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DESARROLLOS HISTORICOS DE LOS DERECHOS HUMANOS

El origen de la Declaración Universal de los Derechos Humanos

Echando un vistazo amplio hacia la Antigüedad, podemos encontrar su primer


precedente en la conquista de Babilonia por parte de Ciro el Grande, en el 539 a.
C. En contra de todo pronóstico, Ciro liberó a la totalidad de los esclavos y declaró
la libertad religiosa, algo sumamente importante en aquella época.

El Cilindro de Ciro es considerado, de hecho, la primera Declaración de Derechos


Humanos de la Historia. Posteriormente, llegaron La Carta Magna (1215), que
establecía que el rey también estaba sujeto a la ley; y La Declaración de los
Derechos del Hombre y del Ciudadano (1789), en la que se reconocía la igualdad
de todos los ciudadanos franceses ante la ley.

No obstante, si hacemos una búsqueda más estricta de los orígenes de la


Declaración Universal de 1948, debemos avanzar en la Historia hasta llegar a la
Segunda Guerra Mundial.

La violencia desatada en el periodo que abarca de 1939 a 1945 había dejado


incontables ciudades en ruinas por los continentes europeo y asiático. Millones de
personas (combatientes y civiles) habían muerto y otros tantos se habían quedado
sin hogar o estaban a punto de fallecer a causa del hambre. Por aquel entonces,
se aproximaba el final de la contienda: las fuerzas rusas cercaban la capital
alemana, que daba sus últimos coletazos tras haber sido bombardeada; por su
parte, la infantería de Estados Unidos todavía luchaba contra las fuerzas
japonesas en el Pacífico.

Era abril de 1945. Delegados de cincuenta países llegaron a la ciudad de San


Francisco con una meta llena de esperanza: crear un organismo internacional que
fuese capaz de promover la paz y evitar cualquier atisbo de guerra futura.
Como resultado de aquella reunión, nació el Acta Constitutiva de la nueva
Organización de las Naciones Unidas; la cual entraría en vigor, finalmente, el 24
de octubre de ese mismo año.

En nuestra era contemporánea, los derechos humanos están presentes de


manera predominante en el discurso político, social y cultural. Surgen en conflictos
y procesos a escala local, nacional y global en defensa de modelos o intereses a
menudo contrapuestos.
• Conflictos sociales: se presentan en las reivindicaciones y demandas de
sectores vulnerables y de movimientos sociales, así como en la defensa de
privilegios por parte de sectores de poder.
• Conflictos políticos: se usan para defender intereses de poder –sean estos
públicos o privados– y también para legitimar los abusos que se cometen contra la
dignidad de terceros.
• Conflictos internacionales: surgen en la evaluación de naciones y gobiernos, a
veces en función de comportamientos atroces, y otras, con el fin de defender
intereses ajenos a los derechos humanos y para justificar intervenciones externas.

Esta aplicación diversa del discurso de derechos humanos en luchas que


enfrentan intereses encontrados evidencia que no se trata de conceptos neutrales,
acabados y estáticos que puedan ser objeto de una interpretación uniforme. Si
bien el concepto de derechos se originó en Europa y su difusión fue parte de la
expansión del Estado de derecho liberal y el capitalismo occidental, su desarrollo
incluye aportes de la diversidad de pueblos y culturas que constituyen la
humanidad y que luchan y se articulan para concretar sus demandas de dignidad y
autonomía. Por ello, no existe una doctrina o pensamiento homogéneo que pueda
dar cuenta de una forma uniforme de su origen y naturaleza, ni que pueda abarcar
el significado que tienen actualmente para el conjunto de individuos y colectivos
humanos.
La versión oficial de los derechos humanos más frecuentemente citada en textos y
discursos identifica sus antecedentes en los primeros acuerdos europeos que
establecieron regulaciones de la autoridad, entre los que se suelen destacar la
Carta Magna inglesa (1215) y la Carta de Derechos británica (1688) –que
limitaban el poder del monarca, para repartirlo con la nobleza. A su vez, el Acta de
Habeas Corpus (1679), también acordado en Inglaterra, obligó a las autoridades a
dar cuenta de las personas privadas de libertad.

Entre los siglos XVII y XVIII se consolidaron las diversas corrientes del
pensamiento liberal que promueven los derechos naturales del “hombre” y el
gobierno de las leyes como resultado del acuerdo o contrato entre “ciudadanos”. A
finales del siglo XVIII, las burguesías emergentes de Francia y las colonias
británicas en América se alzaron contra el poder absoluto de los monarcas, dando
lugar a las primeras declaraciones de “derechos del hombre”:

• La Declaración de Independencia de los Estados Unidos de América del Norte


(1776) afirma que “todos los hombres han sido creados iguales” y que son
provistos por Dios “de ciertos derechos inalienables”.

• La Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciu- dadano (1789) francesa
establece en su primer artículo que los hombres “nacen y permanecen libres e
iguales en derechos”.

Estos acuerdos marcaron una ruptura radical con el orden previo al poner fin a la
“soberanía” del monarca sobre sus súbditos y al establecer la igualdad de
derechos considerados consustanciales a la naturaleza del “hombre”. Tanto
Francia como EEUU se constituyen en repúblicas y acuerdan las primeras
Constituciones modernas, que establecen el modelo de democracia parlamentaria
representativa, el gobierno de las leyes, la alternancia en el poder y la
administración de justicia en base a principios establecidos legalmente en el
parlamento. Se inició así una nueva era de la civilización occidental que tendría
profundas implicaciones para el mundo entero.

1948: el año de la Declaración Universal de Derechos Humanos

La guerra había terminado y la nueva Comisión, bajo la presidencia de Eleanor


Roosevelt, había sido capaz de atraer la atención de todo el mundo. No en vano,
se estaba cociendo el documento que, poco después, se convertiría en la
Declaración Universal de los Derechos Humanos.

El 10 de octubre de 1948, esta declaración fue adoptada por Naciones Unidas. En


ella, los países miembros se comprometieron a proteger y promover con firmeza
los 30 artículos que la constituían (los cuales hacían mención a la libertad,
igualdad y justicia, en todas sus formas, lo que incluía la no discriminación y los
derechos a la seguridad social, a la protección contra el desempleo, a la
educación o al descanso, entre muchos otros).

Como consecuencia, muchos de los derechos que aparecieron por primera vez en
aquel documento forman hoy parte de leyes constitucionales de multitud de
naciones democráticas.

En defensa de los derechos humanos: ¿qué podemos hacer hoy?

A día de hoy, la pobreza es una triste realidad para tres cuartas partes de la
población mundial. Las guerras siguen desatándose a lo largo de todo el globo y
se cobran víctimas a diario. La libre circulación de personas y el derecho al asilo
están siendo cuestionados más cada día. Además, la mujer sigue sufriendo un
papel subalterno del hombre. No podemos dejar que los 30 artículos de la
Declaración Universal se conviertan en papel mojado. En ese sentido, en
organizaciones como Ayuda en Acción, estamos llevando a cabo proyectos
solidarios para ayudar a más de dos millones de personas, reivindicando los
derechos de todas y todos y llevando a cabo proyectos realistas y siempre
orientados al largo plazo.

En la actualidad, estamos presentes en 19 países y fundamentamos nuestro


trabajo en los siguientes ejes:

– La educación: garantizar el acceso y la calidad de la educación primaria y


secundaria.

– La salud, la cual abarcamos desde la alimentación, pero también desde la


higiene. Fomentamos proyectos de salud, saneamiento y suministro de agua
potable y prestamos apoyo al bienestar común y familiar.

– Desarrollar las economías locales, pues fortalecemos las capacidades locales e


incidimos en la formación y capacitación de la población.

– Creación de vínculos solidarios, ya que protegemos los derechos de la infancia y


promocionamos el fortalecimiento comunitario.

– Las labores de emergencia, dado que prestamos ayuda humanitaria en trabajos


de reducción y prevención de riesgos de desastres.

– Los derechos de las mujeres: empoderamiento y lucha firme contra la violencia


de género, mutilación genital y trata de mujeres.

No obstante, nuestra labor sería imposible sin el apoyo constante de nuestros


socios y colaboradores. Si tú también quieres ayudarnos a garantizar el
cumplimiento de los derechos humanos en aquellos lugares en los que más lo
necesitan, recuerda que puedes ser una persona solidaria sin salir de casa. Pero,
más allá de las donaciones por Internet, siempre puedes aportar tu granito de
arena en tu entorno más inmediato. Una iniciativa que te proponemos es el
voluntariado digital, una forma de ayudar a un mundo mejor desde la comodidad
de las redes sociales.

Ese histórico documento, inspirado en las declaraciones de derechos del siglo


XVIII, reconoce que todos los seres humanos somos iguales en derechos, que los
derechos son inherentes a nuestra condición humana y que nos pertenecen a
todos y todas, sin limitaciones de fronteras.

La Declaración recoge un amplio catálogo de derechos civiles (derechos a la vida,


a la libertad, a la integridad de la persona, a un juicio justo, entre otros) y políticos
(derecho a participar en los asuntos públicos y a elegir a representantes en el
gobierno), y algunos derechos sociales, como el derecho a la educación, a la
salud y a la seguridad social.

Este documento no conlleva obligaciones jurídicas, pero se le atribuye fuerza


moral para guiar la acción de los Estados. Representa, de igual forma, la base del
derecho internacional de los derechos humanos, orientado a promover
compromisos estatales en relación con las personas bajo su jurisdicción. Desde su
proclamación, se han acordado en la ONU numerosos pactos y tratados que
reconocen y amplían los derechos de la declaración y establecen obligaciones
estatales, así como mecanismos orientados a supervisar su cumplimiento.

Las distintas narrativas de la historia están marcadas por las visiones e intereses
de quienes las construyen y difunden. Son discursos que expresan la experiencia
histórica y aspiraciones de orden social de los pueblos o sectores que los
enuncian, y por ello responden a sus ideologías y sistemas o aspiraciones.

La historia de los derechos humanos, citada brevemente, responde a narrativas


construidas por los sectores que han dado forma a las instituciones vigentes en la
mayoría de las sociedades occidentales, y que han dominado el ritmo de los
acontecimientos de la etapa actual de la humanidad. Esa versión de la historia
destaca como importantes ciertos hitos, pero silencia otros –las acciones
contrarias a los derechos humanos derivadas de las relaciones de dominación
capitalistas, las luchas de liberación de los pueblos colonizados, la lucha por la
tierra de los pueblos del Sur, entre otras.

La insuficiencia de los “derechos del hombre”

Las declaraciones de derechos adoptadas en EEUU y en Francia en el siglo XVIII


representan grandes conquistas para su época, asentando las bases para una
concepción de derechos humanos centrada en la dignidad igualitaria de todas las
personas. No obstante, las propias normas y el desarrollo posterior del modelo
republicano limitaron el alcance de las declaraciones de igualdad, al basarse en la
primacía de la libertad individual y en la defensa del derecho de propiedad.

• La Declaración de Derechos del Hombre francesa legitima la desigualdad al


fundamentar la legitimidad de las “distinciones sociales” en la “utilidad común”.

