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Francisca Ortega L.

IV. B
Educación Ciudadana
Claudio Rojas

Adultos mayores
“Situación actual en nuestro país”

La Ley Nº 19.828 que crea el Servicio SENAMA define como adulto mayor a toda persona
que ha cumplido los 60 años, sin diferencia entre hombres y mujeres.
Según el Censo 2017, en nuestro país a esa fecha había 2.003.256 adultos mayores
(población efectivamente censada), es decir, un 11,4% del total de la población país, la
mayoría empadronada en la Región Metropolitana (767.377 personas), Valparaíso
(247.113) y Biobío (183.145).

Para 2019, de acuerdo con las proyecciones de población realizadas sobre la base de ese
operativo censal, el número de adultos mayores se estimó en 2.260.222 personas, cifra
que representa el 11,9% del total de la población del país. Las regiones con mayor
cantidad de adultos de 65 años y más -según esa proyección- son la Metropolitana, con
867.866 (11,0% del total de la población de esa región); Valparaíso, con 274.260 personas
(14,2% del total local), y Biobío, con 205.720 (12,4%).
Para 2035, sin embargo, se prevé un importante aumento de este grupo etario, que se
compondrá de 3.993.821 adultos, los que equivaldrán al 18,9% del total de la población.
Es más, las proyecciones indican que ese año todas las regiones evidenciarán un proceso
creciente de envejecimiento poblacional. La RM tendría 1.485.799 de adultos mayores
(16,8% del total de población de esa región), en Valparaíso vivirían 480.558 personas de
ese grupo etario (22,2% del total local) y en Biobío, 361.725 (21,2% del total regional).

Nuestro mundo ya hace unas décadas, y debido a los adelantos en salud, se vio
enfrentado al incremento de la esperanza de vida y el progresivo envejecimiento
poblacional. Asimismo, los adultos más grandes son todos los días más longevos
comparado a décadas atrás, lo cual se ve reflejado en el incremento de los individuos más
grandes a 80 años. Una situación que frecuentemente conlleva al peligro del crecimiento
de las patologías crónicas, alteraciones sensoriales, discapacidad servible y separación
social, los que predisponen además a patologías sicológicas. Resultado de esto, produce
hábitos alimentarios inadecuados con el consiguiente desequilibrio entre los nutrientes
que necesitan y los que consumen, incrementando los efectos de enfermedades que
permanecen sufriendo y estimulando a desequilibrios del sistema inmunitario, viable
malnutrición, así sea por déficit o exceso.

Desafortunadamente este proceso se ve agravado por el cambio de la conformación de el


núcleo familiar en dichos días, a partir de familias bastante extensas en las cuales los
adultos más grandes continuaban siendo parte de ellas y el centro de esta sociedad, a
familias pequeñas conformadas solo por papás e hijos separados de sus adultos más
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grandes. Aspecto que involucra frecuentemente soledad en el individuo más grande y el
valerse por sí solos en puntos domésticos, económicos, legales y otros.

Por lo anterior el Servicio Nacional del Maduro Más grande (SENAMA), llama a la sociedad
chilena a respetar los derechos de los individuos más grandes, su soberanía e fomentar su
colaboración social a lo largo de el mes de junio, una vez que se conmemora el Mes del
Buen Trato a los individuos Más grandes.

En medio de éstos derechos destaca la ingesta de alimentos, la cual debería ser: variada,
balanceada, segura, higiénica, accesible, económica, brindada en un ámbito acreedor. En
la situación del maduro más grande la correcta ingesta de alimentos que otorgue los
requerimientos nutricionales, es una de las cambiantes que beneficia la mejor calidad de
vida en todo sentido previniendo enfermedades o reduciendo el efecto de las que ya
permanecen presentes, y debería de estar adaptada a los hábitos alimentarios de éste.

En conclusión, que un maduro más grande se encuentre inserto en un clima de acogida y


escucha, ingesta de alimentos correcta, motivado a hacer actividad física y participar en su
sociedad, es impulsar un estilo de vida sana y con ello una mejor calidad de vida para el
individuo más grande. No solo brindemos más años de vida, sino vida de calidad y
dignidad, inmunitario, viable malnutrición, así sea por déficit o exceso.

Sea como sea la mirada bajo la cual nos sentimos más ubicados, es entendible que hay un
estancamiento ya hace una época en varias materias de urgencia. En este sentido, se
necesita ser capaz de reconocer y evaluar el incremento de parte de los de Chile en pos de
conseguir una sociedad que cumpla con esas necesidades mínimas establecidas en los
Derechos Humanos.

