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El tiempo histórico como ámbito

de construcción metafísica en Agustín

Silvia Magnayacca

Co*o Doucet ha recordado hace poco tiempo,r Agustín de Hipona es, por excelencia, el fi-
lósofo y teólogo de las tríadas, que recibe de ta trádici¿n n.oplutórri.á y adopta .,
ín .r-
quema nuevo. Debido al catácter internamente sistemático de iu doctriná
- cóndición que,
por cierto, no se traduce en lo formal - pensamos que se podría elegir cualquiera
de eilas
como clave de acceso a su pensamiento, tendencia hoy presente en loi principiles
agustinó-
logos contemporáneos. En efecto, en principio, cuarquiéra de esas tríaáas, pá.
e¡erftlo, er-
se-nosse-velle, nos proporcionaría, si no se incurre en reduccionismos, ese hilo
le Ariadna
capaz de hacernos recorrer las distintas zonas del pensar agustiniano.2 por lo
demás, el inne-
gable dinamismo que 1o caracteriza vuelve necesário o., .iqu.-u o paradigma
ágil y eficaz
para adenharse en sus diversos aspectos.
Como hemos señalado en otras ocasiones, por nuestra parte, optamos por la de disten-
tio-intentio-extensio, como principal paradigma, sin desconocer con ello la funcionalidad
de
otros posibles. Obviamente, los tres vocablos presentan la partícula
-tent-, qve siempre alude
a movimiento o tensión, a la que se unen los prefijos ctis, ii, y ex,pararug.ii.
la dirácción de
tal movimiento' Esto último no deja de revestir interés al traiarse de ,ruLíudu buscada
para
lnfroducirse en pensamiento esencialmente dinámico como el agustiniano. Como se u..á,
lu
elegida pone el acento, además, en la actividad del alma, .orái.ión indispensable pará
el
análisis de la temporalidad histórica.
La palabra "disfentio " presenta un problema de traducción: al referirse a la temporali-
i.{ - y no al tiempo mismo, como a veces se supone - Agustín la había caracterizado no
lefinido - como distentio animi.En ese contexto, que noés el que ahora nos ocupa, el-tér-
runo tiene un matiz positivo o, por lo menos, neutro; así, dicho iontexto permite traducrr la
:rpresión, por_ ejemplo, como "distensión". No sucede lo mismo .on *uiho, otros pasajes
::ustinianos, donde se asume "distentio" en un sentido claramente negativo. gn cierta áe-
jrda. señala un movimiento hacia fuera y hacia
lo inferior, axiológicariente hablando.3 pár
:so. dice de la dispersión de la atención profunda o sea, de la eneigía que el alma padece
- -
:uando se deja atrapar por la ahacción de múltiples y diferenter p."ó.upuóiones o deieos
de
'c que es transitorio. El carácter lábil de 1o contingente se trasmité a la rnisma alma, en cuan-

'-:riversidad de Buenos
Aires (UBA) - Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONI-
f ET1. Argentina.
--: Doucet, p., L'expérience du Verbe, pans, Vnn, 2004.
'\'aso sea el haber preferido un índice temático a un hilo conductor io que toma algo desarticulada Ja exposi-
::oc de) perisamiento agustiniano nada menos que en un clásico conro el de Étien"ne Gilson, Introduction
á
. ;::tde de Saint Augustín, Paris, Vrin, 1949.
'-::lizamos indistintamente "alma-, o "espíritu" no sólo porque la distinción
agustiniana e¡fre anima, animus,
't."'s. spirilus, etc. sería de largo tratamiento, sino principalmente porque no haie a la presente
cuestién.

El tiempo histórico como ámbito de construcción metafísica en Agustín 15


to que constituye en esta etapa el contenido de su pensamiento.a
Además de las referencias
bíblicas, o'Daly ha insistido in la equivalencia griega traducirlo con el ne¡.
a" ¿¡rtini¡t ,á)n ct¡.tstas¡-s,subrayando _

