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INTRODUCCIÓN

En el presente ensayo titulado: Principio de presunción de inocencia, pero antes de


comenzar de hablar de ello, debemos de saber que es la persona inocente en sí, y esto en
términos jurídicos; inocente es aquel que se halla libre del delito que se le imputa, en
este sentido me refiero a que la presunción de inocencia es aquel pensar que el imputado
es inocente mientras no se le pruebe el delito, este derecho tiene como objeto garantizar
que solo los culpables sean sancionados y ningún inocente sea castigado.

Sin embargo, en la actualidad vemos que muchos jueces dictan la medida de prisión
preventiva, para poder tomarse el tiempo de investigar al procesado, pero que pasaría si
el acusado no cometió el delito, y aun así estamos quitándole su libertad por meses o
quizás por años. Pudiendo identificar que la figura de prisión preventiva vulnera el
principio de inocencia, tipificado en el numeral 3 del art. 76 de la Constitución Política
del Perú. El acusado tiene incluso el derecho a guardar silencio y no a colaborar con la
investigación, él va a tener que demostrar su inocencia si es que no quiere sufrir el
estigma que significa ser acusado de un delito.

Esto nos permite apreciar que, si bien el reconocimiento del derecho a la presunción de
inocencia es un derecho fundamental para la protección de la libertad de las personas, el
goce efectivo de este derecho sólo se dará dentro de un sistema de justicia orientado a
minimizar el error de condenar a un inocente, y donde cada actor del sistema tenga en
cuenta ese objetivo (policías, fiscales, jueces, abogados, entre otros).
PRINCIPIO DE PRESUNCIÓN DE INOCENCIA

El principio de inocencia o presunción de inocencia es un principio jurídico penal que


establece la inocencia de la persona como regla, solamente a través de un proceso o
juicio en el que se demuestra la culpabilidad de la persona, podrá el Estado aplicarle una
pena o sanción.

En el artículo 2.24.e de la Constitución Política del Estado, se señala lo siguiente: "Toda


persona es considerada inocente mientras no se haya declarado judicialmente su
responsabilidad".

Siendo el Estado el ente encargado del proceso es necesario determinar la situación


jurídica del procesado, mediante la realización de un proceso transparente que
determine su culpabilidad o inocencia.

1. PRESUNCIÓN DE INOCENCIA

La presunción de inocencia de acuerdo a Claria J. (1960) está considerado como un


principio fundamental de la persona y del proceso penal en cualquier Estado de
Derecho. En consecuencia, a toda persona imputada, se le reconoce el "Derecho de ser
considerado inocente"

La presunción de inocencia dice Catacora M (1994), es calificada también como un


estado jurídico, “es la máxima garantía del imputado y uno de los pilares del proceso
penal acusatorio”.

Es un logro del derecho contemporáneo, que señala que todo inculpado durante el
tiempo que dure el proceso penal es en principio inocente mientras no se encuentre con
alguna sentencia condenatoria, la cual debe darse si se determina con certeza que el
sujeto realizó los hechos que se le imputan. De no probarse que este culpable del hecho
o ante la existencia de duda razonable, debe resolverse de acuerdo a lo más favorable al
acusado (indubio pro reo); verificando la existencia de un vacío o una notable
insuficiencia probatoria, dice Londoño, H (1993: p.266).
1.2. FUNDAMENTOS DEL DERECHO A LA PRESUNCIÓN DE INOCENCIA

El DPI tiene como objetivo que ninguna persona inocente debe ser sancionada, lo cual
se funda en el principio de dignidad del ser humano. El principio de dignidad (PDIG) es
un principio que sirve como criterio rector acerca de cómo deben ser tratados los seres
humanos por ser tales. Uno de las características de este principio es que las personas
deben ser tratadas de acuerdo a las decisiones, intenciones o declaraciones de voluntad
que hayan tomado en su vida.

Las personas sólo deberían ser merecedoras de un beneficio o un perjuicio en virtud de


sus decisiones o actos, más aun, en el caso de la imposición de sanciones donde el
Estado le privará de su libertad u otro derecho fundamental por la comisión de una
infracción. Sólo se debe castigar a una persona cuando ésta haya cometido una
infracción, porque es lo que le correspondería por los actos que ha realizado. El
mecanismo institucional para determinar si una persona ha cometido la infracción que
se le imputa es el proceso, en el cual sólo se podrá condenar al acusado si efectivamente
cometió la infracción imputada.

