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Tema 5.

Defensa de la fe, aniquilando a la filosofía:


filosofía al servicio de la fe. Tertuliano.

Tertuliano
Nació en el 155 y murió en el 222. Tuvo padres paganos y desde el principio
tuvo una vocación filosófica muy clara, especialmente hacia la divinidad. Eso le hizo
recorrer las distintas escuelas filosóficas del momento, buscando una respuesta. Pero
ninguna de esas escuelas lo hizo convertirse al cristianismo. Murió abrazando una
herejía: el montarismo. Es claro que murió siendo un hereje.
El montarismo es una doctrina creada por un tal Montano, que se creyó
poseído por el espíritu de Dios para anunciar el fin del mundo. Tuvo mucha
importancia en su momento.

El apologético, Las preescripción de los herejes, De ánimas son sus obras


principales.

Teoría

La fe es absolutamente cierta y toda la filosofía es turbia. La filosofía solo puede


ser útil si se somete por completo al conocimiento de la fe.

La filosofía pretende conocer la verdad, cuando en realidad, solo la corrompe.


Para Tertuliano, Sócrates no aporta nada al conocimiento válido del cristianismo. Pero
Aristóteles sale aún peor parado. Lo llama “el Miserable” porque, no solo no aporta
nada, sino que encima desvía del camino del cristianismo.

Tertuliano afirma que es posible encontrar una cierta verdad en el pensamiento


griego. “Naturalmente no negaremos que, a veces, los pensadores griegos han
pensado como los cristianos”. Aquello que pensaron que es coherente con el
pensamiento cristiano, es válido. Le da un valor especial al estoicismo. De Séneca habla
como “el Sabio”.
Tertuliano sí hace filosofía. El libro de Ánimas, es un libro de filosofía. Sus textos deben
ser contextualizados. Se defendió de los ataques combatiendo todo el pensamiento
filosófico. Aunque él no era tan radical, sino que era una defensa. Él hace filosofía,
pero no le convenía ponerlo de manifiesto.

Antropología

Tetuliano se mueve dentro de una tendencia filosófica general propia de su


contexto, que es la tendencia a ofrecer un conocimiento de la divinidad partiendo del

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estudio del macrocosmos, pero también y, especialmente, partiendo del microcosmos
—del alma como el conjunto de lo diverso.
Propone un conocimiento de la naturaleza de Dios a partir del conocimiento del
alma, de la Antropología.

La gran aportación de Tertuliano es que podemos conocer a Dios en su


existencia y su naturaleza en nuestra propia alma, siempre y cuando desvinculemos a
esa alma de todo aquello que no sea natural. Contemplar el alma desnuda.
El mismo alma nos revela que es imagen de Dios, pero debe ser liberada de
cualquier prejuicio. El alma es naturalmente cristiana, porque en su propia naturaleza
se revela imagen de Dios.
El alma es microcosmos en su estado natural en cuanto que está desvinculada
de todo prejuicio.
Cuando se ha contemplado al alma en su estado primigenio, se puede construir
toda una teología y conocimiento real de la existencia de la naturaleza de Dios.

Estamos llamando al alma para tener experiencia de nosotros y si lo


conseguimos, da igual cómo hayan concebido al alma, porque va a ser ella la que se
presente tal cual.

Tenemos en él el antecedente más remoto del existencialismo actual. Se trata


de experimentar el propio yo, la vivencia del propio yo. Entendiendo como yo el alma.
Vivir mi propio ser, porque solamente a partir de ahí se puede construir un
conocimiento fiable de Dios y su naturaleza.

Una vez que el alma ha compadecido ante nosotros, a partir de ahora es


cuando podemos ofrecer un conocimiento objetivo del alma.
En primer lugar, encontramos la antropología existencial (ese testimonio del
alma) y luego la antropología objetiva (ver, describir; cómo es esa alma).