• La Constitución de EEUU (1789) no reconoció derechos a las personas bajo


servidumbre y a los esclavos, contabilizándolos como 3/5 partes de una persona
para el censo político y económico, junto a los indígenas que no pagaran
impuestos.

• La Carta de Derechos de 1791 incorpora a la Constitución de EEUU (1789)


diversos derechos civiles y políticos, pero no desafía la esclavitud ni reconoce
derechos sociales.

• Ninguna de estas declaraciones reconoce derechos de la mujer. En 1791 la


Asamblea Nacional francesa rechazó la Declaración de los Derechos de la Mujer y
de la Ciudadana, propuesta por la pionera del feminismo Olympe de Gouges.

A pesar del reconocimiento formal de la igualdad de derechos, la historia


republicana en estos y otros países europeos y americanos limitó la participación
en las instituciones representativas a los hombres de la burguesía emergente, que
los promueve y acuerda, y a los sectores dominantes desplazados luego de las
revoluciones liberales:

• Con distintos matices, el disfrute de los derechos reconocidos dependerá de las


cuotas de poder y la propiedad de los nuevos “ciudadanos”.

• En EEUU se abolió la esclavitud casi un siglo después de acordada la


Constitución y no se reconocieron derechos civiles y políticos a la población
afroamericana hasta la década de 1960.

• La conquista progresiva e inconclusa de los derechos políticos y civiles y de


igualdad bajo la ley de las mujeres cosechó sus primeras victorias a comienzos del
siglo XX.
• Por ello, las nuevas declaraciones fundamentan un nuevo régimen formalmente
igualitario, pero que legitima las desigualdades y las relaciones de abuso de
poder.

• Se reproduce así, a una nueva escala, la exclusión para las mujeres, la clase
trabajadora, los sirvientes y personas sometidas a la esclavitud, y para los pueblos
de otras tierras.

Consolidación del Estado liberal A lo largo del siglo XIX se consolidó en todo el
hemisferio occidental el Estado de derecho liberal. La exclusión de sectores
mayoritarios de los espacios de toma de decisiones garantizó que los nuevos
Estados orientaran su acción a la defensa de las nuevas relaciones de poder y
según los intereses del sistema económico capitalista en expansión.
• El concepto de “interés general” de la sociedad, como principio guía de la acción
pública, se identificó con los intereses del poder económico y la estabilidad del
sistema político que los garantizaba.

• El Estado de derecho se convirtió en un mecanismo para la defensa de la


propiedad y la libre competencia en la sociedad, y para el control de las demandas
de los sectores sociales en lucha por sus derechos y por la transformación de los
desequilibrios de poder.

• Hasta entrado el siglo XX, las “democracias representativas” utilizaron leyes y


censos económicos para limitar formalmente el voto y el derecho a participar en
los asuntos públicos de los sectores que no tenían títulos de propiedad y que
dependían del trabajo por cuenta ajena.

• Leyes acordadas bajo el Estado de derecho, y en muchos casos constituciones,


establecían restricciones explícitas de los derechos reconocidos para trabajadores
y sirvientes.

• Las potencias coloniales europeas consolidaron un proceso de expansión


colonial caracterizado por el atropello a pueblos y naciones de todo el planeta,
sistemáticamente validado bajo las leyes del “Estado de derecho” y los pactos
internacionales entre las potencias.

DERECHOS HUMANOS

Los derechos humanos son aquellas «condiciones instrumentales que le permiten


a la persona su realización».1 En consecuencia subsume aquellas libertades,
facultades, instituciones o reivindicaciones relativas a bienes primarios o básicos2
que incluyen a toda persona, por el simple hecho de su condición humana, para la
garantía de una vida digna, «sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma,
religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social,
posición económica o cualquier otra condición».3

Para los autores iusnaturalistas, los derechos humanos son independientes o no


dependen exclusivamente del ordenamiento jurídico vigente, por lo que son
considerados fuente del derecho; sin embargo desde el positivismo jurídico la
realidad es que solamente los países que suscriben los Pactos Internacionales de
Derechos Humanos o Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP)
y el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC)
y sus Protocolos —Carta Internacional de Derechos Humanos— están obligados
jurídicamente a su cumplimiento.4

Los derechos humanos son normas que reconocen y protegen la dignidad de


todos los seres humanos. Estos derechos rigen la manera en que los individuos
viven en sociedad y se relacionan entre sí, al igual que sus relaciones con el
Estado y las obligaciones del Estado hacia ellos.

Las leyes relativas a los derechos humanos exigen que los gobiernos hagan
determinadas cosas y les impide hacer otras. Las personas también tienen
responsabilidades; así como hacen valer sus derechos, deben respetar los
derechos de los demás. Ningún gobierno, grupo o persona individual tiene
derecho a llevar a cabo ningún acto que vulnere los derechos de los demás.

¿En qué consisten los derechos humanos?

Los derechos humanos son los derechos que tenemos básicamente por existir
como seres humanos; no están garantizados por ningún estado. Estos derechos
universales son inherentes a todos nosotros, con independencia de la
nacionalidad, género, origen étnico o nacional, color, religión, idioma o cualquier
otra condición. Varían desde los más fundamentales —el derecho a la vida—
hasta los que dan valor a nuestra vida, como los derechos a la alimentación, a la
educación, al trabajo, a la salud y a la libertad.

La Declaración Universal de Derechos Humanos, adoptada por la Asamblea


General de las Naciones Unidas en 1948, fue el primer documento legal en
establecer la protección universal de los derechos humanos
fundamentales. cumplió 70 años en 2018, sigue siendo la base de toda ley
internacional de derechos humanos. Sus 30 artículos ofrecen los principios y los
bloques de las convenciones de derechos humanos, tratados y otros instrumentos
jurídicos actuales y futuros.
La Declaración Universal de Derechos Humanos, junto con los dos pactos —el
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y el Pacto Internacional de
Derechos Económicos, Sociales y Culturales—, componen la Carta Internacional
de Derechos Humanos

Características de los derechos humanos

Los derechos humanos son universales: todas las personas tienen igual condición
con respecto a esos derechos, en cualquier lugar y en cualquier tiempo.

Son intransferibles, irrenunciables e inalienables: nadie puede renunciar a sus


derechos o negociarlos. Tampoco el Estado puede disponer de los derechos de
los ciudadanos; en situaciones extremas algunos derechos pueden ser limitados
temporalmente, pero nunca negados.
En todas partes del mundo, todas las personas tienen derecho a ellos. Nadie
puede renunciar voluntariamente a sus derechos. Y nadie puede arrebatárselos a
otra persona.
El principio de universalidad de los derechos humanos es la piedra angular del
derecho internacional de los derechos humanos. Esto supone que todos tenemos
el mismo derecho a gozar de los derechos humanos. Este principio, como se
recalcó primero en la Declaración Universal de Derechos Humanos, se repite en
numerosas convenciones, declaraciones y resoluciones internacionales de
derechos humanos.
Los derechos humanos son inalienables. No deberían suprimirse, a excepción de
situaciones concretas y conforme a un procedimiento adecuado. Por ejemplo, el
derecho a la libertad puede restringirse si una persona es declarada culpable de
un delito por un tribunal de justicia.

Son imprescriptibles y acumulativos: no prescriben, no caducan y no se pueden


perder. Por el contrario, con el tiempo se conquistan nuevos derechos.

Son incondicionales y obligatorios: no requieren ninguna condición para su goce y


tanto las personas como los Estados tienen la obligación de respetarlos.

Son inviolables: nadie puede atentar, lesionar o destruir los derechos humanos.
Las personas y los gobiernos deben regirse por el respeto a los mismos; las leyes
dictadas y las políticas que se implementen no pueden ser contrarias a ellos.

Son integrales, interdependientes, indivisibles y complementarios: no hay una


jerarquía entre diferentes tipos de derecho; los derechos civiles, políticos,
económicos, sociales y culturales son todos igualmente necesarios para una vida
digna. No se pueden reprimir algunos derechos para promover otros.
Todos los derechos humanos son indivisibles e interdependientes. Esto significa
que un conjunto de derechos no puede disfrutarse plenamente sin los otros. Por
ejemplo, avanzar en los derechos civiles y políticos facilita el ejercicio de los
derechos económicos, sociales y culturales. De igual modo, la violación de los
derechos económicos, sociales y culturales puede redundar negativamente en
muchos otros derechos.

Equitativo y no discriminatorio
El artículo 1 de la Declaración Universal de Derechos Humanos establece que:
"todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos". La
ausencia de discriminación, establecida en el artículo 2, es lo que garantiza esta
igualdad.
La no discriminación trasciende todo el derecho internacional de derechos
humanos. Este principio está presente en los principales tratados de derechos
humanos. Asimismo, supone el tema central de dos instrumentos fundamentales:
la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de
Discriminación Racial y la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas
de Discriminación contra la Mujeres.

Derechos y obligaciones

Todos los Estados han ratificado al menos 1 de los 9 tratados básicos de derechos
humanos, así como 1 de los 9 protocolos opcionales. El 80 % de los Estados han
ratificado 4 o más. Esto quiere decir que los Estados tienen obligaciones y
deberes conforme al derecho internacional de respetar, proteger y cumplir los
derechos humanos.

La obligación de respetarlos significa que los Estados deben abstenerse de


interferir en el disfrute de los derechos humanos, o de limitarlos.

La obligación de protegerlos exige que los Estados protejan a las personas y a los


grupos contra las violaciones de derechos humanos.

La obligación de cumplirlos supone que los Estados deben adoptar medidas


positivas para facilitar el disfrute de los derechos humanos básicos.

Mientras tanto, como personas individuales, aunque tenemos derecho a disfrutar


de nuestros derechos humanos, también debemos respetar y defender los
derechos humanos de otras personas.

CLASIFICACION DE LOS DERECHOS HUMANOS

En el estudio de los derechos humanos se han elaborado distintas clasificaciones,


con el fin de determinar las características que corresponden a cada grupo. Los
criterios que se han dado para las clasificaciones han sido de diferente índole,
políticos, históricos.

Es de destacar que esta clasificación no está elaborada a partir del orden de


importancia de los derechos humanos. Según esta clasificación existen:

 Derechos Civiles y Políticos, de la Primera Generación: Constituyen los


primeros derechos que fueron consagrados en los ordenamientos internacionales.
Están destinados a la protección del ser humano individualmente considerado,
contra cualquier agresión de algún órgano público.

Los derechos civiles y políticos pueden ser reclamados en todo momento y en


cualquier lugar, salvo en aquellas circunstancias de emergencia que permiten el
establecimiento de ciertas limitaciones de sólo algunas garantías.

Entre los derechos civiles y políticos podemos destacar:


- Derecho a la vida
- Derecho al honor
- Derecho a la libertad seguridad e integridad personal
- Derecho a la libertad de expresión
- Derecho a elegir y ser elegido
- Derecho a petición
- Derecho al libre tránsito
 De primera generación: son derechos individuales que corresponden con
los derechos civiles y políticos. Surgen con Ilustración, con el proceso
revolucionario de independencia de las colonias británicas en
Norteamérica y con la Revolución Francesa. Estos derechos imponen al
Estado la obligación de respetar ciertas obligaciones hacia los
ciudadanos, como el derecho a la vida, la integridad física, la libertad, la
igualdad ante la ley, la prohibición de la tortura, la libertad religiosa,
entre otros.

