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SOCIEDAD - 9 COPIAS
Antonio Carlos Robert Moraes
Departamento de Geografía, Universidad de San Pablo
En: IIº Seminario Nacional sobre Universidad y Medio Ambiente. Secretaría Especial de
Medio Ambiente/ Universidad Federal do Pará. Belém, noviembre de 1987.
Publicado en: Meio Ambiente e Ciências Humanas. São Paulo, HUCITEC, 1994;
Capítulo 6, p.67-80.
Traducción provisoria.
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* - Traducción: Claudia E. Natenzon, para la cátedra Recursos y Sociedad, 1er. cuatrimestre de 1994.
1 - Antonio Carlos Robert Moraes "Introducción de la Temática Ambiental en las Ciencias Sociales", 1er. Seminario Nacional
2 - Antonio Carlos Robert Moraes e Wanderley Messias da Costa Geografia Crîtica. A valorização do Espaço. Ed. Hucitec,
São Paulo, 1984.
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se diseñan los objetos y que se definen las relaciones de estos con el sujeto de
conocimiento; por tanto, la posibilidad misma de conocerlos.
Existen, con todo, otros métodos que se pretenden específicos de una clase
particular de fenómenos, o mismo de una sola ciencia. En este último caso estaría la
sociología comprensiva de Max Weber o la teoría psicoanalítica de Freud, dedicadas al
estudio de realidades bien circunscriptas y con procedimientos íntimamente ligados a
los objetos en examen. Tales propuestas, en principio, no son convertibles al análisis de
otros fenómenos. En términos de un horizonte un poco mayor de aplicación, podrían
nombrarse las perspectivas marxistas, estructuralistas y fenomenológicas, que limitan
su alcance explicativo al dominio de los fenómenos sociales, desconociendo
proyecciones en el campo de las ciencias naturales.
3 - Sobre el positivismo en la sociología: Emile Durkheim As Regras do Método Sociológico, Ed. Nacional, São Paulo, 4ta.
ed.- 1966. En la geografía: Friedrich Ratzel Geografía dell'Uomo, Ed. Fratelli Bocca, Turin, 1914.
4 - Es conocido el ejemplo de un vaso que como objeto empírico único puede conocer análisis diferenciados: mineralógico,
estético, antropológico, económico, etc. Sobre el neo-kantismo en geografía, ver: Richard Hartshorne Propósitos e Natureza da
Geografia, Ed. Hucitec/Edusp, São Paulo, 1979. Na sociología, ver: Julien Freund Sociologia de Max Weber, Ed. Forense, São
Paulo, 1966.
5 - Para una crítica del positivismo clásico, ver: Lesek Kolakowski La Filosofía del Positivismo, Roma/Bari, 1974. Sobre el
positivismo lógico: Enrique E.Mari Neopositivismo e Ideología, Ed. Universitaria, Buenos Aires, 1974.
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La historia del marxismo ilustra con claridad este punto. Las tentativas de
expandir su alcance más allá de los estudios sobre la sociedad revelan, en la opinión de
comentaristas destacados, desvíos positivizantes con el empobrecimiento del
componente dialéctico de tal método6. Son hoy numerosas las críticas a las
formulaciones de Engels en la Dialéctica de la Naturaleza y en el Anti-Duhring y sus
implicaciones en la concepción mecanicista de la historia presente en la obra de
autores como Plekhanov, Kaustsky y Bukharin (refutados por Lukács, Kirsch y Gramsci,
entre otros). También las concepciones reduccionistas de "cultura proletaria" (Zdhanov)
o de "ciencia proletaria" (Lisenko), dominates en el período stalinista, fueron blanco de
contundentes críticas7. En verdad, actualmente, los pensadores marxistas más
refinados restringen la vigencia de la propia dialéctica a los fenómenos dotados de
materialidad social8. Así, es cada vez más enfática la defensa del materialismo histórico
y dialéctico como método exclusivo de las ciencias de la sociedad, aplicables a su
amplia gama de especializaciones. Hoy, se conocen investigaciones marxistas desde la
antropología (Godelier) a la psicología (Reich), del derecho (Cerroni) a la teoría
literarias (Baktikin), aún cuando son inexistentes trabajos orientados por tal método en
la física, en la química o en la biología.
