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Reseña histórica sobre las llamadas terapéuticas biológicas

en psiquiatría.
Historical review of the so-called biological therapies in psychiatry.

Luis Pacheco Yáñez*, Daniel Padró Moreno**, Wendy Dávila Wood***,


Sofía Alvarez de Ulate Unibaso**, Pablo Gómez de Maintenant de Cabo****
* Psiquiatra. Comarca Bilbao. Red de Salud Mental de Bizkaia. Bilbao.
** Psiquiatra. Servicio de Psiquiatría. Hospital de Basurto.
Avda. Montevideo 18. 48013 Bilbao.
*** Psicóloga. Psiquiatría y Psicología DAP. Gran Vía 38-4º. 48009 Bilbao.
**** Psicólogo. Facultad de Psicología y Educación. Universidad de Deusto.
Avenida de las Universidades 24. 48007 Bilbao.

Resumen: Los autores realizan una revisión histórica, desde el siglo XVI pero centrada
en el siglo XX, sobre la época en fueron descubiertas las principales terapéuticas bioló-
gicas describiendo, a su vez, la manera en que dichas terapéuticas fueron introducidas
en el arsenal de los sucesivos tratamientos para las patologías mentales.
Palabras clave: revisión histórica, terapias biológicas, patologías mentales.

Abstract: The authors carry out a historical review, starting from the sixteenth century,
but focused on the twentieth century, time around which the main biological therapies
were discovered describing, in turn, the way in which said therapies were introduced into
the repertoire of consecutive treatments for mental pathologies.
Key words: historical review, biological therapies, mental pathologies.

Introducción ción entre ellas. En síntesis, describiremos aquí


las principales terapias “no psicológicas” usa-
Se ha venido denominando terapéuticas “bio- das en la historia de la Psiquiatría. Dentro de
lógicas” a aquellas que –por oposición– no son estas, las más conocidas y comunes son las que
consideradas “psicológicas”, manteniendo de emplean como eje principal de las mismas los
esta manera la dualidad “mente-cuerpo” como “psicofármacos” pero, al margen de los mismos,
si la misma fuera algo real y además, tangible. han sido muchos otros los tratamientos “bioló-
A pesar del error conceptual que esto supone, gicos” que se han usado en nuestra especiali-
también es cierto que el paso del tiempo ha con- dad y de ellos nos ocuparemos a continuación.
solidado el uso de esta dicotomía para separar Obviamente, ahora no se nos ocurriría usar mu-
ambos tipos de terapias, incluso entre los pro- chos de estos métodos, debido a que hoy en día
fesionales que nos dedicamos a las mismas. Por creemos conocer mucho más que entonces. Sin
ello, en este capítulo y en aras de la costumbre, embargo, esto no deja de ser un análisis desde
seguiremos manteniendo esta artificial distin- nuestro prisma actual y desde nuestras circuns-

Norte de salud mental, 2015, vol. XIII, nº 52: 89-99.