Cualidades del alma:

1. El alma es un principio espiritual que surge como un aliento de Dios. El alma


es creada. Tiene un principio, surge en un momento dado. Entiende la
naturaleza espiritual del alma en un sentido etimológico, porque para él, el
alma es material en su naturaleza (era bastante estoico). Él no niega que el
alma, a diferencia del cuerpo, sea invisible. Por eso recurre al éter.
2. La otra cualidad del alma es la unidad. Insiste mucho en la unidad del alma.
El alma y el espíritu son lo mismo. El alma humana es de naturaleza
espiritual porque esa es su naturaleza. Para Tertuliano, alma y espíritu es lo
mismo. La inteligencia es una de las facultades de este principio.
3. Tertuliano niega cualquier forma de determinismo antropológico. El alma
individual es absolutamente libre y dueña de su destino.

El origen

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Tertuliano niega explícitamente la teoría platónica del olvido. Él niega la
preexistencia de las almas. El alma surge en el momento en que el individuo es
concebido. Por lo tanto, no puede hablarse de ningún olvido. En ese momento surge el
cuerpo y el alma de forma simultánea.

Ya sabemos cuando, pero no cómo. ¿Cómo llega al ser el alma? Tertuliano cae
en una doctrina herética para el cristianismo (contraviene la doctrina cristiana). Él
defiende la doctrina del traduccianismo. El traducianismo viene a decir que el alma no
sólo es material, sino que además es producida directamente por los padres igual que
el cuerpo. Procede por la vía de la generación.
En el 418 se establece en el cristianismo que el alma es puramente espiritual y
creada meramente por Dios.
Tertuliano niega la transmutación de las almas porque, en cuanto que cuerpo y
alma son producidos por la vía de la generación, constituyen una unidad sustancial.
Esto hace que ese alma sea ya incompatible con otro cuerpo.
El fin del alma después de la muerte es el mismo que el de Justino. Las almas
van a parar a un lugar intermedio en el que se someterán a una existencia disminuida
en caso que hayan tenido una vida alejada del bien, o vivirán la antesala de la última
felicidad y el encuentro con Dios cuando se acabe el mundo.

Escuelas cristianas (s. II-325)


Alejandría tenía un estatuto social, político y cultural destacado. Se hablaba de
Alejandría junto a Egipto debido a eso. Allí se formó una escuela filosófica de
pensamiento judío. Posteriormente, se formó una escuela de pensamiento cristiana
que fue la escuela de pensamiento cristiana más importante del siglo II.

Esta escuela cristiana de Alejandría fue fundada en el año 180 por Panteno. De
Panteno sabemos muy poco, prácticamente, lo único que sabemos, es que murió cerca
del año 200. No dejó nada escrito y, lo que sabemos de él, es a través de su principal
discípulo —Clemente de Alejandría—, que le sucedió en la dirección de la escuela. Este
segundo sí que escribió mucho. Clemente de Alejandría vivió del 150 al 215, pero fue
en la última etapa de su vida cuando ostentó la dirección de la escuela de Alejandría.
El sucesor de Clemente de Alejandría es Orígenes. Él fue el último director de la
escuela de Alejandría y es el autor más representativo de la escuela, quien llevó a
dicha escuela a su cénit. Vivió entre el 185 y el 253; y es de quien vamos a hablar.

Toda la escuela de Alejandría tiene como paradigma filosófico a Platón, al


neoplatonismo y al platonismo medio.
De Orígenes conservamos muchos libros, precisamente por eso puede
considerarse como un autor muy complejo. Eso es porque se contradijo mucho (algo
normal), lo que hace difícil saber cuál era su verdadero pensamiento. Se le atribuyen
hasta 6.000 obras.
A diferencia de Justino y de Tertuliano, no llegó al cristianismo a través del
paganismo. Orígenes nació en una familia profundamente cristiana. Lo que sí
encontramos es un interés por la filosofía similar al de Justino y Tertuliano. Él

