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Citología y Colpos
Citología y Colpos
I. CITOLOGÍA
Este estudio constituye un examen de screening, lo que significa que este método puede
utilizarse en mujeres clínicamente sanas por lo menos una vez al año y sus costos deben estar a
cargo de las obras sociales.
1. HISTORIA:
Uno de los padres de la citología fue Johannes Müller, de Berlín, quien en 1838 editó una
monografía sobre células tumorales malignas; a principios del siglo XIX Joseph Récamier inventó el
espéculo vaginal con el cual podía visualizar el cuello uterino y obtener células de la vagina y del
cuello uterino.
Aunque la atrofia vaginal posmenopáusica tampoco constituye una condición óptima para
la realización del estudio, con frecuencia es inevitable porque la administración de un tratamiento
general de estimulación hormonal antes de la extracción sería demasiado laboriosa.
Cuarenta y ocho horas previas al examen la paciente no debe haberse realizado duchas
vaginales, tenidas relaciones sexuales o usado tampones, jabones, cremas vaginales, o
medicamentos vía vaginal. La aplicación de medicamentos intravaginales debe interrumpirse uno
a dos días antes de la realización del frotis. Las intervenciones en el exocérvix, como
cauterizaciones, termocoagulaciones, crioterapia, tratamientos con láser, extirpación de pólipos,
abrasiones o conizaciones deben haberse realizado por lo menos un mes antes. Este mismo
intervalo es válido luego del embarazo.
Junto con el momento oportuno para la toma de la muestra el sitio del que se extraen las
células tiene una importancia decisiva para la efectividad de la obtención de material apropiado
para la realización del frotis.
Para la toma de la muestra cervical existen numerosos instrumentos que en general son
menos efectivos si se los utiliza tratando de proteger los tejidos que si se los usa aplicando técnicas
más agresivas.
o Cepillo cervical y citológico: otros instrumentos que también permiten extraer una cantidad
suficiente de material endocervical son el cepillo cervical y el cepillo citológico.
Otros instrumentos que han dejado de usarse para la toma de la muestra son las pipetas
de vidrio y los aros de platino, entre otros. La extracción a ciegas con ayuda de tampones o con el
guante del examen ginecológicos también es obsoleta por su inexactitud.
CONDICIONES QUE
DIFICULTAN LA TOMA DE
LA MUESTRA:
En casos excepcionales la
punta de la espátula no puede ser
completamente introducida en el
cuello del útero, por ejemplo en
pacientes con una atrofia marcada
o cicatrización posterior a una conizacion. En estos casos la espátula debe ser introducida tan
profundamente como sea posible sin provocar dolor ni ejercer violencia. El material extraído se
extiende sobre una de las mitades del portaobjetos. Por último se usa un hisopo de algodón o una
espátula para obtener células de la porción vaginal del cérvix y este material se extiende sobre la
otra mitad del portaobjetos.
Si hay una ectopia cuyo tamaño supera el de la espátula durante la toma de la muestra se
obtendrá casi exclusivamente epitelio endocervical de manera que el extendido no podrá ser
evaluado con fines diagnósticos a causa de la ausencia del epitelio plano. En estos casos debe
usarse un hisopo de algodón o una espátula para extraer material celular del epitelio plano
periférico a la ectopia, en forma circular. Sin embargo, en casos de ectopia el citólogo no puede
reconocer la procedencia de las células cilíndricas porque el epitelio glandular se localiza tanto en
el exocérvix como en el endocérvix.
4. FIJACIÓN:
Fijación mediante aerosol (spray): la fijación es más fácil y rápida si se utiliza laca en
aerosol (spray). El empleo de productos de marcas especiales no tiene ninguna ventaja con
respecto al aerosol (spray) que se utiliza habitualmente para el cabello.
Fijación en cubeta: Además de la fijación mediante aerosol o spray también es posible una
fijación en cubeta, en a que los portaobjetos contaminados son sumergidos en alcohol
absoluto o en una mezcla de alcohol y éter. Como la evaporación produce fácilmente una
dilución de las soluciones que provoca fallas en la fijación, las soluciones deben ser
renovadas regularmente. Para evitar el arrastre del material las caras contaminadas de los
portaobjetos no deben entrar en contacto durante su introducción en las cubetas de
fijación. El tiempo de fijación es de por lo menos 30 minutos; luego los portaobjetos pueden
ser retirados, secados, empaquetados y enviados.
