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SEGUNDA ESPECIALIDAD EN GESTIÓN

PÚBLICA Y GOBERNABILIDAD
Segunda Especialidad en Gestión Pública y Gobernabilidad

Gestión Pública por Resultados

Mg. José Manuel Cubas Vargas


Contenido
GESTIÓN POR RESULTADOS EN LA GESTIÓN PÚBLICA.
- Introducción
- La gestión por resultados: un cambio cultural necesario en el sector
público.
- Modernizar la administración financiera del sector público.
- Cómo funciona la gestión pública por resultados
GESTIÓN POR RESULTADOS EN LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA

Ante la deficiencia laboral y productiva que tiene la administración


pública peruana en todos sus ámbitos, urge desarrollar la gestión
por resultados como herramienta básica para evaluar la capacidad
del personal que trabaja en los diversos estratos del sector público.
Se afirma que la gestión por resultados se mide en razón de sus
indicadores. Por cierto que muchas de estas variables son y
serán siempre un poco arbitrarias, pero este sistema es el más
cercano para saber con cierta precisión que está ocurriendo en
el sector público.
Los indicadores revelarán qué tipo de gestión se realiza para
lograr los objetivos de la institución.
La gestión se puede evaluar desde la correcta aplicación de
adecuados controles internos hasta la administración de los
riesgos, pasando por la capacitación, experiencia y conocimiento
del puesto del servidor público.
Es decir, «know how» y «expertise» juntos.
También se hace énfasis en la inducción del personal para
familiarizarlo con los objetivos de la organización. Este aspecto
es importante especialmente para el nuevo personal que empieza
en la institución. No solamente basta saber qué tipo de trabajo se
va a realizar, sino también estar imbuido del plan
estratégico operativo que la institución tiene.
Otro aspecto positivo que tiene la gestión por resultados está
relacionado con la política de remuneraciones. Se afirma que un
estudio técnico de remuneraciones parte del sustento de los
incrementos que se ameriten. Es decir, ganarán más, los que más
saben o los que han tenido mayor éxito en su gestión que por cierto
está por encima de la simple administración. La gestión pública tiene
que ver con la capacitación contínua, experiencia exitosa,
conocimiento del puesto y del tema, y desarrollo de valores éticos.
Asimismo, se debe considerar en la gestión por resultados, algunas
herramientas que los trabajadores pueden echar mano. La primera es
por cierto el uso de las nuevas tecnologías de la información. El uso de
la tecnología, no solo ayuda a los procesos del desarrollo de la
organización, sino muchas veces, atenúa posibles actos de
corrupción, que casi se ha institucionalizado en la administración
pública.
Otro elemento que la gestión por resultados contribuye en la formación
del servidor es la capacitación contínua. De aplicarse esta política, el
servidor público estaría en constantes desafíos, obligándolo de una
manera a capacitarse en diversos aspectos relacionados con la
naturaleza del trabajo. Un jefe más capacitado será un líder mejor
preparado y un subordinado capacitado será también un trabajador más
eficiente.
En conclusión, la gestión por resultados es el mejor incentivo para que
el servidor sea más competitivo, eficiente, eficaz y ético. Pero no
solamente hay beneficios personales, sino como resultado de ello, la
organización logrará sus objetivos en los plazos establecidos como
resultado de la capacitación del líder; será más competitiva en los
diversos mercados donde opera, mediante los nuevos conocimientos de
sus trabajadores; y será una institución moderna que cumpla con los
estándares internacionales de desarrollo social y ambiental, como
resultado de la aplicación de mejores políticas públicas.
LA GESTIÓN POR RESULTADOS: un
cambio cultural necesario en el sector
público
Gobiernos efectivos, eficientes y confiables, son importantes en
cualquier parte del mundo como elemento clave para alcanzar el
desarrollo. Sin embargo, son aún más indispensables en países con
elevados niveles de pobreza, escasas oportunidades de desarrollo y altos
índices de corrupción.
En estos países no se puede tolerar la ineficiencia, ineficacia y el uso
deshonesto de los recursos públicos. Cada sol que le es entregado al
gobierno es esencial; por ello la necesidad de que sea bien gastado.
Sin embargo, corrupción, ineficiencia e inefectividad han sido el
común denominador en la mayoría de los gobiernos
latinoamericanos.
La reforma del Estado - un término usado para definir un cambio
en lo que debe hacer el gobierno o en el cómo debe hacerlo - ha
estado enfocada por décadas en nuevas leyes, procedimientos y
programas como si la solución a este problema estructural fuera de
forma, y no de fondo.
Miles de iniciativas como las leyes de transparencia administrativa,
el sistema nacional de control, el programa de gerentes públicos y el
sistema nacional de inversión pública, por nombrar algunas, han
sido impuestas como solución para mejorar el desempeño del sector
público. No obstante, a pesar de las buenas intenciones, estas
iniciativas no han producido un verdadero cambio en el desempeño
de nuestros gobiernos.
Por esta razón, es necesaria una estrategia diferente. Una
estrategia donde el cambio sucede porque las autoridades y
servidores públicos creen en él, no porque les es impuesto.