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observaba que, en un contexto multicultural, se estaba despertando un movimiento de
ateísmo que requería una intervención filosófica. Cada vez, el auditorio de la escuela
de Alejandría era menos creyente. Sólo podía llegar a difundir su propia fe a través del
lenguaje común, del lenguaje filosófico. Él trató de buscar las fuentes filosóficas para
hacer llegar el cristianismo a un auditorio que no era proclive a esa nueva religión. Ese
era el sentido de la escuela de Alejandría: hacer llegar la doctrina cristiana a través del
pensamiento platónico.
En esta escuela de Alejandría, Orígenes tenía asignada la enseñanza de los
alumnos más aventajados. Era un tío muy listo, con mucho conocimiento de la filosofía
griega y era muy capaz de persuadir. Enseñaba filosofía (a todo el mundo) y teología (a
los ya iniciados).
Fue un pensador muy inquieto, era muy capaz de profundizar. Y, aun siendo
profesor de alumnos de posgrado, asistía a clases de Amonio Sakkas, maestro de
Plotino. O sea, que Orígenes dio clases del fundador del neoplatonismo.
La escuela se mantiene durante varias décadas, hasta que el emperador
Caracalla dicta el cierre de la escuela. Entonces migra a Cesarea (Palestina), donde
funda una nueva escuela: la escuela de Cesarea. Fue como una sucursal de la escuela
de Alejandría, fundada por el último director de esta última. Pero la escuela de Cesarea
fue una escuela menor, no consiguió la magnitud de la escuela de Alejandría. Aunque
sí que tuvieron el mismo proyecto difundir el cristianismo a través de los clásicos, a
través de Platón.
Para Orígenes, la filosofía griega tiene un carácter preparatorio, pero no es algo
que conduzca necesariamente al cristianismo. Orígenes se sitúa entre Justino y
Tertuliano (que reniega de la filosofía).
Gracias a Orígenes, toda la línea cristiana se nutrió de neoplatonismo, porque
él comenta casi todas las obras de especial relevancia.

Él consideraba que morir martirizado era la prueba máxima de la fe, pero no


murió de martirio. Fuer torturado durante mucho tiempo, pero murió de “causa
natural” (quizás por culpa de las torturas).

A Orígenes se le acusó de todas las herejías habidas y por haber. Orígenes es un


pensador muy controvertido. Al igual que Tertuliano, tampoco fue canonizado, aun
siendo uno de los padres fundadores de la Iglesia. Se le acusó:
- En primer lugar, de defender la preexistencia de las almas (preexistencia-
reminiscencia). Sí defendida.
- Metempsícosis. Defender la reencarnación al estilo pitagórico. Sí
defendida.
- Subordinacionismo. Subordinación del logos al Dios principio (Dios creado
como simple medio para la producción del mundo). Sí la defendida.
- Creación ab eterno. Es decir, la creación del mundo que sucede desde toda
la eternidad para toda la eternidad; contrario a la creación temporal propia
del cristianismo. Sí defendida.
- Apocatástasis. Esto propone que hay una reconciliación final de todas las
almas al final de los tiempos. Es decir, no hay un castigo o recompensa, sino
una reconciliación al final de los tiempos, al morir. Sí defendida.

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- Traducianismo. El alma individual surge por la vía de la generación igual
que el cuerpo, no hay una intervención de Dios. No defendida.
La preexistencia de las almas sí que es defendida por Orígenes, pero si
defiende esto no puede defender al mismo tiempo el traducianismo. Si las
almas existen, no pueden ser producidas en el seno de la generación.
También defiende una metempsícosis, pero en otro grado diferente. Se
dice que defendía que el alma humana podía reencarnarse en cualquier ser
(incluidos animales) dentro del cosmos. Aunque esto no lo dice nunca. Lo que
defiende él es una forma de metempsícosis que puede caber en el cristianismo.
También defiende el subordinacionismo, pero de la misma forma que lo
hacía Justino. Era un subordinacionismo de expresión, no ontológico.

Las que sí defiende de forma clara son la creación ab eterno y la


apocatástasis. Además, ambas van en contra del cristianismo.

A Orígenes se le sigue citando como padre de la Iglesia, pero más como


teólogo que como filósofo, pues su filosofía no encaja del todo dentro del
pensamiento cristiano. Además, debido a la época, puede defenderse lo que él
propuso, aunque no quepa dentro del cristianismo.

Obras: Contra Celso (para defender el cristianismo), Sobre los principios.

