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PAPELOGRAFO
PARTICIPANTE PARTICPANT CEDULA T.I.I. 10 T.G. 10 ENCUENTRO 20 ENCUENTRO 20 T.C. 1 INDIVIDUAL 2 ASIST 1 NOTA %
E TEM: % TEM: % VIRTUAL I % VIRTUAL II % TEM 0 ON LINE 0 . 0 FINAL
APELLIDO 1 2 INDIVIDUAL GRUPAL :5 % TEMA 6-7 % %
NOMBRE TEMA 3 TEMA 4
LEYENDA:
1.- T.I.I. TRABAJO DE INVESTIGACIÓN INDIVIDUAL ON LINEMAS VIDEO EXPLICATIVO. TEMA I: PAPELOGRAFO: BASES BIOSICOSOCIALES DE LA
COMUNICACIÓN 10%
2.- T.G. TRABAJO GRUPAL ON LINE. TEMA II: ELEMENTOS CONSTITUTIVOS DE LA LECTURA 10%
3.- ENCUENTRO I VIRTUAL INDIVIDUAL. TEMA III. METODOS DE APRENDIZAJE. GRABACION ON LINE 20%
4.- ENCUENTRO II. VIRTUAL GRUPAL. EXPOSICION Y VIDEO TEMA V: REGLAS SEMANTICAS Y SINTACTICAS PARA LA CONSTRUCCIÓN DEL
DISCURSO 20%
5.- T.C. TRABAJO COLECTIVO. TEMA IV. ELABORACION DE CARTELERA. 100% MATERIAL DESCARTABLE SOBRE: ANALISIS Y COMPRENSIÓN DEL
DISCURSO 10%
6.- PAPELOGRAFO INDIVIDUAL Y VIDEO ON LINE. TEMAS VI. ORGANIZACIÓN DEL TIEMPO PARA EL ESTUDIO Y VII. EL PROCESO DE LA
COMUNICACIÓN ON LINE 20%. VIDEO EXPLICANDO EL PROPOSITO DE LOS TEMAS, MANEJO DEL DISCURSO
7.- ASISTENCIA, GRUPOS DE INTERACCION WHATSAP, CORREO ELECTRONICO Y VIA ON LINE 10%
CRONOGRAMA DE ACTIVIDADES
SEMANAS FECHA TEMA/CONTENIDO EVALUACION %
1 26 AL 30-10-2020 PRESENTACION DE LA U.C. PLAN % ASISTENCIA
DE EVALUACION CONFORMACION
DE EQUIPOS DE TRABAJOS
2 02 AL 06-11-2020 PRUEBA DIAGNOSTICA CONVERSATORIO-LLUVIA DE IDEAS % ASISTENCIA
3 09 AL 18-11-2020 TEMA I. BASES BIOSICOSOCIALES
DE LA COMUNICACIÓN TRABAJO DE INVESTIGACIÓN 10%
INDIVIDUAL ON LINE PAPELOGRAFO
+ VIDEO
4 16 AL 20-11-2020 TEMA II: ELEMENTOS 10%
CONSTITUTIVOS DE LA LECTURA TRABAJO GRUPAL ON LINE
PAPELOGRAFO + VIDEO
5 23 AL 27-11-2020 TEMA III. METODOS DE
APRENDIZAJE ENCUENTRO I VIRTUAL 20%
INDIVIDUAL.
RESUMEN + VIDEO
6 30-11 AL 04-12-2020 TEMA IV. REGLAS SEMANTICAS Y
SINTACTICAS PARA LA ENCUENTRO II. VIRTUAL GRUPAL. 10%
CONSTRUCCIÓN DEL DISCURSO EXPOSICION Y VIDEO
Como seres gregarios, los seres humanos vivimos en comunidad desde hace millones de años, ya
sea por un instinto de supervivencia o simples rasgos genéticos, bajo las condiciones del mundo
que nos rodea necesitamos de otros individuos para poder ser. A medida que el ser humano ha
evolucionado, y entendiendo esto desde la etimología del concepto “evolución” como un cambio o
transformación que siempre va en progreso y mejoría, nuestro mayor logro a nivel evolutivo ha sido
la comunicación verbal, habilidad que más allá de la inteligencia, capacidad de aprendizaje y otras
características pertenecientes a los seres humanos, es por excelencia la que inicia, desarrolla y
sustenta los procesos comunicativos y, de manera causal, la sociedad humana.
