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ANTOLOGÍA DE POEMAS
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Siglo XX

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Seleccionados por J. Ramón Cervera

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BLOQUE I: POEMAS EN ALEMÁN

I. 1. GEORG TRAKL (1887-1914) el movimiento de tus brazos.

I.1.1. De profundis Se escucha un espino,


allá donde vuelan tus dos ojos de luna.
Existe un campo de rastrojos donde cae una lluvia negra. Ah, hace cuánto tiempo que eres de la muerte.
Existe un árbol pardo que se alza solitario.
Existe un viento que susurra entre chozas vacías. Tu cuerpo es un jacinto
Qué atardecer tan triste. donde un monje sumerge sus dedos de cera.
Y una cueva sombría es nuestro silencio
A la orilla de la aldea de la que a veces surge un apacible animal.
la dulce huérfana recoge escasas espigas. Deja caer lento los pesados párpados.
Sus ojos redondos y dorados recorren el crepúsculo
y su seno anhela al esposo celestial. Sobre tus sienes gotea un oscuro rocío,
el último oro de las estrellas extinguidas.
De regreso al hogar
unos pastores hallaron el dulce cuerpo Versión de Helmut Pfeiffer
descompuesto en el espino.
I.2. RAINER MARIA RILKE (1875-1926)
Una sombra soy lejos de oscuras aldeas.
El silencio de Dios I.2.1. Un día tomé entre mis manos...
bebí en la fuente del bosque.
Un día tomé entre mis manos
Sobre mi frente golpeó un frío metal. tu rostro. Sobre él caía la luna.
Arañas buscan mi corazón. El más increíble de los objetos
Hay una luz que se extinguió en mi boca. sumergido bajo el llanto.
Como algo solícito, que existe en silencio,
De noche me encontré en un páramo, tenía que durar casi como una cosa.
colmado de deshechos y de polvo de estrellas. y con todo nada había en la fría noche
En los avellanos que más infinitamente se me escapara.
tintinearon ángeles cristalinos. Oh, porque desembocamos en estos lugares,
se apresuran hacia la pequeña superficie
Versión de Helmut Pfeiffer todas las ondas de nuestro corazón,
voluptuosidad y desfallecimiento,
I.1.2. Quietud y silencio y al fin, ¿a quién ofrecemos todo esto?
Ay, al extraño, que nos ha malentendido,
Pastores enterraron al sol en el desnudo bosque. ay, a aquel otro, que nunca hemos encontrado,
Un pescador sacó a aquellos siervos, que nos han maniatado,
en su delicada red a la luna del lago helado. a los vientos de primavera, que se han desvanecido,
ya la quietud, la perdedora.
En el azul cristal
habita el hombre pálido, Versión de Jaime Ferrero Alemparte
la mejilla apoyada en sus estrellas;
o inclina la cabeza en sueño purpúreo. I.2.2.

Siempre inquieta al contemplador ¿Qué harás tú, oh Dios, cuando yo muera?


el negro vuelo de los pájaros Yo soy tu cántaro (¿y si me quiebro?)
que en el azul sagrado de las flores Yo soy tu bebida (¿y si me corrompo?)
piensa en el cercano silencio del olvido, Soy tu ornato y tu oficio.
en ángeles extintos. Tú pierdes conmigo tu sentido.

De nuevo oscurece la frente en rocas lunares; Después de mí no tendrás casa en donde


y radiante surge la hermana palabras cercanas y cálidas te saluden.
en otoño y negra podredumbre. De tus pies cansados se caerá
la sandalia de seda que yo soy.
Versión de Helmut Pfeiffer
Tu gran manto se soltará de ti.
I.1.3. Al niño Elis Tu mirada, que yo acojo caliente
en mis mejillas, como en una almohada,
Elis, cuando el mirlo llame en el oscuro bosque andará buscándome largo tiempo -
será tu ocaso. y a la hora del ocaso se echará
Tus labios beben frescura en la pedregosa fuente azul. en el regazo de unas piedras desconocidas.

Cuando tu frente sangre suavemente Y tú, oh Dios, ¿qué harás? Yo tengo miedo.
olvida las antiguas leyendas
y el oscuro augurio del vuelo de los pájaros.

Pues tus leves pasos se adentran en la noche


cargada con los púrpuras racimos de la vid;
mientras el azul hace más bello
I.3. HERMANN HESSE (1877-1962) ¿Dónde la nieve del año pasado?

I.3.1. Huida de la juventud 2


Claro que con los años una va
El estío, cansado, inclina la cabeza más ligera al mercado del amor
para verse surgir, amarillo, del lago. y los abraza por rebaños.
Hago mi camino cansado y polvoriento Pero los sentimientos
por las alamedas en penumbra. se vuelven sorprendentemente fríos
El viento titubea y corre entre los álamos. si se escatiman tanto
A mis espaldas, el cielo empieza a enrojecer. (al fin y al cabo no hay provisión que no se acabe).
Delante de mí tengo el miedo de la noche. Gracias a Dios todo pasa deprisa,
Y crepúsculo. Y muerte. la pena incluso; también el amor.
Hago mi camino cansado y polvoriento, ¿Dónde están las lágrimas de anoche?
y detenida y dudosa queda tras de mí l ¿Dónde la nieve del año pasado?
a juventud, que baja su hermosa cabeza
y se niega a acompañarme. 3
Y aunque aprendas bien el trato
I.3.2. En la niebla en la feria del amor,
transformar el placer en calderilla
¡Qué extraño es vagar en la niebla! nunca resulta fácil.
En soledad piedras y sotos. Pero, bien, se consigue.
No ve el árbol los otros árboles. Aunque también envejeces mientras tanto
Cada uno está solo. (al fin y al cabo no siempre se tienen diecisiete.)
Gracias a Dios todo pasa deprisa,
Lleno estaba el mundo de amigos la pena incluso; también el amor.
cuando aún mi cielo era hermoso. ¿Dónde están las lágrimas de anoche?
Al caer ahora la niebla ¿Dónde la nieve del año pasado?
los ha borrado a todos.
Versión de Jesús Munárriz y Jenaro Talens
¡Qué extraño es vagar en la niebla
!Ningún hombre conoce al otro. I.5.2. Debilidades
Vida y soledad se confunden.
No tenías ninguna,
I.4. PAUL CELAN (Rumanía, 1920-1970) yo sólo una,
que amaba.
I.4.1. Elogio de la lejanía
Versión de Jesús Munárriz y Jenaro Talens
En la fuente de tus ojos
viven las redes de los pescadores de la mar del extravío. I.5.3. Loa del estudio
En la fuente de tus ojos
el mar cumple su promesa. ¡Estudia lo elemental! Para aquellos
Aquí arrojo yo, cuya hora ha llegado
un corazón que se detuvo entre los hombres, no es nunca demasiado tarde.
mi ropa y el esplendor de un juramento: ¡Estudia el "abc" !No basta, pero
Más negro en lo negro, más desnudo voy. Estúdialo. ¡No te canses!
Sólo infidente soy fiel. ¡Empieza! ¡Tú tienes que saberlo todo!
Yo soy tú si yo soy yo. Estás llamado a ser un dirigente.
En la fuente de tus ojos
desvarar suelo y sueño un rapto. ¡Estudia, hombre en el asilo!
Una red prendió una red: ¡Estudia, hombre en la cárcel!
nos separamos enlazados. ¡Estudia, mujer en la cocina!
En la fuente de tus ojos ¡Estudia, sexagenario!
un ahorcado estrangula la soga. Estás llamado a ser un dirigente.

