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Ergonomía cognitiva

La Ergonomía es definida como la disciplina científica que estudia el diseño de los sistemas donde
las personas realizan su trabajo. A estos sistemas se les llama ‘sistemas de trabajo' y son definidos
de una forma amplia como ‘ el sector del ambiente sobre el que el trabajo humano tiene efecto y
del que el ser humano extrae la información que necesita para trabajar  '. El objetivo que tiene el
ergónomo es describir la relación entre el ser humano y todos los elementos del sistema de
trabajo.

Es conveniente resaltar que en la relación entre la persona y el sistema de trabajo podemos


destacar dos aspectos relativamente diferentes. Por una parte, tenemos el aspecto puramente
físico que hace referencia a la estructura muscular y esquelética de la persona. Por ejemplo, una
persona trabajando en una oficina, puede estar sentada (escribiendo en un ordenador) o de pie
(haciendo fotocopias). La postura que tiene en las dos situaciones es diferente y el diseño del
puesto de trabajo tiene que hacerse pensando en las características de la estructura del cuerpo
humano para que la persona se encuentre cómoda, no se canse, no desarrolle ninguna patología
de la columna vertebral, etc. De este aspecto se ocupa la Ergonomía Física  y es quizás el más
popularizado. Por ejemplo, cuando se anuncia un nuevo coche con ‘diseño ergonómico', el slogan
suele significar que, por ejemplo, la altura del volante es ajustable para adaptarse a la altura del
conductor.

Sin embargo, hay otro aspecto de la relación entre la persona y el sistema de trabajo que hace
referencia a como una persona conoce y actúa. Para poder realizar su tarea una persona tiene que
percibir los estímulos del ambiente, recibir información de otras personas, decidir qué acciones
son las apropiadas, llevar a cabo estas acciones, transmitir información a otras personas para
puedan realizar sus tareas, etc. Todos estos aspectos son el objeto de estudio de la Ergonomía
Psicológica  o Cognitiva  (Cañas y Waern, 2001). En el diseño de un coche, a nosotros nos interesará
como la información es presentada al conductor. Por ejemplo, a la hora de diseñar el indicador de
velocidad podemos hacerlo utilizando indicadores analógicos o digitales. Cada indicador tiene sus
ventajas y sus inconvenientes desde el punto de vista de cómo el conductor percibe y procesa la
información sobre velocidad.

Aunque los dos aspectos, el físico y el psicológico (ver Figura 1), no son totalmente
independientes, en Ergonomía Cognitiva nos interesa el segundo y hacemos referencia al primero
en la medida que tenga consecuencias psicológicas. Por ejemplo, si un controlador aéreo adopta
una determinada postura incómoda aumentará su fatiga y ésta tendrá efectos psicológicos como
disminuir su nivel de vigilancia.
Figura 1. Ergonomía Física y Ergonomía Cognitiva

Cuando combinamos los términos Cognición y Ergonomía lo hacemos para indicar que nuestro
objetivo es estudiar los aspectos cognitivos de la interacción entre las personas, el sistema de
trabajo y los artefactos que encontramos en él, con el objeto de diseñarlos para que la interacción
sea eficaz. Los procesos cognitivos como percepción, aprendizaje o solución de problemas juegan
un papel importante en la interacción y deben ser considerados para explicar tareas cognitivas,
tales como la búsqueda de información y su interpretación, la toma de decisiones y la solución de
problemas, etc.