 El Derechos Económicos, Sociales y Culturales, forman la Segunda Generación:


Tienen como objetivo fundamental garantizar el bienestar económico, el acceso al
trabajo, a la educación y a la cultura, de tal forma que asegure el desarrollo de los
seres humanos. Tal y como dice el Manual de Educación Popular en Derechos
Humanos " no existen las condiciones económicas, sociales y culturales que
garanticen el desarrollo de esos hombres y esos pueblos." Su reconocimiento en
la historia de los derechos humanos fue posterior a la de los derechos civiles y
políticos, de allí que también sean denominados derechos de la segunda
generación.

Se caracterizan porque requieren de la actuación del Estado para que los seres
humanos puedan tener acceso a estos. Son derechos colectivos, porque los
derechos económicos, sociales y culturales benefician a grupos de seres
humanos, no a uno en particular. Como hemos afirmado, los derechos
económicos, sociales y culturales, pueden exigirse al Estado en la medida de los
recursos que efectivamente él tenga, pero esto no significa en modo alguno que el
Estado puede utilizar como excusa para el cumplimiento de sus obligaciones, el no
poseer recursos cuando en realidad dispone de ellos.

Entre los derechos económicos, sociales y culturales, podemos señalar:


- Derecho al trabajo
- Derecho a la educación
- Derecho a la salud
- Derecho a la protección y asistencia a los menores y a la familia
- Derecho a la vivienda

 De segunda generación: son los derechos de la igualdad o derechos


económicos, sociales y culturales. Están fundamentados en las ideas de
igualdad y acceso garantizado a bienes, servicios y oportunidades
económicas y sociales fundamentales. Estos derechos implican al Estado
como medio para satisfacer algunas necesidades materiales de los
ciudadanos. Entre estos derechos están el derecho a una adecuada
calidad de vida, el derecho al trabajo, el derecho de pertenecer a un
sindicato, el derecho a la salud y a la educación.

 Derechos de los Pueblos, Tercera Generación:


El contenido de estos derechos no está totalmente determinado, ellos al igual que
los anteriormente nombrados han sido producto de cambios en la historia, se
encuentran en proceso de definición.

Este grupo de derechos se encuentra constituido entre otros por:

- Derecho al desarrollo
- Derecho a la libre determinación de los pueblos
- Derecho al medio ambiente

De tercera generación: son los derechos colectivos, de la solidaridad o


emergentes. Surgen a partir de la segunda mitad del siglo XX y especialmente en
el último tercio de este siglo. Muchos de ellos aún están en proceso de ser
admitidos y reconocidos. Se refieren a los derechos colectivos de las personas o
de la sociedad, tales como el derecho al desarrollo sostenible, el derecho a la paz,
el derecho al medio ambiente sano, derechos de los consumidores, o la protección
frente a la manipulación genética. La aparición de estos derechos se debe a la
necesidad de cooperación entre grupos y naciones para afrontar problemas
globales.

Una cuarta generación

A la tradicional clasificación de los derechos humanos en tres generaciones,


algunos autores añaden una cuarta que incluiría derechos que no se pueden
ubicar en la tercera, pero también reivindicaciones futuras de derechos de primera
y segunda generación y nuevos derechos, especialmente, en relación con el
desarrollo tecnológico y las tecnologías de la información y la comunicación y el
ciberespacio.

Si consideramos los derechos civiles y políticos, reconocidos tras la Revolución


Francesa de 1789, como derechos de primera generación; los derechos sociales,
reconocidos a lo largo del siglo XIX como conquistas del movimiento obrero, como
derechos de segunda generación; y como derechos de tercera generación,
desarrollados tras las guerras mundiales, el derecho a la paz, a la
autodeterminación o a un medio natural sano, los derechos humanos de cuarta
generación, desarrollados a finales del siglo. XX y principios del XXI, protegen el
acceso a las nuevas tecnologías de la ciudadanía.

Entre los derechos de cuarta generación se pueden citar:


El derecho de acceso a la informática.
El derecho de acceso a la sociedad de la información en condiciones de igualdad
y no discriminación.
Al uso del espectro radioeléctrico y de la infraestructura para los servicios en línea
sean satelitales o por vía de cable.
El derecho a formarse en las nuevas tecnologías.
El derecho a la autodeterminación informativa.
El derecho al Habeas Data y a la seguridad digital.

Según el jurista brasileño Paulo Bonavides,los derechos de cuarta generación son:


el derecho a la democracia, el derecho a la información y el derecho al pluralismo.
De estos derechos depende la concreción de la sociedad abierta al futuro.
Bonavides subraya la dimensión plural de los derechos de cuarta generación, y
afirma que estos derechos constituyen la cúspide de un proyecto de ciudadanía
que tiene los derechos humanos como su pilar.

Antecedentes legales en materia electoral

El marco normativo regulatorio electoral guatemalteco tiene un largo recorrido


histórico. Los cambios nacionales han ido, por lo regular, acompasados con los
eventos mundiales que, como resabio, dejan sentir sus efectos en lo nacional. Así
como los eventos mundiales crean condiciones políticas y relaciones de poder, es
ese mismo poder que determina las reglas para el ascenso al mismo.

Desde la época colonial, han existido normas reguladoras del acceso a las
posiciones del poder público, fueran esas normas producto de un ordenamiento
jurídico como tal, o meras relaciones de poder. El contenido de las normas ha
variado tanto como su forma. Los espacios a los que se accede también han
cambiado desde aquellos.
El objeto del presente trabajo claramente se ha restringido a lo relativo a la justicia
electoral guatemalteca, tal y como se definió en el anterior capítulo. Empero, el
presente apartado, a pesar de centrarse en dicho tema, tocará algunos
antecedentes mucho más generales, en especial en aquellos textos que son
mucho más distantes en el tiempo, con el objeto de evidenciar lo restringido de
sus contenidos y a su vez, como contraste, la evolución que ha vivido la materia
con el correr del tiempo.

Además del factor cronológico, se ha tomado en cuenta, con propósitos


esquemáticos, una jerarquización de normas, por lo que se iniciará con las leyes
constitucionales y equivalentes, para luego pasar a las leyes de carácter ordinario
que sean relevantes al mismo. Por razones metodológicas y de precisión del
presente trabajo de tesis, la sustentante ha restringido su investigación a los
precitados rangos normativos, dejando de lado cualquier norma de carácter
reglamentario, salvo excepciones que se precisarán expresamente.

Normas constitucionales Debido a lo accidentada de su historia política y la


coetánea necesidad de legitimar los cambios y sucesiones, así como las
ambiciones colectivas e individuales, Guatemala ha experimentado una sucesión
de marcos jurídico-políticos constitucionales significativamente amplia.

2.1.1. Constitución de Bayona Aún en su condición de dependencia de la corona


española, el territorio guatemalteco se vio afectado (virtualmente) por las
previsiones hechas por el poder invasor francés a través de la llamada
Constitución de Bayona de 1808.

En ella, se estatuía un modelo estatal monárquico hereditario, en el que además


del poder real, existía un Senado, un Consejo de Estado y las llamadas Juntas de
la Nación o Cortes. De estas instituciones, solamente la última comprendía el
nombramiento por elección popular de uno de los tres estamentos, a saber: El
estamento del clero, el de la nobleza y el del pueblo. Este último nombraba un
diputado por cada 300,000 habitantes en el caso de la Metrópoli y para las
posesiones el Artículo 92 de tal cuerpo normativo preveía un listado de entre uno y
dos diputados nombrados por los Ayuntamientos, a través de votación popular. A
Guatemala le correspondía únicamente uno.

Constitución de Cádiz

El siguiente cuerpo de normas constitucionales fue promulgado en Cádiz el 19 de


marzo de 1812 y denominado la Constitución Política de la Monarquía Española.
En los anales se le reconoce como Constitución de Cádiz. Dicha Constitución
establecía como forma de gobierno en España una monarquía moderada.

En su Artículo 27, refiriéndose a las Cortes, indica que ésas “son la reunión de
todos los diputados que representan la Nación, nombrados por los ciudadanos en
la forma que se dirá”15. Aparece en ésa, por tanto, el primer cargo de elección
popular. La forma prescrita de elección de dichos diputados aparece plasmada en
los subsiguientes capítulos III al V del Título III.

Bases de Constitución Federal de 1823

Una vez declarada la independencia política de España, y superada la efímera


anexión a México, se establecieron las llamadas “Bases Constitucionales”16 que
en 1823 se dispuso serían semillero para la futura y contemplada Constitución
Federal. En aquéllas se preveía la estructura de la Federación y de los Estados,
divididos en tres poderes: Legislativo, Judicial y Ejecutivo; los cargos máximos, en
los tres casos, se determinaron como de elección popular, tanto a nivel Federal
como Estadual.

Constitución de la República Federal de Centro América


El texto normativo supremo precitado fue el primero por el cual los
centroamericanos regularon el tipo de Estado al cual pertenecerían y cómo
funcionaría el mismo. Decretada por la Asamblea Nacional Constituyente el 22 de
noviembre de 1824, seguía el modelo contemplado en las ya referidas Bases de
Constitución Federal que un año antes habían sido concretadas.

El Congreso Federal, a través del Artículo 69 numeral 26 de la precitada


Constitución, estaba facultado para “calificar las elecciones populares de las
autoridades federales, a excepción de la del Senado

. El Título XII de ese cuerpo normativo enmarcaba los rasgos más generales de
los poderes estaduales, aclarando en cada uno de los mismos su calidad de
poderes populares representativos:

“Artículo 177.

El Poder Legislativo de cada Estado reside en una Asamblea de representantes


elegidos por el pueblo que no podrán ser menos de once ni más de veinte y uno
(sic)…

“Artículo 179. Habrá un Consejo representativo compuesto de representantes


elegidos popularmente, en razón de uno por cada sección territorial del Estado,
según la división que haga su Asamblea…

“Artículo 181. El poder executivo (sic) reside en un gefe (sic) nombrado por el
pueblo del Estado…

“Artículo 183. En falta del gefe (sic) del Estado, hará sus veces un segundo gefe
(sic) igualmente nombrado por el pueblo…

“Artículo 189. Habrá una Corte Superior de Justicia compuesta de jueces elegidos
popularmente, que se renovarán por períodos.

Los Artículos reproducidos anteriormente evidencian la norma contenida en el


Artículo 178 que mandaba a las primeras legislaturas estaduales a “formar la
Constitución particular del Estado conforme a la Constitución Federal” , dándole a
ésas los preceptos fundamentales a través de los precitados. Así, es menester
analizar la correspondiente Constitución estadual de Guatemala.

2.1.5. Constitución Política del Estado de Guatemala Como reflejo de la norma


constitucional federal explicada arriba, la Constitución Política del Estado de
Guatemala, del año 1825, contempla una versión homóloga al gobierno federal, de
gobierno estadual. Los principios políticos-electorales que regían al Estado dentro
de la Federación eran los de un Estado representativo y popular:

“Artículo 39. El gobierno del Estado es republicano, popular, representativo.” Los


mismos órganos de gobierno son establecidos orgánicamente por la Constitución
del Estado de Guatemala: un poder legislativo, uno ejecutivo, un cuerpo de
magistrados (judiciario), un consejo de Estado.
Todos los cargos son enumerados y se indica a su vez, tal y como se cita más
adelante, su naturaleza representativa:

“Artículo 41. El poder legislativo está delegado a una Asamblea compuesta de


representantes libremente electos por el pueblo, y le ejerce (sic) con la sanción del
cuerpo moderador, también electo por el pueblo.