Versión de José Luis Reina Palazón ¡Asiste a la escuela, desamparado!


¡Persigue el saber, muerto de frío!
I.5. BERTOLT BRECHT (1898-1956) ¡Empuña el libro, hambriento! ¡Es un arma!
Estás llamado a ser un dirigente.
I.5.1. Canción de la prostituta
¡No temas preguntar, compañero!
1 ¡No te dejes convencer!
Señores míos, con diecisiete años ¡Compruébalo tú mismo!
llegué al mercado del amor Lo que no sabes por ti,
y mucho he aprendido. no lo sabes.
Malo hubo mucho, Repasa la cuenta,
pero ése era el juego. tú tienes que pagarla.
Aunque hubo Cosas que sí me molestaron Apunta con tu dedo a cada cosa
(al fin y al cabo también yo soy persona). y pregunta: "Y esto, ¿de qué?"
Gracias a Dios todo pasa deprisa, Estás llamado a ser un dirigente.
la pena incluso; también el amor.
¿Dónde están las lágrimas de anoche? Traducción Vicente Romero-Versión Jesús López Pacheco
BLOQUE II: POEMAS EN INGLÉS

II.1. SYLVIA PLATH (EEUU, 1932-1963) Mi semana de trabajo y mi descanso dominical,


Mi mediodía, mi medianoche, mi palabra, mi canción;
II.1.1.Espejo Creí que el amor sería eterno, pero me equivoqué.

Soy de plata y exacto. Sin prejuicios. Ya no deseo las estrellas: apáguenlas todas;
Y cuanto veo trago sin tardanza Llévense la luna y desmantelen el sol;
tal y como es, intacto de amor u odio. Vacíen el océano y talen los bosques,
No soy cruel, solamente veraz: Porque ya nada puede volver a ser como antes.
ojo cuadrangular de un diosecillo.
En la pared opuesta paso el tiempo Versión de Luis S.
meditando: rosa, moteada. Tanto ha que la miro
que es parte de mi corazón. Pero se mueve. II.3. E. E. CUMMINGS (EEUU, 1894-1962)
Rostros y oscuridad nos separan
II.3.1. Estás cansada
sin cesar. Ahora soy un lago. Ciérnese
sobre mí una mujer, busca mi alcance. Estás cansada
Vuélvese a esos falaces, las luciérnagas (yo creo)
de la luna. Su espalda veo, fielmente del perpetuo enigma de vivir y sus afanes;
la reflejo. Ella me paga con lágrimas y yo también.
y ademanes. Le importa. Ella va y viene.
Su rostro con la noche sustituye Ven conmigo, pues,
las mañanas. Me ahogó niña y vieja y partiremos muy lejos
(sólo tú y yo, ¿comprendes?).
II.2. W. H. AUDEN (Reino Unido, 1907-1973)
Tú has jugado
II.2.1. (yo creo)
Nosotros, también, habíamos conocido momentos dorados y has roto tus juguetes más queridos,
en los que cuerpo y alma estaban en sintonía, y ahora estás algo cansada;
habíamos bailado con nuestros amores verdaderos cansada de las cosas que se rompen,
a la luz de una luna llena, cansada, eso es todo.
y nos habíamos sentado con los sabios y los buenos Yo también.
mientras las lenguas cobraban ingenio y alegría
degustando algún noble plato Pero vengo con un sueño en mis ojos esta noche,
directo de Escoffier; y llamo con una rosa
habíamos sentido la gloria indiscreta a la desolada verja de tu corazón.
que las lágrimas reservan aparte. ¡Ábreme!
Y a la grandiosa usanza de antaño Que yo te mostraré lugares que nadie conoce
habríamos cantado con el corazón henchido. y, si tú quieres,
Pero, objeto de zarpazos y chismorreos, las perfectas regiones del Sueño.
por parte de la promiscua multitud
transformados por ardid de los editores ¡Ah, ven conmigo!
en hechizos para confundir a la muchedumbre, yo te encenderé esa maravillosa burbuja, la luna,
todas las palabras como Paz y Amor, que perenne flota.
todo discurso afirmativo y cuerdo, Te cantaré la canción jacinto
había sido mancillado, profanado, degradado de las probables estrellas,
hasta tornarse horrendo chirrido mecánico. y buscaré en las apacibles estepas del Sueño,
Ningún estilo moderado sobrevivió hasta encotrar la Flor Única,
al pandemonio que sustentará (yo creo) tu tierno corazón
salvo el burlón, el sotto-voce, mientras la luna se eleva desde el mar.
irónico y monocromo:
y ¿dónde íbamos a encontrar refugio II.4. DYLAN THOMAS (Gales, Reino Unido, 1914-1953)
para la dicha o el mero contento
cuando apenas nada quedaba en pie II.4.1.
salvo el suburbio de la disensión? Y la muerte perderá su dominio.
Los muertos desnudos serán un solo muerto.
Versión de Eduardo Iriarte Con el hombre en el viento y la Luna de occidente;
cuando se descarnen los huesos y desaparezcan los huesos.
II.2.2. Funeral blues Donde hubo codos y pies aparecerán estrellas.
Y aunque se sumerjan en profundas aguas tendrán que resurgir.
Paren todos los relojes, descuelguen el teléfono, Y aunque los amantes se extravíen perdurará el amor.
Eviten que el perro ladre dándole un hueso jugoso, Y la muerte perderá su dominio.
Silencien los pianos, y con un apagado timbal,
Saquen el ataúd, dejen pasar a los deudos. Y la muerte perderá su dominio.
Bajo los remolinos del mar
Que los aviones nos sobrevuelen en círculos luctuosos aquellos que yazgan largamente no morirán en la tempestad
garabateando en el cielo el mensaje Él ha muerto, retorciéndose en el tormento, cuando cedan los tendones
Pongan un crespón alrededor de los cuellos blancos de las palomas, atados a una rueda no podrán destrozarse;
Que los policías de tráfico usen guantes negros de algodón. entre sus manos la fe se romperá en dos
y el Unicornio del mal los atravesará.
Él era mi Norte, mi Sur, mi Este y mi Oeste, Y hendidos por todas partes no se desmembrarán.
Y la muerte perderá su dominio.
Versión de Nicolás Suescún
Y la muerte perderá su dominio.
Nunca más las gaviotas gritarán en sus oídos II.7.2. La isla del lago de Innisfree
o se romperán las olas tumultuosamente en la ribera;
allí donde se abrió una flor nunca más otra flor Me levantaré y me pondré en marcha, y a Innisfree iré,
ofrecerá su cabeza a los golpes de la lluvia. y una choza haré allí, de arcilla y espinos:
Y aún locas o muertas como clavos nueve surcos de habas tendré allí, un panal para la miel,
atravesarán la margaritas con sus cabezas de señoras; y viviré solo en el arrullo de los zumbidos.
irrumpiendo sobre el Sol hasta que el Sol se desprenda.
Y la muerte perderá su dominio. Y tendré algo de paz allí, porque la paz viene goteando con calma,
goteando desde los velos de la mañana hasta allí donde canta el grillo;
Versión de Waldo Rojas allí la medianoche es una luz tenue, y el mediodía un brillo escarlata
y el atardecer pleno de alas de pardillo.
II.5. WALLACE STEVENS (EEUU, 1879-1955)
Me levantaré y me pondré en marcha, noche y día,
II.5.1. El poema que ocupó el lugar de una montaña oigo el agua del lago chapotear levemente contra la orilla;
mientras permanezco quieto en la carretera o en el asfalto gris
Allí estaba, palabra tras palabra, la oigo en lo más profundo del corazón.
El poema que ocupó el lugar de una montaña.
Versión de Luis Zalamea
Él aspiraba de su oxígeno,
Incluso cuando el libro yacía del revés sobre el polvo, en su mesa. II.7.3. La rueda