5. ENVÍO:
Los portaobjetos se transportan en recipientes irrompibles, generalmente de cartón,
plástico, madera o telgopor. Deben ir acompañados por un formulario preimpreso para el
diagnóstico precoz del cáncer que las autoridades sanitarias ponen a disposición de los
profesionales o por el denominado formulario curativo completado por el correspondiente
laboratorio.
Una vez procesadas las láminas se procede a su observación al microscopio óptico con el
fin de determinar si la forma, tamaño, patrón de tinción, etc. nuclear y celular son o no normales;
se realiza la interpretación de los hallazgos y posteriormente la categorización de los resultado.
En casi todos los esquemas de informes citológicos la regla general es que en primer lugar
se aclares si se dispone de suficiente material celular del sitio de extracción, si este se encuentra
en un estado que permita su evaluación y si se cuenta con material celular endocervical. También
es obligatorio informar acerca del grado de proliferación del epitelio plano y de la flora microbiana
porque de ello es posible extraer conclusiones sobre influencias inflamatorias o estados atróficos.
No es posible aplicar en todos los casos todos los criterios estrictamente; por ejemplo si no
hay presencia de células de la zona de transformación la muestra se reporta como satisfactoria,
pero debe indicarse en el informe para ofrecer al médico remitente información sobre el material
que obtuvo.
La categoría “Satisfactoria, pero limitada” se eliminó porque genera confusión entre los
médicos tratantes y por la variabilidad de lo que en los laboratorios se considera “limitada”.
Según el consenso nacional para el diagnóstico y tratamiento del cáncer de cuello uterino
(2010) Se recomendó:
- El uso del Sistema Bethesda en su versión de 2001 de manera universal para realizar todos los
reportes de citologías ginecológicas. De igual forma se recomendó utilizar dicha nomenclatura
exclusivamente para reportes citológicos. Los reportes de biopsias deben hacerse utilizando la
nomenclatura de “neoplasia intraepitelial cervical” (NIC).
7.2.NOMENCLATURAS:
Por eso hoy se puede diferenciar una lesión precancerosa de grado leve (grupo III D), que
incluye tanto la displasia leve como la moderada, de un estadio precanceroso severo (grupo
IV A) y un carcinoma probablemente invasor (grupo IV B) de uno claramente invasor (grupo
IV). La alteraciones inflamatorias o degenerativas, que no se pueden diferenciar con facilidad
de procesos displásicos leves, se clasifican en el grupo II con la aclaración de "repetición luego
del tratamiento", y las células glandulares sospechosas pueden clasificarse en el grupo III con
la indicación de "células glandulares anormales".
8. EFICIENCIA DIAGNOSTICA:
Cuando los frotices de PAP fueron introducidos por Papanicolaou las muestras eran
tomadas solo del fondo de saco vaginal y prontamente pareció que este método era inadecuado
resultando una proporción alta de falsos negativos. Ayre en 1947 reporto el uso de espátula de
madera para raspar la superficie del cérvix para obtener las células del área en que se inician y
desarrollan las NIC y canceres, muy conocida como Zona de Transformación. Este abordaje tiene
una proporción de falsos negativos mucho menor, con ella se obtienen 10 veces más células
endocervicales que con el hisopo del algodón, mejorando la eficacia del PAP.
8.1. ESPECIFICIDAD:
La citología cervical se destaca por tener una especificidad muy alta. Los extendidos con
diagnostico positivo tienen confirmación histológica en el 99% de los casos, es decir que son
correctos positivos. No existe ningún método diagnóstico para el reconocimiento precoz del
cáncer que tenga un valor predictivo positivo tan alto como el que tiene la citología.
Los pocos resultados falsos positivos por los general se deben a estimaciones diagnosticas
equivocadas ocasionadas por daños celulares inflamatorios, degenerativos o técnicos. También
puede suceder que una atipia efectivamente presente no haya sido incluida en la muestra al
efectuar la extracción quirúrgica o al realizar el preparado histopatológico y que por esa razón no
pueda ser diagnosticada por el anatomopatólogo. Esto puede pasar cuando la técnica quirúrgica es
deficiente, cuando hay una confusión con la procedencia del material o cuando se realiza una
preparación técnica incompleta del tejido. En estos casos el resultado del estudio citológico es solo
aparentemente falso positivo.