“Artículo 42. El poder ejecutivo está delegado a un jefe (sic) de nombramiento


popular.

“Artículo 43. El poder judiciario, a magistrados electos popularmente.


De la manera que se contemplaba la ejecución del voto ciudadano para la elección
de las altas autoridades federales, de la misma manera se mecanizó el voto para
las autoridades estaduales: por juntas populares, distritales y departamentales.
Todo ello aparece regulado en el Título III de dicho cuerpo normativo supremo.

El Artículo 44 de esa carta magna hacía patente la naturaleza de los cargos a


elección popular, al indicar que ninguno de esos era a perpetuidad, sino que
debían de renovarse mediante la elección popular en los lapsos estipulados por la
Constitución. La regulación particular de cada uno de los cargos reiteraba la
naturaleza de cargos por elección popular:

“Artículo 77. El poder legislativo del Estado reside en una Asamblea de


representantes elegidos popularmente y le ejerce (sic) con la sanción del consejo
representativo.”23

“Artículo 115. Habrá un consejo compuesto de representantes elegidos


popularmente, en razón de uno por cada departamento del Estado: se renovarán
por mitad cada dos años, saliendo a suerte en la primera renovación el menor
número, y pudiendo ser reelectos sus individuos con el intervalo de una
elección.”24

“Artículo 130. Ejercerá (sic) el poder executivo un gefe (sic) electo por todos los
pueblos del Estado. En su falta hará sus veces un 2º gefe, (sic) nombrado
igualmente por los pueblos.”25

“Artículo 199. Habrá una Corte Superior de Justicia elegida por todos los pueblos
del Estado, y compuesta de magistrados, cuyo número no podrá bajar de seis ni
exceder de nueve. Se renovarán por mitad cada dos años, y podrán siempre ser
reelegidos.”26

Adicionalmente a los altos cargos estaduales, la Constitución regulaba la


organización municipal donde establecía los cargos de Alcalde, Regidor y los
denominados procuradores síndicos, todos a elección popular:

“Artículo 164. Toda municipalidad será compuesta de alcaldes, regidores y


procuradores síndicos, nombrados por el respectivo pueblo. La ley arreglará el
número de oficiales municipales, proporcionado a la población; pero este número
no podrá exceder de tres alcaldes, diez regidores, y dos síndicos.”

SUFRAGIO

El sufragio (del latín suffragium) es el derecho político y constitucional a votar a los cargos


públicos electos. En un sentido amplio, el sufragio abarca el activo, donde se determina
quiénes tienen derecho al voto (uso más común); y el pasivo, que se refiere a quiénes y en
qué condiciones tienen derecho a ser elegidos.1
Históricamente, numerosos colectivos han sido excluidos del derecho a votar por muchas
razones: unas veces porque sus miembros eran «súbditos» de reyes feudales y no se les
consideraba hombres «libres»; otras veces porque la exclusión de la votación dependía de
una política explícita claramente establecida en las leyes electorales. En unas ocasiones el
derecho a votar excluía a grupos que no cumplían ciertas condiciones (exclusión de
analfabetos, impuestos de capitación, etc.); en otras ocasiones a un grupo se le ha permitido
votar pero el sistema electoral o las instituciones del gobierno fueron diseñadas a propósito
para darles menos influencia que otros grupos más favorecidos.
Se suele considerar que en un país democrático la legitimidad política de un
gobierno democrático deriva principalmente del sufragio.

Qué es Sufragio:
El término sufragio tiene origen en el vocablo latino suffragĭum, y se refiere
al derecho de participar a través del voto, de forma constitucional y política, en
un sistema electoral donde se eligen entre las personas candidatas para que
ocupen cargos en entidades públicas o privadas en la política.
Este término también se refiere al voto en sí o a la opción tomada por cada una de
las personas que son consultadas, especialmente en materia política, en una
asamblea para realizar un voto.
Durante toda la Historia, ha habido numerosos colectivos, como los esclavos, los
presos, los discapacitados tanto físicamente como intelectualmente (psíquicos),
las mujeres, los analfabetos, los militares, los policías, los pobres, etc., que han
sido excluidos del derecho a votar por muchas razones. Actualmente todos los
ciudadanos adultos, es decir, mayores de edad y en plenas facultades pueden
ejercer su voto en la política en la mayoría de los países. Las mujeres votaron por
primera vez en el siglo XX.
El primer país en el mundo en otorgar a sus ciudadanos el derecho a votar fue
Nueva Zelanda en 1893. Finlandia fue la primera nación en el mundo en dar a
todos los ciudadanos un sufragio total.
El término sufragio se utiliza también para ayudar, socorrer o estar a favor de algo
o de alguien, acudir en sufragio de alguien es ayudar tanto económicamente como
físicamente. Incluso para los católicos, el sufragio es la obra que ofrecen los
creyentes por las almas del purgatorio.

Características del sufragio


Los sufragios deben cumplir las siguientes características:

 universal
 libre
 secreto
 directo
 personal
 intransferible
 igualitario

TIPOS DE SISTEMAS ELECTORALES

Sistemas mayoritarios (first-past-the-post) En general, en este sistema mayoritario


gana un escaño en el distrito electoral quien logre la mayoría de los votos, de
modo que no se trata de obtener la mayoría absoluta, sino la relativa.

26.2.2 Elección directa en distritos electorales uninominales


La elección directa en distritos uninominales es una elección de personas que
enfrenta en un distrito electoral a candidatos de varios partidos o a candidatos
independientes.
Resulta electo quien
• reúna la mayoría relativa de votos o
• reúna la mayoría absoluta de votos.

Las elecciones mayoritarias en distritos uninominales poseen un marcado carácter


personal: como representante que goza de plena confianza, el candidato debe
defender los intereses del distrito electoral; necesita estar ligado a él, tener
numerosos buenos contactos personales y un excelente conocimiento de los
problemas distritales.

Elección directa en distritos electorales plurinominales

En la elección directa plurinominal, los distritos electorales son más grandes. Se


elige a más de un candidato, lo que significa que cada partido presenta a más de
uno; las candidaturas, sin embargo, siguen siendo individuales: no integran una
misma lista. Hay distritos electorales en los que se eligen tres, cuatro, cinco o más
candidatos, en cuyo caso todos ellos compiten entre sí; ganan los que reúnen la
mayor cantidad de votos.
Representación proporcional por listas nacionales o regionales

El sistema de representación proporcional se orienta con fuerza hacia partidos y


grupos políticos, pues la representación parlamentaria depende del porcentaje de
votos que un partido o un grupo obtenga en la elección. Hay un gran número de
sistemas de representación proporcional, entre los cuales figura, por ejemplo, el
de listas cerradas y bloqueadas: el orden de los candidatos lo determina
exclusivamente el partido, de modo que en un distrito plurinominal los electores
sólo pueden elegir el partido, sin introducir cambios en las listas propuestas. Los
candidatos se vuelven muy dependientes del partido y de su conducción o, en
caso de elecciones primarias, de las conducciones de las respectivas fracciones
del partido. En un sistema con listas abiertas, el elector puede votar por el partido
o por un candidato, con lo cual resulta posible cambiar el orden de la lista.

Formas mixtas

En las formas mixtas hay una combinación de elecciones mayoritarias en distritos


con elección directa y elecciones de listas partidarias de acuerdo a los sistemas de
representación proporcional. En el sistema aplicado en Alemania, con un primer
voto para el candidato en el distrito electoral y un segundo voto para la lista
partidaria, se mantiene y predomina el sistema de representación proporcional,
pues el segundo voto determina la composición del parlamento. El procedimiento
funciona de tal manera que primero se indaga, considerando el segundo voto,
cuántos escaños obtendrán los partidos en el parlamento (sistema proporcional de
acuerdo a Hare-Niemeyer); luego se constata quién ganó en qué distrito
electoral102.

Esos escaños se les asignan primero a los partidos; los que faltan son llenados
por las listas partidarias (listas de reserva). En el caso, que a veces se presenta,
de que un partido haya ganado más distritos electorales de elección directa de los
que le corresponden según la distribución proporcional, esos escaños directos
también se distribuyen, aumentando en igual medida el número de escaños del
parlamento (mandatos excedentes). Esta forma de distribuir los escaños puede
distorsionar el resultado de las elecciones porque mediante los mandatos
excedentes un partido recibe más escaños de los que le corresponden. Para
compensar este error, en algunas leyes electorales se crea la posibilidad de
mandatos

compensatorios que sirven para volver a adecuar la proporción de votos en el


parlamento a la proporción de votos electorales. Otra forma de combinar los
sistemas mayoritarios y de representación proporcional es el sistema mixto,
también llamado de trinchera. En este sistema en realidad se realizan
conjuntamente dos elecciones distintas de igual valor: de nuevo, en los distritos
electorales hay una elección según el sistema mayoritario, mediante la cual se
adjudica la mitad de los escaños del parlamento; al mismo tiempo, hay una
elección con listas partidarias según el sistema de representación proporcional: los
votos que obtienen los partidos se adjudican proporcionalmente en forma de
mandatos para ocupar la mitad de los escaños parlamentarios. Este procedimiento
electoral no crea en el parlamento una imagen representativa, pues el sistema
proporcional es distorsionado por los representantes directos de los distritos
electorales.

26.2.6 Ley de lemas* La ley de lemas es un sistema electoral que reúne las
elecciones primarias internas de un partido y las elecciones principales. Los
partidos o sus fracciones pueden presentar diversas listas que compiten entre sí,
pero también con los demás partidos. Los electores tienen un voto para elegir a
los diputados y otro para elegir al presidente; en algunos casos, sólo tienen un
voto para la elección presidencial y para la lista de diputados. Tras la elección, se
cuentan primero los votos que obtuvo un partido, sumando los de todas sus listas;
luego se comparan entre sí los resultados y resulta electo presidente un candidato
del partido más votado; éste será el de la lista que obtuvo la mayor cantidad de
votos dentro del partido. Es un procedimiento complicado, pues generalmente se
opera con muchas listas diferentes de un partido, las cuales a su vez se distinguen
claramente desde el punto de vista político: la gama se extiende desde la extrema
izquierda hasta la extrema derecha. Entre las listas surgen complejas
dependencias, pues si una lista abandona la lucha electoral por no tener
posibilidades, al partido le faltarán en el escrutinio los votos que pueden decidir su
victoria o su derrota. El sistema de listas es sumamente complicado y también
para los electores difícil de comprender. Mientras operaba con el tradicional
sistema bipartidista vigente en América Latina, aún era abarcable; con la aparición
de nuevos partidos, la vigencia de la ley de lemas hace presumir que se perderá
ese panorama abarcable y que, sobre todo, ya no se podrá planificar la
concepción estratégica de la lucha electoral.