6 - Tómense los ensayos constantes de la obra organizada por Eric Hobsbawn, Historia del Marxismo, Ed. Paz y Tierra, Río
de Janeiro, 1982/7. Por ejemplo, de Franco Andreucci "A difusão e Vulgarização do Marxismo", en el volumen II.
7 - Ver por ejemplo: José Paulo Netto "Lukács y la Problemática Cultural de la Era Stalinista", Revista Temas nro.6, São
Paulo, 1979.
8 - Ver Perry Anderson Consideraciones sobre el marxismo Occidental, Ed. Afrontamento, Porto, 1976.
9 - Sobre este método: Varios Autores Estructuralismo, Ed. Portugália, Lisboa, s/d; y Claude Lévi-Strauss Antropología
10 - Ver: Maurice Merleau-Ponty "Sobre a fenomenologia da linguagem". Coleção Os Pensadores, Ed.Abril, São Paulo, 1980.
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acerca de su responsabilidad social11. Se reduce el método a la técnica y el ciudadano
al técnico.
11 - Ver Jurgen Habermas - Conhecimiento e Interesse y Ciência e Técnica enquanto Ideologia, coleção Os Pensadores, Ed.
12 - Los trabajos desarrollados por CEDEC de San Pablo buscan identificar las características propias de tales movimientos,
constituyendo la revista de este centro una fuente interesante de consulta.
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filosóficos13. Dilucidar de esta manera las concepciones de naturaleza, de sociedad y
de relación sociedad/naturaleza, a nivel de las grandes matrices metodológicas de las
ciencias modernas. Este trabajo, en sí una empresa de largo aliento, reforzaría un
señalamiento sólido para futuras propuestas analíticas y operacionales en este campo.
En los límites del presente texto, se intenta indicar el enunciado contenido en las
formulaciones fundantes de uno de los métodos de mayor vigor, a nivel de las ciencias
humanas, a lo largo del último siglo: el materialismo histórico y dialéctico.
13 - Ver, por ejemplo: Gerd Bornheim "Reflexões sobre o Meio Ambiente: um caso político". Revista Pau Brasil nro.6, São
Paulo, 1985.
14 - Alfred Schmidt El concepto de naturaleza en Marx, Ed. Siglo Veintiuno, México, 1976.
15- Ver, principalmente: Karl Marx O Capital (Crîtica da Economia Polîtica), Libro I, vol I, Ed. Civilização brasileira, Rio de
Janeiro, 3ra. ed. 1975, cap. V "O processo de trabalho".
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naturaleza, en un proceso donde el hombre va alterando los paisajes de la superficie de
la Tierra, imprimiéndoles su marca16.
Aquí está el punto nodal de esta visión, que define una formulación específica de
la cuestión ambiental. Aquí, la perspectiva de Marx va a asumir la posición antípoda de
la óptica positivista. Esta busca enfáticamente aprehender la unidad del hombre con la
naturaleza. Marx, respetando en un principio la naturalidad del hombre, transforma esa
meta en un discurso sobre lo obvio. El hombre es un ser de la naturaleza, que se
desarrolla en un intercambio constante con los elementos de esta, que posee
necesidades naturales las cuales busca suprimir movilizando su capacidad nata sobre
los materiales ambientales. La condición humana implica un substrato biológico
irreductible, que data de forma ineluctable la historia de los individuos.
16 - Ver: Antonio Carlos Robert Moraes e Wanderley Messias da Costa Geografia crîtica. A Valorização do Espaço, op.cit.,
caps.6 y 7.
17 - Ver: Milton Santos Pensando o Espaço do Homem, Ed. Hucitec, São Paulo, 1982.