Teología racional/cosmología

Para él, Dios es, en primera instancia espíritu. Dios es de naturaleza


espiritual. Sigue el esquema trinitario. Sin embargo, Dios en cuanto que uno es
de naturaleza espiritual, carente de toda materialidad.
Lo define también como luz, es fuente de conocimiento, de verdad. Lo de la
luz es una metáfora que pone de manifiesto el papel que juega el logos en la
naturaleza divina.
Además, Dios es principio sin principio. Es una realidad eterna.
Dios es eternidad, unidad y comienzo.
Dios es activo por naturaleza. No es una realidad que puede actuar, sino
que es constitutivamente activo. Y al mismo tiempo, y sin dejar de ser activo, es
inmutable. Esto empieza a plantear un problema, que explota cuando añade la
omnipotencia. La omnipotencia es una de las naturalezas de Dios, el problema
surge cuando trata de compatibilizar actividad, inmutabilidad y omnipotencia; y
cómo lo hace.

Dios es por naturaleza omnipotente. Pero él entiende la omnipotencia


como una difusión del bien. Solamente puede ejercer su omnipotencia en
función de cómo difunda el bien. Difundir el bien es crear. Compartir el bien es
producir bienes.
La omnipotencia se concreta en la Creación, y el Creador está
constitutivamente activo. Su actividad, la de su omnipotencia, es su creación.
Conclusión: no puede no crear, está siempre creando. Pero no el tiempo, sino

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que está siempre creando desde toda la eternidad, porque Él es eternamente
activo. Luego, está creando desde toda la eternidad. Esto es lo que conocemos
como creación ab eterno.
Si él está obligado a crear durante toda la eternidad, no es omnipotente,
porque no puede no crear. Luego ya no lo puede todo. La creación tiene que
ser un acto libre, puede crear o no, Pero si la creación es por obligación, por
naturaleza; no es creación, es emanación.
Dios seguirá siendo Dios, haga lo que haga. Su naturaleza es inmutable. El
problema está en que él dice que, si realmente es inmutable, no puede decidir
crear, porque entonces habría un cambio: de no crear a crear. No puede haber
un momento en el que no cree y otro en el que cree, porque Dios estaría
cambiando de decisión. Esto le niega la libertad.

Orígenes es un pensador que pretende ser ortodoxamente cristiano luego,


la Biblia no puede contener errores. Lo que pasa es que la Biblia se dice que el
mundo se creó en 7 días, de forma temporal. Tuvo lugar en el tiempo y finalizó
en el tiempo. ¿Cómo compatibilizar la creación temporal de la Biblia con la
creación ab eterno? Bueno, pues dice que esa creación de la Biblia es la
creación de este mundo, pero antes de este hubo otros mundos, y después de
este vendrán otros mundos.

Nociones fundamentales:

Dios
- Espíritu
- Luz
- Eternidad
- Comienzo
- Unidad
- Actividad
- Inmutable
- Omnipotencia

Azul: nociones fundamentales que no chocan con el cristianismo.


Rojo: nociones fundamentales que chocan con el cristianismo.

Antropología

Todos los espíritus son una participación del logos. Para él, todos los espíritus
son iguales entre sí, y son creados en el origen del cosmos. Estos espíritus gozan
todos ellos, en cuanto que espíritus, de libertad. Pueden ser condicionados, pero
nunca determinados. Por su libertad, cada uno de ellos decide su propio destino.
Esos espíritus creados inicialmente iguales entre sí, adquieren distintas naturalezas
en función de su elección. Hay algunos que deciden reconocer abiertamente su
procedencia del logos y adherirse de forma definitiva a la misma divinidad.

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En el cosmos que conocemos hay distintos tipos de espíritu que se diferencian
entre sí por la decisión que tomaron y mantendrán para siempre su naturaleza
primigenia, porque todos los espíritus, si tomaran la misma decisión, seguirían siendo
espíritus puros.
Otros espíritus, sin dejar de reconocer su origen creado —y su dependencia de
Dios—, asumen una cierta independencia de esa divinidad. Reivindican un espacio
propio, no se adhieren plenamente a Dios, que es el único que explica su
naturaleza. Por su decisión libre de no adherirse a Dios asumen cierta materialidad
sutil y carente de la densidad de la materia corpórea. Son los cuerpos celestes.

Por último, hay algunos espíritus que se separaron de Dios de forma plena. No se
reconocen participación del logos y pierden esa adhesión inicial con Dios creador. Las
almas humanas son espíritus que se han separado de Dios y se han aprisionado en un
cuerpo material pesado. Es un cuerpo que lastra y hace complicado el retorno de la
naturaleza material pura.

