamiento produce reforzamiento
Choque electroconvulsivo Choque electroconvulsivo
Tiempo Tiempo
Anticolinérgicos: estimulantes de la norepinefrina (?) Estimulantes de la norepinefrina; anticolinérgicos (?)

Prevención Inmunización por dominio del reforzamiento (?)

siguientes dos factores: a) una historia de fracasos en el ma- reacciones depresivas (véase una revisión de Vázquez y Po-
nejo de situaciones, y b) una historia de reforzamientos so- laino, 1983). En efecto, según estos autores, al experimentar
bre una base no contingente que no haya permitido que la una situación incontrolable las personas intentan darse una
persona aprenda las complejas aptitudes necesarias para explicación sobre la causa de la incontrolabilidad. Si en esa
controlar el ambiente. explicación se atribuye la falta de control a factores internos
Este modelo originó una gran cantidad de investigación, se produce un descenso de la autoestima, mientras que esto
en parte debido a que era una hipótesis intuitiva y con mu- no ocurre si la atribución se hace a factores externos. Atri-
cho atractivo que era susceptible de contrastación empírica. buir la falta de control a factores estables conduciría a una
No obstante, su trasvase al estudio de la depresión humana expectativa de incontrolabilidad en situaciones futuras y, en
pronto encontró notables dificultades, las cuales apuntaban consecuencia, la indefensión y los déficit depresivos se ex-
sobre todo al hecho de que la teoría podría considerarse un tenderían en el tiempo. De forma similar, la atribución de la
buen modelo de síntomas depresivos (por ejemplo, retardo falta de control a factores globales provocaría expectativa de
psicomotor), pero no tanto del complejo síndrome de pro- incontrolabilidad en otras situaciones y, por ende, la indefen-
blemas que constituye la depresión humana (Costello, 1993). sión y los déficit depresivos se generalizarían a otras situa-
ciones. Por el contrario, la atribución de la falta de control a
factores inestables y específicos supondría sentimientos de
2. La teoría reformulada de la indefensión aprendida indefensión y déficit depresivos de corta duración, específi-
cos a la situación en cuestión.
Lynn Abramson, Martin Seligman y John Teasdale (1978) Este análisis atribucional apelando a tres dimensiones
sugirieron que la teoría de la indefensión presentaba al me- atribucionales, internalidad-externalidad, estabilidad-ines-
nos cuatro problemas. En primer lugar, la teoría no explica- tabilidad y globalidad-especificidad (véase la Tabla 10.4) re-
ba la baja autoestima típica de la depresión: si no hay modo solvía los tres primeros problemas, pero no el cuarto. Abram-
de escapar de la situación, ¿por qué existe una disminución son y cols. (1978) solventaron este último problema
de la autoestima? Un segundo problema, relacionado con el postulando un factor motivacional: la depresión solamente
anterior, es que la teoría tampoco daba cuenta del hecho de ocurriría en aquellos casos en los que la expectativa de in-
que los depresivos a menudo se autoinculpan por sus fallos. controlabilidad se refería a la pérdida de control de un suce-
En tercer lugar, la teoría no explicaba la cronicidad y gene- so altamente deseable o a la ocurrencia de un hecho alta-
ralidad de los déficit depresivos. Finalmente, el cuarto pro- mente aversivo.
blema era que la teoría tampoco daba una explicación satis- Por último, Abramson y su equipo (1978) señalaron la
factoria del estado de ánimo deprimido como síntoma de la presencia de un factor de vulnerabilidad cognitiva a la de-
depresión. presión: la existencia de un estilo atribucional consistente
Para resolver estas y otras deficiencias, Abramson y su en la tendencia a atribuir los sucesos incontrolables y aversi-
equipo (1978), basándose en las teorías atribucionales de la vos a factores internos, estables y globales. Este estilo atribu-
psicología social, postulan que la exposición a situaciones cional depresógeno estaría presente en las personas proclives a
incontrolables no basta por sí misma para desencadenar la depresión, pero no en otros individuos.
Capítulo 10 Trastornos del estado de ánimo: Teorías psicológicas 283

Tabla 10.4 Esquema atribucional de la depresión: «¿por qué suspendí el examen final de psicología matemática?»

INTERNA (PERSONAL) EXTERNA (UNIVERSAL)


GRADO
ESTABLE INESTABLE ESTABLE INESTABLE

Global Soy poco inteligente Estaba agotado Los exámenes tipo test Tengo el profesor de
son una auténtica lotería psicología matemática
más hueso

Específico No soy nada bueno en Estaba harto de estudiar Los exámentes tipo test Esta vez el profesor puso
matemáticas psicología matemática de psicología matemática un examen muy difícil,
son una auténtica lotería mucho más que el parcial

3. La teoría de la desesperanza tribuyen al desarrollo de la desesperanza y de los síntomas


de la depresión por desesperanza. Brevemente, cuando los
Once años más tarde, Lynn Abramson, Geraid Metalsky y sucesos vitales negativos se atribuyen a factores estables y
Lauren Alloy (1989) publicaron una revisión de la formula- globales y se ven como importantes, la probabilidad de de-
ción de 1978 buscando resolver sus tres principales deficien- sarrollo de los síntomas depresivos es mayor. Si además de la
cias: a) no presenta una teoría explícitamente articulada de estabilidad y la globalidad interviene la internalidad, la de-
la depresión; b) no incorpora los hallazgos de la psicopato- sesperanza puede acompañarse, aunque no necesariamente
logía descriptiva acerca de la heterogeneidad de la depresión, como se postulaba en 1978, de una baja autoestima. La au-
y c) no incorpora de forma plena descubrimientos significa- toestima no es, por tanto, una característica necesaria de la
tivos obtenidos por la psicología social, de la personalidad y sintomatología de este nuevo tipo propuesto de depresión
cognitiva. (véase la Figura 10.2). De todos modos, es la globalidad y la
Para resolver la segunda deficiencia, la teoría de la de- estabilidad de las atribuciones lo que determinaría el alcan-
sesperanza postula una nueva categoría nosológica de los ce de la desesperanza. Una atribución más estable pero espe-
trastornos depresivos, la depresión por desesperanza, defini- cífica daría lugar no a un estado general de desesperanza,
da principalmente por su causa. La causa suficiente y próxi- sino a un «pesimismo circunscrito».
ma para que aparezca este tipo de depresión es la desespe- Intentando solventar la tercera deficiencia, Abramson y
ranza: la expectativa negativa acerca de la ocurrencia de un su equipo (1989) rescatan de la psicología social la impor-
suceso valorado como muy importante («desesperanza» en tancia de la información situacional a la hora de determinar
el sentido coloquial del término) unida a sentimientos de el tipo de atribuciones que las personas hacen. En este sen-
indefensión sobre la posibilidad de cambiar la probabilidad tido, la información situacional que sugiere que un suceso
de ocurrencia de ese suceso. Aun siendo la indefensión un negativo es bajo en consenso (por ejemplo, «le pasa a poca
elemento necesario para desarrollar desesperanza, es ésta la gente lo que me está pasando»), alto en consistencia (por
clave causal de la depresión en el nuevo modelo explicati- ejemplo, «me pasa lo mismo a menudo») y bajo en distinti-
vo, modelo que sólo se extendería a ciertos tipos de depre- vidad (por ejemplo, «no sólo me pasa en esa circunstancia,
sión, aquellos caracterizados precisamente por la desespe- sino en muchas otras») favorece una explicación atribucio-
ranza. nal conducente a la desesperanza.
Para resolver la primera deficiencia, la teoría claramente Además de la información situacional, las diferencias in-
se explicita como un modelo de diátesis-estrés y especifica dividuales en cuanto a poseer o no un estilo atribucional
una cadena de causas distantes y próximas que incrementan depresógeno contribuyen como un factor de vulnerabilidad
la probabilidad de depresión y que culminan en la desespe- en la formación de atribuciones conducentes a la desespe-
ranza. Como se puede ver en la Figura 10.2, la cadena causal ranza. Es más, de acuerdo con la hipótesis de la vulnerabili-
comienza con la ocurrencia de sucesos vitales negativos; no dad específica, hay una interacción entre las áreas de conte-
obstante, este factor se sitúa muy alejado en la cadena causal nido de los estilos atribucionales depresógenos de las
conducente a la depresión. A diferencia de la teoría de la personas (por ejemplo, sucesos interpersonales frente a su-
indefensión aprendida, no se habla de «sucesos incontrola- cesos de logro) y la ocurrencia de distintos tipos de sucesos
bles», sino de «sucesos vitales negativos». Este pequeño ma- negativos (por ejemplo, rechazo social frente a tropiezo en la
tiz es importante puesto que el modelo se vincula así a los carrera profesional). Esta hipótesis deviene de la literatura
estudios epidemiológicos que ponen de manifiesto que la en psicología de la personalidad sobre el concepto de inte-
presencia de sucesos estresantes negativos está asociada con racción Persona × Situación y de los trabajos en psicología
la aparición de reacciones depresivas (por ejemplo, Brown y social sobre la especificidad de los estilos atribucionales con
Harris, 1978; Buendía, 1991). respecto a dominios concretos de contenido. Curiosamente,
Las clases de atribuciones que la gente hace acerca de las áreas de contenido atribucional y los tipos de aconteci-
esos sucesos y el grado de importancia que les confiere con- mientos que se examinan dentro de esta teoría son similares
284 Manual de psicopatología, vol. II

