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Cualquiera puede sufrir neumonía, y existen muchos factores que determinan que
una persona sea más susceptible a infección por unos microorganismos u otros.
Por ejemplo, en personas sanas, la neumonía más común es la producida por una
bacteria llamada neumococo (Streptococcus Pneumoniae). En cambio, en
personas ingresadas en centros hospitalarios, otras bacterias poco comunes en la
comunidad son más frecuentes.
Definición General
La neumonía adquirida en la comunidad (NAC) es una enfermedad respiratoria
aguda, de origen infeccioso, que compromete el parénquima pulmonar,
ocasionada por la invasión de microorganismos patógenos (virus, bacterias,
hongos y parásitos) que fueron adquiridos fuera del ambiente hospitalario.
Definición especifica
La neumonía adquirida en la comunidad (NAC) se define como la infección aguda
del parénquima pulmonar, en pacientes ambulatorios o dentro de las primeras 48
h de la admisión hospitalaria, con la presencia de un infiltrado nuevo en la
radiografía de tórax y síntomas clínicos compatibles. Es considerado como un
problema de salud pública a nivel mundial. A pesar de los múltiples elementos
desarrollados con el fin de disminuir su prevalencia, siguen existiendo diversos
factores que se asocian a la misma y que no permiten estabilizarla, por lo que
motiva que sociedades internacionales relacionadas con el problema publiquen,
de manera periódica, recomendaciones o guías clínicas para facilitar su manejo y
tratamiento.
Epidemiología.
La epidemiología de la NAC varía según la ubicación geográfica, el entorno
médico y la población estudiada. Tiene variación estacional, predominando en los
meses de invierno. Ocasiona importante morbilidad y mortalidad en la población
adulta, determinando un elevado índice de hospitalizaciones y uso de recursos
sanitarios, especialmente en el adulto mayor con enfermedades preexistentes
Mundial.
La incidencia anual de NAC en el adulto fuctúa entre 1,07 y 1,2 casos por cada
1.000 personas-año o 1,5–1,7 casos por cada 1.000 habitantes, elevándose en el
adulto mayor de 65 años a 12,7–15,3 casos por cada 1.000 personas-año. El
estudio de Carga Global de Enfermedad de 2010 reportó que las infecciones del
tracto respiratorio inferior, incluyendo la neumonía, constituyen la cuarta causa de
muerte en el mundo, después de la cardiopatía isquémica, enfermedad
cerebrovascular y enfermedad pulmonar obstructiva crónica, y son la segunda
causa determinante de años de vida potencial perdidos de la población.
Nacional
En México, durante el periodo 2010 a 2019 se registraron un total de 1,485,290
casos de neumonías y bronconeumonías, siendo los grupos más afectados los
menores de cinco años y adultos de 65 y más años, los cuales concentran el
58.5% de los casos. Durante el mismo periodo se observa un decremento en el
número de casos y tasa de incidencia al pasar de 156,636 casos y tasa de
incidencia de 144.5 casos por cada 100 mil habitantes, a 132,982 y 105.6,
respectivamente. En el 2019 los estados mayormente afectados fueron
Jalisco con tasa de 237.03 casos por 100 mil habitantes, seguido por Sonora con
228.88, Chihuahua con 205.77, Zacatecas con 203.0 y Baja California con 183.54.
Etiología
Los pacientes pueden presentarse con cualquier combinación de tos, fiebre, dolor
torácico pleurítico, producción de esputo, disnea, hipoxia y dificultad respiratoria.
Ciertas formas de presentación clínica se relacionan con agentes infecciosos
particulares.
Factor de riesgo
o Alcoholismo o Infecciones recientes del tracto
respiratorio superior.
o EPOC y tabaquismo o o Bajo nivel socioeconómico.
ambos
o Malnurición o En contexto de bioterrorismo
o Absceso pulmonar o Obstrucción endobronquial
o Exposición a excremento de o No recibir lactancia materna durante al
aves o murciélago menos los 4 primeros meses.
o Exposición a aves o Uso de drogas intravenosas
o Exposición a conejos o o Viaje o residencia en el noroeste de
gatos México
o Exposición a animales de o Enfermedad pulmonar estructural
granja
o Infección VIH (temprana) o Viaje o residencia en el sureste y este
de Asia
o Infección VIH (tardía) o Antecedentes de sibilancias.
o Estancia en hotel o crucero o Antecedentes de otitis media.
en las dos semanas previas
Diagnostico
Se basa por una parte en los elementos clínicos: la anamnesis, el examen físico y
los signos vitales, que son fundamentales para tomar la decisión de hospitalizar.
la historia clínica deberá ser ordenada, metódica y completa, dado que ello
revelará el posible agente causal y permitirá valoración de la gravedad para el
correcto manejo médico.
Los pacientes con NAC por lo común se presentan con un cuadro clínico agudo de
uno a dos días de duración. En aquellos con un sistema inmune intacto, los
síntomas predominantemente son tos, disnea, fiebre y dolor torácico de tipo
pleurítico.
De igual forma, los pacientes ancianos pueden no presentar la sintomatología
clásica y presentar confusión, deterioro de la capacidad funcional y otros signos
respiratorios. Un estudio demostró que la taquipnea podría ser el signo inicial de
presentación de pacientes ancianos con neumonía, lo que enfatiza la necesidad
de presentar especial atención a la frecuencia respiratoria.
Historia clínica
Se consideran edad, infección respiratoria superior reciente, esquema de
vacunación, síntomas extrapulmonares relacionados, duración de los síntomas,
sensación de ahogamiento (cuerpo extraño), patología de base, terapia
antimicrobiana reciente, exposición, contacto con animales, viajes recientes,
guarderías.
Examen físico
Se encuentran fiebre, taquipnea, hipoxia, cianosis, apariencia general, datos de
dificultad respiratoria (tiraje intercostal, retracción xifoidea, retracción
supraesternal, quejido), examen pulmonar (estertores, sibilancias, síndrome
pleuropulmonar), derrame pleural o empiema, hipoventilación en el sitio del
derrame, disnea, dolor torácico, matidez a la percusión, ruidos respiratorios
disminuidos, frote.
Estudios de laboratorio
Se debe evaluar la extensión, las complicaciones, o ambas; en pacientes con
empeoramiento clínico o que requieren hospitalización, se debe recurrir a
diagnóstico diferencial.
Radiología
Radiografía AP de tórax:49 infiltrados lobares (etiología bacteriana),
infiltrados broncoalveolares difusos (virus y atípicos), atrapamiento aéreo o
infiltrados intersticiales (virus, atípicos, hongos, tuberculosis).
Tratamiento