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Modo de producción asiático

Francisco Coll Morales


Lectura: 3 min
El modo de producción asiático es el intento de Karl Marx de aplicar el concepto de los modos de producción para
analizar otro tipo de sociedades no occidentales, como la asiática.

El modo de producción asiático, en este sentido, es el concepto mediante el que Marx trató de analizar los fenómenos que
estaba viviendo la economía asiática, los cuales daban lugar a desarrollos revolucionarios distintos a los de occidente.

De acuerdo con Marx, la historia cuenta con una cronología por la que han pasado una serie de distintos modos de
producción. Todos ellos, basados en las fuerzas productivas y las relaciones de producción.

Sin embargo, dado que Marx estableció los modos de producción para el estudio de occidente, el desarrollo de un modo
asiático trató de analizar otro tipo de situaciones.

Cabe destacar, no obstante, que Marx menciona el concepto pero no lo desarrolla en profundidad. Esto, debido a que no
contaba con suficiente información.

Características del modo de producción asiático

Entre las características que definen al modo de producción asiático podemos destacar varias. 

 Se establece para las economías que no forman parte de occidente.


 Muchos teóricos lo han propuesto para las economías que han estado bajo el dominio colonial.
 No existe un consenso sobre a qué hace referencia dicho modelo de producción.
 El Estado jugaba un rol predominante a través del control estatal.
 Hacía referencia a distintos territorios, aunque estos presentaban grandes diferencias.
 Es un concepto que ha generado un gran debate a lo largo de la historia.

Cronología de los modos de producción

De acuerdo con Marx, los modos de producción se iban sucediendo a lo largo de la historia. En este sentido, como
decíamos antes, se han ido desarrollando nuevas formas de organizar la producción que por orden cronológico, son:

 Comunismo primitivo.
 Modo de producción asiático.
 Modo de producción esclavista.
 Modo de producción feudal.
 Modo de producción capitalista.
 Modo de producción socialista.

El modo de producción asiático se establece, para Marx, como uno de los modos de producción más antiguos y menos
desarrollados. En este sentido, Marx consideró el sistema socialista como el sistema más avanzado y el definitivo.

Críticas al término

El modo de producción asiático ha sido duramente criticado. Pues, los estudiosos del marxismo siguen sin hallar sentido
en la medición de dicho modo de producción. La incapacidad de medir a qué economías hacía referencia Marx ha dado
lugar a grandes debates que siguen sin concluir. Estos debates trataban de hacer referencia a ese intento de Marx por
clasificar la economía de China e India, así como su modo de producción.
Por tanto, dado que no existe consenso, es muy difícil saber a qué hacía referencia Marx con el modo de producción
asiático. Pues, como se observa, muchos definen, incluso, la Unión Soviética como un modo de producción asiático. Sin
embargo, su clasific

MODO DE PRODUCCIÓN ASIÁTICO


¿Qué es el modo de producción asiático?

El modo de producción asiático, según los postulados del marxismo, es un intento por aplicar el concepto de
los modos de producción con el que Karl Marx estudiaba y analizaba la historia económica de Occidente, a las
sociedades no occidentales que tuvieron desarrollos revolucionarios diferentes.

Se trata de un concepto envuelto en mucho debate todavía, dado que no se lo menciona explícitamente en el cuerpo
de la obra de Marx. Sin embargo, muchos teóricos marxistas lo proponen para aquellas sociedades que
atravesaron épocas de dominio colonial por parte de las potencias occidentales.

En cambio, el compañero teórico de Marx, Friedrich Engels, sí se refirió al modo de producción asiático. Sin
embargo, para muchos estudiosos contemporáneos era similar a las condiciones de la Europa feudal. Aun así, en
la historia económica de sociedades orientales como la India, frecuentemente referida por Marx, no se daban los
patrones de esclavitud de Occidente.

Se distinguía porque el Estado jugaba un rol predominante a través del control de los canales de
irrigación indispensables para la labor agrícola. Además, el Estado controlaba las tierras, el poder político y militar.