Le trajo a la memoria cómo necesitó A través del invierno invocamos la primavera,


De algún lugar para seguir su rumbo, toda la primavera llamamos al verano,
y cuando ya resuenan los setos rebosantes
Cómo llegó a recomponer los pinos, declaramos que lo mejor es el invierno.
A trasladar las rocas, abrir camino entre las nubes, Y después nada hay bueno
porque la primavera no ha venido.
Para una perspectiva que sería perfecta, No sabemos que aquello que perturba nuestra sangre
Donde él se consumase en una inexplicable consunción: es sólo su nostalgia de la tumba.

La exacta roca en donde sus inexactitudes Versión de Enrique Caracciolo Trejo


Descubriesen, al fin, el panorama hacia el que había tendido,
II.7.4. Los dos árboles
Donde pudiese yacer y, contemplando el mar,
Reconocer su hogar, único y solitario. Amada, mira en tu propio corazón,
el árbol sagrado crece allí;
II.6. WILLIAM CARLOS WILLAMS (EEUU, 1883-1963) de la alegría surgen las ramas sagradas
y todas las flores estremecidas que ellas dan.
II.6.1. Poeta con cabeza de cerdo Los cambiantes colores de sus frutos
son dote de alegre luz para las estrellas;
Todo lo que hago la certeza de su escondida raíz
todo lo que escribo ha plantado silencio en la noche;
me aleja el agitarse de su frondosa cabeza
de quienes quiero donó su melodía a las olas
Si es bueno y desposaron la música con mis labios,
quedan confundidos susurrando para ti hechicera canción.
si es malo Allí van los Amores en círculos,
avergonzados el círculo llameante de nuestros días,
Corro un riesgo enorme girando en espiral de un lado a otro
hacia el amor que me tienen por esos vastos e ignorantes caminos frondosos;
camino descalzo al recordar ese pelo agitado
por arenas movedizas y cómo se disparan las sandalias aladas,
tus ojos se llenan de tierna solicitud:
II.7. W. B . YEATS (Irlanda, 1865-1939) amada, mira en tu propio corazón.

II.7.1. No mires más en el espejo amargo


Cuando estés vieja y gris y soñolienta que demonios, con astucia sutil,
y cabeceando ante la chimenea, toma este libro, muestran ante nosotros cuando pasan;
léelo lentamente y sueña con la suave mirada o mira sólo un instante;
y las sombras profundas que antes tenían tus ojos. pues crece allí una imagen fatal
que recibe la noche tormentosa,
Cuántos amaron tus momentos de alegre gracia raíces casi cubiertas por las nieves,
y con falso amor o de verdad amaron tu belleza, cortadas ramas, ennegrecidas hojas.
pero sólo un hombre amó en ti tu alma peregrina Pues todo deviene esterilidad
y amó los sufrimientos de tu cambiante cara. en el espejo opaco que los demonios sostienen,
el espejo de exterior abatimiento
E inclinada ante las relumbrantes brasas hecho cuando Dios durmiera en tiempo antiguo.
murmulla, un poco triste, cómo escapó el amor Allí, por las ramas partidas, andan
y anduvo en las cimas de las altas montañas los cuervos de inquietante pensamiento;
y entre un montón de estrellas ocultó su rostro. volando, clamorosos, de un lugar a otro,
con garra cruel y garganta hambrienta, Versión de Enrique Caracciolo Trejo
o se detienen y olfatean el viento
y agitan las raídas alas; ¡ay!,
tus ojos dulces se tornan crueles: II.7.8. Si tan sólo yacieras muerta y fría...
no mires más en el espejo amargo.
Si tan sólo yacieras muerta y fría
Versión de Enrique Caracciolo Trejo Y las luces del oeste se apagaran,
Vendrías aquí e inclinarías tu cabeza,
II.7.5. Mil novecientos diecinueve Y yo reposaría la frente sobre tu pecho
Y tú susurrarías palabras de ternura
Venid, mofémonos del grande Perdonándome, pues ya estás muerta:
que tenía tantos pesos en su mente
y tanto trabajaba y hasta tan tarde No te alzarías ni partirías presurosa,
para dejar detrás un monumento Aunque tengas voluntad de pájaro errante,
que no pensó en el viento que arrasaba. Mas tú sabes que tu pelo está prisionero
En torno al sol, la luna y las estrellas;
Venid, mofémonos del sabio; Quisiera, amada, que yacieras
con tanto calendario En la tierra, bajo hojas de bardana,
donde fijar los ojos fatigados, Mientras las estrellas, una a una, se apagan.
nunca vio cómo corrían las estaciones
y ahora está boquiabierto ante el sol. II.7.9. Un aviador irlandés prevé su muerte

