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ABP 1. Gent Gran
ABP 1. Gent Gran
La Teresa acompanya al seu pare, el Sr. Francisco de 68 anys d’edat, a una consulta amb el
seu metge de capçalera. Esta preocupada per que els últims mesos el nota més trist,
decaigut i poc comunicatiu. El veu com més desorganitzat amb dificultats per portar al terme
les seves activitats de la vida diària. S’oblida coses, passant hores desconnectat i deixant
per acabar tasques que havia començat el mateix moment. A nivell físic fa referencia a un
tremolor suau al braç dret, que se li nota mes quan esta assegut i en repòs. Els últims dos
mesos va patir tres caigudes sortint del supermercat, explicant ell mateix que no sap com s
´ho ha fet que se li han entrebancat els peus.
Si Frances tubiera parkinson debeiramos consultarlo con el medico antes de seguir dandole
enalapril ya que el biperidino (utilizado en pacientes con enfermedad de Parkinson).
ABP 1. SESSIÓ 1
La enfermedad de Parkinson (EP) es un proceso crónico y progresivo provocado por la
degeneración neuronal en la sustancia nigra, lo que conlleva una disminución en los niveles
de dopamina. Su etiología es desconocida y multifactorial, aunque se han producido
avances en los estudios fisiopatológicos de la misma (Grimes D, 2012; Jankovic J, 2014;
Gazewood JD, 2013).
Se estima una prevalencia del 0,3% en población general, que llega al 1% en mayores de 60
años y superior al 4% en mayores de 80, con una incidencia de 8-18/100.000 personas/año.
Algunos estudios señalan mayor prevalencia en varones y otros posibles diferencias entre
razas, aunque estos datos están pendientes de confirmar (de Lau LM, 2006; Gazewood JD,
2013). La evidencia actual ha demostrado que la edad y la historia familiar de EP son
factores de riesgo para su desarrollo, mientras que el consumo de tabaco ejerce un efecto
protector.
Temblor. Está presente hasta en el 70% de los pacientes. Se caracteriza por ser de
reposo. Aunque a veces se presenta al mantener una postura o al inicio de una
actividad, siempre es más intenso en reposo. Es grosero, desaparece con el sueño y
empeora en situaciones de estrés. Afecta a las manos (cuenta de moneda), pies,
cara (mueca de conejo), mandíbula, músculos de la lengua y, raramente, a la
cabeza.
Bradicinesia (enlentecimiento de los movimientos), acinesia (dificultad para el
movimiento) e hipocinesia (reducción de la amplitud de los movimientos).
Afecta principalmente a la cara y músculos axiales, por lo que se convierte en uno de
los síntomas más incapacitantes. Es responsable de la dificultad o bloqueo para
comenzar algunos movimientos como pasear, girarse en la cama, levantarse de las
sillas o salir del coche, así como de la micrografía, dificultad para abrocharse los
botones, o realizar doble clic en el ratón del ordenador, tono de voz monótono, etc.
Rigidez. Se presenta hasta en el 90% de pacientes y comienza en la misma
extremidad que el temblor, si éste está presente. Se produce por el aumento del
tono, provocando una mayor resistencia para la realización del movimiento pasivo de
la extremidad afecta (“rigidez en rueda dentada”).
Inestabilidad postural. Aparece en estadios más avanzados de la enfermedad
como consecuencia de una alteración en los reflejos posturales. Proporciona una
postura en retropulsión al andar o un caminar inclinado hacia delante de hombros y
cabeza. Es uno de los factores que influyen en el incremento de caídas de estos
pacientes.
El diagnóstico diferencial se debe hacer con las siguientes patologías (NICE, 2006;
Gazewood JD, 2013; Chou KL, 2014):
Temblor esencial.
Parálisis supranuclear progresiva.
Atrofia sistémica múltiple.
Degeneración corticobasal.
Demencia por cuerpos de Lewy.
Enfermedad de Alzheimer.
Enfermedad de neurona motora.
Neuroimágenes sin evidencia de déficit dopaminérgico.
Parkinsonismo por fármacos: antipsicóticos, metoclorpamida, cinaricina, amiodarona,
litio, alfametildopa, inhibidores de la recaptación de serotonina, inhibidores de la
acetilcolinesterasa. El parkinsonismo suele comenzar a los 10-30 días del uso de
estos fármacos. Su clínica es similar a la de la EP pero sin temblor y reversible.
Enfermedad cerebrovascular.
Infecciones (encefalitis vírica, asociadas a enfermedad por VIH).
Sustancias tóxicas (monóxido de carbono, metanol).
Traumatismos cerebrales (boxeadores).
Tumores.
Hidrocefalia.
Hematoma subdural crónico.
