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La influencia del extranjero en la educación: FMI, BM, OCDE y todos los demás

Síntesis
Autora: Claudia Alaníz Hernández
Doctora en Educación.
Profesora de tiempo completo en la
Universidad Pedagógica Nacional.

En este breve trabajo presentamos cuáles son las propuestas para el sector educativo
recomendadas para México por el Banco Mundial (BM), la Organización para el Crecimiento
y Desarrollo Económico (OCDE) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) con el
propósito de identificar las coincidencias y cómo éstas se han traducido en acciones concretas
dentro del Sistema Educativo Mexicano.

El Banco Mundial.
Fue creado en 1944, actualmente participan 184 países a través de sus distintas
organizaciones. Se encarga de financiar proyectos para el desarrollo incluido el combate a la
pobreza, salud, educación, fortalecimiento institucional, infraestructura y medio ambiente.
Se asume como “asesor” de proyectos y vende tanto la consultoría como el monitoreo de
seguimiento y evaluación dentro del paquete financiero. Los proyectos que en algún
momento recibieron recursos en nuestro país, para el caso de educación, son:

La educación es un rubro fuertemente atendido por el BM. Casi la tercera parte de los
programas financiados recientemente en México (30.57%) corresponden a este sector; se
enfocan al nivel básico e introducen en ella los criterios de mercado como la eficiencia y la
competitividad. Si realizamos la revisión por nivel educativo encontramos que para
Educación Básica propone:
• Flexibilidad
• Autonomía escolar
• Rendición de cuentas
• Establecer sistemas de evaluación
Directamente la flexibilidad se ha traducido en un retorno a competencias básicas acorde a
las nuevas necesidades del mercado laboral. La autonomía escolar se promueve al impulsar
proyectos donde cada escuela decide el uso de recursos adicionales concursables y la
rendición de cuentas se asocia al manejo transparente de dichos recursos. Ello se ha
impulsado a través de programas compensatorios tanto en zonas rurales como en las zonas
urbanas.
En el año 2002 se creó el Instituto Nacional de Evaluación Educativa INEE (hoy extinto) que
aplicaba exámenes de desempeño escolar tanto en el nivel básico como en el medio superior
y en los años recientes al personal educativo que labora en ambos niveles.
Un aspecto relevante de los programas financiados por el BM, es que si no se cubren las
condiciones establecidas en el diseño, impone fuertes sanciones a la Secretaría de Hacienda
y Crédito Público, instancia con la que se contrata el financiamiento. Esta situación genera
un problema: que el responsable de los proyectos es SHCP y no las autoridades educativas.
Ello ha implicado que el énfasis de los proyectos se encuentre en el ejercicio de los recursos
y no en los logros educativos. Las instancias encargadas de la ejecución de los programas
mantienen casi una total autonomía con respecto de las autoridades educativas. Así se explica
por qué el BM evalúa positivamente sus programas (PAREIB y PEC), a pesar de que en esas
áreas justamente se observan los más bajos aprovechamientos escolares a pesar del
financiamiento recibido. El BM no reconoce una relación directa entre el financiamiento y el
logro educativo, cuando los estudios demuestran que los países con mayores desigualdades
en el ingreso son los que presentan mayores desigualdades en los niveles de logro educativo.
Otra situación a destacar es que en México no se ha aprovechado, en las entidades donde han
entrado en operación los proyectos del BM, el amplio financiamiento recibido para el nivel
de educación básica para el establecimiento de políticas integrales que permitan abatir el
rezago educativo del país.

Organización para el Crecimiento y Desarrollo Económico (OCDE).