Venid, mofémonos del bueno Sé que en algún lugar entre las nubes
que imaginó a la bondad alegre he de hallar mi destino;
y que enfermo de su soledad no odio a quienes son mis enemigos,
podría proclamar un día festivo: no amo a quienes debo defender;
pero el viento sopló y ¿dónde están ahora? mi país es Kiltartan Cross,
mis paisanos los pobres de Kiltartan,
Y luego, mofémonos de quien se mofa, ningún posible fin ha de quitarles nada
que ni una mano movería o hacerles más felices de lo que eran.
para ayudar al bueno, al sabio, al grande, Ni leyes ni deberes me ordenaron luchar,
para cerrar el paso a la vil tormenta, pues nosotros ni estadistas ni masas entusiastas,
traficamos en mofas. un solitario impulso de deleite
me empujó a este tumulto entre las nubes;
Versión de Enrique Caracciolo Trejo todo lo sopesé, de todo hice memoria,
los años por venir me parecieron
II.7.6. Nunca des todo el corazón vano aliento,
vano aliento los años transcurridos
Nunca des todo el corazón pues el amor en igualdad con esta vida y esta muerte.
apenas merecerá ser tema de pensamiento
para las mujeres apasionadas si parece Versión de Jordi Doce
seguro; ellas nunca sueñan
que de beso a beso se va marchitando; II.8. T S ELIOT (EEUU-Reino Unido, 1888-1965)
pues todo lo bello es sólo
un breve, soñador, amable deleite. II.8.1. Miércoles de ceniza

Oh, nunca des el corazón completamente I


pues ellas, aunque otras cosas digan tersos labios, Porque no abrigo esperanzas de volver otra vez
han entregado su corazón al juego. porque no abrigo esperanzas
¿Quién podría jugar bien porque no abrigo esperanzas de volver
si sordo y mudo y ciego de amor? ansiando el donde este hombre de este otro sus andanzas
Quien esto escribe conoce bien todo el costo, no lucho por llegar hacia esas cosas
pues dio su corazón y lo perdió. (¿Por qué no ha de abrir el halcón sus alas ya andrajosas?)
¿Por qué he de lamentar
Versión de Enrique Caracciolo Trejo el perdido poder del reino usual ?

II.7.7. Oh, no ames demasiado tiempo Porque no abrigo esperanzas de conocer otra vez
la cierta hora de tan incierta gloria
Amada, no ames demasiado tiempo: porque no pienso así
yo amé mucho, mucho tiempo y porque sé que no conoceré
y me pasé de moda, la única veraz potencia transitoria
como una vieja canción. puesto que he de beber, ahí,
donde florecen los árboles y las vertientes fluyen,
Durante nuestra nuestra juventud toda porque otra vez no hay nada.
ninguno podría haber distinguido Porque yo sé que el tiempo es siempre tiempo
sus propios pensamientos de los del otro, y que el lugar es siempre y solamente un lugar
de tal modo éramos uno. y que lo que es actual lo es sólo en cierto tiempo
y para un solo lugar
Mas, ay, en un minuto ella cambió me alegro que sean así las cosas
-oh no ames demasiado tiempo y renuncio a la vez
o pasarás de moda a la sagrada faz y también a la voz
como una vieja canción-. entonces, como no me es posible pensar que he de volver
me regocijo al tener que construir algo que me proporcione regocijo
son simples abanicos y para abanicar
Y ruego a Dios que nos tenga misericordia un aire seco ya y muy reducido
ruego que nos haga olvidar más seco, más reducido que la voluntad
estos asuntos que originan en mí tanta discordia enséñanos a sentir y a prescindir,
ya que los he discutido y me los he explicado demasiado danos tranquilidad.
porque no abrigo esperanzas de volver otra vez
que estas palabras respondan Ora por nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte.
por lo que ya se ha hecho que no se hará otra vez Ora por nosotros por ahora y en la hora de nuestra muerte.
y que se nos juzgue con misericordia
porque con estas alas no es posible volar Versión de Jorge Elliott

BLOQUE III: POEMAS EN FRANCÉS

III.1. BORIS VIAN (1920-1959) III.2.1 Frases para abanicos

III.1.1. El desertor 1

Señor Presidente me llamas la Rosa
Le escribo una carta dice la Rosa
Que tal vez leerá mas si supieses
Si tiene tiempo mi verdadero nombre
Acabo de recibir me deshojaría
Mis papeles militares de inmediato
Para ir a la guerra
Antes del miércoles por la tarde 5
Señor Presidente ¡Viajero!
Yo no quiero hacerla acércate
No he venido a la tierra y respira por fin
Para matar a pobres gentes este olo r
Sin ánimo de molestarle que cura de todo
Es preciso que le diga movimiento
Que mi decisión esta tomada
Voy a desertar 11
Ay
Desde que nací es tan hermoso el mundo
He visto morir a mi padre que hay que apostar aquí
He visto irse a mis hermanos a alguien que de la mañana a la
Y llorar a mis hijos noche sea capaz de no
Mi madre sufrió tanto movers
Que está ya en la tumba e
Y re ríe de las bombas
Y se ríe de los gusanos 12
Cuando era prisionero No son
Me quitaron a mi mujer mis
Me quitaron mi alma espinas
Y todo mi pasado las que me defienden
Mañana temprano dice la Rosa
Cerraré la puerta es
En las narices de los años muertos mi perfum
Iré por los caminos e

Mendigaré mi vida 13
Por las carreteras de Francia El
De Bretaña a Provenza viejo
Diciéndole a la gente: poeta
Negaros a obedecer siente
Negaros a hacerla poco a poco
No vayáis a la guerra que un verso
Negaros a partir se apodera
Si hay que dar la sangre de él como
Vaya usted a dar la suya un estornudo
Usted es un buen apóstol
Señor Presidente 15
Si me hace perseguir Shhhh
Prevenga a sus gendarmes si hacemos
De que no llevaré armas ruido
Y que podrán disparar el tiempo
volverá a empezar
III.2. PAUL CLAUDEL (1868-1955)
Versión de Carlos Cámara y Miguel Ángel Frontán
III.3. PAUL ÉLUARD (1895-1952) Y sobre el molino de las sombras
Escribo tu nombre
III.3.1. Desfigurada apenas
Sobre cada soplo de aurora
Adiós tristeza. Sobre el mar en los barcos
Buenos días tristeza. Sobre la montaña lunática
Estás inscrita en las líneas del techo. Escribo tu nombre
Estás inscrita en los ojos que amo.
Tú no eres exactamente la miseria, Sobre la espuma de las nubes
pues los más pobres labios te denuncian Sobre los sudores de la tormenta
por una sonrisa. Sobre la lluvia gruesa e insípida
Buenos días tristeza. Escribo tu nombre
Amor de los cuerpos amables,
potencia del amor , Sobre las formas que centellean
cuya amabilidad surge Sobre las campanas de los colores
como un monstruo incorpóreo. Sobre la verdad física
Cabeza sin punta, Escribo tu nombre
tristeza bello rostro.
Sobre las sendas despertadas
Versión de Luis A. Cano Sobre las carreteras desplegadas
Sobre los lugares que desbordan
III.3.2. Enamorada Escribo tu nombre