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Figura 10.2. Teoría de la desesperanza de Abramson, Metalsky y Alloy (1989).

a las distinciones ya vistas en la teoría de Beck y en algunas atribución externa, inestable y específica. Igualmente se
teorías psicoanalíticas entre tipos de depresión asociadas a plantea la posibilidad de que otros factores (por ejemplo,
dos tipos de sucesos estresantes: relacionados con las relacio- falta de apoyo social) sean antecedentes de la desesperanza.
nes interpersonales y relacionadas con la autoestima. Otro aspecto diferenciador de la teoría de la desesperan-
En la teoría de la desesperanza no se requiere que ningu- za respecto a su antecesora de 1978 es que no se incluyen
no de los elementos distantes del modelo (por ejemplo, es- síntomas del tipo de los errores o distorsiones cognitivas de
trés, estilo atribucional) esté presente para desencadenar la Beck en la depresión por desesperanza. La razón de esta ex-
cadena causal depresiva. Esta puede activarse por unos ele- clusión es que los autores del modelo han descubierto la
mentos u otros, dependiendo de las circunstancias, la perso- posibilidad de que los depresivos pudieran ser más precisos
na, etc. En cualquier caso, la «desesperanza» es el único ele- en su visión de la realidad que los no deprimidos, fenómeno
mento que se requiere para la aparición de los síntomas de que se ha denominado «realismo depresivo» (para una revi-
la depresión por desesperanza (véase el trazo grueso, no dis- sión de este controvertido hallazgo véase Sanz y Vázquez,
continuo, de la flecha de la Figura 10.2). 1991).
Una adición a la teoría de 1978 es que, además de las Como puede apreciarse tras comparar las Figuras 10.1 y
atribuciones, se plantea que la desesperanza puede ser pro- 10.2, esta teoría y la de Beck tienen obvias concomitancias,
ducto de las conclusiones a que una persona llegue sobre las pero también existen diferencias (véanse los análisis compa-
consecuencias del suceso negativo (véase la Figura 10.2). rativos efectuados por Alloy, Clemens y Kolden, 1985, y
Por ejemplo, si alguien suspende la última convocatoria de Abramson y cols., 1989). Quizá el punto más diferenciador
una asignatura debido a la existencia de ruidos y distraccio- es que en la Teoría de la desesperanza se otorga un gran én-
nes en el aula (un factor inestable y específico), las graves fasis a los procesos atribucionales y se insiste, hasta el punto
consecuencias de ese suceso podrían bastar para provocar de crear una nueva categoría de depresión, en que diferentes
una situación de desesperanza, a pesar de que hiciese una cadenas causales pueden dar lugar a diferentes tipos de de-
Capítulo 10 Trastornos del estado de ánimo: Teorías psicológicas 285

presión. Asimismo, en la teoría de Abramson y cols. (1989) respuestas todas ellas que implican intentos activos por ig-
se plantean posibles mecanismos distantes de «inmuniza- norar los síntomas depresivos y centrarse, en su lugar, en
ción» (por ejemplo, poseer un estilo atribucional específico e actividades neutrales o placenteras.
inestable para sucesos negativos) y se cuestiona lo que es cru- La teoría propone varios mecanismos psicológicos que
cial en la teoría de Beck, es decir, que los deprimidos se ca- explicarían el efecto del estilo rumiativo de respuesta en el
racterizan por mostrar distorsiones cognitivas que, además, mantemiento o exacerbación de los síntomas depresivos
tienen un papel causal en la propia depresión. En este senti- (Nolen-Hoeksema, 1991, 2000). Primero, las rumiaciones
do, en la teoría de Abramson y su equipo los procesos atri- intensifican los efectos del estado de ánimo deprimido sobre
bucionales negativos son procesos sesgados, pero no necesa- las cogniciones, haciendo que los pensamientos negativos
riamente distorsionados. Dependiendo de las circunstancias sobre el pasado, el presente y el futuro estén más accesibles
particulares, un juicio sesgado puede a su vez ser un juicio y sobresalientes, los cuales, a su vez, exacerban el estado de
distorsionado o, por el contrario, coincidir con la realidad ánimo deprimido y los restantes síntomas depresivos al esta-
objetiva. Por último, en la teoría de Beck la «desesperanza» blecerse los círculos viciosos de los que habla la hipótesis de
no es un elemento causal tan central: es simplemente uno la activación diferencial de Teasdale, y que hacen que el es-
más de los síntomas que componen la tríada cognitiva nega- tado inicial de depresión se agrave y persista durante más
tiva y, como tal, puede desempeñar algún papel en el mante- tiempo. Segundo, la actividad rumiativa reduce la genera-
nimiento o exacerbación del resto de síntomas depresivos. ción de soluciones efectivas a los problemas. Tercero, las res-
puestas rumiativas interfieren la puesta en marcha de con-
ductas instrumentales tales como salir con los amigos o
4. La teoría de los estilos de respuesta practicar las aficiones, las cuales permiten obtener reforza-
mientos positivos, aumentar la sensación de control o sim-
La «teoría de los estilos de respuesta» de Susan Nolen-Hoek- plemente elevar el estado de ánimo. Siguiendo la teoría re-
sema (1991) no es una teoría sobre el origen de la depresión, formulada de la indefensión aprendida, la baja tasa de
sino sobre los factores que explican su curso. Nolen-Hoek- reforzamiento positivo y la pérdida de control podían con-
sema propuso que la manera en que las personas responden tribuir, a su vez, a la indefensión e intensificar la depresión.
a los primeros síntomas depresivos influye en su duración y Finalmente, el estilo rumiativo disminuye el efecto benefi-
gravedad. En concreto, aquellas personas que presentan res- cioso que el apoyo social tiene sobre la depresión al provocar
puestas rumiativas sufrirán durante más tiempo y con ma- más fricción en las redes sociales de la persona deprimida. El
yor intensidad los síntomas depresivos que aquellas que sean individuo que presenta un estilo rumiativo continuamente
capaces de distraerse de los mismos. habla de sus síntomas depresivos y preocupaciones con sus
Las respuestas rumiativas a la depresión pueden definirse familiares y amigos, sin que éstos puedan apreciar progresos
como «conductas y pensamientos que focalizan la atención hacia su resolución, de manera que, a la postre, es muy pro-
de una persona en sus síntomas depresivos y en las implica- bable que tales familiares o amigos se alejen de la persona
ciones de estos síntomas» (p. 569, Nolen-Hoeksema, 1991), deprimida, se sientan molestos e irritados con ella, rechacen
incluyendo conductas como aislarse para pensar sobre los sus preocupaciones o la critiquen por continuar rumiando.
síntomas depresivos que se experimentan, hablar todo el Diversos estudios experimentales sobre las consecuencias
tiempo sobre ellos, o pensar de forma recurrente y contem- inmediatas de las respuestas rumiativas en los cuales se in-
plativa sobre las posibles causas y consecuencias de los mis- ducía a los participantes a rumiar (centrarse en su estado de
mos (por ejemplo, «¿Qué he hecho yo para merecer esto?»; ánimo actual y en cómo van sus vidas) o a distraerse de sus
«No voy a ser capaz de trabajar si sigo en este estado»). Las rumiaciones (centrarse en estímulos no autorrelevantes tales
respuestas rumiativas difieren de otras conductas y pensa- como localizaciones geográficas), han corroborado algunos
mientos de afrontamiento de la depresión como las estrate- de esos mecanismos psicológicos de mantenimiento o exa-
gias de solución de problemas, en que las personas tan sólo cerbación de la depresión, observándose que las respuestas
piensan o hablan sobre lo tristes, desmotivadas o fatigadas rumiativas aumentan las atribuciones negativas y globales,
que están, pero no hacen nada para aliviar sus síntomas, o la accesibilidad de recuerdos negativos, el pesimismo y las
simplemente piensan de forma repetitiva sobre las causas de interpretaciones negativas sesgadas, así como la generación
sus síntomas sin hacer planes para cambiar la situación. La de soluciones más pobres para los problemas interpersonales
teoría postula, además, que las personas tienen estilos de res- (véase Nolen-Hoeksema, 2000; Vázquez, Hernangómez y
puesta ante la depresión, es decir, patrones de conductas y Hervás, en prensa).
pensamientos que la persona manifiesta de forma consisten- En cuanto al origen de los estilos rumiativos, la teoría
te y estable en distintas situaciones y momentos en los que sugiere que el estilo rumiativo se aprende, fundamentalmen-
se sienten deprimidas. Así, algunos individuos, cuando es- te, durante la infancia, a partir de las conductas de los padres
tán deprimidos, tienden a dar respuestas rumiativas, es de- y de otras figuras relevantes en la vida de los niños. Este
cir, tienen un estilo de respuesta rumiativo, mientras que aprendizaje tendría una doble vía; por un lado, a través del
otros manifestan de forma consistente y estable conductas y modelado de los estilos de respuesta que los padres y las otras
pensamientos de distracción como, por ejemplo, salir con figuras relevantes manifiestan cuando se encuentran depri-
los amigos, practicar deportes o concentrarse en el trabajo, midos; por otro lado, a través de sus prácticas de socializa-
286 Manual de psicopatología, vol. II