Ante la sospecha clínica de una EP, el paciente debe ser derivado al neurólogo o
especialista habituado en el manejo de esta enfermedad, para confirmación diagnóstica y
valoración inicial del uso de tratamiento farmacológico (NICE, 2006; SIGN, 2010).
Diagnóstico
La Escala de Hoen & Yahr puntúa de 1 a 5 el estado motor general de la persona con EP,
siendo 1 la menor afectación y correspondiendo el 5 con una dependencia total por parte del
paciente. Sirve en fisioterapia para tener una idea básica sobre las capacidades de la
persona, si bien no establece que manifestaciones clínicas son las características en cada
caso.
La Escala de Equilibrio de Berg (en inglés, Berg Balance Scale-BBS) consiste en 14 ítems
que evalúan el equilibrio en relación a movimientos similares a actividades que se realizan
cotidianamente . Cada uno de los ítems se puntúa de 0 a 4 (de menor a mayor capacidad
para realizar la tarea). el valor máximo alcanzable es de 56, y cuanto mayor es el valor de
dicha puntuación, mayor independencia del paciente. Si la puntuación se encuentra entre
41-56 el paciente es independiente para la marcha; si está entre 21-40 realiza la marcha,
pero con ayuda o asistencia; y si es de 0-20 posiblemente va a necesitar silla de ruedas
para los desplazamientos. Varios autores recomiendan la utilización de la BBS para la
medición del equilibrio (7) y la capacidad funcional de pacientes con EP en estadíos
tempranos e intermedios de la enfermedad, por tratarse de una escala única y bastante
comprensible. En mi experiencia, esta escala resulta de gran utilidad para saber cual es el
estado físico general del paciente con EP, y al analizar pormenorizadamente los ítems
puede darnos una idea de la calidad del movimiento; asimismo, puede aportar también
información muy valiosa complementaria a la valoración de fisioterapia. Además, resulta
relativamente sencillo para su ejecución incluso si el fisioterapeuta no tiene una gran
experiencia clínica con este tipo de pacientes, y sirve para informar sobre la progresión de la
enfermedad a nivel motor.
Estas pruebas y tests son un complemento a nuestra valoración en la EP, aunque (desde mi
punto de vista) nunca deben sustituir a la observación. Debemos aprovechar la información
que nos aportan para establecer cuál es para nosotros el problema principal del paciente y
cómo se traduce esta alteración en relación a una función; en definitiva, debemos saber qué
tenemos que modificar en el paciente para mejorar su funcionalidad. Solamente así
podremos ayudarle a mejorar su calidad de vida.
Enfermedad cerebrovascular
La ECV está conformada por diversas patologías que, en la fase aguda, causan una
alteración definitiva o transitoria del funcionamiento de alguna zona del encéfalo debido a un
trastorno de la circulación cerebral (de los vasos sanguíneos o de la cantidad de sangre que
aportan). Llamamos ictus (en Cataluña se conoce también por «apoplejía») a las
manifestaciones agudas de la ECV. Según la OMS, se trata de una afectación cerebral focal
no convulsiva de más de 24 horas de evolución y lesión compatible por tomografía craneal o
resonancia magnética nuclear. Son responsables del grado más significativo de incapacidad
y de más secuelas en nuestro país y representan la primera causa de muerte en mujeres
mayores de 65 años de edad y hombres mayores de 75 años. En Cataluña representa un
9,2% de la mortalidad global (de acuerdo con el registro de mortalidad de Cataluña), aunque
ha habido una reducción significativa de la mortalidad estandarizada por edad en los últimos
años.
Dependiendo del tipo de afectación del parénquima, podemos dividir la ECV en dos
grandes grupos:
o Ictus isquémico (aproximadamente el 80% de los casos):
Aterotrombóticos (30-35%).
Cardioembólicos (20-25%).
Lacunares (20-25%).
Indeterminados (15-30%).
o Ictus hemorrágico (aproximadamente el 20% de los casos):
Las secuencias de resonancia magnética (RM) multimodal tienen una mejor resolución que
la TC y, por lo tanto, más sensibilidad para detectar ictus isquémicos. Muestran lesiones
isquémicas en un 50% de los AIT
Davant la sospita d’un ictus, el metge ha de fer una valoració molt precisa dels símptomes i
descartar algunes malalties que puguin semblar un ictus sense ser-ho, com per exemple una
disminució del nivell de sucre en sang (hipoglucèmia).
Les proves urgents serveixen per diagnosticar l’ictus i distingir entre un infart i hemorràgia.
L’objectiu és dirigir el tractament inicial per limitar les seqüeles.
Les principals eines per al diagnòstic urgent de l’ictus són les tècniques de neuroimatge,
com la tomografia computada (o TC cranial), o la ressonància magnètica (o RM cranial).