8.2. SENSIBILIDAD:
Alrededor de dos tercios de los casos los resultados falsos negativos son ocasionados por
errores del médico tratante en la obtención del material y en un tercio por errores de
interpretación del laboratorio de citología.
8.3.EFECTIVIDAD:
La efectividad del reconocimiento citológico precoz del cáncer depende sobre todo de tres
factores, a saber:
La participación regular de las mujeres en los exámenes de prevención del cáncer
La correcta técnica de obtención de las células por parte del médico tratante.
La eficiencia y capacidad del laboratorio citológico.
8.4.RENTABILIDAD:
El examen regular de la población con la ayuda de técnicas modernas de alta resolución,
como la TAC o la RNM, podría ser considerablemente más eficaz para el reconocimiento de
determinadas enfermedades que la utilización de métodos convencionales. Sin embargo, debido a
los enormes costos que implicaría su utilización en forma de exámenes de prevención del cáncer
estas técnicas serían tan poco rentables en el aspecto económico que su aplicación llevaría en muy
poco tiempo al colapso de los recursos que financian la salud.
Por el contrario, el examen de frotis citológico muestra una relación conveniente entre los
costos y los benefician de manera que su rentabilidad es elevada. Además es un estudio fácil de
realizar y de bajo costo que incluye a una gran población de pacientes potenciales en las que el
carcinoma de cuello del útero se desarrolla en un lapso prolongado a través de varios estadios
precancerosos que pueden ser tratados exitosamente.
8.5.UTILIDAD:
9. SISTEMA BETHESDA:
El resultado de este primer encuentro fue el Sistema Bethesda 1988 (TBS). Esta nueva
terminología reflejaba tres principios fundamentales:
La terminología empleada por el laboratorio debe comunicar al ginecólogo información de
relevancia clínica.
La terminología debería ser uniforme y razonablemente reproducible entre los distintos
citopatólogos y laboratorios y también de flexibilidad suficiente para adaptarse a
laboratorios con diferentes contextos y ubicaciones geográficas.
La terminología debe reflejar los conocimientos más actuales de las neoplasias cervicales.
Al principio, la nueva nomenclatura fue recibida con escepticismo, no sólo porque
proponía reemplazar las clasificaciones que habían estado en uso durante varias décadas, sino
porque eliminaba la categoría diagnóstica de displasia moderada o CIN 2. Tradicionalmente se
consideró que los cambios celulares provocados por el virus del papiloma humano (HP V) ("atipia
koilocitótica") no estaban vinculados a los "verdaderos" precursores del cáncer cervical, que
estaban subdivididos en cuatro categorías (displasia leve, moderada, severa y carcinoma in situ) o
en tres categorías (CIN l, 2 y 3), clasificación que reflejaba una secuencia biológica. El TBS propuso
una división binaria en lesiones escamosas intraepiteliales de alta y bajo grado (HSIL y CSIC). El
fundamento para reducir (o reencasillar) las múltiples alteraciones provocadas por el HPV, los
grados de displasia o las lesiones CIN a dos tipos, de alto y bajo grado, fueron los principios del
Sistema Bethesda que se acaban de explicar:
La clasificación en lesiones de alto o bajo grado releja los criterios clínicos de decisión de
ese entonces: era frecuente hacer un seguimiento de LSIL, pero el hallazgo de HSIL
implicaba la realización de una colposcopia.
El menor número de categorías diagnósticas mejoro variabilidad de un mismo observador
y la reproducibilidad entre observadores.
Las investigaciones parecían indicar que la biología de las anomalías cervicales no era tan
lineal y secuencial como podía hacerlo parecer el espectro de cambios morfológicos.
Los términos bajo grado y alto grado de las lesiones intraepiteliales escamosas son usados
para designar cambios citológicos que correlacionan con bajo y alto grado de NIC, NIV y NIVA, es
decir, una buena correlación cito histopatológica puede ser hecha, lo cual constituye una buena
característica para control de calidad en los laboratorios de citología. Adicionalmente el sistema
Bethesda pretende separar los cambios epiteliales secundarios a inflamación o reparo de aquellos
asociados con neoplasia intraepitelial siempre que sea posible. Una desventaja de esta
clasificación es que permite cambios citológicos sugestivos de infección por VPH ser clasificados
conjuntamente con LIE-BG. Este hecho aumenta la posibilidad de sobrediagnóstico de LIE-BG
debido a que los cambios citológicos consistentes con infección por VPH son a veces mimetizados
por otras condiciones, tales como infecciones de Trichomona o Candida. Otras características de la
clasificación que ha sido criticada es que requiere recomendaciones específicas por los citologos,
tal como manejar a los pacientes. Muchos clínicos sienten que esto es inapropiado, porque el
citólogo no tiene contacto directo con el paciente.