ción si tales prácticas no enseñan a los niños repertorios de «me voy al cine para celebrar que he bajado a la mitad los
conductas más adaptativas para manejar las emociones nega- cigarrillos que me fumo al día»).
tivas, tales como estrategias benignas y eficaces de distrac- Como los teóricos conductuales, Rehm parte de que la
ción o de solución de problemas (Nolen-Hoeksema, 1991). depresión es consecuencia de la pérdida de una fuente de
reforzamiento externa. Por tanto, en estas condiciones de
ausencia de reforzamiento externo el control propio de la
C. TEORÍAS CONDUCTUALES-COGNITIVAS conducta es más importante y, en consecuencia, los modelos
de autocontrol son claramente relevantes. Así, Rehm subra-
Hemos agrupado aquí teorías que suponen la extensión ya que en la depresión las personas están desesperanzadas
conceptual de modelos más «genuinamente» conductuales. sobre sus metas a largo plazo y se sienten incapaces de con-
A diferencia de estos últimos, que enfatizan el control exter- trolar su propia conducta.
no situacional y las conductas externas, las teorías conduc- La teoría de la depresión de Rehm puede concebirse,
tuales-cognitivas se centran más en la varianza personal de la pues, como un modelo de diátesis-estrés: un déficit en el
interacción Persona × Situación e incluyen procesos cogni- repertorio de conductas de autocontrol (factor de vulnerabi-
tivos, e incluso estructuras cognitivas, en su conceptuación lidad) interactúa con la pérdida o ausencia de reforzadores
de la depresión. externos (factor de estrés) para desencadenar un episodio
depresivo. Tal déficit, según Rehm, se concreta en cualquier
combinación de las siguientes condiciones:
1. Teoría del autocontrol de Rehm
a) Déficit en las conductas de autoobservación: Los indivi-
Lynn Rehm (1977) elaboró una teoría de la depresión basa- duos vulnerables a la depresión muestran una tendencia a
da en el aprendizaje social y que trataba de integrar elemen- prestar mayor atención a los sucesos negativos que a los po-
tos de las teorías de Lewinsohn, Beck y Seligman dentro del sitivos, lo que explicaría la visión negativa y pesimista que
marco del modelo de autocontrol de Kanfer (1970). Breve- manifiestan una vez deprimidos. Estos individuos también
mente, los modelos de autocontrol, como el de Kanfer muestran una tendencia a prestar mayor atención a las con-
(1970) o el de autoeficacia de Bandura (1986), son teorías secuencias inmediatas de la conducta que a las consecuen-
del comportamiento humano que se centran en los procesos cias a largo plazo, por lo que no pueden mirar más allá de las
de regulación de la propia conducta que implican la mani- circunstancias negativas actuales cuando toman decisiones
pulación de aspectos situacionales y la disposición de con- conductuales.
tingencias y consecuencias alternativas para así obtener me- b) Déficit en las conductas de autoevaluación: Los indivi-
tas a largo plazo (por ejemplo, dejar de fumar, aprobar una duos que tienen criterios o estándares muy rigurosos o muy
oposición). Incorporando el concepto de bucle de retroali- altos de autoevaluación son más vulnerables a la depresión,
mentación, estos modelos enfatizan el continuo ajuste, ya que a menudo no pueden alcanzar tales criterios y, por
adaptación y readaptación conductual a las cambiantes cir- tanto, se evalúan de manera negativa. Además, la presencia
cunstancias ambientales. de errores de autoatribución, en concreto, una atribución
En concreto, el modelo de Kanfer (1970) describe el interna, estable y global para los sucesos negativos, y una
control de la propia conducta a través de un proceso de tres atribución externa, inestable y específica para los sucesos
fases que conforma un bucle de retroalimentación: autoob- positivos, es otro déficit que, como en las teorías anterior-
servación, autoevaluación y autorreforzamiento. Cuando mente vistas de la indefensión aprendida y de la desesperan-
una persona necesita cambiar su comportamiento para al- za, hace a una persona más vulnerable a la depresión.
canzar una meta a largo plazo, primero presta atención a las c) Déficit en las conductas de autorreforzamiento: La per-
conductas relevantes y al ambiente (por ejemplo, el número sona deprimida se administra insuficientes recompensas o se
de cigarrillos que está fumando actualmente). La informa- administra excesivos castigos. Esto es debido en parte a los
ción obtenida tras esta fase de autoobservación es comparada déficit en las conductas de autoobservación y autoevalua-
con algún criterio o estándar interno para el comportamien- ción antes mencionados ya que, por ejemplo, si el individuo
to que se quiere lograr, y se realiza un juicio sobre la adecua- tiene unos criterios muy altos y sólo se fija en los aspectos
ción de la conducta a la meta a lograr (por ejemplo, «estoy negativos de su conducta, difícilmente podrá autoadminis-
haciéndolo mal, fumo más de lo que sería saludable»), juicio trarse recompensas y sí, por el contrario, tenderá a autocas-
que se hace bajo la premisa de que se ha hecho una atribu- tigarse. Este patrón de autorreforzamiento explicaría en par-
ción interna de la conducta, ya que esta fase de autoevalua- te el bajo nivel de actividad de los deprimidos y su excesiva
ción no tendría sentido si se percibe que la conducta ha esta- inhibición.
do causada externamente (por ejemplo, en el teatro han Estos déficit en el repertorio de habilidades de autocon-
obligado al individuo, que es actor, a fumar para interpretar trol se adquieren durante el proceso de socialización de la
un papel). La fase final del modelo de Kanfer implica la au- persona y parecen constituir rasgos más o menos estables
toadministración de refuerzos positivos si la conducta ha es- que podrían ser detectados con anterioridad a la ocurrencia
tado positivamente encaminada hacia el objetivo o la auto- del episodio depresivo. Es más, Rehm asume que las habili-
administración de castigos en caso contrario (por ejemplo, dades de control son como un «programa de control» que el
Capítulo 10 Trastornos del estado de ánimo: Teorías psicológicas 287

individuo emplea en todos los dominios conductuales que la autofocalización o cantidad de atención que una persona
impliquen la consecución de metas a largo plazo y, por tan- dirige hacia sí mismo en lugar de hacia el ambiente), au-
to, asume que el déficit depresivo en habilidades de auto- mento que sería resultado de los esfuerzos infructuosos del
control se generaliza a diversas situaciones, explicando así individuo de enfrentarse y resolver los acontecimientos es-
que la desadaptación y mal funcionamiento del individuo tresantes que le ocurren (véase la Figura 10.3).
depresivo abarque muchas áreas de su vida (social, laboral, Según Lewinsohn y su equipo, la cadena de aconteci-
relaciones de pareja, etc.). mientos que conduce a la aparición de un episodio depresi-
vo empieza con la aparición de un suceso antecedente (A),
el cual se define empíricamente como cualquier suceso que
2. Teoría de la autofocalización de Lewinsohn incrementa la probabilidad de ocurrencia futura de depre-
sión. Tales sucesos son todos aquellos acontecimientos que
A pesar de ser un genuino representante de los modelos en la literatura se conocen bajo la rúbrica de «estresores».
conductuales, Peter Lewinsohn ha dado en los últimos años Se asume que estos acontecimientos inician el proceso
un giro radical a sus planteamientos iniciales para así abar- depresógeno en tanto en cuanto interrumpen importantes
car otra serie de elementos. Su nueva teoría (Lewinsohn, patrones adaptativos de conducta del individuo y éste no es
Hoberman, Teri y Hautzinger, 1985) representa un intento capaz de desarrollar otros patrones conductuales que reem-
por ampliar e integrar su anterior modelo conductual con placen a los anteriores (B). Los patrones adaptativos que
los descubrimientos obtenidos desde enfoques cognitivos y quedan interrumpidos son patrones conductuales relativa-
con los trabajos realizados dentro de la psicología social so- mente automáticos que son necesarios para las interacciones
bre el fenómeno de la autoconciencia. diarias del individuo con el ambiente (por ejemplo, relacio-
Siguiendo la tradición conductual, Lewinsohn y su equi- nes personales, el trabajo).
po postulan que los factores ambientales son los responsa- La presencia de los estresores y la consiguiente interrup-
bles primarios de la depresión, aunque habría factores cog- ción de conductas tiene como resultado una reacción emo-
nitivos que mediarían los efectos del ambiente. En particular, cional negativa o estado de ánimo deprimido (B) cuya inten-
la principal variable mediadora sería un aumento de la auto- sidad depende de la importancia del acontecimiento y/o del
conciencia (es decir, un aumento transitorio y situacional en nivel de interrupción de la conducta cotidiana.

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Figura 10.3. Teoría de la autofocalización (Lewinsohn y cols., 1985, p. 343).