Esto último resultaría clave en la formulación del concepto de modo de producción asiático, en particular para
referirse al despotismo predominante en las llamadas “sociedades hidráulicas”, en las que el manejo del agua era
el factor predominante en la organización de la producción, usualmente bajo el control estatal.

Debate sobre el modo de producción asiático

Los estudiosos del marxismo no han llegado a un acuerdo sobre si existió o no un modo de producción asiático.
La opinión a menudo depende del período histórico. Para muchos pensadores el modelo de la extinta Unión
Soviética es un ejemplo. Su rigidez y autoritarismo impuesto por Stalin, se asemeja lo suficiente a
los gobiernos autoritarios asiáticos.

Para otros, es sólo una interpretación posible de la historia económica de China y de India. Otra alternativa es
comprenderla como un modo de producción tributario: un modelo en el que se crea una “clase estatal” que gobierna
de manera exclusiva a plusvalía campesina, sin poseer sin embargo la propiedad exclusiva de la tierra.

¿Qué es el modo de producción asiático?


El modo de producción asiático fue el sistema económico y de producción habitual en muchas zonas del mundo cuando
tuvo lugar el fin de las comunidades primitivas. También es conocido como régimen despótico-tributario y se desarrolló
en zonas de Asia, Egipto, Persia y de la América prehispánica.
Uno de los autores que popularizó este término fue el filósofo Karl Marx. En su obra Formaciones económicas pre-
capitalistas (1858) describió los sistemas que dieron lugar al paso de la propiedad comunal de la tierra a la privada. Entre
estos sistemas destacaba el despotismo oriental, ligado al modo de producción asiático.

El modo de producción asiático existió en la sociedad azteca


Frente a las estructuras más primitivas, en este modo de producción ya existía la explotación del hombre por el hombre.
Además, a pesar de que se trabajaba para cubrir las necesidades de la comunidad, existía una clase dirigente que cobraba
un tributo a los trabajadores. La figura principal de esa clase dominante era el déspota.

Para Marx, estas sociedades, aunque no son consideradas esclavistas, sí dan lugar a una “esclavitud general”. Esto se
puede observar especialmente cuando las comunidades tenían que trabajar para otras comunidades por razones de
conquista.

El modo de producción asiático fue característico de aquellas comunidades que dejaban atrás sus modelos económicos
primitivos. Se trata de un sistema precapitalista, aunque tiene algunos aspectos parecidos.

Fueron algunos autores europeos quienes lo bautizaron con “régimen despótico-tributario”, ya que pretendían que se
diferenciara de los sistemas que se establecieron en Europa. En cualquier caso, no solo se dio en Asia, sino también en
algunos países africanos o en civilizaciones precolombinas como la azteca.

La sociedad azteca funcionaba bajo el modo de producción asiático


Cronológicamente se coloca en un amplio periodo que duró 4000 años, acabando en el primer milenio antes de nuestra
era.

Características del modo de producción asiático


En este sistema productivo los habitantes de la comunidad trabajaban para conseguir los productos necesarios para ser
autosuficientes. Se trataba de explotaciones comunitarias, y cuando existían excedentes se podían intercambiar o vender a
otras comunidades.

Por sus propias características, se dice que este modo de producción está unido a otras formas productivas más
desarrolladas, como pueden ser la agricultura o la ganadería.

Explotación del hombre por el hombre


Karl Marx
Karl Marx fue uno de los primeros pensadores que describió este tipo de modo de producción. Para él daba lugar a una
esclavitud general, ya que en definitiva los trabajadores tenían que obedecer a una clase dirigente. Por esta razón Marx
argumentaba que había una explotación del hombre por el hombre.

A diferencia de otros sistemas en los que también aparece esa explotación, en el modo asiático no era personal, sino
colectiva; es decir toda la comunidad estaba explotada por una clase superior.

Clase dominante
Retrato de Moctezuma II, uno de los últimos máximos dirigentes del Imperio azteca
La clase dominante recibía el tributo que los trabajadores de las comunidades tenían que pagar. Este tributo podía ser en
especies (parte de lo producido) o en trabajos en beneficio de esa clase dominante. Por ejemplo, era común que los
campesinos tuvieran que trabajar en la construcción de palacios, tumbas o templos.
Se puede concluir que esa clase dominante era la forma primitiva de Estado y era formada por la aristocracia de la zona,
los militares y los sacerdotes.