Sistema de votos únicos transferibles (single transferable vote, STV)

En el sistema de votos únicos transferibles el elector vota por un candidato, y


establece adicionalmente un orden de candidatos a los que adjudica su voto si el
candidato designado en primer lugar ya alcanzó el número de votos requerido
para ser elegido o si fue eliminado por tener muy pocos votos.

Sistemas de votos suplementarios (supplementary vote, SV)

Estos sistemas, que permiten a los electores hacer una segunda elección si su
candidato en la primera no tiene éxito, no son aplicables en el marco de distritos
electorales con sistemas de mayorías relativas y en elecciones por listas. Estos
sistemas unifican una primera y una segunda vuelta electoral. En los distritos
uninominales, el sistema de votos alternativos funciona así: el elector expresa su
primera prioridad poniendo un 1 delante de un candidato, su segunda prioridad
poniendo un 2 delante de otro, etc. Si del escrutinio de los votos de la primera
elección resulta que ningún candidato logró la mayoría absoluta, el candidato con
el menor número de votos es eliminado y sus votos de la segunda elección son
adjudicados a los candidatos que siguen en carrera. Si tampoco ahora resulta una
mayoría absoluta, es eliminado el siguiente candidato con el menor número de
votos y sus votos de la segunda elección son adjudicados a los candidatos que
siguen en carrera.

RECURSOS EN MATERIA ELECTORAL


Dentro de las diversas posibilidades de control de los procedimientos electorales,
la Constitución ha optado por un sistema judicial de control al señalar que la
validez de las actas y credenciales de los miembros de ambas cámaras está
sometida al control judicial, en los términos que establezca la Ley electoral (Const
art.70.2).

Los procesos electorales pueden clasificarse de la siguiente forma (Gimeno


Sendra):

a) El recurso contencioso electoral, dirigido contra los acuerdos de las juntas


electorales sobre proclamación de electos y contra la elección y proclamación de
los presidentes de las corporaciones locales.

b) El recurso contra los acuerdos de las juntas electorales sobre la proclamación
de candidaturas y candidatos.

c) El recurso contencioso electoral para casos de referéndum.

d) El recurso contra las resoluciones de la Oficina del Censo Electoral, del que
conoce actualmente el orden contencioso-administrativo (según LO 2/2011). Con
anterioridad el orden civil.

e) El recurso contra cualesquiera otros actos o disposiciones de la denominada


Administración electoral, que se rige por las reglas generales de la LJCA.
Por último, hay que hacer mención al recurso de amparo electoral, que procede
contra sentencias contencioso-administrativas dictadas en procesos electorales.

1. Competencia

Los órganos del orden jurisdiccional contencioso-administrativo con competencia


para conocer de recursos contra actos o disposiciones en materia electoral son los
siguientes:

• Tribunal Supremo. 

• Tribunal superior de justicia. 

• Juzgados de lo contencioso-administrativo. 

2. Recurso contencioso electoral

Bajo esta denominación se regulan los recursos contencioso-administrativos


interpuestos contra los acuerdos de las juntas electorales sobre proclamación
de electos, contra la elección y proclamación de los presidentes de las
corporaciones locales

Los recursos contencioso electorales son procesos en única instancia que tienen


carácter de urgentes y gozan de preferencia absoluta en su substanciación y
fallo ante los órganos de lo contencioso-administrativo competentes

Al igual que el contencioso-administrativo, este proceso está informado por


los principios dispositivo y de congruencia, por lo que no puede iniciarse ni
continuarse de oficio y el órgano jurisdiccional no puede conocer de pretensiones
no mantenidas por las partes. No obstante, sí rige el principio de investigación de
la verdad material por el órgano judicial.

El recurso contencioso electoral es gratuito, si bien procede la condena en costas


a la parte o partes que hayan mantenido posiciones infundadas, salvo que
circunstancias excepcionales, valoradas en la resolución que se dicte, motiven su
no imposición

Objeto

Pueden ser objeto de recurso contencioso electoral:

– los acuerdos de las juntas electorales sobre proclamación de electos; y

– la elección y proclamación de los presidentes de las corporaciones locales.

Aun cuando se define, en términos inequívocos, el objeto posible del proceso en


relación con el acto recurrible en él, no se precisan los eventuales motivos de su
impugnación. No obstante, una interpretación lógica y sistemática debe llevar a la
conclusión de que sólo pueden tener cabida en el proceso contencioso electoral
los motivos impugnatorios que tengan que ver con la regularidad del
procedimiento electoral y con las competencias atribuidas a las juntas
electorales para controlarlas.

Interposición del recurso

El recurso contencioso electoral se debe interponer ante la junta electoral


correspondiente dentro del plazo de 3 días, siguientes al acto de proclamación de
electos. Se formaliza en el mismo escrito en el que se consignan los hechos, los
fundamentos de Derecho y la petición que se deduzca.
Téngase en cuenta que la junta electoral debe archivar uno de los tres ejemplares
del acta de proclamación, remitir el segundo a la cámara o corporación de la que
vayan a formar parte los electos y el tercero a la Junta Electoral Central. Esta
última debe proceder, en el período de 40 días, a la publicación en el BOE de los
resultados generales y por circunscripción, sin perjuicio de los recursos
contencioso electorales contra la proclamación de electos.Sentencia

Concluido el período probatorio, en su caso, la sala, sin más trámite, ha de dictar


sentencia en el plazo de 4 días. La sentencia debe pronunciar alguno de los fallos
siguientes:

a) Inadmisibilidad del recurso.

b) Validez de la elección y de la proclamación de electos, con expresión, en su


caso, de la lista más votada.

c) Nulidad del acuerdo de proclamación de uno o varios electos y proclamación


como tal de aquel o aquellos a quienes corresponda.

d) Nulidad de la elección celebrada en aquella o aquellas mesas que resulten


afectadas por irregularidades invalidantes y necesidad de:

– efectuar nueva convocatoria en las mismas, que puede limitarse al acto de la


votación;

– proceder a una nueva elección, cuando se trate del presidente de una


corporación local.

La nueva elección ha de celebrarse en el plazo máximo de 3 meses a partir de la


sentencia. La invalidez de la votación en una o varias mesas o en una o varias
secciones no comporta nueva convocatoria electoral en las mismas cuando su
resultado no altere la atribución de escaños en la circunscripción.

La sentencia se debe notificar a los interesados no más tarde del día 37º


posterior a las elecciones.

Recursos

Contra la sentencia no procede recurso contencioso alguno, ordinario ni


extraordinario, salvo el recurso de aclaración, sin perjuicio del recurso
de amparo ante el Tribunal Constitucional.

El amparo debe solicitarse en el plazo de 3 días y el Tribunal Constitucional debe


resolver sobre el mismo en los 15 días siguientes.

Ejecución de la sentencia

Las sentencias se deben comunicar a la junta electoral correspondiente,


mediante testimonio en forma, con devolución del expediente, para su inmediato y
estricto cumplimiento.

Para la ejecución de los pronunciamientos contenidos en el fallo, la sala, de oficio


o a instancia del Ministerio Fiscal o de las partes, puede dirigirse directamente a
las autoridades, organismos e instituciones de todo orden a las que alcance el
contenido de la sentencia y, asimismo, puede adoptar cuantas medidas considere
adecuadas.

3. Recurso contra la proclamación de candidaturas y candidatos


A partir de la proclamación de candidaturas y candidatos, cualquier candidato
excluido y los representantes de las candidaturas proclamadas o cuya
proclamación haya sido denegada, disponen de un plazo de 2 días para
interponer recurso contra los acuerdos de proclamación de las juntas electorales,
ante el juzgado de lo contencioso-administrativo.

El plazo discurre a partir de la publicación de los candidatos proclamados, sin


perjuicio de la preceptiva notificación al representante de aquel o aquellos que
hayan sido excluidos y no a partir de la proclamación –como parece inferirse de
Téngase en cuenta que la publicación tiene lugar el 28º día posterior a la
convocatoria, mientras que la proclamación debe efectuarse el 27º

En el mismo acto de interposición debe presentar las alegaciones que estime


pertinentes, acompañadas de los elementos de prueba oportunos.

La resolución judicial, que ha de dictarse en los 2 días siguientes a la


interposición del recurso, tiene carácter firme e inapelable.

Cabe, no obstante, recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional, a cuyo


efecto el recurso contra la proclamación de candidaturas y candidatos sirve para
cumplir el requisito de agotamiento de la vía judicial previa.

El amparo debe solicitarse en el plazo de 2 días y el Tribunal Constitucional debe


resolver sobre el mismo en los 3 días siguientes.

• El recurso se debe interponer ante la sala especial del Tribunal Supremo

• Están también legitimados para la interposición del recurso los que lo están


para solicitar la declaración de ilegalidad de un partido político

• Si durante la campaña electoral las partes legitimadas para interponer el recurso


tuvieran conocimiento de circunstancias que impiden la presentación de
candidaturas, el recurso podrá interponerse hasta el cuadragésimo cuarto día
posterior a la convocatoria, debiendo resolver la Sala especial del Tribunal
Supremo dentro del tercer día a partir de la interposición.

En este supuesto, no resulta de aplicación la prohibición de fabricación de las


papeletas de la candidatura afectada.

Están legitimados para instar la declaración de ilegalidad de un partido


político y su consecuente disolución, el Gobierno y el Ministerio Fiscal.

El Congreso de los Diputados o el Senado pueden instar al Gobierno a que solicite


la ilegalización, quedando obligado éste formalizar la correspondiente demanda,
previa deliberación del Consejo de Ministros,.

La tramitación de este acuerdo se ajusta al procedimiento establecido,


respectivamente, por la Mesa del Congreso de los Diputados y del Senado.

• Haberse interpuesto por persona no legitimada o no debidamente representada.

• Carecer manifiestamente de los requisitos sustantivos o de forma para su


admisión.

• Carecer la demanda manifiestamente de fundamento.

La apreciación de la concurrencia de alguna de las causas indicadas se pondrá de


manifiesto a las partes para que puedan formular alegaciones sobre la misma en
el plazo común de diez días.

 
4. Recurso contencioso electoral en los casos de referéndum

La normativa de regulación de las distintas modalidades de referéndum contiene


una remisión general a la legislación electoral general en lo que se refiere a los
recursos e impugnaciones que pueden plantearse contra los acuerdos de las
juntas electorales en esta materia.

Además, pueden ser objeto de recurso contencioso electoral los acuerdos que,
sobre los resultados del escrutinio general, adopten las juntas electorales
provinciales. El recurso contencioso electoral se ha de interponer ante la junta que
haya adoptado el acuerdo objeto del mismo, en el plazo de los 5 días siguientes a
su adopción. El procedimiento del recurso contencioso electoral es el establecido
en la legislación electoral para el que tiene por objeto la validez de las elecciones.

Tienen legitimación para interponer el recurso contencioso electoral o para


oponerse a los que se interpongan, los representantes de los grupos políticos con
representación parlamentaria o que hayan obtenido, al menos, un 3% de los
sufragios válidamente emitidos en el ámbito a que se refiera la consulta en las
últimas elecciones generales celebradas para el Congreso de los Diputados.

Tienen competencia para conocer de estos recursos las salas de lo contencioso-


administrativo de los tribunales superiores de justicia.