La realització de proves per visualitzar de forma directa els vasos sanguinis, com
l’angiografia per tomografia computada (angio-TC). Una angiografia ofereix una imatge
detallada del flux dels vasos sanguinis de l’organisme. En el cas d’una angio-TC cerebral
permet la localització de l’oclusió o comprovar si la sang arriba de forma eficaç a totes les
àrees del cervell
ESCALES DE VALORACIÓ
Escala Cincinnati Prehospital Stroke Scale (CPSS). Valora:
Se trata de una escala para evaluación cuantitativa del déficit neurológico tras un accidente
vascular cerebral agudo. Empleada inicialmente como una herramienta de investigación
para evaluar los datos de referencia en pacientes con accidente cerebrovascular agudo,
pasó a ser ampliamente empleada para medir el deterioro de los pacientes con ACV,
determinar las exploraciones y tratamiento más adecuados, y predecir la evolución del
paciente, como herramienta de pronóstico a corto y largo plazo, así como instrumento de
comunicación entre los profesionales que atienden a este tipo de enfermos.
Escala RACE
Valora:
1. Parèsia Facial
2. Parèsia braquial o del braç
3. Parèsia Crural o de la cama
4. Desviació oculo-cefàlica
5. Afàsia i agnòsia
El rang de l'escala va de 0 (normal) a 9 (màxima afectació) sent 4 el punt de tall que equival
al 35% de probabilitats de tenir una oclusió arterial proximal (OAP). Molt útil a l’exploració
extra hospitalària
Diplopía por alteración del sexto par craneal (muy sensible al aumento de PIC).
Sintomas:
Los signos y síntomas de un tumor cerebral varían en gran medida y dependen del tamaño, la
ubicación y la tasa de crecimiento del tumor cerebral.
Entre los signos y síntomas generales que provocan los tumores cerebrales se encuentran los
siguientes:
Diagnóstico
Si se sospecha que tienes un tumor cerebral, el médico puede recomendarte una serie de
pruebas y procedimientos, tales como:
Pruebas para encontrar cáncer en otras partes del cuerpo. Si se cree que el
tumor cerebral puede ser el resultado de un cáncer que se ha esparcido desde
alguna otra parte del cuerpo, el médico puede recomendarte pruebas y
procedimientos para determinar donde se originó el cáncer. Un ejemplo podría ser
una tomografía computarizada o una tomografía por emisión de positrones para
buscar signos de cáncer de pulmón.
Recolección y análisis de una muestra de tejido anormal (biopsia). Se puede
realizar una biopsia como parte de una operación para extraer el tumor cerebral o se
puede realizar una biopsia con una aguja.
Una biopsia estereotáctica con aguja se puede realizar para los tumores cerebrales
que están en zonas de difícil acceso o muy sensibles dentro del cerebro que pueden
ser dañadas por una operación más exhaustiva. El neurocirujano hace un pequeño
orificio en el cráneo y luego inserta una aguja fina a través de él. El tejido se extrae
utilizando la aguja, que con frecuencia se guía por medio de una tomografía
computarizada o una resonancia magnética.
Dado el paulatino envejecimiento de la población en los países occidentales según los datos
demográficos, la demencia implica un gran reto para sus sistemas de salud (GPC
Demencias SNS, 2010). La demencia afecta tanto a los pacientes como a sus entornos
familiares y sociales.
La demencia tipo Alzheimer (DTA) es el tipo más frecuente de demencia (70% de las
demencias) y tiene una prevalencia aproximada del 6% en personas de más de 70 años en
nuestro país (GPC Demencias SNS, 2010). En España debe haber alrededor de medio
millón de personas que sufren este proceso.
La fase inicial de la enfermedad puede durar unos dos años y en ella suelen aparecer fallos
en la memoria reciente, desinterés, humor deprimido, cambios en la personalidad, episodios
leves de desorientación y falta de adaptación a situaciones nuevas (GPC Demencias SNS,
2010). En esta fase es difícil diagnosticar la DTA.
A. La presencia de los múltiples déficit cognoscitivos se manifiesta por:
1. Otras enfermedades del sistema nervioso central que provocan déficit de memoria y
cognoscitivos (por ejemplo: enfermedad cerebrovascular, enfermedad de Parkinson,
corea de Huntington, hematoma subdural, hidrocefalia normotensiva, tumor
cerebral).
2. Enfermedades sistémicas que pueden provocar demencia (por ejemplo:
hipotiroidismo, deficiencia de ácido fólico, vitamina B12 y niacina, hipercalcemia,
neurosífilis, infección por VIH).
3. Enfermedades inducidas por sustancias.
Diagnóstico diferencial
Un cuadro depresivo puede parecerse a una DTA y debe ser considerado en el diagnóstico
diferencial (GPC Demencias SNS, 2010). Es importante no pasar por alto el diagnóstico de
depresión debido a que es una de las pocas causas de pérdida de memoria susceptible de
tratamiento efectivo.