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Los excesos de la Revolución demuestran fehacientemente, según Schiller, que aún carecen de dicha

capacidad: “Rudos instintos sin ley” se desencadenaron “al disolverse el vínculo del orden burgués” y
corrieron “con rabia indócil a satisfacerse de forma animal”. Por tanto, no se trataba de ciudadanos
libres que el Estado había oprimido; sino de animales alvajes a los que auél puso una cadena
salvadora. Como respuesta a la Revolución francesa, Schiller intenta con arrogancia superar la Francia
revolucionaria con una revolución alternativa de tipo espiritual. Por primera vez el juego del arte, dice
Schiller, puede hacer a los hombres verdaderamente libres.

p.41

Para Schiller, la Revolución fue un “instante generoso” que encontró una “generación insensible”. Era
insensible por carecer en su interior de libertad. Pero ¿Qué significa ser interiormente libre? Implica la
independencia de las pasiones, prescindiendo de que los hombres las sigan de forma ruda e
incivilizada, o con el refinamiento de la civilización. De una manera u otra el hombre está dominado
por su naturaleza, sin poder dominarse a sí mismo.

p.41

¿No es la lucha política por la libertad externa el único camino para la liberación del hombre interior?
Parece que la libertad sólo se aprende luchando políticamente poor ella, o al menos eso es lo que
objetarán Fichte y otros amigos de la libertad contra Schiller, que rechaza este concepto de leraning
by doing (aprender haciendo), como decimos hoy. Su argumento es que si se debilita o se anula
demasiado pronto la piza autoritaria del Estado (del “Estado natural”) mediante la lcha política, la
consecuencia necesaria es la “anarquía” y con ello la violencia multiplicada y la arbtrariedad de los
egoísmos: “La sociedad desatada, en lugar de acelerar su paso hacia la vida ogánica, cae de nuevo en
el reino elemental”
pp 41-42

Hasta la decimoquinta de sus Cartas sobre la educación estética del hombre no aparece aquella frase
a la qe tiende todo este tratado y de la que se deduce tdo cuanto reviste importancia en la teoría de lo
bello de Schiller. Se trata de una tesis de antropología cultural de enormes consecuencias para la
comprensión de la cultura en general y de la cultura moderna en particular, de una tesis con la que
Schiller funda su pretensión de curar la cultura mediante la educación estética. Esta famosa tesis es:
“Expresado con toda brevedad, el hombre sólo juega cuendo es hombre en el pleno sentido de la
palabra, y sólo es enteramente hombre cuando juega”.

p.42

Schiller es uno de los primeros que ha resaltado que el camino de la naturaleza a la cultura va a través
del “juego”, es decir, a través de rituales, de tabúes, de símbolos. p.42

“La utilidad es el gran ídolo de la época, un ídolo al que sirven todas las fuerzas y han de rendir
hoenaje todos los talentos. En esta tosca balanza no tiene ningún peso el mérito espiritual del arte,
que, despojado de todo estímulo, desaparece ante el ruidoso mercado del siglo.”
(Schiller citado por Safranski p. 43)

El arte nos esneña que las cosas importantes de la vida, el amor, la amistad, la religión y hasta el
propio arte tienen su fin en sí mismas, que su sentido no es, ante todo, servir a otro fin funcional. El
amor quiere el amor, la amistad apetece la amistad y el arte busca el arte; es evidente que en tales
dimensiones se realizan también otros fines pero éstos no han de ser intencionados. Una amistad
calculadora no es amistad en absoluto, y tampoco es arte el que se realiza en aras de la utilidad social.
El arte, lo mismo que todo juego, es autónomo.

pp.43-44

El juego del arte ha de compensar, ya que no puede superar, esta llaga de una sociedad basada en la
división del trabajo, que convierte a los hombres en un “fragmento”, en mera “copia de su trabajo”. El
juego del arte anima al hombre a jugar con todas sus fuerzas, con la razón, el sentimiento, la
imaginación, el recuerdo, la esperanza. Este juego libre redime de las limitaciones basadas en la
división del trabjao. Permite al individuo, que sufre por su astillamiento, convertirse en un todo, en
una totalidad en pequeño, aunque sólo sea en el instante y el ámbito limitados del arte. En el disfriute
de lo bello el hombre experimenta el gusto anticipado de una plenitud que todavía está por llegar en
la vida práctica y en el mundo histórico.
p.45

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