288 Manual de psicopatología, vol. II

Se asume que dicha interrupción y el malestar emocio- Se asume que las características de vulnerabilidad (G)
nal que engendra están relacionados con la depresión en la afectan a todos los elementos de la teoría, aunque Lewin-
medida en que conducen a un desequilibrio negativo en la sohn y su equipo no explican en detalle de qué forma esto se
calidad de las interacciones de la persona con el ambiente, lleva a cabo, y solamente apuntan algunas sugerencias (véase
desequilibrio que las habilidades del individuo han fracasa- Lewinsohn y cols., 1985).
do en prevenir. Este desequilibrio se concreta, como en su La teoría incluye muchos bucles de retroalimentación
anterior teoría conductual, en una reducción del reforza- que determinarían el nivel de gravedad y de duración de un
miento positivo y en un aumento en la tasa de experiencias episodio depresivo en cuanto podrían configurarse como
aversivas (C), y el fracaso en su prevención se debe tanto a círculos viciosos o como círculos benignos (al cambiar algu-
factores ambientales como disposicionales (G). no de los componentes de la teoría, la depresión se vería
Tanto la respuesta emocional negativa que sigue inme- reducida de forma progresiva).
diatamente a los sucesos estresores, como el impacto emocio- Finalmente, nos parece necesario destacar que la teoría
nal negativo que deviene del fracaso del individuo en anular asigna un papel central al estado de ánimo deprimido, pues-
el efecto del estrés, son factores que desencadenan un estado to que se asume que es necesario para la producción de las
elevado de autoconciencia (D). Este proceso cognitivo, la au- consecuencias negativas asociadas a la depresión (F), y que
toconciencia, es el factor crítico que media los efectos de la sin su presencia nos hallaríamos ante un síndrome muy in-
reducción del reforzamiento positivo en la depresión, produ- completo que no incluiría los cambios en el procesamiento
ciendo muchas de las alteraciones cognitivas que han sido de la información acerca de sí mismo ni los cambios en la
subrayadas por los teóricos cognitivos (por ejemplo, atribu- conducta social.
ciones internas, autodepreciación, autoculpación, expectati-
vas negativas, etc.), acarreando consecuencias conductuales
negativas (retirada conductual, dificultades sociales) e inten- V. TEORÍAS INTERPERSONALES DE LOS TRASTORNOS
sificando las reacciones emocionales negativas anteriores. DEPRESIVOS
El incremento en autoconciencia (D) y la intensificación
de las emociones negativas (E) destruyen las autopercepcio- Uno de los últimos planteamientos psicológicos sobre los
nes que sirven al individuo para proteger y ensalzar su autoes- trastornos depresivos ha sido el enfoque interpersonal. Este
tima y en general su concepto de sí mismo, y así conducen a enfatiza la importancia de los factores interpersonales, tan-
muchos de los cambios cognitivos, emocionales y conductua- to sociales como familiares, en la etiología, mantenimiento
les (F) que están correlacionados con la depresión (es decir, y tratamiento de la depresión. Sus bases conceptuales co-
conduce a los típicos síntomas depresivos vistos en el Capítu- munes se encuentran en la escuela interpersonal de psi-
lo anterior). Estos cambios (F) exacerban la autoconciencia, quiatría de Harry Sullivan, en las investigaciones del grupo
desempeñando un importante papel en el mantenimiento y de Palo Alto sobre los patrones de comunicación interper-
agravamiento del estado depresivo. Tales cambios cerrarían sonal en familias con miembros esquizofrénicos y en la
un círculo vicioso al sesgar negativamente la interpretación aplicación a las ciencias sociales de la teoría general de sis-
que hace la persona de sus experiencias previas y actuales, al temas, con su énfasis en la interrelación de todos los ele-
aumentar su estado de ánimo deprimido a través de un cam- mentos que componen un sistema (por ejemplo, una fami-
bio en su autoconcepto o al reducir su competencia social. lia).
Además, la teoría asume la existencia de características Sin embargo, existen diferencias muy importantes en el
de predisposición (vulnerabilidades e inmunidades) que in- tipo de influencias teóricas que subyacen a cada teoría inter-
crementan o reducen el riesgo de un episodio depresivo (G). personal de la depresión en particular. Por ejemplo, la teoría
Estas son características relativamente estables, bien de la de Klerman, Weissman, Rounsaville y Chevron (1984) pro-
persona o de su ambiente, que influyen no sólo en la proba- viene de la tradición psicoanalítica, mientras que las de Co-
bilidad de ocurrencia de un episodio depresivo, sino tam- yne (1976), Coates y Wortman (1980) y Gotlib (Gotlib y
bién en la duración de este episodio. Lewinsohn y cols. enu- Colby, 1987; Gotlib y Hammen, 1992) parten de enfoques
meran las siguientes características de vulnerabilidad: 1) ser conductuales-cognitivos.
mujer; 2) tener 20-40 años; 3) tener una historia previa de Prácticamente todos los acercamientos interpersonales a
depresión; 4) tener pocas habilidades de afrontamiento; 5) la depresión han tenido su foco de interés en desarrollar una
tener una sensibilidad elevada a los sucesos aversivos; 6) ser terapia más eficaz para los trastornos depresivos, de ahí que
pobre; 7) mostrar una alta tendencia a la autoconciencia; 8) abunden las terapias interpersonales y familiares (por ejem-
tener baja autoestima; 9) tener un bajo umbral para la acti- plo, Klerman y cols., 1984; Feldman, 1984; Gotlib y Colby,
vación de autoesquemas depresógenos; 10) mostrar depen- 1987), pero a la vez escaseen los intentos de desarrollar mo-
dencia interpersonal, y 11) tener niños menores de 7 años. delos teóricos de depresión fundamentados en los princi-
Como factores protectores contra la depresión, Lewinsohn pios interpersonales.
y su equipo señalan: 1) autopercibirse como poseedor de Quizá la más clara conceptualización interpersonal de la
una alta competencia social; 2) experimentar una alta fre- depresión sea la presentada por James Coyne (1976). Este
cuencia de sucesos positivos, y 3) disponer de una persona autor sugiere que la depresión es una respuesta a la ruptura
íntima y cercana a la que poder confiarse. de las relaciones interpersonales de las cuales los individuos
Capítulo 10 Trastornos del estado de ánimo: Teorías psicológicas 289

solían obtener apoyo social, y que la respuesta de las perso- de Coyne resaltando los papeles que desempeñan en el desa-
nas significativas de su entorno sirve para mantener o exa- rrollo, mantenimiento o exacerbación de un episodio depre-
cerbar los síntomas depresivos. En este último punto, la teo- sivo tanto el individuo —especialmente sus estilos cogniti-
ría de Coyne se limita prácticamente a extender las vos— como los miembros de su ambiente social (véase la
propuestas que Lewinsohn hacía en su primera teoría con- Figura 10.4). Gotlib y cols. asumen que la cadena causal
ductual acerca de los procesos de mantenimiento a corto y que conduce al desarrollo de un episodio depresivo se inicia
largo plazo de la depresión. Así, Coyne sugiere que cuando con la ocurrencia de un estresor (C), bien sea de naturaleza
esa ruptura interpersonal se produce, los depresivos se vuel- interpersonal, intrapsíquico o bien un cambio bioquímico.
ven a las personas de su ambiente en busca de apoyo social, La gravedad de este estresor depende de circunstancias
pero que las demandas persistentes de apoyo emitidas por externas (B), pero también de la existencia de ciertos factores
los depresivos gradualmente llegan a ser aversivas para los de vulnerabilidad (D). Así, sólo algunos individuos desarro-
miembros de su entorno social. Estas personas, que intenta- llarán una depresión clínica como respuesta al estresor, mien-
ron en un primer momento mejorar o aliviar la sintomato- tras que otras personas manifestarán a lo sumo un estado de
logía de los depresivos, se sienten cada vez más molestos y depresión leve. Tales factores de vulnerabilidad son bien in-
frustrados con la constante conducta sintomática de éstos, terpersonales (por ejemplo, la calidad y cantidad de apoyo so-
máxime si sus primeros intentos de ayuda fallaron. Cuando cial, la cohesión de la familia, las habilidades de la familia
la persona deprimida se da cuenta de estas reacciones nega- para manejar los problemas cotidianos), bien intrapersonales,
tivas en los otros, emite un mayor número de conductas incluyendo aquí tanto elementos cognitivos (por ejemplo, es-
sintomáticas, estableciéndose un círculo vicioso que conti- quemas cognitivos negativos) como conductuales (por ejem-
núa hasta que las personas del entorno social se apartan to- plo, habilidades conductuales para hacer frente y manejar
talmente de la persona deprimida, dejándola sola y confir- situaciones de estrés, habilidades sociales). En este sentido,
mando así su visión negativa sobre sí mismo. los elementos de vulnerabilidad cognitivos y conductuales
Ian Gotlib y su grupo de investigación (Gotlib y Colby, propuestos por Gotlib y Hammen son muy parecidos a los
1987; Gotlib y Hammen, 1992) han extendido el modelo propuestos por otras teorías de diátesis-estrés que ya hemos