Está de pie frente a mis párpados, Sobre la lámpara que se enciende


sus cabellos entre los míos. Sobre la lámpara que se apaga
Tiene la forma de mis manos Sobre mis casas reunidas
y tiene el color de mis ojos. Escribo tu nombre
Y fui por ella devorado
como una isla por el mar. Sobre el fruto cortado en dos
Tiene los ojos siempre abiertos, Espejo y mi habitación
me tiene siempre desvelado; Sobre mi cama vacía
a plena luz sueña sus sueños Escribo tu nombre
que hacen declinar el sol,
me hace reír, me hace llorar Sobre mi perro codicioso y tierno
llorar y reír, y hablar Sobre sus orejas elaboradas
sin tener nada que decir. Sobre su pierna torpe
Escribo tu nombre
Versión de Eduardo Carranza
Sobre el trampolín de mi puerta
III.3.3. Libertad Sobre los objetos familiares
Sobre el mar del fuego bendito
Sobre mis cuadernos de colegial Escribo tu nombre
Sobre el pupitre y los árboles
Sobre la arena sobre la nieve Sobre toda carne concedida
Escribo tu nombre Sobre la frente de mis amigos
Sobre cada mano que se tiende
Sobre todas las páginas leídas Escribo tu nombre
Sobre todas las páginas en blanco
Piedra, sangre, papel o ceniza Sobre el cristal de las sorpresas
Escribo tu nombre Sobre los labios atentos
Bien sobre el silencio
Sobre las imágenes doradas Escribo tu nombre
Sobre las armas de los belicosos
Sobre la corona de reyes Sobre mis refugios destruidos
Escribo tu nombre Sobre mis faros aplastados
Sobre las paredes de mi problema
Sobre la selva y el desierto Escribo tu nombre
Sobre los nidos sobre las retamas
Sobre el eco de mi infancia Sobre la ausencia sin deseos
Escribo tu nombre Sobre la soledad desnuda
Sobre las marchas de la muerte
Sobre las maravillas de las noches Escribo tu nombre
Sobre el pan blanco de los días
Sobre las temporadas desposadas Sobre la salud vuelta de nuevo
Escribo tu nombre Sobre el riesgo desaparecido
Sobre la esperanza sin recuerdos
Sobre todos mis trapos de azul Escribo tu nombre
Sobre el estanque sol enmohecido
Sobre el lago luna viva Y por el poder de una palabra
Escribo tu nombre Reinicio mi vida
Nací para conocerte
Sobre los campos sobre el horizonte Para nombrarte
Sobre las alas de los pájaros Libertad
Y arriba, en medio de la luz inmensa,
III.3.4. ¡oh, amigo del silencio más hermoso,
Solamente deseo amarte nos encontramos otra vez, llorando!
Una tempestad llena el valle
Un solo pez el río Versión de Andrés Holguín

Te he hecho III.5. JACQUES PREVERT (1900-1977)


A la medida de mi soledad
Todo el mundo para esconderse III.5.1. El escolar perezoso
Días y noches para comprenderse
Dice no con la cabeza
Para contemplar en tus ojos pero dice sí con el corazón
Todo lo que pienso de ti dice sí a lo que quiere
Y de un mundo hecho a tu imagen dice no al profesor
está de pie
Y las noches y los días gobernados por tus párpados. lo interrogan
le plantean todos los problemas
III.3.5. Te amo de pronto estalla en carcajadas
y borra todo
Te amo por todas las mujeres que no he conocido. los números y las palabras
Te amo por todos los tiempos que no he vivido. los datos y los nombres
Por el olor del mar inmenso y el olor del pan caliente. las frases y las trampas
Por la nieve que se funde por las primeras flores. y sin cuidarse de la furia del maestro
Por los animales puros que el hombre no persigue. ni de los gritos de los niños prodigios
Te amo por amar. con tizas de todos los colores
Te amo por todas las mujeres que no amo. sobre el pizarrón del infortunio
dibuja el rostro de la felicidad.
Quién me refleja sino tú misma me veo tan poco
sin ti no veo más que una planicie desierta. Versión de Aldo Pellegrini
Entre antes y ahora
están todas estas muertes que he sorteado sobre paja. III.5.2. Soy como soy
No he podido atravesar el muro de mi espejo.
Tuve que aprender la vida como se olvida Soy como soy
palabra por palabra Estoy hecha así
Cuando tengo ganas de reír
Te amo por tu sabiduría que no me pertenece. Me río a carcajadas
Te amo contra todo lo que no es más que ilusión. Amo al que me ama
Por el corazón inmortal que no poseo Acaso es culpa mía
crees ser la duda y no eres sino razón. Que no sea siempre el mismo
Eres el sol que me sube a la cabeza El que amo en cada ocasión
cuando estoy seguro de mí. Soy como soy
Versión de Luis A. Cano Estoy hecha así
Qué más pretendéis
III.3.6. Toque de queda Qué más queréis de mí

Que íbamos a hacer, la puerta estaba bajo guardia Estoy hecha para gustar
Que íbamos a hacer, estábamos encerrados Y no hay nada que hacerle
Que íbamos a hacer, la calle habían cerrado Mis tacones son muy altos
Que íbamos a hacer, la cuidad estaba bajo custodia Mi cuerpo muy erguido
Que íbamos a hacer, ella estaba hambrienta Mis pechos muy firmes
Que íbamos a hacer, estábamos desarmados Mis ojeras muy profundas
Que íbamos a hacer, al caer la noche desierta Pero después de todo
Que íbamos a hacer, teníamos que amarnos. Qué puede importaros
Versión de Luis A. Cano Soy como soy
Gusto al que le gusto
III.4. PAUL VALERY (1871-1945) Qué puede importaros
Lo que me sucedió
III.4.1. El bosque amigo Si amé a alguien
Si alguien me amó
En las sendas pensamos cosas puras, Como los niños que se aman
uno al lado del otro, fugitivos, Simplemente saben amar
cogidos de la mano, y pensativos Amar amar…
en medio de las flores más oscuras. Por qué hacerme preguntas
Estoy donde estoy para gustaros
Íbamos solos, como enamorados, Y no hay nada que hacerle.
entre la verde noche del sendero,
compartiendo el fugaz fruto hechicero III.5.3. Desayuno
del astro que aman los enajenados.
Echó café
Después, muy lejos, en la sombra densa en la taza.
de aquel íntimo bosque rumoroso, Echó leche
morimos -solos!- sobre el césped blando. en la taza de café.
Echó azúcar
en el café con leche. Se puso
Con la cucharilla el sombrero.
lo revolvió. Se puso
Bebió el café con leche. el impermeable
Dejó la taza porque llovía.
sin hablarme. se marchó
Encendió un cigarrillo. bajo la lluvia.
Hizo anillos Sin decir palabra.
de humo. Sin mirarme.
Volcó la ceniza Y me cubrí
en el cenicero la cara con las manos.
sin hablarme. Y lloré.
Sin mirarme
se puso de pie.