Errores humanos

Un área de aplicación de la Ergonomía Cognitiva que tiene una larga tradición y que está
acaparando una gran atención actualmente es la de la predicción y evitación de los
llamados Errores o Fallos Humanos . Muchas veces nos vemos sorprendidos por la noticia de un
trágico accidente como cuando un tren descarrila provocando la muerte de un gran número de
personas. Estos accidentes ocurren cuando una máquina (e.g. un tren), que está siendo controlada
por una persona (e.g. el maquinista), tiene un comportamiento inapropiado (e.g. descarrila). Por
ello, en los primeros pasos de la investigación los técnicos centran su atención en la posible
existencia de una avería técnica. Sin embargo, a menudo ocurre que, tras un examen minucioso de
la máquina, no se encuentra ningún funcionamiento defectuoso de sus componentes. Entonces,
cambian su atención hacia el otro posible responsable del accidente, la persona que controlaba la
máquina. Desgraciadamente, lo primero que salta a las primeras páginas de la prensa es la
sospecha de que esta persona tuviese alteradas sus condiciones físicas o psíquicas. Por ello, los
médicos, a las ordenes de un juez instructor, comienzan a realizar análisis, buscando rastros de
alcohol, drogas o cualquier otra sustancia que justifiquen un comportamiento anormal. Sin
embargo, el desconcierto de los técnicos y del público se hace patente cuando estos análisis
tampoco revelan nada. La persona que controlaba la máquina se encontraba en perfecto estado
físico y psíquico.

¿Que ha pasado entonces? A menudo, llegado este momento oímos que “el accidente se ha
debido a un error humano  ”. Es decir, la persona que controlaba la máquina, en perfecto estado
de salud, ha cometido un error incomprensible. Evidentemente, se descarta la posibilidad de que
el error haya sido intencionado. Nadie quiere estrellarse con un tren. Por tanto, la pregunta que
queda en el aire es ¿por qué cometió el error?  No basta con catalogar el accidente como debido a
un error o fallo humano  . Eso es no decir nada y, lo que es peor, no ayuda a poner las medidas
necesarias para que no vuelva a ocurrir. Es necesario buscar sus causas.

En Ergonomía Cognitiva tomamos como punto de partida la definición de error humano que ha
sido propuesta por Reason (1992) quien lo considera como 'un término genérico empleado para
designar todas aquellas ocasiones en las cuales una secuencia planeada de actividades mentales o
físicas fallan al alcanzar su pretendido resultado, y cuando estos fallos no pueden ser atribuidos a
la intervención de algún factor de azar'. En términos similares Sanders y McCormick (1993) definen
error humano como 'una decisión o conducta humana inapropiada o indeseable que reduce, o
tiene el potencial para reducir, la efectividad, la seguridad, o la ejecución del sistema'. En cualquier
caso, un error humano es un fallo a la hora de realizar una tarea satisfactoriamente y que no
puede ser atribuido a factores que están más allá del control inmediato del ser humano.

Para entender porque una persona comete un error debemos empezar por considerar que
controlar una máquina significa establecer una comunicación entre ésta y la persona. Desde este
punto de vista, la máquina debe tener medios para transmitir a la persona su estado interno. Así,
cuando el ingeniero la construye diseña paneles con todo tipo de indicadores (diales, pantallas,
etc.) pensados para ofrecer toda la información que se considera que el operario necesitará para
controlarla correctamente. Además, puesto que esta comunicación ocurre dentro de un ambiente
físico sobre el qué la máquina opera, se diseñan también señales que presentan la información
sobre las condiciones externas en las que se trabaja. Finalmente, la comunicación entre la persona
y la máquina ocurre casi siempre en situaciones en las que están implicadas otras personas y otras
máquinas. La comunicación entre todas ellas se establece a través de medios técnicos diseñados
para que la información sea recibida y procesada correctamente por la persona que la necesita.
Por todo esto, desde hace muchos años se viene reconociendo que la causa de estos errores
humanos  muchas veces hay que buscarla en un posible mal diseño  de la máquina, de las señales
informativas o de los medios de comunicación entre las personas. Pero, ¿qué es un mal diseño?

En primer lugar, debemos tener en cuenta que al hablar de un mal o buen diseño no debemos
adoptar el punto de vista según el cuál una máquina bien diseñada es aquella que funciona
correctamente  , es decir, que todos sus componentes realizan la función para la que han sido
pensados. Por el contrario, para la Ergonomía Cognitiva, un buen diseño también es aquel en el
qué se tiene en cuenta que la persona que debe trabajar con la máquina tiene una serie de
características cognitivas que imponen limitaciones en su capacidad de procesar información y
tomar decisiones  . Una máquina mal diseñada  es aquella que exige que la persona sea capaz de
atender a más estímulos de los que su capacidad atencional le permite, recuerde más datos en
cortos periodos de tiempo de los que son posibles retener en su memoria, tome decisiones con
información incompleta y en intervalos de tiempo demasiado cortos para su capacidad de
procesamiento, etc.