En esta misma línea, desde 2018 se implementa el Plan Nacional de Derechos Humanos
(PNDH), el cual es coordinado por la Subsecretaría de Derechos Humanos y contempla 15
áreas1. A lo largo de este texto, nos centraremos en:

“Personas Adultas Mayores”, específicamente “Meta 2: Promover una vida digna para las
personas mayores (prevención de la violencia, pensiones dignas, situación de calle)”.

La importancia de esta meta radica en que su no cumplimiento, transgrede derechos


fundamentales que no solamente son parte de importantes tratados internacionales
como la Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las
Personas Mayores (en particular el Artículo 6°), sino que también ciertos derechos
constitucionales del Artículo 194, tales como:
● Número 1, Párrafo 1, en el que se establece “El derecho a la vida y a la integridad física y
psíquica de la persona”;
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● Número 7, Inciso h, en el que se establece que “No podrá aplicarse como sanción la
pérdida de los derechos provisionales” ;
● Número 9, Párrafos 1 y 2; que establecen “El derecho a la protección de la salud” y que
“El Estado protege el libre e igualitario acceso a las
acciones de promoción, protección y recuperación de la salud y de rehabilitación del
individuo.”
● Número 18 en su totalidad, en el que se protege “El derecho a la seguridad social” y se
establece que “La acción del Estado estará dirigida a garantizar el acceso de todos los
habitantes al goce de prestaciones básicas uniformes...”, esto entre otras cosas.
Sin embargo, cabe recalcar que en cuanto a situación de calle, no existe un derecho
constitucional que proteja a los adultos mayores en esta situación.
En este sentido, para promover la vida digna de los adultos mayores, y en particular su
bienestar en materia de salud y previsión, existen instituciones públicas tales como el
Servicio Nacional del Adulto Mayor (SENAMA), el Ministerio de Salud (MINSAL) y el
Instituto de Previsión Social (IPS).
En primer lugar, el SENAMA fue creado por la Ley 19.828, y entró en funciones en enero
del 2003. Tiene como misión “Promover y contribuir a un envejecimiento positivo,
mediante la implementación de políticas, programas, articulación intersectorial y alianzas
público-privadas”. Se encuentra bajo la supervisión del Ministerio de Desarrollo Social y
Familia.
Sus funciones están establecidas en el artículo N°3 de la Ley antes mencionada, que los
nombra detalladamente en incisos de la a) a la l) y que pueden ser resumidos en el primer
párrafo del mismo artículo, el cual dice que “El Servicio se encargará de proponer las
políticas destinadas a lograr la integración familiar y social efectiva del adulto mayor y la
solución de los problemas que lo afectan”.
Las acciones realizadas por esta institución son variadas, dentro de las cuales se destacan
el subsidio a los Establecimientos de Larga Estadía para Adultos Mayores (ELEAM) sin fines
de lucro7, el Programa Buen Trato al Adulto Mayor8 y el Programa Envejecimiento
Activo9, generando protección en cuanto a la situación de calle, protección frente a la
violencia y permitiendo el desarrollo integral en esta etapa de la vida, respectivamente.
Luego, podemos encontrarnos con el MINSAL, que si bien aporta además a la salud de
otros grupos etarios, establece que “La misión de este ministerio es construir un modelo
de salud sobre la base de una atención primaria fortalecida e integrada, que pone al
paciente en el centro, con énfasis en el cuidado de poblaciones durante todo el ciclo de
vida, y que además estimule la promoción y prevención en salud, así como el seguimiento,
trazabilidad y cobertura financiera” y por tanto, también tendría un fuerte impacto en
cuanto al cuidado de los adultos mayores, y en especial podemos decir que promueve una
vida digna para los mismos.
Entre las funciones de la institución que inciden directamente en la calidad de vida de la
tercera edad se encuentran los Números 1 incisos a y b, 4, 5 y 8 del Decreto con Fuerza de
Ley N°111, artículo 4°, los cuales le otorgan la formulación y evaluación de planes y
programas sanitarios, definición de objetivos nacionales sanitarios, vigilancia y evaluación