Gracias a esta capacidad del habla, mucho más abstracta, compleja, amplia y simbólica que la
comunicación no verbal, es que hemos podido llevar nuestra forma de vida a niveles evolutivos
extraordinarios, es decir, sin la capacidad de comunicar verbalmente nuestros pensamientos e
ideas, sentimientos y emociones, deseos y conocimientos, entre otros, las sociedades humanas
que se expanden a través del globo no serían más que la ficción de una narración muda en la
historia del planeta. Cuando digo que la sociedad surge en base a la comunicación, me refiero a
que los procesos comunicativos son el factor elemental que mantiene las relaciones e
interacciones personales.
Aun así, afirmar esto no tiene ningún sustento mientras no se pueda comprobar en la realidad. La
psicología social como ciencia que estudia los fenómenos a nivel grupal, entendiendo que el ser
humano se mueve entre dos dimensiones, la social y la individual, pero que son complementarias e
inherentes como elementos constituyentes del ámbito psicosocial, hace especial hincapié en los
procesos comunicativos e ideológicos a nivel grupal. Dentro de los tantos estudios realizados en
esta área es muy común encontrarnos con fenómenos que se generan a nivel comunicativo, es
decir, interactuando los procesos psicológicos, como la memoria y la percepción, en el ámbito de la
vida social, relación e interacción con la familia, las amistades, la pareja, la colectividad (vecinos,
ciudadanos.).
Tales fenómenos son situaciones que a menudo suceden en los intentos más simples y comunes
de comunicación, pero que en su mayoría, como son cotidianos, puede que no seamos capaces de
reconocerlos en el mismo instante o de reflexionar sobre ellos. Tales fenómenos van desde la
actitud que podemos tener frente a un individuo, tanto positiva como negativa, hasta el cómo le
percibimos y nos generamos una impresión de éste; también cómo podemos la mayoría de las
personas imaginar un objeto o ser viviente de la misma manera o similar tan solo con que se nos
mencionen su nombre, cómo a veces nuestra forma de pensar las cosas de manera lineal implica
que exista una correlación y coherencia entre cada una de las afirmaciones que expresamos,
siendo que cuando no es así intentamos revertir lo dicho mediante un cambio de actitud, además
de cómo éstas pueden cambiar o no frente al discurso persuasivo de una fuente informativa.
Una forma de demostrar que de no existir la comunicación verbal, la sociedad como la conocemos,
sería algo inalcanzable para el ser humano, es mostrar la presencia de estos fenómenos a nivel
psicosocial y, por ende, a nivel de las interacciones sociales basadas en la comunicación. Para
ello, se puede realizar un análisis psicosocial de la famosa película “12 Angry Men”, realizada en el
año 1957 por el director Sidney Lumet, donde la temática central trata de la toma de decisión que
deben realizar doce hombres como jurado al interior de una habitación en el tribunal de justicia
para determinar la culpabilidad o inocencia del joven acusado; mas no resulta ser un tarea sencilla,
toda la evidencia apunta a la culpabilidad del imputado y, en su mayoría, el jurado lo cree culpable,
pero el conflicto se inicia cuando un solo hombre del jurado expresa su opinión al considerarla
posible inocencia del imputado en el crimen de asesinato contra su padre.
A lo largo de la película es posible observar los distintos fenómenos psicosociales asociados a la
comunicación, tanto verbal como no verbal, por ello primeramente se puede analizar el fenómeno
de las actitudes. Cuando se refiere a la actitud de una persona, se debe entender ésta como la
manifestación psicológica de un individuo frente a un objeto, una persona, una palabra, un símbolo.
Según Moya (1994), las actitudes poseen una función evaluativa con respecto a objetos, personas
y otros, en la que se les marca como positivo y negativo. Estas expresiones de actitud se generan
en tres niveles, es decir, existen tres tipos de respuesta hacia el objeto actitudinal: la respuesta
cognitiva (las expresiones verbales de lo que pensamos sobre algo o alguien), la respuesta afectiva
(la expresión de emociones o sentimientos) y la respuesta conductual (maneras de actuar o
reaccionar frente al objeto actitudinal).
