Carta sin esperanza

La llegada del nuevo milenio marcó una nueva victoria para los locos de la carne y
su religión la teocracia del abuelo , con ojos deseosos a nuestro lugar de
procedencia el planeta hongo, también llamado “la marea verde”, vistos por la
teocracia del abuelo como no más que herejes, pregonan a sus estúpidos fieles que
sus habitantes son no más que un grupo de salvajes que merecen la piadosa purga
del dios que todo lo ve y siente , únicamente una mera excusa para tapar la verdad
de una búsqueda por recursos donde los habitantes son meros estorbos , con el fin
de diezmar a la población se desplegó a las “hermanas de batalla “ y a su general
más destacada la santa celestine , en momentos de crisis como estos el mundo no
necesitaba un héroe , necesitan a un destructor, y esta es tu historia Alpha DCI,
aquel que bebió de la copa de la santa sangre y obtuvo un poder más allá de la
imaginación , el campeón hongo aunque ahora no lo recuerdes .

Aunque los registros de aquellos ayeres están casi olvidados aún quedan historias ,
las voces cuentan que eras un hongo como lo podría ser cualquier otro , el destino
pícaro como ningún otro te dio como cuna los barrios marginales parte de la
conocida como población despreciable poco más que mera escoria, para la
sociedad ser uno de ellos en esa época era ser uno más entre incontables , es vivir
de la forma más cruel y sangrienta imaginable sin poder subir en la jerarquía social,
sabiendo que es casi imposible el tan siquiera el ser recordado por alguien en el
momento de tu defunción , tuviste la desgracia o fortuna de nacer y sobrevivir
luchando dia con dia lo suficiente como que para un día la iglesia, que año con año
se llevaba a lo que ellos llamaban “adeptos de la vaca mágica”, cuentas los sabios
de los marginales que en ese año tu fuiste seleccionado más tú te opusiste aun así
fuiste reclutado , no como soldado si no como mártir o como oíste decir a los
soldados “no más que una sangre repugnante” partiendo a la capital escuchando
rezos de los otros elegidos sus palabras te llenaban de ira no podías creer como
decían “la sangre de los mártires es la semilla de la iglesia , si queremos paz
estamos dispuestos a morir por ti y tus planes oh vaca”

pasó una semana hasta tu llegada a la capital sede de la iglesia principal donde se
encuentra el mayor tesoro de la iglesia la copa de los mártires un