De todos los cambios introducidos por el TBS, es probable que ninguno haya sido tan
problemático y controvertido como la categoría "células escamosas de significado indeterminado"
o "ASCUS". Esta categoría destaca las diferencias de enfoque inherentes que existen entre los
citopatólogos, quienes no siempre pueden tomar decisiones definitivas con el material citológico o
histológico (blanco o negro), y los ginecólogos, cuyas decisiones terapéuticas son de una dicotomía
más clara, es decir, tratar o no tratar. La interpretación ASCUS, que es un verdadero reflejo de la
dificultad del citopatólogo de brindar un diagnóstico definitivo en ciertos casos, a menudo dejaba
a los ginecólogos con la obligación de estudiar a las pacientes mediante colposcopia,
procedimiento prolongado y costoso. Puesto que la interpretación ASCUS aparecía en
aproximadamente 2.500.000 de informes de Papanicolaou por año en los Estados Unidos de
América, el problema era importante. Más aún, dado que no era claro qué actitud terapéutica
debía tomarse ante el hallazgo de ASCUS, el NCI auspició un estudio clínico, el ASCUS/LSIL Triage
Study (ALTS), cuyo objetivo consistió en definir qué actitud terapéutica debía tomarse en esos
casos.
Los resultados del ALTS brindaron información para elaborar guías basadas en los
hallazgos para el seguimiento y tratamiento de las mujeres que tenían resultados citológicos
anómalos (utilizando la terminología de Bethesda) con el auspicio de la Sociedad Estadounidense
de Colposcopia y Patología Cervical (ASCCP). Uno de los hallazgos más importantes del estudio
ALTS y de otros estudios fue que el espectro de los cambios morfológicos que, según se pensaba,
constituían la fase preinvasora del cáncer cervical, presentaba dos condiciones biológicas
diferentes: por un lado, la infección viral causada por el HPV, que genera una lesión escamosa
intraepitelial de bajo grado y, por otro, una lesión precursora del cáncer cervical provocada por el
HPV ex- presada en una lesión escamosa intraepitelial de alto grado. Estos hallazgos confirmaron
la validez de la clasificación binaria en LSIL y HSIL propuesta por el TBS.
El taller de trabajo más reciente sobre el Sistema Bethesda, llevado a cabo en el 2001,
utilizó Internet para ampliar la participación en el proceso de análisis y revisión de la terminología.
Se tuvieron en cuenta más de 2000 comentarios antes del encuentro, que reunió a más de 400
personas de más de 20 países.
10. ESPECIFICACIONES DEL PAPANICOLAOU:
Las mujeres con muestra citológica inadecuada para el diagnóstico deberán ser localizadas en
un lapso no mayor a cuatro semanas para repetir la prueba.
En mujeres con dos citologías anuales consecutivas con resultado negativo a lesión
intraepitelial (NIC) o cáncer, se realizará la detección cada tres años.
A las mujeres con resultado citológico de lesión intraepitelial o cáncer, se les informará que el
resultado no es concluyente y que necesitan el diagnóstico confirmatorio. Estas pacientes
deberán ser enviadas a una clínica de colposcopía. Cuando sean dadas de alta, continuarán con
el control citológico establecido.
Resultados con cambios inflamatorios, el proveedor de salud, en base al interrogatorio y el
manejo sindrómico de las enfermedades de transmisión sexual (ETS) administrara el
tratamiento correspondiente, indicándole a la paciente que el próximo Papanicolaou se debe
de repetir en 3 – 6 meses. Si el resultado del siguiente Papanicolaou vuelve a presentar
inflamación y la paciente no tiene leucorrea, está justificado referir a la paciente a la clínica de
detección temprana - Unidad de patología cervical.
El personal de salud de primer nivel ofrecerá esta toma a mujeres entre 25 a 54 años de edad. Y
a toda mujer que haya iniciado vida sexual, en especial a aquellas con factores de riesgo, y a
quien la solicite independientemente de su edad.
Efectué a toda mujer embarazada que solicite el Papanicolaou en caso de no tenerlo vigente.
Preferentemente tomarlo en el primer trimestre siempre que no exista ninguna
contraindicación o después de 2 meses de posparto.