En la película podemos ver que las actitudes que poseen los hombres del jurado son varias y
variadas durante el conflicto, siendo primeramente, que la mayoría de los hombres poseían una
actitud negativa hacia el imputado, donde sus percepciones respecto al chico, los antecedentes
que lo tildaban de criminal y las evidencias en el juicio sobre el asesinato, constituían la
información necesaria para enjuiciarlo negativamente y condenarlo como culpable. Por otro lado, la
actitud del protagonista es positiva hacia el imputado, en la medida que piensa que probablemente
no es culpable de los cargos que se la acusa. Luego, con el pasar de las horas y después de
escuchar opiniones y argumentos, las actitudes negativas que se dirigían al supuesto culpable
cambian a una actitud positiva (votar por “inocente”) de acuerdo a la corroboración y el desmiento
de la información inicial con la ayuda del protagonista. Así, se pueden observar todos los tipos de
expresiones de actitud en la película, tanto afectivas como conductuales, pero principalmente
cognitivas.
Ahora, si hablamos del fenómeno de la percepción, según Moya (1994), entendemos esta como
una forma de captar el mundo o la realidad a través de los estímulos que provienen del exterior
(datos que nos entrega nuestro entorno), mediante un proceso de selección de datos o estímulos a
los cuales se dirige la atención del individuo. Posteriormente, según Moya (1994), una vez que se
obtiene la información necesaria desde el exterior, se pueden realizar los procesos de inferencia,
con los cuales a partir de la información obtenida se pude ir más allá del dato mismo y elaborar
hipótesis de trabajo, es decir, dentro de la información que se obtiene se puede llegar a profundizar
ciertos aspectos de esta para llegar a predecir y controlar posibles acontecimientos futuros.
Generalmente, la forma de percibir a las personas está encausada a fijar la atención en aspectos
socialmente negativos, ya que se entiende que dentro de la vida social es necesario mantener un
sistema de valores y normas comunes, aceptados y practicados por todos, con el fin de mantener
un equilibrio y una mejor calidad de vida, además de prolongar la estadía en la esfera social.
En base a esto, se explica que la mayoría de los hombres del jurado se dejaron influenciar por la
información resultante en el caso (evidencia), además de los antecedentes criminales, como robo y
otros altercados con la policía, y familiares que poseía el muchacho; un chico que vivía en un barrio
pobre, quien perdió a su madre y carecía de la presencia de su padre que lo golpeaba. Así, el
formarse una impresión negativa del imputado era bastante sencillo. Pues bien, en la película este
fenómeno de la percepción se manifiesta cuando el conflicto ha avanzado al punto de la conversión
de algunos hombres que votaron “culpable”, ahora hombres dudosos del juicio emitido y renovados
en la fe de “inocente”. A medida que los hombres fueron considerando las dudas razonables del
protagonista, fueron reelaborando sus argumentos y teorías sobre el caso, permitiendo que el
protagonista tomara mayor fuerza en su contra argumentación y continuara expandiendo el
universo de posibilidades para llegar a una perspectiva más acabada de la realidad.
Es así que poco a poco los hombres fueron realizando sus propias inferencias respecto a los
hechos ocurridos y la relación que estos guardaban con los testimonios de supuestos testigos, así
fueron adhiriéndose al extremo de los dudosos. Por otro lado, siempre se da el fenómeno de la
cognición social, con este nos referimos a los aspectos que conocemos del mundo que nos rodea,
de otras personas y uno mismo, etc. Las representaciones sociales, como elemento que manifiesta
la cognición social, aluden a todos los conocimientos, pensamientos, ideas o imágenes que la
colectividad comparte, por ejemplo, si alguien nos dijese “imagine el ave más hermosa que haya
visto”, independiente a la especie, los colores o especificidades del ave que nos parezca más
hermosa, al interior de nuestra mente, aparecerá como un animal con ciertos atributos que le
caracterizan y distinguen en relación con otros animales, como tener un pico, plumas, alas.
Entonces, a la hora de hablar de cómo las personas ven y entienden el mundo (cognición social)
existen ciertos cánones que la colectividad comparte y que permiten a los seres humanos dar un
orden en el mundo, sentir un dominio y un sentido sobre este, además de facilitar la comunicación
entre individuo, cosa sumamente importante para las relaciones e interacciones sociales.