Tipos de espíritus:
- Espíritus puros
- Espíritus astrales
- Almas humanas

Esos son los tres tipos de espíritu que se forjan en el principio de los tiempos. Hay
que tratar desvincularnos, a lo largo de la vida, de ese cuerpo pesado, que nos lastra y
aleja del principio espiritual.

Dentro de la escala de las almas hay distintos grados, porque no todos los espíritus
que deciden desvincularse de Dios lo hacen con la misma intensidad. Hay algunos que,
simplemente pierden esa conexión con el principio original, y otros que reniegan de
ella.

Dentro de que todas las almas están lastradas, hay algunas que tienen más
capacidad de captar la verdad que otras, porque eso depende del nivel de
participación en el logos que conserve. Cuanto más participe, mayor logos tendrá,
mayor capacidad intelectual y mayor capacidad de retorno.

El alma tiene que intentar desvincularse de toda materialidad, de tal forma que
recupere por su propia voluntad, esa semejanza que ha perdido. Porque, en la medida
en que el espíritu se ha degradado vinculándose a un cuerpo material, pierde la
semejanza con Dios y, por consiguiente, esa idea de imagen.

Lo que explica la degradación del espíritu en materia es lo que va a hacer posible


que el alma recupere su naturaleza original. Porque se trata de que el alma use todas
sus fuerzas en desvincularse de esa materia y, en la medida en que se desvincule de
esa materia, recuperará esa naturaleza original. El alma necesita de la materia para
trascenderla y recuperar esa naturaleza espiritual.

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Pero, ¿cuándo el alma vuelve a ser espíritu puro? Está claro que durante la vida no.
A lo máximo a lo que podemos llegar es a un acercamiento, situándonos dentro del
estatuto superior del grupo de las almas. Estamos vinculados sustancialmente a un
cuerpo y eso nos impide ser el espíritu puto que éramos. ¿Y después de la muerte?
Tampoco, porque, por mucho que hayamos hecho a lo largo de la vida para trascender
la materialidad y purificarnos; seguiremos siendo alma. Seguiremos manteniendo una
vinculación con un cuerpo que ya habrá muerto, pero con el que seguimos conectados,
unidos; incluso después de la muerte.
En función de lo que hayamos hecho a lo largo de la vida, pueden ocurrir dos cosas:
1) Que ascendamos al cielo sin dejar de ser alma.
2) Que no hayamos llevado a término ese ejercicio de purificación durante la vida
y que sea necesario proseguirlo después de la vida.

¿Cuándo acontece esa regeneración? En el momento en que Dios decide que el


cosmos ha alcanzado un estado de degradación tal que merece ser destruido.
El cosmos se destruye bien por anegamiento o bien por fuego, y todos los espíritus
(tanto las almas como los espíritus astrales) vuelven a su naturaleza original como
espíritus puros. Esta es la doctrina de la apocatástasis, porque da igual lo que hagan
los espíritus a lo largo de su vida, que volverán a reconciliarse todos al final de todo.

Estos espíritus que vuelven a ser espíritus puros vuelven a ser libres, igual que lo
eran al principio. Eso supone que pueden decidir libremente su destino. Vuelta a
empezar. Algunos deciden seguir siendo puros, otros prefieren separarse un poco de
Dios y otros, separarse del todo. Se da una sucesión infinita de cosmos, cuyos
momentos de destrucción son decididas por Dios en función de la degradación moral y
física.

Orígenes tiene que defender filosóficamente esto. Sin embargo, él conserva una
cierta esperanza vital (no una argumentación filosófica). Él confía, en sus últimas obras,
en que esta repetición de lo mismo no sea exactamente una repetición de lo mismo,
sino que las almas aprendan algo de su existencia mundana. Y que recuerden ese algo
aprendido cuando retornen a su naturaleza original. Que recuerden la existencia que
tuvieron con un cuerpo mundano, y no repitan el mismo camino.

Las almas sí que recuerdan su naturaleza original y, por eso, tienen una cierta
facilidad para la acética y la recuperación. En su esperanza aparece el problema de que
debe haber un cosmos, aunque no esté habitado.