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tancias, al tomar el presente como si fuera lo más mismos (4). También fue famoso un método de
válido, creyendo correctas una serie de ideas tratamiento por contención, con la denominada
científicas que, sin embargo, no son más que ac- “Camisa de fuerza”, inventada por David MacBri-
tuales. Y como señala Berrios (1), atribuimos al de (1726-1778) hacia el año 1772 (5).
pasado experiencias, motivaciones y puntos de
vista que realmente pertenecen al presente. Es Estos –y alguno de los que analizaremos des-
fundamental tener esto en cuenta, para no caer pués– eran parte de los tratamientos no far-
en demasiados errores de juicio al analizar la his- macológicos que existían hasta muy entrado el
toria. Al fin y al cabo, también es obvio que los siglo XX. Con ellos, los entonces llamados alie-
psiquiatras que existan dentro de cien años no nistas intentaban curar o al menos controlar las
compartirán nuestros razonamientos actuales y enfermedades mentales. El siglo XX dio lugar
el uso que hacemos hoy, por ejemplo, de los anti- a una auténtica revolución en los tratamientos
psicóticos en la esquizofrenia. Y probablemente psiquiátricos biológicos y al origen, en sentido
los juzgaran ridículos. estricto, de la psicofarmacología, pero los co-
mienzos no fueron sencillos. Esta es una sínte-
sis de su historia.
1. Antecedentes de los tratamientos
biológicos no farmacológicos 1.2. El primer premio Nobel para la Psiquiatría:
1.1. Desde las transfusiones de sangre La malarioterapia
de cordero hasta la “camisa de fuerza”
A principios del siglo XX la sífilis era una enfer-
En el siglo XVII, el médico Jean B. Denis (1620- medad prácticamente mortal, especialmente
1704) fomentó durante años el empleo de la cuando alcanzaba sus últimos estadios, cono-
transfusión sanguínea de sangre de cordero para cidos como “neurosífilis” o “Parálisis General
tratar a los pacientes mentales. La mayor parte Progresiva”, en los cuales resultaban impactan-
de ellos fallecían por las complicaciones surgi- tes las manifestaciones psiquiátricas y neuroló-
das, por lo que estaba claro que los corderos –al gicas, al margen de la muerte en corto plazo. En
menos su sangre– no servían para el tratamiento esa época se pensaba que la fiebre mejoraba la
de las “melancolías” y otras patologías afines clínica de la neurosífilis, por lo que se creía que si
(2). Otro ejemplo de las terapéuticas antiguas el paciente sifilítico padecía fiebre, mejoraría de
lo puede representar el denominado “padre” de las manifestaciones psicopatológicas. Un médi-
la Psiquiatría americana, Benjamín Rush (1746- co austriaco llamado Julius von Wagner-Jauregg
1813), quien preconizaba para sus pacientes a (1857-1940), que experimentaba sobre este tema
principios del siglo XIX –y al margen del uso de ensayando la inoculación de tuberculina y toxi-
las habituales sangrías, eméticos o duchas de nas bacterianas, recibió en su servicio el ingreso
agua helada– , una silla de su invención, deno- un paciente afectado de malaria (paludismo) y se
minada “silla de apaciguamiento”, en la que se le ocurrió transfundir la sangre de este paciente
ataba a los enfermos y se les tapaba la cabeza a otros sujetos afectados por la neurosífilis. Para
con una especie de caja hasta que cesase su Wagner-Jauregg no había nada que perder, ya
agitación (2,3). Sin embargo, Rush no pasó a la que los pacientes estaban abocados a una muer-
historia tanto por la Psiquiatría sino por haber te segura y su hipótesis era que si empeoraban
sido, además, Tesorero de la Casa de la Moneda, las cosas con la diseminación de la malaria, al
además de congresista y uno de los firmantes de menos tenía a mano la quinina como remedio efi-
la Declaración de Independencia de ese país. caz para las complicaciones. La sorpresa general
–cuando el 14 de junio de 1917 probó el método
Técnica también muy recomendada entonces era por primera vez en varios sujetos– fue que los
la provocación de vómitos y diarreas a través del pacientes, en lugar de morirse, se recuperaban
uso de purgantes –las famosas “purgaciones”– ya prácticamente en su totalidad. Gracias a ello, en
que muchos médicos creían entonces que las en- 1927, se convirtió en el primer psiquiatra de la
fermedades mentales se producían por la “corrup- historia en ganar un premio Nobel de Medicina.
ción de los humores encerrados en las cavidades” El problema fue que, al margen de la neurosífilis,
y lo lógico era buscar la expulsión corporal de los la técnica no funcionaba en el resto de enferme-