En la película podemos identificar las representaciones sociales de acuerdo a la idea del bien y el
mal, ya que el conflicto se centra en la búsqueda de la “culpabilidad” versus la duda razonable que
promueve la “inocencia”, no solamente confrontando las evidencias con la duda, sino también las
percepciones e ideas preconcebidas o prejuicios de todo el jurado, así, cada uno de los hombres
que consideraba al imputado como culpable se dejó llevar por la evidencia, sus impresiones
respecto al muchacho y otros aspectos subjetivos que claramente podían estigmatizar y recrean la
imagen de un delincuente; una persona perturbada y silenciosa, portador de navajas y que
presenta un amplio prontuario con problemas anteriores al caso, así de fácil llega a ser
representado como alguien malvado capaz de asesinar a su propio padre.
Un aspecto a destacar es que el protagonista nunca declara ver al imputado como “inocente”, solo
plantea la posibilidad de inocencia por parte del supuesto asesino; el protagonista es el único de
los hombres que posee una actitud consistente, pues ni afirma ni niega la participación del detenido
en el crimen, solo intenta mediar de una manera sutil la posibilidad de que la resolución del juicio
haya estado errada. Aun así, si se analiza con mayor profundidad, dentro de la contra
argumentación que da el protagonista se puede observar, en ese momento y a través de la película
en general, un proceso persuasivo desde ambos extremos (el que vota “inocente” y los que votan
“culpable”). La capacidad de dudar razonablemente pone en jaque la actitud de culpabilidad que se
evidencia en la habitación, ya que a medida que avanza el debate las actitudes de los, una vez
seguros y confiados, hombres que votaron culpable, va mutando y desplazándose hacia el extremo
de la duda. Dentro de los recursos persuasivos que posee un mensaje, según Moya (1994), la
eficacia de este estará sujeta a cuatro elementos importantes: la fuente (quien es el emisor del
mensaje), el contenido del mensaje (calidad de argumentos), el canal comunicativo (medios de
prensa escrita, radial o audiovisual, vía telefónica, vía oral o aérea) y el contexto (dependiendo de
la situación). El protagonista de la película logra utilizar muy eficazmente todos estos elementos, ya
que su presencia, elegante, intelectual y calma le facilita la entrega de su mensaje persuasivo.
Sus argumentos, reflexivos y analíticos le entregan un potencial superior por sobre los demás
argumentos. El hecho de encontrase cara a cara con los demás hombres le facilita entregar en su
mensaje la idea de semejanza o cercanía que atrae al receptor del mensaje persuasivo para
adentrarse en él y lograr un cambio actitudinal. Y por último, la actitud relajada, espontanea,
intelectual y apasionada por la búsqueda de la verdad, en un contexto poco menos hostil y
conflictivo, permite dirigir la atención del grupo hacia su mensaje persuasivo. En conclusión, bajo el
análisis de todos los fenómenos psicosociales que se presentan en la película, es posible afirmar
que gracias a la capacidad de comunicarnos verbalmente la vida en sociedad existe, por lo menos
cuando se refiere a una sociedad actual, civilizada y basada en relaciones e interacciones sociales,
entre grupos, organizaciones o instituciones. Así, se entiende que todos los fenómenos descritos
pertenecen y se desarrollan en la capacidad de comunicar nuestras ideas, pensamientos,
conocimientos, dudas. Es decir, sin los procesos comunicativos que se originan en las relaciones
sociales, tampoco podría existir un legado que dejar a las generaciones futuras, principalmente, los
valores y conductas morales a defender y preservar en sociedad.
SE LE PRESENTAN DOS (2) OPCIONES LIBRES A ESCOGER POR EL ESTUDIANTE. ESTO
IMPLICA SI ESCOGE LA EVALUACION UNO, POR SUPUESTO QUE NO REALIZARA LA
EVALUACION DOS (2).
2.- ¿CONSIDERA UD. QUE SU LECTURA ES CORRECTA SEGÚN LOS ESTUDIOS QUE HA
REALIZADO HASTA AHORA EN BACHILERATO? PORQUE?
3.- ¿PIENSA UD. QUE LAS PERSONAS DEBEN HACER USO DE UNA BUENA
RETROALIMENTACIÓN DE LAS BASES PSICOLOGICAS PARA COMPRENDER E
INTERPRETAR CLARAMENTE UN TEXTO?
5.- ¿SE PERMITE UD. AFIRMAR QUE LA BASE FUNDAMENTAL DE UNA BUENA
COMUNICACIÓN ES TENER UNA ORATORIA CLARA Y PRECISA? PORQUE?
6.- ¿QUE SUGIERE UD. PARA MANTENER UNA COMUNICACIÓN FLUIDA SIN MULETILLAS,
SIN REPETICIONES, SIN ABURRIMIENTO?