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Figura 10.4. Teoría interpersonal de la depresión de Gotlib (según Gotlib y Hammen, 1992, p. 247).
290 Manual de psicopatología, vol. II

visto, como por ejemplo la teoría de Beck, la teoría de la des- tiva de la situación y, por ende, en un posterior incremento
esperanza o la teoría de la autofocalización de Lewinsohn. de los síntomas y de los patrones interpersonales desadapta-
Sin embargo, al contrario que estas otras teorías, Gotlib tivos. Estos llevarían a una respuesta más negativa por parte
y Hammen recalcan que la adquisición de esos factores de de su entorno social y, puesto que el individuo deprimido
vulnerabilidad es fruto de experiencias familiares adversas du- fácilmente percibe y atiende a esas respuestas negativas, se
rante la infancia (A). Siguiendo la línea marcada por Bowlby cerraría así un círculo vicioso que exacerbaría la depresión y
(1980), un psicoanalista que como hemos visto defiende te- la mantendría en el tiempo (véase la Figura 10.4).
sis muy cercanas a las posiciones cognitivas, Gotlib y Ham-
men (1992) señalan que la exposición durante la infancia a
experiencias interpersonales adversas y a estilos desadaptati- VI. TEORÍAS PSICOLÓGICAS DE LOS TRASTORNOS
vos de crianza (por ejemplo, pérdida o separación de los pa- BIPOLARES
dres, rechazo, abuso, negligencia emocional) conducen al
desarrollo de esquemas cognitivos negativos acerca de uno Teniendo en cuenta la distinción presentada en el capítulo
mismo y del mundo, de características de personalidad que anterior entre trastornos del estado de ánimo que cursan
implican una exagerada necesidad de dependencia, y de re- con o sin episodios de manía, la mayor parte de las teorías
pertorios inadecuados de habilidades para la solución de psicológicas de dichos trastornos, incluyendo todas las que
problemas y para conseguir y mantener relaciones sociales hemos presentado hasta aquí, han sido formuladas para ex-
gratificantes. plicar los trastornos depresivos, mientras que, por el contra-
Para Gotlib y Hammen el inicio de la depresión (F) es rio, apenas existen teorías psicológicas sobre los trastornos
resultado, pues, de la aparición de un estresor que debido a bipolares, aquellos en los que existe actualmente o ha existi-
los factores de vulnerabilidad anteriormente mencionados, do en el pasado un episodio de manía o hipomanía. Proba-
especialmente a los factores de vulnerabilidad cognitivos, es blemente, la razón de que los psicólogos hayan prestado tan
interpretado por el individuo como un acontecimiento que poca atención a este segundo tipo de trastornos depresivos
reduce su valía personal sin que haya ninguna posibilidad de reside, primero, en que en los trastornos bipolares parecen
conseguir otras fuentes de gratificación y de validación de la desempeñar un papel muy importante los factores biológi-
propia autovalía (E). cos y genéticos (véase el Capítulo 11), y segundo, en que
Si el individuo es incapaz de afrontar con eficacia el es- estos trastornos suponen únicamente un 10% del total de
tresor, a medida que el estrés aumenta se incrementa tam- los trastornos del estado de ánimo.
bién la expresión de sintomatología depresiva y de los patro- Generalmente se asume que las fases depresivas de los
nes interpersonales desadaptativos del individuo (F). La trastornos bipolares se pueden explicar a partir de los mode-
capacidad del individuo para resolver la situación de estrés los de depresión que acabamos de presentar. Para dar cuenta
depende tanto de la naturaleza de ésta como de sus habilida- de la fase maníaca se han propuesto también algunas teorías
des de afrontamiento, tanto conductuales como cognitivas psicológicas, pero están poco elaboradas ya que la escasa in-
(D). Asimismo, siguiendo la Teoría de la aufocalización de vestigación psicológica sobre este tipo de episodios no ha
Lewinsohn y su equipo (1985), Gotlib y Hammen sugieren permitido un desarrollo mayor. Algunas de estas teorías pro-
que uno de los primeros síntomas depresivos es la autofoca- vienen del psicoanálisis.
lización o autoconciencia, y que una excesiva autofocaliza- Freud (1917) concibió las fases maníacas de los trastor-
ción puede exacerbar la depresión tanto al interferir con las nos bipolares dentro de un contexto energético. El yo ha
habilidades de resolución de problemas del individuo como superado la pérdida del objeto amado y el superyó, que con-
al incrementar sus rumiaciones cognitivas acerca de la per- tiene el objeto introyectado, ya no mantiene, pues, una ac-
sistencia del estresor. titud hipercrítica hacia él. Ahora, toda la energía que se ha-
Una vez que la depresión se ha iniciado, dos factores más bía empleado en los conflictos característicos de la fase
convergen en mantener o exacerbar la depresión. El primero depresiva queda libre y se dirige hacia el mundo exterior. No
es un factor interpersonal (F), e implica tanto la expresión por obstante, Freud reconocía que su formulación energética no
parte del individuo deprimido de habilidades sociales y es- explicaba adecuadamente la manía, ya que no podía explicar
quemas interpersonales desadaptativos, como la respuesta de por qué el yo había renunciado al objeto perdido o por qué
las personas significativas del entorno a su conducta sinto- la lucha por dejar el objeto amado, lucha que también se da
mática. Este último elemento incluye, pues, los procesos en otras condiciones psicopatológicas, no conduce en estos
descritos por Coyne (1976). El segundo factor de manteni- casos a la manía.
miento o exacerbación de la depresión, que interactúa con Así, no fue Freud, sino Bertram Lewin (1950, 1959),
los anteriores procesos interpersonales, es el sesgo cognitivo quien sentó las bases del esquema interpretativo básico del
negativo de los depresivos que se traduce en un aumento de psicoanálisis para la manía, formulando ésta en términos de
la sensibilidad y de la atención prestada a los aspectos nega- procesos regresivos y de defensa. Las distintas teorías psicoana-
tivos (reales o distorsionados) de su ambiente. Este sesgo líticas variarán, sin embargo, en cuanto a qué es lo que se
cognitivo conduce a una interpretación negativa de la situa- evita mediante esos procesos de defensa.
ción y a que la persona depresiva manifieste así más síntomas En contraste con las especulaciones iniciales de Freud,
(J), lo que a su vez revierte en una interpretación más nega- Lewin concibe la manía como una interrupción defensiva
Capítulo 10 Trastornos del estado de ánimo: Teorías psicológicas 291

de la depresión, no como su desenlace. Según Lewin, la ma- mientos estresores. Es más, en el caso de la depresión Beck
nía es un fenómeno regresivo, defensivamente inducido, sugería que factores biológicos y genéticos podrían estar im-
por el que se vuelve a un nivel anterior de funcionamiento plicados en su causalidad, bien directamente o bien al pro-
del yo en el cual la relación con la realidad se guía por el vocar un procesamiento negativo de la información, pero
principio del placer. Esta regresión representa una defensa no iba mucho más allá en la elaboración teórica de este pun-
contra acontecimientos dolorosos que se hallan inconscien- to. Esta deficiencia no es muy grave en el caso de la depre-
temente asociados con conflictos infantiles también incons- sión, donde el papel de los factores psicosociales es mucho
cientes. De esta manera, Lewin explica no sólo las manías mayor que el de los factores genético-biológicos, pero sí lo
que siguen a un estado depresivo, sino también aquellas que es en el caso de la manía, donde el peso de los papeles se
no tienen como antecedentes una fase depresiva previa. En invierte. De hecho, la teoría de la manía de Beck práctica-
conclusión, para Lewin la manía sería una negación incons- mente consiste en la imagen refleja de los elementos cogni-
ciente de una realidad externa o psíquica dolorosa (incluyen- tivos señalados en su teoría de la depresión, y puesto que no
do la depresión) y conduciría al paciente a una enajenación hay ninguna referencia explícita, los mecanismos causales
de la realidad. que relacionan estos elementos cognitivos para finalmente
Para otros teóricos psicoanalíticos, la manía constituiría dar lugar al estado maníaco se supone que son similares a los
un mecanismo de defensa de la persona frente a sus senti- presentados en la Figura 10.1 para el caso de la depresión.
mientos de baja autoestima, sentimientos que se exacerba- Beck afirma que los individuos maníacos presentan tam-
rían durante la fase depresiva. Por ejemplo, para Dov Ale- bién reglas vitales o actitudes disfuncionales que, como en la
ksandrowicz (1980) los pacientes bipolares se caracterizan depresión, son rígidas y poco realistas, pero en este caso su
por una personalidad narcisista, lo que implica básicamente contenido exagera los aspectos positivos y eleva la autoesti-
una necesidad exagerada de autoestima. Según este autor, en ma, estando en muchos casos asociado con conductas que
el caso de la persona con trastorno bipolar esta personalidad son autodestructivas o violan los derechos de los otros (véa-
está además asociada, por un lado, con una excesiva sensibi- se la Tabla 10.5).
lidad al apoyo, aprobación y amor de los demás, de forma También de forma similar a como se asumía en el caso
que su autoestima dependería excesivamente de tales perso- de la depresión, la teoría de la manía de Beck supone la exis-
nas y, por otro, por un fallo en los mecanismos de regula- tencia de un procesamiento sesgado o distorsionado de la in-
ción del estado de ánimo, lo que le impediría limitar los formación. Este tipo de procesamiento se debe a que las per-
cambios afectivos resultantes de experiencias estresantes, en sonas maníacas cometen más errores cognitivos (inferencias
concreto de experiencias que le hicieran sentirse desprecia- arbitrarias, abstracción selectiva, sobregeneralización, etc.)
do, rechazado o reprochado. que las personas normales y, además, a que los cometen to-
En su aplicación del concepto de «defensa» a los trastor- mando como base el contenido disfuncional de sus actitu-
nos bipolares, los teóricos psicoanalistas han llegado incluso des o reglas vitales. Así, los pacientes con manía prestan más
a sugerir que en algunos casos la depresión podría ser una atención y recuerdan de forma selectiva únicamente las ex-
defensa contra la manía: periencias positivas, o sobregeneralizan un éxito personal
pensando que todo ha sido o será maravilloso. En conclu-
En términos psicoanalíticos, manía y depresión re-
presentan no sólo estados de ánimo opuestos, sino tam- sión, este procesamiento sesgado o distorsionado se traduce
bién los extremos opuestos del control de impulsos, es en la manía en la manifestación de imágenes y pensamientos,
decir, hiperinhibición e hiperliberación. Por consi- tanto automáticos como voluntarios, de contenido excesiva-
guiente, la sustitución de uno por otro se puede enten- mente optimista o grandioso (por ejemplo, «tendré éxito en
der fácilmente como un efecto de los esfuerzos homeos- todo lo que haga», «todo lo que hago está bien», «mi jefe
táticos del organismo. Ambos estados representan sólo es amable conmigo», «todos en el trabajo piensan que
medios inadecuados, desesperados, de mantener el soy maravilloso»).
equilibrio interno, y la interacción entre fuerzas inter- Estos pensamientos e imágenes configuran el equivalen-
nas psíquicas y circunstancias ambientales dictará cuál te a la tríada cognitiva negativa de la depresión, que en la
de las dos condiciones será menos amenazante (Ale-
manía se denomina tríada cognitiva positiva. El paciente
ksandrowicz, 1980, p. 315).
maníaco se ve a sí mismo como extremadamente atractivo,
Fuera del ámbito psicoanalítico, Beck ha extendido su con recursos para hacer de todo; percibe el mundo ausente
teoría cognitiva de la depresión para abarcar otros estados
emocionales, incluyendo la manía (Beck, 1976; Leahy y
Beck, 1988). Sin embargo, su explicación de la etiología de Tabla 10.5 Actitudes disfuncionales en la manía según la teoría de Beck
este estado afectivo está mucho menos elaborada que su ex- Si hay alguna posibilidad de éxito debería aceptar el riesgo, porque
plicación de la etiología de los trastornos depresivos o de ganaré.
ansiedad. Así, al contrario que en estas últimas, en su expli- Merezco más de lo que tengo.
cación de la manía no hay ninguna alusión a posibles facto- Mis recursos son ilimitados.
res de personalidad que pudieran constituir elementos de Cada éxito demuestra de nuevo lo superior que soy.
Cuando la gente me mira, me admira.
vulnerabilidad, como tampoco hay ninguna alusión a la po-
sible interacción entre factores de personalidad y aconteci- Nota. Ejemplos tomados de Beck (1976, p. 98) y Leahy y Beck (1988, p. 522).
292 Manual de psicopatología, vol. II