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dades mentales graves. Años más tarde, con el cido como Egas Moniz, que fue un neurólogo y
advenimiento de los antibióticos, la malariotera- neurocirujano portugués, además de Ministro de
pia fue finalmente desechada como tratamiento Asuntos Exteriores, Embajador en España de su
de la sífilis tardía (6,7). país y primer presidente de la Sociedad Españo-
la de Neurocirugía. También fue el inventor de la
1.3. Aprendiendo de los diabéticos: angiografía cerebral, pero ha pasado a la Historia
La “insulinoterapia” en Psiquiatría gracias a la Psicocirugía. Moniz le llamaba a su
técnica “leucotomía”, aunque la misma acabó
La insulina se había descubierto en 1922 y de siendo más conocida por el nombre de “loboto-
inmediato comenzó a aplicarse a los pacientes mía”. En 1938 un paciente psiquiátrico suyo le
diabéticos. Un año después, ciertos médicos disparó ocho tiros, dejándolo paralítico el resto
americanos comunicaron su impresión de que – de su vida. Once años más tarde, en 1949, reci-
en paralelo a la diabetes– algunos pacientes de- bió el Premio Nobel de Medicina –para el que ya
presivos mejoraban de su psicopatología gracias había sido propuesto dos veces con anterioridad
a dicho fármaco, aunque en realidad lo que pa- por el descubrimiento de la angiografía–, junto al
rece que sucedía es que fundamentalmente les neurólogo suizo W. Rudolf Hess, “por su descu-
aumentaba el apetito (6). A otro médico austria- brimiento del valor terapéutico de la lobotomía
co llamado Manfred J. Sakel (1900-1957), que tra- en determinadas psicosis”(6,10).
taba pacientes adictos a la morfina, se le ocurrió
probar dicho fármaco en estos pacientes. La téc- Aunque el empleo de la psicocirugía clásica se
nica consistía en provocarles un coma hipoglucé- extendió a casi todos los países desarrollados,
mico, a resultas del cual los sujetos que sobrevi- su uso duró pocos años, fundamentalmente por
vían al mismo no presentaban apetencia por la el escasísimo éxito que tuvo para paliar las en-
morfina. Animado por los resultados, se decidió fermedades mentales, así como por el desarrollo
a emplear su método en pacientes esquizofré- de otros tratamientos biológicos. Aunque es de
nicos, con bastantes buenos resultados para sobra conocido que han existido –y no sin razón–
la época hasta el punto de que, años después, detractores de la psicocirugía clásica, a algunos
Sackel polemizo en un congreso con Meduna y lectores les resultará curioso saber que, hoy en
Cerletti sobre la paternidad de la convulsivote- día, se sigue practicando la psicocirugía en nu-
rapia, si bien sus resultados se basaban mucho merosos países desarrollados, con técnicas mu-
más en la producción de los comas hipoglucémi- cho más modificadas y controladas que las origi-
cos, que en la presencia de convulsiones durante nales y en escasas patologías, como puedan ser
los mismos (8). Sin embargo, el paso de los años la enfermedad de Parkinson o la epilepsia.
consolidó la técnica de Cerletti, en detrimento de
Sackel y Von Meduna, como veremos después. 1.5. Convulsiones con alcanfor
A principios del siglo XX existía una teoría sobre
1.4. La Psicocirugía: Un ministro portugués
el antagonismo entre la “epilepsia” y la ”esqui-
recibe otro premio Nobel
zofrenia” , denominada “Teoría de la exclusión”
Como todos los tratamientos biológicos, la psico- o del “antagonismo”, que postulaba que padecer
cirugía tiene antecedentes muchos siglos antes epilepsia protegía de desarrollar esquizofrenia.
de que se desarrollase como técnica moderna. Se pensaba entonces que si los ataques epilép-
Las trepanaciones eran conocidas por muchos ticos generaban mejorías en los esquizofrénicos,
pueblos de la antigüedad, entre otros por la lla- podría tener mucho sentido la inducción artifi-
mada “Cultura Paracas”, que fue una civilización cial de los mismos y para ello se podían utilizar
precolombina del Antiguo Perú, establecida en la determinadas sustancias químicas. Y el mayor
península de Paracas, provincia de Pisco, entre avance a este respecto se debe a los trabajos
los años 700 a. C. y 200 d. C. (9). de un neurólogo húngaro interesado en la Psi-
quiatría, llamado Ladislas J. Von Meduna (1896-
Pero la introducción “oficial” de la cirugía cere- 1964), que popularizó sus técnicas usando las
bral en medicina se debe a Antonio Caetano de inyecciones de alcanfor para la provocación de
Abreu Freire Egas Moniz (1874–1955), más cono- dichas convulsiones.

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Sin embargo, el uso de este producto por vía es algo muy antiguo. De hecho, la denominada
oral estaba ya perfectamente documentado en la “Electroterapia”, es una rama de la Medicina y
antigüedad, existiendo referencias al tratamien- se usa a menudo en técnicas de rehabilitación
to de afecciones psiquiátricas por Paracelso, en por sus efectos antiinflamatorios y analgésicos,
el siglo XVI. Y en farmacopea del siglo XVIII se siendo sobradamente conocido –incluso por el
encontraba prescrito para el tratamiento de las público general, gracias a la televisión– el uso
enfermedades “nerviosas”, como muestra la pu- terapéutico de la electricidad mediante las palas
blicación de Oliver, en el London Medical Journal cardiacas, cuando un paciente llega a urgencias
de 1785, respecto a la provocación terapéutica en parada cardiorrespiratoria.
de convulsiones con alcanfor oral en un caso de
manía (11,12). Incluso parece que el mismísimo De la época grecorromana datan los primeros
Kraepelin (1856-1926) lo aconsejó posteriormen- usos del pez “torpedo” o “raya eléctrica” para el
te, junto al whisky o el brandy, en casos de “exci- tratamiento de los procesos reumáticos. Sin em-
tación extrema con colapso inminente” (5). bargo, no parece que es hasta el siglo XVI cuan-
do los jesuitas comienzan a usarlo en pacientes
El 23 de enero de 1934, tras años previos expe- mentales, supuestamente “endemoniados”, con
rimentando con animales, Von Meduna provocó objeto de librar a los mismos de la “posesión
una crisis convulsiva –inyectando intramuscular- diabólica”. El pez es aplanado, puede alcanzar
mente una mezcla de alcanfor disuelto en aceite– los setenta centímetros de largo y posee unos
en un paciente de 33 años, afecto de una esqui- órganos que producen descargas eléctricas, que
zofrenia catatónica de cuatro años de evolución. le permiten capturar presas. La curiosa relación
Tres semanas más tarde y al cabo de otros cinco entre los representantes de la iglesia, los pacien-
tratamientos, el paciente estaba compensado de tes y el demonio se saldaba haciéndole morder
su psicosis (13,14). Poco después Von Meduna progresivamente al sujeto un pez torpedo, hasta
sustituyó el alcanfor por pentylenetetrazol, (co- que se provocaba la descarga eléctrica que su-
mercializado en España como Cardiazol®) por puestamente expulsaba al “diablo” del cuerpo
su menor latencia para inducir convulsiones y la del paciente (15,16). Era el siglo XVI y la técnica
presencia de menos molestias locales, ya que el puede resultar extraña, pero la existencia de la
alcanfor producía dolor en el punto de inyección y posesión demoníaca continúa sosteniéndose en
vómitos, pero tampoco el Cardiazol® resultó una el día de hoy como algo real por algunas institu-
panacea respecto a los secundarismos (6,11). ciones. A este respecto merece la pena recordar
que los exorcismos se siguen practicando toda-
En cierta manera y aunque su terapia consistía vía, existiendo una organización católica deno-
en provocar convulsiones con sustancias quí- minada “Asociación Internacional de Exorcis-
micas y no con electricidad, los trabajos de Von tas”, uno de cuyos fundadores fue el sacerdote
Meduna fueron fundamentalmente los que ins- italiano Gabrielle Amorth (1925-), de la diócesis
piraron a Cerletti –como este mismo reconoció de Roma, conocido como el “exorcista oficial”
posteriormente– para desarrollar posteriormen- del Vaticano y con miles de exorcismos a sus es-
te el Electroshock (ES). Al fin y al cabo, las teo- paldas (17).
rías de ambos se basaban en la producción de
convulsiones para la curación de la enfermedad El uso posterior de la electricidad en el trata-
mental. Lamentablemente para Von Meduna, las miento de las patologías mentales está más
aportaciones de Cerletti a finales de la década de documentado desde comienzos desde finales
los 30, como veremos a continuación, provoca- del siglo XVIII, destacando el tratamiento con co-
ron que su gloria fuera efímera. rrientes eléctricas a través del cerebro realizado
por un cirujano llamado John Birch, en 1792 a un
2. La terapia electroconvulsiva paciente melancólico, siendo también conoci-
do el tratamiento con corriente galvánica de la
2.1. Los antecedentes: Del pez torpedo melancolía, propuesto por el famoso psiquiatra
a la corriente galvánica francés y discípulo de Charcot, Joseph Babinski
La utilización de la corriente eléctrica para el (1857-1932), en el año 1903 (16). Y en España, a
tratamiento de las enfermedades en Medicina mediados del siglo XIX, también se usaban las