11. MANEJO DE LA CITOLOGÍA ALTERADA (Consenso Nacional para el Diagnóstico y
Tratamiento del Cáncer de Cuello Uterino 2010):
11.1. MANEJO DE LA CITOLOGÍA ALTERADA CITOLOGÍA INFLAMATORIA SEVERA
B) POBLACIONES ESPECIALES
B) POBLACIONES ESPECIALES
En pacientes adolescentes, HIV positivas y embarazadas, se recomienda igualmente la
evaluación colposcópica. En pacientes embarazadas, se recomienda la colposcopia. La biopsia de
canal endocervical no debe realizarse como parte de la evaluación.
La tasa de prevalencia de biopsia con NIC2 o más en pacientes con diagnóstico citológico
de LIEBG está entre 12 % - 16 %. De manera que en pacientes con citología informada como LIEBG
se consideran válidas las siguientes opciones:
B) POBLACIONES ESPECIALES
En adolescentes se registran una alta tasa de regresión espontánea y una alta prevalencia
de infección por VPH de alto riesgo oncogénico, es por estas dos razones que la opción preferida
en estas pacientes es el control citológico semestral hasta lograr 2 citologías semestrales y
consecutivas negativas, momento en que la paciente debe regresar a su control anual habitual.
Este diagnóstico se correlaciona de manera importante con una patología cervical de alto
riesgo, considerándose que el diagnóstico de lesiones NIC 2 o más puede llegar a 66 % mediante la
simple evaluación colposcópica, lo cual se eleva a 85 % - 97 % en pacientes en las cuales se realiza
una escisión con asa de la zona de transformación. Es de destacar que alrededor del 2 % de estas
pacientes pueden tener un cáncer invasor de cuello uterino.
A) POBLACIÓN GENERAL
Se recomienda la realización de colposcopia en este grupo. En caso de observarse lesión
en la colposcopia, se realizará el tratamiento según el resultado de la biopsia. En pacientes con
colposcopia sin lesiones visibles y con colposcopia insatisfactoria, se recomendó la realización de
una biopsia de canal o bien una escisión con asa de la zona de transformación. En estas pacientes
si la biopsia de canal o bien la biopsia de la zona de transformación no revela lesión, se mantendrá
un control citológico y colposcópico semestral.
B) POBLACIONES ESPECIALES
En pacientes seropositivas para HIV, se recomendó la misma conducta que para pacientes
en población general. En pacientes embarazadas se recomendó la evaluación colposcópica y
biopsia solo en el caso de una lesión observada. Igualmente la biopsia de canal no está indicada en
ninguna circunstancia.
II. COLPOSCOPIA
La colposcopia, junto con la citología y la histología constituyen el trípode en el cual se
basa el diagnóstico de las lesiones intraepiteliales e invasoras del tracto genital inferior. La
colposcopia y la citología brindan un diagnóstico de sospecha, siendo ambos métodos de
detección. La histología de las lesiones detectadas colposcopicamente o a través del legrado
endocervical certifican el diagnostico.
La exploración colposcópica supone la evaluación sistemática del aparato genital inferior,
con especial atención al epitelio superficial y a los vasos sanguíneos del estroma subyacente.
Aunque el termino colposcopia hace referencia específicamente al cuello uterino, se utiliza
ampliamente para indicar la iluminación amplificada del aparato genital inferior femenino
completo, que incluye la vulva, la vagina y el cuello uterino. También se utilizan términos
específicos como vulvoscopia, vaginoscopia e incluso anoscopia de alta resolución. La función
principal de la colposcopia es localizar el epitelio de apariencia anómala y dirigir las biopsias a
zonas en las que se sospecha la presencia de neoplasia intraepitelial cervical (NIC) de grados 2 y 3
o de cáncer invasivo. La colposcopia permite al examinador identificar características
colposcópicas especıficas que distinguen los hallazgos normales de los anómalos y obtener la
impresión de si las características son benignas o indican la presencia de una enfermedad
preinvasiva o invasiva.