de todo tipo de obstáculos, lleno de experiencias positivas, y esfuerzos teóricos y empíricos han supuesto una apreciación
predice un futuro repleto de maravillosas posibilidades. más compleja y acertada de las clases de relaciones causales
Beck considera que esta tríada cognitiva positiva es parte que se deben especificar para comprender la heterogeneidad
intrínseca de la manía y puede mantener o incrementar los y complejidad del fenómeno depresivo y, a su vez, una me-
otros síntomas motivacionales, conductuales y afectivos del jor comprensión de las implicaciones metodológicas de tales
trastorno. tipos de relaciones (por ejemplo, el tipo de diseños y de
En su aplicación a los trastornos bipolares, el enfoque de instrumentos de medida necesarios para poner a prueba esas
Beck tiene el grave inconveniente de no contar con ninguna relaciones).
formulación que relacione sus dos teorías, la de la depresión Aunque el estado actual de conocimiento no permite
y la de la manía, explicando así por qué se produce un epi- aún dar una respuesta definitiva sobre la etiología de los
sodio maníaco y no uno depresivo, o viceversa, y explican- trastornos del estado de ánimo, la revisión que hemos pre-
do, por ende, por qué se produce la alternancia entre dichos sentado en este capítulo sugiere que ninguna teoría explica-
episodios, alternancia que como dijimos en el capítulo ante- tiva lineal y unifactorial puede explicar las causas de dichos
rior suele ser lo más frecuente entre los pacientes con tras- trastornos, y que una teoría amplia de estos trastornos, in-
tornos bipolares. cluso si se aplica únicamente a algunos tipos de depresión,
Rastreando la literatura se pueden encontrar algunas debería integrar múltiples ideas y constructos relativos tanto
teorías más sobre la manía que, aun asumiendo la fuerte a las experiencias internas de las personas con dichos tras-
causalidad de los factores genéticos y biológicos, consideran tornos como a sus interacciones con el medio ambiente.
la inclusión de variables psicosociales. En los trabajos de Una teoría así debería además diferenciar y explicar los dife-
Power (2005) y de Urošević, Abramson, Harmon-Jones y rentes aspectos del curso clínico del trastorno (inicio, man-
Alloy (en prensa) se pueden consultar excelentes revisiones tenimiento, mejoría, recaída, remisión), y las diferencias en-
y modificaciones de dichas teorías. tre distintos tipos de trastornos del estado de ánimo (por
ejemplo, bipolares frente a unipolares; endógenos frente a
no endógenos). En este contexto, nos parece oportuno seña-
VII. CONCLUSIONES lar algunas ideas que nos parecen importantes y que mere-
cen ser consideradas a la hora de desarrollar una teoría de los
En los últimos treinta años se ha producido una verdadera trastornos del estado de ánimo. Estas ideas aparecen recogi-
proliferación de teorías psicológicas sobre la etiología de los das en varias de las teorías que hemos expuesto en este Ca-
trastornos del estado de ánimo. Prueba de ello es que hasta pítulo y, puesto que éstas se centraban fundamentalmente
aquí hemos nombrado más de veinte teorías diferentes, y en los trastornos depresivos, son más relevantes para este
que aún podríamos citar algunas más que también han ge- último tipo de trastorno.
nerado una gran cantidad de investigación como, por ejem-
plo, la teoría psicosocial de Billing y Moos (1982), la teoría 1. Las teorías más útiles parecen ser aquellas que: a) se
de Ingram (1984), la teoría cognitivo-social de Oatley y formulan como modelos multivariables y, por tanto, pueden
Bolton (1985), la teoría paradigmática de la depresión de integrar el mayor número de factores posibles, tanto psico-
Staats y Heiby (1985; en español véase Heiby y García-Hur- lógicos como biológicos, y b) se formulan además como
tado, 1994), la teoría de la vulnerabilidad cognitiva de Pe- modelos de diátesis-estrés, postulando que ciertas personas,
rris (1987), la teoría de la contingencia de la autovalía del por poseer ciertas características específicas (bioquímicas,
grupo de investigación de Kuiper (Kuiper, Olinger y Mac- genéticas, cognitivas, de personalidad), tienen una mayor
Donald, 1988), la teoría de la autoconfirmación de Andrews vulnerabilidad a desarrollar un episodio depresivo tras la
(1989), la teoría de la solución de problemas de Nezu (Nezu aparición de circunstancias estresantes.
y Perri, 1989), el modelo de depresión inspirado en la teoría 2. Las variables cognitivas son muy importantes para
de los constructos personales de Kelly (véase Sanz, 1991), la comprender los trastornos depresivos, ya que al caracterizar
teoría de la alteración del sistema de activación conductual las diferencias individuales en cómo las personas interpre-
de Depue, Krauss y Spoont (1987), la modificación de esta tan las circunstancias externas, mediarían el impacto emo-
última teoría propuesta por Urošević, Abramson, Harmon- cional de éstas al determinar, por ejemplo, su naturaleza es-
Jones y Alloy (en prensa), la modificación de la teoría cog- tresante.
nitiva Beck propuesta por Lam (Wright y Lam, 2004), o la 3. Las cogniciones negativas relacionadas con el yo, in-
aproximación de los sistemas de representación de Dalgleish cluyendo aquí las cogniciones que se recogen bajo los térmi-
y Power (Power, 2005). nos «autoestima», «desesperanza», «indefensión» y «visión
Ateniéndonos al número de investigaciones y artículos negativa del yo», son los elementos cognitivos precursores
generados, el enfoque cognitivo es sin duda el más influyen- del estado de ánimo depresivo. Una vez que las personas
te. La mayor parte de esta literatura (en favor o en contra) se manifiestan un estado de ánimo deprimido, este estado ses-
ha movido alrededor de las teorías de la depresión de Beck y ga diversos procesos cognitivos (percepción, atención, me-
de Seligman, las cuales han ido incorporando conceptos y moria, atribución, etc.) de tal manera que son accesibles
métodos prestados de la psicología social, cognitiva y de la más cogniciones negativas asociadas, las cuales a su vez afec-
personalidad, reformulando sus propuestas originales. Estos tan a la duración y gravedad de la depresión, formándose
Capítulo 10 Trastornos del estado de ánimo: Teorías psicológicas 293