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corrientes eléctricas en el tratamiento de diver- posición de los electrodos en sus experimentos y


sas patologías mentales, como eran la “melanco- comenzar a experimentar con seres humanos (11)
lía” y el “éxtasis”, aunque al decir de alguno de y la historia de la aplicación del primer ES en hu-
alienistas más reputados de la época, los resul- manos es, básicamente, la siguiente:
tados eran bastante pobres (18).
Aunque sobre el día exacto hay alguna discre-
Sin embargo, el uso de la electricidad y su eficacia
pancia, el 18 de abril de 1938 se usó por prime-
en las enfermedades mentales entonces se basa-
ra vez la técnica en humanos y concretamente
ba en las supuestas propiedades intrínsecas de
en la Clínica para Enfermedades Mentales de la
la electricidad. Pocos años después de la muerte
Universidad de Roma, que dirigía Cerletti. Allí se
de Babisnki, unos italianos iban a revolucionar la
encontraba ingresado un enfermo psicótico de 39
medicina con la introducción de la Terapia electro-
años, que había sido llevado por la policía, al en-
convulsiva mediante la invención de una máquina
contrarle varios días vagando por un parque. Se
capaz de provocar convulsiones a través de cho-
le aplicó primero una leve descarga y como solo
ques eléctricos en el ser humano, inaugurando
se produjeron algunos espasmos, Cerletti indicó
la técnica conocida hasta nuestros días con el
una segunda descarga, con gran temor de los pre-
nombre de ES. El planteamiento era distinto. No
sentes a que el paciente falleciera si se aumenta-
se basaba en las propiedades de la electricidad,
ba la intensidad de la corriente. Tras la primera
sino en la provocación de convulsiones a través
descarga, el paciente se había puesto a cantar
de la misma, teorizando que lo que realmente re-
pero, cuando oyó que le iban a dar la definitiva,
sultaba eficaz eran las convulsiones. De nuevo, la
gritó en italiano: “¡Non una seconda! ¡Mortífera!
teoría del “antagonismo” o de la “exclusión” entre
“(“¡Una segunda no: mortal…!”). Aun así, recibió
la epilepsia y la esquizofrenia, pero esta vez con
la descarga por indicación de Cerletti –con gran
distinta instrumentalización (6).
temor del resto de los presentes– y tras la misma
presentó una convulsión epiléptica de gran mal.
2.2. Unos italianos fabrican una máquina Finalmente, tras 14 sesiones, a lo largo de dos
para provocar convulsiones meses, fue dado de alta y pudo reincorporarse a
mediante choques eléctricos su trabajo. Al año del alta el propio paciente seña-
En mayo de 1937 la Asociación Suiza de Psiquia- laba estar bien, pero su mujer indicó que habían
tras celebró un congreso en la ciudad de Münsin- reaparecido los celos y parecía hablar solo por
gen para dilucidar cuál de los dos métodos que las noches. (6,11,16,19). El ES se extendió rápida-
se usaban entonces (curas de Sackel y de Von mente en los EEUU gracias a que Renato Almansi,
Meduna) eran más eficaces en el tratamiento colaborador de Cerletti, llevó allí un aparato de
de la esquizofrenia. Durante el mismo, un italia- ES y junto a David Impastato lo usó en febrero de
no llamado Lucio Bini (1908-1964) sugirió que la 1940 para realizar por primera vez la técnica, en el
inducción de convulsiones mediante la corriente hospital Columbus de Nueva York. Al año siguien-
eléctrica era algo que también debería tenerse te, ambos autores publicaron en el American
en cuenta (12,13,16). A la sazón, Bini trabajaba Journal of Psychiatry un artículo sobre el tema,
con Ugo Cerletti (1877-1963), Catedrático de Psi- difundiéndose la misma desde entonces por todo
quiatría en Roma, y fue la persona que fabricó el el país. En paralelo, la técnica se había extendido
primer aparato de ES tal y como lo entendemos también por toda Europa pero el estallido de la
hoy. Cerletti llevaba años experimentando con los segunda guerra mundial en este continente fa-
efectos de la corriente eléctrica en los animales, voreció que el desarrollo de la técnica fuera más
pero no acaba de conseguir que los animales so- rápido y constante en los EE.UU. (11,20).
brevivieran a las paradas cardiacas que provoca-
ba el paso de la corriente eléctrica. Entonces, le 3. Los psicofármacos
aconsejaron visitar el matadero de Roma, donde
3.1. Los antecedentes: Apenas algo más
los cerdos recibían las descargas eléctricas me-
que el opio y las anfetaminas
diante una colocación distinta de los electrodos,
y solamente quedaban aturdidos antes de ser sa- Hasta la década de 1950 los psiquiatras dispo-
crificados. Esto le permitió a Cerletti cambiar la nían de muy pocos fármacos eficaces en los tras-

