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NOMBRES Y APELLIDOS:

HERMYS GABRIELA BURGOS

MATRICULA:

16-1574

ASIGNATURA:

DERECHO PENAL I

DOCENTE:

HECTOR DESIDERIO MARMOLEJOS

TEMA:

Causas de justificación en materia penal.


Causas de justificación en materia penal.

“Es una situación especial en la que el ordenamiento jurídico permite la lesión


de un bien jurídico, es decir, permite la realización de una conducta típica, en
principio lesiva, en principio prohibida (enunciado general prohibitivo), la cual
queda después matizada por otro enunciado ocasionalmente permisivo”. La
Antijuricidad Efecto sistemático de las causas de justificación: - Excluye la
antijuridicidad - La exclusión de la antijuridicidad del comportamiento del
autor, se traslada y beneficia al participe. Proviene de una norma permisiva,
que son aquellas normas que definen un permiso o facultad para actuar, aún
cuando ese ejercicio o facultad implique la lesión a una norma imperativa. En
la teoría del delito las normas permisivas son las que dan lugar a las eximentes
denominadas “causas de justificación”; Teniendo por normas imperativas
aquellas que definen o estipulan un deber de actuar o de omitir. Significa la
contrariedad al derecho de la conducta realizada por el agente productor del
resultado lesivo. Las causas de justificación excluyen la antijuridicidad.
5. Se trata de aquellos puntos de partida axiológicos que permiten explicar los
fundamentos de las causas de justificación. Teorías sobre el fundamento
axiológico de las causas de justificación Teorías monistas Teorías pluralistas
Con un único punto de vista pretenden fundamentar todas las causas de
justificación (“bien preponderante” o “más utilidad que daño social”). Parten de
la base de que no hay un solo presupuesto para explicar los permisos
justificantes (“idea de ponderación de bienes”, “idea del fin”, “ausencia de
interés”, etc.) Los fundamentos axiológicos de las causas de justificación La
Antijuricidad Los principios justificantes.
Las causas de justificación más comunes son las llamadas Legítima Defensa y
el Estado de Necesidad; pero igual existen otras como El Consentimiento y El
actuar en cumplimiento de un deber o en el legítimo ejercicio de un derecho. En
nuestra normativa, la legítima defensa está contenida en el artículo 328 del
Código Penal dominicano, expresada más o menos en los siguientes términos:

“No hay crimen ni delito cuando el homicidio, las heridas y los golpes se
infieran por la necesidad actual de la legítima defensa de sí mismo o de otro”
Como podrá apreciarse, he ahí un típico ejemplo de una causa excepcional
donde la ley justifica un homicidio, o los golpes y heridas, para salvaguardar
derechos de agresiones ilegítimas, pero que en otras circunstancias constituyen
crímenes evidentemente castigables.

Hay acciones que aunque sean castigadas por la ley, no conllevan


necesariamente responsabilidad penal para la persona que la comete. Es el
caso de una persona que cometa una acción que la ley castigue, pero dicha
persona no tenía más opción que actuar de tal manera. Son varios elementos
que hay que tener en cuenta para alegar esta justificación; solo un buen
abogado instruido en el área penal podría ayudarlo con una situación como
esta.

Esta justificación se llama «Estado De Necesidad» y se refiere al peligro actual


o inmediato para bienes jurídicamente protegidos, que solo puede evitarse
mediante la lesión de bienes también jurídicamente tutelados, pertenecientes a
otra persona.

El estado de necesidad, al igual que la legítima defensa, se basa en el instinto


de supervivencia, ya sea “para evitar un mal propio o ajeno” se “ lesiona un
bien jurídico de otra persona o infringe un deber” ,294 es decir, consiste en una
situación de peligro que amenaza determinados bienes jurídicos a raíz de un
peligro no causado por el agente, y en atención a un comportamiento lesivo a
bienes jurídicos perteneciente a un tercero que pudo haber creado con esa
situación de peligro.
El estado de necesidad ha sido reconocido desde hace siglos bajo la fórmula de
necessitas legem non habet, el clásico ejemplo del estado de necesidad que
impulsa a una persona a lesionar el bien jurídico de otro es el de los dos
náufragos sostenidos a una tabla, la cual sólo podrá sostener el peso de uno, por
tanto se genera una lucha entre ambos privando de la vida uno a su compañero
a fin de poder sobrevivir.

La principal diferencia entre legítima defensa y estado de necesidad, radica en


que en la primera, el ordenamiento jurídico otorga la potestad de defenderse de
un peligro eminente frente a su agresor, lo cual motiva a diversos autores a
otorgarle el carácter de un estado de necesidad privilegiado; en cambio, en el
estado de necesidad, se permite lesionar o transgredir los intereses de otra
persona que no ha realizado ninguna agresión, siempre y cuando el interés
protegido tenga mayor relevancia que el daño que se pretende ocasionar al otro
individuo, lo cual desde la época de Carrara sirvió de base para advertir a la
primera como una reacción, y a la segunda como una acción.

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