en el término que ahora nos ocupa ei matiz


de dlspeisión onroti[iri arl alma., Lo distintivo la dirección ascenJ:::
de la distentio agustiniana ra convierte .n un miento de esfi.rerzo : -
.or..pt9 muy fuerte, ya que indica que ra vida
del hombre, inmersa en ra temporalidad, cobra general, pero. sobre :
ru .*¿r.iJí il;r;; 'qi., po. er ser propio
tiempo, es radicalmente extraña a lo etárno.6 De del unidad suprema \'. :
hecho, enta ¿¡si,ii¡o, er espíritu, ya no se
tensa en un tiempo, el suyo, el vital, el positivo eternidad efl este rcr.:
de la'clistentio on¡*¡ en el primer sentido
mencionado, sino que se disip-a en^los tiempos: ,,in
tempora clissilui',,dice A_eustín en el cé_
dirige hacia 1o fururc,
lebre pasaje de confesion"t xr,29,39. N; nay que olvidar q,r., .n asumiría la lorma d. ^:
agustinia_ rá perspectiva
na' y patrística-en general, se insiste precisaménté que la extensio no ;c,-.
en la unidád y .tÁiaua como nombres o
condiciones del ser' Así pues, en éstá, su primera mercio, la docencra. ..
tentativa, el alma individual trata de hallar
el Ser en lo contingentl cu.e, julamente por tal -es dad y, dentro de eli:.
puede satisfacer el anhelo de infinitud y eiernidad; _decir,
p; fr;il;,';;*p orar t nttirtipre_ no mente distinto porq:ti
_

d. ahí'á;isp;ruil, ¿.r alma con su deseo


en pos de bienes relativos y su razón t:aí verdades sino en la tensión h¡;;,
parciales, y .l .onr..u.nte desgarramiento. puede ir hacia 1o ere-.
La condición claramente negativa y dolorosa de está primer
mor.imiento exige que se
revierta con el de dirección op,,.itu. A á11o alude Agustín describe. r¡:.:
la intentiá
segundo elemento de la tríada. Su sentido más general
..t. .ont.xro. es decir como bien rige en el plano : .
"n
es contrario a ia dispersión
dida en que señala, en principio,-un repliegue Je las en la me- En el orden del :--.
fuerzar uni*i*, sobre sí msmas. Vo-
luntario y consciente, este segundo movimi*ento de dad del espiriru resu:_:
repliegue .;ir;;, er centro. en 1o más
íntimo y hondo del anima; rázón por la cual en tal agustiniana de la His:::
caso se puede hablar entitte¡¡¡ei.de con-
centración' como resultado de elló, erlaintentio en su conjunto.
ei alma cobra conciencia de su identidad
en cuanto actividad y, por tanto, de su propio poder. El matiz de di-.;.,:
Es una actiriáal consciente en ra que,
en un instante, ella adhiere a si misma y at'munao.qy.
.o"rigo [u-u.iuao. \,fás todavía, co_ -'lure de Dios y de .: :,
mo observa carla Di Martino, es la volúntad intensíiima cn efecto, que Dios :.
de ñ]ndirse con el mundo. de asimi-
larse a é1 conociéndolo y, sobre todo, de_asimrlarlo Su unidad no se dlsr=:
anima el deseo humano de conocimiento.T De
a ,i .n ., r*i ;iua;H,JJ;ffát: ;ión". Esto 1o reitera ::
ahí qy9 lu ¡it"nti ugu.,irrunu constifuya, co_
mo se diría hoy, un elemento cenfral en la construcción Jis¡ienda espacialmer::=
del sujeto, puesto que el sujeto no es
unidad sino el acto de unificarse. Ahora bien, Respecto de i,;.'. ,::
como no podía ser de otra manera ratándose
deldoctordelaGracia,elpasaje delaclistentioalaintintioror.u.rincasrnelauxiliodi- en Confessiones sob:; :
vino' Es éste el que acompaña la transición hacjendo sidad y estado de alcl:=.
dispersó el alma en su unidad y desdibujando
.."oi.. iu Lritipticidad en la que se lrbro XVII. Pero el i-..
el resentimiJnto á. rou-tiempos pasados y la
ansiedad por los futuros e]t un presente único, de atención uuronu. .\gustín contrapone 1;-.
vocarla a sí mismo, Dios desrigá el alma de la
ó. esra manera, al con- rururo etemo. Reclan-
:

esclavitua a" io .ortirrg.rt..