18 - Ver: Karl Marx Contribução para a Crîtica da Economia Polîtica, Ed. Estampa, Lisboa, 1974.
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Se ve que la cuestión en examen pasa a ser no la de la unidad entre el hombre y la
naturaleza, sino el de la separación entre los dos. Y teniendo la unidad como natural, la
separación sólo puede ser histórica y social19. Por eso, es en el universo específico de
la vida social que debe ser formulada la relación en foco. La ligazón natural con la
naturaleza es quebrada a través de las reglas establecidas en la convivencia social. La
estructuración de la sociedad define las relaciones de los individuos con la mayor parte
de los recursos naturales, al normatizar sus relaciones entre sí. Las relaciones de
propiedad, con mayor claridad, son un ejemplo notable de mecanismos sociales donde
algunos garantizan su domino sobre porciones de espacio terrestre (y de los recursos
ahí contenidos), vedando a otros la posibilidad de usufructuarlos. Marx argumenta que
en la sociedad capitalista, al proletariado sólo le resta el dominio de su propia
naturaleza interna, su capacidad muscular y mental que en cuanto "fuerza de trabajo"
es ofrecida en el mercado como cualquier otra mercadería.
19 - Ver: Karl Marx Formações Econômicas Pré-Capitalistas, Ed. Paz e Terra, Rio de Janeiro, 1974.
20 - Ver: Georg Lukács "As bases ontológicas do pensamento e da atividade do homen", Revista Temas nro.4, São Paulo,
1978. Y también: Varios Autores Conversando com Lukács, Ed. Paz e Terra, Rio de Janiero, 1969.
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Pero no es sólo en términos ontológicos que ocurre esta distinción. También la
relación del sujeto de conocimiento con el objeto varía, según el marxismo, en el
estudio de la naturaleza y la sociedad. Ya Engels trabajó con ahínco este tópico,
ironizando que ningún investigador busca a dios en el microscopio; y sin embargo,
nada impide que al salir del laboratorio él sea un individuo profundamente religioso.
Hay, en el dominio de los fenómenos naturales, una externalidad del sujeto en relación
al objeto también sin paralelo en las ciencias sociales. Esta permite un examen del
fenómeno donde creencias y valores personales del investigador influyen menos en la
interpretación. Al analizar fenómenos sociales el investigador además de sujeto es
también parte del objeto (en cuanto miembro de la sociedad), por eso su evaluación se
pauta mucho más por su vivencia objetiva y por las concepciones que desenvuelve en
su vida cotidiana. Los valores culturales y políticos necesariamente se inmiscuyen en la
lectura que él haga de su objeto. El intervalo entre ciencia e ideología queda así mucho
más impreciso en el estudio de los fenómenos sociales.
21 - Ver: Massimo Quaini Marxismo e Geografia Ed. Paz e Terra, Rio de Janeiro, 1979.
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el contexto universitario brasileño, al menos de ciencias humanas. El trato de la
cuestión ambiental se reciente de mejor fundamentación conceptual y de bases
filosóficas más sólidas. Esto es un presupuesto del refinamiento analítico que la
dimensión del problema ambiental brasileño requiere para ser bien formulado. Aquí se
ha presentado rápidamente indicaciones de un solo campo metodológico, y aun así en
términos de sus fundamentos más genéricos. Un vasto terreno de investigación se abre
a nuestro frente.
Se sabe que el universo de las ciencias sociales es la principal vía por la cual el
conocimiento científico se relaciona con la ciudadanía. Así, la superación de un nivel
meramente técnico de intervención sobre la cuestión ambiental demanda un
enriquecimiento de las investigaciones en este área. Esto propiciaría a las propuestas
oriundas de la práctica del planeamiento una evaluación más rica. Una crítica -en el
sentido académico- de las políticas públicas del sector, que las discutirían en un nivel
superador de lo inmediato. Y, en este intercambio, la universidad reforzaría su papel de
portavoz de la sociedad civil, en su tenso e inevitable diálogo con el Estado.
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