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tornos mentales lo cual –en cierta manera– pue- a un hallazgo casual, como tantos otros hitos
de hacer comprensible el uso de toda la panoplia farmacológicos. Un tal Leandro Panizzon, a la sa-
de extraños tratamientos a los que nos hemos zón, químico de los laboratorios Ciba, sintetizó el
referido con anterioridad. Se conocían diversas metilfenidato en 1944, buscando un producto con
sustancias psicoactivas pero el concepto de “psi- menos efectos adversos que las anfetaminas. Lo
cofármacos”, en el sentido que los conocemos ensayó sobre si mismo, pero no encontró ningún
hoy en día, no existía. De hecho, la palabra “psi- efecto relevante en la sustancia. Sin embargo su
cofarmacología” no fue acuñada hasta mediada mujer, apodada Rita, también lo probó y obtuvo
la década de los años 50. sensaciones muy estimulantes, por lo que deci-
dió usarlo regularmente antes de jugar al tenis.
Existían muchas sustancias naturales, la mayoría Panizzon decidió bautizarla con un nombre de
de ellas en forma de plantas medicinales y so- marca que hiciera honor a su mujer, Ritalin®, y
bre todo se disponía del opio y sus derivados: la molécula fue patentada por Ciba en 1954. Con
la morfina y la cocaína (utilizada incluso en la el paso del tiempo, los efectos secundarios de las
Coca-cola original), a través de los cuales se con- anfetaminas los han relegado en la actualidad
seguían efectos positivos en los pacientes, pero prácticamente al uso exclusivo –y discutido– en
a expensas de generar una dependencia en los los “trastornos por déficit de atención”. Sin em-
mismos. También en el primer cuarto del siglo XX bargo, la carrera de la Psicofarmacología acababa
fueron famosos los barbitúricos, algunos de los de empezar (6, 22).
cuales se siguen utilizando hoy en día para el tra-
tamiento de la epilepsia, y que gozaron de cierto 3.2. La “década prodigiosa”
éxito en las denominadas “curas de sueño”, cuya de la psicofarmacología: Los años 50
mayor implantación se debe al psiquiatra suizo
Jakob Klaesi (1883-1980) que, en 1920, comenzó Un psiquiatra australiano llamado John Cade
a emplearlas para provocar una narcosis prolon- (1912-1980) fue el autor de los primeros resulta-
gada en pacientes esquizofrénicos mediante el dos de la eficacia del litio en los pacientes manía-
uso conjunto de dos barbitúricos comercializa- cos. Mediado el siglo pasado, los médicos habían
dos con el nombre de Somnifen®(6). Sin embar- relegado prácticamente al litio de la farmacopea
go, quizás sean históricamente más recordados habitual por sus graves efectos secundarios,
por la dependencia que creaban y la relativa fa- aunque anteriormente se había empleado como
cilidad para provocar la muerte por sobredosis, tratamiento para numerosos trastornos, desde la
como parece que sucedió con la actriz Marilyn gota hasta la epilepsia, pero sus peligrosos efec-
Monroe, fallecida en 1962. tos secundarios –detectados fundamentalmente
cuando se empezó a usar como sustituto de la
Al margen de todo esto, a principios del siglo XX se sal común en ciertos pacientes– provocaron su
usaba en la clínica una sustancia conocida como abandono.
“efedrina” para el tratamiento de los procesos as-
máticos y la congestión nasal. El descubrimiento Para Cade, todas las afecciones mentales se co-
posterior de un derivado de la efedrina, conocido rrespondían con una alteración orgánica y según
como “anfetamina” y especialmente la aparición su hipótesis, las diferentes fases de la psicosis
a finales de los años 20 de algunos de los deri- maniacodepresiva se deberían al exceso (manía)
vados de esta, como la “dextroanfetamina”, la o defecto (depresión) de alguna sustancia. Con
“metanfetamina” y más tarde del “metilfenifda- el fin de aislar esa hipotética sustancia, utilizó
to”, supuso la irrupción en la práctica médica del como materia de estudio la orina de los pacien-
uso de una familia de sustancias conocida como tes maniacos, ya que su idea era que tratándose
“psicoestimulantes” los cuales fueron, probable- de enfermos maniacos, la orina sería rica en ese
mente, los primeros “psicofármacos” en sentido producto orgánico desconocido cuyas fluctua-
estricto, usados en las patologías mentales. La ciones marcaban las fases de la enfermedad.
historia del descubrimiento del metilfenidato Tras experimentar con animales, realizar nume-
nos resulta tan curiosa que no podemos evitar rosos ensayos y pulir sus resultados, acabo fiján-
reproducir la misma. Según cuenta muy amena- dose en el litio, que había usado exclusivamente
mente Ruiz Franco (21) todo se produjo gracias para diluir varios productos derivados de la orina