Diseño de Interfaces

Considerado así el diseño, el componente de la máquina más importante para un ergónomo


cognitivo es la interfaz con la que interactúa el operario. De una forma simple, podemos decir que
una interfaz es el “medio” a través del cual se comunican la persona y la máquina. Esta
comunicación se establece en las dos direcciones. Por tanto, al hablar de una interfaz debemos
incluir el medio por el cual la máquina presenta información a la persona y el medio por el cual la
persona introduce información en la máquina.

La cantidad de dispositivos de entrada y salida que están disponibles en las interfaces actuales es
tan grande que no es posible clasificarlos de una forma fácil. Sin embargo, puesto que l a
tecnología informática se ha introducido en casi todas las máquinas que se diseñan actualmente,
el diseño de interfaces se estudia fundamentalmente dentro de un área de la Ergonomía Cognitiva
moderna denominada ‘Interacción Persona-Ordenador'.

El avance que estamos observando en el diseño de interfaces actualmente es tan rápido que está
obligando a los ergónomos cognitivos a investigar la interacción en contexto nuevos para el ser
humano. Por ejemplo, estamos pasando de interactuar con ordenadores personales que disponen
de una pantalla, un teclado y un ratón, a interfaces virtuales donde los dispositivos de entrada y
salida permitirán tener experiencias de interacción que pueden sobrepasar las capacidades
naturales de los seres humanos (ver Figura 2). Con el ordenador personal la interacción ocurre a
través de los sentidos de la vista y el oído fundamentalmente. Sin embargo, en los entornos de
realidad virtual, el ser humano puede interactuar con las máquinas, por ejemplo, a través del
sentido vestibular que informa al cerebro sobre el equilibrio del cuerpo humano. Por ello, la
Ergonomía Cognitiva se está enfrentado actualmente a retos nuevos para aplicar la investigación
de la Psicología y las Neurociencias al diseño de las interfaces para que éstas estén adaptadas a las
condiciones en las que el trabajo humano se desarrolla.
Figura 2. Dispositivos de entrada y salida de las interfaces

Sistemas de control de procesos

El diseño de sistemas de control de procesos industriales es un área donde los ergónomos


cognitivos trabajan habitualmente y puede servirnos para ilustrar la importancia del diseño de
interfaces en el contexto de la prevención y evitación de errores humanos. En la industria de
transformación de energía y fabricación de productos químicos ocurren cadenas de procesos que
tienen que ser controlados por seres humanos a través de artefactos que sirven para presentar
información y actuar sobre las operaciones que están ocurriendo dentro y fuera del complejo
industrial. La interacción de las personas encargadas de este control con los artefactos ocurre
generalmente dentro de las llamadas salas de control de operaciones  , como la que puede verse
en la Figura 3. En estas salas de control podemos encontrar un buen ejemplo de la importancia
que un buen diseño de las interfaces tiene desde el punto de vista de la predicción y evitación de
errores humanos.
 

Figura 3. Sala de control de operaciones

La tarea de una persona en una sala de control de procesos es supervisar lo que ocurre, intervenir
cuando se requiera, conocer el estado del sistema, reprogramarlo, tomar control de los procesos
automatizados cuando es necesario y planificar las acciones futuras a corto y largo plazo (Sheridan,
1997). Todas estas funciones hacen referencia a procesos cognitivos humanos cuyo correcto
funcionamiento depende de un buen diseño de la interacción persona-máquina. Para que la
supervisión sea posible es necesario que las interfaces presenten información sobre el estado del
sistema de tal manera que pueda ser atendida, percibida, comprendida, memorizada, etc. Por
ejemplo, por la investigación psicológica realizada sobre los movimientos oculares sabemos que
éstos no se dan a una velocidad de más de dos por segundo. Por tanto, no es recomendable
presentar información a un ritmo que exceda esta velocidad (Vicente, 1999). Lo mismo podríamos
decir de la memoria. Los resultados experimentales muestran que el ser humano no puede
almacenar temporalmente más de 9 unidades de información (Miller, 1956).