BLOQUE IV: POEMAS EN RUSO

IV. 1. MARINA TSVIETÁIEVA (1892-1941) Arrastrándose por el terciopelo de la noche...


Olvida que hubo la vida,
IV.1.1. A Alia, mi hija Que la vida habrá, olvida...
Se arrastran desde los campos las tinieblas nocturnas...
Algún día, criatura encantadora, Solo uno, solo uno,
para ti seré sólo un recuerdo, Quedarse dormido, quedarse dormido...
Pero de todas maneras
perdido allá, en tus ojos azules, Alguien te despertará.
en la lejanía de tu memoria.
Versión de Samuel Feijoo y Nina Bulgákova
Olvidarás mi perfil aguileño,
y mi frente entre nubes de humo, IV.2.3.
Hoy no recuerdo lo que ayer pasó
y mi eterna risa que a todos engaña, En la madrugada olvido lo de la tarde anterior
y una centena de anillos de plata En los días blancos extravío el fuego
Y en las noches ya no evoco los días.
en mi mano; el altillo-camarote,
mis papeles en divino desorden, Pero, ante la muerte, en la hora decisiva,
Todos los días, y noches nos pasan por la mente
Por la desgracia alzados, en el año terrible; Y entonces ,-en el bochorno, en la estrechez-
tú eras pequeña y yo era joven. Es sumamente doloroso soñar
En todo lo hermoso que se fue.
Versión de Severo Sarduy Deseas levantarte y no puedes
Es de noche.
IV.2. ALEXANDER BLOK (1880-1921)
Versión de Jorge Bustamante García
IV.2.1.
Acepto todo lo que hubo IV.2.4.
Nunca busqué mejor suerte. Qué difícil es caminar entre la gente
Acaso hay algo mejor que haber amado Y simular que no se ha muerto
Algo mejor que haber ardido! Y en este juego de trágica pasión
Confesar que aún no se ha vivido.
La felicidad y los sufrimientos
Impusieron sus huellas amargas, Y escrutando en la nocturna pesadilla,
Pero yo no desperdicié la antigua luz Encontrar el orden como un desordenado torbellino
En tempestades pasionales, ni en el tedio sin límites. Para que en el inexpresivo resplandor del arte
Descubramos el mortal incendio de la vida.
Y tú, a quien yo de nuevo he desgarrado
Debes perdonarme. Sé que nuestro destino es estar juntos. Versión de Jorge Bustamante García
Todo lo que no me has dicho con palabras
En tu semblante lo he adivinado. IV.3. OSIP MANDELSTAM (Polonia, 1891-1938)

Los ojos miran atentos IV.3.1.


Y el corazón inquieto golpea en el pecho, Leer sólo libros infantiles,
Continuando su camino ineluctable Acariciar sólo pensamientos incautos,
En la fría oscuridad de la noche nevada. Disipar todo lo que huela a solemne,
Sublevarse contra la honda tristeza.
Versión de Jorge Bustamante García
Yo estoy mortalmente cansado de la vida,
No admito nada de ella,
IV.2.2. Pero aún así amo esta pobre tierra
Cuanto más se quiere descansar Porque no conozco otra.
Tanto más horrible se hace la vida;
La neblina húmeda se arrastra desde los campos, De niño, en un jardín remoto, solía mecerme
La neblina húmeda penetra al pecho. Sobre un columpio de madera sencilla,
Y recuerdo los altos y oscuros abetos Y la lejanía
En medio del delirio brumoso. De tus ojos.

Versión de Jorge Bustamante García Versión de Jorge Bustamante García

IV.3.2. IV.4. ANA AJMATOVA (1889-1966)


Regresa pronto a mí
Sin ti me asalta el miedo IV.4.1.
Nunca antes como ahora Cuando escuches el trueno me recordarás
Tan profunda yo te sentí. Y tal vez pienses que amaba la tormenta...
Todo cuanto yo quiero El rayado del cielo se verá fuertemente carmesí
Lo veo en realidad. Y el corazón, como entonces, estará en el fuego.
Ya no siento celos
Sin embargo, te llamo. Esto sucederá un día en Moscú
Cuando abandone la ciudad para siempre
Versión de Jorge Bustamante García Y me precipite hacia el puerto deseado
Dejando entre ustedes apenas mi sombra.
IV.3.3.
Tu rostro IV.4.2.
Es lo más tierno entre lo tierno, Unos van por un sendero recto,
Tu mano Otros caminan en círculo,
Es lo más blanco entre lo blanco, Añoran el regreso a la casa paterna
Estás lejos Y esperan a la amiga de otros tiempos.
De todo mundo Mi camino, en cambio, no es ni recto, ni curvo,
Y todo es inevitablemente tuyo. Llevo conmigo el infortunio,
Voy hacia nunca, hacia ninguna parte,
Inevitable Como un tren sobre el abismo.
Es tu tristeza
Y la calidez Versión de Jorge Bustamante García
De los dedos de tus manos,
Y el sonido apacible
De tus palabras
Joviales,

BLOQUE V: POEMAS EN PORTUGUÉS

V.1. FERNANDO PESSOA (1888-1935) estés al fin del camino?