Pero precisamente para conocer a ese Dios rual mayor que la req_.:
cuya Palabra se ha d-escubierro en la intimi-
dad del alma, ésta debe llevar a cabo otro movimiento, En lo que hace . .
el de unu
t:d"r sus hebras, ha de tensionarse hacia 1o alto, hacia l" .u..¿u que. habiendo reco- rlli el hiponense ape.: :
r,1: supremo. Por
Irusmo ;;;, ;,,perior a e¡a y en sí
eso,,en otro lugar, el hiponense insta ar ut.u _ t'lecha pronta a disp::::
reconocido como sujeta al error y ai cambio
q* también e1ra, se ha sentido preciso que r:::
- a trascenderse. Es quei de no rener lugar este
tercer movimiento, el filosofar agustiniano corería, pro-tensión, es decl:-. :.
además, .1 .i.r_n" de1 solipsrsmo. Este
tercer movimiento e§ precisamente el de la exÍensio. ¡rueba defrnitiva dcl _:;
Ella consiste eñ el impulso con que la
nens humana tiende con todo su ser hacia 1o supremo Ja por el hecho de qu:
y etemo, por eso. nos hemos permitido =
lo crisriano sino cl¡s: - .
v Crcerón. que muchr s :
Para Agáesse' la distentio agustiniana
coresponde directanrente- a la tliás¡asis plLr:r-,rana. ..eparpillement t¡do toda la filosoll¡ . .:
utl temps non unilié"' La trinité, Paris, Bibl. Aug., dans para protender a Io j:-. ::.
1955, vol.
- i6, p. 590, n. ts'un ...1',¡.¿. plorino, en Ez. 3,
7,^1 1 , utiliza una expresión equivalente
u ,t¡rt"wío'"ito-"-' Pero una cosá B: .-.:
"Tinre as ttistentio una st Ágr.ii".-s exegesis
S,?r?ili;?:j;?, orphrrippra:s l. I-i1.. e, Rev. Ér. Aug. temarios a los que h::._
o'Daly abre su trabajo advirtiendo precisamente que rabamos en las Cu,:...
cuando Agustin. no sin creria
trenrpo como una d¡slenÍio aninti no pretende de ningún modo esta-¡ 'acrlacrón.
oriecientlo una-t!'eiinic¡ón
clescribe el :¡mbien opere dc ll¡1. . :
de él en el senti-
do c.rri..l.r de esle corrcepto prender que disten: - -
Di \lartrno' C'"'ll ruoio ddla inrentio nell'evoluzione <Je)la psicologia di ..\gosrino: :sencial de esta ri¡:.
De Trinitote". Reyue tles Érudes Augusríniennes (2OOIO-)
dal De tibero arbifrio al
ii:-fSa rencia a la eternidei.::.:
S ,i.a l,'lagnavacca
S traducirlo.con ei neologismo "protensión", con el propósito de que el pref,¡o ,,pro-,, recupere
D la dirección ascendente y hacia adelante, y el sustantivo "tensión" ¿¿ lu-i¿.i de un movi-
) miento de esfuerzo que no ha alcarzado aún su meta. La extensio alude a wa expectatio en
a generai, pero, sobre todo, a la tensión espiritual mediante la cual el alma se proyecta a una
I unidad suprema y, a la vez, es unificada por ella. En 1o que hace a la reiación tiempo-
3 eternidad en este tercer paso, se debe subrayar que la expectatio propia de la extensio no se
) dirige hacia lo futuro contingente. De ser así, no se trataría más que de una distentio que
asumiría la forma de la ansiedad en lugar de aquella de la dispersión. Hay insistir, pues, en
que la extensio no consiste en un "programar" la propia vida, por ejemplo, eligiendo el co-
) mercio, la docencia, las armas, etc. y, denfro de cada una de estas actividades, una especiali-
t dad y, dentro de ella, un modo de practicarla, etc. Por el contrario, se trata de algo iadical-
) mente distinto porque no se juega, como todo lo que se acaba de mencionar, en el tiempo,
) sino en la tensión hacia el no-tiempo: justamente, hacia lo eterno. Pero el alma humana sólo
puede ir hacia 1o eterno por un único camino: el de los tiempos. Como veremos, esto que
Agustín describe, tanto en Confesiones como en otras obras, acerca del alma individual tam-
bién rige en el plano colectivo de la Historia.
En el orden del análisis literal, las acepciones que hemos visto, relativas a la temporali-
dad del espíritu resurgen en la obra que testimonia, más que cualquier otra, la concépción
agustiniana de la Historia, el De civitate Dei, en la que el sujeto es la humanidad considerada
en su coqjunto.
El matiz de distentio que hemos señalado reaparece et CD X, 3, donde Agustín la ex-
cluye de Dios y de la relación genuina que el hombre establece con lo divino. Sostiene allí,
en efecto, que Dios "mora en la concordia de todos los hombres y en cada uno, puesto que
Su unidad no se dispersa en la masa lnec mole distenditur] ni disminuye por la participa-
ción". Esto lo reitera en XI, 5, al recordar que es indigno pensar que la sustancia divini se
distienda espacialmente.
Respecto de intentio y sus variantes, las notas de interioridad y atención que se registra
en Confessiorues sobre esta categoría están acompañadas en CD por las de dedicación, inten-
sidad y estado de alerta, por ejemplo, en III, 10 y 22; en IX, 8; en XV, 13 y al comienzo del
libro XVIL PeTo el lugar más importante en este sentido es la apertura del libro VIII, cuando
Agustín contrapone los falsos dioses con el verdadero Dios, cuyo amor procura al hombre un
futuro eterno. Reclama, entonces, del lector una atención reflexiva, una concenfración espiri-
tual mayor que la requerida por otras cuestiones lnunc intentiore nobis opus estl.
En 1o que hace a extensio, el pasaje paradigmático en cD es el de XIII, 3, puesto que
allí el hiponense apela a la comparación entre el espíriru de los hombres y la imagen de una
flecha pronta a dispararse en un arco tensado lvelut sagitta cum arcus extenditur]. Pero, el
sentido preciso que importa subrayar para nuestro tema aparece en VIII, 3 con la nota de
pro-tensión, es decir, de aspiración y proyección a la plenihrd de 1o supremo y divino. La
prueba definitiva del carácter profundamente antropológico de la noción de extensio está da-
da por el hecho de que en este pasaje Agustín recrrre a un ejemplo que no pertenece al mun-
do cristiano sino clásico. Consigna allí, seguramente sobre la base de sus lecturas de Varrón
v Cicerón, que muchos contemporáneos de Sócrates 1o tenían por el primero en haber orien-
Iado toda la filosofia a la purificación de las costumbres, la cual es previa y necesaria -dice-
para protender a lo divino lanimos se extendere in divinal.
Pero una cosa es haber registrado en el De civ. Dei el empleo aislado de los términos
:ernarios a los que hemos aludido, si bien con las mismas acepciones con las que los encon-
:rábamos enlas Confessiones, y otra examinar la viabilidad de que latríada que componen
:rmbién opere de llave de apertura a la concepción agustiniana de la Htstoria. No es de sor-
:render que distentio-intentio-exter¡sio constituyan la clave delDe civitate Del, dado que 1o
:sencial de esta tríada vincula 10 antropológico y ético con 1o temporal y su inevitable refe-
::ncia a la eternidad, en el pensamiento agustiniano.

El tiempo histórico como ámbito de construcción metaf ísica en Agustín U

I
b
Ahora bien' veíamos,este
ternario referido al alma indir.irlual:
a lo colectivo'
Én.rr. orden, es i-ei¡3 r?ih¡,r c¡, -^r^-^,-
tido y medidu o. ,:r^.u*gilñ;s"l["g",d"d;
"¡ri" qr?"r il;;j;;;j:J'.;1:H:::H."T.L.x
g9i.i;;.;;;;;.""
hacia el Bien Surn..
vertido ya hace mu;:
rodo' Nos pregunramos,.e¡roncés, consrde¡ado como un
poi iu ufri.u.i¿, J. Ero
iiro.'.,., . .i: ra remporaridad en des, cuyo destino er.
ffü'i*T:-u''o'J;;;'.ñ.rplr,i,,o.i.",.'e., il;.,;..,,,.r Jer hrponense
:'-i,f ii"'i"iJ]:ll{-i+;}::H,::í;#...',:'?il1:;,::;*1" doble esrucmra. uni
r:.,.i., --,,,, o propues,a de re-
tiempo hisrórico d:.
antecedentes, pelo, como t¡ans-ascendente... l
se sabe, agurtí;, .l pri_.ro Veamos ahora ;
;:r:,iffJ:núnica,linear, i...p.,iur.'á"!j"'il,;;iJ;
"r;;:;:i:.;::.:i.:"rt,,lrfiffli;
il:
soio de un puebio o de con la temporalidac .:
__-^lral en esto es que
tal epopeya iri,
en ella. se juega ,r, ,;¿;,:. a:inque no culmine Ciertamenle. a.:
Es temprana enAgustín de los astros par? L-i:
Ia concepción idea, que yá áp.rer-e 3n uno que se suele denorrut
de la primera .tupu
9:jl p-dr..ró",'i;"á. *,:r.tr
es como un hombre rí1ico-
cuya vi¿a
or.
.,tomado de las obras
., ,u .áru"rLr. el ¡enero humano tinto el modo de r.ilr:
gido por ras leyes de la co.ru"La con Adán y ,."rir*á Io externo. sus respe-
divina .-on er mundo. pero, re_
encuentra la multitud de o;il;ffi, aparecs sepárado en dos jri_.iorlaS.
En una se
se produce en el -1-6
los impios q"., á..4.'.r
advenimiento de Cr:.:
gen del hombre r.*"r::
E, l. ";ü;;'ü;;ii,rlo., n::lo. ileva ta ima_
r"=l.rt" r-..ri¿rr.;.iü;;r;;á-rru-n..¡o trata de una catásrrc:
"-o., ¡. Dios único...,,8
s:#:ffi :lr#:f ,lli;l;1T} j:'tri1tnTff
Hlrriii,¡..; j;;.;;;i;;. puesto todo su gozo i
dalos apelan u ,-r,
indicar que se re,ere v\a comunicract huianav no a una
,..,
.a o.**rll]i:l.d¡;i1,¡;i i*1¡
vidas. Sin embarso. .:
: i;,:: J r,;i,Í ::,:Miffi s. b : : ., . vas se welcan hacra *:
I rjt :1il
mencionada. por-lo {
".:t,# ";. ü;;; ; ; En síntesis, la vida de
rríada
¿""r¿.]l"i*,á!1.,..., "l.il:H#t
.Uu,-J* ¿ir**"#.,Un de grupo ;:i;i#,:;,.:lr:rJ:,tff ,,:
humanidad la incluida ., ,;ir;.J;i dispersión en el tun:;.:
explíciramenre Agustín ,i.gu instirucro da en la distenrio pr¡:
qu.'ü"rir:,^'"rg¡r. ia..rlrñq;;'.",',;'i.._ri::],il,r..Ii,;::j leza misma del objerc .
rrena con el estado. .o-o
ré lez en Ei. ir-ir. st,o,
rglesia en ra Edad Media
hava ;;.;i;"";j;.i.'ru, "rrqr.i-*
o"r"rrr..,. r,lentificación que es en sí mismo rr:--
ción, como, entre muchos ¿'.rllr,;r-;.;;.;;,."s en .uanro institu_la tín nunca haya creido :
;;;';;';;ollle.q*ur;;;.ü;#::a ,guarmenre explícita la pax femporal¡s auu;:
:?:#:ilJ:f,'J',fi ,3;ñHI,.,_u1,fu i*J:il*..x#nl-nlslqu,erap,ii"*. No obstante, ain .
miembros de la cn.¿¡,r,
ü'üxlT:"ü.j"?;::,i:;,{;!:"il'i""i'ill,o,o0",.;*r;;;;;:':.',"0T;Xfli?n: más.^- justamente p3r: .

Lejos de cualouier_criterioexterno tad.'' por esta raztn. :


dada' recordémoslo una u..objetivo,,, Ia distinción que San Agustín ha,.¡:
y:,
prioritario que guía una-vida l*r,
por-i ráíinrr.s que en.Agusrín en,.e ¡mb¡s ciudades está de evasión ante la rnr.:
se r,lenrrrlca con er amor
r,,ü*ll^ii"íá g"ai,.r"r
t
prioritariá ii.n..r¿.,...¿. ü"i.io".r. .n ra dimensión más
protunda der arma' Tar amor haberlo sugerido Hen.: l
los demás obietos amados Pero vayamos al .*.:
docÍrina chrisriana, éste es d. ;;i';;; *r.l-.,., "tráirü'iror¡,nrn¡o.. a ér todos
.r pr*.."]óo.lJ'r. propio animus hacla .;-
te, cuando er obieto de amor
óbjeto g;;;;;;;ras csr¡brece en er De
que uquero, iá'ron,ie uso.
\aturarmen_
ralidad propia del ciu::.
prioritarioo-rurl'ru,o ..'ói;;;;;;n-,o"rrn-,o píriru tensado hacia lc ::
demás bienes reiativos,391.a'á. Bren. siendo ros
vierte esta reración, se intenta
rr", ,"it.ii"r,
amor recto. por er conra¡ro.
-D, cuando se in_
guiente, sus actos en :.
:
goru. á. to, bi-enes¡elativ", _q;.;;'.1 humanos del ciudadal-
tÍn sindica sobre rodo como ra"riqu.;; ,,r¡rnrrDei Agus_
mismos
y,";;;.rrmente, ¿.T"*r.'.omo eternidad: éstos, a dr,-.:
absolutos. para ello, ;; sr tueran en sí
pues, estas dos clases de il#;J;J"'fl r,", mediante la
Ia oracron
oracr. rmpcftatoria. Son, sentido no ar-raiga alJr . :
.L-. "ii;.^"-::::"-li'::1'nle
amor.
i,, q,. r,u,i,,;rffi;;.*lruJji[T1,rjrr"¿.j:".r.,"J;Hffi:l#*,Li;,1*"
No es simprificár exceslva*.r1.
¿;;;;; .r'n,ori-.ni"'¿. ,"'.,... r,_1i!ü.
co-espiritual sólo puede tener en er orden éri_ Io
para aguriiráo, ¿r....ior.r, ñ..t',", Digamos. <Je paso. q_r :.
-
bienes inferiores o manrqueos. y algo j;
" Más allá o más aia c.
-.
-...
; "^"^-- rr,,**,50, ed. BAC. ,, na. es decir. las dos - ..
" Chaix-Ruy. J.. ..Le :_ - -1
;;"i::l'J,';ul',,,[,T;;íi:í:¿,ffi i.oil,,l,,,s,,;,;H:,:1!;6!:{:;i1;1,,"i1",,,", ,eorias poti,icos en to Eda,, ,, Merofsico IX, 4-5 r . i:: _ -
'," Cf De civ. De¡.
18 ' Cf ¿'ombivalente ri., .
Silvia Magnavacca
e::rencia hacia el Bien Sumo l0 Habida cuenta
r el sen- de la equiparación enffe ser y bien. se confirma
ya hace muchos,años por Chaix-Ruy.rrunao lo ad-
c,lmo un 'ertido u¡r-uuu, ;iuúyá..nr. en las dos ciuda_
des, cuyo destino extratempüt r. p..niu
a-:dad en ya e, la hisroria t.*;;;;i, se percibe, pues,
doble estructura, una que se afirma .n .t una
r.r; la otra que se separa de ér cada vez más.En ese
ti se dise¡an áás di.e.ciánes, unl ., rrá,,r_¿.r..,r¿ente;
de re- I:ff:r*ffiJi?,desdoblado, la ofra,
r señalar veamos ahora cómo se vincuran estas
Htstoria dos uuvuv¡uuss
..v§ direcciones uurl
con er ter
ternarlo que nos ocupa y
con la temporalidad históri.u qu" iÁf6*-"
blo o de Ciertamente, así c,omo. Agustín no niega
;ulm_rne la "objetividad,, convencional del movimiento
de los astros para medir el tiámpo .ór;;;
rampoco niega, de hecho, la objerividad
que se suele denominar "fechas históricas" de lo
as obras que.rnarcantrltás. ro qr" ri un.n,u es que
tinto el modo de vivirras de una y otra ciudaáánía. es dis-
i:umano 1o externo, sus respectivos mieábros
corporal-*á i.rrr:antes y mezclados en
P:ro, re- .";;i;;;" en esos hitos. para todos la caída de Roma
se produce en el 416 después de cristo.
l una se Pero unos y otros asumen el dem¡mbe romano
advenimiento de cristo en.ctiferente ,"*poritirtort. para y el
r ,a ima-
trata de una catástrofe
el*.-ur"-¿. Ia ciudad terrena se
n:ao...'"
..4 o. de una conquista definitiva, ,brorut",
puesto todo su gozo en er dominio ;;;cisamente porque ér ha
r 1,'la de dei mundo. Bautizados y romanos y ván_
dalos apelan a sus respectivos. dioses p*u ""'f"*ir.¿os,
.j,i. pafa r,ogrul o impedir aquello en lo que han cifrado sus
sin embargo, ras han cifrado.n to quJ, a..uyó
':re últi- 'idas.
se welcan hacia un futuro que pasará
t;;;;;;i;por epo, sus expectati_
¡;rón de 'as pu.á t..*inu. ". hundiéndose en el no ser del pasado.
En síntesis' la vida de los ciudadanfs de
¡o de la B'abilonia es, temporalm.rri"-.onri¿., ada,
dispersión en el tumulto, desgarramierrto clistentio,
:oda la ¿á mrrct os en muchas .áru, rur división,
da en la distentio.propia de lós ciudadanor imprica_
irgioso: ¿" r" cirtitas diaboli,es ineluctable por la natura-
leza misma del objero que persiguen como
r la te- fin úrtimo. srs ar-ui ;; ;i;;.r, en algo que, por_
que es en sí mismo rrnito, no puede ser gozad,opor
l;ión la todos simultáneaÁente; de ahí que Agus_
tín nunca haya creído en ra pósibilidad
lnstitu- íe ,riiu¿o po. ,i..p.. f;;ñ;". cabe recordar que
la pca-temporaás agustiniani es
rplícita noción.que p..rrpon. más que la ausencia
No obstante, aun ros pasajeros perío?os de paz de guerra.
rertene- mundaná han de ser promovidos por los
miembros de la civitas D¿i, y; qr" ,o, útiles *
¡eba su y ra noción a. utit,auJuparece aquí una yez
más. - justamente para la intent¡i qr.
r'"ciu- ..a.,nau en la búsqued a y gozo de Dios y de
tad''- Por esta razón, de esta concepción de la su volun_
temporali¿a¿ Íilitorica no se puede deducir
que San Agustín haya posrulado pu.u
les está Iu civitu.t Dei ttna cierta indir'erencia o
aun una actitud
:l amor i:#ii:"ü:;!:'fi:il:T,'#lXn,í"'uu .n el á.u.ni. histórico, .o;;;
argún modo p;;;
ón más
Pero vayamos al úrtimo ternario, er que
I todos más impona para nuesffo tema. Er proyectar
propio animu.r hacia un futuro_ eterno, esto el
telDe es, hu.iu lo quÉ ,ro t urrñ¿, hace que ra tempo_
ralidadpropiadelciudadanodeJerusalénr.ítu¿.
almen- píritu tensado hacia lo eterno, éllanza
laeitensio.ó;;;i;r."desupropioes_
ldo los tut ¡..ná, de su volunta¿.l.ru ¿r..ción. por
'ruiente' sus actos en el mundo cobran unu ..p...uri ón metaJísicade consi-
r se in- humanos del ciudadano terreno, puesto_ la que carecen los actos
.{gus- que'aquérlos esá; [a;;;s a t.anrtigu.arse
eternidad; éstos, a diluirse en ra aniquiiaii¿n en la
nensí inal en ra que t.r-ir. lodo acontecer, si su
sentido no arraiga allí ..donde los días
l. Son, no pururr ri mueren,,.
\t. 20,

en éti- Digamos' de paso' que es esta riualidad lo que


ha hecho al doctor de Hipona pasible de la
maniqueos' Y algo de eso hay, ya que, por acusación de resabios
ores o momentos, ei maniqueísm. parece permanecer
\fas allá o más acá de este otro temi de discusión, en ér como
:ra. es decir, las dos clases de ciudadanos,
1".i..t, es que en lo que concieme a los que hacen laactitucJ.
Ilisto-
.rto,. a""¡..".
Chaix-Ruy, J., "k probléme du temps ¿urt
l.r':óonLssions, et dans .La crté tre Dieu,,,, en
.\l.to.isico IX, 4-5 ( 1954) 4j5. Giorn. di
;.: Edad
I t Ue Ctt,. l)et.
C: L'ombivalence du temps tle I'histoire chez
soint Augus¡in, Montreal, Inst. Albert-le-Grand,
1950.

El tiempo histórico como ámbito cle construcción


metafísica en Agustín 19
De esta rr¿rnera, ia defensa de- Roma, por
ejemplo. no está ordenada. para el miembro
la civitas Dei. ara conservación de un de
dlminio que de suyo no puede ser perenne, sino
de un modo de convivencia social org;;i;;lu a ra
según deráho l,'u-ru ,.rouración de ra paz.
como todas las formas de la paz, ésta "constió"
u., bi.r, relatirt ul .r.n-,o. y los bienes rela-
tivos pueden modificarse o ábandonars. po, Temp
ooo, con vistas a una mcJor consecución del
Bien_supremo que es el único inalterable pir
y en sí mismo.
En el lineal e incontenible fruir del ii.rpo.
la temporaridad hrsrorrca es. pues. para er
ciudadano de Babilonia, clistentio, uiu t
unr-áÉ..endente de dispersrón r pérdida en la
plicidad. Para el de Jerusalén es extensio, multi-
dirección t unr-u...ná.ri. i.i ,,,r,,,,, en io
que reúne y consolida el ser. En esta tensión eterno,
de la temporaliJJ't. .""r*\.e una Historia
llamada no desaparecer, a fransfigurarse plena
y definiiivam.nt..r-.r tln de 1os tiempos.
Dada la polivalencia del pensar ag-ustinlano,
se ha insistido
acentuar sus zonas de sombra. Tal vez sea - y muchas 'eces con razón - en Introdugáo
conveniente subráyar qu.-..,. perspectiva tam-
bién permite pensar ro histórico como único Aparentemente. ;
ámbito
delavoraz destrucción del tiempo como deuna circularidad
.l qr;;'r;oliir. ,.r.u,ur e1 ser, tanto mos cotidianamente :
"1,
que
-Su se aso¡a.a en sí. para resti-
tuirlo, en cambio, a Dios en cuanto Señor de esa populares do tipo: ..r:
epopeya. co_cieador es. sin duda, el
hombre extentus de cualquier tiempo y rugar. ou yoa", "tempo é it:
con ¿i, ás.riu. eñ,ir.
' '---""" ..el
.\rquitecto cons_
truye. mediante andamiajes t..po.áles. la iasa p..rnur.n*,:Ji mos "náo ter tempo p:
Así como en las confesiines encorthamos mucho Santo Agostinh.
más que brocrarla. en la doctrina
agustiniana de la Hrstoria 1o que será después "que assunto mars ti:
por la relación der mundo humano con iristo.
la idea Je ;;;; i.ri¡,." queda sustituida demos o que dizen.ros
Elra da uni¿i¿ 1 o.á.n. ,-omo ha señalado
chistof Mülter,r5 al nexo de ros aconte.ñ;;;..;i"-,dffi;¿="r.11. 14,17). Entretanro. c:
zontalidad externa, Agusjll contrapropone una oroo,. de una hori_ científica do ten.rpo. :
concepción metañsica de rnrahistoria. pero
es en el tiempo donde la Historia uprrntu
más allá a.t ti.rnpo. ii r. pr.¿. hablar de eremidad mum aenigma" (cf. C
en el tiempo y no sólo después.de ér ., porqr. nós, dada a insuficiei.
ros días humanos p";J;; rener un f-ruto etemo
enla ertensio' Mediante étta' la civitai oei aasentido que é, por conse_uui:::
a la temporalitlad histó,ca haciendo
surgir algo de validez eterna: un cielo y una tierra
nuevos que se manrr.esra¡án en plenitud,
me perguntar, eu se1: :
precisamente al hnal de ros tiempos, imprescindibles Apesar de rer Ce:.
para r.i.árr*..iln metatrsica.
siste nem foge do prr:
mais brilhantes consi:-
da até mesmo pelos e,_
A resposta agos:::.
dos: primeiro, uma i:s
disputa direta com os :
mento, o problema r.o.:
o qual, por sua \.e2. ; -
uma categoria sub¡err...
dade do homem, na a.::
do, presente e futuro. .--
lo menos deixa impli.-::
objetivo-otempoqu::
táo somente pela sens":
de enigma do tempo. ;
este - o homem
- é. ac, I

Analisaremos aq:
Agostinho" - conftap.]
em sua "teoria do tenl:¡

t,a
Sermo 159. Cf. También En. in ps.lOl
,2.
'5 cf Müller' C , "Lugar del hombre en el mundo cambiante: Doutor em Filosotla :: :
de Estudos e pesquts:. ":-
u:q:"!o-. antropológicos de la concie,cia agustinia-
na de la Historia',, en Augustinus XLIII, (l
99g) llO_17 l,pp. 2g1_370.
ciedade Brasileira de J: ,

20 Silvia Magnavacca
o
e Eteinidáde
na ldtd¿r'Média

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'.:,. ,,, ' : .,,Organizadores:


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:'-:, '- ,., ,Luis'Á. De Boni
Marcos Roberto N. Costa

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