La sentencia debe pronunciar alguno de los fallos siguientes:

– inadmisibilidad del recurso;

– validez de la votación y de la proclamación de resultados en la provincia a que


se refiera;

– validez de la votación con nueva proclamación de resultados;

– nulidad de la votación y necesidad de efectuar nueva convocatoria en el ámbito


correspondiente, cuando los hechos recogidos en la sentencia fuesen
determinantes del resultado.

Contra la sentencia que recaiga en estos recursos contencioso electorales no


puede interponerse recurso alguno, ordinario o extraordinario.

5. Recurso contra las resoluciones de la Oficina del Censo Electoral

El conocimiento del recurso contra las resoluciones de la Oficina del Censo


Electoral se atribuye al orden jurisdiccional contencioso-administrativo.

Puede interponerse ante el juzgado de lo contencioso-administrativo –


anteriormente, juzgado de primera instancia– correspondiente en un plazo de
cinco días a partir de su notificación.

La sentencia, que ha de dictarse en el plazo de 5 días, se debe notificar al


interesado, al ayuntamiento, al consulado y a la delegación provincial de la Oficina
del Censo Electoral. Esta sentencia agota la vía judicial.

La doctrina no ha sido unánime en esta cuestión. Algunos autores han


considerado que la atribución del conocimiento de un proceso administrativo a un
órgano judicial civil es una anomalía procesal que no afecta a la naturaleza
administrativa del proceso, por lo que habían de aplicarse las normas del
proceso contencioso-administrativo (Gimeno Sendra). Para otros se tratado
siempre de un proceso de naturaleza civil (Serena Velloso).

Una vez atribuida la jurisdicción para conocer de estos asuntos al orden


contencioso-administrativo, parece razonable sostener la aplicación de las normas
procedimentales propias de este orden; y dentro de ellas, las del proceso especial
antes aludido.

6. Recurso de amparo electoral

El recurso de amparo electoral procede contra sentencias contencioso-


administrativas dictadas en procesos electorales

Este recurso es una especificación del genérico recurso de amparo y tiene


análogas limitaciones objetivas que los recursos jurisdiccionales que le sirven de
presupuesto, por lo que no puede ni le corresponde iniciar de oficio
investigaciones generales sobre actos de escrutinio en procesos electorales. Lo
único que se puede hacer por esta vía es fiscalizar, una vez se haya agotado la
vía jurisdiccional previa y siempre con carácter subsidiario, las vulneraciones de
derechos fundamentales que en el devenir de un proceso electoral denuncien
sus actores, y, en concreto, las que se denuncien con las dos modalidades
expuestas abajo: proclamación de candidatos y de electos.

En estos procedimientos existe una particularidad justificada por el hecho de que


el recurso de amparo contra sentencias contenciosas dictadas en procesos
electorales abre un nuevo cauce con el que garantizar los derechos
fundamentales. Esta particularidad es establecer que la carga de interponer el
recurso de amparo electoral y la de proporcionar la fundamentación fáctica y
jurídica (prueba) necesaria –deber de colaboración con la justicia constitucional–
corresponde siempre al que recurre, por lo que el Tribunal no podrá reconstruir las
demandas de amparo de oficio cuando los demandantes hayan desatendido
la carga de argumentación citada y se hayan limitado a solicitar, en amparo, la
práctica de una prueba denegada en la vía judicial previa sin aducir la relevancia
de la misma

Hay que diferenciar dos supuestos:

a) Recurso contra sentencias dictadas en recursos relativos a la proclamación de


candidatos.

b) Recurso contra sentencias dictadas en recursos relativos a la proclamación de


electos.

Proclamación de candidatos

La interposición de este recurso se realiza mediante demanda ante el órgano


judicial que ha dictado la sentencia, que agota la vía jurisdiccional, en el plazo de
2 días desde la notificación de la misma. Este órgano debe remitir los autos al
Tribunal Constitucional, con comunicación a las partes intervinientes en el
recurso contencioso electoral.

Se abre un plazo de personación de 2 días. Por su parte, el Ministerio


Fiscal tiene un plazo de 1 día para emitir sus alegaciones, tras las cuales se dicta
la sentencia.

REGIMEN MILITAR

na dictadura militar es una forma de gobierno autoritario en la cual, (en mayor o menor


grado), las instituciones ejecutivas, legislativas y judiciales son controladas por las fuerzas
armadas que impiden cualquier forma de control democrático y social.
Suelen originarse como consecuencia de la supresión del sistema de gobierno existente hasta
entonces tras un golpe de Estado.1
El Régimen Militar.  (Septiembre 1973- Marzo 1990)

Durante el gobierno militar, el país continuó dividido en dos sectores: los partidarios
del gobierno, que veían en él la salvación de la nación y del sistema democrático, y
los opositores, que veían en dicho gobierno una dictadura en la cual no se respetaban
los derechos fundamentales   de las personas, tales como la libertad de pensamiento
y expresión, la libertad de reunión y el derecho a organizarse políticamente.

-  Integrantes de Junta Militar de gobierno

Formada por  los comandantes de las Fuerzas Armadas:

- Ejército: Augusto Pinochet.

- Armada: José Toribio Merino

- Fuerza Aérea: Gustavo Leigh.

- Carabineros: Cesar Mendoza.

1.1- Restricciones políticas

Las primeras medidas apuntaron a restringir las libertades públicas y los derechos
políticos. Desde septiembre de 1973 se estableció el cierre del Congreso Nacional, se
declaró ilegales a los partidos políticos de izquierda, se suspendió temporalmente a
los partidos políticos de centro y de derecha, y se designó a todas las autoridades que
antes eran elegidas por votación popular.

1.2- Restricciones sociales

Las más importantes fueron la prohibición de las organizaciones estudiantiles y de los


sindicatos, la censura informativa, el control que se ejerció sobre la prensa y el
establecimiento del toque de queda, que prohibía a las personas circular por las
calles durante la noche.

- Cambios que hubo durante el régimen militar

2.1- En el aspecto económico

Se reorganizó la economía de nuestro país sobre la base de un modelo


llamado Neoliberal o de libre mercado. En éste el Estado entrega la dirección de la
economía a la iniciativa privada. Por lo tanto el gobierno ya no interviene el desarrollo
económico del país de la misma manera como había sucedido hasta  entonces,
produciéndose así un cambio importante en esa línea de continuidad durante este
siglo.

Así, entonces, se privatizaron empresas estatales y se disminuyó significativamente el


gasto del Estado en salud, educación y vivienda, derivándolas a instancias privadas.
Un ejemplo de ello fue el traspaso de la administración de una parte importante de la
previsión social y salud al sector privado, a través de la creación de las AFP e
ISAPRES.

FUNCIONES DEL EJERCITO DE GUATEMALA

La función básica de cualquier milicia es proveer protección contra fuerzas armadas


extranjeras y en posibles conflictos internos. En décadas recientes los ejércitos permanentes
han sido utilizados también en funciones de apoyo en emergencias civiles en situaciones de
desastre. Por otro lado, las fuerzas armadas pueden dañar también a una sociedad al
implicarse en guerras contraproducentes (o simplemente inexitosas).
Las investigaciones científicas y tecnológicas militares suelen producir beneficios en el sector
civil, aunque muchos argumentan que se obtendrían aún mayores beneficios de destinar el
capital directamente a investigaciones que mejoren la vida en vez de destruirla. 1
La excesiva inversión en fuerzas armadas puede mermar la fuerza de trabajo de un país,
produciendo un impacto significativo en los estándares de vida civiles. De prolongarse durante
un período de tiempo importante, esto resulta en la degradación de los servicios sociales y la
menor construcción de infraestructuras. Esta falta de desarrollo a su vez afecta a la milicia en
un círculo vicioso. La Unión Soviética fue un ejemplo moderno típico de este problema debido
a su invasión de Afganistán. Hoy en día, Estados Unidos reúne las condiciones para sufrir el
mismo fenómeno debido a la invasión de Irak.
Las funciones asignadas constitucionalmente a las fuerzas armadas alrededor del
globo terrestre incluyen: seguridad nacional, soberanía, integridad territorial,
independencia del estado, paz interna y la indiscutible tarea de defensa civil o
cooperación en emergencias, entre otros. Para el caso de Guatemala, la función
constitucional se concentra en: la independencia, la soberanía, el honor, la
integridad del territorio, la paz, la seguridad interior y exterior y la cooperación en
emergencias o calamidad pública.
Las fuerzas armadas deben organizarse, equiparse y entrenarse para cumplir con
su función constitucional. Sin embargo, lo observado especialmente en
Latinoamérica es la utilización de la fuerza armada para funciones que no le
corresponden, teniendo un efecto de disfunción institucional que afecta, expone y
desgasta la institucionalidad de las mismas fuerzas y de otras instituciones en las
cuales hay invasión funcional. Cabe recordar que la función natural de las fuerzas
armadas es la seguridad externa, integridad territorial y soberanía.
No cabe la menor duda que lo más fácil para algunos responsables de la
conducción política de los estados y sus círculos es utilizar a las fuerzas armadas
para la solución de inconvenientes o problemas nacionales, en lugar de responder
por la vía de la institucionalidad que implica el cumplimiento de las funciones en la
administración pública. Es común el involucramiento del Ejército en funciones de
carpintería, reparación de carreteras, entrega de alimentos, protección de
hospitales y últimamente en limpieza de ríos y costas, cuando las funciones
constitucionales asignadas para la fuerza están descuidadas, incluso hay tropa
guatemalteca en operaciones en el África mientras las fronteras guatemaltecas
son totalmente porosas.
Un tema presente en el análisis de institucionalidad es el de fortalecer a la policía
en lugar de involucrar a las fuerzas armadas para tareas permanentes de
seguridad pública y ciudadana. La impotencia de las policías en términos
generales ha sido generada por la invasión de funciones de las fuerzas armadas,
los mismos cuadros de policía en ocasiones recurren felizmente a la solución
militar. Afortunadamente, el Ejército guatemalteco está retirándose de las tareas
de la seguridad ciudadana, en la que debiera participar excepcionalmente y
atender sus funciones constitucionales. Además, para la policía es un reto
enfrentar el tema sin el acompañamiento permanente del Ejército, debe hacerlo
con otros acompañamientos como con el Ministerio Público.
Es pertinente afirmar que las fuerzas armadas han respondido al llamado a
cooperar, incluso a sustituir funciones de otras instituciones, y no pongo en duda
la entrega de los integrantes de la institución en cada tarea que se les asigna, sin
embargo, no dejan de ser tareas disfuncionales. La cualidad de respuesta y
fortaleza institucional debe guardarse para situaciones de crisis, emergencias o
catástrofes (protección civil), que los ciudadanos sepan que existe una institución
sólida y que es muestra de transparencia, eficiencia e institucionalidad.
Las amenazas críticas que enfrenta la región, atentan contra la soberanía,
integridad del territorio, a la paz y seguridad interior y exterior, además, estas son
cada vez más complejas, le corresponde a los militares jóvenes repensar y
proponer cómo enfrentarlas y así cumplir con la función asignada, para lo cual
deben organizarse, equiparse y entrenarse adecuadamente. Seguramente podrán
hacerlo. Las fuerzas armadas han representado y deben seguir representando un
poder disuasivo ante las amenazas, debiendo conservar un adecuado nivel de
excelencia, la disfuncionalidad puede llevarlas al imprudente debilitamiento. El
poder legalmente constituido debe contar con un recurso extremo para ser
empleado cuando hayan sido rebasadas otras formas de disuasión. 