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de la salud pública, trata y mantención de estadísticas sanitarias, y la actualización de los
lineamientos estratégicos del sector de salud. Si bien nuevamente esto es muy general,
incide en el hecho de que se tiene un objetivo nacional, planes de prevención, se hace
vigilancia continua y se tiene una estadística debido a estas funciones mencionadas.
Ahora bien, lo mencionado anteriormente se puede percibir en las acciones que realizan,
como por ejemplo el Examen de Medicina Preventiva del Adulto Mayor (EMPAM), la
Evaluación del Plan Nacional de Demencia y el Programa Nacional de Salud de la Mujer,
estando las últimos contempladas dentro de las acciones en pos de la Meta 22. Esto, ya
que el abordar estas problemáticas permiten a los adultos mayores permanecer un mayor
tiempo siendo independientes y garantizando así una mejor calidad de vida.
Finalmente, el IPS fue creado en el artículo 53 de la Ley 20.255 por el cual sustituyó al
Instituto de Normalización Previsional. Su visión es “Ser el referente nacional en atención
integral y de excelencia, con calidad y calidez, acercando la seguridad social y
garantizando el acceso universal de sus beneficios a las personas, en un ambiente de trato
digno”.
En esta misma línea, las funciones que cumple están establecidas en el artículo 55 de la ya
mencionada ley13, siendo de importancia directa lo nombrado en los Números 1, 5 y 6;
los cuales mencionan que es este ente quien debe “Administrar el sistema de pensiones
solidarias, conceder los beneficios que éste contempla, cesarlos o modificarlos”, “Realizar
diagnósticos y estudios actuariales y aquellos relativos a temas propios de sus funciones” y
“Administrar los regímenes previsionales de las cajas de previsión y del Servicio de Seguro
Social...” incidiendo directamente en la calidad de las pensiones.
Por tanto, sus principales acciones tienen que ver con que por ejemplo “entrega
beneficios y servicios previsionales y sociales, a través de su red de atención
ChileAtiende”, además de que presta servicios de atención, concede, paga, y mantiene
beneficios previsionales, complementarios y regímenes especiales, recauda, distribuye,
compensa y registra cotizaciones y se encarga del servicio de pago masivo de beneficios
de seguridad social y demás prestaciones sociales ordenadas por ley15.
Además de estas instituciones públicas, actualmente también existen distintas
organizaciones de la sociedad civil que aportan en el área de adultos mayores, como el
Hogar de Cristo, la fundación Reconocer, la fundación Las Rosas, entre otras cuántas.
El Hogar de Cristo fue fundado por el Padre Alberto Hurtado el 19 de octubre de 1944, y
desde entonces, su misión dice que la institución “acoge con amor y dignidad a los más
pobres entre los pobres, para ampliar sus oportunidades a una vida mejor. Convoca con
entusiasmo y vincula a la comunidad en su responsabilidad con los excluidos de la
sociedad”16. Esto se conecta directamente con la tercera edad, ya que como aparece en
la misma página de la organización “existe una estrecha relación entre envejecer y estar
en situación de dependencia ya sea leve, moderada o severa”17. Por lo mismo, si bien
actualmente tiene diferentes enfoques en donde ayudar, una de las principales son los
adultos mayores que sufren de marginación social y pobreza.
Como organización de la sociedad, su responsabilidad con la misma es visible
principalmente en su misión, ya que dice que la organización vincula a la sociedad con su
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responsabilidad con los excluidos. Con respecto a la gente de tercera edad, se indica que
“Hogar de Cristo reconoce a los adultos mayores como sujetos de derechos, ciudadanos
activos e incluidos. Nuestra red de servicios fomenta el desarrollo y mantención de las
funcionalidades de los adultos mayores, favoreciendo sus capacidades individuales,
familiares y comunitarias, para desde ahí mejorar su nivel de inclusión social y calidad de
vida”.
En lo que respecta a sus acciones por este grupo, cuentan con programas que ayudan a
gente de tercera edad en situación de pobreza y exclusión social, según sea el nivel de su
dependencia (leve, moderada, o grave) y si poseen apoyo familiar. Dentro de estos se
cuentan Centros de Encuentro