Periodo de apogeo de la filosofía Patrística


El apogeo se debe al cambio de actitud por parte del Imperio hacia el cristianismo.
Desde el año 313 con la llegada de Constantino, cambia radicalmente la actitud hacia
el cristianismo, de tal forma que lo que, hasta entonces, había sido una persecución
sanguinaria, se permitió a los cristianos multitud de libertades, como la de asociación,
pensamiento, creación de escuelas… Constantino ordenó devolver a los cristianos todo
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el patrimonio robado a estos. Gracias a él puede hablarse de un periodo de apogeo en
la Patrística, porque el pensamiento cristiano puede desarrollarse con mucha mayor
libertad. Ya no tenían que defenderse de la persecución ni física ni académica. El
pensamiento deja de ser un pensamiento de defensa.
Este esplendor se da tanto en Oriente como en Occidente. En Oriente encontramos
una de las escuelas más importantes de la doctrina cristiana: la escuela de Capadocia
(no confundirla con la escuela de Cesarea. Hay dos Cesareas, una en Palestina y otra en
Turquía. Cuando hablamos de la escuela de Cesarea, nos referimos a la de Palestina —
fundada por Orígenes).
Escuela (Cesarea) de Capadocia, cuyos tres máximos representantes son: Basilio,
San Gregorio de Nisa (Naseno) y Gregorio de Nacianzo (Naciancero).

En Occidente, aunque no tenemos una escuela propiamente dicha, sí que tenemos


autores de primer orden, como Ambrosio de Milán, San Jerónimo y San Agustín de
Hipona.

La escuela oriental

Gregorio de Nisa (333-395)


Fue un autor que creció en una familia muy ortodoxamente cristiana. Varios
familiares suyos, incluido él, fueron canonizados. Él llegó a ser obispo (y lo hizo de
forma muy sencilla, pues lo nombró otro obispo, su hermano), pero nunca quiso serlo
y lo aceptó de mala gente. Estuvo dos años y la lió parda. Sin embargo, en el Concilio
de Constantinopla tuvo una intervención que marcó su vida y la historia de la Iglesia
Católica, hasta el punto que fue repuesto como obispo. Aunque no estuvo mucho
tiempo más (él mismo renunció) y dedicó el resto de su vida a escribir. Tenemos
muchas de sus obras (de hecho, aún se están publicando). Todas sus obras tienen un
interés antropológico por encima de todo. Su obra Sobre la creación del hombre, se
tiene por la primera obra íntegramente de antropología de la filosofía cristiana. Tiene
otras obras sobre la vida de Moisés, que también es de antropología. Tiene otra que es
La gran catequesis, también antropológica. Y, por último, un Debate sobre el alma,
también de antropología.

El objetivo fundamental de su pensamiento es enseñar conservando la fe. Existen


dos ámbitos de conocimiento: la fe y la razón.
La razón no es autónoma. Una razón que va por libre no puede darnos un
conocimiento real de las cosas, por lo que debe estar siempre en conexión con la fe. La
razón tiene que orientarse hacia las verdades de la fe, la razón tiene que encaminarse
a la profundización de las verdades de la fe, de tal forma que pueda hacerlas
asequibles, pero teniendo siempre presente que el objetivo último de la razón es la
conservación de la fe. Para ello recurre a la filosofía, porque la razón griega (sobretodo
la platónica y neoplatónica) pueden asegurar la fe.

Resume en tres las funciones de la filosofía en el ámbito del conocimiento humano:


(razón = filosofía)

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1. La razón sirve para hacer verosímil la fe. En aquellos casos en los que no puede
ser demostrada razonablemente, al menos puede hacerla comprensible por
todo el mundo.
2. La filosofía sirve para refutar errores. Si hay misterios de la fe que no pueden
ser demostradas, sí que hay doctrinas opuestas a estas verdades de fe que sí
pueden ser negadas. Aunque no podamos demostrar algunas verdades de fe, sí
que podemos refutar, mediante la razón, que las doctrinas opuestas están
equivocadas.
3. Convencer a los escépticos. Se le ofrecen instrumentos racionales de la filosofía
del momento para presentar esas doctrinas como algo asequible a la razón. Eso
puede hacer que el escéptico, finalmente, se adhiera a la fe. Por la vía de la
razón, porque le han presentado verdades de fe de un modo compatible con la
filosofía neoplatónica.