7.- ¿CONSIDERA UD. QUE UN BUEN DISCURSO TE HACE MAS INTERESANTE AL MOMENTO
DE HABLAR, AUNQUE TRATES UN TEMA SIN SENTIDO?
10.- ¿Cuándo HABLAS TRATAS DE TOCAR UN TEMA QUE DOMINAS PARA HACERTE MAS
COMPRENSIVO DELANTE DE LAS DEMAS PERSONAS QUE TE ESCUCHAN? PORQUE?
Son muchas las propuestas que han venido surgiendo en los países de América Latina para ayudar
al estudiante a considerar la lectura como una herramienta fundamental en la construcción de su
aprendizaje. Partiendo de lo cual, se han creado organismos cuyo objetivo principal es favorecer la
promoción de este hábito y la formación del lector desde las aulas, de tal manera que sea capaz de
interpretar las informaciones de acuerdo a una perspectiva propia y así comprender el mundo en
el que se desenvuelve. Es por esto que se hace necesario reflexionar sobre la práctica de la lectura,
pues resulta fundamental para aplicar nuevas estrategias que permitan mejorar los niveles de
comprensión de los estudiantes. Dicha reflexión debe propiciarse desde distintos puntos de vista
(educativo, político, social y cultural) para así poder formar lectores comprometidos con la
transformación de la sociedad. Los cinco componentes esenciales de la lectura son; Conocimiento
fonético. Fonética elemental. Fluidez o soltura en la lectura. Desarrollo de vocabulario. Estrategias
de comprensión para la lectura.
Cada día son muchos los niños y jóvenes que se interesan muy poco en la práctica de leer o,
lo que es peor, no comprenden aquello que se les presenta, lo que les afecta en cada uno de
los niveles educativos por los cuales han de atravesar hasta llegar a la adultez. Se muestra
necesario que la acción educativa centre su atención en promover la lectura como una
herramienta necesaria para el ser humano, dado que es vital para obtener conocimientos y
desenvolverse en la sociedad. Es lamentable que la capacidad lectora de la población
estudiantil, al igual que su motivación por la lectura, parezcan ser cada día más reducidas,
aun con la existencia de libros virtuales accesibles al público y con los festivales que se
efectúan eventualmente para promover este proceso que es fundamental para la enseñanza.
Con el fin de cambiar esta realidad se requiere un compromiso del Estado para que las
políticas educativas que se proponen en relación a la promoción de la lectura en efecto
lleguen a cada rincón del país; así mismo se precisa generar situaciones en el aula que
motiven al alumno a interesarse por construir su aprendizaje leyendo y escribiendo a partir
de la hermenéutica.
La lectura
Parece evidente que no es fácil formar el hábito de leer sobre todo si no se cuenta con
textos que exploten el potencial creativo en los estudiantes, es difícil si los textos con que
se cuentan no son de interés para éstos. Lamentablemente, es una realidad que en ausencia
de bibliotecas escolares se trabaja “con lo que se puede” y se perjudica al alumno al
obligarlo a leer lo que para él sólo son “letras vacías”.
En concordancia con lo anterior, Garzón (citado por Belinche, 2008) señala que:
Es por esto que, para hacer cada día más eficaz el proceso de la lectura, es preciso
transformar las prácticas pedagógicas. Que leer se convierta en una rutina apasionante
donde el maestro, profesor y el estudiante participen de forma activa, involucrarse en el
contenido, es decir, situarse en el texto y escribir la opinión sobre éste para poder
comprenderlo.
Se requiere también mayor compromiso del Estado, que las políticas que se planifican en
cuanto a educación en verdad se ejecuten. La promoción de la lectura no se sustenta, por
ejemplo, si no hay libros suficientes al alcance de los estudiantes.
Son muchos los profesionales exitosos que sin reparo manifiestan su rechazo a leer un libro
por muy interesante que éste parezca. Algunos concuerdan que leer es una actividad tediosa
que les produce poco o nada. Esta apatía entristece a muchos escritores que ponen todo su
empeño en elaborar grandes obras para mejorar nuestra capacidad intelectual. Ahora bien,
¿a qué se debe tal rechazo manifiesto por leer? ¿Cómo obtenemos el conocimiento sin leer?
