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Introducción
Salud mental. Es la forma en que sus pensamientos, sentimientos y conductas afectan su
vida. La buena salud mental conduce a una imagen positiva de uno mismo y, a su vez, a
relaciones satisfactorias con amigos y otras personas. Tener una buena salud mental le
ayuda a tomar buenas decisiones y afrontar los desafíos de la vida en el hogar, el trabajo
o la escuela.
No extraño que los adolescentes desarrollen problemas de salud mental. Las estadísticas
nacionales indican que uno de cada cinco adolescentes tiene algún tipo de problema de
salud mental en cualquier año. Los problemas varían de leves a graves.
Lamentablemente, el suicidio es la tercera causa principal de muerte entre los
adolescentes.
Enfrentándose al pánico
Carmen tenía 14 años cuando empezó a tener ataques de pánico. De repente, su corazón
se aceleraba, no podía respirar y se sentía mareada. Actividades tales como salir a comer
a un restaurante parecían provocar el ataque. Carmen comenzó a pensar en las diferentes
situaciones en las que los ataques podrían producirse y comenzó a evitar esos lugares.
De muchas maneras, el miedo estaba controlando su vida.
A medida que Carmen practicó sus nuevas habilidades, sus ataques se hicieron menos
frecuentes, y gradualmente se sintió más cómoda en situaciones que antes la asustaban
tanto.
El año en que cumplió 19 años, Jason comenzó a tener problemas graves. Estaba tan
cansado debido a la grave depresión que tenía, que había días en los que ni siquiera
podía levantarse de la cama. Hubo momentos en los que Jason sentía que había alguien
que quería hacerle daño. Empezó a sentirse muy confundido y asustado por sus
experiencias y tenía ideas suicidas.
Con un buen tratamiento de salud mental y el apoyo de sus amigos y su familia, Jason
finalmente comenzó a sentirse esperanzado respecto a su futuro. Finalmente regresó a la
escuela. Durante mucho tiempo Jason no podía imaginarse que podría sentirse mejor.
Sin embargo, descubrió que hasta una persona con problemas graves como los que él
tenía puede obtener ayuda.
Como regla general: cuanto más tiempo duran las señales, más graves son; y cuanto más
interfieren con la vida diaria, mayor es la posibilidad de que sea necesario un
tratamiento profesional.
Piense en todas las personas a las que puede recurrir para obtener apoyo. Éstas son
personas que se preocupan por usted y pueden ayudarle a sentirse cómodo, son personas
que lo escucharán y alentarán, y que pueden coordinar un tratamiento para usted. En
otras palabras, busque en su vida personas generosas que puedan ayudarlo.
Amigos
Padres y otros familiares
Alguien que sea como un padre o una madre para usted.
Otros adultos cuyos consejos usted valoraría, tal vez un maestro o entrenador
favorito, un miembro de su iglesia u otro lugar de culto, o el padre de un buen
amigo.
Investigaciones indican que los hombres son mucho más reacios a buscar y recibir
ayuda que las mujeres. Si bien algunas personas pueden tener dificultad recurriendo a
personas en las que confían, dar este primer paso es muy importante para obtener ayuda.
Algunas familias tienen seguro médico que les ayuda a obtener los servicios
profesionales de la salud mental que necesitan. El seguro puede cubrir parte de los
costos de estos servicios. Muchas compañías de seguro proporcionan una lista de
profesionales de la salud mental autorizados para ejercer en su área.
Las bibliotecas son una excelente fuente de información sobre la salud mental.
Las bibliotecas tienen con frecuencia secciones de crecimiento personal o psicología.
Para aquellos que tienen acceso al Internet, hay muchos sitios web relacionados con la
salud y la salud mental. Algunos son de mejor calidad que otros. Es importante saber si
la información que aparece en un sitio proviene de fuentes fiables. Sea cauteloso cada
vez que comparta o intercambie información en línea: existe la posibilidad de que no se
mantenga en privado.
Las consecuencias de no obtener ayuda para los problemas de salud mental pueden ser
graves. Los problemas no tratados suelen continuar y empeorar, y pueden generar
nuevos problemas. Por ejemplo, una persona que tiene ataques de pánico puede
comenzar a beber más alcohol de la cuenta, con la esperanza equivocada de que este la
ayudará a aliviar su dolor emocional.
Una recomendación final: para ser un buen amigo, nunca mantenga en secreto una
conversación sobre suicidio
Los amigos suelen confiar entre sí sus problemas. Sin embargo, si un amigo menciona
el suicidio, tómelo en serio y busque de inmediato ayuda de un adulto en quien confíe o
de un profesional de la salud. Nunca mantenga una conversación sobre suicidio en
secreto, incluso si un amigo se lo pide. Es mejor correr el riesgo de perder una amistad
que arriesgarse a perder a un amigo para siempre.
La salud mental es igual de importante que la salud física. De hecho, las dos
están estrechamente relacionadas.
Los problemas de salud mental son reales y merecen ser tratados.
No es culpa de la persona si tiene problemas de salud mental. No se debe culpar
a nadie.
Los problemas de salud mental no son signos de debilidad. No son algo de lo
que usted pueda salir solo incluso si lo intenta.
No importa si es hombre o mujer, está bien pedir ayuda y obtenerla.
Hay esperanzas. Las personas mejoran y se recuperan con ayuda del tratamiento
y son capaces de disfrutar de vidas más felices y más sanas.