una relación recíprocamente reforzante entre estado de áni- los aspectos biológicos de los trastornos del estado de ánimo
mo negativo y cogniciones negativas. (aspectos que se pueden consultar en el Capítulo 11), es ob-
4. Estas cogniciones y los procesos cognitivos que las vio que la inclusión de variables genéticas y biológicas es
generan operan a distintos niveles de conciencia, de forma imprescindible para desarrollar una teoría útil de dichos
que mientras algunas no son accesibles a la conciencia del trastornos. Esta necesidad parece mucho más imperiosa en
individuo, otras sí, y aun otras lo son pero únicamente bajo el caso de los trastornos bipolares. La vulnerabilidad a los
la presencia de ciertos estímulos (por ejemplo, bajo un esta- trastornos del estado de ánimo puede subyacer en muchos
do depresivo o ante la aparición de ciertos estresores). casos en disfunciones del sistema neuroendocrino cuyo ori-
5. Estas cogniciones parecen tener su origen en el «sis- gen, a su vez, puede estar en factores genéticos o en expe-
tema de constructos» o en los esquemas cognitivos que el in- riencias tempranas adversas. Sin embargo, también hay que
dividuo desarrolla para entender el mundo y que se forma- considerar que ciertas situaciones psicológicas pueden desen-
rían en el contexto de sus experiencias infantiles tempranas cadenar alteraciones bioquímicas. Por ejemplo, las investi-
de apego y de creación de lazos afectivos con los padres o gaciones experimentales con animales han demostrado que
con las personas significativas de su entorno. Estos esque- las experiencias continuadas de incontrolabilidad provocan
mas o sistemas de constructos influyen no sólo en las inter- una disminución de la norepinefrina disponible en el cere-
pretaciones y reacciones emocionales de las personas, sino bro (Seligman, 1975). En conclusión, la interacción de fac-
también en el resto de sus conductas, habilidades y compe- tores genéticos, biológicos y psicosociales parece harto com-
tencias. Por otro lado, parece que al menos dos tipos de tales pleja, y la elaboración de teorías bio-psico-sociales que
esquemas, asociados a dos tipos concretos de experiencias de examinen tales relaciones, aunque deseable, parece difícil de
aprendizaje, han sido identificados entre las personas con lograrse hoy día. Quizá es pronto para abordar la integra-
depresión, lo que abre la posibilidad de diferenciar tipos de ción de estos dos niveles de explicación, ya que se podría
depresión por su etiología en función de este tipo de vul- llegar a perder precisión conceptual, y por lo tanto sea pre-
nerabilidades psicosociales (por ejemplo, «anaclítica» y ferible que las teorías psicológicas y biológicas adquieran
«autocrítica»). mayor madurez indagando aún más en sus propias caracte-
6. Las habilidades interpersonales, el estilo de respuesta a rísticas y validez, a pesar de que este estado de «crisis» pueda
la depresión y las habilidades de solución y afrontamiento de resultar ciertamente incómodo.
problemas que la persona ha adquirido a lo largo de su vida
y en cuyo desarrollo han influido, aunque no exclusivamen-
te, las experiencias infantiles antes comentadas, tienen un VIII. RESUMEN DE ASPECTOS FUNDAMENTALES
papel muy importante en la depresión, primero porque
afectan al tipo de cogniciones que preceden a la depresión Se han propuesto muchas teorías psicológicas de los trastor-
(por ejemplo, «voy a ser capaz de hacerlo»), y segundo por- nos del estado de ánimo, pero la mayoría de ellas se han
que determinan en alguna medida la cantidad y naturaleza centrado en los trastornos depresivos, aquellos que cursan sin
de las situaciones estresantes con las que el individuo puede fases maníacas, mientras que no existen apenas teorías so-
encontrarse a lo largo de su vida. En este sentido, es impor- bre los trastornos bipolares. Aunque estas teorías difieren
tante señalar que los acontecimientos estresantes son tam- en muchos aspectos, una distinción importante entre ellas
bién consecuencia de cómo las personas conducen su vida, radica en los síntomas que consideran críticos en el tras-
tanto antes como durante la depresión. De hecho, aunque torno.
las personas deprimidas manifiestan cierta distorsión en sus Las primeras teorías psicológicas de la depresión nacie-
interpretaciones, éstas algunas veces son correctas, ya que ron dentro del psicoanálisis, y subrayaban la baja autoestima
tales individuos se encuentran a menudo en circunstancias como síntoma clave del trastorno. Las teorías más clásicas
realmente negativas. entendieron la depresión como reacción a la pérdida del ob-
jeto amado. Esta pérdida provocaría deseos hostiles hacia ese
Por supuesto, la enumeración de estas ideas no resuelve objeto que, sin embargo, serían dirigidos hacia uno mismo
la construcción de una teoría útil y amplia de los trastornos como consecuencia de la introyección del objeto, dando lu-
depresivos. Faltaría, por supuesto, especificar para cada tipo gar a un exceso de autorreproches y sentimientos de culpa.
de trastorno depresivo las relaciones temporales y formales Las teorías psicodinámicas más recientes siguen postulando
que guardan entre sí tales elementos, así como las relaciones la pérdida del objeto amado como factor clave de la depre-
de estos elementos con los distintos síntomas depresivos, ta- sión, pero no comparten la hipótesis de la ira interiorizada.
rea que, como hemos visto a lo largo de este Capítulo, ha Para estos teóricos, las personas vulnerables a la depresión
adoptado diferentes formas para diferentes teóricos. La in- serían aquellas que desde la infancia, debido a pérdidas tem-
vestigación empírica tiene la última palabra a la hora de de- pranas del objeto amado, normalmente por rechazo, separa-
cidir qué teorías son las que mejor explican la realidad ción o muerte de los padres, han desarrollado una autoesti-
depresiva o las que permiten formularse mucho mejor las ma excesivamente dependiente de la aprobación y el afecto
preguntas encaminadas a su explicación. de los demás de tal modo que se ven incapaces de superar la
Finalmente, es importante señalar que aunque no he- frustración cuando por cualquier circunstancia son rechaza-
mos incluido en este capítulo ninguna teoría concerniente a dos, criticados o abandonados.
294 Manual de psicopatología, vol. II

En los años sesenta del siglo pasado, en plena expansión reducción sólo tiene efectos depresógenos en aquellas perso-
clínica del paradigma conductual, las teorías psicológicas de nas que manifiestan un déficit de conductas de autocontrol,
la depresión recalcan la reducción generalizada en la frecuen- incluyendo aquí aspectos totalmente cognitivos, como por
cia de las conductas como principal síntoma de la depresión. ejemplo, conductas de autoobservación y autoevaluación,
Según las teorías conductuales, esta reducción —y por tanto mientras que el segundo hace depender tales efectos de una
la depresión— sería la consecuencia de una pérdida de re- variable mediadora cognitiva, la autoconciencia.
fuerzos positivos contingentes a la conducta o de una pérdida Quizás como reacción a este exagerado énfasis de los sín-
en la efectividad de tales reforzadores. A su vez, tales pérdidas tomas cognitivos, algunas de las más recientes teorías psico-
podrían deberse a la combinación de diversos factores tanto lógicas han vuelto sus miradas hacia el ambiente, hacia los
ambientales (por ejemplo, la ruptura de un noviazgo) como factores interpersonales. Estas teorías, aun partiendo de algu-
intrapersonales (por ejemplo, falta de habilidades sociales). no de los enfoques teóricos anteriores (psicodinámico, con-
En los años setenta del siglo XX, con el advenimiento de ductual o cognitivo), resaltan el papel de las primeras expe-
la «revolución cognitiva», los psicólogos dirigieron su aten- riencias infantiles de apego en la configuración de factores
ción a los síntomas cognitivos de la depresión y subrayaron la de vulnerabilidad a la depresión; consideran como uno de
idea de que la depresión depende de cómo el individuo ve e estos factores las habilidades interpersonales que el indivi-
interpreta los acontecimientos que le ocurren. Este enfoque duo ha aprendido y que influyen en la cantidad de aconte-
es el que domina actualmente la conceptualización psicoló- cimientos estresantes que afrontará en su vida, y, por últi-
gica de la depresión, existiendo una gran variedad de teorías mo, señalan la importancia que tiene la respuesta de las
que señalan distintos elementos cognitivos como críticos en personas significativas del entorno en la duración y grave-
la explicación de la depresión, aunque entre todas ellas des- dad del trastorno.
tacan dos: la teoría de Beck y la teoría de la desesperanza. Aunque existen muchas teorías psicológicas de los tras-
Para Beck, la depresión se caracteriza por un procesa- tornos depresivos unipolares, hay elementos comunes entre
miento negativamente distorsionado de la información del ellas y, en algunos casos, claramente redundantes. La consi-
entorno, procesamiento que se concreta en una visión nega- deración tanto de estas semejanzas como de las diferencias
tiva del yo, del mundo y del futuro (tríada cognitiva negati- sugiere que cualquier teoría unifactorial de la depresión di-
va), que sería responsable del mantenimiento y exacerba- fícilmente podrá explicar la complejidad y heterogeneidad
ción del resto de síntomas depresivos. Este tipo de de los trastornos depresivos, y que las teorías más útiles pa-
procesamiento tendría lugar tras la aparición de un suceso recen ser aquellas que integran diferentes factores (cogniti-
estresante en aquellas personas que tienen actitudes disfun- vos, conductuales, ambientales, biológicos, etc.) en modelos
cionales para interpretar la realidad y que además exageran el de diátesis-estrés.
valor de ciertos acontecimientos vitales. Teasdale comparte En cuanto a los trastornos bipolares, se asume que su fase
en buena medida la visión de Beck, pero subraya que la cla- depresiva se puede explicar a partir de las teorías anteriores,
ve de la depresión está en si ese procesamiento aparece o no mientras que para su fase maníaca apenas existen modelos y
una vez que el individuo está en un estado de ánimo depri- éstos están muy poco elaborados. Por ejemplo, las teorías
mido, ya que asume que el tipo de sucesos que a la postre psicodinámicas han sugerido que la manía sería un mecanis-
provoca una depresión clínica es capaz de producir al menos mo de defensa del individuo frente a acontecimientos físicos
un estado de ánimo deprimido transitorio o leve en la ma- o psíquicos dolorosos, incluyendo la propia depresión o sus
yoría de las personas. sentimientos de baja autoestima. Por su parte, Beck ha for-
La teoría de la desesperanza lleva hasta su último extre- mulado una teoría cognitiva de la manía en términos simila-
mo la importancia dada a los síntomas cognitivos postulan- res a su teoría de la depresión, aunque en ese caso los ele-
do una nueva categoría de depresión: la depresión por de- mentos cognitivos del modelo (actitudes disfuncionales,
sesperanza. Este tipo de depresión aparecería en aquellos tríada cognitiva, etc.) estarían centrados en temas de gran-
individuos que experimentan desesperanza cuando les ocu- diosidad y excesivo optimismo.
rre un suceso vital negativo, desesperanza a la que es más
probable que lleguen las personas con un estilo atribucional
global, estable e interno para los sucesos negativos (estilo IX. TÉRMINOS CLAVE
atribucional depresógeno). Junto al estilo atribucional, otro
estilo netamente cognitivo relevante para entender el man- Actitudes disfuncionales: En la teoría cognitiva de Beck, creen-
tenimiento o exacerbación de la depresión es el estilo rumia- cias tácitas y reglas vitales estables del individuo acerca de sí
tivo de respuesta ante la depresión que conduce a la persona mismo y del mundo que son de carácter rígido y poco realista,
que lo posee a sufrir durante más tiempo y con mayor inten- y que en la depresión establecen contingencias casi imposibles
para la autovalía, mientras que en la manía exageran los aspec-
sidad dichos síntomas que aquellas otras personas que son
tos positivos y elevan la autoestima.
capaces de distraerse de ellos. Autoconciencia: Estado transitorio y situacional de autofocaliza-
Las influencias cognitivas también alcanzaron a las teo- ción. Cuando se habla de una tendencia estable a la autofocali-
rías conductuales. Por ejemplo, aunque tanto Rehm como zación se utiliza en término muy similar, autoconsciencia.
Lewinsohn conciben a la depresión como respuesta a la re- Autocontrol: Procesos de regulación de la propia conducta que
ducción de reforzadores positivos, el primero señala que esta implican la manipulación de aspectos situacionales y la dis-
Capítulo 10 Trastornos del estado de ánimo: Teorías psicológicas 295