ENTIDADES AUTONOMAS

n territorio autónomo o entidad autónoma (también denominado como: país,


nación o territorio semiautónomo) es un territorio dependiente de un Estado que
tiene cierto grado de autonomía en cuanto su gobierno y sus leyes y goza de
cierta libertad reconocida por la autoridad externa de la que depende. Típicamente
es un territorio geográficamente muy distinto del resto del país o es poblado por
una minoría nacional.
Los países que incluyen territorios autónomos frecuentemente son federaciones.
Los territorios autónomos pueden además estar divididos en territorios a su vez
parcialmente autónomos.
Los entes autónomos son aquellos que tienen su propia ley y se rigen por ella, se
considera como una facultad de actuar en una forma independiente y además
tiene la facultad de darse sus propias instituciones que le regirán y lo más
importante el autofinanciamiento, sin necesidad de recurrir al Presupuesto General
del Estado.
Además los entes autónomos deben contar con sus propios recursos, un
patrimonio propio, independencia total del organismo centralizado y sin ningún tipo
de control, pues no manejan fondos públicos, sino solo privativos.

Los entes autónomos son aquellos que tienen su propia ley y se rigen por ella, se
considera como una facultad de actuar en una forma independiente y además
tienen la facultad de darse sus propias instituciones que lo regirán y lo mas
importante el autofinanciamiento, sin necesidad de recurrir al Presupuesto General
del Estado; además los entes autónomos deben contar con sus propios recursos,
un patrimonio propio, independencia total del organismo centralizado y sin ningún
tipo de control, pues no manejan fondos públicos, sino solo privativos. No
podemos hablar que en Guatemala existan entidades autónomas, porque
dependen del Estado financieramente y en otros casos dependen del
nombramiento de funcionarios por parte del ejecutivo.

El jurista guatemalteco, Samayoa Palacios, considera que «…los entes


autónomos administrativos son aquellos que tienen sus propias leyes y se rigen
por ellas. Se considera como una finalidad de actuar independiente y además
tiene la facultad de darse sus propias instituciones, que le regirán y lo más
importante el autofinanciamiento, sin necesidad de recurrir al presupuesto general

El autor enfatiza en el elemento económico, lo cual genera controversia pues para


considerarse verdaderamente autónomo su presupuesto no tendría que ser
aprobado por el organismo legislativo. Sin embargo, la opinión mayoritaria en el
medio guatemalteco es que la aprobación general del presupuesto no merma la
autonomía de estas entidades, pues estas siguen teniendo plena disposición del
dinero, desde el momento en que este está en su poder.

Cabe destacar que la característica más relevante de estas entidades radica en


su grado de independencia, en ese sentido expresa Montaño que: «no es tan sólo
un conjunto más o menos grande de poderes más o menos extensos; es una
cualidad específica de la corporación que las distingue de las demás: su
capacidad de gobierno propio y, con más precisión, su capacidad de organizarse
dentro de las condiciones de la ley fundamental o poder constituyente, de darse
sus intenciones o poder legislativo y de gobernarse con ellas, con prescindencia
de otro poder»

. Por su parte, según Estrada Flores, abogado guatemalteco, la autonomía


contiene ciertas características dentro de las cuales se encuentran:

1. Su reconocimiento por la Constitución;


2. Tienen personalidad jurídica y patrimonio propio, lo que hace que sean
personas distintas al Estado, sin por eso perder su calidad de públicas;
3. Tienen capacidad de resolver y gestionar sus problemas;
4. No tienen ninguna relación con el Organismo Ejecutivo, ni financiera ni política,
esto debido a que maneja fondos privativos;
5. Pueden designar a sus autoridades;
6. Se rigen por sus propias leyes, pueden crear sus estatutos y reglamentos; y,
7. «su grado de emancipación funcional, administrativa y financiera es mayor que
la descentralización, pues tiene como elemento esencial la autarquía, lo cual
permite el autofinanciamiento, gozando de gran independencia económica al
disponer libremente de sus propios recursos y captarlos por sí mismos sin
depender del Presupuesto General del Estado»

. Esta última característica hace evidente el problema que existe en nuestro país
respecto a la interpretación y comprensión de la palabra autonomía. El autor
menciona de nuevo la importancia del elemento financiero, haciendo de este el
elemento principal. Además, trata a la descentralización como un sistema análogo
a la autonomía; aspecto que no es necesariamente correcto pues, como se
observó en la breve revisión del concepto de entidades independientes, la
autonomía es una de las formas que puede tomar el modelo descentralizado

Debido a la ambigüedad de este tema y a que los distintos autores la estudian,


analizan y comprenden de formas distintas, existe una postura que considera que
existen dos tipos de autonomía. Esta postura busca adaptar el concepto de
autonomía en nuestros entes descentralizados para que de esta manera encaje
este concepto con el uso que se le da en nuestra Constitución. Esta visión los
clasifica así:

1. «La autonomía técnica consiste en que los órganos administrativos no están


sometidos a las reglas de gestión administrativa y financiera que, en principio, son
aplicables a todos los servicios centralizados del Estado.
2. La autonomía orgánica supone la existencia de un servicio público que tiene
prerrogativas propias, ejercidas por autoridades distintas del poder central y que
puede oponer a este su esfera de autonomía».

Existe otra clasificación que atiende a otros aspectos:

1. Autonomía Territorial: La autonomía territorial «se basa en el territorio y puede


adoptar diversas formas de organización: regiones, zonas, divisiones,
circunscripciones o bien territorio. La principal autonomía territorial conocida en
Guatemala es la de los municipios.» Es por esto por lo que los municipios se
caracterizan como los entes descentralizados por territorio por excelencia. En
nuestra legislación el artículo 253 constitucional reza así: «Autonomía Municipal.
Los municipios de la República de Guatemala, son instituciones autónomas…»

2. Autonomía Institucional: La autonomía institucional «se basa en los servicios


públicos o en las funciones técnicas a cargo de las organizaciones autónomas.
Esta autonomía no toma en cuenta los intereses de los departamentos o de los
municipios sino el interés del servicio o la función que debe estar a cargo del
Ejecutivo, pero se la traslada a una organización autónoma con la finalidad de
satisfacer necesidades económicas, sociales y culturales».

3. Autonomía por Colaboración: La autonomía por colaboración «se basa en


funciones administrativas propias del Estado y que se trasladan a organizaciones
autónomas privadas, que trabajan con entera independencia del Ejecutivo.» En
estos casos se encuentran las ONGs, algunas fundaciones, universidades, etc.

UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS DE GUATEMALA

Desde 1944, la Universidad de San Carlos de Guatemala ha buscado


la autonomía universitaria. Pero no fue hasta el 1 de diciembre de 1945 que entró
en vigor el Decreto No. 12 el cual otorgó la libertad y autosuficiencia de ejercer
como casa de estudios.

Historia de la Autonomía Universitaria de la USAC

Se entiende como autonomía universitaria a todo el conjunto de ideas


provenientes de la población estudiantil que buscan el acceso al libre
conocimiento. En aquel entonces, justo en la época de Manuel Estrada Cabrera, la
educación superior se vio limitada a cierto tipo de temáticas y enseñanza que
generó un descontento.

Sin embargo, el camino para transformar el sistema universitario comenzó en


1920 con el surgimiento de organizaciones estudiantiles, sobre todo de
la Asociación de Estudiantes Universitarios —AEU—. Esto contribuyó a motivar a
la ciudadanía.

Pese a los esfuerzos en esos años, entre 1931 a 1939, el intento de autonomía se
vio suspendida por el general Jorge Ubico. No fue hasta 1940 que los movimientos
estudiantiles tomaron fuerza en donde el protagonista fue la Asociación «El
Derecho», conformado por alumnos de diferentes facultades.

De esa manera, en 1944, la Sociedad de Auxilios Mutuos del Magisterio y el


Sindicato de Maestros alzó la voz al enterarse del despido injustificado de
catedráticas casadas. En junio, se realizaron manifestaciones masivas para pedir
la renuncia del presidente Ubico.

El 1 de junio de 1944, Jorge Ubico renunció a su cargo y la USAC recibió el


Decreto No 15 el cual le otorgó de forma provisional la autonomía económica. Más
tarde, la Asamblea Legislativa aprobó la primera Ley Orgánica de la Universidad
de San Carlos de Guatemala —bajo el Decreto No 131 en 1945—, comenzando
así un nuevo sistema educativo.

¿Qué significa la autonomía para la Universidad de San Carlos de Guatemala?

La USAC se denomina como una institución autónoma. Es decir, tiene su propia


personalidad jurídica, es la encargada a nivel estatal de dirigir, organizar y
desarrollar la educación del Estado y la educación universitaria estatal.

Además, se encarga de difundir la cultura en sus diferentes expresiones, promover


el alcance de la investigación en otros medios, cooperar al estudio y solución de
los problemas nacionales. No está sujeta a las leyes normales, más bien se rige
por su Ley Orgánica, estatutos y reglamentos.

Principales reformas de la autonomía universitaria

La universidad se gobernará por sí misma.

Tendrá libertad de cátedra y asignación presupuestaria del Estado.


La importancia de la integración del alumnado con la realidad del país, buscando
soluciones para la población.
Elección de rector que representara la protección de las instalaciones y alumnado.

Autonomía de la Universidad de San Carlos es el título del Artículo 82 de


la Constitución Política de Guatemala, que indica que la Universidad de San
Carlos de Guatemala -USAC- es una institución autónoma con personalidad
jurídica. En su carácter de única universidad estatal le corresponde con
exclusividad dirigir, organizar y desarrollar la educación superior del Estado y la
educación profesional universitaria estatal, así como la difusión de la cultura en
todas sus manifestaciones (Constitución Política de la República de Guatemala,
s.f.).
La Autonomía de la Universidad de San Carlos se encuentra detallada en
el Artículo 82 de la Constitución Política de Guatemala. Este también indica que la
USAC promoverá por todos los medios a su alcance la investigación en todas las
esferas del saber humano y cooperará al estudio y solución de los problemas
nacionales (Constitución Política de la República de Guatemala, s.f.).

Por último, expresa que se rige por su Ley Orgánica y por los estatutos y
reglamentos que ella emita, debiendo observarse en la conformación de los
órganos de dirección, el principio de representación de sus catedráticos titulares,
sus graduados y sus estudiantes (Constitución Política de la República de
Guatemala, s.f.).

