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La lechuga: Lechuga (Lactuca sativa), se cree que se comenzó a cultivar hace alrededor
de 2 500 años, siendo utilizada por persas, griegos y romano, se la vinculó al dios Min
(dios linar de la fertilidad y vegetación) debido a sus propiedades afrodisíacas. Los días
a la cosecha dependen de los cultivares utilizados y la época del año, según sea el estado
de la lechuga en el momento de la cosecha se puede obtener de 1 a 3 kg/m2 de lechuga,
la cosecha sucede aproximadamente entre las 6 y 8 semanas después del trasplante en
horas de la mañana hasta el mediodía. La lechuga es una hortaliza pobre en calorías,
aunque las hojas exteriores son màs ricas en vitamina C que las interiores, sus hojas
poseen un alto contenido de fibra, se la conoce por ser favorecedora del sueño
aconsejándola para casos de insomnio, la vitamina A que posee es un antioxidante que
ofrece protección contra algunas formas de cáncer.
Col: (Brassica oleracea L.) La col es una planta que ha tenido una fundamental
importancia en Europa desde la antigüedad conocida y apreciada por los celtas y los
griegos que la servían en comidas públicas, el cultivo de la col ocupa un sitio de gran
importancia en la alimentación humana, por el contenido de vitaminas A, B , C
carbohidratos y minerales. La col de repollo prefiere los climas templados húmedos,
resiste bien a bajas temperaturas aunque pueden inducir a una floración prematura, es
considerada como un cultivo rústico, sin embargo es sensible al calor excesivo y a las
sequías. La cosecha se la realiza cuando el cogollo de las hojas esté bien apretado,
siendo este un indicador de madurez. La col ha sido reconocida como una fuente de
vitaminas, indicada para diabéticos, reduce el colesterol, previene la hipertensión, ayuda
con la formación de anticuerpos, además ayuda con la correcta función hormonal para el
funcionamiento de la tiroides y la glándula pituitaria.
Acelga: (Beta vulgaris var. Cicla), hortaliza de la familia de las quenopodiáceas, los
primeros informes que se tiene de esta hortaliza la ubican en la región del Mediterráneo
y en las islas Canarias, su introducción a América tuvo lugar en el año de 1806. El
consumo en fresco de acelga es permanente, pues en el mercado está disponible todo el
año, se la puede cosechar en mata, entera para hoja y penca o cortada similar a la
espinaca. Es una planta de clima templado muy sensible a las variaciones bruscas de
temperatura las cuales pueden inducir a una floración temprana en la planta, no requiere
luz excesiva perjudicándola cuando es acompañada de un aumento de temperatura. La
acelga goza de numerosas aplicaciones medicinales y alimenticias, por ser emoliente,
refrescante y diurética, se emplea con éxito la decocción de las hojas en las
inflamaciones de la vejiga y el estreñimiento, igualmente es muy efectiva en
contrarrestar problemas de hemorroides y enfermedades de la piel en general.
Zanahoria (Daucus carota), es una especie originaria del centro asiático y del
mediterráneo. Ha sido cultivada y consumida desde antiguo por griegos y romanos.
Durante los primeros años de su cultivo, las raíces de la zanahoria eran de color
violáceo. El cambio de éstas a su actual color naranja se debe a las selecciones ocurridas
a mediados de 1700 en Holanda, que aportó una gran cantidad de caroteno, el pigmento
causante del color y que han sido base del material vegetal actual. En el Ecuador, sobre
todo en la sierra central, es importante la zanahoria dentro de los sistemas productivos
de la economía campesina, permitiéndose obtener una alternativa de producción que,
con otros cultivos, complementan los ingresos económicos de los pequeños productores.
La zanahoria contiene mucha agua (casi el 90%) y es hipocalórica, aporta a la dieta solo
un 40% de calorías. Además es antioxidante y un eficaz protector de la piel El
organismo humano necesita unos 2 miligramos diarios de vitamina A y la zanahoria
contiene entre 4 y 10 mg por cada 100 gramos. Esto es fundamental para proporcionar
un desarrollo armónico del cuerpo de los niños. A su vez también ayuda a la secreción
de la leche materna. Previene los procesos degenerativos de la piel y regula los procesos
intestinales. Este último se consigue por su riqueza en fibra. Por otra parte equilibra la
secreción biliar y favorece al aumento de los glóbulos rojos.