En la cúspide del sistema se encontraba el déspota oriental, con un poder absoluto, y a menudo de raíz religiosa. Este
máximo dirigente era el que recibía más riquezas de las entregadas por las comunidades.

Explotación entre comunidades


En algunas ocasiones se producía una auténtica explotación entre comunidades. Esto ocurría cuando había una guerra y la
comunidad vencedora obligaba a la derrotada a trabajar para ella.

La mayoría de las veces los derrotados debía pagar un tributo o, en otras ocasiones, se convertían en esclavos para
trabajar en las tierras de la comunidad vencedora.

El pueblo tlaxcalteca tenía que pagar tributos al Imperio azteca. Fuente: Wolfgang Sauber / CC BY-SA
(https://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0)
Aldeas autosuficientes
Una de las características que diferencia este modo de producción de otros es que las localidades tendían a ser totalmente
autosuficientes.

Se cultivaba y producía todo lo necesario para su supervivencia y solo en raras ocasiones se comerciaba con otras
comunidades.

Estructura económica
La estructura económica de este tipo de comunidades era bastante simple. Entre los trabajadores no había prácticamente
especialización ni diferencias sociales. Todos eran igualmente explotados por las clases dirigentes.

Formalmente, los trabajadores eran libres y se ocupaban de las tierras que eran propiedad de la comunidad. En la práctica,
estaban subordinados a los mandatarios.

El Estado y el déspota
Los nobles, los militares, los administradores y los sacerdotes formaban la clase dominante en este tipo de sistema. A
pesar de que no se puede considerar un Estado moderno, sí había una estructura semejante a un aparato estatal.

En la cabeza de ese aparato se encontraba el déspota. En muchas ocasiones buscaba una legitimación religiosa para su
poder absoluto con la ayuda de la casta sacerdotal. Identificarse con los dioses, o incluso afirmar que era uno de ellos, era
fundamental para afianzar su poder frente al pueblo.

Cuando Moctezuma conoció a Hernán Cortés, el azteca pensó que el español era un dios
Tanto el déspota como el resto de los que formaban la clase dominante eran los que recibían los tributos de los
trabajadores, por lo que sus condiciones de vida eran mucho mejores que las del pueblo llano.

Ventajas
Dada la explotación de los trabajadores, no es sencillo mencionar muchas ventajas de este modo de producción. Entre las
que se pueden encontrar está la propiedad comunal de los medios de producción.

Aunque debían pagar el tributo correspondiente, el hecho de que las tierras fueran comunales hacía que la distribución de
lo producido fuera muy equitativo.
De igual forma, se puede considerar como ventaja la capacidad para autoabastecerse de todo lo necesario para sobrevivir.
Por último, cuando se producían excedentes los trabajadores podían comerciar con ellos, enriqueciendo así a la
comunidad.

Condiciones igualitarias
Dentro de las comunidades no existían diferencias sociales, aunque sí las había con las clases dirigentes. Los trabajadores
tenían los mismos derechos y obligaciones, por lo que no se producían conflictos por ese motivo.

Los historiadores también apuntan a que esa igualdad alcanzaba a las mujeres con respecto a los hombres. Aunque a ellas
se les reservaba el papel de madre y cuidadora, estas actividades estaban muy protegidas y consideradas como
primordiales.

Desventajas
La primera de las desventajas era la situación de explotación de los trabajadores por parte del aparato dirigente; es lo que
Marx describió como “esclavitud general”. Aunque no había una relación personal amo-esclavo, la realidad era que toda
la comunidad debía responder ante los dirigentes.

De igual forma, cuando la guerra provocaba que una comunidad explotara a otra, la situación de los vencidos se acercaba
mucho al esclavismo.

Igualmente, los expertos consideran como desventaja la obligación de pagar tributos al déspota. Dependiendo de la
actitud de este, podían ser más o menos abusivos, pero siempre representaban una gran carga para los trabajadores.

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