V.1.1. Coge las flores, mas déjalas


Como si cada beso caer, apenas miradas.
Fuera de despedida,
Cloé mía, besémonos, amando. Al sol siéntate. Y abdica
Tal vez ya nos toque para ser rey de ti mismo.
En el hombro la mano que llama
A la barca que no viene sino vacía; Versión de Ángel Crespo
Y que en el mismo haz
Ata lo que fuimos mutuamente V.I.3. Oda [heterónimo Ricardo Reis]
Y la ajena suma universal de la vida.
Para ser grande, sé entero: nada
Versión de F. Gutiérrez Tuyo exageres o excluyas.
Sé todo en cada cosa. Pon cuanto eres
V.1.2. [Heterónimo Ricardo Reis] En lo mínimo que hagas,
No tengas nada en las manos Por eso la luna brilla toda
ni una memoria en el alma, En cada lago, porque alta vive.

que cuando un día en tus manos


pongan el óbolo último, V.1.4.
Si, después que yo muera, se quisiera escribir mi biografía,
cuando las manos te abran Nada sería más simple.
nada se te caiga de ellas. Exactamente poseo dos fechas -la de mi nacimiento y
la de muerte.
¿Qué trono te quieren dar Entre una y otra todos los días me
que Atropos no te lo quite? pertenecen.
Soy fácil de describir.
¿Qué laurel que no se mustie He vivido como un loco.
en lo arbitrios de Minos? He amado a las cosas sin ningún sentimentalismo.
Nunca tuve un deseo que no pudiera colmar, pues nunca anduve
¿Qué horas que no te conviertan ciego.
en la estatura de sombra Incluso escuchar para mí fue nada más que un complemento del ver.
Comprendí que las cosas son reales y totalmente diferentes una de
que serás cuando de noche, otra:
Lo comprendí con los ojos, jamás con el pensamiento. No todo es días de sol
Comprenderlo con el pensamiento hubiera sido encontrarlas y la lluvia cuando falta mucho, se pide.
todas iguales. Por eso tomo la infelicidad con la felicidad.
Naturalmente como quien no se extraña
Un día me sentí dormido como un niño. con que existan montañas y planicies y que haya rocas y hierbas...
Cerré los ojos y dormí. Lo que es necesario es ser natural y calmado en la felicidad o en la
Y, a propósito, yo era el único poeta de la Naturaleza. infelicidad.
Sentir como quien mira. Pensar como quien anda,
Versión de Rafael Díaz Borbón y cuando se ha de morir,
Recordar que el día muere y que el poniente
V.1.5. es bello y es bella la noche que queda.
Si yo pudiera morder la tierra toda Así es y así sea.
y sentirle el sabor sería más feliz por un momento...
Pero no siempre quiero ser feliz Versión de Teodoro Llorente
es necesario ser de vez en cuando infeliz para poder ser natural...

BLOQUE 6: POEMAS EN CATALÁN

VI.1. JOSEP CARNER (1884-1970) I el pintar extrem d’avui! Càndid rampell:


M’exalta el nou i m’enamora el vell.
VI.1.1. Les prunes d'or ( de Els fruits saborosos)
VI.3. CARLES RIBA (1893-1959)
En un incomparable triomf, Migdia mor.
Passada pel flameig, la terra s’aclivella. VI.3.1. Súnion (de Elegies de Bierville)
Aglaia seu a l’ombra de la prunera vella.
Relluen delitoses, endins, les prunes d’or. Súnion! T'evocaré de lluny amb un crit d'alegria,
tu i el teu sol lleial, rei de la mar i del vent:
Oh cos d’Aglaia, bru com saonada fruita, pel teu record, que em dreça, feliç de sal exaltada,
cimat de cabellera com d’una nit mortal! amb el teu marbre absolut, noble i antic jo com ell.
Els llavis se li baden per a la dolça lluita Temple mutilat, desdenyós de les altres columnes
i té en els ulls un caire brillant com de punyal. que en el fons del teu salt, sota l'onada rient,
dormen l'eternitat! Tu vetlles, blanc a l'altura,
Les prunes d’or a Aglaia reüllen temptadores. pel mariner, que per tu veu ben girat el seu rumb;
Són en una illa verda, cenyida de claror; per l'embriac del teu nom, que a través de la nua garriga
en el redós, a penes hi ha fesses torbadores: ve a cercar-te, extrem com la certesa dels déus;
un fregadís de mates, l’insecte en bonior. per l'exiliat que entre arbredes fosques t'albira
súbitament, oh precís, oh fantasmal! i coneix
Aglaia sent un mot. ¿És ella o el brancam? per ta força la força que el salva als cops de fortuna,
I l’aire es torç, ardent d’una flama frisosa, ric del que ha donat, i en sa ruïna tan pur.
i la calitja parla d’una terrible fosa.
L’agost com es rebolca, tot sol, damunt del camp! VI.4. SALVADOR ESPRIU (1913-1985)

Aglaia té una set que eixuga el seny, la parla… VI.4.1. Poema XLVI (de La pell de brau)
Superbament aixeca, damnant el seu descans,
i enfonsa en la prunera les cobejoses mans A vegades és necessari i forçós
i enlaira tot el rostre, com si volgués besar-la. que un home mori per un poble,
però mai no ha de morir tot un poble
I l’arbre, que amb un lleu serpejament de branques per un home sol:
sembla oferir-nos l’or, la mel d’algun pecat, recorda sempre això, Sepharad.
s’estremeix un moment de la ferocitat Fes que siguin segurs els ponts del diàleg
del gran perfum impúdic i de les dents tan blanques. i mira de comprendre i estimar
les raons i les parles diverses dels teus fills.
VI.2. J. V. FOIX (1893-1987) Que la pluja caigui a poc a poc en els sembrats
i l’aire passi com una estesa mà
VI.2.1. M'exalta el nou i m'enamora el vell ( de Sol, i de dol) suau i molt benigna damunt els amples camps.
Que Sepharad visqui eternament
Em plau, d’atzar, d’errar per les muralles en l’ordre i en la pau, en el treball,
Del temps antic i, a l’acost de la fosca, en la difícil i merescuda
Sota un llorer i al peu de la font tosca, llibertat.
De remembrar, cellut, setge i batalles.
VI.5. V.A. ESTELLÉS (1924-1993)
De matí em plau, amb fèrries tenalles
I claus de tub, cercar la peça llosca VI.5.1. Propietats de la pena (de Llibre de meravelles)
A l’embragat, o al coixinet que embosca
L’eix, i engegar per l’asfalt sense falles. Assumiràs la veu d'un poble,
i serà la veu del teu poble,
I enfilar colls, seguir per valls ombroses, i seràs, per a sempre, poble,
Vèncer, rabent, els guals. Oh món novell! i patiràs, i esperaràs,
Em plau, també, l’ombra suau d’un tell, i aniràs sempre entre la pols,
et seguirà una polseguera.
L’antic museu, les madones borroses, I tindràs fam i tindràs set,
no podràs escriure els poemes VI.6.2. Vuit de març (de Bruixa de dol)
i callaràs tota la nit
mentre dormen les teues gents, Amb totes dues mans
i tu sols estaràs despert, alçades a la lluna,
i tu estaràs despert per tots. obrim una finestra
No t'han parit per a dormir: en aquest cel tancat.
et pariren per a vetllar
en la llarga nit del teu poble. Hereves de les dones
Tu seràs la paraula viva, que cremaren ahir
la paraula viva i amarga. farem una foguera
Ja no existiran les paraules, amb l’estrall i la por.
sinó l'home assumint la pena Hi acudiran les bruixes
del seu poble, i és un silenci. de totes les edats.
Deixaràs de comptar les síl.labes, Deixaran les escombres
de fer-te el nus de la corbata: per pastura del foc,
seràs un poble, caminant cossis i draps de cuina
entre una amarga polseguera, el sabó i el blauet,
vida amunt i nacions amunt, els pots i les cassoles
una enaltida condició. el fregall i els bolquers.
No tot serà, però, silenci.
Car diràs la paraula justa, Deixarem les escombres
la diràs en el moment just. per pastura del foc,
No diràs la teua paraula els pots i les cassoles,
amb voluntat d'antologia, el blauet i el sabó
car la diràs honestament, I la cendra que resti
iradament, sense pensar no la canviarem
en ninguna posteritat, ni per l’or ni pel ferro
com no siga la del teu poble. per ceptres ni punyals.
Potser et maten o potser Sorgida de la flama
se'n riguen, potser et delaten; sols tindrem ja la vida
tot això son banalitats. per arma i per escut
Allò que val és la consciència a totes dues mans.
de no ser res sino s'és poble.
I tu, greument, has escollit. El fum dibuixarà
Després del teu silenci estricte, l’inici de la història
camines decididament. com una heura de joia
entorn del nostre cos
VI.6. MARIA MERCÈ MARÇAL (1952-1998) i plourà i farà sol
i dansarem a l’aire
VI.6.1. Divisa (de Cau de llunes) de les noves cançons
que la terra rebrà.
A l'atzar agraeixo tres dons: haver nascut dona, Vindicarem la nit
de classe baixa i nació oprimida. i la paraula DONA.
I el tèrbol atzur de ser tres voltes rebel. Llavors creixerà l’arbre
de l’alliberament.