Zapallo: El zapallo es un cultivo de origen americano y constituye un alimento popular
en todo el continente. En Perú se han encontrado restos arqueológicos que se remontan
al año 4000 A.C, donde se lo utilizaba para alimentación en estado tierno y como
utensilios en estado seco. Junto con el maíz y el poroto, el zapallo, fue la base de la
alimentación de los Incas, Aztecas y Mayas antes de la colonización española. Existen
diferencias en la familia, los más difundidos en nuestro país son los zapallos, calabazas
y calabacines o coreanitos. El más difundido en las huertas familiares es el “criollo”,
adaptado a nuestro clima. Es un cultivo típico de verano que necesita un período largo
de unos 6 meses para dar frutos sazonados
Preparación del suelo: Las formas de laboreo que se utilicen van a modificar las
características del suelo a lo largo del tiempo. Por lo tanto, de acuerdo a nuestras
condiciones agroecológicas utilizaremos aquella técnica de cultivo que resulte más
recomendable: canteros, surcos y/o camas altas.
Preparación de canteros
Son espacios de tierra preparada, elevada entre 20 - 25 cm, mullida y con terrones finos,
ideal para el crecimiento de las semillas o plantas. Los armamos de aproximadamente 1
m de ancho y varios metros de largo según las posibilidades. Entre los canteros se
marcan caminos de 0,5 m de ancho para moverse con comodidad en función del
objetivo de la huerta.
La mejor orientación de los canteros es la de norte a sur.
N S
0,15 – 0,30 m
1.00 -1.20 m
Limpiamos los pastos de la superficie con una azada y los llevamos a la abonera.
Aflojamos la tierra con la pala de dientes sacando las raíces que acumulamos
junto con los pastos.
Cuando terminamos de aflojar todo el cantero, con una pala recta cargamos la
tierra de los costados y la volcamos hacia el centro del cantero.
Debe quedar un par de cm más alto en el centro que en los bordes.
Podemos afirmar los bordes con golpecitos de pala o azada para que no se
desmoronen.
Afinamos los terrones con azada o con el rastrillo.
Abonamos agregando una capa de compost de 5 cm o con abono orgánico fresco
(en este caso tenemos que esperar unos 30 días para sembrar).
Cubrimos con una fina capa de pasto seco y dejamos sin cultivar por unos 15 ó
20 días para que nazcan las malezas haciendo más fácil su eliminación.
Pasado ese período, retiramos la cubierta vegetal, rastrillamos y eliminamos las
malezas.
Ahora sí podemos sembrar o plantar.
Las plantas pasan en el almácigo el período inicial de su vida, que es el más delicado y
cuando necesitan más cuidados para crecer.
Cuando las plantitas provenientes de estas semillas alcanzan un tamaño suficiente, las
sacamos del almácigo y se plantan en el lugar definitivo. Esta tarea se llama trasplante.
Biofertilizantes: Cuando los cultivos están creciendo están tomando nutrientes del
suelo. Para que estén bien nutridos podemos utilizar: BIOFERTILIZANTES o
VITALIZADORES como complemento del suministro del suelo.
Los biofertilizantes son preparados líquidos, obtenidos de la fermentación biológica de
materiales orgánicos. Estos se usan como alternativa a los abonos químicos sintéticos,
que pueden tener efectos negativos sobre el ambiente y la susceptibilidad de las plantas
a las enfermedades y parásitos.
Las plagas y enfermedades en muchas ocasiones son favorecidas por la acción humana
que altera los balances del sistema natural. En muchos de ellos aumentamos la densidad
de la planta cultivada, aplicamos agroquímicos o simplificamos extremadamente la
diversidad original, favoreciendo sin quererlo el ataque de enfermedades o plagas que al
darse condiciones ambientales predisponentes logran desarrollarse rápidamente y sin
mayor competencia. Para evitar que esto ocurra debemos restablecer las condiciones
complejas del sistema que ayudan al equilibrio que nos permite obtener alimentos
abundantes y sanos.
Las enfermedades pueden ser causadas por:
• Los hongos: que algunas veces pueden apreciarse a simple vista, como una pelusa o
polvillo sobre las hojas, los frutos o las raíces, o pueden encontrarse ocultos dentro de la
planta, ocasionan diversos síntomas tales como manchas, podredumbres o
marchitamiento.