La función tradicional de análisis citológico del cuello uterino ha sido identificar a mujeres
con anomalías y dirigirlas hacia un análisis diagnostico como la colposcopia y la biopsia dirigida por
colposcopia. Tras la publicación de las recomendaciones de consenso de la American Society of
Colposcopy and Cervical Pathology (ASCCP) de 2001 para el tratamiento de las anomalías
citológicas del cuello uterino, la colposcopia sigue siendo la selección recomendada para todas las
anomalías citológicas, excepto para las células epidermoides atípicas de significado indeterminado
(ASCUS). Debido a que es más eficaz y rentable para la identificación de NIC de grado 2 o 3 que la
citología repetida o la colposcopia inmediata, la prueba de la presencia de ácido
desoxirribonucleico del virus del papiloma humano (VPH) se ha convertido en el método preferido
de selección para ASCUS.
La sensibilidad y especificidad del colposcopio puede compararse favorablemente con
otros métodos de diagnóstico. A la hora de distinguir un cuello uterino normal del resto de los
diagnósticos, las estimaciones individuales de la sensibilidad de la colposcopia (87-99%) eran altas,
aunque su especificidad era baja (23-87%). Las lesiones de alto grado se diferenciaban mejor de las
de bajo grado que estas ´ultimas del cuello uterino normal. La mayor sensibilidad y menor
especificidad pueden explicarse debido a una sobreinterpretación de las lesiones de bajo grado.
Cada vez que se realiza una exploración colposcópica, los principios de la práctica son los
mismos: excluir la presencia de enfermedad invasiva y, si se identifica, seleccionar los puntos más
apropiados para la biopsia. La interpretación exacta de los hallazgos colposcópicos es básica para
tomar la decisión de si se realiza o no una biopsia. La capacidad para dirigir de forma precisa una
biopsia hacia las zonas de mayores anomalías depende de la experiencia del colposcopista. Debido
a que la capacidad de la histología para definir el verdadero nivel de la enfermedad depende de
una biopsia dirigida de forma apropiada, la interpretación histológica solo será precisa en función
de la pericia del colposcopista para interpretar correctamente los resultados colposcópicos
mediante la biopsia precisa de todas las lesiones de apariencia anómala.
1. FUNDAMENTO DE LA COLPOSCOPIA:
El colposcopio emite un haz de luz que se refleja desde el estroma produciendo una
coloración rosada cuando se observa el epitelio escamoso plano no queratinizado, el cual
constituye una membrana translucida que permite reflejar parte de la luz incidente; la coloración
rosada es producida por la vascularización del estroma. En cambio, el epitelio cilíndrico, de una
sola capa celular, constituye una membrana transparente y produce una coloración más rojiza que
el epitelio escamoso, poliestratificado. El color reflejado, que es un aspecto fundamental de la
imagen colposcópica, se relaciona con la vascularización y la configuración del estroma y con el
grosor del epitelio que actúa como un filtro para el paso de la luz. Por lo tanto, las imágenes
colposcópicas son determinadas por las características de los epitelios, examinados sin
preparación y luego con la aplicación de reactivos, y su relación con el estroma subyacente.
2. INDICACIONES PARA LA COLPOSCOPIA:
Cuando se dispone de un colposcopio y un colposcopista capacitado, hay varias
indicaciones para este examen, de las cuales la más frecuente son los resultados positivos en las
pruebas de tamizaje cervical. El motivo más común para solicitar una colposcopia es la citología
cervical anormal, generalmente descubierta como resultado de un estudio de tamizaje. Los
criterios para solicitar la colposcopia en algunos centros, por ejemplo, en los países en desarrollo
donde se cuenta con ella, permiten practicarla de inmediato en las mujeres con anomalías de bajo
grado, mientras que en otros lugares, por ejemplo, en los países desarrollados, se les cita cada seis
meses para repetir el estudio citológico hasta por dos años y solo se envía a colposcopia a aquellas
pacientes con anomalías persistentes o progresivas.
Prevención secundaria del cáncer cervical:
a. Programas de screening: los medios para el diagnóstico preclínico son, en primera
instancia, la citología, siendo la colposcopia una técnica de segundo nivel que identifica la
lesión para su estudio histológico y que permite, según necesidad, definir una terapéutica
adecuada.
b. Examen sistemático en el consultorio ginecológico: colposcopia simultánea a la citología,
en primera linea.
Evaluación de citologías con atipias:
La indicación más común para referir mujeres para la colposcopia es la citología cervical
anormal, usualmente descubierta como resultado de screening citológico. En la evaluación de
citologías positivas en la que no se encuentra lesión cervical es fundamental realizar una
vaginoscopia en busca de lesiones vaginales primarias.
