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FACULTAD DE DERECHO
ARAUCA-ARAUCA
2021
ELEMENTOS DE LA RESPONSABILIDAD FISCAL
Ahora bien, encontramos el fundamento constitucional del control fiscal en el artículo 267,
donde se establece que la Contraloría General de la República es la entidad encargada de
realizar el ejercicio de control fiscal, además se encargará de la vigilancia de la gestión
fiscal de la administración y de los particulares o entidades que estén facultadas para el
manejo de fondos y bienes del Estado y, legalmente la Responsabilidad Fiscal está regulada
en la ley 610 de 2000 “Por la cual se establece el trámite de los procesos de
responsabilidad fiscal de competencia de las contralorías”. Es en artículo primero de la
anterior mencionada ley que se nos da una definición acerca de lo que es el proceso de
responsabilidad fiscal: “El proceso de responsabilidad fiscal es el conjunto de actuaciones
administrativas adelantadas por las Contralorías con el fin de determinar y establecer la
responsabilidad de los servidores públicos y de los particulares, cuando en el ejercicio de
la gestión fiscal o con ocasión de ésta, causen por acción u omisión y en forma dolosa o
culposa un daño al patrimonio del Estado.”
Frente a los elementos de la responsabilidad fiscal tenemos que son los mismos que hacen
alusión a la responsabilidad civil. Puesto que, se requiere que exista un daño que recaiga
sobre el patrimonio público, y que esta a su vez sea producto de una conducta activa u
omisiva y, que su vez sea dolosa o culposa y que haya sido producida por un servidor
público o un particular.
Conducta dolosa o gravemente culposa atribuible a una persona que realiza gestión
social.
La acción antijurídica que se imputa al sujeto del daño, hace alusión a la facultad de
ejercicio de las funciones de un servidor público, mediante el cual en el ejercicio de las
funciones públicas causa un daño patrimonial, respecto de los bienes o fondos que han sido
dispuestos a su cargo para su administración o custodia.
Se ha establecido mediante la Ley 610 de 2000, que el grado de esa responsabilidad puede
deducirse como el de la culpa leve, que se define en el Código Civil en su artículo 63, como
“la falta de aquella diligencia y cuidado que los hombres emplean ordinariamente en sus
negocios propios, lo que se opone a la diligencia o cuidado ordinario o mediano.”
Daño patrimonial
De acuerdo con el artículo 6º de la Ley 610 de 2000, se entiende por daño patrimonial al
Estado, la lesión al erario público, representada en el menoscabo, disminución, perjuicio,
detrimento, pérdida, uso indebido o deterioro de los bienes o recursos públicos, o a los
intereses patrimoniales del Estado, producida por una gestión fiscal antieconómica,
ineficaz, ineficiente, inequitativa e inoportuna, que en términos generales, no se aplica al
cumplimiento de los cometidos y de los fines esenciales del Estado, particularizados por el
objetivo funcional y organizacional, programa o proyecto de los sujetos de vigilancia y
control de las contralorías.
Ahora, al hacer hincapié en la acción ejecutada por el gestor fiscal como factor
determinante de la responsabilidad que le pueda ser indilgada, deberá analizarse quien se
considera como tal y, por tanto sujeto activo en el desarrollo de un proceso de
responsabilidad fiscal, en el evento en que se busque establecer una responsabilidad por
detrimentos a los recursos públicos que sea derivada por la gestión fiscal.
Tenemos que lo que determina para que se pueda vincular una persona a un proceso de
responsabilidad fiscal será que los hechos materia de investigación correspondan a una
actividad o función que sea calificada como gestión fiscal.
Relación de causalidad
Es importante decir, que el método de control que se estipulo en la carta política de 1991,
ha sido importante en la regulación de estos ejercicios puesto que, se han adoptado diversos
mecanismos que ayuden a sancionar irregularidades en el ejercicio del control fiscal, como
a prevenir los mismos y que generen detrimento a los recursos públicos ya que, finalmente
son nuestros mismos recursos. No podríamos decir que estos mecanismos han sido
completamente eficaces en el momento de aplicar sanciones o prevenir futuras lesiones en
los recursos públicos, pero que si por menos han sido herramientas que han ayudado a que
este tipo de conductas sean menos frecuentes en quienes tienen a su cargo el manejo de los
recursos del Estado.
Finalmente, el ejercicio del control fiscal aunque esté a cargo de entidades determinadas
como tal, somos nosotros como personas que tenemos la gran responsabilidad de ayudar en
la vigilancia acerca de los destinos en los cuales se invierten los dineros públicos, somos
nosotros quienes debemos ayudar a contribuir para que conductas no beneficiosas al Estado
se sigan presentando, y sigan beneficiando solo a unos pocos, omitiendo el principio de que
el interés general siempre ha de primar sobre el particular.