Por esta vía, llega al convencimiento de que hay verdades de fe, y especialmente
las referentes a la existencia de Dios, que pueden ser demostradas. Pero dice que, si
bien hay verdades de fe que pueden ser demostradas racionalmente, también es
cierto que hay otras que no pueden ser demostradas, precisamente por su naturaleza.
Aunque, en esto, la filosofía tiene mucho que hacer, porque la filosofía puede ilustrar
de algún modo lo que es una verdad irrefutable. Él se refiere al misterio trinitario. La
Trinidad está siempre presente en la filosofía medieval, de una u otra forma.

Él empieza contemplando filosóficamente el ser humano. Se encuentra que, el ser


humano tiene un principio de vida que se llama alma. El alma es el principio de la vida
del cuerpo y, con ello, del conjunto del ser humano. El alma es principio, pero tiene
distintos dinamismos mediante los cuales se articula esa vida, en concreto dos:
entendimiento y voluntad. Son dinamismos de vida en cuanto que partes del alma.
Este planteamiento lo aprende de los griegos.
Entonces, si el ser humano es eso, Dios no puede ser menos. Dios debe ser elevado
a la condición última. Debemos encontrar ese esquema, pues define la vida en sus
distintos grados, pero en el caso de Dios, elevado al grado máximo.
Dios es principio de una vida divina, no propiamente humana, que tiene
dinamismos propios de acuerdo con los cuales ejerce su propia vida, y el
entendimiento fundamental, es la creación. El entendimiento ha de ser entendido
como logos y la voluntad como espíritu.

Esto no explica la Trinidad, pero nos hace posible entenderla y poder hablar de ella.
Para el ser humano, entendimiento y voluntad son accidentes del alma, luego en Dios
tienen que ser mucho más que meros accidentes. En la naturaleza divina,
entendimiento y voluntad, se convierten con él en un único Dios. Se convierten con Él,
sin dejar de ser tres. Todos se convierten en un único principio: Dios.
Esta doctrina trinitaria hecha verosímil con la filosofía griega, que nos ofrece el
conocimiento filosófico de la naturaleza humana.

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Trinidad:
Alma (princip. De vida) / Dios / Principio
 Entendimiento (logos)
 Voluntad (espíritu)

A partir del conocimiento del ser humano podemos conocer a Dios, en cuanto que
modelo de la propia naturaleza humana. Luego, conociendo al ser humano,
conocemos a Dios. Pero en la misma medida en que conocemos a Dios, estamos
conociendo al ser humano con mayor medida, puesto que el ser humano es imagen de
Dios.

Antropología

En cuanto que todo su sistema gira en torno al hombre como imagen de Dios, algo
que él siempre tiene presente, lo tiene que ser todo él. Si el ser humano goza de
unidad y es imagen de Dios, esa imagen tiene que darse en todas y cada una de las
dimensiones humanas. Entonces él se pregunta ¿cómo es posible que una realidad del
ser humano que es intrínsecamente corpórea, intrínsecamente material y totalmente
cambiante, puede ser imagen de algo que es eterno, de naturaleza espiritual y
absolutamente inmutable? ¿Cómo podemos decir que el cuerpo humano es imagen de
Dios? Este es un gran problema.
Él responde a este problema con una teoría (aunque no es sólo una teoría)
conocida como la teoría de la doble creación o la teoría del hombre ideal. Filón ya
propuso algo similar y Gregorio de Nisa conocía muy bien a Filón.

En lo que respecta al hombre, hay una doble creación. En primer lugar, Dios crea al
ser humano, pero en su dimensión genérica. Es decir, la especie humana, la
Humanidad, la del hombre celeste. Es decir, la de un hombre sin ningún tipo de
diferenciación sexual. La de un hombre compuesto, eso sí, por cuerpo y alma, pero con
un cuerpo espiritualizado. Con un cuerpo sometido a la naturaleza espiritual, lo que lo
hace ser asexual.