La validez de las decisiones de diseño que se toman cuando se construyen las salas de control de
procesos se muestra de una forma dramática cuando ocurren los accidentes. Generalmente, estas
salas disponen de un gran número de artefactos automáticos que funcionan en condiciones
normales. Sin embargo, cuando ocurre un accidente, es el ser humano el que tiene que tomar
control sobre el proceso interactuando con los artefactos directamente. Incluso, en condiciones
normales se recomienda que los operaciones no dejen todo en manos de los sistemas automáticos
porque se ha demostrado que entonces nos podemos encontrar con un fenómeno conocido
como complacencia  (Parasuraman y Riley, 1997). Este fenómeno ocurre cuando la persona confía
demasiado en el buen funcionamiento del sistema automático y deja de supervisar (interactuar) el
proceso, de tal manera que cuando aparece el problema no detecta la necesidad de intervenir.

Por ello, el diseño de las salas de control ha sufrido un cambio de filosofía en los últimos años que
va en la línea de reconocer la importancia de la interacción persona-máquina y, por tanto, de la
contribución de la Ergonomía Cognitiva en este contexto. En la concepción clásica, las salas de
control eran diseñadas pensando que las máquinas debían ser automáticas y la persona sólo
debería actuar cuando el accidente ocurriera. Sin embargo, ahora se piensa que el diseño de estas
salas debe hacerse desde la concepción basada en la estrategia que Zwaga y Hoonhout (1994)
llamaron supervisión a través del conocimiento conciente de la situación  .

Siempre que una persona está en una situación cualquiera tiene un conocimiento de lo que ocurre
en su entorno. Incluso cuando estamos sentados sin hacer nada tenemos información de todo lo
que ocurre a nuestro alrededor. Sin embargo, cuando tenemos que realizar una tarea compleja
como la que se realiza en una sala de control, es necesario que procesemos un conjunto ingente
de datos sobre lo que está ocurriendo dentro y fuera de ella. Toda esta información debe ser
atendida, retenida, interpretada y usada para las tomar decisiones necesarias para que el proceso
industrial progrese correctamente. A todo esto se le llama adquirir, procesar y
utilizar Conocimiento de la Situación,  lo que ha sido definido como “la percepción  de los
elementos en el ambiente dentro de un volumen de tiempo y espacio, la compresión  de su
significado y la proyecciónde su estado en un futuro cercano” (Endsley, 1995).

En muchos de los dominios de aplicación de la Ergonomía Cognitiva, como el tráfico de control


aéreo, el pilotaje de aviones, o el control de una central nuclear o térmica, los ergónomos han
necesitado utilizar este concepto para describir e integrar todos los procesos cognitivos que son
responsables de la adquisición, almacenamiento y uso de la información que está disponible para
que la persona pueda realizar el trabajo en ellos y, de esta manera ayudar a que el diseño del
sistema de trabajo sea el apropiado para el ser humano, mejorando su bienestar y evitando los
temibles errores humanos.