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de los pacientes (23). Primero se lo inyecto a los que probó Laborit el producto, en 1951, fue una
animales, luego a el y después a los pacientes. psiquiatra que trabajaba en un hospital cercano
Es de agradecer que, en una época en que no se aunque, nada más inyectárselo, la psiquiatra se
realizaban estudios con casos y controles, los in- desmayó y el jefe del departamento suspendió
vestigadores acostumbraran a probar las sustan- los ensayos (6). Dos psiquiatras, llamados Jean
cias en su propio cuerpo o en el de sus colabo- Delay (1907-1987) y Pierre Deniker (1917-1998),
radores (como veremos después, a propósito de fueron los que pasaron a la historia por constatar
la clorpromazina) (6). Cade constató una notable las propiedades antipsicóticas de dicho fármaco
mejoría en pacientes maníacos, así como una in- en 1952, aunque el primer uso de este fármaco
eficacia en otras patologías mentales y publicó en pacientes psiquiátricos –concretamente en un
su trabajo en una revista australiana en 1949, varón de 24 años, afecto de una manía delirante–
pero las publicaciones australianas de la época fue debido a unos psiquiatras militares en el mis-
no tenían mucha repercusión en la comunidad mo año, convencidos previamente por Laborit.
científica y el artículo pasó desapercibido hasta Pero, por diversos motivos, la gloria se la llevaron
que un psiquiatra danés, Mogens Schou (1918- los otros dos colegas. La clorpromazina derivaba
2005) lo rescató del olvido. Schou fue cruel- de unas sustancias conocidas como “fenotiazi-
mente criticado por sus primeras publicaciones, nas” las cuales, a su vez, habían sido aisladas de
especialmente por los psiquiatras del hospital ciertos colorantes derivados de la anilina (como
inglés de Maudsley, pero perseveró –entre otras por ejemplo, el azul de metileno) usados en la
cosas porque el tratamiento con litio le estaba industria textil, a fines del siglo XIX. El descubri-
yendo muy bien a un hermano suyo, afecto de miento de las propiedades antipsicóticas de la
una depresión mayor recurrente– y gracias a los clorpromazina dio origen, posteriormente, al de-
trabajos y publicaciones de Schou, especialmen- sarrollo de toda una gama de fármacos eficaces
te desde la década de los 60, el litio fue apro- en la compensación de los trastornos psicóticos,
bado por la FDA en 1970 y se convirtió –y sigue como puedan ser el haloperidol, la perfenazina o
siéndolo– en el tratamiento de referencia de la la clozapina, los cuales contribuyeron sin duda a
“psicosis maníaco-depresiva”, más conocida hoy la desinstitucionalización de los pacientes en los
en día como “Trastorno bipolar” (6,23). hospitales psiquiátricos que se produjo en todo
el mundo a partir de los años 60 (6,24,25).
El descubrimiento de los primeros fármacos
eficaces para el tratamiento de la esquizofrenia Hacia el año 1954 un psiquiatra suizo llamado
debe mucho a una planta original de Asia, cono- Roland Kuhn (1912-2005) había entrado en con-
cida como “Rauwolfia Serpentina”. Tras el uso tacto con los laboratorios Geigy de Basilea, para
histórico y popular de la misma por los pueblos que suministraran sustancias fenotiazínicas, las
de la antigüedad en el tratamiento de ciertas cuales habían supuesto –como hemos señalado–
afecciones mentales y más tarde –y de manera el advenimiento de los antipsicóticos, con el de-
más científica– en los pacientes hipertensos, se sarrollo de la clorpromazina. La idea de Kuhn era
aisló de la misma un alcaloide denominado “Re- encontrar nuevos fármacos para el tratamiento
serpina”, en la década de los años 50, cuyo uso de la esquizofrenia, pero la sustancia con la que
en pacientes psicóticos comenzó poco después, trabajaba, a pesar de ser un derivado de la clor-
al observarse la importante capacidad sedativa pormazina, no tenía los efectos neurolépticos de
del producto. Sin embargo, el tratamiento antip- esta. Sin embargo, en aquellos años los nuevos
sicótico que ha pasado a la historia como ejem- fármacos se probaban en todo tipo de pacien-
plo de los denominados inicialmente “neurolép- tes psiquiátricos graves y Kuhn se dio cuenta de
ticos” y posteriormente “antipsicóticos” fue la que, aunque los esquizofrénicos no mejoraban e
“Clorpromazina”, que consiguió introducirse en incluso algunos se ponían francamente peor, el
la farmacopea de los trastornos mentales gracias fármaco si funcionaba en los pacientes depre-
a los ensayos previos como anestésico de dicho sivos. El autor tuvo la sagacidad de encontrar
fármaco por un cirujano militar llamado Henri un fármaco con efectos antidepresivos, a pesar
Laborit (1914-1995). Como curiosidad cabe se- de que buscaba un fármaco para el tratamiento
ñalar que uno de las primeras personas con las de la esquizofrenia. Comunicó los resultados en