Referente a esto último, pudiéramos utilizar como estrategia la proyección de una película y
a partir de allí asignar una producción escrita de acuerdo a lo que les impactó. Si el
estudiante se interesa por conocer más sobre el tema, buscará información que lo sustente,
lo que de alguna manera lo obliga a leer para conocer y profundizar un tema de relevancia
para él. La idea es hacer de la lectura una experiencia enriquecedora, jamás debe entenderse
como una actividad “fastidiosa”; por el contrario, dependiendo del texto que se elija, puede
darse rienda suelta a la imaginación, lo que nos hará parte de esencial de la lectura;
asimismo, se involucra nuestra empatía hacia los personajes de una historia (si es literatura)
al colocarnos en su posición para entender la forma como se desenvuelven en la obra.
La lectura y su comprensión
En los párrafos anteriores precisaba que hay poco interés por leer, no sólo del estudiante,
también existe apatía en los profesionales, trabajadores y ciudadanos de nuestra sociedad.
De este problema no escapa el docente, imposible generalizar, pero son muchos los que
colocan las actividades en la pizarra sin siquiera leerlas para guiar al estudiante en la
búsqueda de la información.
Por otro lado, en sus rutinas pedagógicas se observa el poco tiempo de la jornada que
dedican a leerles a los niños y/adolescentes, aun cuando saben que luego de efectuar una
narración se les pueden hacer preguntas para desarrollar su capacidad de comprensión
lectora, algo que incide notablemente en el rendimiento académico de éstos en todas las
asignaturas.
Entonces, no se trata de “leer por leer” sino de lograr el entendimiento de aquello que se
lee, lo cual se logra únicamente a través de la interpretación y reflexión. Comprender el
contenido de un escrito es saber su intención o propósito, lo que se descubre dependiendo
de la motivación del lector. Esto nos lleva a considerar que, a su vez, la comprensión del
texto es fundamental si se quiere mejorar o facilitar el proceso de lectura en los alumnos.
En relación a esto último, me parece que debemos interesar más al estudiante a asimilar la
información, para ello se requiere aplicar estrategias de comprensión lectora que les
permitirán interpretar el texto. Una buena manera es escribir su interpretación de lo leído,
para que no solo verifique su capacidad de análisis y síntesis de los materiales, también
para que atienda a la ortografía y la redacción. La intención es que desde pequeños se
forme al lector para leer, releer y luego escribir desde la hermenéutica.
El porqué de la lectura no es sinónimo del para qué. Es muy fácil encontrar finalidades a la
lectura, pero no motivos o explicaciones razonables o racionales, valga la cuasi redundancia
entre ambos términos. Considérese, también, que las finalidades que puedan servirnos a
nosotros es posible que sean inútiles e inadecuados para otras personas; en especial, si éstas
son adolescentes.
2. La mayoría de las personas que leemos, es bastante probable que lo hagamos gracias a
una elección que bien podría calificarse como de "elección débil". Débil porque no es
resultado de una decisión estrictamente personal y voluntaria, sino fruto de una educación,
de una mediación que, de manera fatal o determinante, nos ha convertido en "inevitables
lectores". Nadie nace sabiendo leer, ni queriéndolo hacer sin más. ¿Nos hemos hecho
lectores porque no tuvimos más remedio que hacerlo o nos hicieron lectores por imperativo
categórico del sistema cultural y educativo en que hemos vivido, sea familia o
institucional?
La mayoría de los lectores compulsivos no hemos hecho ningún esfuerzo para hacernos
lectores. Ese fue mi caso, al menos. En realidad, nunca supe hacer otra cosa. Bueno, sí,
jugar al fútbol, al parchís y escuchar música de Mozart.
Entiendo que, por ello, sería conviene reflexionar acerca de los cauces –o coces-, que nos
han llevado a leer. Así estaremos en disposición de entender y comprender por qué otras
personas no leen ni quieren hacerlo.
Es posible que a nosotros nos encante leer, porque, aparte de las consideraciones
lingüísticas, psicológicas y cognitivas de dicho acto, nos hace cultivar la soledad, el silencio
y la inutilidad humanista, en el sentido que le da a este término Nuccio Ordine.
Precisamente, se da el caso de que existen personas que huyen de la lectura porque no
quieren estar solas, porque les da pánico el silencio y porque buscan en todo lo que hacen
un efecto inmediato, caso, por ejemplo, del mundo de la adolescencia.
3. Leer, cuando se hace, es una actividad que limita. Leer es una autolimitación que nos
imponemos por diversas causas y motivos muy personales y válidos para uno mismo, pero
no para los demás.
