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INTRODUCCIÓN

Hoy en día es importante obtener los conocimientos de nuestra cultura en especial de lo


que engloba este tema, especialmente nuestra constitución y sus antecedentes.

Este tema es una problemática actual difícil, ardua y compleja, a la que todavía no
encontramos solución plena y convincente: la conciliación de conceptos de integración
y diferenciación sociocultural y jurídica. Sobre todo como primera razón porque nos
encontramos en un País diverso y multicultural como Perú.

En el Perú existen movimientos indígenas que luchan por su reconocimiento y respeto


en el ámbito cultural, económico, socio-ambiental y jurídico y es muy importante
estudiar este tema a fondo para poder entenderlos.

El principio de la universalidad de los derechos humanos es la piedra angular del


derecho internacional de los derechos humanos. Los derechos humanos son
inalienables. No deben suprimirse, salvo en determinadas situaciones y según las
debidas garantías procesales. Por ejemplo, se puede restringir el derecho a la libertad si
un tribunal de justicia dictamina que una persona es culpable de haber cometido un
delito.
LA CONSTITUCIÓN MULTICULTURAL PERUANA

En el Perú, según el Tribunal Constitucional, “el derecho de las personas a tener su


propia vida, y cultura, con todas sus manifestaciones, a profesar y practicar su propia
religión, a emplear su propio idioma y a cultivarlos procurando la coexistencia de
diversas culturas y el desarrollo de los pueblos en forma pacífica”. En cuanto a su
relación con la identidad étnica, el máximo Colegiado Constitucional ha referido que
existe una relación de especie a género. También indica que el derecho a la identidad
étnica no solo cuenta con protección a nivel constitucional, sino también cuenta con
tutela internacional, puntualmente en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos; ha precisado, además, que la vida cultural a la que tienen derecho los grupos
minoritarios también debe ser prerrogativa del grupo mayoritario, toda vez que el
fenómeno cultural es inherente a todo grupo humano.

En la actualidad enfrentamos numerosos conflictos étnicos, sociales, nacionales, los


cuales requieren de un nuevo Estado o una respuesta diferente de éste. El Estado
constitucional reconoce los derechos fundamentales de todos los miembros de la
comunidad estatal, y atiende las particulares exigencias (culturales, religiosas,
lingüísticos, nacionales, etc.) que puedan reclamar algunos miembros de la colectividad.

En nuestra región la problemática que el multiculturalismo nos plantea es un tema viejo,


pero con connotaciones nuevas; esto es, la posición del indígena (andino y/o
amazónico) en las sociedades sudamericanas. Es conocido que a partir de la conquista,
los pueblos originarios de la región sudamericana y de manera puntual, los pueblos
originarios peruanos, quedaron en una posición económica, racial, lingüística, etc.,
subordinada, en permanente situación de maltrato en su dignidad, sufriendo despojos de
sus territorios y siendo objetos de explotación continua.

El Estado constitucional que reconoce el componente multicultural de su sociedad deja


atrás las políticas de asimilación, integración forzosa e, incluso, de desaparición física y
desculturalización que caracterizaron la era pasada. Por el contrario, acepta que no basta
con atribuir los mismos derechos a todos, sin atender las particularidades de
determinados grupos, porque admite que el derecho a la igualdad ante la ley, tal como lo
entendemos hoy, era una ficción, adicionalmente reconoce y vela porque se reconozcan
derechos complementarios a las minorías, pudiendo ser de índole individual o colectiva.
Sin embargo, el Estado establece condiciones para que los derechos no tradicionales
exigidos por los grupos minoritarios sean coherentes con los derechos fundamentales.

DECLARACIÓN DE LOS DERECHOS DEL HOMBRE Y DEL CIUDADANO


DE 1789

La Declaración proclama que a todos los ciudadanos se les deben garantizar los
derechos de “libertad de propiedad, seguridad y resistencia a la opresión”. Argumenta
que la necesidad de la ley se deriva del hecho de que “…el ejercicio de los derechos
naturales de cada hombre, tiene sólo aquellos límites que aseguran a los demás
miembros de la misma sociedad el goce de estos mismos derechos”. Por lo tanto, la
Declaración ve a la ley como “una expresión de la voluntad general”, destinada a
promocionar esta equidad de derechos y prohibir “sólo acciones dañinas para la
sociedad”.