La segunda creación es la del hombre terrestre. Esta es la creación del hombre


diferenciado por sexos. La creación del hombre que conocemos.

Esta doctrina puede entenderse de formas diferentes. En primer lugar, puede


entenderse de forma realista. Es decir, que ambas creaciones son reales, lo que
supone que Dios crea, primero, al hombre celeste y luego, en otra creación distinta, al
hombre terrestre. Pero toda la obra de él apunta a que esta no es su interpretación.

Por otro lado, cabría entender que esta doctrina es una mera hipótesis de trabajo,
algo que no es descabellado, porque él usa el mismo término hipótesis para referirse a
esta doctrina. Aunque también podemos descartarla, porque si la consideramos una
mera hipótesis de trabajo, no podríamos entender su doctrina del destino de las almas.

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Lo más pertinente es adoptar un término intermedio, que encaja con su doctrina
del destino de las almas: hay una doble creación, pero son simultáneas. En la misma
creación del hombre real se constata y observa un doble movimiento, pero en el
mismo acto hay una doble creación. Luego, la primera creación (el hombre celeste)
entendida de forma autónoma al hombre terrestre sólo puede ser entendida en la
mente divina, pero en la realidad ambas creaciones se dan de forma simultánea. Es
importante entender esto, porque de lo contrario no se podría entender el destino de
las almas.

Esta doctrina la adopta el ser humano como los tres estados: estado sobrenatural
(hombre celeste), estado prenatural (antes de caer) y el estado real (hombre real). Por
lo tanto, hay un enriquecimiento mutuo entre la fe y la razón.

El hombre terrestre por la responsabilidad exclusiva del ser humano. Surge como
ser sexuado para garantizar la multiplicación de aquellos individuos que renegaron de
su condición inicial. Es decir, el ser humano inicialmente estaba concebido para ser
hombre celeste, es decir, con un cuerpo puramente espiritual. Y surge al apartarse de
la espiritualidad. El hombre terrestre es responsabilidad exclusiva del ser humano.
Podemos, entonces, decir que la creación de la materia es más creación del ser
humano, que, de Dios, porque este último, se ve obligado a crear la materia por culpa
de la obra del ser humano. Entonces, la materia procede de Dios porque es el precio
de la libertad humana, pero es responsabilidad del ser humano y no de Dios, ya que
este reniega a su origen. Esto hace que, al final de los tiempos, ese hombre real
alcance su categoría inicial de hombre celeste. Si esto no fuera real, si sólo fuera una
hipótesis, esto no tendría sentido. Porque él dice que al final de todos los tiempos
habrá una reconciliación en la que los hombres reales volverán a su estado de
hombres celestes.

Hay otro problema: el hombre celeste (este también puede reproducirse, al modo
de los ángeles) es un hombre genérico, es la humanidad que se diversifica en el
hombre terrestre. Cuando acontezca el fin de los tiempos y, todos los hombres
terrestres recuperen su naturaleza celestial, ¿lo harán individualmente o de forma
genérica, universal? Es decir, ¿habrá tantos hombres celestiales como hombres
terrestres? Gregorio de Nisa no responde a esta pregunta.

Surge otra cuestión al respecto. Podemos establecer tres presupuestos:

1. Dios no crea nada después de crear al ser humano. El ser humano es creado
cuando su hábitat está dispuesto para acogerlo.
2. Todo procede de Dios, y lo hace por creación.
3. El cuerpo y el alma surgen simultáneamente, en tanto que no hay preexistencia
de las almas.

Pero, si esto es así, si Dios no ha creado nada después del ser humano, y en esa
creación son simultáneos la creación del cuerpo y de las almas, ¿cómo se explica el
origen divino del ser humano que está naciendo ahora mismo?

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Él dice que el primer hombre, están contenidos virtualmente el conjunto de los
individuos humanos. Por lo tanto, aunque Él no cree directamente todos los seres
humanos, sí que puede decirse que son creación de Dios, porque todos están
contenidos en el primero. Luego, en el origen de cada individuo humano está el
acto de creación divina porque lo que de genérico hay en él es una creación de
Dios. Luego él interviene en la creación de cada individuo de un modo indirecto.
Sólo se necesita del auxilio de los padres para crear la materia.

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