Suele suceder que ante el incremento de la violencia o de ciertos delitos, la sociedad


pide que se castigue a los presuntos culpables de un delito, así las pruebas no
demuestren la culpabilidad del acusado más allá de toda duda razonable. Se diría que
ese es el precio que hay que pagar por la seguridad. La vida o seguridad de la población
justifica el error que se puede cometer sancionando a un inocente

De otro lado, si se sanciona a un inocente, el verdadero delincuente todavía se encuentra


libre, quien podría cometer nuevamente otros delitos. En vez de garantizarse la
seguridad de las personas, sólo se está violentando el derecho de las personas. Ello,
además, supone que no todas las personas son tratadas de acuerdo a los actos y
decisiones que tomaron en un momento determinado. En efecto, si no estamos seguros
de que una persona cometió el delito que se le imputa, no sabemos si es merecedor de la
sanción que se le imputa.

Por ello, el Ministerio Público sólo debe acusar a una persona cuando tiene todas las
pruebas de su responsabilidad en el delito que le imputa, y el Juez sólo debe condenar al
imputado cuando su responsabilidad ha sido demostrada más allá de toda duda
razonable.

1.3. DETERMINACIÓN DE LAS POSICIONES JURÍDICAS CONTENIDAS EN


EL DERECHO A LA PRESUNCIÓN DE INOCENCIA

 El proceso tiene como objeto probar que el acusado es responsable de los


delitos que se le acusa en función a la evidencia existente en el proceso. El
proceso no tiene como objeto probar la inocencia del acusado sobre los delitos
imputados. Además, esto último podría resultar, en muchos casos, o imposible o
de muy difícil probanza, porque constituye la probanza de un hecho negativo:
¿Cómo pruebo que no he cometido el delito que me imputan?

 La probanza de la responsabilidad del acusado se tiene que realizar dentro de


ciertos límites impuestos por el ordenamiento, motivo por el cual, si una prueba
no ha sido producida, admitida o actuada de acuerdo a lo dispuesto en el
ordenamiento jurídico, ésta no se tendrá por válida.

 Por ello, pueden existir medios probatorios que demuestren la responsabilidad


del acusado; sin embargo, al no ser válidas, no podrá ser utilizada para condenar
al acusado.

 El estándar de prueba exigido es el que la acusación se demuestre más allá de


toda duda razonable, lo cual significa que, en ciertos casos, si la hipótesis de la
defensa es razonable, no se podrá condenar al acusado, pese a que la hipótesis
de la acusación sea más creíble.

 Desde un punto lógico, resulta más preciso afirmar que el derecho a la


presunción de inocencia consiste en que no se tratará como culpable a una
persona mientras no se demuestre su responsabilidad en la comisión de los
hechos imputados.
1.4. EFECTOS PROCESALES DE LA PRESUNCIÓN DE INOCENCIA.

Tal como se ha visto, un Juez sólo puede condenar a una persona luego de un
proceso judicial. Y para que haya un proceso judicial es necesario que existan dos
partes: una, el acusador; y la otra, el acusado.

Además, éste tiene que demostrar que su hipótesis es la única explicación posible
de los hechos del caso. Ello, a efectos de no vulnerar el principio de dignidad
recogido en el artículo 1 de la Constitución que, como hemos visto, dispone que
cada persona debe ser tratada por el Estado en función a sus actos e intenciones. Si
ello es así, entonces no podemos castigar a una persona si es que tenemos duda de
que ella ha cometido el acto que se le imputa. Esta es una concepción aceptada en
nuestro ordenamiento como veremos a continuación.

A nivel legislativo, el artículo II del Código Procesal Penal establece que toda
persona imputada de la comisión de un hecho punible es considerada inocente, y
debe ser tratada como tal, mientras no se demuestre lo contrario y se haya declarado
su responsabilidad mediante sentencia firme debidamente motivada. Para estos
efectos se requiere de una suficiente actividad de cargo, obtenida y actuada con las
debidas garantías procesales. En caso de duda sobre la responsabilidad debe
resolverse a favor del imputado.