La declaración establece los principios de la sociedad que serán la base de la nueva


legitimidad, acabando con los principios, las instituciones y las prácticas del Antiguo
Régimen: "El principio de toda soberanía reside esencialmente en la nación". La
Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano considera legítima la revuelta
de los diputados en contra de la monarquía absoluta, al declarar como derecho
imprescindible del hombre la "resistencia a la opresión".

La declaración tiene un alcance general y orientado hacia el futuro. Los Constituyentes


enumeran lo que no son derechos creados por los revolucionarios, sino que son derechos
constatados. Es la consecución de la filosofía del Siglo de las Luces. Los derechos
naturales e imprescriptibles del hombre, que son anteriores a los poderes establecidos y
son considerados como aplicables en cualquier lugar y cualquier época: • La libertad. •
La propiedad. • La seguridad. • La resistencia a la opresión.

DECLARACIÓN DE DERECHOS DEL BUEN PUEBLO DE VIRGINIA (12 de


junio de 1776)

La Declaración de Derechos de Virginia está compuesta por dieciséis artículos en donde


están enumerados los derechos pertenecientes al pueblo de Virginia... como las bases y
fundamento del Gobierno: a la vida, a la libertad, a poseer propiedades, al debido
proceso, libertad de prensa y religión, etc. También establece la soberanía popular, la
prohibición de privilegios de nacimiento (igualdad ante la ley), la división de poderes, el
juicio por jurados, etc. Algunos especialistas destacan el hecho de que la Declaración de
Virginia convivió con la esclavitud y la falta de derechos para las mujeres.

LA CARTA MAGNA DE JUAN SIN TIERRA

La Carta Magna fue el primer eslabón que condujo a la constitución de Inglaterra. A


pesar de contener asuntos de interés para la época en que fue redactada, algunas de sus
disposiciones originales integran las leyes inglesas actuales. Con el tiempo, muchas
otras naciones han empleado las ideas de la Constitución Inglesa para redactar sus
propias constituciones.

Esta carta es de gran relevancia para el mundo occidental y se la considera el primer


documento constitucional y predecesor de los Derechos Humanos. Veamos cómo llegó
a formar parte de la historia este magistral documento.

El objetivo de este carta era lograr que el monarca inglés, que no gozaba de
popularidad, hiciera las paces con un grupo de barones que se habían sublevado.
Prácticamente, el rey fue obligado a firmar el manifiesto, que establecía límites al poder
de los reyes de Inglaterra.

Garantizaba que el rey solo podía elevar los impuestos o promulgar nuevas leyes si un
consejo formado por 25 nobles lo aprobaba. El monarca ya no podría gobernar a su
antojo, sino que estaba obligado a cumplir la ley.

Este fue el primer documento que colocó por escrito algunos de los derechos que
merecía el pueblo de Inglaterra. En ella se encuentran los derechos que tenían
principalmente los barones y la Iglesia Católica, aunque también se le dio a mujeres y
niños el derecho a herencia de las propiedades.

Estableció además que no se podía castigar a nadie por un error sin antes haber recibido
condena legal de culpable. Esta constitución también otorgó a los barones el derecho de
declarar guerra al rey en caso de que este no respetara el documento.

La carta no trajo la paz anhelada, todo lo contrario, fue uno de los detonantes de la
guerra civil de los barones. Apenas los barones se retiran de Inglaterra, Juan I impugna
la Gran Carta, lo que genera una fuerte guerra civil en el país.
CONCLUSIONES

Se requiere que el Estado incorpore al momento de diseñar sus políticas y de


gestionarlas, enfoques que hagan de estos derechos una realidad, para que sean efectivos
y exigibles, para así garantizar derechos y afirmar ciudadanía intercultural .

Los derechos humanos incluyen tanto derechos como obligaciones. Los Estados asumen
las obligaciones y los deberes, en virtud del derecho internacional, de respetar, proteger
y realizar los derechos humanos . La obligación de respetarlos significa que los Estados
deben abstenerse de interferir en el disfrute de los derechos humanos, o de limitarlos. La
obligación de protegerlos exige que los Estados impidan los abusos de los derechos
humanos contra individuos y grupos.

La Carta Magna de Juan sin Tierra inspiró a distintos pensadores de siglos posteriores
que lucharon en contra de los abusos de autoridad. Inspiró también a los
norteamericanos a redactar su propia constitución. El contenido de la Carta Magna de
1215 habla sobre la Iglesia libre, los pueblos, la ley feudal, el comercio y los
comerciantes. También toca aspectos de la ley y la justicia, el comportamiento de
oficiales reales, entre otros.

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