Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
«[t]oda persona acusada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras
no se pruebe su culpabilidad, conforme a la Ley y en un juicio público en el que se hayan
asegurado todas las garantías necesarias para su defensa›».
Al igual que ocurre con el resto de los derechos reconocidos en la indicada Declaración, el
concepto de presunción de inocencia no ha permanecido incólume desde la adopción y
proclamación por la Asamblea General de la ONU el 10 de diciembre de 1948. En particular, la
presunción de inocencia es un derecho poliédrico, del que se derivan un haz de garantías de
distinto signo, cuyo alcance ha evolucionado con el paso del tiempo.
El principio de legalidad
El principio de legalidad afirma que la conducta por la que se juzga a un sujeto debe
estar penada por la ley. Es decir, que esté considerada como delito dentro del Código
Penal. Si no es así, el sujeto en ningún caso podría ser juzgado por la vía penal.
Existe un ejemplo muy evidente que, dicho sea de paso, despierta bastantes dudas entre
la gente común. Hablamos del incumplimiento del régimen de visitas. Hasta hace unos
años, era considerado delito y cualquier padre o madre que no actuase conforme a él
podía ser juzgado. Sin embargo, la norma cambió y se despenalizó la conducta, por lo que
actualmente nadie puede ser condenado penalmente por ella.