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2. El teatro en el exilio.
El teatro del exilio, desarrollado especialmente en México y Argentina desde los años de
posguerra, presenta diferencias estéticas con el cultivado en España . Así, en Buenos Aires
triunfa la más conoci da a ctri z de la época r epu blica na, Margarita Xirgu, quien estrenó allí
obras tan significativas del teatro español como El adefesio, de Alberti, La dama del alba, de
Casona, y La casa de Bernarda Alba, de Lorca. A los dra maturgos qu e marcharon fuera de
Espa ña, como J acinto Grau, Raf ael Al berti, José Bergamín, Rivas Cherif, hay que añadir
los nombres de:
• Max Aub. Entre sus tema s destacan la Guerra Civil, los ca mpos d e concentración, el
nazi smo y su s secuelas, el exilio… Como en Morir por cerrar los ojos...
• Alejandro Casona escribió una veintena de piezas dramáticas en sus años de exilio.
Entre ellas, destacan Prohibido suicidarse en primavera y La dama del alba.
A) El drama burgués, conti nuaci ón de la comedia bena vent ina , que defiende valor es
conserva dores en piezas de correcta construcción y diálogos elega ntes. Sobresale el tema del
amor para exaltar la familia, el matrimonio, el hogar… Dramaturgos de esta corriente son: J o s é
M a r í a Pe mán, Eduardo M arquina, J o a q u í n Calvo Sotelo, Juan Ignac io Luc a de Te na
(¿Dónde vas, Alfonso XII?) …
➢ Mig uel Mihura escribi ó en 1932 Tres sombreros de copa, pero la obra per ma neció
si n ser representada hasta veint e años má s tarde. El fracaso de la obra en los años 30
cortó las alas literarias de Mihura, que no r egr esó al t eatr o ha sta los años cincuenta.
Pese a la habilidad dramática e ingenio de su autor, en sus obras posteriores
r esulta n frecu entes las concesi ones melodra mática s y la sua vización de toda crítica .
Algunas piezas de este período son Melocotón en almíbar, Maribel y la extraña familia.
LENGUA CASTELLANA Y LITERATURA II 2º BACHILLERATO CURSO 2018-19
➢ Enrique Jar diel Poncel a r omperá con las forma s tradiciona les del hu mor por
al ejar se de la lógica, la huida del tópico y por su libr e concepción de la técni ca t eatral y
del espa cio escénico.. Sin embargo, chocará con u n público y una críti ca cerra das a su
origi nalidad. Eloísa está debajo de un almendro es una de sus obras más conocidas.
C)Teatro de tono existencial, intenta dar fe del malestar vital y de la desolada realidad del
momento desde un enfoque existencial. Historia de una escalera (1949) de Antonio Buero Vallejo
supone un giro radical frente al teatro dominante de tono costumbrista y evasivo: la escalera de una
casa de vecindad contempla cómo tres generaciones se ven el imposibilidad de mejorar su situación
económica y social. La escalera, que no conduce a ninguna parte, es el símbolo de la inmovilidad,
que acaba fatalmente con los deseos de los personajes
• Antonio Buero Vallejo. Al obtener el Premio Lope de Vega en 1949 con Historia
de una escalera, se convirtió en un dra maturgo impresci ndible durante décadas en la
escena española. Su produ cción está marca da por el compr omi so ante los tema s
hu manos. El género adopta do por Buero es la tra gedia, e n l a q u e no ofrece
soluciones, pla ntea ndo a sí el dilema de cómo resolverl os. El lenguaje de los diál ogos se
caract er iza por su hondura, densida d y preci sión. El espa ci o escénico suele estar
descrito con minuciosidad en la s a cotaciones, que adquieren una si gni fica ción
si mbólica concreta , como en E l tragaluz.
Aparte de las obras mencionadas, desta can los drama s históri cos, Un soñador para
un pueblo; y los dra mas de per sonaj es con li mi taci ones física s (ceguera, sordera u
otras) simbolizan las limitaciones humanas para enfrentarse con la realidad, E n la
ardiente oscuridad . En su s obras post er ior es a 1970 puede señalarse un ma yor
propósito experi mental, en consonancia con la literatura de la época (La Fundación).
Junto a Buero y Sastre, otros dra maturgos en cuya s obra s es patente la crítica social
son Lauro Olmo (La camisa), José M aría Rodr íguez Méndez (Los inocentes de la
Moncloa ), José Martín Recuerda (Las salva jes en Puente San Gil), C arlos M uñiz (El tintero)
o extremeño Manuel Martínez Mediero (Las hermanas de Bufalo Bill).
Pero, como ya hemos dicho, no es este teatro crítico el más habitual en las salas
españolas de los años cincuenta y sesenta, sino un teatro de consumo que oscila entre el
melodrama conformista y el humor intrascendente, como Alfonso Paso (Viuda ella, viudo él)
autor de más de un centenar de comedias, cuyos rasgos característicos son la fácil intriga y
la ideología reaccionaria.