posición de contingencias y consecuencias alternativas para Esquemas cognitivos depresógenos: En la teoría cognitiva de
así obtener metas a largo plazo, y que suelen incluir tres fases: Beck, estructuras cognitivas latentes que dirigen la percepción,
autoobservación, autoevaluación y autorreforzamiento. codificación, organización y recuperación de la información
Autofocalización: Proceso que consiste en dirigir la atención del entorno y que, al contener almacenadas actitudes disfun-
sobre cualquier aspecto de sí mismo (por ejemplo, las propias cionales de contenido depresivo, hacen vulnerables a la depre-
sensaciones físicas, emociones o pensamientos, o las metas que sión a los individuos que las poseen, induciéndoles a errores
uno se ha establecido) y ser consciente de la información gene- cognitivos.
rada internamente, en contraposición a dirigir la atención a los Estilo atribucional depresógeno: La tendencia a atribuir los
estímulos ambientales y tomar conciencia de la información sucesos incontrolables y aversivos a factores internos, estables
del exterior obtenida a través de los receptores sensoriales. y globales, tendencia que en la Teoría reformulada de la inde-
Autonomía: En la teoría de Beck, dimensión de personalidad que fensión aprendida y en la Teoría de la desesperanza es un factor
incluye actitudes y creencias que implican una consideración de vulnerabilidad cognitiva a la depresión.
muy elevada de la independencia, la libertad de acción, la au- Estilo de respuesta rumiativo a la depresión: Tendencia a dar
todeterminación y el logro de metas propias. respuestas rumiativas ante la depresión que es un factor de
Causa contribuyente: Un factor etiológico que incrementa la manteniento o exacerbación de la depresión en la Teoría de
probabilidad de que un conjunto de síntomas aparezca, pero Nolen-Hoeksema.
que no es ni una causa suficiente ni necesaria para que tales Indefensión aprendida: Patrón de cambios conductuales que se
síntomas se den. produce cuando a un individuo se le expone a una situación
Causa necesaria: Un factor etiológico que debe estar presente o donde no existe relación alguna entre sus respuestas y la apa-
debe haber ocurrido para que un conjunto de síntomas aparez- rición de consecuencias ambientales negativas, y que se carac-
ca, de forma que los síntomas no pueden aparecer si este factor teriza fundamentalmente por la dificultad en aprender nuevas
etiológico está ausente o no ha ocurrido, pero esto no implica respuestas que producen una mejora de la situación.
que siempre que este factor esté presente o haya ocurrido deban Introyección: En la teoría de Freud, el proceso por el que una
aparecer los síntomas. persona deprimida se identifica con la persona u objeto ama-
Causa suficiente: Un factor etiológico cuya presencia u ocurrencia do que ha perdido interiorizando una representación de ese
garantiza la aparición de un conjunto de síntomas, aunque no objeto.
es necesario para que los síntomas aparezcan que este factor Kindling: Término inglés que se refiere a un método experimen-
esté presente o haya ocurrido. tal para inducir crisis epilépticas mediante una estimulación
eléctrica subumbral repetida que acaba por producir descargas
Depresión anaclítica: Tipo de depresión en el que el paciente está
y crisis generalizadas, espontáneas y recurrentes. Se puede tra-
fundamentalmente preocupado por las relaciones interperso-
ducir como «activación inducida propagada» y ha sido aplicado
nales y muestra una excesiva dependencia emocional de los
como una analogía de la sensibilización al estrés que se puede
demás. A este nivel descriptivo, el término es equivalente al de
ver en los trastornos del estado de ánimo. En la teoría de Teas-
depresión dominada por el otro, depresión dependiente o depresión
dale, ha sido reconceptualizado en términos cognitivos para
sociotrópica.
aludir a que la reactivación continua de los nodos cognitivos
Depresión introyectiva: Tipo de depresión en el que el paciente
negativos provoca que la activación de un solo nodo active la
está fundamentalmente preocupado por cuestiones de logro, red cognitiva negativa entera.
autodefinición, independencia y autovalía. A este nivel descrip- Mecanismos de defensa: En la teoría psicoanalítica, procesos
tivo, el término es equivalente al de depresión dominada por las inconscientes que el yo emplea para defenderse de conflictos
metas, depresión autocrítica o depresión autonómica. dolorosos (que le provocan ansiedad). Estos procesos implican
Desesperanza: En la teoría de la desesperanza, la expectativa autoengaño y distorsión de la realidad y son, por ejemplo, la
negativa acerca de la ocurrencia de un suceso valorado como racionalización, la proyección o la regresión.
muy importante unida a sentimientos de indefensión sobre la Modelo de diátesis-estrés: Un modelo teórico que propone que
posibilidad de cambiar la probabilidad de ocurrencia de ese ciertas características específicas de algunos individuos hacen
suceso. a éstos más propensos a un trastorno psicopatológico tras la
Distorsión cognitiva: Un juicio o conclusión que no está de aparición de acontecimientos ambientales estresantes. Esas ca-
acuerdo o es inconsistente con alguna medida comúnmente racterísticas serían, pues, factores de vulnerabilidad (diátesis).
aceptada de realidad objetiva y que por lo tanto se considera Pensamientos automáticos: En la teoría cognitiva de Beck, ideas o
erróneo respecto a esa realidad objetiva. Según la teoría de imágenes de contenido negativo en la depresión y de contenido
Beck, los individuos depresivos presentan una distorsión ne- excesivamente optimista en la manía, que son estereotipadas,
gativa en su percepción de sí mismos, del mundo y del futuro, de aparición repetitiva e involuntaria, difíciles de controlar,
de forma que, por ejemplo, erróneamente infieren que son dañinas psicológicamente, y que son plausibles al individuo en
personas «que no valen para nada» en ausencia de datos que el momento de su aparición.
apoyen tal conclusión o incluso cuando los datos contradicen Reforzamiento: En el condicionamiento operante, la presentación
tal conclusión. de recompensas (reforzamiento positivo o entrenamiento de
Errores cognitivos: En la teoría cognitiva de Beck, errores siste- recompensa) o la retirada de castigos (reforzamiento negativo
máticos en la forma de procesar la información (por ejemplo, o entrenamiento de escape/evitación) para incrementar la pro-
inferencias arbitrarias, abstracción selectiva) que en los tras- babilidad de una respuesta.
tornos emocionales aparecen con mayor frecuencia y resultan Regresión: Un mecanismo de defensa que consiste en la vuelta
en pensamientos e ideas disfuncionales (por ejemplo, pensa- a un nivel evolutivo anterior, a un modo de comportamiento
mientos automáticos) que son congruentes con las actitudes más infantil, cuando el individuo se encuentra ante alguna
disfuncionales que subyacen a dichos trastornos. frustración o situación de estrés.
296 Manual de psicopatología, vol. II

Respuestas rumiativas a la depresión: Conductas y pensa- XI. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS


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