Especializado, Programas de Atención Domiciliaria Especializadas, y Residencias para


Adultos Mayores. Creemos que estas acciones sirven para avanzar con la meta propuesta
por el Ministerio de Justicia, ya que el Hogar de Cristo muestra una preocupación en sacar
a la gente adulta mayor de la dependencia y pobreza, además de la situación de calle, y
ayudarles a tener en fin de cuentas, una vida más digna.
Por otro lado, podemos encontrar a la Fundación “Reconocer”, la cual fue creada por la
Cámara Chilena de la Construcción (CChC) a finales del 2005, con la misión de “Contribuir
a un envejecimiento activo y saludable de los adultos mayores jubilados de la
construcción, colaborando para satisfacer sus necesidades económicas, previsionales, de
salud física y mental”
En lo que respecta a las funciones de la institución, podemos ver que dentro de lo que
realizan es el acoger a los jubilados de la construcción más vulnerables, económica y
socialmente, contribuyendo en la economía, previsión, y salud de los mismos19. De este
modo, sus funciones apuntan al desarrollo de una mejor calidad de vida y de pensiones
más dignas.
Las acciones que realiza esta fundación se ven clasificadas en 4 divisiones, siendo estas
“Ayuda Social”, la cual se encarga de ayudar de forma económica a adultos mayores en
gastos de medicamentos o mercadería, aportándoles $20.00020, “Envejecimiento
Saludable”, que ayuda a la gente de tercera edad a tener más acceso a programas y
preventivos de salud, tales como operativos oftalmológicos, programas pluripatológicos,
programas diabéticos, y muchos más, “Envejecimiento Activo”, donde les dan
oportunidades para recrearse y capacitarse , y “Envejecimiento Positivo”, que se preocupa
por darles orientación a estas personas en su proceso de jubilación y en mejorar su
calidad de vida en caso de tener problemas de vivienda23 .
Si revisamos en el ámbito de la salud, podemos ver un avance en la vida digna con la ley
N°19.996, ya que el año 2019, por medio del decreto 2226 se aprueban las garantías
explícitas en salud, además de que en ese año es incluido en el plan GES el Alzheimer y
otros tipos de demencias. Esto es un paso importante, porque, según datos de la
COPRAD27: “En Chile, actualmente 1,06% de la población (180.000 personas) presentan
Alzheimer u otra demencia. En 2050, 3.10% de la población (626.000 personas) tendrá
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Alzheimer u otra demencia. Con 3.432 defunciones anuales es la cuarta causa específica
de muerte en Chile (OMS, 2009)”.
También, de parte del gobierno, podemos hablar de cómo se presentó un proyecto de ley
a finales del 2020, motivando “el envejecimiento positivo”, el cual promueve “(...) el mejor
interés del adulto mayor; la dignidad, independencia, protagonismo y autonomía del
adulto mayor; la igualdad y no discriminación; la participación, integración e inclusión
plena y efectiva del adulto mayor en la sociedad”, siendo algo ejemplar para avanzar en la
meta seleccionada.

Entonces, analizando toda esta información dada previamente, tenemos la posibilidad de


mencionar en conclusión que realmente, existe un desarrollo en nuestra meta tanto en
cierta medida del Estado como a partir de la misma sociedad civil, y lo tenemos la
posibilidad de ver pese a las críticas que se acostumbran ofrecer por las condiciones en las
que viven en la actualidad.

Si revisamos dentro de la salud, tenemos la posibilidad de ver un desarrollo en la vida


digna con la ley N°19.996, debido a que el año 2019, por medio del decreto 2226 se
otorgan las garantías explícitas en salud, además de que en dicho año es integrado en el
proyecto GES el Alzheimer y otros tipos de demencias. En otras palabras un paso
fundamental, pues, según datos de la COPRAD27: “En Chile, en la actualidad 1,06%
poblacional (180.000 personas) muestran Alzheimer u otra demencia. En 2050, 3.10%
poblacional (626.000 personas) va a tener Alzheimer u otra demencia. Con 3.432
defunciones anuales es la cuarta causa específica de muerte en Chile (OMS, 2009)”.

Además, de parte gubernamental, tenemos la posibilidad de dialogar de cómo se


manifestó un plan de ley a fines del 2020, motivando “el envejecimiento positivo”, el cual
promueve “(...) el mejor interés del maduro más grande; la dignidad, libertad,
protagonismo y soberanía del maduro más grande; el equilibrio y no discriminación; la
colaboración, unión e integración plena y positiva del maduro más grande en la
sociedad”28 , siendo algo ejemplar para continuar en la meta elegida.

Finalmente, además tenemos la posibilidad de resaltar adelantos debido a la sociedad


civil, pues, además de los ejemplos dados previamente, además se puede tener en cuenta
las iniciativas financiadas en el año 2018 por “Cuaresma Fraternidad” durante Chile, las
cuáles fueron enfocadas únicamente en adultos más grandes, como por ejemplo producir
instancias de apoyo y orientación, mejorar la calidad de vida en domicilios de extensa
estadía, ayudar a diversas personas de tercera edad con medicamentos y alimentos, entre
más proyectos, demostrando el gran aporte que puede hacer la sociedad para nuestros
propios más grandes.

Ahora bien, el producido de que existan adelantos en dichos últimos años en relación a
los individuos adultas más grandes, esto no supone que las cosas se encuentren resueltas.
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Como se comentó en la parte del Hogar de Cristo, envejecer está poderosamente
referente a los niveles de pobreza. Además, el mismo Sebastián Piñera comentó a lo
extenso de la rendición de cuentas 2021 “...estas 3 décadas de desarrollo además dejaron
grietas e individuos postergadas, que debemos reconocer y admitir. Ellas, ellos, hoy nos
interpelan y con justa razón. Ejemplificando, fuimos ingratos con nuestros propios adultos
más grandes...” 30

Como de Chile todavía queda un extenso camino, que de a poco va a ser recorrido por
nuestras propias generaciones hasta conseguir un Estado que cumpla con los derechos
que se merecen.

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