• Los virus son organismos invisibles a la vista humana que pueden provocar síntomas
tales como enanismo de la planta, mosaico (coloraciones amarillentas distribuidas más o
menos geométricamente) o enrollamiento en hojas.
• Las bacterias tampoco se ven y pueden producir, entre otros síntomas, manchas o
marchitamiento y pudriciones húmedas.
Las plagas pueden causar daños por sí mismas y a la vez favorecer la entrada de
enfermedades. Se destacan por:
• Comer hojas y tallos o cortarlos: hormigas, babosas, caracoles, lagartitas, pájaros.
• Debilitar a la planta por succionar la savia o inyectarle enfermedades: pulgones o
piojillos, chinches, mosquitas y también ácaros.
• Atacar raíces limitando su capacidad de absorber agua y nutrientes: grillo topos y
nematodos que son pequeños gusanitos, no visibles a simple vista.
Importante: No todo bicho que aparece en la huerta es una plaga, ya que existen
muchos insectos benéficos, como los enemigos naturales de las plagas. Algunos
enemigos naturales son la mariquita que come pulgones, , algunas avispitas y algunas
chinches que no comen plantas y también: sapos, ranas, lagartijas, murciélagos, arañas y
pájaros que se alimentan de insectos. A todos ellos debemos cuidarlos.
Cosecha:
Col: El repollo se puede cosechar a partir del momento en que forma cabeza lo cual
generalmente se da a partir de 90 días de plantado.
Valor nutritivo: Además del aporte de fibra se destacan por presentar compuestos que
constituyen el aroma y sabor característico - entre amargo y picante - de este grupo de
hortalizas pertenecientes a la familia de las crucíferas.
Usos: Recordar que el repollo se puede consumir crudo. Para completar su higiene,
sumergir en una solución preparada con 1 cucharadita de hipoclorito por litro de agua y
luego enjuagar. La ensalada debe prepararse lo más próximo al consumo que sea posible
y aderezar a último momento para conservar las características del vegetal. Se corta por
debajo de la cabeza a ras del suelo.
Zapallo: La cosecha se inicia 120 a 150 días luego de la siembra, entre febrero y mayo
cuando la cáscara está dura y no se le puede clavar la uña. Si se observa la unión del
fruto a la planta, ésta debe estar seca y dura. Una sola planta de zapallo criollo puede
dar entre 8 y 12 kg o 3 a 4 zapallos. El “curado” de los frutos se realiza dejándolos unos
días al aire libre cuando el tiempo es seco y templado.
Cualquier lugar seco, fresco y protegido del sol y las ratas es bueno para conservar
zapallos durante 5 a 7 meses. Una práctica recomendada por productores es colocar los
zapallos en la misma posición que se encontraban en el campo, es decir, con la parte
clara de la cáscara hacia abajo. La calabaza en general se conserva menos que el zapallo
criollo o el calabacín.
Valor nutritivo: Principalmente se destaca su aporte de vitamina A en forma de
carotenos.
Usos: Para su higiene: lavar con abundante agua, cepillando la superficie si fuera
necesario. Se quita el centro, el tejido esponjoso con las semillas. Estas semillas pueden
consumirse una vez peladas y después de dejarse secar. La cocción se realiza en agua
suficiente para cubrirlo. Colocarlo cuando el agua ya está hirviendo y cocinar con olla
tapada unos 40 a 50 minutos. Preparaciones posibles son: sopa crema, puré, buñuelos,
budines. Puede conservarse en almíbar o dulce. Las flores también pueden consumirse
en ensaladas.
Cilantro y perejil: Como regla general las aromáticas se cosechan justo en el momento
de floración, ya que es allí cuando han acumulado el máximo de aromas.
Para conservarlas es preferible recogerlas en la mañana si están secas y libres de rocío.
Recomendamos evitar los momentos de mayor calor ya que el sol fuerte facilita la
volatilización de los aceites esenciales y demás sustancias que producen el aroma.
Valor nutritivo: Sabor y aroma.
Usos: Se utilizan en pequeñas cantidades como condimento.
Bibliografía:
Cuchman, A.; Riquelme, H.; Firpo, J.; Padilha, R. 2005 Huerta Orgánica.
Herramienta para la educación y el desarrollo. Ed LOGROS