Diagnóstico de pacientes sintomáticas:
En pacientes que consultan por presentar sinusorragia, spotting o metrorragias es
obligatoria una colposcopia para excluir patología cervical, cualquiera que sea el resultado del
PAP, ya que en estos casos se encuentra una elevada proporción de falsos negativos de la
citología.
Estudio de enfermedades y/o lesiones benignas:
La colposcopia permite detectar patologías asociadas como infecciones, ITS, pólipos,
granulomas inflamatorios, fistulas, malformaciones, endometriosis, desgarros y traumatismos.
Control de las lesiones intraepiteliales durante el embarazo.
En pacientes con lesiones intraepiteliales de alto grado diagnosticadas durante el
embarazo se debe realizar el seguimiento estricto, citocolposcopico de la paciente cada 2 meses
hasta el término del embarazo, realizando una nueva biopsia ante sospecha de progresión de la
lesión u reevaluación a las 6-8 semanas posparto para tomar una decisión terapéutica.
Localización de los sitios para la biopsia.
El hallazgo colposcópico de imágenes anormales en el cuello uterino permite establecer
una compatibilidad diagnostica; en todos los casos el diagnóstico de certeza será proporcionado
por la histología. Por lo tanto, es una función muy importante del colposcopista saber interpretar
las imágenes encontradas para decidir el sitio de la biopsia.
Estudio topográfico de las lesiones:
El tamaño, el compromiso endocervical, la progresión de la vagina y la multicentricidad de
las lesiones deben evaluarse con precisión mediante la colposcopia para seleccionar la técnica
terapéutica.
Genitoscopia:
La técnica colposcópica incluye el examen de la vagina y la vulva para excluir lesiones
primarias o multicentricas del tracto genital inferior.
Seguimiento de las lesiones tratadas:
Las pacientes sometidas a tratamientos destructivos locales o escicionales deben ser
seguidas con citología y colposcopia para detectar persistencia (lesiones presentes dentro de los
12 meses de realizado el tratamiento) y recidiva (lesiones presentes luego de los 12 meses de
realizado el tratamiento).
Luego de la observación directa del cuello uterino con el colposcopio es una buena
práctica impregnar las mucosas a examinar con solución fisiológica para una primera evaluación de
la arquitectura vascular subepitelial.
Ácido acético:
5. SISTEMAS DE EVALUACIÓN COLPOSCÓPICA:
El objetivo de un sistema de evaluación colposcópica es ayudar al colposcopista en la
selección de las lesiones más anómalas para la biopsia y descartar la presencia de cáncer invasivo.
La presencia de cualquier hallazgo anómalo durante la exploración colposcópica normalmente
motiva a la realización de una biopsia dirigida por colposcopia. Cuando existe una lesión focal o
cuando se observan varias lesiones similares, la elección del sitio de biopsia es relativamente clara.
Sin embargo, cuando existen lesiones epidermoides complejas que ocupan porciones grandes de
la zona de transformación, la tarea de seleccionar los sitios de biopsia que mejor representan la
lesión más anómala puede ser un problema, especialmente para el colposcopista sin experiencia.
5.1. SISTEMA DE EVALUACIÓN DE RUBÍN Y BARBO:
En un intento de proporcional al colposcopista un esquema organizado para evaluar de
forma acrítica el estado de salud del cuello uterino, Rubín y Barbo desarrollaron un método de
evaluación que conserva los mejores descriptores de algunos de los sistemas de clasificación
colposcópica previos, pero elimina los valores que pueden confundir. El método de evaluación de
Rubín y Barbo es un método sistemático que destaca las características clave de las zonas de
transformación normal y alterada (Color, vasos, bordes y superficie) y ayuda en la selección de los
hallazgos más graves para la biopsia. Esta metodología se aplica mejor a las lesiones escamosas,
aunque el adenocarcinoma o las lesiones adenoepidermoides también mostraran alguna de estas
características, especialmente los cambios en la superficie y vasculares.
Color: El color del epitelio cervical normal oscila desde el tono rosado del epitelio
escamoso maduro o normal, a la apariencia traslucida de la metaplasia escamosa. Cuando se
desarrolla un epitelio alterado, inicialmente adquiere características de epitelio acetoblanco,
a veces con una apariencia blanca brillante o banco nieve. Es importante observar no solo la
intensidad de los cambios en el tono del color, sino también en la velocidad a la que se
producen los cambios acetoblancos, así como su duración y la velocidad de desaparición.
Esto a menudo se correlaciona con la gravedad de la histopatología.