En esta estrategia, la reforma se basa en la transformación de los


sistemas y la cultura que rigen el comportamiento del sector
público; en la transformación de las instituciones públicas en
organizaciones flexibles, innovadoras, transparentes y orientadas a
resultados.
La finalidad de la gestión por Resultados es cambiar el fondo (la
cultura) ayudado por la forma (los sistemas), no viceversa. La
verdadera reforma del Estado se encuentra en el cambio gradual de la
predominante cultura burocrática por una cultura orientada a
resultados; no por decreto, sino por convicción.

Es contar con gobiernos y organizaciones públicas que actuando de


manera ética y transparente busquen constantemente diferentes
maneras de mejorar su desempeño. Sin ser uniforme y no en la escala
deseada, este cambio está sucediendo alrededor del mundo.
Preguntémonos lo siguiente: ¿Saben nuestras autoridades, directivos
y empleados cuáles son los objetivos del gobierno y sus
organizaciones? ¿Lo sabemos los ciudadanos? ¿Existen indicadores
clave de desempeño? ¿Las decisiones que se toman diariamente en
los consejos de ministros o en el Congreso toman en cuenta estos
objetivos e indicadores? Si su respuesta es negativa o por lo menos
difusa, es evidente de que el gobierno carece de una cultura orientada
a resultados.
MODERNIZAR LA ADMINISTRACIÓN
FINANCIERA DEL SECTOR PÚBLICO
Durante los últimos años los países de la región han desplegado
esfuerzos importantes para hacer más eficiente la gestión de sus
finanzas públicas orientadas a lograr la sostenibilidad y transparencia
fiscal, en coherencia con sus políticas públicas.

El Perú no es ajeno a estos avances y retos, por lo que ha emprendido


un proceso de modernización de la Administración Financiera del Sector
Público.
El proceso de modernización de la Administración Financiera del Sector
Público, se inicia con la aprobación de las normas legales referidas a
esta modernización, las cuales contienen disposiciones principalmente
relacionadas con:

 Vincularla con el Sistema de Planeamiento Estratégico, la Política


General de Gobierno, y el Marco Macroeconómico Multianual – MMM,
entre otros.
• Fortalecer el alineamiento del presupuesto público con el SINAPLAN y
con las reglas fiscales, con un “presupuesto abierto” y la rendición de
cuentas.

• Focalizar la programación multianual de inversiones públicas en los


objetivos nacionales, planes sectoriales nacionales, y planes de
desarrollo concertado (regionales y locales).
Esta modernización de regulaciones de la Administración Financiera
del Sector Público requiere de una implementación gradual y armónica
y, principalmente, la capacidad y decisión de llevarla a cabo en línea
con las mejores prácticas y conceptos de la Gestión de las Finanzas
Públicas, que están en los marcos legales de las leyes orgánicas de
los sistemas que conforman la Administración Financiera en el Perú.
CÓMO FUNCIONA EN LA PRÁCTICA LA GESTIÓN PÚBLICA
POR RESULTADOS

Nuestro país implementó formalmente la Gestión para Resultados


en el año 2007 con la puesta en práctica del Presupuesto por
Resultados, desde entonces han sido muchos los retos y
aprendizajes que hemos tenido en el área.
Sabemos que, mientras el modelo burocrático tradicional pone su
énfasis en los insumos, en el enfoque para resultados miramos
los impactos que tiene la acción pública, para ello nos basamos
en el logro de objetivos, indicadores de desempeño y estándares
comparativos de rendimiento.
Como señalan, García López y García Moreno: La gestión para
resultados es una estrategia de gestión pública que conlleva tomar
decisiones sobre la base de información confiable acerca de los
efectos que la acción gubernamental tiene en la sociedad”, pero
¿cómo funciona en el día a día?
En la práctica diaria, la gestión pública con enfoque en
resultados cuenta con pilares como la planificación estratégica
orientada a resultados, el presupuesto por resultados, la gestión de
programas y proyectos; y los sistemas de seguimiento y evaluación,
todos orientados a ejercer acciones concretas que causen efectos
positivos en la calidad de vida de los ciudadanos.
Tareas de un gestor público orientado a resultados

Cuando el enfoque está en los resultados, el gestor público,


independientemente de su cargo, lleva a cabo las siguientes tareas
inherentes a su rol de servidor:
Mantiene la atención en la meta
 Fomenta la transparencia en sus acciones
 Trabaja en equipo por la obtención del resultado
 Agiliza sus procesos en función de prestar un mejor servicio
 Se mantiene abierto y receptivo a la evaluación de los ciudadanos
 Escucha a las personas, entiende sus necesidades, las atiende
 Evalúa la calidad y cantidad de los bienes y servicios prestados
 Detecta oportunidades de mejora en la prestación de servicios
 Encuentra y promueve nuevos métodos de participación
ciudadana
 Considera las dimensiones cualitativas de la gestión, más allá de
los números
De este modo, sin importar cuál sea la tarea formal del trabajador
público o la denominación de su cargo, todas sus acciones diarias
estarán alineadas bajo el nuevo paradigma de gestión que busca
alcanzar los estándares de servicio de un Estado moderno.

Entender cómo funciona el Estado para transformarlo desde adentro


es uno de los objetivos de la gestión pública moderna.
MUCHAS GRACIAS POR SU ATENCIÓN.

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