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Luis Pacheco, Daniel Padró, Wendy Dávila, Sofía Alvarez de Ulate, Pablo Gómez de Maintenant

1957 y posteriormente dicho fármaco se comer- de sus investigaciones fue el descubrimiento del
cializó con el nombre de Tofranil® (26), dando “clordiazepóxido”, comercializado en 1960 con
origen a un grupo de antidepresivos denomina- el nombre de Librium®. La línea de investigación
dos “tricíclicos” por su estructura química, que abierta por Sternbach dio origen posteriormen-
aún existen en el mercado y todavía siguen sien- te al “diazepam” o Valium® y a toda una familia
do fármacos de referencia en el tratamiento de de nuevos fármacos conocida como ansiolíticos
las patologías depresivas, a pesar de que su uso “benzodiazepínicos”, los cuales persisten hasta
disminuyó notablemente desde la aparición de nuestros días (28).
los antidepresivos ISRS (o inhibidores selectivos
de la recaptación de serotonina), como veremos 3.3. El nacimiento de la “Psicofarmacología
posteriormente. cosmética”

Por otro lado, a principios de la década de los A finales de los años 80, los psiquiatras dispo-
50, se había descubierto el efecto antitubercu- nían de numerosos antidepresivos eficaces en el
loso de una sustancia llamada isoniazida. Pos- tratamiento de la depresión, siendo los Imaos y
teriormente se desarrolló un derivado de esta los heterocíclicos los más usados. Estos fárma-
sustancia llamado la iproniazida, que había sido cos, a la par que eficaces, provocaban también
sintetizada en 1951. Los médicos que trataban a numerosos efectos secundarios. En aquella épo-
los pacientes tuberculosos con este último fár- ca eran relativamente pocos los pacientes some-
maco sustancia se dieron cuenta de que, aunque tidos a dichos fármacos, pero los que se medi-
no mejoraba sustancialmente la tuberculosis, los caban era porque estaban realmente afectos de
pacientes estaban mucho más contentos y des- severas patologías afectivas, así que los mencio-
inhibidos. Desde el análisis de estas referencias, nados secundarismos se consideraban un precio
un psiquiatra americano llamado Nathan Kline relativamente “barato” de pagar, mientras supu-
(1916-1983) se animó a probarla en pacientes de- sieran la curación del paciente, infravalorándose
presivos en un hospital de Nueva York, en 1957, que era frecuente que los pacientes engordasen,
el mismo año que Kuhn comunicó sus resultados padecieran un severo estreñimiento, les tembla-
con la imipramina. Los satisfactorios resultados sen las manos o estuviesen la mayor parte del
de Kline condujeron al desarrollo de otra gene- día sedados.
ración distinta de antidepresivos, conocida como
Un laboratorio americano, Eli Lilly, tenía sinteti-
“Imaos”. No obstante, aunque los mismos eran
zada desde mediados los años 70 una molécula
fármacos realmente eficaces en el tratamiento
antidepresiva conocida como “Fluoxetina”. Este
de la depresión, la constatación de su toxicidad
fármaco fue aprobado como Prozac® por la FDA
con el desarrollo posterior de otras moléculas de
en 1987 para el tratamiento de la depresión y en
la misma familia y el advenimiento de los tricí-
1994 se había convertido en el segundo de los
clicos, hizo que fueran prácticamente abandona-
fármacos más vendidos del mundo, provocando
dos con el paso de los años (27).
una medicalización psiquiátrica nunca conocida
Por tanto, para el final de los años 50 los psiquia- hasta entonces. La ausencia de efectos secunda-
tras ya disponían de fármacos eficaces en el tra- rios relevantes, así como el estado de bienestar
tamiento de la depresión y de la esquizofrenia. e incluso la disminución de peso que producían
Sin embargo, en otro orden de cosas, no dispo- en quienes lo tomaban, provocó inicialmente una
nían de tratamientos que mejorasen las patolo- propagación “boca a boca” del mismo, reforza-
gías ansiosas, probablemente las más comunes da en seguida por los medios de comunicación,
en la población. Básicamente se usaba un fárma- que tuvo su auge en la portada que la revista
co conocido como “meprobamato”, comerciali- Newsweek le dedicó a la famosa cápsula verdi-
zado mediada la década de los 50 y no exento de blanca, en marzo de 1990. A partir de ahí, todo el
efectos secundarios. Por aquellos años un quí- mundo quiso probarla.
mico polaco llamado Leo Sternbach (1908-2005)
trabajaba en la filial norteamericana de un labo- Por otro lado, el desarrollo de esa nueva genera-
ratorio suizo llamado Hoffman-La Roche, bus- ción de antidepresivos conocidos como “inhibi-
cando fármacos con efecto tranquilizante. Fruto dores selectivos de la recaptación de serotonina”