Leer significa poner límites a las distintas actividades que pueden hacerse, y no se hacen.
Así que, ¿qué ganamos o qué perdemos leyendo? ¿Lo que ganamos leyendo es mejor que lo
que podríamos ganar escuchando a Debussy, pintar una aguamarina o pasear por el bosque?
4. ¿Leer es un síntoma de nuestro estar y de nuestra manera de ser? Si lo es, cada persona
sabrá cuáles son esos síntomas y cómo se traducen en la vida.
Cada persona sabe en el foro íntimo de su subjetividad de qué puede ser síntoma su
decisión de leer o de convertirse en lector.
Conviene no olvidar que leer es haber leído y que leer, lo que realmente hace de nosotros,
es convertirnos en lectores. Nada más y nada menos. ¿En qué se nos nota que somos
lectores? Y los demás, ¿son capaces de descubrir en nuestros gestos y en nuestros actos el
hecho de leer todos los años La isla del tesoro?
5.- Después de lo dicho, es muy importante que el discurso sobre la lectura se “subjetive”.
No hablar en nombre de los otros, ni de lo que dicen que han “experimentado leyendo”, ni
en los raptos místicos que algunos viven –eso aseguran-, mientras leen.
Pero aunque lo sea, cabe decir sin enojar a nadie que no existen lectores generales, ni
uniformes, ni homogéneos. Sólo existen lectores concretos en situaciones personales muy
concretas y con unos niveles de necesidades lectoras concretas y específicas.
Del mismo modo, los problemas que la lectura no ha creado, tampoco los soluciona. Nadie
se cura el mal de amores leyendo La Regenta o Madame Bovary.
Todo esto es alfalfa espiritual etérea que no alimenta más que una retórica tan vacía como
insensata.
En el aula, en la biblioteca, son las personas que tenemos delante las que determinan la
selección y adecuación de los objetivos y actividades lectoras, no el sistema imperante.
Cada lector se hace distintas preguntas ante los textos y encuentra respuestas
completamente diferentes a ellas.
3. Conviene recordar que las instituciones educativas no tienen como objetivo específico
desarrollar el placer lector, sino incentivar las capacidades lingüísticas y literarias que
permitan acceder a él.
Un niño no tiene por qué experimentar placer cuando lee. Muchos adultos leemos cantidad
de libros que tampoco nos lo proporcionan. Y sobrevivimos, más o menos felices, a la
hecatombe.
4. Conviene recordar que uno de los métodos más extraordinarios para hacer lectores es
hacer escritores. Más todavía. El camino más óptimo y más seguro para hacer lectores es
escribir. Lo diré mediante un eslogan: “A la lectura, por la escritura”.
5.- Conviene reflexionar en el hecho de que la lectura es más compleja que la escritura. Lo
dice Borges, pero cualquier lector y escritor puede experimentar en carne propia dicha
paradoja. Escribir cuesta más trabajo físico, pero la lectura exige más tute a las meninges,
desde el punto de vista mental, afectivo y cognoscitivo. Esta constatación debería llevarnos
a reflexionar acerca de la poca, mucha o nula importancia que se da a la escritura en el
sistema educativo.
7.- Conviene recordar la necesidad de convertir los saberes conceptuales que se imparten
en el aula en saberes procedimentales. Convertir lo que “sabemos sobre el adjetivo, el
verbo,”saber declarativo- en “saber hacer algo con ese adjetivo, y ese verbo,”-, saber
procedimental.
Claro que hay muchas maneras de obligar, del mismo modo que existen muchos métodos
asumibles y otros no. Lo importante es no dejar solo al que comienza a leer y al que,
durante su periplo como lector, presenta continuos riesgos de naufragar en su desidia; en
especial, en la adolescencia.
Finalmente, distingamos entre hacer lectores, hacer lectores competentes y hacerse lector.
No significan lo mismo.
Hacer lectores no significa. Es una frase vaga. No implica compromiso alguno. Es lo que
se viene haciendo tras los significantes de la llamada animación lectora. Nadie sabe a
ciencia cierta en qué consiste. Mejor aún: la animación lectora es maravillosa hasta que se
manda leer a los niños.
Hacerse lector es harina de otro costal. Pertenece a la libertad y decisión personales. Cada
persona, y no se sabe muy bien por qué razones, decide ser lector, y, al hacerlo, se convierte
en un raro.