Marco Legal

La Universidad de San Carlos de Guatemala, jerárquicamente se rige por:

a). La Constitución Política de la República de Guatemala, la cual en los artículos


82 y 83 le da vida jurídica, la define, señala sus fines, objetivos e indica a quien
compete el gobierno universitario;

b). La Ley Orgánica, Decreto Legislativo Número 325, de fecha 28 de enero de


1947, que señala entre otros aspectos, su función, integración y su régimen;

c). El Estatuto de la Universidad de San Carlos de Guatemala;


d). Reglamentos y disposiciones que constantemente emite el Consejo Superior
Universitario como ente legislador, los cuales desarrollan las normas de carácter
superior, tales como: Reglamento de la Carrera Universitaria del Personal
Académico y Reglamento de Relaciones Laborales entre la Universidad de San
Carlos de Guatemala y su Personal;

e). Normativos41. Los normativos específicos de las facultades, escuelas no


facultativas y centros universitarios, son emitidos, reformados o derogados por las
Juntas Directivas o Consejos Directivos de las unidades académicas y los
normativos específicos de organización de unidades administrativas que
dependen de Rectoría, son emitidos, reformados o derogados por el Rector.

f). Instructivos. Los Instructivos son emitidos, reformados o derogados por los
decanos o directores de las unidades académicas y en el caso de las unidades
administrativas corresponde a los Directores Generales.
En este contexto, la Universidad como las demás dependencias estatales,
constantemente emite circulares, las que contienen instrucciones de autoridades
competentes. En el ámbito externo, independientemente de su autonomía, la
Universidad no puede dejar de observar leyes y disposiciones de aplicación
general, según el ordenamiento jurídico del país, tales como Ley de
Contrataciones del Estado y Ley del Presupuesto, entre otras. Así mismo, en
ocasiones, la Universidad aplica supletoriamente en
su funcionamiento académico-administrativo, leyes de mayor jerarquía, tales
como: el Código de Trabajo, Código Procesal Civil y Mercantil, Ley del Organismo
Judicial.
Actualmente es atribución fundamental del Consejo Superior Universitario reformar
total o parcialmente los Estatutos de la Universidad y otros de carácter obligatorio;
aprobar, improbar o modificar los reglamentos de carácter general, ya que como
parte de la desconcentración de funciones, el Consejo Superior Universitario
acordó que los normativos específicos de las Facultades, Escuelas no facultativas
o Centros Regionales serán emitidos por ellas.

INSTITUTO GUATEMALTECO DE SEGURIDAD SOCIAL


El Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS) es una institución
gubernamental, autónoma, dedicada a brindar servicios de salud y seguridad
social a la población que cuente con afiliación al instituto, llamada entonces
asegurado o derechohabiente.

El IGSS fue creado por el Decreto No. 295 del Congreso de la República de


Guatemala y firmado por el entonces Presidente de la República de Guatemala el
Doctor Juan José Arévalo, actualmente se encuentra anexada al Ministerio de
Trabajo y Previsión Social, sin embargo esto no impide su autonomía.

La misión del IGSS es la siguiente: Proteger a nuestra población asegurada contra


la pérdida o deterioro de la salud y del sustento económico, debido a las
contingencias establecidas en la ley. La visión es: Ser la institución de seguro
social caracterizada por cubrir a la población que por mandato legal le
corresponde, así como por su solidez financiera, la excelente calidad de sus
prestaciones, la eficiencia y transparencia de gestión.

De acuerdo con la Constitución, la aplicación del régimen de seguridad social


corresponde al Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS), que es una
entidad autónoma con personalidad jurídica, patrimonio y funciones propias.
Asimismo, conforme la Ley Orgánica del IGSS, la Junta Directiva es la autoridad
suprema del IGSS y, en consecuencia, le corresponde la dirección general de las
actividades de este.

La Junta Directiva del IGSS está integrada por seis propietarios y seis suplentes
así:

1) Un propietario (quien es el presidente de la Junta Directiva del IGSS) y un


suplente nombrado por el presidente de la República;
2) Un propietario y un suplente nombrados por la Junta Monetaria del Banguat;
3) Un propietario y un suplente nombrados por el Consejo Superior de la Usac;
4) Un propietario y un suplente nombrados por el Colegio de Médicos;
5) Un propietario y un suplente nombrados por las asociaciones o sindicatos
patronales; y
6) Un propietario y un suplente nombrados por los sindicatos de trabajadores.

FUNDACION

El Gobierno de Guatemala, durante la presidencia del Doctor Juan José Arévalo


Bermejo gestionó la llegada a Guatemala de dos técnicos en materia de Seguridad Social;
ellos fueron el Lic. Oscar Barahona Streber, oriundo de Costa Rica y el chileno Walter Dittel
quienes hicieron un estudio de las condiciones económicas, geográficas, étnicas y culturales
de Guatemala. El resultado de este estudio lo publicaron en un libro titulado Bases de la
Seguridad Social en Guatemala.3 Al promulgarse la Constitución de la República de los
gobiernos revolucionarios, se incluyó entre las Garantías Sociales en el Artículo 63 el
establecimiento de un Seguro Social obligatorio.6
El 30 de octubre de 1946, el Congreso de la República de Guatemala, emitió el Decreto
número 295, Ley orgánica del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social por medio del cual
se creó la institución. La ley orgánica especifica que el IGSS es autónomo, tiene derecho
público de personería jurídica propia y plena capacidad para adquirir derechos y contraer
obligaciones, cuya finalidad es aplicar en beneficio del pueblo de Guatemala, un régimen
nacional, unitario y obligatorio de Seguridad Social, de conformidad con el sistema de
protección mínima.7a
La más reciente Constitución Política de la República de Guatemala, promulgada el 31 de
mayo de 1985, señala en el artículo 100 que en cuanto a Seguridad Social el Estado reconoce
y garantiza el derecho de la seguridad social para beneficio de los habitantes de la Nación.

INSTITUTO NACIONAL CIENCIAS FORENSES -INACIF-

El Instituto Nacional de Ciencias Forenses de Guatemala (INACIF) de Guatemala, es una


institución auxiliar de la administración de justicia, con autonomía funcional, personalidad
jurídica y patrimonio propio. Tiene competencia a nivel nacional y la responsabilidad en
materia de peritajes técnicos científicos de conformidad con la Ley Orgánica del INACIF,
Decreto 32-2006 del Congreso de la República de Guatemala.
Anualmente tiene una partida en el Presupuesto General de Ingresos y Egresos del Estado y,
sus recursos los administrará de manera autónoma en función a sus propios requerimientos.
El Instituto Nacional de Ciencias Forenses tiene como finalidad principal la prestación del
servicio de investigación científica de forma independiente, emitiendo dictámenes técnicos
científicos.
La ubicación de las oficinas centrales del Instituto Nacional de Ciencias Forenses se
encuentra en la Ciudad de Guatemala pero tiene oficinas regionales y departamentales en
todo el país, actualmente se divide en 5 regiones.

Antecedentes
El Instituto Nacional de Ciencias Forenses de Guatemala -INACIF- es creado con el Decreto
32-2006 del Congreso de la República de Guatemala del ocho de septiembre de dos mil seis,
como resultado de la necesidad de contar con medios de prueba válidos y fehacientes en los
procesos judiciales. Cuenta con la cooperación de expertos y peritos en ciencias forenses que
aplican los avances tecnológicos, metodológicos y científicos de la medicina legal y
criminalística, como elementos esenciales en la investigación criminal y de cualquier otra
naturaleza.
INACIF inicia sus funciones el día 19 de julio de 2007, y nace como institución auxiliar de la
administración de justicia, con autonomía funcional, personalidad jurídica, patrimonio propio y
con toda la responsabilidad en materia de peritajes técnico-científicos.

Aspecto Legal
El INACIF es una institución con autonomía funcional e independiente que surge como
consecuencia de la necesidad de unificar y fortalecer los servicios periciales forenses en
Guatemala, mediante el desarrollo científico del trabajo que realiza como institución
autónoma, garantizando la imparcialidad y confiabilidad de la investigación técnica científica,
contribuyendo así al sistema de justicia. Tiene como finalidad principal la prestación del
servicio de investigación científica de forma independiente emitiendo dictámenes técnicos
científicos que doten a la función jurisdiccional, con medios de prueba válidos y fehacientes en
los procesos judiciales. Presta sus servicios a requerimiento de jueces y fiscales, INACIF no
actúa de oficio.
El Consejo Directivo del INACIF está integrado por el presidente de la Corte Suprema de
Justicia, el Ministro de Gobernación, el Fiscal General de la República, el director del Instituto
de la Defensa Pública Penal, el Presidente de la Junta Directiva del Colegio de Médicos y
Cirujanos de Guatemala, el Presidente de la Junta Directiva del Colegio de Químicos y
Farmacéuticos de Guatemala y el Presidente del Colegio de Abogados y Notarios de
Guatemala.
El INACIF es un órgano técnico funcionalmente independiente, adscrito
administrativamente a la Procuraduría General de la República, con la misión
principal de brindar auxilio científico y técnico a los órganos de investigación y a
los tribunales penales y en las condiciones que establezca la correspondiente, a
otra reglamentación órganos públicos y privados y a los particulares.
Fue creado mediante Resolución No. 16956, de fecha 20 de diciembre del año
2004, por la Procuraduría General de la República, cuyas funciones son las
siguientes:
1. Brindar los informes y dictámenes que soliciten las autoridades judiciales y el
Ministerio Público.
2. Practicar los análisis e investigaciones científicos y técnicos que sean requeridos
por el Ministerio Público, las autoridades judiciales, entes oficiales o privados o
particulares, en las condiciones que autorice la reglamentación.
3. Definir normas técnicas o científicas que deben cumplir organismos o personas
que realicen funciones periciales relacionadas con las ciencias forenses en sentido
general y en las demás áreas establecidas.
4. Delegar o contratar en algunas personas naturales o jurídicas la realización de
algunas actividades periciales y controlar su ejecución.
5. Presentar al Magistrado Procurador General de la República los proyectos de
resoluciones que sean necesarios expedir para regularizar y estandarizar la
prestación de servicios de ciencias forenses.
Misión
Ejercer las funciones de organismo superior de investigación científico-técnico,
auxiliar de los procesos judiciales y vinculantes a los tribunales para ofrecer los
dictámenes periciales, conforme lo establecen la Constitución y las leyes procesal-
penal en la República Dominicana.
Regular la peritación forense, y en general toda la a actividad pericial, conforme la
nueva normativa para el ejercicio de la profesión médico-forense en los cuerpos de
formación del Ministerio Público.
Realizar todas las tareas propias del Instituto Nacional de Ciencias Forenses,
organismo que conlleva a la práctica de los informes y dictámenes que soliciten las
autoridades judiciales y el Ministerio Público, practicando los análisis e
investigaciones científicos y técnicos que sean requeridos por el Ministerio Público,
y los tribunales de la República Dominicana.
Visión
Constituir un Cuerpo Médico-Forense cuya finalidad esencial es la de humanizar la
justicia y servir con ética a los ciudadanos enfrentados en un conflicto que amerite
una investigación eficiente, eficaz y científica.
Actualizar, adecuar, agilizar e impulsar el desarrollo de las ciencias forenses y
criminalísticas en el país, modernizando el flujo de los procesos técnico-
investigativos y criminalísticos en apoyo y soporte al modelo de Reforma Procesal
Penal, ejecutado actualmente en la República Dominicana.
Los Valores por los cuales se rige el Instituto Nacional de Ciencias Forenses de Guatemala,
son los siguientes:

 Ética
 Veracidad
 Transparencia
 Excelencia
 Trabajo en equipo
 Objetividad
 Respeta a la dignidad humana
 Elemento de lista de viñetas

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