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Reseña histórica sobre las llamadas terapéuticas biológicas en psiquiatría

(ISRS), dio origen al establecimiento de nuevas 4. Y seguimos inventando tratamientos


hipótesis sobre las causas de la depresión, am- biológicos
pliamente difundidas por el mundo científico y
centralizadas en esta ocasión en el desequilibrio La estimulación magnética transcraneal
de la serotonina cerebral, como eje principal del Finalmente, señalar que basándose parcialmen-
trastorno. Los años se han encargado de demos- te en los descubrimientos de Faraday en el siglo
trar que seguimos sin conocer la causa de la de- XIX sobre la inducción electromagnética, Barker
presión, pero el fenómeno de la medicalización y colaboradores inventaron en 1984 un estimula-
de la vida cotidiana ha sido imparable. Gracias a dor cerebral capaz de despolarizar las neuronas
los psiquiatras, pero también al papel jugado en de la corteza cerebral, dando origen a una téc-
el mismo por la industria farmacéutica, los me- nica segura y no invasiva, conocida como “Esti-
dios de comunicación y los departamentos sani- mulación magnética transcraneal (EMT), usada
tarios de los gobiernos, se calcula que, a finales actualmente en el tratamiento de ciertas depre-
de 2002 –un año después de que la patente de siones resistentes (32,33), si bien esta técnica
Prozac® había expirado– , este antidepresivo se no parece haber alcanzado un uso frecuente en
había prescrito a más de cuarenta millones de la terapéutica actual de estos trastornos.
personas en todo el mundo. En relación a ello,
el psiquiatra Peter Kramer acuñó el concepto de
A modo de reflexión final
“psicofarmacología cosmética”, señalando como
estos fármacos solucionaban los cuadros psico- Hemos intentado en esta rápida, pero creemos
patológicos menores (ansiedades y depresiones que densa mirada histórica, reflejar gran parte de
de mediana intensidad) y aunque no sirviesen las terapéuticas biológicas que se han producido
para el tratamiento de las patologías graves, en los últimos siglos de la historia de la medici-
resultaban tan demandados porque gran parte na, en relación a atención a la salud mental. Pero
de la población lo que presentaba era, precisa- este breve recorrido histórico debería ayudar-
mente, cuadros leves. Y gracias a estos fármacos nos –como hemos señalado al principio– a fijar
la población afectada fue capaz de pedir ayuda la mirada y la atención de estos descubrimien-
para el tratamiento de sus síntomas, convirtien- tos desde posiciones propiamente historicistas,
do a este nuevo tipo de terapia farmacológica en relegando a la trastienda todo juicio de valor o
un auténtico fenómeno social y una cierta deses- crítica sobre los posibles errores cometidos con
tigmatización de la patología psiquiátrica menor los mismos.
que persiste hasta nuestros días, con las venta-
jas e inconvenientes que ello supone (29,30,31).

Correspondencia
Luis Pacheco Yáñez • Red de Salud Mental de Bizkaia
María Díaz de Haro, 58 • 48010 Bilbao
LUIS.PACHECOYANEZ@osakidetza.net

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• Recibido: 13/02/2015.
• Aceptado: 08/05/2015.

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