En el seno del proceso, en la contienda en que está inmerso el imputado o acusado,


el derecho a la presunción de inocencia lleva aparejado un doble efecto: por un
lado, que no puede serle exigida una actividad probatoria encaminada a hacer
prueba de su inocencia, y por otro, correlativamente, que será sobre la parte
contraria, la acusación que postula su culpabilidad, sobre quien recaiga la carga de
hacer prueba de esa culpabilidad. El imputado o acusado se mantiene por tanto a lo
largo del proceso y del juicio oral amparado por esta presunción, de tal forma que
sólo las pruebas llevadas al juicio oral pueden desactivar sus efectos si, a partir de
ellas, el Juez o Tribunal logra alcanzar un nivel de certeza, más allá de toda duda
razonable, suficiente para afirmar su culpabilidad. Ello implica que será
complemento necesario de esta presunción el principio in dubio pro reo, que
impone al Juez o Tribunal la necesidad de dictar un fallo absolutorio en el caso de
que se le presenten dudas razonables, que no logre despejar, ya sea sobre la
realización del hecho delictivo, ya sea sobre la intervención en el mismo del
acusado.

DEBER DE MOTIVAR LA SENTENCIA DEL DERECHO A LA PRESUNCIÓN DE


INOCENCIA EN EL PROCESO PENAL

La presunción de inocencia, además de precisar para su desvirtuación la aportación al


proceso de alguno de los medios de prueba en las condiciones de validez enunciadas,
exige de toda sentencia de condena una motivación o fundamentación solvente del
proceso valorativo por el que se llega desde los hechos acreditados a partir de esa
prueba de cargo a la convicción judicial en que se soporta la condena. La ausencia de
esa motivación supone igualmente lesión del derecho a la presunción de inocencia. Los
defectos de motivación que se detecten en materias distintas a la valoración de las
pruebas y concurrencia de los elementos fácticos tanto del tipo penal como de la
participación del acusado deberán ser invocados en sede de vulneración del derecho a la
tutela judicial efectiva.

Por lo que hace al procedimiento del Jurado , el deber de motivación no solo es exigible
de la sentencia en los términos enunciados, sino que, antes, el veredicto producido por
los miembros del Jurado debe de ofrecer ya una sucinta explicación de las razones por
las que se han declarado probados los hechos y la culpabilidad del acusado; esa
explicación será igualmente exigible en veredicto de no culpabilidad, pues debe
procurarse una tutela efectiva también a las acusaciones, sin embargo en caso de
veredicto de culpabilidad esa exigencia fundamentadora será de mayor intensidad,
atendido que está en juego además la presunción de inocencia, según lo dicho arriba.
CONCLUSIONES

1. Desde mi punto de vista, el derecho a la presunción de inocencia se sustenta en


la premisa de que sólo las personas que han cometido una infracción deben ser
sancionadas. La cuestión estará en cómo sabemos si el acusado es, o no,
culpable de la infracción que se le imputa.

2. El derecho fundamental a la libertad debe ser inquebrantable en la medida en


que no se demuestre fehacientemente que puede existir algún nivel de
culpabilidad por parte del acusado; mientras no se demuestre ello, éste debería
ostentar el título de inocente, más allá de cualquier tema mediático o presiones
de índole política, social, cultural, etc.

3. La detención preventiva debe dictarse solamente cuando existan indicios


mayores que tenga una gran afectación social (evidencias claras), muchas veces
estas se dictan solo por situaciones políticas, económicas, atentando al derecho
de libertad de las personas.

4. Los jueces deberían ser capacitados continuamente para crear en ellos un mejor
criterio discrecional.
BIBLIOGRAFIA

- Catacora, M. (41994). De la presunción al principio de inocencia; en: "VOX


JURIS", Revista de Derecho. Año 4 – Lima.

- Claria, J. (1960). Tratado de Derecho Procesal Penal, T.I., Nociones


Fundamentales, Ed.

- INPE (2017). Informe estadístico Penitenciario. Disponible en:


https://www.inpe.gob.pe/concurso-a/estad%C3%ADstica/2017-1/12-marzo-
2017/file.html

- Zaffaroni y otros (2005). Derecho Penal Parte General, Editorial Ediar.


“Gracias”

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