BLOQUE 7: POEMAS EN OTRAS LENGUAS

VII.1. CAVAFIS (griego nacido en Alejandría, 1883-1933) nácar y coral, ámbar y ébano
y toda suerte de perfumes voluptuosos,
VII.1.1. Itaca cuantos más abundantes perfumes voluptuosos puedas.
Ve a muchas ciudades egipcias
Cuando emprendas tu viaje a Itaca a aprender de sus sabios.
pide que el camino sea largo,
lleno de aventuras, lleno de experiencias. Ten siempre a Itaca en tu pensamiento.
No temas a los Lestrigones ni a los Cíclopes, Tu llegada allí es tu destino.
ni al colérico Poseidón, Mas no apresures nunca el viaje.
seres tales jamás hallarás en tu camino, mejor que dure muchos años
si tu pensar es elevado, si selecta y atracar, viejo ya, en la isla,
es la emoción que toca tu espíritu y tu cuerpo. enriquecido de cuanto ganaste en el camino
Ni a los Lestrigones ni a los Cíclopes sin aguardar a que Itaca te enriquezca.
ni al salvaje Poseidón encontrarás,
si no lo llevas dentro de tu alma, Itaca te brindó tan hermoso viaje.
si no los yergue tu alma ante tí. Sin ella no habrías emprendido el camino.
Pero no tiene ya nada que darte.
Pide que el camino sea largo.
Que sean muchas las mañanas de verano Aunque la halles pobre, Itaca no te ha engañado.
en que llegues -¡con qué placer y alegría!- Así, sabio como te has vuelto, con tanta experiencia,
a puertos antes nunca vistos. entenderás ya qué significan las Itacas.
Detente en los emporios de Fenicia
y hazte con hermosas mercancías, Versión de Pedro Bádenas de la Peña
VII.2. CELSO EMILIO FERREIRO (gallego, 1912-1979) la casa
de mi padre.
VII.2.1. Larga noche de piedra Perderé
los ganados,
El techo es de piedra. los huertos,
De piedra son los muros los pinares;
y las tinieblas. perderé
De piedra el suelo los intereses,
y las rejas. las rentas,
Las puertas, los dividendos,
las cadenas, pero defenderé la casa de mi padre.
el aire, Me quitarán las armas
las ventanas, y con las manos defenderé
las miradas, la casa de mi padre;
son de piedra. me cortarán las manos
Los corazones de los hombres y con los brazos defenderé
que a lo lejos acechan, la casa de mi padre;
hechos están me dejarán
también sin brazos,
de piedra. sin hombros
Y yo, muriendo y sin pechos,
en esta larga noche y con el alma defenderé
de piedra. la casa de mi padre.
Me moriré,
VII.2.2. (Echado frente al mar... se perderá mi alma,
se perderá mi prole,
"Lengua proletaria de mi pueblo pero la casa de mi padre
la hablo porque sí, porque me gusta, seguirá
porque se me antoja, quiero y me da la gana; en pie.
porque me sale de dentro, allá del fondo
de una tristeza ácida que me inunda
al ver tantos necios descastados, VII.3.2. Piedra y pueblo
pequeños mequetrefes sin raíces
que al poner la corbata ya no saben Si por decir una verdad
afirmarse en el amor de los antepasados, las hijas
hablar la lengua madre, han de matarme,
la lengua de los abuelos que están muertos, la mujer
y ser, con el rostro erguido, han de violarme,
marineros, labriegos del lenguaje, la casa
remo y arado, prosa y reja siempre. donde vivo
han de derribar; si por decir una verdad
La hablo porque sí, porque me gusta han de cortarme
y quiero estar con los míos, con mi gente, la mano
cerca de los hombres buenos que sufren largamente con que escribo,
una historia contada en otra lengua. la lengua
No hablo para los soberbios, con que canto;
no hablo para los ruines y poderosos, si por decir una verdad
no hablo para los vanidosos, mi nombre
no hablo para los estúpidos, han de borrar
no hablo para los vacíos, de las áureas
hablo para los que soportan reciamente páginas de la literatura vasca;
mentiras e injusticias sin cesar; en ningún momento,
para los que sudan y lloran de ninguna forma,
un llanto cotidiano de mariposas, en ningún lugar
de fuego y viento sobre los ojos desnudos. podré
No puedo apartar mis palabras callarme.
de todos los que sufren en este mundo.
Y tú vives en el mundo, tierra mía,
cuna de mi estirpe,
Galicia, dulce pena de las Españas,
tendida junto al mar, ese camino...")

VII.3. GABRIEL ARESTI (vasco, 1933-1975)

VII.3.1. La casa de mi padre

Defenderé
la casa de mi padre.
Contra los lobos,
contra la sequía,
contra la usura,
contra la justicia,
defenderé

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