Conclusión

La importancia que la Ergonomía está adquiriendo actualmente como disciplinar científica que
puede contribuir a mejorar el bienestar humano, requiere que hagamos un esfuerzo para definir
bien su objeto de estudio. En este sentido, en este trabajo hemos querido llamar la atención sobre
los dos aspectos, el físico y el psicológico, que son importantes diferenciar en la relación del ser
humano y el sistema donde trabaja, y que dan pié a distinguir dos subdisciplinas dentro de la
Ergonomía, la Física y la Cognitiva.
Caso actividad 9***

Una trabajadora de 28 años de edad labora como asistente de un médico en un consultorio


particular. Ella debe levantarse desde las 4:30 a.m. para hacer los quehaceres de cocina y arreglo
de dos hijos menores de edad. Sale de su casa a tomar el transporte público a las 6:30 a.m. para
poder llegar a las 7:30 a.m. a su trabajo; en el transcurso del viaje siempre se va de pie y en
algunas ocasiones debe transportar una maleta con documentos de su trabajo solicitado por el
médico. Al llegar, debe revisar la agenda del día, hacerle aseo al consultorio, sacar las historias
clínicas de los pacientes antiguos y cargarlas en el sistema para que el doctor pueda revisarlas
previamente antes de llegar los pacientes.

Posteriormente se sienta a trabajar al frente de un computador en un puesto de trabajo de mesa


de escritorio antigua y la silla de trabajo es ergonómica. Entre sus funciones están el envío de
solicitudes de prestación de servicios, documentos administrativos para el funcionamiento del
consultorio, manejo de facturas y atención a los pacientes que llegan durante el día solicitando
documentos de identidad y/o carné de seguridad social (EPS/ Medicina propagada).

También, debe atender y organizar la agenda del día siguiente, llamando y confirmando las
personas que tienen citas programadas. Su horario de trabajo es de 7:30 a.m. a 5:30 p.m. de lunes
a viernes; los días sábados trabaja hasta las 12 m. Ella refiere al profesional de seguridad y salud
en el trabajo que presenta algunos síntomas de dolor de cabeza constante, durante las últimas
semanas no duerme bien y dice que se siente ansiosa porque el día no le alcanza para organizar las
actividades laborales.

De acuerdo con las lecturas analice el caso y desarrolle el informe teniendo en cuenta los
siguientes elementos:

1. ¿Qué aspectos cognitivos y físicos encuentra relevantes de intervenir desde su quehacer


profesional? Argumente su respuesta.
2. ¿Qué herramientas ergonómicas de evaluación cree que le puede ayudar a diagnosticar la
situación de la trabajadora en el caso? 
3. ¿Qué medidas preventivas o correctivas pueden implementar? (Redacte las recomendaciones).

Para que sirve la antropometria

La antropometría es la que nos permite saber cómo está constituido el cuerpo, ya que lo más
importante no es cuanto  pesamos, sino cómo está repartido ese peso en los diferentes
componentes.

En el caso de los deportistas. Una vez obtenido los resultados de la antropometría nosotros


podemos modificar su alimentación para mejorar su rendimiento. Por ejemplo, en el caso de  un
maratoniano va ser beneficioso tener un % de grasa bajo, si en la antropometría hemos visto que
ese % es elevado le aplicaremos una alimentación para conseguir bajar ese % lo cual hará que
aumente su rendimiento físico.

-Valorar el desarrollo muscular por un aumento en el entrenamiento. 


-Cambios en la masa grasa del cuerpo. 
-Una valoración del estado actual de actividad física y nutricional. 
-Los datos antropométricos son más valiosos cuando se miden con precisión y se registran durante
algún tiempo,así se podrán realizar comparaciones.

Un percentil es una medida estadística para comparar resultados, nos permite saber cómo está
situado un valor en función de una muestra. Si hablamos de bebés, nos permitiría comparar los
datos de nuestro bebé con otros de sus mismas características. Estas características son la edad y
el sexo.

Los aspectos de su desarrollo que comparamos o los que más interés despiertan en los padres son:

 El peso

 La altura

 La circunferencia de la cabeza

Si nos dice nuestro pediatra que nuestro bebé de 6kg está en el percentil 25, quiere decir que hay
un 25% de los bebés estudiados que están en el mismo peso o menos y un 75% que están por
encima.

Pongo el ejemplo al contrario, a ver si consigo aclarar la cosa un poco más: si nuestro bebé se
encuentra en el percentil 75 de peso, quiere decir entonces que de toda la muestra solo hay un
25% que pesen más que nuestro hijo.

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