Vasos: los patrones vasculares asociados con el epitelio escamoso normal maduro o en
maduración pueden oscilar desde un entramado de vasos finos hasta una configuración
dilatada aunque ramificada por encima de los quistes de Naboth. En grados más leves de
displasia puede que los vasos no sean aparentes o puede presentarse solo un patrón
mosaico o punteado fino.
Bordes: el epitelio escamosos maduro no tiene bordes bien definidos identificables. La
metaplasia escamosa inmadura a menudo tiene un borde que representa los limites
exteriores de la zona de transformación.
Superficie: el epitelio norma habitualmente es plano. El epitelio del cambio displásico de
menor grado también es relativamente plano.
5.2. ÍNDICE COLPOSCÓPICO DE REID:
Un sistema de clasificación colposcópica eficaz mejorara la fiabilidad del diagnóstico,
reducirá la variabilidad entre observadores, agilizara la enseñanza de la colposcopia y simplificara
la recopilación de datos informatizados. Sin embargo, el intento de clasificar la gravedad de una
lesión en base exclusivamente a la importancia de la reacción de acetoblanqueo o en la mera
presencia de vasos aberrantes es poco fiable. El índice colposcópico de Reid (ICR) utiliza cuatro
criterios colposcópicos (reacción de acetoblanqueo, color, márgenes y vasos sanguíneos) para
formular una impresión colposcópica y ayudar a la selección de los sitios más apropiados para la
biopsia dirigida mediante colposcopia. Cada signo colposcópico (márgenes, color, patrones
vasculares y tinción con yodo) se clasifica en tres categorías semiobjetivas y se puntúan con 0, 1 o
2 puntos. Por tanto, para obtener el índice colposcópico de Reid (RCI, por sus siglas en inglés) se
suman las puntuaciones de los cuatro criterios individuales. El RCI es una guía sobre la gravedad
histológica esperada y el potencial neoplásico.
La metaplasia escamosa, la NIC y los canceres cervicales pueden mostrar un grado de
cambio acetoblanco, con o sin patrones vasculares ano´ malos. Supone un desafío aprender a
diferenciar entre cambios benignos y NIC de grado bajo o grado alto. Aunque las similitudes
sobrepasan las diferencias, existen algunos criterios relativamente objetivos que permiten a un
colposcopista experimentado diferenciar un extremo del espectro morfológico del otro. La
potencia del ICR esta´ en que se basa en análisis críticos (más que en el recuerdo de patrones) para
asegurarse de que no se deja sin diagnosticar una enfermedad grave y que los hallazgos sin
importancia clínica no se sobrevaloran.
Los signos colposcópicos anómalos se han agrupado en cuatro categorías, que son las
siguientes:
Nitidez de los márgenes
Color del epitelio
Patrones vasculares
Tinción con yodo
La exactitud pronostica del ICR se maximiza solo cuando estos criterios colposcópicos
individuales se agrupan en una puntuación conjunta.
En
general, el
valor
pronóstico
positivo de
cualquier
criterio
colposcópico individual en el ICR es de aproximadamente el 80%. Esto es significativo, aunque no
suficientemente sólido como para una utilización clínica legıtima. Por tanto, se calcula una
puntuación final sumando los puntos asignados a las cuatro categorías. El numerador del ICR varía
en función de la apariencia colposcópica, pero el denominador tiene un valor fijo de 8.
Las lesiones con una puntuación de 5 probablemente pronostican una histología de grado
alto.
Las lesiones con una puntuación de 2 probablemente pronostican una histología de grado
bajo.
La lesiones con una puntuación de 3 o 4 normalmente representan histología de grado
bajo a moderado.
Más frecuentemente, las lesiones de grado alto se caracterizan por márgenes
perfectamente definibles, ausencia de vasos, color blanco apagado y tinción de yodo amarilla
confirmatoria. Las lesiones de grado alto, pequeñas e imperceptibles recuerdan en ocasiones a
metaplasia fisiológicas inmaduras. Ambas aparecen como zonas de reacción acetoblanca con
ausencia de vasos. Sin embargo, el color de la metaplasia inmadura generalmente es
semitransparente y los márgenes estan poco definidos y son confluentes. Adicionalmente, el
cambio acetoblanco del epitelio metaplásico normal a menudo ocupa la mayor parte de la
circunferencia de la zona de transformación y siempre esta contiguo a la UE.
REFERENCIAS: