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Concepto de Tiempo en San Agustín de Hipona

Antes de ver el concepto de Dios en San Agustín de Hipona, veamos lo que


pensaban cada uno de los filósofos antiguos sobre el tiempo. 

Consideraciones del tiempo por otros filósofos

Pitagóricos

En tiempos más antiguos, los pitagóricos fueron unos de los primeros filósofos
en establecer una teoría formal en cuanto al tiempo. Estos decían que era ''la
esfera que abraza todo'' y que por lo tanto, el tiempo se identificaba con el
movimiento, es decir, el tiempo se debe al movimiento. 

Platón

El mismo Platón en el Timeo definía el tiempo como ''la imagen de la eternidad''


y además añadía que el Universo y el tiempo se hicieron juntos y perecerán
juntos. Platón considera que el tiempo es el que imprime el movimiento, y este a
su vez crea las demás cosas del mundo como el sol y la luna.

Aristóteles

El estagirita definía al tiempo no como un movimiento, sino como algo que va


mucho más allá, algo que subyace al movimiento. Nos decía también que el
presente es el intermediario entre el pasado y el futuro, es decir, si no
existiera el presente, entonces el pasado y el futuro se solaparían lo cual es
ridículo. Así como esta explicación es verosímil, Aristóteles nos da la primera
definición de tiempo: ''Numero de movimientos según el antes y después'',
ahora, ¿por qué Aristóteles se refería al tiempo como ''número''? Porque el
pasado, el presente y el futuro, según Aristóteles, se miden por magnitudes y las
magnitudes son números. 

Marco Tulio Cicerón

Cicerón también tenía su propia concepción del tiempo escrita en un libro


llamado ''De Fato'' (o del destino), donde nos dice que tanto el pasado como el
futuro son tiempos inmutables, es decir, que existen en sí mismos sin la
necesidad del presente. 

En efecto, hay un futuro inmutable como sería decir que todos vamos a perecer,
así como hay un pasado inmutable como es decir que todos los seres vivientes
nacimos. 

Estas han sidos las teorías que por lo menos hemos visto en este blog con
respecto al tiempo. Veamos lo que nos dice San Agustín sobre estas cosas.  

El concepto de Tiempo

Uno de los errores típicos de los maniqueos (y en parte también de Marco Tulio
Cicerón)(2) era preguntarse ¿qué hacía Dios antes del tiempo? ¿Acaso estaba
ocioso cuando de repente se le ocurrió crear la humanidad? En el libro sobre la
interpretación del Génesis contra los maniqueos, Agustín respondía que sería
ridículo decir que Dios estaba de ocioso antes del tiempo, pues entonces se
tendría que hablar de otro tiempo donde Dios estuvo ocioso. De ahí que además
pueda hablarse de las hipóstasis de Plotino, para decir que la creación debió
darse fuera de las hipóstasis cognoscibles para el ser humano. 

¿Qué hacía Dios antes del tiempo?

Sin embargo, aún queda la pregunta ¿qué hizo Dios antes del tiempo? el tiempo
es medible y tiene intervalos, para que éste fuera hecho se necesitaría algo sin
movimiento y que permanezca siempre, en otras palabras, Dios creó el tiempo
en la eternidad porque la eternidad no es tiempo(3). 

Eternidad: presente perpetuo.


Tiempo: pasado, presente y futuro.

Pero ¿cómo puede crear el tiempo si para crearlo necesita movimiento y en la


eternidad no lo hay? Es una de las preguntas cruciales de San Agustín quien
humildemente contesta ''no lo sé''. 

Muchos decían en al época de Agustín que antes del tiempo, ''Dios preparaba el


infierno para aquellos que se atrevían en escudriñar en los misterios más altos''.
Esta frase era hecha en forma de broma o metáfora para que los niños no
preguntaran cosas tan extrañas, cosa que a San Agustín molestaba
profundamente(4). 

Finalmente, San Agustín dice que no cabe preguntarse qué hacía Dios antes del
tiempo porque antes del tiempo no había tiempo para realizar algo. En
efecto, ¿cómo vamos a hablar de la creación del tiempo cuando no había
tiempo? la pregunta es ridícula al razonamiento de San Agustín. En la nada no
puede haber movimiento, así como tampoco puede haber creación. No obstante
todo esto, Dios es el gran creador del tiempo.

¿Qué es el tiempo?

El mismo Agustín admite la dificultad de la respuesta diciendo:

''Sé bien lo que es, si no se me pregunta. Pero cuando quiero explicárselo al que
me lo pregunta, no lo sé''

Para tratar de resolver esta duda, Agustín parte diciendo que si el presente no


tuviera ni pasado ni futuro entonces sería eternidad, y por lo tanto no
podríamos hablar de tiempo. Así, el presente necesita del pasado para ser
tiempo, pues de otra forma sería eternidad. Ahora, el presente deja de ser una
vez que es pasado; lo que significa, que el presente para existir debe tener
tendencia a no-ser (de otro modo sería eternidad).

Pasado:
Hablado esto, San Agustín se propone analizar el pasado y el futuro. El pasado
ya no existe y el futuro no existe todavía, pero ¿cómo podemos referirnos a ellos
como si fuera un tiempo presente si no existen? No podemos referirnos al
pasado de ninguna forma, ni siquier diciendo que ''fue larga la estancia'', pues
dicha estancia ya no existe. 

Además, pensemos en lo siguiente: para haber dicho ''fue larga la estancia''


debimos haber dicho primero ''es larga la estancia''. Por otro lado, algo es largo
cuando está colocado en el presente, cuando ya es parte del pasado ya no existe;
por lo tanto, las cosas tienen magnitud cuando están en el presente y
dejan de tenerla cuando están en el pasado (por eso, la estancia larga ya no
existe). 

¿Cómo se debería decir algo que ''fue largo''? de la siguiente manera según San
Agustín: ''Largo fue aquel tiempo mientras fue presente''. 

Forma incorrecta de referirse al pasado: ''fue larga la estancia'' es una


forma incorrecta porque nada que pertenezca al pasado puede tener magnitud.

Forma correcta de referirse al pasado: ''Fue larga la estancia mientras


fue presente'' es la correcta porque la magnitud existe mientras está en el
presente. Es decir, la única forma de referirse al pasado, es refiriéndose al
presente. 

Veamos ahora si el alma puede reconocer este tiempo presente con referencia en
el pasado.

Presente:

Para entender el presente, San Agustín recurre a un pequeño símil de los cien


años. Imaginemos a un hombre dentro de un intervalo de 100 años:

 Cuando está en el primer año, el hombre tiene 99 días futuros.


 Cuando está en el segundo año, el hombre tiene 98 días futuros y un día
en el pasado. 

Bajo este razonamiento, podemos determinar que el presente nunca podrá estar


en los 100 años simultáneamente, sino que sólamente en uno de ellos. Lo
mismo pasaría si llevaramos el símil a un año, el hombre en el primer mes
tendría 11 meses futuros y cuando pase al segundo tendrá 10 futuros y 1 pasado.

Lo mismo pasaría incluso si reducimos dichos años y el año en un día. El día


tiene horas y minutos que tendrían la referencia de ser pasado o futuro según en
qué hora o minuto nos encontremos; así, ni el día puede ser presente todo. 

De este modo, San Agustín define el presente como ''un instante'', pero entonces


¿a qué podemos llamar largo? ¿cómo es que el presente puede ser largo o puede
''durar'' ciertos minutos o ciertas horas si es un instante? 

Futuro:
Mucho menos podríamos decir que el futuro tiene un intervalo largo, pues aún
no existe. Y si existe, es gracias al presente porque el futuro pasa a ser presente
una vez que pasa por él. 

Conclusión:

¿Qué diremos pues de estos tres tiempos: pasado, presente y futuro? ¿Acaso
tendremos que decir que el pasado y el futuro no existen por sí solos a menos
que pasen por el presente?

Al menos en el pasado, todo lo que tenemos de él nos queda en la memoria.


Ahora, si nos queda en la memoria, entonces está en el presente porque a
medida que lo podemos evocar en la memoria estarán presentes; lo mismo
ocurre con el futuro. 

Todas las cosas que existen se ven en el presente, pero es la memoria la que
también las tiene. Por ejemplo, podemos ver una aurora y podemos predecir que
el sol saldrá. La imagen que tenemos del sol saliendo, es una imagen presente en
nuestra mente y la predicción sería decir ''el sol va a salir''. Por lo tanto,
podemos retener el pasado y el futuro llevándolos al presente por medio de la
memoria, como ya habíamos dicho, el pasado y el futuro sólo pueden
existir por medio del presente. De hecho, podría decirse con justa razón
que el pasado y el futuro no existen. 

Así, la referencia correcta al presente y al pasado sería de la siguiente forma:

Pasado: Presente de las cosas pasadas


Presente: Presente de las cosas presentes
Futuro: Presente de las cosas futuras

Volvemos a repetir, es el presente el que da existencia al pasado y al futuro. 

Este es un tema que ya se hablado entre los antiguos, sobre todo


por Aristóteles quien decía que el pasado y el futuro tienen como límites al
presente, pero nunca aseguró algo tal como decir que el pasado y el futuro no
existen. Cicerón también tenía su opinión con respecto al tiempo, diciendo que
el futuro y el pasado son inmutables, es decir, cada uno tiene su propia
existencia.

En todo caso, Agustín acepta que los demás puedan decir que existe un pasado o
un futuro, siempre y cuando se entienda que es con referencia al presente pero
se debe estar consciente que la única forma correcta de referirse al pasado y al
futuro es la descrita por San Agustín. 

Tiempo y espacio

¿Cómo podemos medir el tiempo si el presente es un instante? difícil respuesta


tiene esta pregunta, pero lo que sí es claro es que podemos percibir que el
tiempo cambia, que tiene intervalos y que esos intervalos ''pasan''.
Es una paradoja porque de acuerdo con Agustín, el pasado y el futuro no existen
y sin embargo son medibles cuando pasan por el presente. ¿Cómo pueden
existir y no-existir al mismo tiempo? en el lenguaje cotidiano podemos hablar
perfectamente del pasado y el futuro diciendo (erróneamente) que tal período
fue largo o tal período fue corto.

Los tiempos y los cuerpos

Muchos dicen que el tiempo no es más que el giro que da el sol y la luna para
marcar los días, pero San Agustín no está en absoluto de acuerdo con eso. En
efecto, si fuera así, entonces, el movimiento del sol sería el creador del tiempo;
sin embargo, recordemos que el movimiento es posible gracias al tiempo. Por lo
tanto, el tiempo es algo que va más allá de los cuerpos, como dijimos, el tiempo
es el contenedor de los cuerpos. 

El movimiento no determina el tiempo, pues es posible que el sol se detenga


pero el tiempo seguiría contando. Al contrario el movimiento se mueve gracias
al tiempo y si es así, el tiempo va primero que todas las cosas. Por otro lado, otra
cosa tan importante como el movimiento es el reposo de los cuerpos, porque
este también tiene tiempo. De ahí que el movimiento de un cuerpo no es el
tiempo mismo. 

La incógnita del fenómeno

Agustín acepta no saber la esencia del tiempo porque de hecho, asume que


cuando mide un intervalo ''no sabe lo que mide'', y en efecto, no sabe qué se
mide siendo que el instante (que es el presente) no puede tener una extensión
precisa. Así definiría San Agustín el tiempo:

''Por ello, me parece que el tiempo no es otra cosa que una cierta extensión.
Pero no sé de qué cosa''

Agustín se pregunta ¿Qué mido Dios cuando digo que este tiempo es más largo
que otro? ¿Cómo se puede medir si el futuro no existe y el pasado aún no existe?
Bien se sabe que el tiempo se mide, pero no el pasado ni el futuro, y,
obviamente, tampoco el presente porque este no tiene extensión.
Finalmente Agustín concluye lo dicho un poco antes, se mide el tiempo que ya
''pasa''. 

El tiempo y el alma

Nada puede ser medido a menos que se acabe, por lo tanto, la tendencia al no-
ser (en cuanto al pasado y al futuro) es la que determina la duración de una
cosa. ¿Con qué cosa el hombre mide el tiempo?  naturalmente que el hombre
mide el tiempo con el alma, pues es allí donde quedan impresas las
percepciones del tiempo.  

Por otro lado, tenemos un fenómeno aún más fuera de toda lógica que sería la
extensión del futuro y del pasado que no tienen ninguna existencia. ¿Cómo
podemos decir que el futuro tiene extensión si aún no existe? ¿cómo podemos
decir que el pasado fue largo o fue corto si ya no existe? simplemente porque
esta sensación queda en el alma y es ella la que nos deja la impresión de que fue
larga y corta. El alma tiene tres funciones con respecto al tiempo: espera,
atiende y recuerda. Estas tres acciones representan los tres tiempos de los
que estamos hablando:

Espera: Futuro
Atiende: Presente
Recuerda: Pasado

Esta acción del alma sucede sobre todo cuando queremos cantar una canción
que no conocemos. Esperamos como va a ser, prestamos atención a la letra y a
la música y finalmente la volvemos a cantar cuando la recordamos. 

Finalmente, esta sería la solución a la cuestión del tiempo según San Agustín, es


el alma la que puede retener todo pensamiento futuro y pasado. 

Conclusión

Con muchas más dudas que respuestas (como lo es la filosofía) nos deja este
texto dificilísimo de San Agustín. El tiempo ha sido un tema de oscuros pasajes
en la vida de los filósofos pero también en la vida de los científicos más grandes
de la historia. Por supuesto, los precursores de estas ideas preciosas fueron los
filósofos a lo que posteriormente los científicos soportaron con teorías que van
renovándose por cada período. Si bien no hay una solución cierta para la
medición del presente (más que del tiempo porque este comprendería pasado,
presente y futuro), las pistas que nos deja San Agustín no son de menor tamaño;
al contrario, queda mucho más ánimo para averiguar qué es realmente el
tiempo

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