Esta organización –fundada en 1961– reúne a los 30 países más industrializados con
economía de mercado. México se integró a ella en 1994. Tiene como propósito promover la
utilización eficiente de sus recursos para lograr el crecimiento económico y la estabilidad
financiera interna y externa, promover el desarrollo de sus recursos científicos y técnicos,
fomentar la investigación y favorecer la formación profesional. Los países miembros se
obligan a consultarse continuamente, efectuar estudios y participar en proyectos aceptados
de común acuerdo. Como parte de ese compromiso promueve la participación en
evaluaciones internacionales. En la década de los 90 se introducen los exámenes masivos en
la lógica de los “rankings” y llevó a las instituciones a preparar a sus estudiantes para resolver
exámenes dejando fuera la orientación vocacional. En ellas evalúa el primer tramo escolar a
los 15 años de edad de los estudiantes, por considerar que define la edad en que determinan
su futuro al incorporarse al mercado laboral o bien cuando inician su educación media. Estas
evaluaciones internacionales buscan determinar el nivel de desempeño de competencias
básicas: “comprensión lectora, resolución de problemas (matemáticas) y competencias
científicas a través de la prueba PISA, que establece 5 niveles de desempeño. En México sólo
20% de los estudiantes evaluados tiene un rendimiento nivel 3 o superior. Finlandia obtuvo
el 80% de sus estudiantes en estos niveles. La creación del INEE fue pieza fundamental para
la conformación de un sistema de evaluación; sin embargo, no se observó su incidencia en la
redefinición de la política educativa porque no evaluó a los programas, sólo a los estudiantes
bajo un supuesta “neutralidad técnica”. Esto puede explicar, por ejemplo, por qué a partir de
una proyección tendencial, el INEE planteó como meta al año 2015 alcanzar el nivel 2 en
comprensión lectora y que el 80% de sus estudiantes de secundaria lograra el nivel 1, pero
no argumentó la necesidad de redefinir las políticas de la Secretaría de Educación Pública.
Para los países en desarrollo como México existe un reconocimiento implícito de que éste es
el máximo de escolaridad que alcanza un sector muy amplio de la población antes de
incorporarse al mercado de trabajo. Cabe mencionar que en nuestro país sólo el 18.8% de los
jóvenes en edad de cursar 3º de secundaria se encuentran inscritos en dicho nivel. El Reporte
para México 2007 de la OCDE, reconoce el desarrollo y análisis de indicadores cuantitativos
internacionalmente y la difusión de los resultados anualmente.
En el Foro sobre México 2007 de la OCDE se establece con carácter “urgente” en materia de
educación, la necesidad de introducir severos estándares de evaluación, enfocar el sistema a
la obtención de resultados medibles y pertinentes y a capacitar a las nuevas generaciones para
competir en un mundo globalizado y cada vez más competitivo. México mostró un
incremento importante en su gasto educativo en la última década, pero a pesar de los altos
niveles con respecto al PIB, el gasto por estudiante permanece bajo en términos absolutos.

Banco Interamericano de Desarrollo (BID).


Asume que la pluralidad política y los costos electorales de emprender las reformas
necesarias lo posiciona (junto con otras agencias de financiamiento internacional), con un
papel definitivo para comenzar a cerrar las brechas de competencias entre la población
mexicana, la de sus socios en la OCDE y las de sus competidores en la economía global. Esta
posición permite asumir un papel cómodo a los gobernantes de los países, al asumirse como
ejecutores de las políticas sin capacidad de decisión sobre las mismas. El BID evalúa el
panorama educativo en función de la vinculación con el mercado laboral, como condición
para lograr un mayor crecimiento económico. En su reporte sobre México plantea que la falta
de competitividad, aunada a la escasa creación de empleos calificados, generaron un círculo
vicioso que las políticas educativas no pudieron romper. Menciona que es necesario
modificar esta situación porque el mercado global requiere de la formación de capital humano
con alta flexibilidad, y que el país necesita equiparar la formación de competencias
educativas con las de otros países de desarrollo medio y alto. Por ello establece que México
debe reorientar su oferta educativa, “modernizar la orientación vocacional”, vinculándola al
sector productivo. Pone de ejemplo el modelo del CONALEP (creado en 1979) por su
vinculación al mercado laboral y la flexibilidad de su currículum, al adecuarse
constantemente a las necesidades del sector. Cabe destacar que también una de las
recomendaciones del Banco es implementar un programa de evaluación y experimentación
educativa, para evaluar el diseño y aplicación de la política educativa y sus diferentes
programas. Por ahora no existe alguna acción a implementar al respecto cuando sin duda
sería valiosa para evaluar y reorientar la política educativa, al día de hoy no conocemos
evidencias de estudios con sustento metodológico, que demuestren el impacto de los
programas antes mencionados en lo que respecta a los niveles de aprendizaje de los alumnos.

Fuentes de Consulta:
OCDE, La Educación Superior y las Regiones: Globalmente Competitivos, Localmente Comprometidos, 2007.
OCDE, Foro Internacional sobre Políticas Públicas para el Desarrollo de México. Cd. de México, febrero 2008.
Banco Interamericano de Desarrollo, “Creando buenos empleos: Políticas públicas y mercado de trabajo”. Nota de política
para México, 2006.
Banco Interamericano de Desarrollo. Un sexenio de oportunidad educativa. México 2007-2012. Septiembre 2006. SEP,
Plan Sectorial educativo 2007-2012.
Banco Mundial, Reporte México. 2007. Revista AZ No. 5 Enero de 2008.

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